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Guias e Dicas
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Harris Marvin Antropologia cultural, Notas de estudo de Cultura

Culturas humanas são extremamente variados, e suas expressões (língua, religião, organização econômica e doméstica) sempre responder a uma necessidade social: sobrevivência, ordem, justiça e produtividade econômica.

Tipologia: Notas de estudo

2011

Compartilhado em 04/11/2011

fabiano-andre-2
fabiano-andre-2 🇧🇷

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Ciencias sociales

Marvin Harris

Antropología

cultural

t=

El libro de bolsillo Antropología Alianza Editorial

8 ANTROPOLOGIA CUr;¡'URAL PARA^ EL^ PROFESOR^9

Creacionismo científico: sección nueva.

Teoría de la optimización del forrajeo: sección nueva

basada en los últimos estudios. Pruebas empíricas sobre

la «ley» de Leslie White acerca de la evolución: sección

nueva. Kula revisado: sección basada en los últimos estudios. División del trabajo: sección nueva. Pautas de trabajo: sección nueva basada en los últimos es- tudios sobre dedicación temporal. El dinero de la isla Rossel: sección revisada basada en los últimos estudios. ¿Por qué la guerra?: sección nueva. El origen de los estados: sección nueva basada en los últi- mos estudios. Canibalismo azteca: sección revisada basada en los últi- mos estudios.

Homosexualidad: sección revisada) incorpora la última

información procedente de Nueva Guinea. Proyecto agroforestal haitiano: sección nueva basada en una historia práctica con éxito. La segunda revolución verde de México: sección nueva sobre un problema práctico. La concentración de la riqueza: sección revisada basada en los últimos estudios. La familia hiper industrial y los roles sexuales: sección nueva que incorpora la última información sobre el matri- monio, fertilidad, divorcio, estructura familiar, y la sexuali- dad en los Estados Unidos. Una teoría sobre el cambio cultural en los Estados Unidos: sección nueva con una versión revisada de las relaciones en- tre la feminización del contingente laboral y el aumento del servicio y la economía de la información. Otro cambio importante es el uso de cuadros, que rompen secciones muy largas, proporcionan definiciones, sugieren lecturas opcionales o subrayan importantes acotaciones. Los nuevos cuadros incluyen:

«Un cuadro antropológico» (campos y especialidades an- tropológicas). «Las huellas del río Paluxy- (extracto de un folleto de la American Anthropological Association). «Una explicación intuitiva de la teoría de la optimización del forrajeo». «Gasto energético que supone el empaquetado y procesa- do de alimentos industriales». «Agresión y guerra~) (tomado de un texto de Brian Fergu- son). «Dos tipos de retroalimentación» (positiva y negativa). «Las tres almas del jívaro» (adaptado de un texto de Mi- chael Harner). «Cómo Ikanancowi llegó a ser chamán» (tomado de un texto de Charles Wagley). «Cura mediante el vómito» (tomado de un texto de Char- les Wagley). «El Intichiuma de las larvas» (ceremonia arunta clásica). «La circuncisión ndembu» (adaptado de un texto de Vic- tor Turner). «El calendario azteca». «El simbolismo sexual en Bangladesh» (adaptado de un texto de Shirley Lindenbaunm). «Sin holismo: un fiasco andino» (caso práctico). «Haciéndose con el "demonio" existente detrás de la defo- restación» (tomado de un texto de Gerald Murray). «Abundancia de alimentos para algunos, escasez para las masas» (tomado de un texto de Billie DeWalt). «Producto interior bruto de Estados Unidos en 1984~). «Las mujeres y la condición femenina en Estados Unidos» (encuesta del New York Times).

Espero que esta edición avance más que la anterior en lo que se refiere a eliminar los vestigios de los prejuicios teóri- cos masculinos a la hora de presentar los hechos etnográfi- cos y la teoría antropológica. Se intenta ser más sensible a la necesidad de puntos de vista específicos de género, así como

(^10) ANTROPOLOGfA CUrTUR.AL

específicos de clase y casta, que en cualquier otro libro intro-

ductorio. Lo que es más. ningún otro libro de texto in-

troductorio dedica tanta atención a los problemas de jerar-

quía y estratificación, cuya comprensión es uno de los

obje.tivos primordiales de la investigación antropológica.

Debido a la separación cada vez mayor de los estratos socia-

les y a la enorme indiferencia hacia la situación de los miem-

~ros menos afortunados de nuestras especies en peligro, los

hbros de texto introductorios. más que nunca, tienen una

obligación especial de «decir las cosas como son», Finalmen-

te, me gustaría aprovechar esta oportunidad para dar las

gracias a Alan Mcfllare y a [oan Gregory, de Harper & Row,

y.a Susan Ioseph por su gran esfuerzo para hacer de esta edi-

ción algo de lo que tanto el autor COmo el editor se sienten orgullosos. También me gustaría dar las gracias a David Pri- ce por su ayuda a la hora de poner al día el material biblio- gráfico, a PhyIlis Durell por las transcripciones, y a Madeline Harris por hacer todas las tareas que nadie hubiera hecho.

Para el alumno

Antropologfa cultural te proporciona a ti, alumno, una pers- pectiva global y comparativa para entender el origen y el porvenir del mundo moderno. En las páginas siguientes comprenderás cosas, especialmente sobre las costumbres y creencias de gentes que viven hoy día o que han vivido en el pasado reciente -gentes que viven en las grandes ciudades y son ciudadanos de las superpotencias, así como gentes que vi- ven en pequeños grupos en el desierto y en aldeas remotas de la jungla. Te vas a encontrar con una sorprendente variedad de cos- tumbres y creencias. Algunas te divertirán; otras te pueden sorprender. Sin embargo, no he escrito este libro para com- petir con el de Ripley Believe It Or Not. Delante de nosotros tenemos una tarea mucho más seria. Mi objetivo es expli- car -teniendo en cuenta los hechos conocidos hasta el mo- mento y según las últimas teorías científicas- por qué las costumbres y las creencias difieren de una sociedad a otra, y por qué, a pesar de todas las diferencias, existen enormes se- mejanzas en la: forma en que los seres humanos viven aun es- tando en las más distantes partes del globo. He hecho todo lo posible para que este libro sea fácil de leer. Sin embargo, el ámbito de la antropología cultural es enorme y complejo. Si vamos a dar explicaciones serias con 11

14 ANTROPOLOGIACu'LTURAL 1.^ LA^ ANTROPOLOc;[A^ y EL^ ESTUDIO^ DE^ LA^ CULTURA^15

pales universidades de los Estados Unidos las diferentes pers-

pectivas de la antropología suelen estar representadas por

cuatro campos de estudio: antropología cultural (a veces lla-

mada antropología social), arqueología, lingüística antropo-

lógica y antropología física (Pried, 1972; Goldschmidt,

1979)*. Las distintas ramas de las principales áreas se descri-

ben en el Cuadro 1.1.

La antropología cultural se ocupa de la descripción y aná-

lisis de las culturas -las tradiciones socialmente aprendidas-

del pasado y del presente. Tiene una subdisciplina, la etno-

grafía, que se consagra a la descripción sistemática de cultu-

ras contemporáneas. La comparación de culturas proporcio-

na la base para hipótesis y teorías sobre las causas de los

estilos humanos de vida. Aunque este libro se centra funda-

mentalmente en los hallazgos de los antropólogos culturales,

los hallazgos de las otras clases de antropólogos son esencia-

les para muchos de los temas que se tratarán.

La arqueología añade una dimensión crucial a esta empre-

sa. Desenterrando los vestigios de culturas de épocas pasa-

das, los arqueólogos pueden estudiar amplias secuencias de

la evolución social y cultural bajo diversas condiciones natu-

rales y culturales. Su aportación a la comprensión de las ca-

racterísticas actuales de la existencia humana y al contraste

de las teorías de la causación histórica es imprescindible.

La lingüística antropológica aporta otra perspectiva cru-

cial: el estudio de la gran diversidad de lenguas habladas por

los seres humanos. Los lingüistas de orientación antropoló-

gica intentan reconstruir la historia de estas lenguas y de fa-

milias lingüísticas enteras. Se interesan por la forma en que

el lenguaje influye y es influido por otros aspectos de la vida

humana, por la relación entre la evolución del lenguaje y la

evolución del Horno sapiens, así como por la relación entre

la evolución de las lenguas y la evolución de las diferentes

culturas.

". Véase p. 561 para una explicación del sistema de citas usado en este libro.

Cuadro l.l

Un cuadro antropológico

Frecuentemente, los antropólogos se identifican con una

o más ramas especializadas pertenecientes a los cuatro

campos más importantes. Lo que sigue essolamente una

listaparcial.

ANTROPOLOG1A CULTURAL

Antropologia aplicada. Estudia y hace propuestas

para solucionar problemas prácticos y evaluar resul-

tados.

Antropofogia médica. Estudia los factores biológicos

y culturales en la salud y en la enfermedad y el trata-

miento del enfermo..

Antropofogía urbana: Estudia la vida en la ciudad.

Antropologia del desarrollo. Estudia las causas del

subdesarrollo y del desarrollo entre las naciones me-

nos desarrolladas.

ARQVEOLOG1A

Arqueología histérica. Estudia las culturas del pasa-

do reciente por medio de una combinación de material

escrito archivado y excavaciones arqueológicas.

Arqueología industrial. Usa técnicas de la arqueolo-

gía histórica para centrarse en factorías e instalaciones

industriales.

Arqueología contractual. Lleva a ca~o enc~estas ar-

queológicas para la defensa del medio ambiente y la

protección de lugares históricos.

(^16) ANTROPOLOGfA CULTURAL l. LA ANTROPOLOGfA y EL ESTUDIO DE LA CULTURA (^17)

LINGüfSTICA ANTROPOLOGICA

Lingüística histórica. Reconstruye los orígenes de

lenguas específicas y de las familias de lenguas.

Lingüística descriptiva. Estudia la sintaxis y la gra-

mática de las lenguas.

Sociolingüística. Estudia el uso actual de la lengua en

la comunicación cotidiana.

ANTROPOLOGfA FfsICA (BIOLOGICA)

Primatologia. Estudia la vida social y biológica de

los monos, grandes monos y otros primates.

Paleontología humana. Busca y estudia restos fósiles

de primitivas especies humanas.

Antropologíaforense. Identifica a las víctimas de ase-

sinatos y accidentes.

Genética de la población. Estudia las diferencias he-

reditarias en las poblaciones humanas.

La antropología física fundamenta los demás campos de la

antropología en nuestro origen animal y nuestra naturaleza

biológicamente determinada. Los antropólogos físicos tra-

tan de reconstruir el curso de la evolución humana mediante

el estudio de los restos fósiles. Asimismo intentan describir

la distribución de las variaciones hereditarias entre las po-

blaciones contemporáneas. y deslindar y medir las aporta-

ciones relativas de la herencia, la cultura y el medio ambiente

a la vida humana.

¡Por qué la antropología!

Muchas otras disciplinas. además de la antropología, se ocu-

pan del estudio de los seres humanos. Nuestra naturaleza

animal es objeto de intensa investigación por parte de biólo-

gos, genetistas y fisiólogos. Sólo en la medicina. centenares

de especialistas investigan el cuerpo humano, y los psiquia-

tras y psicólogos buscan juntos la esencia de la mente y el

alma humanas. Muchas otras disciplinas -entre ellas la so-

ciología, la geografía humana, la psicología social. la histo-

ria. la ciencia política. la economía, la lingüística. la teología,

la filosofía. la musicología. el arte, la literatura y la arquitec-

tura- se ocupan de nuestro comportamiento cultural. inte-

lectual y estético. Están, además. los llamados «especialistas

en áreas», que estudian las lenguas y estilos de vida de deter-

minados pueblos. naciones y regiones: «latinoamericanís-

tas», «indianistas», «sinólogos», etc. ¿Cuál es entonces el ras-

go distintivo de la antropología?

Lo que diferencia nuestra disciplina de las otras es su ca-

rácter global y comparativo. Otras disciplinas abordan úni-

camente un segmento concreto de la experiencia humana o

una época o fase concretas de nuestro desarrollo cultural y

biológico. Los hallazgos de la antropología. en cambio, no se

basan jamás en el estudio de una sola población, raza, tribu,

clase, nación, tiempo o lugar. Los antropólogos insisten. ante

todo. en la necesidad de contrastar las conclusiones extraí-

das del estudio de un grupo humano o de una determinada

civilización con datos procedentes de otros grupos o civili-

zaciones. De esta manera. la importancia de la antropología

trasciende los intereses de cualquier tribu, raza. nación o

cultura concretas. Desde la perspectiva antropológica, todos

los pueblos y culturas revisten el mismo interés como obje-

tos de estudio. Por ello, la antropología se opone al punto dé

vista de los que creen ser los únicos representantes del géne-

ro humano, estar en el pináculo del progreso o haber side

elegidos por Dios o la Historia para moldear el mundo a SlJ

imagen y semejanza.

Para el antropólogo, el único modo de alcanzar un cono-

cimiento profundo de la humanidad consiste en estudia]

tanto las tierras lejanas como las próximas. tanto las épocas

remotas como las actuales. Y adoptando esta visión amplia

20 ANTROPOLOGfA CULTURAL l. LA^ ANTROPOWGfA^ y^ EL^ ESTUDIO^ DE^ LA^ CULTURA^21

sentir y actuar (es decir, su conducta). Esta definición sigue

.,;1 precedente sentado por sir Edward Burnett Tylor, funda-

dor de la antropología académica y autor del primer libro de

texto de antropología general.

La cultura... en su.se~ltido etnográ~co, es ese todo complejo que comprende conocmuentos, creencias, arte. moral, derecho, cos- tumbres y cualesquiera otra~ capacidades y hábitos adquiridos por el hombre en tanto que miembro de la sociedad. La condición de la cultura en las diversas sociedades de la humanidad, en la medi~a en que puede ser investigada según principios generales, constituye un tema apto para el estudio de las leyes del pensa- miento y la acción humanos (1871:1).

Algunos antropólogos, empero, restringen el significado de

«cultura» exclusivamente a las reglas mentales para actuar y

hablar compartidas por los miembros de una determinada

sociedad. Estiman que estas reglas constituyen una especie

de gramática de la conducta y consideran las acciones como

fenómenos de índole «social» más que «cultural». Ésta es la dis-

tinción que algunos antropólogos tratan de establecer cuan-

do diferencian la antropología social de la cultural (Goode-

nough, 1970). Ninguna confusión puede derivarse de la

definición más inclusiva, siempre que se tenga el cuidado de

indicar si se está hablando de las ideas y sentimientos cultu-

ralmente determinados pertenecientes a la vida mental de la

gente, de las actividades culturalmente determinadas que

realizan con sus cuerpos, o de ambas cosas.

Hay otro tipo de distinción entre «social» y «cultural»

también bastante frecuente. Algunos sociólogos y antropó-

logos emplean el término «social» para designar la relación

entre los distintos grupos de una sociedad. Para estos cien-

tíficos sociales, la «cultura» se refiere a los estilos de vida

de los miembros de una sociedad, pero no a la estructura

grupal de ésta. Con arreglo al uso que seguiremos en este

libro, los grupos sociales y sus relaciones mutuas se consi-

derarán como aspectos de la cultura. La familia, por ejem-

plo, es un grupo social que se ajusta a la cultura de la vida

doméstica de una sociedad concreta, pero que también la

refleja.

¿Cuál es entonces la definición de sociedad? Una sociedad

es un grupo de personas que comparten un hábitat común

y que dependen unos de otros para su supervivencia y bien-

estar.

Debido al hecho de que muchas grandes sociedades' están

constituidas por clases, grupos étnicos, regiones y otros sub-

grupos significativos, frecuentemente conviene referirse a las

subculturas y estudiarlas. Así, por ejemplo, podemos referir-

nos a la subcultura de los negros norteamericanos, la subcul-

tura de los suburbios o la subcultura de los campesinos en

Brasil.

Endoculturación y relativismo cultural

La cultura de una sociedad tiende a ser similar en muchos

aspectos de una generación a otra. En parte, esta continui-

dad en los estilos de vida se mantiene gracias al proceso co-

nocido como endoculturación. La endoculturación es une:

experiencia de aprendizaje parcialmente consciente y par·

cialmente inconsciente a través de la cual la generación de

más edad incita, induce y obliga a la generación más joven ~

adoptar los modos de pensar y comportarse tradicionales

Así, los niños chinos usan palillos en lugar de tenedores, ha-

blan una lengua tonal y aborrecen la leche porque han sidc

endoculturados en la cultura china en vez de en la de los Es.

tados Unidos. La endoculturación se basa, principalmente

en el control que la generación de más edad ejerce sobre lo.'

medios de premiar y castigar a los niños. Cada generación e:

programada no sólo para replicar la conducta de la genera

ción anterior, sino también para premiar la conducta que SI

adecue a las pautas de su propia experiencia de endocultura

ción y castigar, o al menos no premiar, la conducta que S

desvía de éstas.

El concepto de endoculturación (pese a sus limitaciones

22 ANTROPOLOGfA^ CULTURAL^ 1.^ LA^ ANTROPOLOGíA^ Y EL^ ESTUDlO^ DE^ LA^ CU1.TURA^23

que analizaremos más adelante) ocupa una posición central

en el punto de vista distintivo de la antropología moderna.

La incomprensión del papel que desempeña en el manteni-

miento de las pautas de conducta y pensamiento de cada

grupo forma el núcleo del fenómeno conocido como etno-

centrismo. El etnocentrismo es la creencia de que nuestras

propias pautas de conducta son siempre naturales, buenas,

hermosas o importantes, y que los extraños, por el hecho de

actuar de manera diferente, viven según modos salvajes, in-

humanos, repugnantes o irracionales. Las personas intole-

rantes hacia las diferencias culturales, normalmente, igno-

ran el siguiente hecho: Si hubieran sido endoculturados en el

seno de otro grupo, todos estos estilos de vida supuestamen-

te salvajes, inhumanos, repugnantes e irracionales serían

ahora los suyos.

Todos los antropólogos culturales son tolerantes y sienten

curiosidad por las diferencias culturales. Algunos, no obs-

tante, han ido más lejos y adoptado el punto de vista conoci-

do como relativismo cultural, con arreglo al cual toda pauta

cultural es, intrínsecamente, tan digna de respeto como las

demás. Aunque el relativismo cultural es una manera cientí-

ficamente aceptable de referirse a las diferencias culturales,

no constituye la única actitud científicamente admisible.

Como todo el mundo, los antropólogos también se forman

juicios éticos sobre el valor de las diferentes clases de pautas

culturales. No hay por qué considerar el canibalismo, la gue-

rra, el sacrificio humano y la pobreza como logros culturales

valiosos para llevar a cabo un estudio objetivo de estos fenó-

menos. Nada hay de malo en tratar de estudiar ciertas pautas

culturales porque se desee cambiarlas. La objetividad cientí-

fica no tiene su, origen en la ausencia de prejuicios -todos

somos parciales-, sino en tener cuidado de no permitir que

los propios prejuicios influyan en el resultado del proceso de

investigación (Jorgensen, 1971).

Limitaciones del concepto de endoculturación

En las condiciones del mundo actual no se requiere ninguna

sabiduría especial para comprender que la endoculturación

no puede explicar una parte considerable de los estilos de

vida de los grupos sociales existentes. Está claro que la repli-

cación de las pautas culturales de una generación a otra

nunca es completa. Las antiguas pautas no siempre se repi-

ten con exactitud en generaciones sucesivas, y continuamen-

te se añaden pautas nuevas. En los últimos tiempos, este fe-

nómeno de innovación ha alcanzado tales proporciones en

las sociedades industriales que los adultos, programados

como estaban para la continuidad intergeneracional, se han

sentido alarmados. El fenómeno en cuestión ha sido deno-

minado «abismo generacional». Como explica Margaret

Mead:

Hoy en día, en ninguna parte del mundo hay ancianos que separ lo que los niños ya saben; no importa cuán remotas y sencillas sean las sociedades en las que vivan estos niños. En el pasade siempre había ancianos que sabían más que cualquier niño en ra- zón de su experiencia de maduración en el seno de un sístems cultural. Hoy en día no los hay. No se trata sólo de que los padres ya no sean guías, sino de que ya no existen guías, los busquemos en nuestro propio país o en el extranjero. No hay ancianos que se- pan lo que saben las personas criadas en los últimos veinte años sobre el mundo en el que nacieron (1970:77-78).

Evidentemente, la endoculturación no puede explicar el

«abismo generacionah}; más bien hay que suponer que ha

habido una ruptura en el proceso de endoculturación y que

un número cada vez mayor de adultos no ha sabido inducir

eficazmente a sus hijos a replicar sus propias pautas de peno

samiento y conducta. Por tanto, la endoculturación sólo

puede explicar la continuidad de la cultura, no su evolución

Incluso en lo que se refiere a la continuidad, la endocultu·

ración tiene importantes limitaciones. Toda pauta replicada

no es necesariamente el resultado de la programación de una

26 ANTROPOLOGfA^ CUI.TURAL^ l. LAANTROPOLOGfA y H • .ES'I'UIJIQ DE I.A CUJ;¡'URA 27

qué el elemento difundido se originó en el primer lugar. Fi-

nalmente, la difusión no puede dar cuenta de muchos ejem-

plos notables en los que se sabe que pueblos que no han teni-

do ningún medio de contacto inventaron herramientas y

técnicas similares y desarrollaron formas de matrimonio y

creencias religiosas análogas.

En síntesis, la difusión no es más satisfactoria que la en-

doculturación como explicación de rasgos culturales simila-

res. Si en la determinación de la vida social humana sólo in-

terviniesen la difusión y la endoculturacion, lo lógico sería

esperar que todas las culturas fueran y permanecieran idén-

ticas' pero esto no es así.

No hay que concluir, empero. que la difusión no desempe-

ña papel alguno en la evolución sociocultural. La proximi-

dad entre dos culturas a menudo influye en la dirección y el

ritmo de los cambios, y moldea detalles específicos de la

vida sociocultural, aunque tal vez no logre moldear los ras-

gos generales de las dos culturas. Por ejemplo, la costumbre

de fumar tabaco se originó entre los pueblos nativos del he-

misferio occidental y después de 1492 se difundió a los rin-

cones más apartados del globo. Esto no hubiera sucedido de

haber permanecido América aislada de los demás continen-

tes. Sin embargo, el contacto. por sí solo, aporta una explica-

ción parcial, puesto que cientos de otros rasgos originarios

de América (como vivir en tiendas de campaña o cazar con

arco y flecha) no fueron asimilados ni siquiera por los co-

lonos que se establecieron en la vecindad de los pueblos na-

tivos.

Aspectos mentales y conductuales de la cultura

Hablando con la gente los antropólogos se enteran de un

vasto mundo interior de pensamientos y sentimientos. Este

mundo interior existe en diferentes niveles de conciencia.

Hay, en primer lugar, pautas muy alejadas de la conciencia.

Las reglas gramaticales son un ejemplo de.tales «estructuras

profundas», En segundo lugar. existen pautas más próximas

a la conciencia, que se pueden conocer fácilmente plantean-

do las preguntas adecuadas. Cuando se le pide, normalmen-

te, la gente puede formular valores. normas y códigos de

conducta apropiados para actividades como destetar bebés,

cortejar a miembros del sexo opuesto. el~gir líderes'. tratar

enfermedades. recibir a huéspedes, clasificar a parientes,

rendir culto a Dios, etc. No obstante, hay veces en que estas

reglas. proyectos y valores no están formalizados o no son

plenamente conscientes. Finalmente, existe~ r~glas de c?n-

ducta y enunciados de valores. proyectos, objetivos y aspira-

ciones plenamente conscientes, explícitos y formales que

pueden ser discutidos en el transcurso de conversaciones ~r

dinarias, estar escritos en códigos de derecho o ser anuncia-

dos en reuniones públicas (por ejemplo. las reglas referentes

al vertido de basuras. a los modos de realizar depósitos ban-

carios' a un partido de fútbol, a la violación de la propiedad,

etcétera).

Finalmente, para complicar más las cosas, las culturas tie-

nen normas no solamente para regular el comportamiento,

sino para romper las normas de comportamiento -como

cuando uno aparca enfrente de una señal que dice «no apar-

can) o se cuela en un estadio sin pagar la entrada.

P~ro la conversación no es la única fuente de conocimien-

to antropológico acerca de una cultura. Además de eso, los

antropólogos observan, miden, fot~g~afían y ~on:an notas de

lo que hace la gente durante sus actividades diarias, semana-

les o anuales. Observan los nacimientos que tienen lugar,

asisten a los funerales, acompañan a expediciones de caza,

presencian ceremonias de matrimonio, y asisten a otro~ mu-

chos acontecimientos y actividades cuando están teniendo

lugar. Esos acontecimientos y actividades reales constituyen

el aspecto conductual de la cultura.

28 ANTROPOLOGIACULTURAL .^ LA^ ANTROPO¡.üGIA^ y EL^ ESTUDIO^ DE^ LA^ CULTURA^29

Aspectos emicy etic de la cultura

La distinción entre elementos mentales y conductuales no da

respuesta al interrogante de cómo describir adecuadamente

una cultura en su totalidad. El problema estriba en que los

pensamientos y la conducta de los participantes pueden en-

focarse desde dos perspectivas contrapuestas: desde la de los

propios participantes y desde la de los observadores. En am-

bas casos son posibles las descripciones científicas yobjeti-

vas de los campos mental y eonductual. Pero. en el primero.

los observadores emplean conceptos y distinciones que son

significativos y apropiados para los participantes; y en el se-

gundo, conceptos y distinciones significativos y apropiados

para los observadores. El primero de estos dos modos de

estudiar la cultura se llama emie y el segundo etie (véanse

pp. 73-:4 para la derivación de estos términos a partir de fo-

nética y fonética), La prueba de la adecuación de las descrip-

ciones y análisis emic es su correspondencia con una visión

del mundo que los participantes nativos aceptan como real,

significativa o apropiada. Al llevar a cabo la investigación en

el modo emic, los antropólogos tratan de adquirir un cono-

cimiento de las categorías y reglas necesarias para pensar y

actuar como un nativo. Intentan averiguar, por ejemplo, qué

regla subyace en el uso del mismo término de parentesco

para la madre y la hermana de la madre entre los bathonga;

o cuándo es apropiado humillar a los huéspedes entre los

kwakiutl; o entre los quinceañeros norteamericanos, cuándo

se puede quedar para salir con un chico o una chica.

En cambio, la prueba de la adecuación de las descripcio-

nes etic es, sencillamente, su capacidad para generar teorías

científicas sobre las causas de las diferencias y semejanzas

socioculturales. En vez de emplear conceptos que sean nece-

sariamente reales, significativos y apropiados desde el punto

de vista del nativo, el antropólogo se sirve de categorías y

reglas derivadas del lenguaje de la ciencia que a menudo le

resultarán poco familiares al nativo. Los estudios etic com-

portan con frecuencia la medición y yuxtaposición de activi-

dades y acontecimientos que los informadores nativos en-

cuentran inadecuados o carentes de significado.

Emic, etic y ratiodesexosen elganadovacuno

El siguiente ejemplo demuestra la importancia de la diferen-

cia entre el conocimiento de tipo emic y el de tipo etie en as-

pectos no lingüísticos de una cultura. En el distrito de Tri-

vandrum del estado de Kerala, en la India meridional, los

agricultores insistían en que nunca acortarían deliberada-

mente la vida de uno de sus animales, en que nunca lo mata-

rían ni lo dejarían morir de hambre, afirmando así la prohi-

bición hindú contra el sacrificio del ganado vacuno. Sin

embargo, entre los agricultores de Kerala la tasa de mortali-

dad de los terneros es casi el doble que la de las crías de sexo

contrario. De hecho, el número de hembras de 0-1 años supe-

ra al de los machos del mismo grupo de edad en u~a propor-

ción de 100 a 67. Los mismos agricultores son plenamente

conscientes de que los segundos tienen más probabilidades

de morir que las primeras, pero atribuyen la diferencia a la

relativa «debilidad» de los machos. «Los machos -suelen de-

cir- enferman más a menudo». Al preguntarles cómo expli-

caban esta propensión, algunos sugirieron que los machos

comían menos que las hembras. Finalmente, varios de ellos

admitieron que esto se debía a que sólo se les permitía per-

manecer unos pocos segundos junto a las ubres de' la madre.

A nadie, empero, se le ocurrió afirmar que, dada la escasa de-

manda de animales de tiro en Kerala, se decide sacrificar a

los machos y criar a las hembras. La perspectiva emie de la si-

tuación es que nadie, consciente o voluntariamente, acortaría

la vida de un ternero. Una y mil veces los agricultores afirma-

ban que todas las crías, independientemente de su sexo, te-

nían «derecho a la vida). Pero la dimensión etie de la situación

es que la proporción de sexos en el ganado vacuno se ajusta

de un modo sistemático a las necesidades de la ecología y la

economía locales mediante un «bovicidío» preferencial de los

32 ANTROPOLOGfA^ CUITVRAL^ 1.1,A ANTROPOLOGfA y El ESTUnIO DE LA CU1.TURA 33

los siguientes capítulos el autor ha hecho un esfuerzo cons- ciente para incluir puntos de vista alternativos en temas con- trovertidos. Sin embargo, es inevitable que la estrategia de investigación del propio autor domine la exposición. La es- trategia de investigación seguida en este libro enfatiza la in-

fraestructura como una causa de la estructura y la superes-

tructura, y a esto se le llama materialismo cultural. En el

apéndice encontraremos una descripción de los principios básicos del materialismo cultural y de las estrategias de in- vestigación antropológica alternativas.

Resumen

La antropología es el estudio de la humanidad. Sus cuatro ramas principales son la antropología cultural o social, la arqueología, la lingüística antropológica y la antropología fí- sica. El punto de vista que la distingue es su perspectiva glo- bal, comparativa y multidimensional. Aunque la mayoría de los antropólogos se encuentran empleados en puestos acadé- micos, hay un número cada vez mayor que se dedica a la an- tropología aplicada en una amplia variedad de campos de la conducta y las relaciones humanas. El estudio de la antropo- logía es de gran valor para cualquiera que se proponga reali- zar una carrera en un campo afectado por la dimensión cul- tural de la existencia humana. Una cultura consiste en las formas de pensar, sentir y ac- tuar, socialmente adquiridas, de los miembros de una deter- minada sociedad. Las culturas mantienen su continuidad mediante un proceso de endoculturación. Al estudiar las di- ferencias culturales es importante mantenerse en guardia frente al hábito mental llamado etnocentrismo, que surge como consecuencia de no apreciar los efectos de largo alcan- ce de la endoculturación sobre la vida humana. Sin embargo, la endoculturación no puede explicar cómo y por qué cam- bian las culturas. Además, no todas las recurrencias cultura- les en diferentes generaciones son resultado de la endocultu-

ración. Algunas son el resultado de reacciones a condiciones o situaciones similares Mientras que endoculturación designa el proceso por el cual se transmite la cultura de una generación a la siguiente,

la difusión designa el proceso mediante el cual se transmite

la cultura de una sociedad a otra. La difusión, al igual que la endoculturación, no es automática y no puede ser por sí sola un principio explicatorio. Sociedades vecinas pueden tener tanto culturas muy semejantes como muy diferentes. La cultura, tal como se define en este libro, consiste tanto en acontecimientos que tienen lugar dentro de la mente de las personas como en la conducta exterior de estas mismas personas. Los seres humanos pueden describir sus pensa- mientos y conducta desde su propio punto de vista. Por tan- to) al estudiar las culturas humanas debemos dejar claro si es el punto de vista del participante nativo o~ el punto de vista del observador lo que se está expresando. Estos son los pun-

tos de vista emir y etic, respectivamente. Los términos emic y

etic han sido tomados prestados de la distinción lingüística

entre fonémica y fonética. Tanto el aspecto mental como el conductual de una cultura pueden enfocarse desde los pun-

tos de vista emir o etic. Las versiones emic y entic de la reali-

dad con frecuencia difieren notablemente, aunque hay un cierto grado de correspondencia entre ellas.

Además de los aspectos emic, etic, mental y conductual,

todas las culturas participan de un mismo patrón universal. El patrón universal empleado en este libro consiste en tres componentes: infraestructura, estructura y superestructura. Éstos, a su vez, consisten, respectivamente, en los modos de

producción y reproducción; economía doméstica o política;

y los aspectos creativo, expresivo, estético e intelectual de la vida humana. La definición de estas categorías es esencial para la organización de la investigación. Los antropólogos siguen distintas estrategias de investiga- ción. La estrategia de investigación seguida en este libro su- braya la importancia causal de la infraestructura y se conoce como materialismo cultural.

  1. GENES, EVOLUCiÓN Y CULTURA (^35)
  2. Genes, evolución y cultura

En estecapitulosediscutela relación entreel proceso evolutivo

biológico y el desarrollo de un «despegue» cultural, exclusivo de

los seres humanos. Se muestraque la culturaestá codificada en

el cerebro y no en los genes. las unidadesde la herencia biológi-

ca. Se examinan las teorías de los creacionistas cientificos y se

refutansusataques contra el evolucionismo en biología yen an-

tropologta.

La capacidad humana para la cultura es un resultado de los procesos evolutivos biológicos, de los cuales el de mayor im-

portancia es el conocido como selección natural. Ésta tiene lu-

gar como consecuencia de la capacidad reproductora de la vida, potencialmente infinita, y la naturaleza real y finita del espacio y la energía de los que depende. La selección natural

actúa sobre las unidades básicas de la herencia, los genes, loca-

lizados en las células reproductoras de todos los organismos. Actúa aumentando o disminuyendo la frecuencia de las va-

riantes genéticas, cuya fuente principal son las mutaciones

-verrores» que ocurren durante el proceso de replicación de

los propios genes-o Algunas variantes genéticas mejoran la eficacia biológica de los individuos que las poseen; otras, por

el contrario, la disminuyen. AqUÍ, eficaciabiológica(fitness)

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no significa más que el número de descendientes en los que aparece una variante genética determinada en g~ne~acio~es sucesivas. Los genes que conducen a una eficacia biológica más alta se dice que son «seleccionados»; mientras que los ge- nes que conducen a una eficacia biológica más baja se dice que son «contraseleccionados». La eficacia biológica está asociada a muchas clases diferen- tes de factores. Puede estar relacionada con la capacidad de un organismo para resistir las enfermedades. conquistar o de:en- der espacios con más seguridad u obtener energía en cantida- des mayores o más seguras. También puede estar relacionada con una mayor eficiencia y seguridad en algún aspecto del propio proceso de reproducción. Mediante el éxito reproductor diferencial, la selección natu-

ral puede alterar drásticamente la frecuencia de los genotipos

(es decir, de los tipos de genes) en unas pocas decenas de gene- raciones. Un ejemplo del poder de la selección natural para elevar la frecuencia de un gen raro es la aparición de cepas de bacterias resistentes a la penicilina. Los genes que confieren esta resistencia se encuentran presentes en las poblaciones normales de bacterias, pero sólo en un pequeño porcentaje de individuos. Sin embargo, como consecuencia del éxito repro- ductor diferencial de estos individuos la cepa de bacterias re- sistentes se convierte pronto en el genotipo más común.

Selección natural frente a lucha por la supervivencia

Durante el siglo XIX, los darwinistas sociales consideraron la «lucha por la supervivencia» de Malthus como la causa princi- pal tanto de la evolución biológica como cultural (véase Apén- dice, p. 545). Así, la selección natural se describió incorrecta- mente como la lucha directa entre individuos por recursos escasos y compañeros sexuales, e incluso como la de?redación

y destrucción de unos organismos po: otros de la misma ~spe

cíe. Aunque la muerte y la competencia dentro de la propIa es- pecie influyen a veces en la evolución biológica, los factores

(^38) ANTROPOJüGfACULTU{AL 2. GENES, EVOLUCIÓN Y CULTURA (^39)

sobre la línea de costa no sería capaz de aprovechar las opor- tunidades que presenta seguir a los barcos de pesca hasta el mar. ~ esperar a que los dueños de McDonald's tiren st:ls pata- tas fntas en el embarcadero. ' La capacidad para aprender ha sido seleccionada en mu-

chas especies animales superiores precisamente porque el

aprendizaje es un método más flexible y rápido de obtener un éxito reproductor que la evolución genética. El aprendizaje

permite a una población adaptarse ti obtener ventaja de las

nuevas oportunidades en una única generación, sin tener que

esperar la aparición y desarrollo de mutaciones genéticas.

Cultura no humana

La selección de una mayor capacidad de aprendizaje constitu- ye el paso hacia el surgimiento de la cultura como una fuente importante de repertorios de conductas aprendidas (es decir, pautas rutinarias de conducta que pueden activarse en el mo- mento apropiado). Esta capacidad tiene una base neurológica;

depende de la evolución de cerebros más grandes y más com-

plejos y de especies más «inteligentes». Muchas especies no humanas son lo bastante inteligentes para poseer tradiciones rudimentarias. Las aves canoras, por ejemplo, tienen cantos tradicionales que varían de una pobla- ción a otra dentro de una misma especie; muchos animales si- guen rutas hacia determinadas charcas o pastos durante gene- raciones; otros emigran a lugares de nidificación tradicionales. El ejemplo más elaborado de cultura no humana se ha en- contrado, sin que constituya una sorpresa, entre los parientes ~á~ próximos de nuestra especie, los monos y los grandes SllTIlOS.

Los primatólogos del Instituto de Investigación de Primates de la Universidad de Kioto han encontrado una amplia varie- dad de tradiciones entre las hordas de monos locales. Los ma- chos de ciertas manadas, por ejemplo, se turnan para cuidar de los pequeños mientras sus madres se alimentan. Esto es ca-

racterístico sólo de las manadas de Takasaki-yama y Takahas- hi. También se han observado otras diferencias culturales. Cuando los monos de Takasaki-yama comen los frutos del

muku, arrojan el duro hueso interior o lo tragan y lo excretan

en las heces. Pero los monos de Arishi-yama rompen el hueso con sus dientes y comen la pulpa interior. Algunas manadas comen mariscos; otras no. También se han observado diferen- cias culturales respecto a las distancias características que los monos mantienen entre sí durante la alimentación y respecto al orden de machos, hembras y crías en formación de marcha cuando atraviesan el bosque. Los científicos del Instituto de Investigación de Primates han podido observar el proceso real mediante el que se difun- den innovaciones de conducta de individuo a individuo y cómo llegan a formar parte de la cultura de la manada inde- pendientemente de la transmisión genética. Para atraer a los monos a la costa y observarlos más fácilmente se dispusieron algunas batatas en la playa. Un día, una hembra joven empezó a lavar la arena de las batatas sumergiéndolas en un pequeño arroyo que corría a través de la playa. Esta conducta de lavado se extendió a todo el grupo y sustituyó gradualmente a la cos- tumbre de frotar primero. Nueve años más tarde, del 80 al por ciento de los animales lavaban sus batatas, unos en el arro- yo, otros en el mar. Cuando se esparció trigo sobre la playa, los monos de Koshima pasaban al principio mucho tiempo sepa- rando los granos de la arena. Sin embargo, bien pronto, la mis- ma hembra joven inventó un proceso para separar la arena del trigo, y esta conducta fue adquirida por los demás. El proceso consistía en sumergir el trigo en el agua: el trigo flota y la arena se va al fondo (Itani, 1961; Itani y Nishimura, 1973; Miyadi, 1967).

Culturas rudimentarias entre los grandes simios

Durante un periodo de muchos años, [ane van Lawick-Goo- dall y sus colaboradores han estudiado la conducta de una

(^40) ANTROPOLOGfA CULTURAL 2. GENES, EVOLUCION y CULTURA (^41)

ú,nica población de chimpancés en libertad en el Parque Na- cional del Gombe, en Tanzania. Uno de sus descubrimientos

más notables es que los chimpancés «pescan» hormigas y ter-

mitas. «Termitear» implica primero romper una ramita o un trozo de enredadera, quitar las hojas y ramas laterales y luego localizar un termitero apropiado. El termitero es duro como el cemento e impenetrable excepto por ciertas entradas de gale- rías someramente ocultas. El chimpancé levanta la fina cu- bierta que tapa el orificio de la galería e introduce la ramita,

cuyo extremo muerden las termitas del interior. luego la saca y

lame las termitas que cuelgan de ella. Especialmente impresio- nante es el hecho de que los chimpancés preparan primero la ramita y luego la llevan en sus bocas de un nido a otro mien- tras buscan la entrada de una galería apropiada (Van Lawick- Goodall, ] 968). «Hormiguean> es una interesante variante. Los chimpancés del Gombe «pescan» una especie de hormigas cazadoras nómadas y agresivas que pueden infligir una mor- dedura dolorosa. Al encontrar el nido subterráneo temporal de estas hormigas los chimpancés fabrican un utensilio con

una ramita verde que introducen en el nido; en ese momen-

~o, cientos de feroces hormigas trepan por ella para repeler al invasor:

Elchimpancé observa cómo suben y cuando las hormigas casi han alcanzado su mano, retira la ramita rápidamente. En una fracción de segundo desl~za rápidamente la otra mano por toda ella... aga- rrando-lashormigas en masa entre el pulgar y el índice. Luegose las echa a la boca que espera abierta y las mastica con furia (McGrew: 1977:278). '

Los chimpancés también fabrican «esponjas» para absorber el agua de los huecos de los árboles. Deshojan una ramita, ponen las hojas en su boca, las mastican brevemente, ponen la masa de hojas en el agua, dejan que se empapen, las vuelven a poner en su boca y chupan el agua. Emplean una esponja similar para secar su piel, limpiarla de sustancias pegajosas y limpiar las nalgas de los bebés chimpancés.

Los chimpancés del Gombe también emplean palos como palancas y útiles de excavación para despegar nidos de hormi- gas arbóreas y ensanchar la entrada de colmenas subterráneas. Por otra parte, otros observadores han visto a los chimpan- cés en sus hábitats nativos golpear frutos de piel dura, semillas y nueces con palos o piedras. Un chimpancé en la selva del Bu- dango, Uganda, utilizaba una hoja sobre una ramita como es- pantamoscas (Sugiyama, 1969). Los chimpancés parecen ir más lejos que otros primates en la utilización de armas y proyectiles. Arrojan piedras, excre- mentos y palos con considerable precisión. Bajo condiciones semicontroladas se ha observado que esgrimen grandes palos con propósitos mortales. Un investigador (Kort1ant, 1967) construyó un leopardo relleno cuya cabeza y cola podían mo- verse mecánicamente. Colocó al leopardo en la zona habitada por los chimpancés y cuando éstos lo vieron hizo moverse las piezas del leopardo. Los chimpancés atacaron al leopardo con grandes palos, lo desgarraron y arrastraron los restos hacia los matorrales. No parece que haya genes específicos responsables de la pesca de termitas, de hormigas y de las otras conductas indi- cadas más arriba en los chimpancés. En realidad, para que tenga lugar dicha conducta, deben encontrarse presentes en los chimpancés jóvenes capacidades genéticamente determi- nadas para el aprendizaje, la manipulación de objetos y la ali- mentación omnívora. Pero estas capacidades y predisposi- ciones biológicas generales no pueden explicar la pesca de termitas y hormigas. Supuestos sólo grupos de chimpancés jó- venes, varitas y nidos de termitas, es poco probable que se dé tal pesca. El ingrediente que falta sería la información acerca de la pesca de termitas y hormigas almacenada en los cerebros de los chimpancés adultos. Entre los chimpancés del Gombe, los jóvenes no comienzan a pescar termitas hasta que tienen de 18 a 22 meses de edad. Al

principio su conducta es desmañada e ineficaz, y no adquieren

la suficiente habilidad hasta los 3 años aproximadamente. Van

Lawick-Goodall fue testigo muchas veces de pequeños que