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Un análisis exhaustivo de la violencia de género en colombia, explorando el marco legal, los avances en los acuerdos de paz y los desafíos persistentes. Se examinan leyes clave como la ley 1257 de 2008 y la ley 1719 de 2014, destacando su impacto en la protección de las mujeres y la lucha contra la discriminación. Se analiza la transversalización del enfoque de género en los acuerdos de paz con las farc-ep, reconociendo su importancia para la transformación social. El documento también aborda los obstáculos que persisten en la atención en salud, el acceso a la justicia y la eliminación de mitos sobre la violencia de género.
Tipo: Guías, Proyectos, Investigaciones
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Durante la última década, se han alcanzado gran- des avances en torno al establecimiento de un marco normativo que propenda por la protección, atención y acceso a la justicia de mujeres y niñas ante diferentes tipos de violencia.
A nivel internacional, la resolución 1325 sobre las mujeres, la paz y la seguridad fue emitida en el año 2000 por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas como un marco regulatorio internacional que integra la perspectiva de género en las misio- nes y operaciones internacionales. Esa resolución se basó en otros instrumentos internacionales fun- damentados en el derecho internacional en mate- ria de derechos humanos y sus principios de no dis- criminación e igualdad de género. La importancia de esa resolución radica en que abordó el impacto particular de los conflictos armados en las mujeres y las niñas, y reconoce su protagonismo y contri- bución a la paz y la seguridad. La resolución abarca temas clave relativos a la participación, protección e integración de una perspectiva de género en to- das las misiones y operaciones internacionales de paz y seguridad.
En Colombia, se han establecido leyes como la Ley 1257 de 2008 “por la cual se busca crear acciones para la sensibilización, prevención y sanción de formas de violencia y discriminación contra las mujeres”. Adicionalmente, se han realizado modi- ficaciones al sistema penal con diferentes leyes ta- les como la Ley 1639 de 2013, adoptada para la pro- tección integral de víctimas de crímenes con ácido y agentes químicos y la creación del feminicidio como tipo penal autónomo mediante la Ley 1761 de 2015. De igual forma, se formuló por parte de la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer la Política pública nacional de equidad de género para las mujeres y el Plan integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencias.
En relación con los derechos de las personas LGBTI también se han dado avances por la vía jurispru- dencial a través de la cual la Corte Constitucional ha reconocido derechos patrimoniales, sanciona- do casos de discriminación en diferentes ámbitos como el familiar, educativo, laboral, incluyendo el análisis de valoraciones discriminatorias como la concepción de la homosexualidad como una fal- ta contra el honor militar. Igualmente, a través de la Ley 1482 del 2011, se crean tipos penales con el objetivo de sancionar los actos de discriminación en razón a categorías que incluyen la identidad de género o la orientación sexual. Recientemente se adoptó el Decreto 762 del 2018 que establece la po- lítica pública para la garantía del ejercicio efectivo de los derechos de las personas LGBTI.
Sin embargo, a pesar de las anteriores iniciativas, la Violencia Basada en Género, en adelante VBG, conti- núa siendo una de las principales problemáticas que afectan a niñas, mujeres y personas LGBTI en el país. Estos fenómenos se ven exacerbados en situaciones de conflicto armado e incluso en periodos de post- conflicto, y encuentran mayor dificultad de atención en el ámbito rural. En el contexto actual colombia- no, y en el marco del Modelo de Construcción de Paz de la Policía Nacional, se hace necesario realizar ac- ciones focalizadas que permitan avanzar en la apro- piación del enfoque de género en el Servicio de Po- licía y prevenir la exacerbación de violencias en los escenarios donde el conflicto armado ha tenido un mayor impacto. Según información de la Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL-DIJIN, entre septiembre de 2016 y junio de 2017, en los municipios que en su momento tuvieron Zonas Veredales Transi- torias de Normalización (ZVTN) y Puntos Transitorios de Normalización (PTN), se presentaron 992 casos de violencia intrafamiliar y 333 casos de delitos sexuales. Es por esto que la Policía Nacional elaboró un Modelo de Construcción de Paz como apuesta
movilizados. A esto se suma la persistencia, espe- cialmente en el ámbito rural, de desinformación y miedo que impiden a las víctimas de VBG denunciar ante las autoridades tales hechos. En ese contexto, la violencia contra las mujeres y personas LGBTI se recrudece y profundiza.
Aunque la Policía Nacional es la institución que por mandato constitucional tiene la responsabilidad de la primera atención a las víctimas de VBG, sus capacidades hasta el momento han sido limitadas por la ausencia de recursos logísticos (instalacio- nes, vehículos, equipos informáticos) que permi- tan garantizar a las víctimas, el acceso a los servi- cios de atención especializada de manera digna y prioritaria; la reducida formación de sus funciona- rios y funcionarias para la adecuada implementa- ción de las rutas de atención que den respuesta a las particularidades en el ámbito rural; la limitada presencia institucional en muchas áreas afectadas por el conflicto armado; y, en algunos casos, la no priorización en la atención de los delitos de VBG en relación con otros delitos.
En la mayoría de los casos, la activación de los pro- cedimientos de atención a las víctimas por parte de la Policía Nacional inicia en el momento en el que las víctimas denuncian, es decir, cuando los hechos ya han ocurrido, lo que limita sus posibilidades de actuación. En consecuencia, la capacidad de la Institución para prevenir este fenómeno se vuelve muy reducida, y en particular en el ámbito rural. En algunas oportunidades se conocen situaciones de violencia sicológica o económica a las que no se les da la debida importancia y que las autoridades no identifican como alertas tempranas de una futura violencia física o de un feminicidio. Este es uno de los principales retos que la Policía Nacional, a tra- vés de EMA, se propone superar en beneficio de las mujeres, niñas y personas LGBTI del país.
EMA, el símbolo de una Policía
Nacional comprometida
EMA es el acrónimo de “Equipos Móviles de Atención”. Sin embargo, su significado no se limita solamente a ello. Sus iniciales también se refieren a valores centrales en el enfoque de género: la “E”, equidad y empoderamiento; la “M”, mujeres y masculinidades; y la “A”, acceso y atención.
Los colores escogidos para el logo de EMA también tienen un significado: el púrpura incorporado den- tro de la palabra EMA representa la fluidez y el cam- bio por el que atraviesa de manera constante una sociedad al adoptar nuevas culturas o movimien- tos; es también un símbolo de apoyo a la igualdad de derechos a nivel social y laboral, por la equidad de género. El naranja es un color que genera opti- mismo, utilizado por quienes tienen la habilidad de escuchar, comprender, confiar y aceptar a las demás personas tal y como son, sin revictimizar.
La cinta que se encuentra entre las letras significa el compromiso de articulación con la ciudadanía y las instituciones para el abordaje de la violencia ba- sada en género. La punta del lazo con la dirección hacia arriba y debajo del escudo de la Policía, signi- fica un proceso de mejoramiento continuo. EMA en el mismo nivel del escudo de la Policía, demuestra un deseo de generar confianza a partir de establecer relaciones horizontales con la comunidad.
Las líneas operativas de EMA y sus acciones:
Busca mejorar las competencias del personal policial para la atención de VBG. Esto se lleva a cabo con la implementación de programas de capacitación continua, materializada en ciclos de formación agrupados en 4 diferentes módulos (cada módulo tiene 2 ciclos: uno de fundamenta- ción teórica y otro de acompañamiento práctico). El primero, sobre enfoque de género; el segundo, sobre VBG; el tercero, sobre servicio de policía, interinstitucionalidad y construcción de redes frente a la VBG; y el cuarto, sobre formación de formadores y formadoras, en el que se capaci- tará a personal policial con el fin de convertir a este grupo en multiplicador de los conocimien- tos adquiridos y generar una capacidad institu- cional que pueda ser replicada en otras instan- cias y territorios. Los procesos formativos han tenido en cuenta las particularidades territoria- les de los municipios seleccionados y cuentan con el acompañamiento in situ de personal ca- lificado en la materia, permitiendo un abordaje enmarcado en la atención territorial desde el contexto rural y en el marco de la protección y garantía de derechos.
Tiene como objetivo fortalecer las acciones lo- cales de articulación. Mejorar la coordinación con otras instituciones del Estado presentes en el territorio y afianzar las redes con sociedad ci- vil que tengan como fin la prevención y atención de la VBG. Todo ello con el objetivo de mejorar la atención y prevención y generar confianza entre las instituciones y la comunidad para ge- nerar empoderamiento comunitario frente a la reducción de los factores de riesgo y el fortale- cimiento de un modelo de atención en lo rural, teniendo en cuenta las necesidades y capacida- des diferenciales de cada territorio.
Disminuir los índices de VBG así como contribuir a la eliminación de los estereotipos basados en género. Por medio del desarrollo de campañas, actividades con la comunidad, difusión y sensi- bilización del enfoque, se espera incrementar la confianza en la policía como actor relevante en materia de prevención, ampliar el conocimien- to de la comunidad sobre los diferentes tipos de VBG y las rutas de atención.
Aumento del acceso a la atención policial por par- te de las víctimas de la VBG. Esto se realiza para garantizar condiciones adecuadas y seguras para la atención a las víctimas (instalaciones, medios de transporte, equipos de tecnología y comunicacio- nes) y fortalecer la confianza de las comunidades en la Policía Nacional y las instituciones con las que se articula en la prevención y la atención.
Estas estrategias se orientan a fortalecer las ac- ciones actuales del Servicio de Policía frente a la prevención y atención de la VBG, así como el Mo- delo de Atención Integral de la Familia Policial al interior de la Policía, con el objetivo de construir un modelo de atención diferencial desde lo rural, con base en los aprendizajes provenientes de la imple- mentación de este Proyecto.
A continuación, se presenta el desarrollo de la lí- nea operativa relacionada con la apropiación del enfoque de género. Una de las acciones centrales
de esta línea es el proceso formativo. Ese proceso se orienta al mejoramiento de las competencias de la Policía en los municipios seleccionados.
Módulos en enfoque de género: un proceso formativo transformador en la Policía Nacional
Para lograr un mayor nivel de institucionalización del proceso formativo dentro de la Policía Nacional, los siguientes cuatro módulos fueron diseñados y presentados a la Escuela de Posgrados de Policía “Miguel Antonio Lleras Pizarro”-ESPOL, y a la Dirección Nacional de Escuelas de la Policía Nacional-DINAE, y sus objetivos específicos se explican a continuación:
nes se conviertan en formadores al interior de la Policía Nacional.
Se espera que a través de la reflexión se logre la transformación de prácticas y comportamientos relacionados con la atención, prevención de la VBG y apropiación del enfoque de género. Con tal fin, todos los contenidos teóricos contarán con herramientas prácticas aplicables en la cotidiani- dad de las Estaciones de Policía y las UBICAR a tra- vés del acompañamiento y asistencia técnica del Equipo de Facilitación.
Las sesiones del módulo se organizarán por medio de diálogos entre quien facilita en cada territorio y las personas participantes, que permitan el recono- cimiento de los significados dominantes del contex- to de cada municipio y que influyen en la prestación del servicio; luego se dará paso a una negociación cultural contextualizada que permita la transfor- mación no sólo de esos significados dominantes, sino de imaginarios en torno a relaciones y roles de género para, finalmente, posibilitar la apertura al cambio social y a la transformación institucional. Se combinarán elementos tipo cátedra, como lectura de material de apoyo, revisión y análisis de estadís- ticas, análisis de casos, lectura de prensa, análisis de piezas culturales, entre otros, con ejercicios lúdicos y de sensibilización. Esto facilitará la incorporación de los aprendizajes en una memoria de largo plazo que permita la incorporación de los enfoques pro- puestos. Se espera que, como producto del proce- so de capacitación, sea posible diseñar y ejecutar acciones colectivas que contribuyan a los objetivos de la estrategia EMA, así como a la construcción de confianza entre los diferentes actores de la socie- dad. La confianza es una condición necesaria para la construcción de paz y debe ser generada a través de todos los medios posibles. En este caso, la capacita- ción del personal de Policía no solo está orientada a aumentar sus capacidades institucionales sino a que el servicio público sea un mecanismo que per- mita reducir la falta de confianza y legitimidad pro- ducidas por décadas de conflicto y violencia.
Los siguientes lineamientos metodológicos tienen el objetivo de apoyar el proceso de formación y sensibilización que realizará el Equipo de Facilita- ción, a través de la presentación de un marco teó- rico, conceptual y metodológico desde el enfoque de género:
Desde una perspectiva socio histórica la pedagogía social recibe influencia del desarrollo tanto de las Ciencias Sociales como de las humanidades. Ca- ride (2004) y Gómez (2005) coinciden en afirmar que la pedagogía social es un campo de saber con un objeto de estudio propio, que brinda respues- tas educativas a problemáticas sociales concretas. Una constante desde su surgimiento, es su capaci- dad de responder a las exigencias éticas, morales, económicas, culturales y políticas de las socieda- des modernas. La pedagogía-educación social “se constituye en un conjunto de prácticas diversas que atienden a la producción de efectos de inclu- sión cultural, social y económica, al dotar a los su- jetos de los recursos pertinentes para afrontar los desafíos del momento histórico” (Núñez. 1999).
Los axiomas más importantes de la pedagogía so- cial podrían sintetizarse así: es relativa a una prác- tica social y contextualizada, pues se trata de una práctica social mediante la que se satisfacen nece- sidades concernientes al desarrollo de las personas y las sociedades con dos propósitos diferentes: el de “socializar e integrar a cada sujeto en las cir- cunstancias vitales que definen una determinada sociedad, facilitándole los recursos y competen- cias que favorezcan su desarrollo personal” (Ca- ride. 2005), y el de promover procesos de cambio colectivos que le apuntan al mejoramiento de las condiciones de vida en lo individual y en lo social.
Se materializa a través de prácticas educativas, cuyos contenidos, fines y funciones no pueden ser interpre- tados al margen de la sociedad en que se desarrollan, en tanto preguntas como, qué, para qué y cómo se inscriben en las demandas y necesidades que se ori- ginan a raíz de los problemas que implican la produc- ción y reproducción de nuestras sociedades.
Su medio de circulación y reflexión es la cultura. Para la pedagogía social las condiciones sociales de la cul- tura y las condiciones culturales de la vida social, es decir, la interacción cultura – sociedad, son la base de contextualización que permite hacer interpretacio- nes pertinentes sobre demandas educativas.
Con base en la propuesta realizada por Violeta Núñez en su texto Pedagogía Social. Cartas para
navegar en el nuevo milenio, Angélica Sátiro pro- pone los cinco elementos que configuran un mo- delo educativo en pedagogía social:
dido en el desarrollo del Módulo. Este liderazgo se basa en el manejo conceptual de las temáticas, así como la disposición pedagógica para desarrollar los objetivos propuestos, con un especial énfasis del manejo del tiempo.
Cada módulo tiene una duración total de 90 horas, distribuidas entre dos componentes complemen- tarios: la formación en clase y el acompañamiento técnico. Las horas de distribución de ambos compo- nentes variarán dependiendo de cada módulo.
El acompañamiento técnico tiene como objetivo orientar el Servicio de Policía para dar aplicación práctica al enfoque de género y mejorar la respues- ta de la Policía frente a la atención de la Violencia Basada en Género VBG. El mismo se desarrolla du- rante las horas de Servicio de Policía.
Este acompañamiento se desarrolla en dos ámbi- tos del Servicio de Policía:
En cada uno de estos ámbitos se acompañarán técnicamente tanto acciones planeadas como ac- ciones espontáneas. Las acciones planeadas se de- finen en conjunto entre el equipo de facilitación y los diferentes grupos de formación, y se realizan con una guía y acompañamiento que parte de una planeación, acción y reflexión. Las acciones espon- táneas son aquellas que se producen en el servicio de policía de manera no planificada y a las cuales se les hace acompañamiento por parte del equipo de facilitación.
Las acciones pueden ser llevadas a cabo tanto en la Unidad de Policía como fuera de ella en materia de prevención y/o atención con la comunidad.
La evaluación se entiende como un proceso per- manente de constatación del avance de los apren- dizajes. Comprende aspectos como participación, generación de preguntas, asistencia al módulo e incorporación de competencias, verificado a través de diferentes metodologías.
Para obtener la certificación de cada módulo se requiere haber asistido al 80% de la totalidad de las clases y actividades de acompañamiento. En su desarrollo se espera una participación activa que implica realizar intervenciones, preguntas, anota- ciones, sugerencias, entre otras. Según el módulo y las necesidades de cada grupo, el equipo de fa- cilitación podrá realizar evaluaciones, test, peque- ños talleres, entre otros, que constaten la apro- piación conceptual de los temas, una vez exista un acumulado conceptual para ello. Los talleres son ejercicios que permiten establecer relaciones entre conceptos, enfoques, leyes, sistemas, protocolos, entre otros, y el quehacer cotidiano de policías en las Estaciones de Policía, las UBIC y UBICAR.
Qué es la VBG
Es la acción u omisión a partir de las relaciones de poder asimétricas basadas en el género que sobre- valoran lo relacionado con lo masculino y subvalo- ran lo relacionado con lo femenino^1.
Tal y como lo menciona la Corte Constitucional en la Sentencia T-878/14 “ La violencia de género es aquella violencia que hunde sus raíces en las relaciones de género dominantes de una sociedad, como resultado de un noto- rio e histórico desequilibrio de poder. En nuestra sociedad el dominio es masculino por lo que los actos se dirigen en contra de las mujeres o personas con una identidad de gé- nero diversa (lesbianas, gay, bisexuales, transgeneristas e intersexuales) con el fin de perpetuar la subordinación”^2.
La ley 1257 de 2008 en su artículo 2 define la vio- lencia como “ cualquier acción u omisión, que le cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual, psi- cológico, económico o patrimonial por su condición de mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, bien sea que se presente en el ámbito público o en el pri- vado”. Violencia económica es toda acción u omisión orientada al abuso económico, el control abusivo de las finanzas, recompensas o castigos monetarios a las mujeres por razón de su condición social, econó- mica o política.
Es necesario para la comprensión del concepto, (^1) Ministerio de Salud y Protección Social, Ministerio de
Justicia, DANE, Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, INMLCF (2016) Sistema Integrado de Informa- ción sobre Violencias de Género – SIVIGE. Recuperado el 5 de julio de 2019, de: http://www2.unwomen.org/-/media/ field%20office%20colombia/documentos/publicacio- nes/2016/sivige_final_web.pdf?la=es&vs= (^2) Corte Constitucional. Sentencia T-878/
partir de la comprensión del concepto de género, para entender cómo los roles asignados han co- locado en una situación de subordinación a unas personas (mujeres y personas con orientaciones sexuales e identidades de género no heteronorma- tivas) frente a otras, y han legitimado una posición dominante por parte de los hombres heterosexua- les, que promueve por un lado, el poder y control sobre las demás personas, sus cuerpos, sexualidad y proyecto de vida, naturalizando así las distintas formas de violencia y por otro lado, reproduciendo prejuicios y estereotipos que generan y refuerzan la histórica discriminación contra de las mujeres.
Solamente con esta aprehensión de la discusión en relación con el género, se podrá comprender que la violencia de género en contra de las mu- jeres es “aquella violencia que se sostiene y fun- damenta en la desigualdad y subordinación es- tructural de las mujeres respecto de los hombres en una sociedad machista y patriarcal, lo que se traduce en una variedad de actos que generan su- frimiento a las mujeres 3.
Continuum de violencias
El continuum es una noción que sustenta el carác- ter estructural de la violencia contra las mujeres. Este concepto refiere a la manera sistemática en que ocurren los distintos actos de violencia come- tidos en contra de las mujeres.
Ninguno de estos actos es aislado o inconexo, cada (^3) Lineamiento para la atención y acompañamiento integral e integrado en salud en salud mental a mujeres víctimas de violencia de género en el distrito. Bogotá 2015. Página 11.
uno da cuenta de la posición de las mujeres dentro de una sociedad patriarcal y los distintos mecanis- mos que sirven para reproducir las formas de opre- sión en razón de una diferencia sexual.
El continuum de violencias da cuenta de una am- plia gama de situaciones que a través de la violen- cia, la exclusión y la marginación son utilizadas por la estructura patriarcal con el fin de someter y vic- timizar a las mujeres y personas LGBTI, quitarles poder de agencia y autonomía y limitarles su re- presentación en la esfera de “lo público”. Este aná- lisis permite además, hacer visible la “persistencia de las violencias contra las mujeres en la historia de la humanidad, de la ocurrencia y recurrencia de este fenómeno que traspasa fronteras geográficas, de los argumentos legitimadores de la subordina- ción de las mujeres por parte de las instituciones sociales básicas como la familia, la iglesia, el Esta- do, el ejército, la escuela, el vecindario y las entida- des de salud, entre otras, las cuales a través de los procesos socializadores convirtieron en naturales prácticas culturales caracterizadas por el silencia- miento de las voces de las mujeres”^4.
(^4) Sistema Orgánico Funcional Integral y Articulador para la protección a mujeres víctimas de violencias SOFIA, pág.
Clasificación de las violencias
La VBG puede adoptar diversas formas, de allí que se hable de violencias basadas en género, en plural y de formas de clasificarlas. Dada su complejidad y afectación en la vida de las mujeres y niñas, se crea el Sistema Integrado de Información sobre Violen- cias de Género – SIVIGE. Este sistema surge por la necesidad de contar con información confiable de investigación, monitoreo y seguimiento a la VBG, y en cumplimiento a lo establecido en la Ley 1257 de 2008, que recomienda adoptar una herramienta para tal fin.
El SIVIGE, cuenta con información estadística so- bre la VBG, que contribuye a apoyar el diseño, la implementación y la evaluación de las políticas públicas, así como el direccionamiento de las ac- ciones de los diferentes sectores.
Gráfica 1. Clasificación general de las VBG^5
(^5) Plan de Prevención y Protección a Lideresas y Defensoras de Derechos Humanos, PPPAMLIV. Bogotá, Colombia. Pág. 20. Recuperado el 5 de julio de 2019, de: http://www.sdmujer. gov.co/images/noticias/cartilla_prevencion_y_proteccion. pdf Ministerio de Salud y Protección Social, Ministerio de Justicia, DANE, Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, INMLCF (2016) Sistema Integrado de Informa- ción sobre Violencias de Género – SIVIGE. Pág. 63. Recu- perado el 8 de julio de 2019, de: http://www2.unwomen. org/-/media/field%20office%20colombia/documentos/ publicaciones/2016/sivige_final_web.pdf?la=es&vs=
Según características de la violencia
Psicológica, sexual, física, económica y patrimonial
Según características de la víctima
Sexo, orientación sexual, identidad de género, edad, pertenencia étnica, condiciones de vulnerabilidad, generales y por ocupación
Según el ámbito de la violencia
Familiar, amistad, escolar, institucional, reclusión intramural, protección, entre otras
Según características de la persona agresora
Sexo, orientación sexual, identidad de género, edad, ocupación
Según la zona geográfica de ocurrencia
Clase geográfica, división político-administrativa, escenario de la violencia