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Analisis crítico sobre el uso de las pantallas digitales en la vida familiar actual 2019
Tipo: Monografías, Ensayos
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Si por algo se caracteriza el comienzo del segundo milenio es por la conquista que han hecho las pantallas de nuestro mundo. Las nuevas tecnologías y la gran variedad de dispositivos que existen en la actualidad se han adentrado de forma paulatina en nuestros hogares y han cambiado nuestro modo de vida y los hábitos de información, comunicación y entretenimiento que teníamos. Cada vez se dedica más tiempo al uso y consumo de las pantallas, ya sea televisión, Internet, videojuegos, redes sociales, aplicaciones del móvil, etc. De hecho, nuestros comportamientos sociales y familiares son distintos debido al uso de estos avances tecnológicos. Cada vez más personas, sobre todo de las nuevas generaciones, quedan virtualmente para chatear, en vez de verse para hablar. En muchas ocasiones, hay más comunicación a través de estos aparatos que en persona. Las estadísticas no hacen más que confirmarlo; están más enfocadas al consumo televisivo – es difícil medir un espacio tan poroso como el audiovisual- y difieren según el organismo que las mida y según los criterios que utilice –ahora también se ve televisión a la carta, por internet, en el móvil, etc.-, pero la tendencia es prácticamente la misma en los países desarrollados. Pantallas encendidas Dedicamos de media 3 horas diarias a ver la televisión –habría que valorar si la vemos realmente durante ese tiempo o simplemente está conectada–; y más de 5 horas a otro tipo de pantallas como los móviles, tabletas, videojuegos, internet –que se utilizan incluso al mismo tiempo que tenemos la televisión encendida. De hecho, podemos estar viendo un programa y a la vez estar twitteándolo, o navegando por una aplicación que nos proponen desde ese espacio televisivo; o estar cocinando la cena y a la vez publicar en facebook un selfie con nuestro menú. El informe que realiza en España cada año y cada mes la consultora audiovisual Barlovento Comunicación invita a la reflexión. El pasado mes de marzo según esta consultora cada persona vio una media de 132 horas de televisión. El consumo por persona y día fue de 255 minutos. Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística refleja datos más conservadores, y limita el consumo televisivo a un máximo de 187 minutos diarios en días festivos o fines de semana. Esta exposición de niños y adultos, en ocasiones desmesurada y sin directrices familiares que la acoten, ha provocado que distintos organismos e instituciones se hayan dedicado a estudiar y analizar los efectos que pueden provocar una sobreexposición y un uso inadecuado de los medios audiovisuales. Hemos de poner en cuestión todo aquello que ahogue este asombro, este empuje que nace desde dentro del niño Es el caso de un estudio de la Academia Americana de Pediatría (cfr. Aceprensa 30-10-20132), que propone poner a dieta a los niños y desaconseja absolutamente las pantallas a menores de dos años, por sus efectos negativos en su desarrollo, ya que a su juicio le dificulta entre otras cosas pensar e imaginar por sí mismos. La Asociación Japonesa de Pediatría también se ha sumado a este tipo de recomendaciones y aconseja restringir el uso de pantallas a modo de juguetes para bebés. Entre los demás riesgos que entraña un consumo abusivo, los expertos citan la falta de comunicación, el sedentarismo, la obesidad o incluso los trastornos de conducta y atención en el entorno social.
Pedagogía 6 sabatino