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El Lenguaje en la Enseñanza: Un Análisis de la Interacción en el Aula, Resúmenes de Lenguaje Audiovisual

un resumen de alto prestigio para vos, espero que lo disfrutes

Tipo: Resúmenes

2023/2024

Subido el 26/10/2023

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mateo-ibarra-6 🇦🇷

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Al tener en cuenta otros aspectos importantes que tornan de las practicas de la escuela y de
los procesos de enseñanza aprendizaje, se deja de lado un factor clave, el cual se trata del
lenguaje utilizado por parte de los profesores en las instrucciones educativas, algo que hasta el
año 80, no fue de máxima consideración en los apartados escolares. La investigación de la
enseñanza se apoya en constructos teóricos que tienen su origen en la sociolingüística,
psicolingüística, sociología, etc. El estudio de este campo se basa en la investigación de como
el lenguaje, funciona en las aulas, patios, hogar, entre iguales o niños y adultos apoyando la
adquisición de diversos tipos de conocimientos. (Green, 1983, p: 168)
Green supone una serie de conceptos, ideas claves y principios, agrupados en seis categorías
generales, que constituyen el armazón teórico, de esta disciplina emergente, los cuales son los
siguientes:
. La interacción cara a cara que tiene lugar en el aula es un proceso
gobernado por reglas: Los intercambios comunicativos y las conversaciones entre profesores y
alumnos siguen unos patrones determinados, unas pautas recurrentes (por ejemplo, en el
establecimiento de turnos de palabra), cuya identificación y análisis es fundamental para
comprender cómo unos y otros utilizan el lenguaje con el fin de enseñar y aprender.
Aunque algunas de estas reglas tienen un cierto nivel de generalidad, también presentan
variaciones importantes no debe interpretarse, sin embargo, como un guion preestablecido
que profesores y alumnos se limitan a seguir de forma mecánica.
. Las actividades que despliegan profesores y alumnos en el aula, así
como las interacciones que establecen en el transcurso de las mismas,
son en buena medida el resultado de un proceso de construcción
o co-construcción entre los participantes. Las actividades e interacciones que tienen lugar en el
aula dejan mayor margen de libertad a los participantes, derivan también hacia
comportamientos altamente ritualizados—. Profesores y alumnos utilizan la potencialidad
semiótica del lenguaje y de otros sistemas simbólicos y paralingüísticos para ponerse de
acuerdo sobre las exigencias y obligaciones de cada cual en el desarrollo de las actividades y
tareas concretas que despliegan en el aula, estableciendo así una estructura de participación
que regula sus actuaciones, tanto desde el punto de vista de la organización social de las
actividades la estructura de participación social—, como de la naturaleza del trabajo
académico —la estructura académica de la tarea.
. El significado depende del contexto especifico en el que se manifiesta.
Varias muestras idénticas desde un punto de vista lingüístico pueden tener significados
completamente distintos para los participantes según se acompañen de una u otra entonación,
de uno u otro gesto o de una u otra actividad, de manera que una misma pregunta, por
ejemplo,
puede dar lugar a interpretaciones tan dispares entre sí como una manifestación de ayuda, de
petición de información, de enfado, de invitación a la participación, de reconvención, de
rechazo, etc.
La comprensión y construcción de significados sobre los contenidos escolares comporta la
puesta en marcha de procesos cognitivos de naturaleza inferencial.
los alumnos y profesores, se ven obligados a realizar continuas inferencias para dar sentido al
conjunto de informaciones fragmentarias, de las que disponen. Esta labor de interpretación se
ve favorecida por el hecho de que los alumnos adquieren muy pronto, a través de su
participación en las actividades escolares, una serie de expectativas, unos marcos de
referencia sobre los diferentes tipos de situaciones y actividades en los que se ven implicados.
La posibilidad de construir unos marcos de referencia compartidos con el profesor y los
compañeros que permitan interpretar la multiplicidad y diversidad de informaciones
generadas en el aula depende de muchos factores, por ejemplo, de la cercanía o lejanía de los
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Al tener en cuenta otros aspectos importantes que tornan de las practicas de la escuela y de los procesos de enseñanza aprendizaje, se deja de lado un factor clave, el cual se trata del lenguaje utilizado por parte de los profesores en las instrucciones educativas, algo que hasta el año 80, no fue de máxima consideración en los apartados escolares. La investigación de la enseñanza se apoya en constructos teóricos que tienen su origen en la sociolingüística, psicolingüística, sociología, etc. El estudio de este campo se basa en la investigación de como el lenguaje, funciona en las aulas, patios, hogar, entre iguales o niños y adultos apoyando la adquisición de diversos tipos de conocimientos. (Green, 1983, p: 168) Green supone una serie de conceptos, ideas claves y principios, agrupados en seis categorías generales, que constituyen el armazón teórico, de esta disciplina emergente, los cuales son los siguientes:

. La interacción cara a cara que tiene lugar en el aula es un proceso gobernado por reglas : Los intercambios comunicativos y las conversaciones entre profesores y alumnos siguen unos patrones determinados, unas pautas recurrentes (por ejemplo, en el establecimiento de turnos de palabra), cuya identificación y análisis es fundamental para comprender cómo unos y otros utilizan el lenguaje con el fin de enseñar y aprender. Aunque algunas de estas reglas tienen un cierto nivel de generalidad, también presentan variaciones importantes no debe interpretarse, sin embargo, como un guion preestablecido que profesores y alumnos se limitan a seguir de forma mecánica. . Las actividades que despliegan profesores y alumnos en el aula, así como las interacciones que establecen en el transcurso de las mismas, son en buena medida el resultado de un proceso de construcción o co-construcción entre los participantes. Las actividades e interacciones que tienen lugar en el aula dejan mayor margen de libertad a los participantes, derivan también hacia comportamientos altamente ritualizados—. Profesores y alumnos utilizan la potencialidad semiótica del lenguaje y de otros sistemas simbólicos y paralingüísticos para ponerse de acuerdo sobre las exigencias y obligaciones de cada cual en el desarrollo de las actividades y tareas concretas que despliegan en el aula, estableciendo así una estructura de participación que regula sus actuaciones, tanto desde el punto de vista de la organización social de las actividades — la estructura de participación social —, como de la naturaleza del trabajo académico — la estructura académica de la tarea****. . El significado depende del contexto especifico en el que se manifiesta. Varias muestras idénticas desde un punto de vista lingüístico pueden tener significados completamente distintos para los participantes según se acompañen de una u otra entonación, de uno u otro gesto o de una u otra actividad, de manera que una misma pregunta, por ejemplo, puede dar lugar a interpretaciones tan dispares entre sí como una manifestación de ayuda, de petición de información, de enfado, de invitación a la participación, de reconvención, de rechazo, etc. La comprensión y construcción de significados sobre los contenidos escolares comporta la puesta en marcha de procesos cognitivos de naturaleza inferencial. los alumnos y profesores, se ven obligados a realizar continuas inferencias para dar sentido al conjunto de informaciones fragmentarias, de las que disponen. Esta labor de interpretación se ve favorecida por el hecho de que los alumnos adquieren muy pronto, a través de su participación en las actividades escolares, una serie de expectativas, unos marcos de referencia sobre los diferentes tipos de situaciones y actividades en los que se ven implicados. La posibilidad de construir unos marcos de referencia compartidos con el profesor y los compañeros que permitan interpretar la multiplicidad y diversidad de informaciones generadas en el aula depende de muchos factores, por ejemplo, de la cercanía o lejanía de los

marcos de referencia que operan en la familia y en la escuela, o de la mayor o menor rigidez de los marcos de referencia que operan en la escuela. Las aulas son entornos comunicativos con unas características propias. Las reglas que gobiernan la interacción y la comunicación entre profesores y alumnos y entre alumnos, las exigencias y obligaciones que las estructuras de participación imponen a unos y otros, son rasgos que permiten diferenciar las aulas de otros entornos comunicativos. Las características del aula como entorno comunicativo no son estáticas, sino que experimentan una evolución a medida que profesores y alumnos avanzan en la realización de las actividades de enseñanza y aprendizaje, estas características pueden variar, en la medida de los objetivos que se persiguen, la naturaleza de los contenidos que se trabajan o las exigencias de las tareas propuestas. La enseñanza: un proceso comunicativo asimétrico. Los papeles de docente y alumnos son asimétricos ya que el profesor es en último término el responsable de lo que sucede en el aula. El profesor controla en todo momento la secuencia y las características de las actividades. Así, por ejemplo, es él quien tiene la responsabilidad de decidir como van a trabajar los alumnos, ya sea de forma individual, en parejas, o bien pequeños grupos. Esta asimetría se trata efectivamente de una co-construcción, puesto que las aportaciones de unos y otros son fundamentales para establecer el flujo de la actividad conjunta, sus características y su orientación, pero en esta co-construcción profesor y alumnos desempeñan papeles diferentes y, en consecuencia, contribuyen a ella con aportaciones también diferentes. El profesor tiene la responsabilidad de organizar los contenidos, de gestionar la actividad del aula, de valorar los progresos y dificultades de sus alumnos en el transcurso de las actividades, de controlar la disciplina, para poder hacerlo, ha de implicarse necesariamente en un proceso de comunicación con sus alumnos