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Resúmen del capítulo 5 relacionado a los temas citados, sobre el texto de Marx.
Tipo: Resúmenes
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Unidad 5 Marx Trabajo Asalariado y Capital Introducción Según el texto original, el obrero vende al capitalista, a cambio del salario, su trabajo; según el texto actual vende fuerza de trabajo. La economía política clásica plantea que los fabricantes compran y pagan el trabajo de sus obreros. La Economía Política encuentra que los precios de todas las mercancías varían constantemente, muchas veces las circunstancias no guardan relación con la fabricación de la mercancía misma y los precios parecen estar determinados generalmente por el azar. En cuanto la Economía Política se erigió en la ciencia, uno de los problemas que se planteó fue el de investigar la ley que presidía este azar. La Economía Política Clásica encontró que al valor de una mercancía lo determinaba el trabajo necesario para su producción encerrado en ella. Hoy esta explicación es del todo insuficiente. Marx investigó la propiedad que tiene el trabajo de crear valor y descubrió que no todo trabajo aparentemente y aún realmente necesario para la producción de una mercancía añade en todo caso un volúmen de valor equivalente a la cantidad de trabajo consumido. Ricardo: el valor de una mercancía se determina por el trabajo necesario para su producción. La Economía Política Clásica planteó entonces que el valor de una mercancía equivale a su costo de producción. ¿Cuál es el costo de producción del trabajo? Como no pueden investigar el costo de producción propio del trabajo, investigan el costo de producción del obrero La Economía Política Clásica sostiene que les mercancías se venden, unas con otras, por su valor, es decir, por el precio que corresponde a la cantidad de trabajo necesario encerrado en ellas. Lo que los economistas consideraban como costo de producción, no del trabajo, sino del propio obrero viviente. Y lo que este obrero vendía al capitalista no era su trabajo, allí donde comienza el trabajo éste ha dejado de ser suyo y no puede por tanto venderlo. Podrá, a lo sumo, vender su trabajo futuro, es decir, comprometerse a ejecutar un determinado trabajo en un tiempo dado. Con ello no vende el trabajo (pues este todavía está por hacer): alquila o vende su fuerza de trabajo. Esta fuerza de trabajo está unida orgánicamente a su persona y es inseparable de ella. Por eso su costo de producción coincide con el costo de producción de su propia persona. La fuerza de trabajo es, en nuestra sociedad capitalista, una mercancía. Esta mercancía tiene la especial virtud de ser una fuerza creadora de valor, una fuente de valor, y, si se la sabe emplear, de mayor valor que el que en sí misma posee. La clase obrera es la que produce todos los valores, pues el valor no es más que un término para expresar el trabajo, término con el que en nuestra actual sociedad capitalista se designa la cantidad de trabajo solamente necesario en una determinada mercancía. Estos valores producidos por los obreros no les pertenecen. Pertenecen a los propietarios de las materias primas, de las máquinas y herramientas y de los recursos anticipados que permiten a estos propietarios comprar la fuerza de trabajo de la clase obrera. Por tanto, de toda la cantidad de productos creados por la clase obrera, ella sólo recibe una parte, la otra parte la retiene para sí la clase capitalista. Se acrecienta con cada nuevo invento y con cada nuevo descubrimiento, mientras la parte correspondiente a la clase obrera aumenta muy lentamente y en proporciones insignificantes.
Este rendimiento del trabajo humano que va creciendo día tras día crean un conflicto. Por un lado riquezas inmensas y una cantidad de productos que rebasan la capacidad de consumo del comprador. Del otro, la gran masa de la sociedad proletarizada, convertida en obreros asalariados. e incapacitada con ello para adquirir aquella cantidad de productos. La división de la sociedad queda en una reducida clase fabulosamente rica, y una enorme clase de asalariados que no poseen nada. Trabajo asalariado y capital Analiza las relaciones económicas en la existencia de la burguesía y su dominación de clase, y la esclavitud de los obreros. ● La relación entre trabajo asalariado y capital, la esclavitud del obrero y la dominación del capitalista. ● La inevitable ruina de las clases medias burguesas y del llamado estamento campesino. ● El sojuzgamiento y la explotación comercial de las clases burguesas de las distintas naciones europeas por Inglaterra, el déspota del mercado mundial. ¿Qué es el salario? ¿Cómo se determina? El salario es la cantidad de dinero que el capitalista paga por un determinado tiempo de trabajo o por la ejecución de una tarea determinada. El capitalista les compra con dinero el trabajo de los obreros. Estos le venden por dinero su trabajo. Lo que en realidad venden los obreros al capitalista por dinero es su fuerza de trabajo. La fuerza de trabajo es una mercancía. Aquella se mide con el reloj, así como el azúcar, por ejemplo, se mide con la balanza. Los obreros cambian su mercancía, la fuerza de trabajo, por la mercancía del capitalista, por el dinero y este cambio se realiza guardándose determinada proporción: tanto dinero por tantas horas del uso de la fuerza de trabajo. Lo que el obrero recibe como pago de su trabajo, expresa la proporción en que la fuerza de trabajo se cambia por otras mercancías, osea el valor de la fuerza de trabajo. El valor de cambio de una mercancía expresada en dinero, es precisamente su precio. El salario es un nombre especial con que se designa el precio de la fuerza de trabajo, o lo que suele llamarse el precio del trabajo. El tejedor recibe su salario mucho antes de venderse el lienzo. El capitalista no paga este salario con el dinero que ha de obtener del lienzo, sino de un fondo de dinero que tiene en reserva. El capitalista con una parte de la fortuna de que dispone, de su capital, compra la fuerza de trabajo del tejedor, exactamente lo mismo que con otra parte de la fortuna ha comprado la materia prima y el instrumento de trabajo. El salario no es la parte del obrero en la mercancía por él producida. El salario es la parte de la mercancía ya existente, con la que el capitalista compra una determinada cantidad de fuerza de trabajo productiva. La fuerza de trabajo es una mercancía que su propietario, el obrero asalariado, vende al capital para vivir. La fuerza de trabajo en acción, el trabajo mismo, es la propia actividad vital del obrero, y esta actividad vital la vende a otro para asegurarse los medios de vida necesarios. Su actividad vital no es para él más que un medio para subsistir. Trabaja para vivir. El producto de su actividad no es tampoco el fin de esta actividad, lo que el obrero produce para sí mismo es el salario. Para él la vida comienza donde terminan estas actividades, en la mesa de su casa o el banco de la taberna. Las doce horas de trabajo no tienen sentido alguno para él sino como medio para ganar el dinero que le permite sentarse a la mesa. La fuerza de trabajo no ha sido
costo de producción, pues el precio corriente de una mercancía es siempre inferior o superior a su costo de producción. Es cierto que el precio real de una mercancía es siempre superior o inferior al costo de producción, pero el alza y la baja se compensan mutuamente de tal modo que dentro de un determinado período de tiempo puede afirmarse que las mercancías se cambian unas por otras con arreglo a su costo de producción y su precio se determina por aquel. Los economistas dicen que el precio medio de las mercancías equivale al costo de producción, que esto es ley. Consideran como obra del azar el movimiento anárquico en que el alza se nivela con la baja y ésta con el alza. Otros economistas, plantean que estas oscilaciones son ley y la determinación del precio por el costo de producción, fruto del azar. La determinación del precio por el costo de producción equivale a la determinación del precio por el tiempo de trabajo necesario para la producción de una mercancía, pues el costo de producción está formado: ● por las materias primas y el desgaste de los instrumentos; ● por el trabajo directo (cuya medida es el tiempo); Las mismas leyes generales que regulan el precio de las mercancías, regulan también el salario o precio del trabajo. La remuneración del trabajo subirá o bajará según la relación entre demanda y oferta. A las oscilaciones de los precios de las mercancías en general les corresponden las oscilaciones del salario. El precio del trabajo se hallará determinado por el costo de producción, por el tiempo de trabajo necesario para esta mercancía (que es la fuerza de trabajo). ¿Cuál es el costo de producción de la fuerza de trabajo? Es lo que cuesta sostener al obrero como tal obrero y educarlo para este oficio. Cuanto menos tiempo de aprendizaje exija un trabajo, menor será el costo de producción del obrero, más bajo será el precio de su trabajo, su salario. En las ramas industriales que no exigen tiempo de aprendizaje, el costo de producción de éste se reduce casi exclusivamente a las mercancías necesarias para que pueda vivir en condiciones de trabajar. El precio de su trabajo estará determinado por el precio de los medios de vida indispensables. El fabricante, al calcular su costo de producción incluye en el cálculo el desgaste de los instrumentos de trabajo. Del mismo modo hay que incluir en el costo de producción de la fuerza de trabajo simple el costo de procreación que permita a la clase obrera estar en condiciones de multiplicarse, y de reponer los obreros agotados por otros nuevos. El costo de producción de la fuerza de trabajo simple se cifra siempre en los gastos de existencia y reproducción del obrero. El precio de este costo de existencia y reproducción es el que forma el salario. Este salario así determinado es lo que se llama salario mínimo. Este salario mínimo no rige para el individuo sino para la especie, hay obreros que no ganan lo necesario para vivir y procrear, pero el salario de la clase obrera en su conjunto se nivela sobre la base de este salario mínimo. El capital está formado por materias primas, instrumentos de medios de trabajo y medios de vida que se empleaban para producir nuevas materias primas, nuevos instrumentos de trabajo y nuevos medios de vida. Estas partes integrantes del capital son hijas del trabajo, productos del trabajo, trabajo acumulado, que sirve de medio de nueva producción es el capital.
En la producción los hombres actúan sobre la naturaleza y también los unos sobre los otros. No pueden producir sin asociarse para actuar en común y establecer un intercambio de actividades. Para producir, los hombres contraen determinados vínculos y relaciones y, a través de estos, es como se relacionan con la naturaleza y como se efectúa la producción. Estas relaciones sociales, las condiciones en que intercambian sus actividades variarán según el carácter de los medios de producción. Las relaciones sociales en las que los individuos producen, las relaciones sociales de producción cambian, por tanto, se transforman, al cambiar y desarrollarse los medios materiales de producción, las fuerzas productivas. Las relaciones de producción forman en conjunto lo que se llaman relaciones sociales, la sociedad y concretamente, una sociedad con un determinado grado de desarrollo histórico, una sociedad de carácter peculiar y distintivo., un grado especial de desarrollo en la historia de la humanidad. Ejemplos la sociedad antigua, la sociedad feudal, la sociedad burguesa, etc. También el capital es una relación social de producción. El capital no se compone solamente de medios de vida, instrumentos de trabajo y materias primas, no se compone solamente de productos materiales, se compone igualmente de valores de cambio. El capital es una suma de mercancías, de valores de cambio, de magnitudes sociales. El cuerpo del capital es susceptible de cambiar constantemente, sin que por eso sufra el capital la menor alteración. Todo capital es una suma de mercancías, de valores de cambio. Mercancías: son los productos susceptibles de ser cambiados por otros productos. La proporción concreta en que pueden cambiarse constituye su valor de cambio, o si se expresa en dinero, su precio. ¿Cómo se convierte en capital una suma de mercancías, de valores de cambio? La existencia de una clase que no posee nada más que su capacidad de trabajo es una premisa necesaria para que exista el capital. Solo el dominio del trabajo acumulado, materializado sobre el trabajo inmediato, convierte el trabajo acumulado en capital. El capital cosiste en que el trabajo vivo sirva al trabajo acumulado como medio para conservar y aumentar su valor de cambio. ¿Qué acontece en el intercambio entre el capitalista y el obrero asalariado? El obrero obtiene a cambo de su fuerza de trabajo medios de vida, pero, a cambio de estos medios de vida de su propiedad, el capitalista adquiere trabajo, la capacidad productiva del obrero, la fuerza creadora con la cual el obrero no sólo repone lo que consume, da al trabajo acumulado un mayor valor del que antes poseía. El obrero recibe del capitalista una parte de los medios de vida existentes, para su consumo inmediato, al consumir los medios de que dispongo, los pierdo. Esta noble fuerza reproductiva del trabajo es precisamente la que el obrero cede al capital a cambio de los medios de vida que éste le entrega. Al cederla, se queda pues, sin ella. Un obrero de una fábrica algodonera produce capital, produce valores que sirven de nuevo para mandar sobre su trabajo y crear, por medio de éste, nuevos valores. El capital sólo puede aumentar cambiándose por fuerza de trabajo, engendrando el trabajo asalariado. Y la fuerza de trabajo del obrero asalariado sólo puede cambiarse por capital acrecentándolo. El aumento de capital es, aumento del proletariado, de la clase obrera.
Tanto el salario como la ganancia son partes del producto del obrero. Puede ocurrir que el salario real continúe siendo el mismo e incluso que aumente, y, no obstante, disminuya el salario relativo. Ley general que rige el alza y la baja del salario y la ganancia en sus relaciones mutuas Se hallan en razón inversa. La parte de que se apropia el capital, la ganancia, aumenta en la misma proporción en que disminuye la parte que le toca al trabajo, al salario. La ganancia aumenta en la medida en que disminuye el salario y disminuye en la medida en que éste aumenta. El capital puede obtener una ganancia cambiando ventajosamente sus productos con otros capitalistas, cuando aumenta la demanda de su mercancía, mediante la apertura de nuevos mercados, al aumentar las necesidades en los mercados antiguos, etc. Las ganancias de un capitalista pueden aumentar a costa de otros capitalistas, independientemente del alza o baja del salario, las ganancias del capitalista pueden aumentar también mediante el perfeccionamiento de los instrumentos de trabajo. Aunque se alcance por un camino inverso, la ganancia no habrá aumentado porque haya disminuido el salario, pero el salario habrá disminuido por haber aumentado la ganancia. Con la misma cantidad de trabajo ajeno, el capitalista compra ahora una suma mayor de valores de cambio, sin que por ello pague el trabajo más caro, es decir, que el trabajo resulta peor remunerado en relación con los ingresos netos que arroja para el capitalista. Pese a que las oscilaciones de los precios de las mercancías, el precio medio de cada mercancía, la proporción en que se cambia por otras mercancías, se determina por su costo de producción. Los lucros conseguidos por unos capitalistas a costa de otros dentro de la clase capitalista se nivelan necesariamente entre sí. La suma global de estos ingresos netos no será nunca otra cosa que la suma en que el trabajo vivo incrementa en bloque el trabajo acumulado. Esta suma global crece en la proporción en que el trabajo incrementa el capital, es decir, en la proporción en que crece la ganancia, en comparación con el salario. Las relaciones entre el capital y el trabajo asalariado, los intereses del trabajo asalariado y los del capital son diametralmente opuestos. Un aumento rápido del capital equivale aun rápido aumento de la ganancia. La ganancia sólo puede crecer rápidamente si el precio del trabajo, el salario relativo, disminuye con la misma rapidez. El salario relativo puede disminuir, aunque aumenta el salario real simultáneamente con el salario nominal, siempre que éstos no suban en la misma proporción que la ganancia. Si, con el rápido incremento del capital, aumentan los ingresos del obrero, al mismo tiempo crece el poder del capital sobre el trabajo, la dependencia de éste con respecto al capital. Incluso la situación más favorable para la clase obrera, el incremento más rápido posible del capital, por mucho que mejore la vida material del obrero, no suprime el antagonismo entre sus intereses y los intereses del burgués, los intereses del capitalista. La condición más favorable para el trabajo asalariado es el incremento más rápido posible. ¿Cómo influye el crecimiento del capital productivo sobre el salario? Si crece el capital productivo de la sociedad burguesa en bloque, se produce una acumulación más multilateral de trabajo. Crece el número y el volumen de capitales. Sólo vendiendo más barato pueden unos capitalistas desalojar a otros y conquistar sus capitales. Para poder vender más barato tienen que producir más barato, es decir, aumentar lo más posible la fuerza productiva de trabajo, y, sobre todo, esto aumenta una mayor división
del trabajo. Cuanto mayor es el ejército de obreros más gigantesca es la escala en que se aplica la maquinaria, más disminuye relativamente el costo de producción, más fecundo se hace el trabajo. Entre los capitalistas se desarrolla una rivalidad para incrementar la división del trabajo y la maquinaria y explotarlos en la mayor escala posible. Bajando el precio, los desaloja y les arrebata por lo menos, una parte del mercado. El precio corriente es siempre superior o inferior al costo de producción, según que la venta de una mercancía coincida con la temporada favorable o desfavorable de una rama industrial. Tal es la ley que saca constantemente de su viejo cauce a la producción burguesa y obliga al capital a tener constantemente en tensión las fuerzas productivas de trabajo, por haberlas puesto antes en tensión. Esta ley no es sino la que dentro de las oscilaciones de los períodos comerciales, nivela necesariamente el precio de una mercancía con su costo de producción. Para compensar con la cantidad mayor del producto vendido el precio más bajo de venta, tendrá que vender mil veces más, porque ahora necesita una venta en masa, no sólo para ganar más, sino para reponer el costo de producción ya que los propios instrumentos de producción van siendo cada vez más caros. La división del trabajo y la aplicación de maquinaria seguirán desarrollándose de nuevo, en una escala incomparablemente mayor. La competencia procura arrebatar al capital los frutos de oro de esta potencia, reduciendo el precio de las mercancías al costo de producción y, convirtiendo en una ley imperativa el que en la medida en que pueda producirse más barato, en que pueda producirse más con la misma cantidad de trabajo, haya que abaratar la producción, que suministrar cantidades cada vez mayores de productos por el mismo precio. El capitalista, sólo saldría ganando la obligación de rendir más en el mismo tiempo de trabajo, condiciones más difíciles para el aumento de valor de su capital. Como influyen esos factores en la determinación del salario Una mayor división del trabajo permite a un obrero realizar el trabajo de cinco, diez o veinte, aumenta, por tanto, la competencia entre obreros. Los obreros no sólo compiten entre sí, vendiéndose unos más baratos que otros. La división del trabajo implantada y constantemente reforzada por el capital obliga a los obreros a hacerse de esta clase de competencia. En la medida en que aumenta la división del trabajo, éste se simplifica, se convierte en fuerza productiva más simple y monótona, no necesita poner en juego ningún recurso físico ni espiritual. Cuanto más sencillo y fácil de aprender un trabajo, menor costo de producción supone asimilarlo, más disminuye el salario, ya que éste se haya determinado como el precio de toda mercancía, por el costo de producción. A medida que el trabajo va haciéndose más desagradable, aumenta la competencia y disminuye el salario. El obrero se esfuerza por sacar a flote el volumen de salario trabajando más, acuciado por la necesidad acentúa más los efectos de la división de trabajo. El resultado es que cuanto más trabaja, menos gana, por la sencilla razón de que en la misma medida hace la competencia a sus compañeros y convierte a estos en otros competidores suyos, que se ofrecen al patrón en condiciones tan malas como él.