Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

Texto.................., Guías, Proyectos, Investigaciones de Seguridad de la Información y Lenguajes de Marcado

Es un resumen de un texto...............

Tipo: Guías, Proyectos, Investigaciones

2021/2022

Subido el 28/04/2025

Marisooook
Marisooook 🇦🇷

1 documento

1 / 14

Toggle sidebar

Esta página no es visible en la vista previa

¡No te pierdas las partes importantes!

bg1
14
Centro de Estudios y Actualización en Pensamiento Político, Decolonialidad e Interculturalidad.
Universidad Nacional del Comahue
ISSN 1853-4457
Pensar/escribir en la(s) frontera(s)
1
Zulma Palermo
He recibido la noticia de este homenaje con enorme sorpresa y desconcierto porque en lo
personal lo siento inmerecido; sin embargo, lo asumo en nombre de todas y todos los que
desde la penumbra de sus marginalidades actúan en procura de hacer de la Literatura
Nacional una efectiva transliteratura. A lxs amigxs/colegas, que alguna vez fueran
estudiantes con lxs que compartimos aulas y, en ellas, aventuras y desventuras; a
1
Nota editorial: Otros Logos agradece a Zulma Palermo el permiso para publicar su conferencia
impartida con motivo del Doctorado Honoris Causa, otorgado por la Universidad Nacional de
Formosa, en el marco del XIX Congreso Nacional de Literatura Argentina, Agosto 2017.
El Centro de Estudios y Actualización en Pensamiento Político, Decolonialidad e Interculturalidad -
CEAPEDI- de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Comahue hizo llegar
oportunamente a la Profesora Zulma Palermo una salutación con motivo de este reconocimiento,
celebrando esta tan merecida distinción. Zulma Palermo honra al CEAPEDI con su destacada y
activa participación en el comité académico del centro y en el de esta Revista Otros Logos. Su
trayectoria, su compromiso y su magisterio incansable marcan, a no dudarlo, una estela a seguir.
Enhorabuena por este homenaje.
Profesora Emérita de la Universidad Nacional de Salta (Argentina), orientó sus investigaciones
desde la crítica cultural latinoamericana a partir de procesos locales. Actualmente participa del
colectivo modernidad/colonialidad/descolonialidad y es desde esa perspectiva que dicta cursos y
organiza talleres en distintas universidades del país y extranjeras. Fue distinguida con distintos
premios y menciones por su labor académica. Últimos libros publicados: Desde la otra orilla.
Pensamiento crítico y políticas culturales en América Latina (Alción Ed.). Cuerpo(s) de Mujer.
Representación simbólica y crítica cultural (Ferreyra Ed.) Las culturas cuentas, los objetos dicen
(Fundación Pajcha). Colonialidad del poder: discursos y representaciones. (Universidad Nacional
de Salta: Consejo de Investigación) Arte y estética en la encrucijada descolonial y Pensamiento
argentino y opción descolonial (Ed. del Signo).
pf3
pf4
pf5
pf8
pf9
pfa
pfd
pfe

Vista previa parcial del texto

¡Descarga Texto.................. y más Guías, Proyectos, Investigaciones en PDF de Seguridad de la Información y Lenguajes de Marcado solo en Docsity!

Centro de Estudios y Actualización en Pensamiento Político, Decolonialidad e Interculturalidad. Universidad Nacional del Comahue ISSN 1853-

Pensar/escribir en la(s) frontera(s)^1

Zulma Palermo

He recibido la noticia de este homenaje con enorme sorpresa y desconcierto porque en lo personal lo siento inmerecido; sin embargo, lo asumo en nombre de todas y todos los que desde la penumbra de sus marginalidades actúan en procura de hacer de la Literatura Nacional una efectiva transliteratura. A lxs amigxs/colegas, que alguna vez fueran estudiantes con lxs que compartimos aulas y, en ellas, aventuras y desventuras; a (^1) Nota editorial: Otros Logos agradece a Zulma Palermo el permiso para publicar su conferencia impartida con motivo del Doctorado Honoris Causa , otorgado por la Universidad Nacional de Formosa, en el marco del XIX Congreso Nacional de Literatura Argentina, Agosto 2017. El Centro de Estudios y Actualización en Pensamiento Político, Decolonialidad e Interculturalidad - CEAPEDI- de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Comahue hizo llegar oportunamente a la Profesora Zulma Palermo una salutación con motivo de este reconocimiento, celebrando esta tan merecida distinción. Zulma Palermo honra al CEAPEDI con su destacada y activa participación en el comité académico del centro y en el de esta Revista Otros Logos. Su trayectoria, su compromiso y su magisterio incansable marcan, a no dudarlo, una estela a seguir. Enhorabuena por este homenaje . Profesora Emérita de la Universidad Nacional de Salta (Argentina), orientó sus investigaciones desde la crítica cultural latinoamericana a partir de procesos locales. Actualmente participa del colectivo modernidad/colonialidad/descolonialidad y es desde esa perspectiva que dicta cursos y organiza talleres en distintas universidades del país y extranjeras. Fue distinguida con distintos premios y menciones por su labor académica. Últimos libros publicados: Desde la otra orilla. Pensamiento crítico y políticas culturales en América Latina (Alción Ed.). Cuerpo(s) de Mujer. Representación simbólica y crítica cultural (Ferreyra Ed.) Las culturas cuentas, los objetos dicen (Fundación Pajcha). Colonialidad del poder: discursos y representaciones. (Universidad Nacional de Salta: Consejo de Investigación) Arte y estética en la encrucijada descolonial y Pensamiento argentino y opción descolonial (Ed. del Signo).

aquellxs que prematuramente nos dejaron y que personalizo acá en Alicia Chibán, actualizando nuestros diálogos hispanoamericanos; en Elena Altuna buceando mano a mano en pos de desandar nuestras colonialidades en el frustrado intento de dar curso a una historia de las escrituras locales (Palermo, 1998). En fin, a todxs aquellxs con quienes nos encontramos -y también desencontramos- en la aventura que implica destinar nuestros desvelos a conocer un poco más el lugar que nos habita y que habitamos. En esta instancia de mi vida -y me disculpo por hablarles sólo desde lo que han sido mis vivencias- y ya llegado al término del camino recorrido, miro hacia atrás y advierto que en este andar-buscando en las diversas dimensiones de lo literario, en realidad estuve buscándome a mí misma, desde mi lugar social fronterizo entre andino -y por eso latinoamericano- y argentino, frontera en la que arraiga mi sentido de pertenencia. Y es en esa frontera -y en muchas otras que me han habitado- como todas ellas espacio inestable, contradictorio en su fluencia, lugar de transiciones, transacciones y desplazamientos, lugar de intersección entre formas de ser/decir/hacer anómalas para los cánones instituidos, donde asumí la búsqueda que ocupó todos los momentos de mis reflexiones y que tuve la fortuna de compartir con muchxs. Entre lxs últimos, Ana Camblong, de cuya voz me apropio:

Escribo acerca de las fronteras, viviendo en las fronteras; las fronteras me conciernen y me atraviesan, localización que para algunos tal vez ponga en riesgo las distancias exigidas por la Ciencia y los metalenguajes, pero que en lugar de escamotear esta flaqueza de garantías para mi discurso, la asumo y la convierto en procedimientos y recursos de mi propia escritura (2014:9).

Bitácora

En esas trashumancias y en estos haceres encontré fraterna acogida en espacios afines: la Universidad de Córdoba en sus Facultades de Filosofía y de Lenguas 2 donde la comprensión de la cultura popular -precedida tanto por Eduardo Romano^3 como por Rodolfo Kusch- entró en contradictorio maridaje entre sí y con las propuestas

(^2) Mediadas fraternalmente por Silvia Barei y Pampa Arán y sus múltiples publicaciones. Entre otras: Texto, memoria, cultura: el pensamiento de Iuri Lotman , 2015. Del mismo modo la Cátedra 3 de Literatura Argentina con su Revista Silabario. En particular en sus aportes con Aníbal Ford y Jorge Rivera,1985.

esa expresión del capitalismo tardío, del capitalismo más avanzado y que encuentra su “objeto de estudio” en el tullido y deforme subcapitalismo del Tercer Mundo (Cornejo Polar, 1994). Pensamiento posmoderno que proclama su crítica a la modernidad desde dentro de la modernidad misma a la que casi contemporáneamente Enrique Dussel, en no casual acuerdo, opone una mirada transmoderna (Dussel, 2006). Ambos coinciden también al poner el foco en los conocimientos y formas de expresión locales, punto de partida y de retorno para la comprensión de las subjetividades; van perfilando, así, la emergencia de esas totalidades contradictorias^6 que, en definitiva, vienen siendo los complejos espacios de producción de nuestras sociedades. En el otro costado, Macedonio Fernández convocándome disruptivamente con la desacompasada huella de su escritura/voz, a poner bajo sospecha todas las canonizaciones que me incomodaban^7. No hay página escrita por este insólito habitante de la ciudad-portuaria -principio y fin de este estado-nación-, que pueda saltearse en esa política de des-prendimiento de modelos preexistentes, de desarticulación del lenguaje, para hacer de él un muy refinado instrumento de ironía. El Macedonio perseguidor de muchas liberaciones, el escritor/hablador tantálico que rechaza la herencia alambicada de viejas modernidades, que dice la Pasión como lugar de la certeza y recomienda: “…busca la soledad de dos, la altruística, y no te extravíen de tu fe en la Pasión las solemnidades de la ciencia, el arte, la moral, la política, los negocios, el progreso, la especie. / ¡Oh Pasión nunca humilde, siempre cierta!” (Fernández, 1976). Así la escritura/voz macedoniana vino a dar otros sentidos al espacio de mis reflexiones: una escritura/palabra dando forma a un proyecto estético-político que ponía un acento distorsivo, dislocando las retóricas en uso y abriendo un sendero que podía - al menos desde la necesidad de despejar mis ansiedades- dar sentido a la percepción de una propia frontería, reinstalando la dimensión patémica del saber agostada por la razón positivista. Ambos -casi en susurro ininterrumpido para no alertar los aparatos discursivos de la academia que me albergara- me fueron señalando los intersticios por los que se hacía posible ir socavando lo instituido. Estas maneras de andar-buscando-entender mis

(^6) Ver Palermo, 2002. (^7) Fernández, 1976. Leía a Macedonio desde estudiante y, cuando en los ’70 me acerqué a las deconstrucciones derridianas, no pude menos que conjeturar que Derrida podría haber sido un muy buen lector del argentino. De allí nacieron unas páginas con el título de “Deconstrucción y modelos escriturales”, 1990. Eran esos Cuadernos, impresos precariamente, en papel hoy amarillo tamaño oficio y abrochadas, la expresión de las limitaciones de una Universidad en los márgenes del país y del mundo.

circunstancias no eran, en absoluto, sólo personales sino que se entramaban en un campo intelectual bullente de discursos críticos complementados con una percepción de la escritura como el lugar donde se figurativizan todas las posibles transgresiones a la sociedad y sus expresividades; a comprender que los valores de verdad, bien y belleza que se nos prescriben son construcciones arbitrarias devenidas de un poder del saber que diseña “universales” gestados en privilegiadas provincianías; a sospechar que las homogenizaciones ocultan lo que las hegemonías necesitan mantener en los recovecos de sus laberintos. Pienso y digo “provincianías” e ingreso a un territorio devaluado por el poder -entre nosotros acá y ahora el poder del saber-hacer lo literario-, y me remonto a las discusiones que atravesaron el siglo precedente en las que reclamábamos la inclusión de las escrituras emergentes de provincias en las letras nacionales, exacerbadas por los impulsos del pensamiento crítico que, cobrando fuerza en los ’60, llegaba a tomar forma subversiva una década después, contra todos los sometimientos. Dentro del amplio espectro que tal pensamiento y acción abarcaba, la pregunta sobre la Literatura Nacional se formulaba a sabiendas de que lo nacional es en gran medida una construcción imaginada y arbitraria, una forma de filiación textual y discursiva que funciona en nombre de una memoria común, memoria social que, según sea el lugar desde el que se enuncia, se localiza ya como sujeto, ya como objeto de narrativas históricas y, simultáneamente, literarias. Nos preguntábamos cómo se articuló en el tiempo tal Literatura y dónde y para qué se conformaba, quién llevaba sobre sí la responsabilidad de selección que ella implica, cuál la política que la institucionaliza, el por qué de sus exclusiones. Las respuestas llegaban desde los impulsos alcanzados desde tiempo antes por las especulaciones sociológicas^8 que daban cuenta de los requerimientos que imponía el s.XIX para la creación y consolidación de la nación, operando fuertes políticas de homogeneización. Las textualidades de los tiempos iniciales de la nacionalidad, nunca agostados, pusieron en funcionamiento unos discursos y unas prácticas orientadas a fortalecer las fronteras geográficas que -sustentadas en la búsqueda de la soberanía- unificaron la heterogeneidad constitutiva de cada uno de sus espacios interiores borrando pertenencias ancestrales. El “modelo” respondía al patrón euromoderno que se pensaba a

(^8) En primer lugar, las propuestas de la Sociocrítica montepelleriana; luego, entre muchos otros, los desarrollos de Aníbal Quijano cuyas definiciones arraigadas en la formación de las sociedades de América Latina encuentran fértil suelo en el tiempo del bicentenario con la presencia de este territorio en la cartografía del mundo. Ver Quijano, 2000.

encuentran, a fines de los ’70, su anclaje en reuniones académicas.^9 Al mismo tiempo, los contactos con otros espacios de producción similarmente marginales al de nuestro territorio, hizo posible ir desentrañando las complejidades de los sujetos sociales productores y receptores de textos de la más diversa índole, por dentro y por fuera de taxonomías preestablecidas, complejizando así el campo propio de la Literatura argentina. Una primera -diría preconceptual- aproximación a poner en acto prácticas tendientes a modificar ese estado de situación en nuestra espacio, se produjo con los intercambios propiciados a partir de la invención del Grupo de Estudios Literarios en Salta^10 , una acción propia de la “cultura en catacumbas” (Kovadloff, s/f) de los años negros (1976-1984), que nucleó en los últimos tiempos de la dictadura a escritores y críticos de distintos espacios nacionales en un intercambio que dio sus frutos^11 , aunque de circulación sólo local como acontece con todas las producciones periféricas. En esos encuentros cobijados subrepticiamente en los altos de Librería Rayuela^12 , se perfilaba la necesidad de rediseñar la concepción de lo literario que en esas décadas empezara tomar la forma de lo que hoy ya se denomina oralitura, una forma de expresión que incluye, junto a la palabra escrita, la hablada en plurivocidad.^13 Al mismo tiempo, a poner en marcha precarias “redes” inter- regionales (previas a Internet) que operaran en interlocución. Se dio también -y centralmente- la urgencia por proponer una periodización que no siguiera el canon de la historiografía eurocentrada, cronológica y por eso mismo teleológica (en el entendimiento de que toda producción posterior en el tiempo es necesariamente “superadora” de las anteriores); extendida esta idea a las sociedades preexistentes a la conquista, quedaron fuera de la historia marcadas por su carencia del instrumento de la letra. Esto marcaba por sí mismo la continuidad de paradigmas de

(^9) Es necesario recordar acá que fue la convocada por la Universidad de Salta por iniciativa de Fanny Osán de Pérez Sáez en 1978 la primera de entre ellas, en medio de las restricciones del gobierno de facto. 10 Algunos los que asumimos esa actividad estábamos fuera del sistema por disposición del gobierno de facto; entre ellos y de manera preeminente, la Mg. Amelia Royo quien, a su reinserción a la vida universitaria se incorpora a la Cátedra de Literatura Argentina cuya titularidad ejerció hasta su reciente retiro. 11 En el orden de la producción editorial quedan dos propuestas colectivas: Literatura de Salta. Historia socio-cultural, 4 vol acompañados cada uno con Fascículos antológicos, 1994-1998. La región, el país. Ensayos sobre poesía salteña actual , Salta: COBAS, 1987 (Segundo Premio Ensayo Literario de la Secretaría de Cultura de la Nación, 1990) y de Zulma Palermo, De historia, leyendas y ficciones 12 , Salta: Fundación del Banco Noroeste, 1991 Con la arriesgada complicidad de su dueño, Mario Benedetti, quien fuera nuestro alumno en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Salta hasta los fatídicos acontecimientos de 1976. 13 En un artículo de edición tardía, “ ‘Fronteras’ del saber y construcción de ‘identidades’ en los bordes”, proponía algunas ideas previas a las acá expuestas.

conocimiento distantes de los requerimientos por las “diferencias” locales, como en su momento propusiera enfáticamente para América Latina Roberto Fernández Retamar^14. Así, a fines del siglo XX, los intentos de ruptura del canon historiográfico que orientó Ana Pizarro^15 en el espacio latinoamericano o el de Noé Jitrik^16 en el argentino, que informan sobre una construcción “entre” la periodización etno/eurocéntrica y variadas “otras” posibilidades^17 , Pizarro explicita en el “Prólogo” que la Historia prevista se transformó en la publicación de “ensayos dispuestos en orden cronológico” como exposición del avance alcanzado, ensayos que se caracterizan por la “heterogeneidad” de concepción pero mancomunados por la “homogeneidad” de una búsqueda compartida^18 y que, entiendo, son también los que priman en la diseñada por Jitrik.

Potenciando las expresiones glocales^19

De allí que parezca oportuno preguntarnos ahora -y en este espacio previsto para dialogar sobre la “literatura argentina”- cómo la pensamos hoy en la cartografía global, cuando los estados nacionales han sido puestos en crisis por este nuevo proyecto homogeneizador del poder económico y por la dimensión preponderante que alcanza en él la circulación de la información en los soportes cibernéticos. Es por esta vía que se instala a mayor escala -y desde otro eje de poder mundial- una forma nueva de “totalización”: se ha pasado del “universalismo” moderno a la “condición posmoderna” que señalara Cornejo Polar, sin que se haya borrado la “diferencia colonial” que genera la concentración de poder y de control

(^14) Ver, entre otros, E. Sklodowska y B. Heller (Ed.), el volumen compilado por Roberto Fernández Retamar y los estudios latinoamericanos , Pittsburg, IILI, Serie Críticas, 2000, en el que colaboro con algunas reflexiones en “De apropiaciones y desplazamientos: el proyecto teórico de Fernández Retamar” 181 15 -198. El estudio que se iniciara como proyecto de construcción del Proceso de Producción de la Literatura Latinoamericana, de AILIC, fue publicado con el título Palabra, Literatura e Cultura , Sao Paulo: Fundaçao Memorial da América Latina, 1993 16 - 1995, 3 vol. 17 Se trata de la^ Historia Crítica de la Literatura Argentina,^ 1999, 10 vol. Ambos coordinadores optan por la reunión de ensayos de diversa autoría en torno a problemas y/o momentos de ruptura paradigmáticas. 18 Incursioné insistentemente en esta problemática. Ver, entre otras reflexiones, 2010, “El rol de las historias literarias en los proyectos de modernización latinoamericana”, Conferencia Inaugural en el VIII Seminário Internacional de Historia da Literatura , Cuadernos de Pesquisas em Literatura, vol.16, Nº 1, Programa de Posgraduaçâo em Letras da PUCRG, Porto Alegre, 7-23. 19 El término proviene de las propuestas del sociólogo turco Arif Dirlik, estudioso de la historia China. Ver su libro After the Revolution. Warking Global Capitalism and the Poscolonial Aura, referido por Arturo Escobar, 2005.

Un encuentro entre escrituras locales y globales genera la emergencia de unas formas de expresión y de reflexión fronterizas en las que se traman intersecciones mutuamente enriquecedoras, no opresivas, en diálogo entre múltiples expresiones oraliterarias dentro de un país, un macroespacio, el mundo. En esta fluencia, las expresiones argentinas en sus manifestaciones pluriversas y en cualquiera de sus formas, deja de ser un “objeto” productor de cultura, para ser sujeto de expresión y de conocimiento de sí, desde sus propias especificidades, con discursos críticos situados. Se va apostando a la concreción de unas literaturas de fronteras que persigan la “diversalidad”, un tipo de relación interdependiente orientada por una lógica distinta que haga posible la rearticulación de las historias (memorias) y retóricas locales en la “polifonía” nacional. No se trata de la idea de “totalización” unificadora y homogenizante que hizo posible imaginar una única Literatura Argentina, sino de incorporar su pluriversalidad al caleidoscopio nacional. Por eso de lo que se trata es de inscribir el modo particular de habitar el mundo que cada local vivencia en la espesura del mundo. Hoy se está generando – después de los balbuceos de hace más de cuatro décadas- una política de des-prendimiento de lo instituido con otras miradas a partir de un diálogo fructífero -no competitivo- de productores y de intérpretes de distintas localizaciones periféricas entre sí y hacia dentro de cada una de esas instancias de significación. Pienso en experiencias concretas como la de los investigadores reunidos en Programas interuniversitarios, tal el Proyecto de Fomento de la Investigación Interinstitucional sobre la Literatura del Noroeste Argentino en el espacio abierto por el Programa ProHum (UNJu); en la Red temática de Cambio Transnacional Patagónico ; en las cada vez más frecuentes convocatorias para intercambiar información en jornadas todavía denominadas de “literatura regional”, y la cada vez más fuerte presencia de esas voces en estos Congresos Nacionales de Literatura Argentina. Sobremanera, en la emergencia de la RELA (Red Universitaria de Literaturas de la Argentina) designación ésta, Literaturas de la Argentina que -aventuro- podría adoptarse para convocar a la próxima vigésima reunión, denominación significante de un sustancial desprendimiento paradigmático y, por qué no, retroalimentación del proyecto pensado por Eduardo Romano al asumir la dirección del Instituto de Literatura Argentina (UBA) no hace mucho tiempo. Los imagino desde un horizonte diverso en el que quepan otras muchas voces en redes de discusión que no se abstengan de poner el acento en una rearticulación de las culturas desde lugares que habiliten la escucha y la puesta en interrelación de formas “letradas” y no letradas, que

tienda a la escucha e incorporación de lo que todavía no parecemos estar en condiciones de aceptar como parte de “lo propio”, como posibles articulaciones en glocalización. Ello posibilitaría crear un tipo distinto de conocimiento que se oriente a estudiar no textos y estéticas sino sistemas de oralituridad, de distribución y funcionamiento de los lenguajes atendiendo a tendencias plurilingüísticas, transculturales, no encerradas en la clausura de preceptivas y retóricas externas a ellas sino en relación entre ellas para dar forma a un entramado de expresiones pluriversas. Ello lleva necesariamente a revisar los criterios de periodización en tanto procesos desde las diferencias locales y a repensarlos en términos de las historias y legados de los lugares que le dan sentido. En esta línea, las políticas literarias adquieren otra significación en la medida en que nos permite reflexionar acerca de nuestras condiciones de existencia, nos impulsa a enfrentar los “miedos a ser nosotros mismos” como diría Rodolfo Kusch (2002) y nos posibilita reconocernos en nuestras limitaciones pero también en las infinitas opciones para hurgar en la memoria y encontrar allí las claves que hacen de nuestra representación un acto de conciencia de “estar siendo”.

Despedida

Con este deshilvanado recorrido he querido transmitirles las vivencias-saberes que se han ido tramando en mis días, en la convicción de que, a medida que nuestras sociedades vayan tomando conciencia de sí mismas, puedan intensificarse las posibilidades de expresar lo que en verdad somos y no hemos podido verdaderamente ser, construyendo un campo de formas de autorepresentación alejadas del voluntarismo identitario. Lo sería en la medida en que mejor colabore en la construcción de comunalidades creativas que perfilen la particular cartografía de esa totalidad que no puede ser sino la reunión de sus interiores contradicciones. Vuelvo así a la apuesta de Cornejo Polar y lxs dejo, plena de agradecimiento por lo que han querido darme generosamente y a sabiendas de que, compenetrada con la ironía macedoniana, esta “seudoconferencia” no fue nada más que “un dormir atento frente a [esta mujer] que se palpa de existencia escuchándose en público” (Fernández, 1966:294). Y porque todo este discurrir sólo tiene sentido si lo arraigo, me apropio de otra voz para irme despidiendo:

_____ (2006), “Transmodernidad e interculturalidad.(Interpretación desde la filosofía de la liberación”, en Filosofía de la cultura y la liberación , México, UNAM. Escobar, Arturo (2005), “La cultura habita en lugares: reflexiones sobre el globalismo y las estrategias subalternas de localización” en Escobar, Arturo, Más allá del Tercer Mundo Globalización y Diferencia. Bogotá, ICANH Instituto Colombiano de Antropología e Historia. Fals Borda, Orlando (2009), Una sociología sentipensante para América Latina. Antología. Compilación de Víctor Manuel Moncayo. Bogotá, Siglo del Hombre Ed. y CLACSO. Fernández, Macedonio (1966), “La conferencialidad y la cachada” en Papeles de Recienvenido. Buenos Aires, Centro Editor de América Latina. _____ (1976) No toda es vigilia la de los ojos abiertos , Buenos Aires, Corregidor. Obras Completas , T.VII. Ford, Aníbal; Rivera, Jorge y Romano, Eduardo (1985), Medios de comunicación y cultura popular. Buenos Aires, Legasa. Kovadloff, Santiago s/f, Una cultura de catacumbas. Buenos Aires, Botella del Mar. Kusch, Rodolfo (1986), América Profunda. Buenos Aires, Bonum. _____ (2002), “Anotaciones para una estética de lo americano", en El perseguidor. Revista de Letras , Buenos Aires, número 10, primavera-verano 2002, año VIII, pp. 67-70. Mignolo, Walter (2003) Historias locales / diseños globales. Colonialidad, conocimientos subalternos y pensamiento fronterizo. Madrid, Akal Palermo, Zulma (1990) “Deconstrucción y modelos escriturales”, UNSa, Cuadernos de Humanidades , 2. _____ (Coord.) (1998), Hacia una historiografía literaria en el noroeste argentino. Montpellier, Univ. Paul Valéry, Colección Sociocriticism. _____ (2002), “Para una descolonización del conocimiento: Cornejo Polar y la noción de ‘totalidad contradictoria’”, en Silabario, Año V, Nº 5, pp. 35-46. _____ (2014), “De cánones y lugarizaciones” en Massara, Liliana; Guzmán, Raquel y Nallím, María Alejandra, Literatura del Noroeste Argentino. Reflexiones e investigaciones , vol II, pp. 63-76. _____ (2015), “’Fronteras’ del saber y construcción de ‘identidades’ en los bordes” en Revista Silabario , Nº 17-18.

Quijano, Aníbal (2000), “Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina”, en Lander, Edgardo (Comp.) La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas, Buenos Aires, CLACSO, pp. 201 - 246.