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Una introducción a las teorías explicativas de la violencia, explorando diferentes perspectivas sociológicas y psicológicas. Se analizan teorías como la de durkheim, marx, la teoría de la subcultura, el aprendizaje social y el etiquetamiento. El documento también presenta una breve descripción de las perspectivas holística, idealista y racionalista en sociología.
Tipo: Apuntes
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ISIS BELEM GÁLVEZ VEREZALUCES ESTRELLA GUTIERREZ MARTÍNEZ KAROL LÓPEZ HERNÁNDEZ LAURA TORRES LÓPEZ
¿QUÉ ES LA VIOLENCIA? La violencia se refiere al uso intencional de la fuerza física, el poder o las amenazas para causar daño físico, psicológico o social a otra persona.
Marx argumenta que las sociedades están divididas en clases, y los conflictos entre estas clases (por ejemplo, la burguesía y el proletariado) son inevitables debido a las disparidades en el acceso a los recursos, el poder y la riqueza. Estos conflictos pueden manifestarse en forma de violencia directa, como rebeliones o luchas de clases, o violencia estructural, como la explotación económica o la opresión política.
La teoría de la subcultura sostiene que algunos grupos sociales desarrollan normas, valores y comportamientos que difieren de los de la cultura dominante, y en algunos casos, estos valores subculturales pueden promover la violencia como una forma aceptable de conducta. Estas subculturas pueden formarse en contextos de marginalidad o exclusión social, y los miembros de estos grupos aprenden a utilizar la violencia como una respuesta adaptativa a las condiciones adversas.
Sostiene que la violencia no es innata, sino que se aprende a través de la observación e imitación de modelos de comportamiento. Los individuos, especialmente los jóvenes, aprenden a ser violentos observando a otros que actúan de manera agresiva. Estos modelos pueden provenir de la familia, los amigos, o incluso de los medios de comunicación.
La teoría del etiquetamiento sugiere que la violencia no es una característica inherente de los individuos, sino que se construye socialmente a través de la interacción y las respuestas sociales. Según esta teoría, cuando una persona es etiquetada como "violenta" o "delincuente" por la sociedad, esta etiqueta puede llevar a que se comporte de acuerdo con ese estigma. Las reacciones sociales negativas refuerzan la identidad del individuo como "violento", lo que puede generar un ciclo de comportamiento violento.
En esta perspectiva, la violencia se comprende como un fenómeno emergente de las dinámicas sociales y colectivas. Las estructuras sociales, las normas y los valores de una sociedad condicionan o determinan el comportamiento violento de los individuos. No se centra en el individuo como actor principal, sino en el colectivo o la totalidad social.
Esta perspectiva pone énfasis en el individuo como el principal actor de la violencia. Los actos violentos se explican en función de las decisiones y las acciones de individuos concretos, que tienen libertad de elección y actúan según sus intereses, emociones o circunstancias personales.
Desde esta perspectiva, la violencia se ve como una acción instrumental y racional, donde los actores calculan los medios necesarios para alcanzar sus fines. Los actos violentos no son emocionales ni espontáneos, sino que responden a una lógica estratégica, guiada por intereses materiales o políticos.