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Contiene una síntesis de la película de Michel Moore sobre el uso de Armas en Estados Unidos
Tipo: Resúmenes
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República Bolivariana de Venezuela. Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria Coordinación Regional “Misión Sucre” Aldea: Manuel Piar Cátedra: Cine Documental
Profesor: Estudiante: Rolf Petersen Manuel Centeno Cedula: 8.336. Teléfono: 04167163473 Caracas, mayo 2022
Michael Moore director del documental “Bowling For Columbine” a través de su trabajo quiere demostrar que el alto número de asesinatos en EE.UU, por armas, se debe a la cultura del miedo inculcada por el gobierno y los medios de comunicación en ese país; para la comprobación de ello hace un análisis de la historia y de los enfrentamientos bélicos que tuvo estados unidos, busca sustentar que el miedo de los americanos es el que induce a atentar contra la vida de sus compatriotas. Este tipo de documentales nos ayuda a mirar desde otro ángulo la realidad que no nos es ajena, pues destruye la imagen del sueño americano mostrándonos con evidencias la situación de pobreza y desempleo. Este trabajo es clasificado como documental porque nos muestra la realidad de violencia en EE.UU; es de naturaleza expositiva, pues a través de la narración se genera un comentario que el espectador recibe a modo de información, también se evidencia la utilización de imágenes como contraste, por ejemplo, cuando se realiza una encuesta a estadounidenses, sobre los posibles factores que incrementan el asesinato entre ciudadanos americanos, y de acuerdo a su respuesta se muestran imágenes de la vida cotidiana en Canadá. Con respecto a los recursos visuales, en el montaje que utilizan es simple en transiciones, pero alterando espacio y tiempo; predominan los planos medios, enteros y generales. Michael enriqueció su marco teórico con imágenes de archivo reales, que le dan profundidad de análisis. En el transcurso del film se lanzan diversas hipótesis sobre el porqué el número de asesinatos ha aumentado en EE.UU, la primera que nos dan está enfocada en la fácil adquisición de armas en ese país; la segunda es la influencia negativa de los medios de comunicación, en especial la prensa televisiva, al emitir programas policiales donde se mantiene una postura racista y se plantea que tener un arma
de los conceptos más importantes asociables al cine documental y desde sus inicios fue esencial, prueba de ello son los famosos noticiarios cinematográficos de principios del siglo XX, donde se manejaban elementos periodísticos a la hora de realizar sus informaciones, es decir buscaban reflejar la realidad manera semejante a como lo podía efectuar la prensa. los antecedentes del documental nacieron con la invención del cine en 1895. Las primeras películas de la historia mostraban al público fragmentos de la vida con realismo y movimiento en unos pocos segundos de duración. El objetivo no era otro que reflejar la realidad. Las escenas naturales instaladas desde un principio en la captación de la vida, fundamentan toda la gama de géneros y subgéneros dedicados a retratar el devenir de la realidad. Pero el documental, como género fílmico aún no había nacido, pues no se había intentado elaborar una teoría sobre él o una conceptualización. El término documental se acuñó en la segunda década del siglo XX, en Francia al hablar de películas sobre viajes, aunque no tuvo mucho éxito. Unos años después adquirió su sentido cinematográfico definitivo tras una crónica de John Grierson, un sociólogo escocés, en el New York Sun5 , acerca de la película de Moana que definía como “un documental porque se funda en documentos vivos o se refiere a ellos”. Esta película fue dirigida por Robert J. Flaherty en 1926, aunque ya en 1922 había elaborado otro filme, que hoy en día se considera el primer documental de la historia, Nanook, el esquimal, con una estructura narrativa e intención predeterminadas, consiguiendo de esta forma que el nuevo género tuviese un lenguaje y unas leyes propias dentro de los géneros cinematográficos. La ficción es una “representación” de la realidad y como tal, opera a través de los mecanismos propios de la ficción, es decir la dramatización. (Realidad representada) Fue el empresario teatral, ilusionista y mago francés George Melies, quien sin saberlo, sentó las bases para lo que luego sería la ficción en el cine. Melies, incorporó a sus primeras incursiones cinematográficas elementos de los
espectáculos teatrales como escenografías, vestuario, trucos de magia y efectos visuales nunca vistos en los filmes de aquélla época. Al referirse a la ficción Eduardo Rodríguez Merchán expresa: “Con respecto al referente, el cine de ficción es auténticamente autosuficiente: no necesita de una realidad preexistente, pues él mismo la crea (en la preparación de la película) para fotografiarla posteriormente (durante el rodaje). Esta autosuficiencia le otorgará, por ello, una consideración doblemente irreal: irrealidad por lo que representa (la historia y los personajes que, inventados, son «materializados» de forma previa al propio rodaje) y por la forma de representarlo: como toda imagen, es una recreación artística de esa realidad que ha sido previamente «construida» para ese fin”.
Los años sesenta se caracterizaron, en América Latina, por un redescubrimiento identitario. Fuertemente incentivado por la Revolución Cubana, este renacimiento se tradujo en la irrupción de un sentimiento insurreccional ante las distintas modalidades de la dependencia. El reclamo descolonizador se convirtió en el principio unificador de prácticas políticas, sociales, intelectuales y artísticas y el imperativo político revolucionario se transformó en el criterio con el que se concebían, realizaban y evaluaban las diferentes producciones discursivas. De allí se derivaron una serie de interrogantes que se expandieron al conjunto de las prácticas simbólico-culturales. Dos fueron fundamentales: qué espacio podía ocupar el arte en el tejido social y qué rol podían desempeñar los artistas e intelectuales en sus marcos nacionales y regionales. El campo cinematográfico no fue ajeno a estas batallas. En la segunda mitad de la década del sesenta surgió una generación de cineastas que configuró un nuevo cine que intentó liberarse de las dependencias política y cultural. Los nuevos realizadores, definidos a través de la figura del cineasta militante, recorrieron un camino que los condujo del