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Un análisis sobre la adicción a las redes sociales en jóvenes universitarios, específicamente en la universidad de manizales. Se explora el impacto emocional de esta adicción, incluyendo la relación con la depresión y el rendimiento académico. Se examinan los factores de riesgo, las consecuencias para la salud mental y se ofrecen estrategias de prevención y intervención.
Tipo: Guías, Proyectos, Investigaciones
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Las redes sociales se han convertido en ámbitos de interacción social entre los jóvenes, quienes son considerados nativos digitales ya que las usan con mayor frecuencia y tienen un mayor dominio de las mismas. Estas tecnologías han generado cambios e innovaciones en la sociedad, influyendo sobre todo en los jóvenes, quienes las han incorporado habitualmente para su formación, socialización y entretenimiento.
Sin embargo, uno de los aspectos negativos del internet en la actualidad es la adicción a las redes sociales por parte de los jóvenes. Esta adicción se ha asociado con la pérdida de control, reducción de actividad física, privación del sueño, mentir sobre su uso, focalización atencional, impedimento de diversificar tiempo, descuido y pérdida de interés, ansiedad e irritación por permanecer conectado y la producción de un flujo de transrealidad.
Investigadores como Turel y Serenko (2012) explican la importancia de la adicción a redes sociales, desarrollando un modelo explicativo donde se toma en cuenta el tiempo dedicado, exhaustividad, placer y la edad como parte importante del hábito del uso de las redes sociales, las cuales podrían conducir desde un enganchamiento (uso no patológico) a una adicción (uso patológico). Además, Echeburúa y Corral (2010) plantearon que la adicción estaría relacionada con el bienestar producido al aliviar la tensión emocional generada por cualquier situación personal más que por realizar la actividad en sí misma.
Por consiguiente, la adicción a las redes sociales produce una afectación psicológica especialmente en la población juvenil, quien con mayor frecuencia acude a estas. En el presente proyecto se abordará de manera particular las redes sociales, dando a conocer cómo la adicción a estas redes afecta la vida de los jóvenes de la universidad de Manizales, en su comportamiento, a nivel emocional y posteriormente cómo esto afecta su rendimiento académico.
¿Cuáles son las alteraciones emocionales en los jóvenes (18 a 25 años) y su impacto en el rendimiento académico en los jóvenes de la Universidad de Manizales debido a la adicción a las redes sociales?
Hipótesis general: La adicción a las redes sociales presenta en los jóvenes (18 a 25 años) de la Universidad de Manizales alteraciones a nivel emocional que se relacionan con el rendimiento académico.
Hipótesis Nula: La adicción a las redes sociales no mostrará una clara relación con las alteraciones emocionales y el bajo rendimiento académico en los jóvenes (18 a 25 años) de la Universidad de Manizales.
Hipótesis de trabajo 1: La adicción a las redes sociales presentan alteraciones emocionales en los jóvenes (18 a 25 años) de la Universidad de Manizales como irritabilidad, ansiedad y depresión que no afectan el rendimiento académico.
Hipótesis de trabajo 2: La adicción a las redes sociales presentan alteraciones emocionales en los jóvenes (18 a 25 años) de la Universidad de Manizales como irritabilidad, ansiedad y depresión que sí afectan el rendimiento académico.
El diseño de la presente investigación se basará en una metodología de tipo cuantitativo ex post facto, mediante el método deductivo, es decir, utilizando el diseño de tipo descriptivo de estudio de caso (Universidad de Manizales) de tipo transversal.
Aplicación del test "Social Media Addiction Scale-Student Form" (SMAS-SF) para medir la adicción a las redes sociales. Aplicación del cuestionario CUTIC para medir la frecuencia, ámbito y conducta/emoción relacionada con el uso de redes sociales. Relacionar los datos de ambos instrumentos mediante un proceso estadístico que permita definir si hay o no correlación entre ellos. Utilizar el registro de notas de los estudiantes al finalizar el semestre y relacionar estos datos con los obtenidos de la medición con los dos instrumentos anteriores, para determinar si existe o no una relación entre las alteraciones emocionales causadas por la adicción a las redes sociales y el rendimiento académico.
Escala de Sahin (2018) denominada "Social Media Addiction Scale- Student Form" (SMAS-SF) para medir la adicción a las redes sociales.
importantes psicólogos, psiquiatras y expertos de Silicon Valley alertan de que el uso de las redes sociales puede ser adictivo y sus consecuencias, las mismas que las de cualquier otra adicción: ansiedad, dependencia, irritabilidad, falta de autocontrol.
Las redes sociales: ¿un problema real?
Diversos estudios han señalado que el uso de las redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea puede generar serias adicciones con consecuencias como ansiedad, depresión, irritabilidad, aislamiento, alejamiento de la vida real y de las relaciones familiares, y pérdida de control. Un estudio realizado por la Chicago Booth School of Business hace cinco años indicó que Facebook, Twitter y otras redes sociales tienen una capacidad de adicción mayor que la del tabaco o el alcohol, debido a que el acceso a ellas es sencillo y gratuito.
Los adolescentes y jóvenes se encuentran entre los usuarios que más utilizan las redes sociales, pasando gran parte de su vida diaria interaccionando con otros usuarios a través de Internet. Esto ha generado preocupación por conocer el uso y las conductas de esta población. Diversos estudios han encontrado que los jóvenes utilizan las redes sociales para relacionarse con amigos, mediar en relaciones románticas, organizar grupos sociales, apoyarse mutuamente y desarrollar sus propias identidades.
Sin embargo, el uso excesivo de las redes sociales también puede tener efectos negativos. Algunos estudios han encontrado que los jóvenes que se sienten mal en su grupo social utilizan las redes sociales como alternativa a la comunicación con otros miembros del grupo. Además, el uso continuo de Internet puede producir una ruptura de las actividades de la vida cotidiana y un impacto negativo en el bienestar psicológico.
Varios estudios han encontrado una correlación negativa entre el uso excesivo de redes sociales y el rendimiento académico de los estudiantes. A medida que aumenta el tiempo que los estudiantes pasan en las redes sociales, su rendimiento académico disminuye. Esto se debe a factores como contestar mensajes en clase, prestar atención a notificaciones y publicaciones, y descuidar otras actividades como el estudio.
La adicción a las redes sociales también se ha relacionado con la presencia de síntomas depresivos en los jóvenes. Estudios realizados en universitarios han evidenciado una correlación significativa entre las dimensiones de adicción a redes sociales y la sintomatología depresiva. Esto se debe a que
la adicción a las redes sociales puede facilitar el aislamiento, el bajo rendimiento, el desinterés por otros temas e incluso cambios de conducta, como la irritabilidad.
Según estudios, el 23% de mujeres y 10% de hombres utilizan las redes sociales de 7 a 12 veces por día, mientras que el 21% de mujeres y el 6% de hombres las utilizan de 3 a 6 veces por día. Esto indica que los estudiantes están pendientes de las notificaciones de las redes sociales, descuidando otras actividades como sus estudios.
Además, se ha encontrado que las mujeres presentan una mayor participación en cuanto al número de veces que revisan sus redes sociales durante el día, utilizándolas para compartir información personal, responder a publicaciones y mantener contacto con familiares y amigos. Por su parte, los hombres utilizan las redes sociales más para reunir información necesaria para trabajos académicos y para entretenimiento.
Marco teórico
El presente proyecto se abordará desde el sistema psicológico comportamental, teniendo como principal autor a B. F. Skinner y su teoría del condicionamiento operante. Según el conductismo, todos los comportamientos son respuestas a ciertos estímulos en el ambiente o consecuencias de la historia del individuo. El aprendizaje se concibe como una respuesta voluntaria que se fortalece o debilita según sus consecuencias sean positivas o negativas. En otras palabras, la conducta humana es producto de reforzamientos, lo que la hace manipulable.
Para explicar la adicción a las redes sociales por parte de los jóvenes, se tendrá en cuenta el concepto de E-R-C. En este caso, la E representa la red social, la R es la acción de acceder a la red social y subir una foto, y la C sería, por ejemplo, recibir 1.000 "likes" en la foto. Este refuerzo positivo lleva al fortalecimiento de la conducta adictiva.
Según la ley del refuerzo de Skinner, cuando a una conducta emitida por un organismo le sigue la aparición de un refuerzo, la probabilidad de que ese organismo emita dicha conducta aumenta. Este refuerzo se caracteriza por su autenticidad, es decir, la "realidad efectiva de la consecuencia para el sujeto", y su potencia, que es "la capacidad o cantidad del refuerzo para que se emita la conducta o aumente su frecuencia".
Spielberger, 2001). Un joven adicto a las redes sociales puede sufrir una alteración emocional cuando ve amenazada su conducta motivada de sentirse bien al estar conectado, por ejemplo, cuando no se le permite conectarse o su conexión es interrumpida.
A nivel neurológico, la emoción tiene una estrecha relación con el sistema límbico, cuyas estructuras posibilitan la experimentación de diferentes tipos de emociones. Este sistema desempeña un papel fundamental en la arquitectura y en los procesos biológicos como memoria, cognición, aprendizaje, emociones, adicciones y estados de alerta.
Una de las estructuras más importantes del sistema límbico en relación con las adicciones es la amígdala, ya que juega un papel muy importante en el aprendizaje de las conductas emocionales, como el condicionamiento de contexto, que se refiere al aprendizaje de las conductas que empujan al individuo a ponerse más frecuentemente en contacto con aquellos estímulos que son importantes para el mantenimiento de la especie (comida, sexo), aprendiendo a aumentar los contactos con los entornos que le proporcionan una recompensa. Además, se encarga de las emociones básicas, como la alegría y la ira, las cuales se verían alteradas por el desorden a nivel cerebral que produce la adicción a las redes sociales.
Otra estructura involucrada es la corteza frontal, que junto con el sistema límbico, procesa los estímulos emocionales y los integra a funciones cerebrales complejas, como las decisiones racionales, la expresión e interpretación de conductas sociales e incluso la generación de juicios morales. En el caso de una persona adicta a las redes sociales, su conducta social adaptativa se vería afectada, actuando de manera exagerada y su toma de decisiones se vería comprometida, actuando de manera irracional.
Las emociones juegan un papel importante en el rendimiento académico, ya que nuestra capacidad de aprendizaje depende no solo de la atención prestada, sino también del estado emocional del sujeto. Los estados mentales, tales como la ira y la ansiedad, ligados a la adicción, están asociados con la liberación de neurotransmisores como la acetilcolina, dopamina, noradrenalina y hormonas esteroides, como el cortisol, que afectan los procesos de aprendizaje y memoria.
Redes sociales
Las redes sociales se definen como un servicio que permite a los individuos construir un perfil público o semipúblico dentro de un sistema delimitado, a la vez que articulan una lista de otros usuarios con los que comparten una conexión, y ver y recorrer sus listas de conexiones (Boyd, 2007, p.31).
Las redes sociales se caracterizan por las respuestas rápidas, las recompensas inmediatas, la interactividad y las múltiples ventanas con diferentes actividades a las que los jóvenes pueden acceder en poco tiempo (Echuburùa y Corral, 2010). Además, presentan estímulos positivos y atractivos para los jóvenes, lo que promueve la posibilidad de interactuar con otras personas, aunque no se conozcan personalmente.
Si el joven no sabe gestionar el uso que hace de las redes sociales, puede llegar a una adicción, que se puede definir como "la compulsión por estar siempre conectado en la plataforma social e implica ser un coleccionista de amigos y dedicar mucho tiempo a la decoración del muro o perfil" (Gavilanes, 2015, p.34).
Según Andreassen (2013), los rasgos de un adicto a las redes sociales son muy parecidos a los que padecen alcoholismo y drogadicción, destacando: pasar mucho tiempo pensando en las redes sociales, sentir la necesidad de utilizarlas en todo momento, utilizarlas para olvidarse de problemas, fracaso en el intento de reducir su uso, sentir inquietud y ansiedad cuando no se puede acceder a ellas, e impactos negativos en la vida laboral, estudiantil o personal.
Adicción
La adicción es una patología que puede avanzar en cantidad suficiente como para producir daño, en este caso, siendo un hábito como el uso excesivo de las redes sociales.
Intoxicación: En el caso de la adicción a las redes sociales, no se da intoxicación, ya que es una adicción de tipo conductual.
Estas dos estructuras son de vital importancia para la dinámica adictiva, ya que todas sus neuronas producen el neurotransmisor de dopamina. La dopamina es fundamental en esta dinámica, ya que regula los sentimientos de placer, el movimiento, la emoción y la motivación. Cuando se realizan actividades que generan placer, estas áreas son estimuladas, lo que conlleva una carga de dopamina. La dopamina es esencial para generar procesos de memoria de tipo placentero, en el caso de actividades satisfactorias que generan placer y que posteriormente pueden convertirse en una adicción.
Estas dos áreas mesencefálicas se comunican con el resto de la corteza a través de dos vías:
Vía Mesolímbica: Esta vía envía sus proyecciones hacia el núcleo accumbens, el cual se encuentra en la parte ventral del estriado y es importante en la dinámica de las adicciones. Vía Mesocortical: A través de esta vía, envía sus proyecciones a la corteza prefrontal en el lóbulo frontal y al hipocampo en el lóbulo temporal.
La dopamina, como neurotransmisor fundamental para crear memorias, necesita de una confluencia con otras estructuras cerebrales, entre ellas el hipocampo en el lóbulo temporal, el cual está relacionado con la memoria y es parte fundamental en la creación de la memoria de la dinámica adictiva.
Por otro lado, la corteza prefrontal lateral recibe proyecciones desde la vía mesocortical y está constituida por las áreas de Brodmann 8, 9, 10, 46 y 47. Su función principal es de carácter asociativo y está relacionada con aspectos más abstractos de la cognición humana, como la memoria de trabajo, la atención selectiva, las tareas de planificación y la organización de la conducta voluntaria dirigida a objetivos, los cuales se ven afectados en el individuo tras la adicción conductual a las redes sociales.
Según la Organización Mundial de la Salud (2003), la adicción no solo es una dependencia, sino una necesidad hacia una sustancia, actividad o relación debido a la satisfacción que esta causa a la persona. El placer está conformado por los deseos que consumen los pensamientos y comportamientos (síndrome de abstinencia) del adicto, y estos actúan en aquellas actividades diseñadas para conseguir la sensación o efecto deseado y para comprometerse en la actividad deseada (comportamientos adictivos).
Según la definición de la OMS, es necesario y esencial diferenciar los términos uso, abuso y dependencia:
Uso: Acción que se realiza habitualmente, pero en la que existe control por parte del sujeto. Abuso: Uso excesivo o inadecuado de una determinada acción. Dependencia: Acción efectuada en exceso, sin racionalización ni control de quien la ejerce.
La adicción a las redes sociales puede generar dependencia y restar libertad al estrechar el campo de conciencia y restringir la amplitud de intereses del individuo. Además, puede causar una interferencia grave en la vida cotidiana a nivel familiar, escolar, social o de salud, lo cual es un requisito necesario para definir una conducta como adictiva.
Los comportamientos se vuelven automáticos y emocionalmente activados, y los sujetos afectados tienen poco control cognitivo sobre el acierto o error de la decisión. La adicción a las redes sociales puede facilitar el aislamiento, el bajo rendimiento, el desinterés por otros temas, los cambios de conducta (como la irritabilidad), el sedentarismo e incluso la obesidad.
Lo que caracteriza a una adicción es la pérdida de control y la dependencia. Inicialmente, las conductas adictivas están controladas por reforzadores positivos (el aspecto placentero de la conducta en sí), pero terminan por ser controladas por reforzadores negativos, como el alivio de la tensión emocional.
Una persona normal puede realizar ciertas actividades por la utilidad o el placer de la conducta en sí misma, mientras que una persona adicta lo hace buscando el alivio del malestar emocional (aburrimiento, soledad, ira, nerviosismo, etc.). Esto constituye una dificultad mayor, ya que el individuo eventualmente valorará más los hechos emocionales ocurridos dentro de las redes sociales que las cosas de la vida real.
Algunas de las repercusiones psicológicas de la adicción a las redes sociales incluyen:
Ansiedad Depresión Pensamientos obsesivos sobre internet cuando no se está usando Estado de conciencia alterado Timidez y baja autoestima
La juventud es una etapa en la que las emociones cobran una especial relevancia, debido a los cambios físicos y psíquicos que experimentan los jóvenes. Aquí radica la importancia de la educación emocional: ser capaces de identificar las emociones para su correcta gestión, adquirir habilidades sociales, de vida y bienestar que ayuden a superar los retos que se presentan. Estas competencias básicas son fundamentales para gozar de una vida plena y evitar caer en las adicciones a las redes sociales, las cuales afectarían negativamente todo lo mencionado anteriormente.
El psicólogo Daniel Goleman subraya la importancia de que los niños aprendan a manejar sus emociones desde los primeros años, con el acompañamiento de sus padres y profesores. Esto les permite sentirse más confiados en su desempeño y habilidades, y ser capaces de superar las barreras que se les presentan a través del control emocional, evitando así ser tan vulnerables ante las redes sociales cuando lleguen a la etapa de la juventud.
La adicción a internet
La adicción a internet es un trastorno que se caracteriza por el uso excesivo y descontrolado de internet, lo que puede generar problemas en diferentes ámbitos de la vida de la persona. Algunas de las características de esta adicción incluyen:
Pérdida de control sobre el tiempo de uso de internet Descuido de otras actividades y responsabilidades Síntomas de abstinencia cuando se limita el acceso a internet Uso de internet como forma de evadir problemas o regular emociones
Diversos estudios han identificado algunos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar una adicción a internet, como:
Edad: los adolescentes y adultos jóvenes son más vulnerables Género: los hombres tienden a presentar mayores niveles de adicción Problemas emocionales: la depresión, ansiedad y baja autoestima se asocian con mayor riesgo Accesibilidad y disponibilidad de internet
La adicción a internet puede tener consecuencias negativas en la salud mental de las personas, como:
Alteraciones emocionales: aumento de ansiedad, depresión, irritabilidad
Problemas de atención y concentración Aislamiento social y dificultades en las relaciones interpersonales Descuido del autocuidado y la salud física
Existen diversas escalas y cuestionarios que permiten evaluar el nivel de adicción a internet, como la Escala para medir la adicción de estudiantes a las redes sociales. El tratamiento suele incluir terapia cognitivo-conductual, psicoeducación y, en casos severos, apoyo farmacológico.
Para prevenir y abordar la adicción a internet, se sugieren algunas estrategias:
Promover un uso equilibrado y saludable de las tecnologías Fomentar actividades y relaciones sociales fuera del entorno digital Desarrollar habilidades de autorregulación y manejo del tiempo Brindar educación y acompañamiento a padres, docentes y profesionales de la salud
Diversos estudios han explorado la adicción a internet y sus implicaciones. Algunos hallazgos relevantes incluyen:
Relación entre el uso problemático de internet y síntomas depresivos en universitarios Alteraciones en el funcionamiento cerebral asociadas al uso excesivo de redes sociales Diferencias generacionales y de género en el uso de internet y redes sociales
La adicción a internet es un fenómeno complejo que requiere una atención integral. Es importante comprender sus características, factores de riesgo y consecuencias, así como implementar estrategias de prevención y tratamiento efectivas.