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Equidad y facilitación en la prestación de salud mental en centros
comunitarios
Equity and facilitation in mental health provision in community
centers
Universidad Cesar Vallejo, Perú Resumen El objetivo de este artículo de revisión literaria es analizar cómo la equidad y la facilitación impactan en la prestación de servicios de salud mental en centros comunitarios, identificando las principales barreras y oportunidades para mejorar la equidad y la facilitación, en donde se buscará evaluar estrategias efectivas que puedan ser implementadas para superar desafíos sistémicos en los centros comunitarios, analizando como los países de ingresos bajos y medios han podido mejorar su calidad de servicio, mejorando el acceso de los servicios de salud mental La revisión utilizó la metodología PRISMA-ScR para abordar la terminología y los aspectos esenciales de los estudios incluidos. Se aplicaron operadores booleanos en diversas bases de datos para seleccionar estudios que se centraran en la equidad y la facilitación en la prestación de salud mental en centros comunitarios, para ello se analizaron. La investigación identificó varias barreras y facilitadores clave para la equidad en salud mental entre las barreras se encuentran factores culturales como el estigma y barreras idiomáticas, logísticos como la corrupción y falta de personal calificado, y financieros como la insuficiencia de recursos y la dependencia de financiamiento externo. Los facilitadores incluyeron la integración de los servicios de salud mental con la salud comunitaria general, la motivación personal y comunitaria para participar en intervenciones, y el uso de la telepsiquiatría para mejorar el acceso. Concluyendo que la equidad en la salud mental requiere una combinación de estrategias políticas, educativas y colaborativas, un aumento del financiamiento, la mejora en la capacitación del personal de salud, y la implementación de tecnologías como la telepsiquiatría son cruciales para superar las barreras existentes y mejorar el acceso y la calidad de los servicios de salud mental en comunidades desatendidas. Palabras clave: Equidad, barreras, facilitadores, telepsiquiatria, salud mental. Abstract The objective of this literature review article is to analyze how equity and facilitation impact the provision of mental health services in community centers, identifying the main barriers and opportunities to improve equity and facilitation, where we will seek to evaluate effective strategies. that can be implemented to overcome systemic challenges in community centers, analyzing how low- and middle-income countries have been able to improve their quality of service, improving access to mental health services. The review used the PRISMA-ScR methodology to address the terminology and essential aspects of the included studies. Boolean operators were applied to various databases to select studies that will focus on equity and facilitation in the provision of mental health in community centers and were analyzed. The research identified several key barriers and facilitators to mental health equity. Barriers include cultural factors such as stigma and language barriers, logistical factors such as corruption and lack of qualified personnel, and financial factors such as insufficient resources and dependence on external financing. Facilitators include the integration of mental health services with general community health, personal and community motivation to participate in interventions, and the use of telepsychiatry to improve access. The study suggests that improving mental health equity requires a combination of policy, educational, and collaborative strategies. Increased funding, improved training of health personnel, and implementation of technologies such as telepsychiatry are crucial to overcoming existing barriers and improving access and quality of mental health services in underserved communities. Keywords: Equity, barriers, facilitators, telepsychiatry, mental health.
1. Introducción La provisión de servicios de salud mental aún enfrenta un déficit significativo de recursos, especialmente en cuanto a personal se llega a referir. La discapacidad psicosocial constituye un tercio de todas las discapacidades a nivel mundial, pero el 70% de las personas con trastornos mentales no tienen acceso a un cuidado de salud de adecuada calidad [1, 2]. En la mayoría de los casos, quienes sufren de trastornos mentales habitan en países de bajos y medianos ingresos, donde, antes de la pandemia de COVID, el gasto en salud mental era menor a COP 0,25 por persona al año [3]. Estudios han indicado que la dotación de recursos en los servicios de salud mental impacta los resultados en cuanto a la integración y funcionamiento social de los individuos [4, 5]. Muchos informes han resaltado la importancia de mejorar no solo la cantidad, sino también la calidad del personal en los servicios de salud mental [6, 7]. Además, algunas investigaciones han mostrado que es posible mejorar la sensibilidad del personal hacia los derechos de los usuarios, obteniendo resultados positivos [8, 9]. Este aspecto es también crucial en lo que respecta a las obligaciones institucionales, ya que conforme al artículo 13 de la CDPD, se debe fomentar la formación de los profesionales y personal que atienden a personas con discapacidad, "para proporcionar de mejor manera la ayuda y los servicios garantizados por esos derechos" [10, 11]. Frente a los retos descritos en varios informes sobre violaciones de derechos humanos en el ámbito de la salud mental, OMS ha iniciado el proyecto QualityRights [12], este programa propone un enfoque combinado que incluye estrategias de arriba hacia abajo (cambiar políticas, apoyar y formar asociaciones de usuarios) y de abajo hacia arriba (aumentar las competencias de los profesionales de salud mental y sensibilizar a los usuarios acerca de sus derechos) [13]. En la última década, a nivel mundial, los trastornos mentales escalaron de la novena a la tercera posición como causa de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD), ubicándose solo detrás de trastornos cardiovasculares y neoplasias. Los trastornos representan el 7,5% de los AVAD, con un aumento anual del 0,5% en los últimos veinte años. A pesar del crecimiento en la disponibilidad de servicios de salud mental, se estima que una gran proporción de la población sigue sin acceso adecuado a estos servicios. Además, aunque el acceso es crucial, no necesariamente garantiza la calidad de la atención. Se estima que solo una fracción de las personas que reciben atención cumple con los estándares básicos de calidad, y un porcentaje aún menor reportó sentirse ayudado por el primer profesional que los atendió. Los datos subrayan la necesidad urgente de abordar la brecha en la crisis de salud mental, examinando la estructura del sistema, sus políticas y la calidad de los servicios prestados. Este
Se utilizó operadores booleanos adaptados a cada base de datos, concretamente: "AND", "or", "OR". En donde se tomó en cuenta términos de ayuda "mental health" or " Equity") AND ("Public institutions" or " facilitation mental health", “mental health in community”. El análisis implicó: (1) extraer y organizar datos de casos únicos y (2) triangular y sintetizar datos para comprender métodos comunes, innovaciones recíprocas y necesidades y activos en todos los casos. El procedimiento de análisis comprendió varias etapas. Inicialmente, se realizó una revisión exhaustiva de todos los documentos, registrando observaciones sobre cuestiones y temas iniciales. Posteriormente, se procedió a la extracción de información de las fuentes, colocándola en una tabla estructurada por ubicaciones dentro del estudio. Esta tabla abarcaba aspectos como el entorno, la población de pacientes, el diseño evaluativo, las intervenciones realizadas, los resultados obtenidos, los colaboradores involucrados y los marcos o enfoques teóricos aplicados. A lo largo de este proceso y una vez concluida la extracción de datos, se identificaron, documentaron y resumieron patrones de aprendizaje conjunto e innovaciones, como métodos e intervenciones específicas. En tercer lugar, revisó todos los resúmenes y contenido obteniendo la tabla 1 Informes de estudios incluidos. 20 Identificación Incluidos Registros identificados de: Bases de datos Scopus(n = 896) Springer Link (n =222) Sicelo(n=130) Wos (n=150) Registros duplicados eliminados (n =495) Registros marcados como no elegibles por herramientas de automatización (n =256) Registros eliminados por pasado la fecha de 2019-2024 (n =356) Registros examinados (n = 1398) Registros excluidos* (n = 1107) Informes evaluados para determinar la elegibilidad (= 291) Informes excluidos: Razón 1 después de leer título y resumen (n =180) Razón 2 despues de leer contenido (n = 91) ado Identificación de estudios a través de bases de datos y registros.
3. Resultados Tabla 1. Descripción de factores que influyen en la equidad de salud mental en centros comunitarios Categorías Indicadores Descripción Daños Estrategias Factores culturales Barreras idiomáticas Estigma familiar Falta de concientización
- Dificultad de expresión sobre problemas de salud mental debido a barreras idiomáticas.
- Estigma significativo que lleva a ocultar enfermedades mentales dentro de las familias
- Conocimiento limitado sobre salud mental entre profesionales de salud.
- Crecimiento de enfermedades mentales. Para mitigar las dificultades los estudios reflejaron que se debe generar estrategias de: Educación y sensibilización Capacitación profesional Involucrar lideres comunitarios Logística Corrupción gubernamental Falta de personal calificado infraestructura
- Problemas con la cooperación de gobiernos locales que pueden ser corruptos.
- Falta de capacitación en salud mental para profesionales en entornos comunitarios
- Dificultades de acceso a intervenciones debido a barreras de transporte y recursos financieros insuficientes.
- Corrupción en niveles locales hasta federales.
- Falta de fondos para transporte en comunidades pobres limita el acceso a los servicios. Establecer mecanismos de transparencia Mejorar transporte Colaboración con ONGS Financiamiento Fondos insuficientes Discrepancia de financiamiento entre regiones Dependencia de financiamiento externo Escasez de recursos económicos asignados a salud mental. Diferencias en la cantidad de recursos financieros destinados a la salud mental entre diferentes áreas geográficas. Alta dependencia de fuentes de financiamiento externas, como donaciones o subsidios.
- Servicios de salud mental financiados con fondos limitados. -Variabilidad en la calidad de servicios entre regiones. Inestabilidad en programas de salud mental debido a financiamiento externo volátil.
- Aumentar y estabilizar el financiamiento público para salud mental Implementar políticas para igualar el financiamiento en todas las regiones. -Buscar fuentes de financiamiento más estables y sostenibles. Fuente: Elaboración propia Tabla 2. Descripción de facilitadoras en la salud mental en centros comunitarios
4. Discusión La discusión sobre los desafíos en salud mental en contextos de recursos limitados debe abordar integralmente los factores culturales, logísticos y financieros que impactan directamente la eficacia y accesibilidad de las intervenciones. Estos factores son fundamentales para comprender las barreras y oportunidades en la implementación y mejora de los servicios de salud mental a nivel comunitario. Factores Culturales Los factores culturales representan un obstáculo significativo en muchos países de ingresos bajos y medianos. La falta de un lenguaje adecuado para discutir y expresar problemas de salud mental, combinada con un profundo estigma social, resulta en que las condiciones como la demencia a menudo se oculten dentro de las familias, este estigma no solo impide que las personas busquen ayuda, sino que también fomenta un ambiente donde la salud mental no se trata como una prioridad. Además, se observa que los profesionales de la salud a menudo carecen de la capacitación necesaria para manejar adecuadamente estos problemas, exacerbando la falta de servicios competentes y conscientes culturalmente. Para combatir estos desafíos, es esencial implementar estrategias como la educación y sensibilización comunitaria, capacitación profesional continua, e involucrar a líderes comunitarios en la promoción de la salud mental [20-22]. Factores Logístico Los expertos señalaron muchas barreras logísticas diferentes. En términos generales, estas podrían clasificarse en barreras para la implementación de la intervención y barreras para que los usuarios del servicio accedan a la intervención. En relación con lo primero, diversos expertos expresaron preocupaciones respecto a la participación de gobiernos locales en las intervenciones de salud mental, sugiriendo que pueden presentar problemas de corrupción y ser complicados de manejar. Aunque muchos de ellos destacaron las ventajas de incluir a autoridades locales como los alcaldes para fortalecer la legitimidad de las intervenciones de salud mental en sus comunidades, también se refirieron a numerosos casos de corrupción que abarcan desde el nivel local hasta el federal [23-24]. Las intervenciones deben diseñarse con un entendimiento claro de estas limitaciones logísticas y buscar colaboraciones con ONGs y otros socios para mejorar el transporte y crear mecanismos de transparencia que aseguren la correcta utilización de los recursos [21]. En cuanto al acceso a la intervención, se deben tener en cuenta diversas barreras logísticas. Varios expertos han destacado la problemática del transporte, especialmente porque muchos usuarios de servicios en comunidades de bajos ingresos podrían no contar con los recursos económicos necesarios para pagar o disponer de transporte propio para acceder al programa o atención ofrecida. Esto, a su vez, influye en las decisiones relacionadas con la ubicación y el entorno donde se lleva a cabo la intervención [25 y 26]. Financiamiento El financiamiento es quizás el pilar más crítico y también el más desafiante. La escasez de recursos económicos asignados a la salud mental, las grandes discrepancias en la distribución de estos recursos entre regiones, y una alta dependencia de financiamiento externo son problemas persistentes que comprometen la sostenibilidad de los programas de salud mental. Para abordar esto, es necesario
aumentar y estabilizar el financiamiento público, implementar políticas que aseguren una distribución equitativa de los recursos y buscar fuentes de financiamiento más estables y sostenibles [27-29]. En cuanto a los facilitadores para una salud mental en centros comunitarios Integración en los servicios de salud existentes. De acuerdo con los especialistas, una estrategia efectiva para mejorar tanto la sostenibilidad como la implementación inmediata de la intervención consiste en integrarla dentro de la infraestructura de los servicios de salud ya existentes, esto incluye la contratación de personal local que, aunque pueda estar menos cualificado, puede llevar a cabo las intervenciones con la supervisión de un número reducido de profesionales altamente calificados. Una función típica en este modelo es la de los trabajadores sanitarios comunitarios (TSC), una táctica que ha sido empleada en los estudios de muchos expertos. La integración de estas intervenciones en estructuras existentes también puede ofrecer beneficios fiscales al aprovechar los recursos y activos disponibles [30-31]. Trabajar con personal ya conocido por la comunidad y proporcionarles formación adicional ofrece beneficios adicionales, ya que la familiaridad del personal con la comunidad local fomenta la confianza y participación en la intervención. A su vez, el personal conoce a los individuos de la comunidad y puede identificar a aquellos que más se beneficiarían de las intervenciones propuestas. De lo contrario, puede llevar mucho tiempo establecer esta relación, especialmente con un nuevo tipo de tratamiento (la intervención), con el que el grupo participante potencial no se ha involucrado antes. Por lo tanto, involucrar a los profesionales de atención médica existentes permite una aceptación y ejecución más sencilla de la intervención. Otra ventaja de utilizar profesionales de salud ya establecidos es la posibilidad de ofrecerles formación en salud mental y elevar la conciencia sobre este tema dentro del personal existente. Estos recursos formativos también pueden extenderse a otros trabajadores sanitarios que no estén directamente involucrados en la intervención, ampliando así la capacidad general del personal [32-33]. Motivación personal Para fomentar una aceptación sostenida de la intervención y minimizar las tasas de abandono, los especialistas enfatizaron la importancia de atender la motivación personal de los involucrados. La intervención no solo debe cumplir con las necesidades de la comunidad local, sino que también debe ser receptiva a las aspiraciones del público objetivo, ofreciendo autonomía y diversas opciones a los beneficiarios. Esto incluye comprender estas motivaciones tanto durante la participación del público como de las partes interesadas en el proceso de desarrollo y codesarrollar la intervención de modo que se comprendan y mejoren las motivaciones para involucrarse más socialmente, mejorar el bienestar personal o simplemente participar en una actividad comunitaria [34-35]. Adaptar las intervenciones para alinearlas con las necesidades y motivaciones individuales de los participantes puede incluir proporcionar diversas opciones o módulos en los cuales involucrarse. Según indica un experto, aunque los módulos pueden ser predefinidos mediante la
los profesionales, sino que también contribuye a la reducción de prejuicios y estigmas asociados con los trastornos mentales, promoviendo un entorno de atención más inclusivo y respetuoso. La incorporación de métodos interdisciplinarios en la provisión de servicios de salud mental en centros comunitarios puede mejorar notablemente la efectividad del tratamiento. Colaborar con profesionales de diversas disciplinas, como trabajadores sociales, educadores y médicos, permite abordar los problemas de salud mental desde múltiples perspectivas, proporcionando así un tratamiento más completo y adaptado a las necesidades individuales de los pacientes.
Referencia
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