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Proceso por el cual se cicatrizan las heridas, Resúmenes de Cirugía General

Proceso mediante el cual el autor Abel describe todo lo que tiene que ver con heridas

Tipo: Resúmenes

2024/2025

Subido el 27/06/2025

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HERIDAS – ARCHUNDIA
El proceso por el cual las heridas llegan a sanar es el fundamento primario de la
cirugía, puesto que el cirujano siempre espera una cicatriz sana después de su
intervención y los tejidos vivos están expuestos a sufrir diversos tipos de lesiones que
son objeto de su atención desde épocas inmemoriales, por tanto, se estudia su
evolución natural y se señalan los mediadores químicos o moleculares que intervienen
en la curación. Es pertinente aclarar que en la literatura inglesa se usa el término
wound healing para mencionar el proceso por el cual una lesión sana, pero no tiene
una traducción precisa al español, circunstancia que ha generado confusiones, puesto
que para el lector de habla hispana la cicatriz sólo es una señal que queda de una
herida y así lo dicen los diccionarios en español, de modo que el término
“cicatrización” no define el amplio concepto del fenómeno aquí tratado. Aquí se
destaca el carácter evolutivo y la importancia de la investigación básica como apoyo a
la práctica de la cirugía; por fortuna, la brecha que existió entre la investigación básica
y clínica se ha reducido en los últimos años.
Los daños que llegan a sufrir los tejidos como consecuencia de agresiones físicas,
químicas o biológicas, reciben el nombre genérico de lesiones. Las lesiones presentan
alteraciones más o menos profundas de la forma y función de los tejidos y órganos,
que varían según el tipo de agente agresor, la magnitud del daño y la naturaleza del
tejido o de los tejidos que resultaron afectados. Las heridas son lesiones ocasionadas
por traumatismo mecánico en las que se observa rotura o interrupción de la
continuidad de los tejidos blandos, y cuando el tejido lesionado es rígido o semirrígido,
a la solución de la continuidad se le conoce como fractura.
El conocimiento de la evolución de las heridas y de las fracturas es una de las bases
teóricas más importantes en la educación médica, y dado que los mecanismos
biológicos que hacen sanar las heridas son los mismos que conducen a la curación de
las lesiones de origen químico o biológico en los diversos órganos y tejidos, el
conocimiento del proceso es uno de los cimientos de la medicina contemporánea y
objeto obligatorio de estudio en los primeros semestres de todas las carreras de las
ciencias de la salud.
A pesar de la gran cantidad de información acumulada y de los espectaculares avances
en la biología celular y molecular, aún se sabe poco acerca de los mecanismos que
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¡Descarga Proceso por el cual se cicatrizan las heridas y más Resúmenes en PDF de Cirugía General solo en Docsity!

HERIDAS – ARCHUNDIA

El proceso por el cual las heridas llegan a sanar es el fundamento primario de la cirugía, puesto que el cirujano siempre espera una cicatriz sana después de su intervención y los tejidos vivos están expuestos a sufrir diversos tipos de lesiones que son objeto de su atención desde épocas inmemoriales, por tanto, se estudia su evolución natural y se señalan los mediadores químicos o moleculares que intervienen en la curación. Es pertinente aclarar que en la literatura inglesa se usa el término wound healing para mencionar el proceso por el cual una lesión sana, pero no tiene una traducción precisa al español, circunstancia que ha generado confusiones, puesto que para el lector de habla hispana la cicatriz sólo es una señal que queda de una herida y así lo dicen los diccionarios en español, de modo que el término “cicatrización” no define el amplio concepto del fenómeno aquí tratado. Aquí se destaca el carácter evolutivo y la importancia de la investigación básica como apoyo a la práctica de la cirugía; por fortuna, la brecha que existió entre la investigación básica y clínica se ha reducido en los últimos años. Los daños que llegan a sufrir los tejidos como consecuencia de agresiones físicas, químicas o biológicas, reciben el nombre genérico de lesiones. Las lesiones presentan alteraciones más o menos profundas de la forma y función de los tejidos y órganos, que varían según el tipo de agente agresor, la magnitud del daño y la naturaleza del tejido o de los tejidos que resultaron afectados. Las heridas son lesiones ocasionadas por traumatismo mecánico en las que se observa rotura o interrupción de la continuidad de los tejidos blandos, y cuando el tejido lesionado es rígido o semirrígido, a la solución de la continuidad se le conoce como fractura. El conocimiento de la evolución de las heridas y de las fracturas es una de las bases teóricas más importantes en la educación médica, y dado que los mecanismos biológicos que hacen sanar las heridas son los mismos que conducen a la curación de las lesiones de origen químico o biológico en los diversos órganos y tejidos, el conocimiento del proceso es uno de los cimientos de la medicina contemporánea y objeto obligatorio de estudio en los primeros semestres de todas las carreras de las ciencias de la salud. A pesar de la gran cantidad de información acumulada y de los espectaculares avances en la biología celular y molecular, aún se sabe poco acerca de los mecanismos que

regulan el proceso de la cicatrización, al grado de que, con los recursos actuales, el cirujano se limita a no interferir y, en el mejor de los casos, a favorecer el proceso biológico que hace sanar las heridas sin que se conozca hasta el momento cómo regular su evolución. Para el cirujano, la herida que atiende llega a sanar en un proceso continuo y predecible, que finaliza cuando la lesión “cicatriza” y significa que se restableció la integridad física. En la investigación básica se considera el mismo proceso como una cascada armónica de hechos fisiológicos, a menudo difíciles de relacionar entre sí, que culmina con la creación de un nuevo órgano, la cicatriz, la cual evoluciona con el tiempo y continuará siendo objeto de estudio. En realidad, no existe ninguna incongruencia en estos dos puntos de vista, puesto que cirujano y paciente observan efectos macroscópicos de un fenómeno biológico, en tanto que el investigador básico estudia los hechos que ocurren a nivel microscópico y molecular. El objetivo de este apartado es despertar el interés del estudiante para que su formación sea el resultado de la fusión de estos dos puntos de vista y que estén presentes en la esencia de todo aquel que se relacione con la cirugía, de modo que el cirujano tenga criterio de investigador para beneficio de los pacientes que atiende. Schwartz y colaboradores plantean seis puntos fundamentales para la comprensión clínica de la cicatrización de las heridas:

  1. La cicatrización de una herida es una cascada celular compleja que resulta en la restitución funcional del tejido lesionado.
  2. Es un proceso bien organizado que involucra una compleja interacción entre mediadores químicos, células y la matriz extracelular.
  3. En general, puede dividirse en etapas: inflamación, migración celular, proliferación, depósito de matriz y remodelación.
  4. Factores locales, sistémicos y técnicos pueden afectar adversamente cada fase del proceso de cicatrización.
  5. Una apropiada evaluación del paciente y el uso de técnicas quirúrgicas correctas son esenciales para el resultado óptimo.
  6. La cicatrización anormal de heridas puede ser resultado de defectos genéticos, de la técnica quirúrgica, de factores sistémicos, o bien una combinación de éstos. El proceso normal de cicatrización representa un excelente ejemplo de cómo células específicas se reclutan en un sitio particular del organismo para llevar a cabo funciones especializadas. A partir de este proceso, se genera una matriz extracelular temporal que evoluciona y se reorganiza durante el proceso para formar una cicatriz madura. En
  • Tipo III: Herida contaminada
  • Tipo IV: Herida sucia o infectada En heridas tipo I, es razonable un cierre primario con mínima manipulación. En heridas tipo II y III, se recomienda observar y valorar si es posible el cierre primario retardado o cierre secundario. Las heridas tipo IV deben ser desbridadas y mantenerse abiertas hasta el control completo de la infección. La correcta atención de las heridas comienza por una valoración general del paciente y de la herida. Esto incluye la identificación de factores sistémicos que puedan interferir en la cicatrización como diabetes, desnutrición, uso de esteroides, inmunosupresión, etc. Además, factores locales como isquemia, cuerpos extraños, necrosis, infección, hematomas, entre otros, deben ser corregidos. En todos los casos, la herida debe ser irrigada adecuadamente con solución estéril, evitando el uso de antisépticos en su interior por el riesgo de daño celular. En las heridas abiertas crónicas, es decir, aquellas que no evolucionan hacia la curación en el tiempo previsto, se presume un bloqueo del proceso normal de cicatrización. Esto puede ser originado por causas generales (como inmunosupresión, diabetes mellitus, desnutrición, cáncer, etc.) o por causas locales (isquemia, infección, necrosis, cuerpos extraños). En estos casos, debe buscarse la causa y corregirse antes de intentar cerrar la herida. La práctica ha demostrado que es inútil cerrar una herida si previamente no se han eliminado los factores que impiden su cicatrización. Para eliminar los factores locales negativos, se realiza un procedimiento conocido como desbridación, que puede ser de tres tipos:
  • Quirúrgica: por corte directo del tejido desvitalizado. Es rápida, precisa y controlada, pero requiere de un profesional entrenado.
  • Autolítica: emplea apósitos interactivos (como los hidrocoloides) que estimulan la acción enzimática natural para eliminar el tejido necrótico. Es un proceso más lento, pero indoloro y puede ser realizado por el propio paciente.
  • Biológica: utiliza larvas de mosca esterilizadas (como Lucilia sericata) que digieren selectivamente el tejido muerto sin dañar el tejido sano. Este método ha sido rescatado recientemente ante la aparición de bacterias multirresistentes como Staphylococcus aureus. Una vez preparada la herida, debe cubrirse adecuadamente. Durante mucho tiempo se utilizó la cura seca, con apósitos estériles absorbentes fijados con tela adhesiva.

Actualmente, se ha difundido el uso de curaciones oclusivas, también llamadas interactivas o húmedas, que mantienen la herida en un ambiente húmedo, lo cual estimula la migración celular y la formación de matriz extracelular. Estas curaciones también protegen de agentes ambientales y bacterias, controlan el edema y disminuyen el dolor. Sin embargo, estudios bien diseñados no han demostrado que aceleren significativamente el proceso de cicatrización en comparación con la cura tradicional. Existen múltiples productos para cobertura, como apósitos de hidrocoloide, hidrogeles, espumas de poliuretano, películas adhesivas semipermeables, entre otros. Su elección debe basarse en las características específicas de la herida y las condiciones del paciente, más que en la publicidad del fabricante. La hemostasia es otra de las bases técnicas de la cirugía. Se define como el conjunto de procedimientos que permiten evitar o controlar la pérdida sanguínea durante una intervención. En cirugía, la hemostasia puede ser temporal o definitiva. La hemostasia fisiológica ocurre espontáneamente gracias a:

  • Contracción del músculo liso vascular.
  • Agregación plaquetaria.
  • Formación de fibrina. La hemostasia temporal en cirugía incluye:
  • Presión digital.
  • Uso de compresas.
  • Pinzas hemostáticas.
  • Torniquetes o manguitos neumáticos.
  • Taponamiento con gasas o dispositivos (como balón de Sengstaken- Blakemore).
  • Empleo de frío local (vasoconstricción). La hemostasia definitiva se logra mediante:
  • Ligadura de vasos con hilos absorbibles o inabsorbibles.
  • Transfijación, cuando se rodea un vaso o tejido sangrante con una sutura a través del mismo.
  • Reconstrucción vascular, mediante sutura directa del vaso (arteriorrafia o venorrafia).
  • Grapas metálicas, empleadas en procedimientos laparoscópicos o cirugía
  • Tijeras Iris: muy pequeñas y delicadas, se usan en cirugía oftálmica y microcirugía. En la práctica quirúrgica actual también se utilizan dispositivos energéticos avanzados como el bisturí eléctrico (monopolar o bipolar), que permite corte y coagulación, pero debe emplearse con precaución para evitar daño térmico innecesario. El bisturí armónico, que usa vibración ultrasónica, ha demostrado ser menos traumático, ideal para tejidos delicados o cirugía laparoscópica. El cierre de la herida se realiza en varios planos, utilizando diferentes tipos de material de sutura, absorbibles o inabsorbibles, según el tejido y el tiempo de cicatrización esperado. La tendencia actual favorece el uso de materiales absorbibles y de bajo calibre, para reducir la reacción inflamatoria y mejorar el resultado estético. Debe evitarse el uso de hilos trenzados en heridas contaminadas, ya que pueden alojar bacterias en sus intersticios. En el cierre de piel se prefiere el uso de hilos monofilamento o incluso sutura intradérmica con hilo absorbible, especialmente en niños, para evitar la necesidad de retiro de puntos. En la fase postoperatoria, se recomienda cubrir la herida con un apósito estéril durante al menos 48 horas. Las curaciones posteriores deben ser lo menos traumáticas posible. La irrigación con solución salina estéril suele ser suficiente, evitando el uso rutinario de antisépticos fuertes como el yodo povidona o el peróxido de hidrógeno, ya que pueden retardar la cicatrización por su efecto citotóxico. En cirugía menor, muchas heridas pueden manejarse de forma ambulatoria, con instrucciones claras al paciente sobre signos de alarma como enrojecimiento, dolor creciente, fiebre o secreción purulenta. Finalmente, es fundamental familiarizarse con la nomenclatura quirúrgica, especialmente los sufijos que indican el tipo de procedimiento:
  • -tomía: corte o apertura de un órgano (ej. traqueotomía).
  • -ectomía: extirpación total o parcial (ej. apendicectomía).
  • -rafia: sutura de un órgano o estructura (ej. herniorrafia).
  • -plastia: reconstrucción o remodelación (ej. rinoplastia).
  • -ostomía: abocamiento de un órgano a la piel (ej. colostomía).
  • -pexia: fijación de un órgano (ej. orquidopexia).
  • -centesis: punción para extraer líquido (ej. toracocentesis).
  • -scopía: visualización con instrumento óptico (ej. laparoscopía). Otros términos comunes incluyen:
  • Injerto: trasplante de tejidos.
  • Biopsia: obtención de tejido para estudio.
  • Amputación: resección de una extremidad.
  • Anastomosis: unión de dos estructuras tubulares.
  • Plicatura: pliegue o refuerzo de tejido.
  • Trepanación: apertura de cavidad ósea (como el cráneo).