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La participación finlandesa en la Primera Guerra Mundial: un análisis detallado, Guías, Proyectos, Investigaciones de Historia antigua

Una profunda investigación sobre la cooperación finlandesa durante la primera guerra mundial, explorando el papel de los jägers finlandeses en la guerra civil finlandesa y en la gran guerra, así como el número de soldados que lucharon en el frente oriental y en los frentes de la guerra civil finlandesa. Además, se incluyen referencias a varios libros y artículos que abordan aspectos clave de la primera guerra mundial, como la declaración de guerra, el precio de la gloria en verdún, la historia de la primera guerra mundial, la batalla del atlántico, la declinación de la unión, los juicios de núremberg y muchos otros. El documento también incluye información sobre la epidemia de tifus entre los soldados serbios y la muerte de millones de personas durante los años 1918-1922.

Tipo: Guías, Proyectos, Investigaciones

2018/2019

Subido el 22/02/2024

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21/02/24, 23:50Primera Guerra Mundial - Wikipedia, la enciclopedia libre
Página 1 de 83https://es.wikipedia.org/wiki/Primera_Guerra_Mundial
Primera Guerra Mundial
Parte de la Edad Contemporánea
De izquierda a derecha y de arriba a abajo:
Soldados australianos en 1917 durante la tercera
batalla de Ypres. El osario de Douaumont,
cementerio para soldados caídos en Verdún.
Aviones alemanes Albatros D.III en Francia, 1917.
Soldados rusos en Petrogrado durante la
Revolución de Febrero. Dos soldados británicos
con máscaras antigás y una ametralladora Vickers
en la batalla del Somme de 1916. Trinchera
alemana conquistada por los aliados en el Somme.
Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra Mundial, también llamada la
Gran Guerra,b fue un conflicto militar de carácter
mundial, aunque centrado en Europa, que empezó
el 28 de julio de 1914 y finalizó el 11 de noviembre de
1918, cuando Alemania aceptó las condiciones del
armisticio.
Recibió el calificativo de «mundial» porque se
vieron involucradas todas las grandes potencias
industriales y militares de la época, divididas en dos
alianzas.20 Por un lado, la Triple Alianza formada
por las Potencias Centrales: el Imperio alemán y
Austria-Hungría. Italia, que había sido miembro de
la Triple Alianza junto a Alemania y Austria-
Hungría, no se unió a las Potencias Centrales, pues
Austria, en contra de los términos pactados, fue la
nación agresora que desencadenó el conflicto.21 Por
otro lado se encontraba la Triple Entente, formada
por el Reino Unido, Francia y el Imperio ruso.
Ambas alianzas sufrieron cambios y fueron varias
las naciones que acabarían ingresando en las filas de
uno u otro bando según avanzaba la guerra: Italia, el
Imperio del Japón y Estados Unidos se unieron a la
Triple Entente, mientras el Imperio otomano y el
Reino de Bulgaria se unieron a las Potencias
Centrales. Más de 70 millones de militares, de los
cuales 60 millones eran europeos, se movilizaron y
combatieron en la entonces guerra más grande de la
historia.22 23
Hasta antes del comienzo de la Segunda Guerra
Mundial, esta guerra era llamada «Gran Guerra» o
«Guerra Mundial»,24 25 26 expresión esta última
que en Alemania comenzó a utilizarse desde su
comienzo (Weltkrieg), aunque solo se generalizó en
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(World War) en la década de 1930, mientras que en
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¡Descarga La participación finlandesa en la Primera Guerra Mundial: un análisis detallado y más Guías, Proyectos, Investigaciones en PDF de Historia antigua solo en Docsity!

Primera Guerra Mundial

Parte de la Edad Contemporánea De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Soldados australianos en 1917 durante la tercera batalla de Ypres. El osario de Douaumont, cementerio para soldados caídos en Verdún. Aviones alemanes Albatros D.III en Francia, 1917. Soldados rusos en Petrogrado durante la Revolución de Febrero. Dos soldados británicos con máscaras antigás y una ametralladora Vickers en la batalla del Somme de 1916. Trinchera alemana conquistada por los aliados en el Somme.

Primera Guerra Mundial

La Primera Guerra Mundial , también llamada la Gran Guerra ,b^ fue un conflicto militar de carácter mundial, aunque centrado en Europa, que empezó el 28 de julio de 1914 y finalizó el 11 de noviembre de 1918, cuando Alemania aceptó las condiciones del armisticio. Recibió el calificativo de «mundial» porque se vieron involucradas todas las grandes potencias industriales y militares de la época, divididas en dos alianzas.^20 Por un lado, la Triple Alianza formada por las Potencias Centrales: el Imperio alemán y Austria-Hungría. Italia, que había sido miembro de la Triple Alianza junto a Alemania y Austria- Hungría, no se unió a las Potencias Centrales, pues Austria, en contra de los términos pactados, fue la nación agresora que desencadenó el conflicto.^21 Por otro lado se encontraba la Triple Entente, formada por el Reino Unido, Francia y el Imperio ruso. Ambas alianzas sufrieron cambios y fueron varias las naciones que acabarían ingresando en las filas de uno u otro bando según avanzaba la guerra: Italia, el Imperio del Japón y Estados Unidos se unieron a la Triple Entente, mientras el Imperio otomano y el Reino de Bulgaria se unieron a las Potencias Centrales. Más de 70 millones de militares, de los cuales 60 millones eran europeos, se movilizaron y combatieron en la entonces guerra más grande de la historia.^22 Hasta antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, esta guerra era llamada «Gran Guerra» o « Guerra Mundial »,^24 25 26 expresión esta última que en Alemania comenzó a utilizarse desde su comienzo ( Weltkrieg ), aunque solo se generalizó en Francia ( Guerre Mondiale ) y en el Reino Unido ( World War ) en la década de 1930, mientras que en

[mostrar] Mapa de Europa con las Alianzas y sus beligerantes de 1914- Fecha 28 de julio de 1914-11 de noviembre de 1918 (4 años, 3 meses y 14 días) Lugar Europa, África, Oriente Medio y brevemente en China, las costas de América y las telas del océano Pacífico Casus belli Asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo el 28 de junio de 1914, declaración de guerra por parte del Imperio austrohúngaro a Serbia, y movilización rusa contra el Imperio austrohúngaro el 29 de julio. Resultado Tratados de paz Consecuencias Disolución de los imperios alemán, austrohúngaro, otomano y ruso. Inicio de la Revolución rusa y la Guerra civil rusa, el colapso del Imperio ruso y la formación de la Unión Soviética Creación de la Sociedad de Naciones (más...) Estados Unidos la denominación se impuso a partir de su intervención en 1917,^27 ya que allí se la conocía como «Guerra Europea».^28 Aunque el imperialismo que venían desarrollando desde hacía décadas las potencias involucradas fue la principal causa subyacente, el detonante del conflicto se produjo el 28 de junio de 1914 en Sarajevo (Bosnia) con el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria,^29 30 a manos de Gavrilo Princip, un joven nacionalista serbio.^31 Este suceso desató una crisis diplomática cuando Austria-Hungría dio un ultimátum al Reino de Serbia y se invocaron las distintas alianzas internacionales forjadas a lo largo de las décadas anteriores. En pocas semanas, todas las grandes potencias europeas estaban en guerra y el conflicto se extendió a muchas otras áreas geográficas. El 28 de julio, los austrohúngaros iniciaron las hostilidades con el intento de invasión de Serbia.^33 34 Mientras Rusia se movilizaba, Alemania invadió Bélgica (que se había declarado neutral) y Luxemburgo en su camino a Francia. La violación de la soberanía belga llevó al Reino Unido a declarar la guerra a Alemania. Los alemanes fueron detenidos por los franceses a pocos kilómetros de París, y se inició una guerra de desgaste donde las líneas de trincheras apenas sufrirían variación alguna hasta 1917. Este frente es conocido como frente occidental. En el frente oriental, el ejército ruso logró algunas victorias frente a los austrohúngaros, pero fueron detenidos por los alemanes en su intento de invadir Prusia Oriental. En noviembre de 1914, el Imperio otomano entró en la guerra, lo que significó la apertura de distintos frentes en el Cáucaso, Mesopotamia y en la península del Sinaí. Italia y Bulgaria se unieron a la guerra en 1915, Rumanía en 1916 y los Estados Unidos en 1917. Tras años de relativo estancamiento, la guerra empezó su desenlace en marzo de 1917 con la caída del gobierno ruso tras la Revolución de Febrero y la

[mostrar] [mostrar] [mostrar] [mostrar] [mostrar] [mostrar] [mostrar] [mostrar] (1918) Ducado de Curlandia y Semigalia (1918) República del Don (1918) República de las Montañas del Cáucaso Septentrional (1918) Gobierno Regional de Crimea (1918) República Popular de Kubán (1918) ... y otros Argelia francesa Protectorado francés de Túnez Protectorado francés de Marruecos Reino de Nepal República de China (1917-1918) Dominio de Terranova Néyed y Hasa (1915-1918) Siam (1917-1918) Jeque de Kuwait^3 Asir (1915-1918) ... y otros Figuras políticas Ver Ver Nicolás I Comandantes Ver Ver Panagiotis Danglis Fuerzas en combate Ver Ver Bajas Ver Ver Primera Guerra Mundial → Segunda Guerra Mundial y período de entreguerras sus razones se pueden señalar: el alza de los nacionalismos, una cierta debilidad de los Estados democráticos, la humillación sentida por Alemania tras su derrota, las grandes crisis económicas y, sobre todo, el auge del fascismo. Toda fuerza se agota, la facultad de dirigir la historia no es una propiedad perpetua. Europa, que la heredó de Asia hace 3000 años, tal vez no la conservará siempre. Ernest Lavisse, 1890. Véanse también: Imperialismo , Colonialismo , Reparto de África y Colonización de África_._ En 1914, Europa estaba en el cenit de su dominio mundial. Tras la Revolución Industrial y la explosión demográfica, Europa había logrado establecer una dominación política, económica y militar a nivel mundial, basada en una abrumadora superioridad técnica e intelectual. Reunía a una cuarta parte de la población mundial y cada año cientos de miles de europeos emigraban a países de Ultramar, una emigración que no hacía sino cimentar el dominio europeo sobre el resto del mundo.^38 A principios del siglo XX, el mundo estaba configurado para beneficio de Europa y la explotación económica de los territorios fuera del continente se guiaba sobre la máxima: «dirigida por Europa y para Europa».^38 Sin embargo, en su interior aún existían muchas diferencias: Francia y Reino Unido poseían el 70 % de la mano de obra cualificada y capacidad industrial de todo el continente, por lo que la dominación de Europa era más bien la de Europa occidental; un selecto grupo de países: Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia, eran responsables de más del 60 % de las exportaciones mundiales y detentaban en la práctica el monopolio en la fabricación de productos manufacturados.^38 Antecedentes

Imperialismo y colonialismo europeo

En 1914, Europa dominaba toda África, con la excepción de Abisinia (actual Etiopía) y Liberia, una muestra del imperialismo europeo, que también provocó continuas tensiones entre países durante la colonización del continente, visto como muy desfavorable para Italia y Alemania y muy beneficioso para Francia y Reino Unido. Otros países como Portugal, España o Bélgica tenían unas pocas colonias. El nivel de analfabetismo era dispar entre las potencias industriales europeas; de cada mil soldados enviados a la guerra por cada potencia, 330 italianos, 220 austrohúngaros, 68 franceses y 1 alemán eran analfabetos.^39 En vísperas de la Primera Guerra Mundial, Londres ejercía de «centro de la economía mundial»^40 y Europa, la «fábrica del mundo», poseía el dominio absoluto del comercio internacional y los mercados financieros.^40 Sin embargo, antes de 1914 esta hegemonía ya amenazaba con resquebrajarse, producto de las tensiones imperialistas entre las grandes potencias, el ascenso de Japón en Asia y los Estados Unidos en América y en su interior la creciente influencia del marxismo y la agitación en aumento de la clase obrera europea, que amenazaban con subvertir el capitalismo liberal y el orden social existente.^41 El colonialismo europeo afectó a gran parte del mundo, con la excepción de China y otras naciones orientales que mantuvieron su independencia, también hubo casos de descolonización exitosos en algunos dominios británicos habitados por colonos o descendientes de colonos blancos, y en las antiguas y diversas colonias españolas en América que alcanzaron su independencia en el siglo XIX. El establecimiento del protectorado francés sobre Túnez de 1881, la ocupación británica de Egipto de 1882 o el reparto más o menos pactado de África tras la Conferencia de Berlín, animó a las potencias europeas a la dominación de vastos territorios. Sin embargo, las crecientes tensiones en la carrera por la conquista de nuevos territorios fuera de Europa intensificaron las rivalidades y crearon alianzas entre las naciones del continente, en especial desde la década de 1890, dado que la división del mundo estaba completa y a ella había llegado tarde el Reino de Italia y el Imperio alemán, por lo que su parte era menor en relación con las demás naciones europeas.^42 Véanse también: Triple Entente , Triple Alianza (1882) y Relaciones internacionales de las Grandes Potencias (1814-1919). Durante todo el siglo XIX, las principales potencias europeas hicieron un gran esfuerzo por mantener el equilibrio de poder en toda Europa, dando como resultado una compleja red de alianzas políticas y militares en todo el continente para comienzos del siglo XX.^43 Aunque sus orígenes pueden remontarse a 1815, con la formación de la Santa Alianza entre Prusia, Austria y Rusia, fue en octubre de 1873, con la negociación de la Liga de los Tres Emperadores, cuando se empezó a fraguar el sistema de alianzas puesto en marcha durante la Gran Guerra.

Sistema de alianzas

La construcción del acorazado británico HMS Dreadnought en 1906 reavivó la carrera armamentista entre las potencias. por lo que este sistema de acuerdos bilaterales pasó a conocerse como la Triple Entente.^44 Véase también: Paz armada Tras la unificación alemana y la fundación del Imperio alemán en 1871, después de la victoria teutona en la guerra franco- prusiana, el poder industrial y económico alemán creció enormemente y con él la carrera de armamentos se puso en marcha. Desde mediados de la década de 1890, el gobierno del emperador Guillermo II empezó a dedicar cuantiosos recursos económicos para la construcción de la Marina Imperial alemana. Bajo el mando del almirante Alfred von Tirpitz, la marina alemana pretendía rivalizar con la Royal Navy británica por la supremacía naval en el mundo.^48 Como resultado, las dos naciones empezaron a competir y a dedicar esfuerzos cada vez mayores en la construcción de buques capitales. La construcción en 1906 del HMS Dreadnought, un acorazado revolucionario para la época que volvió obsoletos todos los diseños anteriores a él, amplió la ventaja del Imperio británico sobre su rival alemán.^48 La carrera armamentista entre Reino Unido y Alemania, aunque los germanos consideraban a Francia su principal rival dentro de las fronteras europeas, acabó extendiéndose al resto de Europa, y todas las grandes potencias dedicaron su industria a la producción de equipos y armas necesarias para un futuro conflicto paneuropeo.^49 Así pues, desde mediados de la década de 1870 y hasta 1913 los gastos militares de Alemania y Reino Unido se triplican, se doblan los franceses y suponen una gran carga en los presupuestos gubernamentales de Rusia e Italia;^50 entre 1908 y 1913 la carrera armamentística llegó a su apogeo y se estima que los gastos militares aumentaron en ese lustro en un 50 %.^51 Sin embargo, debe tenerse en cuenta que el gasto estatal era escaso en comparación con el crecimiento experimentado en las décadas posteriores; por ejemplo, en plena carrera de armamentos con Alemania, el gasto total del Estado británico apenas suponía un 8 % de la renta nacional y en otros países industriales ajenos a este rearme era mucho menor, como en el caso de Estados Unidos, cuyos gastos del gobierno federal apenas supusieron el 2,5 % de la renta nacional entre 1900 y

1916.^52 Véanse también: Crisis Balcánica , Primera guerra balcánica y Segunda guerra balcánica_._

La Paz armada

Conflictos y equilibrio de poderes

Un soldado búlgaro junto a su compañero caído durante la primera guerra balcánica, en 1912. Austria-Hungría precipitó la «crisis bosnia» con la anexión oficial de la provincia de Bosnia y Herzegovina, un antiguo territorio otomano ocupado desde 1878 por Austria. Esto enfureció al Reino de Serbia y a su protector, el Imperio ruso, que seguía una política basada en el paneslavismo y compartía la religión ortodoxa con sus aliados eslavos. Las maniobras de la diplomacia rusa en los acuerdos de paz provocaron que la región se desestabilizara, lo que sumado a la fractura que ya existía en los Balcanes, hizo que la región fuese conocida como el «polvorín de Europa».^53 Entre 1912 y 1913, la Liga de los Balcanes y el Imperio otomano libraron la primera guerra de los Balcanes, cuyo resultado, plasmado en el Tratado de Londres de 1913, redujo aún más las fronteras del Imperio otomano, y aumentó las ganancias territoriales de Bulgaria, Serbia, Montenegro y Grecia, al tiempo que se creaba un nuevo Estado albanés independiente. La segunda guerra de los Balcanes, producto del ataque búlgaro a Serbia y Grecia del 16 de junio de 1913, desestabilizó aún más la región^54 y la contienda acabó con un reparto territorial principalmente favorable a los vencedores: Serbia obtuvo el grueso de la Macedonia septentrional, Grecia de la meridional (incluyendo Salónica), Rumanía la Dobruja meridional^55 y el Imperio otomano Tracia oriental con Adrianópolis.^55 Bulgaria, a pesar de considerar la guerra como una catástrofe, obtuvo una pequeña parte de Macedonia, la Tracia occidental y territorios al sur de los montes Ródope.^56 Mientras, las grandes potencias europeas soslayaron la situación y fueron capaces de contener los conflictos balcánicos. En vísperas de la deflagración que daría comienzo a la guerra, las Potencias Centrales tenían una producción industrial y un gasto militar significativamente inferior al de la Entente. En 1914, las Potencias Centrales, incluyendo a Turquía, tenían una población de 138 millones de personas, de las que unos 33 millones de hombres podían ser reclutados para el combate; por su parte, la Entente y sus colonias agrupaban a 708 millones de habitantes y unos 179 millones de hombres válidos para la guerra. El gasto militar total de la Entente en 1913 era aproximadamente el doble que el de las Potencias Centrales, aunque Alemania tenía un arsenal de artillería mucho más moderno que el de todos sus adversarios, lo que le daría una ventaja significativa en la futura e inesperada guerra de trincheras.^57 El armamento ligero de la infantería era de una calidad similar en todos los países y tan solo los británicos poseían rifles superiores a la media. En el mar, la Entente, gracias al Imperio británico, era muy superior a sus oponentes y un bloqueo naval sobre Alemania era más que posible. Sin embargo, el aislamiento de Rusia respecto a sus mayores aliados y las ventajas de las Potencias Centrales por su situación geográfica redujeron la superioridad de la Entente.^58 Preludio

Telegrama del 28 de julio de 1914 donde Austria-Hungría declaraba la guerra al Reino de Serbia. El asesinato condujo a un mes de maniobras diplomáticas entre las principales potencias europeas: Austria-Hungría, Alemania, Rusia, Francia y Reino Unido, conocidas como crisis de julio. Creyendo (correctamente) que funcionarios del gobierno de Serbia estaban involucrados en el complot para asesinar al archiduque y con la intención de terminar definitivamente con la intromisión de Serbia en Bosnia,^69 Austria-Hungría entregó a Serbia un ultimátum el 23 de julio donde hacía diez demandas imposibles de aceptar (de forma intencionada), para justificar una guerra contra Serbia.^70 Al día siguiente, después de celebrarse un consejo de ministros en Rusia presidido por el mismo zar, Rusia ordenó la movilización general de sus tropas en los distritos y flotas del mar Báltico, el mar Negro, Odesa, Kiev, Kazán y Moscú. También se pidió a otras regiones acelerar los preparativos para una inminente movilización general. El día 25, Serbia decretó la movilización general y esa misma noche declaró que aceptaba todos los términos del ultimátum, excepto el artículo sexto, que exigía el envío de una delegación austriaca a Serbia para participar en la investigación del asesinato. Al día siguiente, Austria rompió sus relaciones diplomáticas con Serbia y un día después ordenó la movilización parcial; el día 28, Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia.^71 El 29 de julio, Rusia salió en ayuda de su protegido serbio y declaró, de forma unilateral y fuera de los procedimientos previstos en los acuerdos militares franco-rusos, la movilización parcial contra el Imperio austrohúngaro.^72 El canciller de Alemania, Theobald von Bethmann-Hollweg, decidió retrasar su respuesta hasta el día 31, pero no daría tiempo a meditarla, pues el día 30 Rusia ordenó una movilización general contra Alemania, y en respuesta, esta se declaró en «estado de peligro de guerra». El káiser Guillermo II de Alemania, pidió a su primo, el zar Nicolás II de Rusia, que detuviera la movilización general de su país, a lo que este se negó y a lo que Alemania respondió con un ultimátum donde exigía la desmovilización rusa y el compromiso de no apoyar a Serbia. Otro fue enviado a Francia, donde se pedía que no apoyase a Rusia si esta salía en defensa de Serbia. El 1 de agosto, tras la respuesta negativa de Rusia, Alemania se movilizó y declaró la guerra a Rusia, y por su parte Austria-Hungría ordenaría la movilización general el 4 de agosto. El gobierno alemán debía decidir qué plan de despliegue militar ponía en práctica mientras trataba de mantener a Francia neutral. Alemania planeaba poner en marcha una versión modificada del Plan Schlieffen, el Aufmarsch II West , que al contrario que el original (que contemplaba desplegar el 80 % del ejército en el frente occidental) desplegaría un 60 % de las tropas en el oeste y el 40 % restante en el frente oriental, ya que era lo máximo que el sistema ferroviario prusiano podía soportar. Los franceses no respondieron, pero su decisión de retirar a sus soldados a diez kilómetros de sus fronteras para evitar incidentes confundió a los alemanes. Sin embargo, los franceses decretaron la movilización de sus reservistas, a lo que Alemania respondió movilizando a

Soldados alemanes el 1 de agosto de 1914 en un vagón de mercancías. Las inscripciones en el vagón («de viaje a París») dejan claro las expectativas de los beligerantes de una rápida victoria. Soldados alemanes en Berlín recién movilizados, 1914. los suyos y poniendo en marcha su plan. Alemania invadió Luxemburgo el 2 de agosto y el día 3 declaró la guerra a Francia.^73 El 4 de agosto, ante la negativa de Bélgica de permitir el paso de las tropas alemanas en su camino a Francia, Alemania también declaró la guerra a Bélgica,^74 75 76 lo que provocó que Reino Unido declarase (el mismo día 4 a las 19:00 UTC) la guerra a Alemania, tras el ultimátum británico para mantener la neutralidad de Bélgica.^77 Los países beligerantes creyeron que se trataría de una guerra corta, y ambos bandos esperaban conseguir una victoria fácil y demoledora. La monarquía austrohúngara, con la pretensión de «engullir a Serbia» tras el asesinato del archiduque, hablaba de la guerra como de una «misión histórica».^78 El romanticismo de tintes nacionalistas con que se trató el inicio del conflicto se había dejado intuir en algunas afirmaciones previas a la guerra: el general alemán Helmuth von Moltke escribió que «la guerra es uno de los medios de que se vale Dios para el progreso» y otro general alemán, von Bernhardi, habló de la guerra como si de una «necesidad biológica» se tratara.^79 Así pues, cuando estalló el conflicto las ansias belicistas de los gobernantes y el entusiasmo popular parecían de tal magnitud, que la unidad de cada nación contra sus enemigos no se puso en duda y atrás quedaron los miedos de la clase dirigente sobre posibles tentativas revolucionarias.^80 La situación antes de la apertura del frente de combate se podía resumir en que «los franceses pensaban llegar a Berlín y los alemanes a París casi en los mismos trenes en que se había efectuado la movilización».^79 La estrategia de las Potencias Centrales adoleció en sus primeros momentos de una grave falta de coordinación. Alemania había «prometido apoyar» la invasión austrohúngara de Serbia, pero ni los propios aliados se ponían de acuerdo en qué significaba exactamente esa declaración. Los planes previamente aprobados para esta situación habían sido reemplazados a principios de 1914 y nunca se habían realizado ejercicios ni simulaciones. Mientras los austrohúngaros creían que Alemania cubriría su flanco norte con Rusia, los alemanes asumían que Austria concentraría el grueso de sus tropas en el frente ruso mientras Alemania combatía contra Francia. Esta confusión inicial provocó que Austria- Hungría dividiese finalmente sus fuerzas entre los frentes ruso y serbio.^81 Si bien los principales La guerra

El frente occidental una vez estabilizado tras el fin de la ofensiva inicial a finales de 1914. de la época, que aspiraba a retomar aquellas provincias perdidas en la guerra franco prusiana de 1871, con lo que facilitó considerablemente la estrategia inicial alemana.^85 Unos años antes del conflicto, el sucesor del fallecido Schlieffen, Helmuth von Moltke, temía que las defensas alemanas no resistieran ante un potente ataque francés contra Alsacia y Lorena, por lo que en ese lapso previo al conflicto modificó ligeramente la proporción de tropas, destinando el 70 % al norte (antes 85 %) y el 30 % a la frontera francesa (antes el 15 %).^86 El 4 de agosto de 1914, el ejército alemán abrió el frente occidental invadiendo Bélgica y Luxemburgo, con un ataque a la ciudad de Lieja. El avance alemán en los primeros compases del frente occidental fue muy exitoso: a finales de agosto la Fuerza Expedicionaria Británica estaba en desbandada total; las bajas francesas en el primer mes de combates superaron las 260 000, incluidos 27 000 muertos solo el 22 de agosto en la batalla de las Fronteras.^87 La bien elaborada estrategia alemana proporcionaba instrucciones detalladas y al mismo tiempo permitía una libertad de acción considerable a los oficiales ante las eventualidades imprevistas en primera línea del frente. Esta doctrina no era nueva, había funcionado bien a los alemanes entre 1866 y 1870, pero en 1914 provocó que el general Alexander von Kluck, al desobedecer las órdenes y actuar libremente, abriese una brecha entre los ejércitos alemanes en pleno avance hacia París. Franceses y británicos explotaron esa brecha para detener el avance alemán al este de París en la primera batalla del Marne entre el 5 y el 12 de septiembre, lo que obligó a los alemanes a retroceder 50 kilómetros.^88 La primera batalla del Marne, donde parte de las tropas de reserva francesas llegaron al frente gracias a los taxis de París, significó el fracaso del plan alemán y el comienzo de la «carrera hacia el mar», una toma de posiciones entre Alsacia y la costa belga en el mar del Norte. Los alemanes, al ser la fuerza de ocupación, pudieron elegir mejores posiciones donde detener su avance: normalmente se asentaban en posiciones elevadas y las trincheras que empezaban a levantarse estaban mejor construidas que sus homólogas anglo francesas, ya que inicialmente la Entente pensó que serían temporales y un paso previo para atacar las defensas alemanas. Con el estancamiento del frente quedó claro que las tácticas militares previas a la Primera Guerra Mundial estaban obsoletas y no habían logrado desarrollarse al mismo ritmo que los avances tecnológicos. Estos avances permitieron la creación de sistemas defensivos tan fuertes que las desactualizadas tácticas militares no pudieron hacer nada contra ellos durante la mayor parte de la guerra. El alambre de púas fue un obstáculo de envergadura para los avances masivos de la infantería, mientras que la artillería, mucho más letal que en la década de 1870, junto con las ametralladoras, hicieron casi imposible el despliegue de la infantería en campo abierto. Los comandantes de ambos bandos no lograron desarrollar tácticas que pudiesen romper las posiciones enemigas sin que ello dejara un reguero de bajas, aunque con el tiempo la misma tecnología que parecía hacer infranqueables las defensas logró producir nuevas armas ofensivas como carros de combate o gas venenoso.

Situación del frente oriental en el otoño de 1914. Así pues, a finales de 1914 las tropas alemanas estaban fuertemente aferradas a sus posiciones en Francia, donde controlaban la mayor parte de las minas de carbón francesas y habían infligido a sus enemigos 230 000 bajas más de las sufridas. Sin embargo, Alemania había fracasado en su objetivo de evitar una guerra indefinida y en dos frentes, lo que equivalía a una derrota estratégica;^89 el príncipe Guillermo de Prusia le comentó entonces a un periodista estadounidense: «hemos perdido la guerra, continuará por mucho tiempo, pero ya la hemos perdido».^90 En 1911, la Stavka rusa acordó con los franceses atacar Alemania en una quincena tras el inicio de la movilización y realizar una invasión simultánea de la Galitzia austríaca y de Prusia Oriental. Un acuerdo falto de realismo que dejó ver sus carencias cuando el 17 de agosto de 1914, los dos ejércitos rusos que invadieron casi por sorpresa Prusia Oriental lo hicieron sin muchos de sus necesarios elementos de apoyo;^91 el 2.º Ejército ruso fue aniquilado por los alemanes en apenas unos días en la batalla de Tannenberg, pero el avance ruso obligó a los alemanes a replegar el 8.º Ejército de Francia para ser enviado a Prusia Oriental, lo que lastró el avance en el frente occidental. En el sur, los rusos lograron internarse en Galitzia, lo que obligó a los austríacos a destinar tropas adicionales, dando un respiro a los serbios en el frente balcánico. Así pues, Rusia obtuvo un resultado inicial positivo en su ataque a Austria-Hungría, pero en cambio en septiembre de 1914 tras Tannenberg y los lagos Masurianos, Hindenburg y Ludendorff ya habían expulsado a las fuerzas rusas de Prusia. A finales de octubre, los dos cruceros «turcos» —en realidad, el SMS Goeben y el SMS Breslau vendidos ficticiamente a los otomanos—^92 nota^1 95 96 precipitaron la entrada de guerra del imperio^97 al zarpar junto con otros buques de guerra a bombardear los puertos rusos de Odesa, Sebastopol y Novorosíisk^98 y hundir de camino varias naves rusas de pequeño tonelaje y un paquebote francés.^99 93 100 101 102 Este ataque, que no había aprobado el Gobierno y se había llevado a cabo mediante la conspiración de los asesores militares alemanes y los elementos proalemanes del CUP, desató una nueva guerra entre Rusia y el imperio.^98 93 101 La operación había sido simplemente una manera de provocar a la Entente para asegurar la entrada en guerra del imperio.^103 Una vez ocurrido, la mayoría del Gobierno decidió apoyar a los conspiradores y asumir el ataque.^93 Varios ministros y el gran visir, sin embargo, se mostraron contrarios a esta decisión, en vano.^93 103 102 El 29 de octubre, el imperio entró en guerra con la ruptura de relaciones diplomáticas con la Entente.^104 100 El 2 de noviembre, Rusia le declaró la guerra.^103 nota 2 Apertura del frente oriental Entrada del Imperio otomano

Un convoy siendo atacado, foto tomada en 1915 a bordo del HMS Louis. Algunos de los primeros enfrentamientos de toda la guerra involucraron a fuerzas coloniales británicas, francesas y alemanas en África. El 6 y el 7 de agosto de 1914, las tropas francesas y británicas invadieron el protectorado alemán de Togolandia y Kamerun. El 10 de agosto, las fuerzas alemanas de su colonia de África del Sudoeste Alemana atacaron Sudáfrica. Desde el principio de la guerra y hasta su fin, la lucha en las colonias de los países europeos fue esporádica, pero también feroz. Las colonias alemanas estaban rodeadas por las británicas, francesas y otros aliados, por lo que fueron tomadas rápidamente. Solo las fuerzas coloniales alemanes de África Oriental Alemana al mando del coronel Paul von Lettow-Vorbeck resistieron, al librar una guerra de guerrillas durante todo el conflicto gracias a la cual no se rindieron hasta dos semanas después de finalizadas las hostilidades en Europa.^113 Desde hacía un siglo, existía consenso entre las naciones sobre que el Imperio británico poseía el control absoluto de los mares, con la más grande e influyente armada del mundo.^114 La publicación en 1890 del libro The Influence of Sea Power upon History de Alfred Thayer Mahan buscó alentar a Estados Unidos para incrementar su poderío naval, sin embargo, tuvo un inesperado impacto en Alemania, que desde finales de siglo se embarcó en una frenética carrera naval con el objetivo de equiparar su marina a la británica.^115 Al comienzo de la guerra, el Imperio alemán tenía dispersos sus buques por todo el mundo, y los utilizó para atacar barcos mercantes enemigos. La Royal Navy los persiguió de forma sistemática, aunque no pudo evitar episodios humillantes dada su incapacidad inicial de proteger las rutas comerciales, a pesar de su superioridad nominal. Por ejemplo, el crucero ligero alemán SMS Emden, con base en Qingdao (China) logró destruir o capturar 15 mercantes, además de hundir un crucero ruso y un destructor francés. Sin embargo, la mayor parte de la Ostasiengeschwader (escuadrón de Asia oriental) alemán, formado por los cruceros blindados SMS Scharnhorst y Gneisenau y los cruceros ligeros Nürnberg y Leipzig y dos barcos de transporte, no tenían órdenes de atacar mercantes y se dirigían de vuelta a Alemania cuando se encontraron con buques de guerra británicos. Aunque la flotilla, junto al SMS Dresde, consiguió hundir dos cruceros en la batalla de Coronel, fueron prácticamente destruidos en la batalla de las Malvinas de diciembre de 1914, cuando solo el Dresde y algunos barcos auxiliares escaparon, aunque fueron destruidos o capturados en su totalidad en la batalla de Más a Tierra.^116 En el Mediterráneo, las flotas aliadas (británica, francesa e italiana) se enfrentaron a la armada austrohúngara en el Adriático, siendo el mayor enfrentamiento la batalla del canal de Otranto en 1917;^117 y a la armada otomana durante la campaña de los Dardanelos. Poco después del estallido de la guerra, Reino Unido comenzó un bloqueo naval sobre Alemania. La estrategia se mostró efectiva con el corte de suministros vitales civiles y militares, aunque el bloqueo también fue una violación en toda regla del derecho internacional aceptado entonces y

Guerra naval

El HMS Birmingham bajo fuego enemigo durante la batalla de Jutlandia, el 31 de mayo de 1916. codificado en acuerdos internacionales de los dos siglos precedentes.^118 Gran Bretaña incluso intervino aguas internacionales para evitar que cualquier barco alcanzase Alemania, lo que hizo peligrar la integridad de los buques neutrales.^119 Debido a que la respuesta alemana a las tácticas británicas fue tibia, Alemania esperaba una tímida protesta británica a su «guerra submarina sin restricciones».^120 Los submarinos alemanes intentaron cortar las rutas de suministro entre América del Norte y las islas británicas.^121 La naturaleza de la guerra submarina suponía que los hundimientos se producían a menudo sin previo aviso, y la esperanza de supervivencia de las tripulaciones de los mercantes hundidos era escasa.^121 122 Tras protestas de Estados Unidos y el hundimiento del RMS Lusitania en 1915, Alemania se comprometió a no atacar trasatlánticos, al tiempo que Gran Bretaña armaba a sus buques mercantes. Finalmente Alemania en 1917, convencida de la entrada de Estados Unidos en la guerra,^121 123 desató la «guerra submarina sin restricciones»; Alemania hundió millones de toneladas en buques aliados e incluso, tras el conflicto, el entonces primer ministro británico Lloyd George, confesó que a punto estuvo de capitular Gran Bretaña a causa del hambre,^124 sin embargo, a pesar del gran éxito inicial, la estrategia teutona de someter a Gran Bretaña fracasó.^121 Entre mayo y junio de 1916 se produjo la batalla de Jutlandia, la más grande batalla naval de la guerra. Fue el primer y único choque directo entre acorazados a gran escala de la guerra y uno de los más grandes de la historia. La Hochseeflotte comandada por el vicealmirante alemán Reinhard Scheer se enfrentó contra la Gran Flota al mando del almirante británico John Jellicoe. El enfrentamiento acabó en un punto muerto: los alemanes se vieron superados por una flota de mayor tamaño, pero no solo lograron zafarse, sino que infligieron mayores daños que los recibidos. El resultado final fue que estratégicamente los británicos confirmaron su dominio de los océanos, mientras que la mayor parte de la flota alemana de superficie permaneció confinada en sus puertos hasta el fin del conflicto.^125 Para 1917, la amenaza submarina había disminuido, y los buques mercantes viajaban en convoyes escoltados por destructores. La táctica dificultó las operaciones submarinas y disminuyó drásticamente el tonelaje hundido, aunque provocaba un menor flujo de suministros, ya que los barcos debían esperar mientras se reunían para formar los convoyes, aunque estos retrasos se intentaron solventar con un extenso programa de construcción de nuevos buques. Además se vivió la introducción de hidrófonos y cargas de profundidad, que permitían a los destructores tener alguna esperanza de hundir a los submarinos. Para cuando finalizó la guerra, las Potencias Centrales habían hundido más de 5000 barcos aliados, con unas pérdidas de 199 submarinos.^126

Avance de las potencias centrales en el frente oriental en 1915. La línea azul continua hace referencia al frente a principios de año y la línea azul discontinua al frente a finales de

El 9 de mayo se intentó un avance francobritánico en la segunda batalla de Artois, con unas graves pérdidas (111 000 aliadas y 75 000 alemanas) que llevaron a su cancelación a mediados de junio ante el escaso rédito obtenido. Las últimas hostilidades del año fueron las ofensivas aliadas del 22 de septiembre y el 14 de octubre en Artois y Champaña, con modestas ganancias territoriales para la Entente a costa de grandes costos materiales y a la pérdida de un cuarto de millón de soldados.^129 A finales de febrero de 1915, con la victoria del ejército alemán en la segunda batalla de los lagos Masurianos, las tropas rusas se retiraron de Prusia Oriental.^127 Paul von Hindenburg, al mando de todas las tropas alemanas en el frente oriental, respaldado por su segundo, Erich von Ludendorff, había terminado una exitosa primera campaña en la guerra en el este. A continuación, el objetivo alemán se centró en debilitar a Rusia, dado que los intentos de paz, teniendo en cuenta que casi toda Galitzia estaba invadida por Rusia, parecían poco viables. Alemania entonces incrementó la presión militar de cara a mejorar la situación en los Balcanes y sobre todo aliviar la posición austríaca ante la esperada entrada de Italia en guerra, que podía poner a Austria-Hungría en serias dificultades. En efecto, un movimiento de pinza entre Italia desde el Isonzo y Rusia desde los Cárpatos podría significar el fin de la monarquía del Danubio. Ante esta situación, Alemania desvió tropas desde el frente occidental —el 11.º Ejército de August von Mackensen. En mayo, las Potencias Centrales lanzaron la ofensiva de Gorlice-Tarnów, que aunque concebida en un principio como un asalto menor, tuvo un inesperado avance que colapsó el frente ruso, marcando un punto de inflexión en el frente oriental. A finales de junio, las Potencias Centrales lanzaron una nueva ofensiva que las llevó a reconquistar Przemyśl el 4 de junio y Leópolis el 22, al tiempo que ataques coordinados de norte a sur dejaban despejado el corredor polaco para proseguir el avance en Rusia. Sin embargo, la traumática experiencia alemana en la batalla del Marne de 1914, cuya derrota significó el freno definitivo al avance en el frente occidente, llevó a los generales Falkenhayn y Mackensen a ver la planificación de Ludendorff como demasiado ambiciosa. Los nuevos avances alemanes y austríacos a lo largo del verano de 1915 llevaron a los rusos a la llamada «Gran retirada» de septiembre de 1915, con el abandono militar de Polonia, Lituania y gran parte de Curlandia; para septiembre, las Potencias Centrales habían capturado ciudades como Varsovia (4 de agosto), Brest Litovsk o Vilna. A pesar del gran éxito, Austria-Hungría había perdido dos millones de hombres hasta marzo de 1915 y a las pérdidas de las campañas de verano debía sumar su cada vez mayor dependencia de la masiva ayuda alemana.^128 El ejército ruso, con enormes pérdidas, logró mantener su superioridad numérica y evitó que Alemania pudiera enviar de vuelta tropas al frente occidental.^129 Frente oriental

Pieza de artillería británica en Helles (Galípoli), junio de 1915. Galípoli fue el único golpe estratégico de la Primera Guerra Mundial, una operación ideada por Winston Churchill a principios de enero de 1915.^130 Su idea era no solo abrir un paso para abastecer al Imperio ruso de cañones y municiones y permitir a estos a su vez exportar cereales, mejorando su balanza comercial y el rublo,^130 además debía inducir a que el Reino de Rumania y el Reino de Bulgaria tomaran posiciones del bando de los aliados, proporcionando ayuda directa al Reino de Serbia y, así, crear un tercer frente contra el Imperio austrohúngaro.^131 Abrir los Dardanelos se traduciría en tener acceso a los inmensos campos de trigo de Ucrania, y derrotar a una potencia militar como el Imperio otomano aumentaría la moral de la Entente. El Reino Unido hizo uso de las fuerzas conjuntas australianas y neozelandesas, las Australian New Zealand Army Corps (más conocidas como ANZAC), que se entrenaban en Egipto para su futuro despliegue.^132 El 25 de abril de 1915, los aliados desembarcaron en la península de Galípoli y en Kumkale (este último en la costa asiática otomana). Las fuerzas aliadas ocuparon previamente la isla de Limnos, violando la neutralidad griega, para usarla como punto de partida de los ataques programados contra el Imperio otomano. 200 buques mercantes escoltados por 11 navíos de guerra, transportaron una fuerza de desembarco compuesta por 78 000 británicos y 17 000 franceses para establecer una primera cabeza de playa. Los esfuerzos aliados en las zonas ocupadas en Galípoli resultaron inútiles a lo largo de los meses que duró la campaña, debido a la inesperada y fuerte resistencia otomana, en especial las fuerzas dirigidas por Mustafa Kemal, al mando de la 19.ª División, y el 5.º Ejército Otomano bajo el mando del general alemán Otto Liman von Sanders.^133 La operación, donde participaron más de 500 000 soldados de la Entente,^133 terminó el 9 de enero de 1916 con la evacuación anfibia de todas las unidades. Medio millón de personas murieron entre ambos bandos: los británicos tuvieron aproximadamente unas 250 000 bajas, incluyendo los australianos y neozelandeses de las tropas ANZAC y los franceses sufrieron cerca de 50 000 bajas. Por su parte, el Imperio otomano soportó 250 000 bajas.^134 Italia era formalmente parte de la Triple Alianza desde su pacto con el Imperio alemán y el austrohúngaro en 1882, sin embargo, el país pretendía la anexión de territorios austríacos y reclamaba como suya la provincia autónoma de Trento, el litoral austríaco, Dalmacia y la ciudad de Rijeka (Fiume). Por ello, Italia tenía un pacto secreto con Francia desde 1902 que anulaba de facto la Triple Alianza;^135 de hecho Italia había acordado secretamente con Francia permanecer neutral en caso de una invasión alemana sobre territorio francés.^136 Al comenzar la guerra, Italia se negó a enviar tropas en ayuda de Alemania y Austria, al argumentar que la Triple Alianza tenía un carácter exclusivamente defensivo y Austria-Hungría era el país que había atacado primero (una actitud Campaña de Galípoli Entrada de Italia en la guerra