Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

Parque eólico guajira, Resúmenes de Sistemas de Información Gerencial

Parque eólico colombia guajira

Tipo: Resúmenes

2024/2025

Subido el 11/06/2025

pacho-gonzalez-2
pacho-gonzalez-2 🇨🇴

1 documento

1 / 39

Toggle sidebar

Esta página no es visible en la vista previa

¡No te pierdas las partes importantes!

bg1
pf3
pf4
pf5
pf8
pf9
pfa
pfd
pfe
pff
pf12
pf13
pf14
pf15
pf16
pf17
pf18
pf19
pf1a
pf1b
pf1c
pf1d
pf1e
pf1f
pf20
pf21
pf22
pf23
pf24
pf25
pf26
pf27

Vista previa parcial del texto

¡Descarga Parque eólico guajira y más Resúmenes en PDF de Sistemas de Información Gerencial solo en Docsity!

Resultados Convenio Pacto Educativo para la Planeación Energética en Colombia y la Transición Energética Justa República de Colombia Unidad de Planeación Minero Energética Omar Andrés Camacho Morales Ministro de Minas y Energía Carlos Adrián Correa Florez Director UPME Indira Portocarrero Ospina Asesora Dirección General Gerente Proyecto territorial Equipo de revisión Diego Vanegas Catalina Londoño Edinson Bohorquez Oliver Diaz Iglesias Maria Alejandra Acosta Natali Carmona Giraldo Olga Carranza Maria Alejandra Acosta

CONTRATO CO1.PCCNTR.

CONTRATO CO1.PCCNTR.5494215 CELEBRADO ENTRE LA FUNDACIÓN PAZ

Y RECONCILIACIÓN Y LA UNIDAD DE PLANEACIÓN MINERO-ENERGÉTICA

UPME QUE TIENE COMO OBJETO REALIZAR UN ESTUDIO DE LA

CONFLICTIVIDAD EN EL SUBSECTOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA EN EL

TERRITORIO COLOMBIANO, ABORDANDO ENFOQUES TERRITORIALES,

AMBIENTALES Y DE GÉNERO; QUE PERMITAN IDENTIFICAR,

COMPRENDER Y MITIGAR LOS CONFLICTOS EXISTENTES Y POTENCIALES,

PROMOVIENDO ASI UN DESARROLLO ENERGÉTICO SOSTENIBLE Y UNA

TRANSICIÓN ENERGÉTICA JUSTAMENTE, QUE CONLLEVE AL ACCESO

DEMOCRÁTICO A LA ENERGÍA, AL ASEGURAMIENTO DE LA SOBERANÍA

ENERGÉTICA Y A LA ACCIÓN FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO Y EL

ENTORNO AMBIENTAL

LA REVOLUCIÓN DEL VIENTO EN LA GUAJIRA

    1. Introducción Tabla de contenido
    1. Contexto general
    1. Del carbón al viento: contexto energético de la guajira
    1. Transición energética en la guajira
    1. Conflictividad social en los proyectos de energía eólica
    1. Parque eólico Windspeshi
    1. El conflicto y la consecuente suspensión de Windpeshi
    1. La intensidad del conflicto y sus perspectivas
    1. La transformación del territorio y las comunidades: inversión social
    1. Comunidades energéticas: un concepto amplio
    1. Retos y oportunidades

diálogos multiactor que permitan la construcción conjunta de territorio y soluciones que favorezcan la generación de desarrollo sostenible. CONTEXTO GENERAL Foto propia tomada entre Riohacha y Uribia El departamento de La Guajira está situado al norte de Colombia, limita con Venezuela y destaca su paisaje desértico cubierto por un bosque seco. Tiene los vientos más intensos del país y su temperatura rodea los 30°C. De acuerdo con la entrevista con José Silva (2023), líder de la Organización Nación Wayuu, el departamento de La Guajira es rico en muchos aspectos: carbón, sal, gas, yeso, y ahora se descubre que el viento es una potencia para generar energía, y eso sale del territorio indígena wayuu. La Guajira se ha transformado en la primera potencia de energía eólica de Colombia. Según Indepaz (2019) los proyectos pueden llegar a producir el 20% de la energía que demanda el país. De acuerdo con los proyectos que están en trámite, en 2031, en el territorio wayuu de la alta y media Guajira entrarían a funcionar cerca de 60 parques eólicos con 2,

mil aerogeneradores, generando 7 GW para el Sistema Interconectado Nacional (SIN), y para 2050 se producirían cerca de 16GW (Indepaz, 2019). Gran parte de las tensiones en el departamento se han incrementado luego que el presente gobierno declarara el departamento como epicentro de la transición energética del país. Diferentes ambientalistas, líderes y lideresas indígenas se han manifestado en contra de la denominada revolución del viento por diferentes razones, ya sean de origen sociocultural, económico, o del relacionamiento entre las partes involucradas. Por otro lado, los problemas del departamento no radican únicamente en la conflictividad social que ha generado la llegada de los proyectos eólicos, sino que el departamento tiene uno de los índices de pobreza más altos del país, reportando un índice de pobreza de 6 7,4% en 2021 (DANE, 2021), históricamente ha habido un abandono estatal y la desnutrición infantil es preocupante. Adicionalmente, gran parte de los caminos y carreteras están bloqueadas con cuerdas para controlar el paso de los visitantes, Josefina, lideresa y autoridad de la comunidad wayuu Kamushipa, me decía que prefería bajar al casco urbano del municipio de Uribia a que yo me intentara desplazar hacia su ranchería, pues todos los carros desconocidos son detenidos por estos peajes de cabuya que sólo permiten el paso con aportes económicos. Finalmente, hay que aclarar que muchas comunidades indígenas no tienen energía, mucho menos agua potable. En el mismo casco urbano del municipio de Uribia hay deficiencia energética y fluctúa, durante todas las jornadas, almuerzos y conversaciones que compartí con varias personas de las comunidades, se iba la luz. Al respecto, José Silva menciona que “Estamos situados frente a un departamento rico, pero sumido en la miseria en muchos aspectos, incluyendo el desconocimiento a nuestros derechos fundamentales. Con estos proyectos hay luz para el mundo y oscuridad para el pueblo wayuu”. Por su parte, el Subsecretario de minas y energía, Jorge Alberto Hurtado Cruz, mencionó que están en conversaciones con el Ministerio de Minas y Energía para el suministro de sistemas fotovoltaicos para garantizar la energía y la producción de agua, puesto que esa intermitencia

Sin embargo, uno de los principales retos de la revolución del viento es superar la conflictividad social alrededor de los proyectos. Los obstáculos que impiden desarrollar la transición energética ponen en riesgo miles de millones de dólares invertidos en el territorio. A pesar de contar con licencias ambientales y aprobación de diferentes instituciones, las condiciones socio-culturales del territorio han impedido el avance de proyectos de energía eólica. La UPME, por ejemplo, manifestó que a 31 de marzo de 2023 se presentan retrasos en la construcción de 10 de los 16 proyectos de energía eólica (Forbes, 2023). Un caso muy similar se ha presentado en el proyecto Guajira 1 de Isagen que en 2022 fue objeto de bloqueo por parte de comunidades wayuu que reclaman una supuesta ilegitimidad del proceso de consulta, así como impactos culturales derivados del proyecto. Por otro lado, es necesario identificar el mapa energético del país y reconocer que en la Guajira se están iniciando el 98% de los proyectos de energía eólica, que traen consigo diferentes problemas y desacuerdos con la comunidad wayuu. Andrés Iguarán, coordinador de sostenibilidad del proyecto Windpeshi, afirma que si bien el cambio en el impacto ambiental es evidente con la energía eólica y la transición a cero emisiones, la prioridad de las comunidades wayuu se encuentra en la generación de empleo y las intervenciones en favor del territorio y sus comunidades, en lo que la minería lleva una ventaja considerable al demandar más empleo. Sin embargo, ante las expectativas de cierre de Cerrejón, los proyectos de energía eólica brindan una oportunidad de transición económica de las comunidades. Adicionalmente, Andrés resalta que con el carbón Colombia sólo hace parte del proceso de extracción: “somos la cola de un sistema, en cambio, con la energía eólica seríamos la cabeza de un sistema de generación de un servicio que permite una interconexión”. Por su parte, cuando Jorge Hurtado se pregunta ¿qué pasaría sin carbón? Surge la reflexión sobre un recurso que no es renovable y la eólica presenta una alternativa para el progreso energético a nivel departamental y nacional: “somos la cabeza de Colombia y somos

pioneros en la transformación energética del país”. Sin embargo, José Silva nos hace ver que en cuanto a las prácticas sociales falta mucho camino que recorrer, mencionando similitudes en la actuación de algunas empresas al desconocer los derechos fundamentales y el no reconocimiento a los pueblos wayuu. TRANSICIÓN ENERGÉTICA EN LA GUAJIRA La necesidad de transformación productiva, institucional, social y ambiental se hace cada vez más evidente, por eso es necesario identificar los problemas y la acentuación de conflictos ya existentes que pueden generar los proyectos de energía eólica en el territorio. La transición energética en el departamento se está dando de manera vertiginosa, pues se presenta como una oportunidad de inversión de cara a los compromisos frente al cambio climático. Martha Isabel Cobo, investigadora del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y decana de ingeniería de la Universidad de La Sabana en Bogotá, explica que actualmente la participación solar y eólica en la matriz energética colombiana es solo del 0,76% y el 0,10%, con 184 MW y 39,5 MW, respectivamente. La necesidad de avanzar hacia la transición energética es urgente y agrega que “en los próximos años, se espera un crecimiento en la capacidad instalada tanto de tecnologías solares como eólicas. Para 2027, se espera instalar 16.650 MW en solar y 5.795 MW en eólicas” (González, 2023). Esta transición energética de Colombia gira alrededor de cinco ejes fundamentales: mayores inversiones en energías limpias y descarbonización; la sustitución progresiva de la demanda de combustibles fósiles; una mayor eficiencia energética; la revisión y eventual flexibilización de la regulación para acelerar la generación de energías limpias y la reindustrialización de la economía colombiana (Minenergía, 2023).

Maicao, José Santos, brinda una perspectiva favorecedora: “Desde la dirección étnica de Maicao hemos sido abiertos al diálogo y a la invitación respetuosa de las empresas para todo el proceso de relacionamiento social que tienen en el territorio”. CONFLICTIVIDAD SOCIAL EN LOS PROYECTOS DE ENERGÍA EÓLICA. En La Guajira se han presentado muchas disputas que giran entorno a tres temas: la ocupación del territorio por 16 proyectos eólicos actuales con la proyección de aumentar la cifra a 57; la afectación paisajística con los aerogeneradores y los impactos negativos a las comunidades, la cultura y cosmovisión wayuu. Se han denunciado múltiples casos de supuestas negociaciones inadecuadas con lideres wayuu en las zonas afectadas y ha habido problemas de concertación. José Silva, desde la ONG Nación Wayuu dice que Antes de ingresar a cualquier territorio, se debe conocer su historia, quiénes son, dónde habitan y cómo viven. Llegan, los engañan con bolsitas de comida, pasan por encima de los derechos fundamentales y del consentimiento previo, libre e informado. Entran a generar conflictos internos en los territorios y dividir a las comunidades (Silva J, 2023). Surge la duda y algunos denuncian los parques eólicos como una nueva modalidad de extractivismo que podría reproducir las afectaciones de la industria de combustibles fósiles, creando disputas por la tierra y afectaciones al paisaje, reemplazando árboles por aerogeneradores y haciendo migrar a las aves que según las comunidades los despiertan con su canto. Esto nos hace cuestionar si las energías renovables pueden favorecer la construcción conjunta del territorio, o si por el contrario, indirectamente pueden favorecer la fragmentación del mismo.

José Silva afirma que el mal relacionamiento genera discrepancias y las comunidades wayuu terminan matándose entre ellos mismos, la llegada de las empresas al territorio daña la sana convivencia y el entorno. En contraste con la posición de la ONG, José Santos, el secretario de la Oficina de Asuntos Indígenas (OAI) de Maicao, menciona que siempre se ha puesto a las empresas como culpables de los desacuerdos internos de las comunidades, pero que eso no es una realidad que se pueda generalizar y los problemas que se presentan se deben a intereses particulares y disputas territoriales. Por otro lado, desde la perspectiva de las empresas, De los principales retos de la transición energética en la Guajira, Enel resalta la intervención en territorios indígenas, puesto que tiene complejidades que no se presentan en otras zonas del país. En la Guajira el viento está en potencia, que comparado con otras partes del mundo no se encuentra, es muy apetecible y esa es la razón de ser de todo el portafolio y las solicitudes de varios proyectos eólicos. Sin embargo, al ingresar al territorio nos encontramos con diferentes condiciones de vulnerabilidad, falta de agua, terreno desértico, entre otras condiciones que dificultan la operación, sumado a operar en un resguardo indígena, la ausencia estatal y los vacíos normativos existentes (Uribe, M. 2023). La ausencia histórica del Estado y la corrupción no es una noticia nueva, pero para cualquier empresa es complicado llegar a un territorio donde hay falencias en la actuación del Estado o la ausencia del mismo, donde hay Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) en las zonas de influencia de los proyectos y no se permite suplantar la responsabilidad del Estado de solventarlas. Desarrollar un proyecto en estas condiciones es complejo, y así como asegura Mónica “es imposible prever tantas complejidades y que como consecuencia lleguen retrasos en la operación de tal magnitud, esto resulta en la suspensión indefinida del proyecto” (2023).

El proyecto cuenta con una inversión cercana a los US$400 millones, y además de los recursos asociados a los compromisos de consulta previa, se han invertido más de $7. millones COP en proyectos relacionados con educación, salud y bienestar, acceso al agua potable y emprendimientos locales. Actualmente, aunque el proyecto se encuentra suspendido de manera indefinida, el avance reportado es cercano al 35%. Enel Green Power, es la empresa encargada de desarrollar el parque eólico Windpeshi y otros dos proyectos en el departamento, su línea de negocios de Enel Colombia, en 2018 inauguró el parque solar El Paso (86,2 MWdc) y actualmente está construyendo el proyecto fotovoltaico La Loma (187 MWdc) en el departamento del Cesar, junto con otros dos proyectos solares, la empresa trabaja en la transición energética con energías renovables no convencionales. Windpeshi es el proyecto eólico más avanzado de Enel en Colombia, y junto con Tumawind y Chemesky, los tres parques eólicos en el departamento de la Guajira, sumarían 508 MW de capacidad instalada y podrán generar 2.340 GWh al año durante 20 años (Enel, 2019). Como Jefe de División de Sostenibilidad y economía circular de Enel Power Generation Colombia y Centroamérica, Mónica Uribe menciona que la transición energética es indispensable: Por la línea global de Enel Green Power, estamos comprometidos con la descarbonización total para 2050 en todos los países, estamos desmantelando las térmicas y le apostamos a la transición energética global como empresa. En otros países la transición ya es una realidad, en Colombia se empezó a hablar de normativas y a avanzar en el alineamiento del Estado con esta transición, y Enel se comprometió como pionero en la transición energética colombiana.

EL CONFLICTO Y LA CONSECUENTE SUSPENSIÓN DE WINDPESHI

En mayo de 2023, tras realizar análisis y estudios de viabilidad del proyecto, la Junta Directiva de la empresa decidió la suspensión indefinida del proyecto por los retrasos en el cronograma de obra y las mayores inversiones que esto ha derivado. Debido a las constantes vías de hecho surgió la imposibilidad de garantizar los ritmos constructivos del proyecto. Las obras estuvieron detenidas durante cerca del 50% de las jornadas laborales durante 2021 y 2022, hasta mayo de 2023 la cifra ascendió a 60% (Enel Colombia, 2023). Se han considerado las opciones de venta del proyecto con la disposición de Enel de facilitar los acuerdos necesarios para que las partes interesadas puedan continuar con la construcción de este proyecto. En esta fase de suspensión indefinida se mantienen únicamente labores constructivas necesarias de cara al cumplimiento de los compromisos sociales y ambientales. Enel Green Power denunció que desde 2022 y en lo corrido de 2023, el parque eólico Windpeshi y la vía Uribia–Wimpeshi han tenido 33 bloqueos. Eugenio Calderón, gerente de Enel Green Power en Colombia y Centroamérica, manifestó que “los proyectos tienen que ser sostenibles no sólo desde el punto de vista social sino también económico y su éxito depende del trabajo conjunto entre empresas, instituciones y comunidades. Continuaremos dialogando con las comunidades y grupos de interés para abordar las implicaciones de esta decisión” (Enel Colombia, 2023). De acuerdo con Cambio Colombia (2023), por un lado, las comunidades indígenas dicen que las licencias otorgadas y los procesos de consulta previa no tienen en cuenta realmente a sus autoridades y pudieron desconocer la cadena de mando y quiénes son los realmente autorizados para dar permisos de construcción en sus territorios y de pasar los

En cuanto al proceso de consultas previas, Andrés Iguarán, coordinador de sostenibilidad del proyecto Windpeshi, afirma que desde Enel siempre hablaron con las autoridades correspondientes y reconocidas legalmente. Así mismo, Hermam Henríquez de Armas, Secretario de la Oficina de Asuntos Indígenas de Uribia, afirma que el proceso de consulta previa se hizo de manera correcta, sin embargo “intereses particulares de ciertos sectores de una de las comunidades desencadenó una serie de desacuerdos y terminó de esta manera” (2023). En el contexto particular de las 13 comunidades wayuu involucradas en la zona de influencia de Windpeshi sucedió lo siguiente: Muchas familias wayuu en los años setenta y ochenta se trasladaron a Venezuela u otros lugares, y para 2017, a causa del aumento de intervención en el territorio y la llegada de varios proyectos eólicos, muchos retornaron al territorio y se generaron disputas internas de la comunidad por la tierra y los derechos adquiridos al habitarla. Al respecto, Josefina, líder, miembro y autoridad de la comunidad wayuu Kamushipa, mencionó que “en esa época no existía la cantidad de personas que hay ahora en el territorio, muchos habían migrado a Venezuela, y por la crisis del país vecino ellos retornaron a su tierra, para entonces la empresa ya estaba acá”. De acuerdo con Hermam, las tierras empezaron a cobrar mayor relevancia debido al potencial eólico. Llegaron varias personas alegando que eran dueños del territorio, y unos sí estaban reconocidos como autoridades ancestrales, otros no. Con el apoyo de la OAI de Uribia se identificaron los dueños del territorio legítimos, pero eso no evitó que se generaran disputas internas y desacuerdos en las comunidades. Ahora bien, estas disputas internas sí generan retrasos en los procesos, porque se pide constantemente la revisión de las consultas previas y los acuerdos anteriormente establecidos con las autoridades competentes y legalmente reconocidas. De igual forma, empezó una competencia por servicios, puesto que la cantidad de retornados aumentó vertiginosamente y lo acordado se volvió insuficiente, se hicieron renegociaciones exitosas, hasta el

involucramiento de asesores externos, con los cuales nunca se llegó a un acuerdo razonable y terminó en la suspensión indefinida del proyecto. Es importante entender que el proceso en la toma de decisiones de las comunidades wayuu puede variar. Euniris, de la comunidad Wayuu de Flor de la Frontera, decía que las decisiones se toman a través de reuniones con la autoridad ancestral, tradicional y un líder o lideresa que se encarga de hacer llegar la información y la gestión de las consultas que lleguen a la comunidad. En la reunión participan las autoridades, los jóvenes, los habitantes, se explican los temas a tratar y se toman decisiones en conjunto a través del diálogo. Euniris nombró la llegada de la empresa al territorio wayuu como algo positivo: “Llegaron como en 2016 y visitaron ranchería por ranchería, se hicieron conocer por las autoridades y por la gente. Nosotros hicimos muchas preguntas y empezamos a conocernos entre sí”. Josefina, líder, miembro y autoridad de la comunidad wayuu Kamushipa, coincidió con Euniris y dijo que “la llegada de la empresa no fue arbitraria, hicieron una sensibilización, identificaron a las autoridades competentes a través de un diagnóstico, querían conocer las comunidades, el territorio y sus formas de vida”. Cuando nombraron el proceso de la consulta, Euniris mencionó que todo se dio de manera transparente y se sugirió el contacto y el relacionamiento directo entre empresas y comunidades, sin intermediarios. Tanto en la preconsulta como en la consulta había habido aprobación por parte de todas las comunidades, pero se acordó la búsqueda de un asesor para entender sobre la energía eólica y las implicaciones para sus territorios, con un detalle importante: los asesores podían dar consejos e información, pero no se iban a apoderar, la toma decisiones debía seguir siendo de la comunidad: Hay ONG o asesores que están por su propio beneficio. Te dicen: “esto cuesta tanto, te tienen que dar tanto, apodérame a mí, yo te entrego y lo tuyo y cojo lo mio”. Los asesores que son apoderados no velan por los intereses de la comunidad, nosotros somos autónomos. Podemos tener asesores, pero sin apoderarlos para la toma de