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parcial de 3er año de la carrera de psicologia, Apuntes de Psicología Social

temas de 3ero, materia psicologia comunitaria 2025

Tipo: Apuntes

2024/2025

Subido el 13/05/2025

lorenapao21
lorenapao21 🇦🇷

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1. Redacten una definición propia del concepto Psicología Comunitaria. Luego,
desarrollen ampliamente los conceptos: Comunidad, Actor/agente interno de la
Comunidad, rol del Psicólogo Comunitario y Método de Investigación propio de la
Psicología Comunitaria (Investigación Acción Participativa).
La psicología comunitaria apareció en América anglosajona en 1965 como respuesta a la
saturación en los centros de tratamiento para enfermos, donde se empezaba a ver a estos
lugares como depósitos de personas. También surgió de la insatisfacción con la psicoterapia
como único enfoque, sin considerar los factores ambientales y la incapacidad para abordar
problemas sociales más amplios.
En América Latina, su desarrollo comenzó en los años 70, cuando la psicología de la época se
centraba en el individuo, colocándolo en un papel pasivo a la actividad del psicólogo y al
regirse en el modelo médico de enfermo-sano no tenía la capacidad de responder a los
problemas de la de la comunidad. Esto llevó al desarrollo de la psicología comunitaria, que
modificó tanto su objeto de estudio como sus métodos de intervención.
Hasta los años 80’, no existía una definición clara de la psicología comunitaria en América
Latina, por lo que no se consideraba como una rama académica de la psicología. Esta área se
vio influenciada por la psicología social, la sociología y la antropología. La psicología
comunitaria comenzó a definirse en términos de desarrollo social y resolución de problemas
sociales, entendiendo que la calidad de vida se mejora a través de procesos colaborativos y
mutuamente influyentes. Se busca establecer una metodología participativa donde
investigadores y sujetos trabajen juntos, “del mismo lado”, en un enfoque de acción-
transformación.
Se puede entender la psicología comunitaria como una rama de la psicología que estudia y se
ocupa de factores psicosociales que permiten desarrollar, transformar a una comunidad a su
vez proporcionando de control y poder que los individuos pueden ejercer tanto en la
individual como lo social; se utiliza una práctica multidisciplinaria, integrando conocimientos
de áreas como la sociología, las ciencias políticas, la salud pública y la psicología social.
Esta práctica se realiza desde dentro de la comunidad buscando el desarrollo comunal, con la
participación activa de sus miembros los cuales se hacen cargo de sus problemas y se
organiza en búsqueda de resolverlos, reconociendo que los problemas comunitarios afectan la
salud y el bienestar de los individuos.
En una comunidad, hay dos tipos de actores que colaboran como generadores de
conocimiento: el sujeto externo, que son los psicólogos, y el sujeto interno, que son los
miembros de la comunidad. Los psicólogos utilizan su formación para actuar como
agentes de cambio, identificando las potencialidades y recursos existentes y desarrollando
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¡Descarga parcial de 3er año de la carrera de psicologia y más Apuntes en PDF de Psicología Social solo en Docsity!

1. Redacten una definición propia del concepto Psicología Comunitaria. Luego, desarrollen ampliamente los conceptos: Comunidad, Actor/agente interno de la Comunidad, rol del Psicólogo Comunitario y Método de Investigación propio de la Psicología Comunitaria (Investigación Acción Participativa). La psicología comunitaria apareció en América anglosajona en 1965 como respuesta a la saturación en los centros de tratamiento para enfermos, donde se empezaba a ver a estos lugares como depósitos de personas. También surgió de la insatisfacción con la psicoterapia como único enfoque, sin considerar los factores ambientales y la incapacidad para abordar problemas sociales más amplios. En América Latina, su desarrollo comenzó en los años 70, cuando la psicología de la época se centraba en el individuo, colocándolo en un papel pasivo a la actividad del psicólogo y al regirse en el modelo médico de enfermo-sano no tenía la capacidad de responder a los problemas de la de la comunidad. Esto llevó al desarrollo de la psicología comunitaria, que modificó tanto su objeto de estudio como sus métodos de intervención. Hasta los años 80’, no existía una definición clara de la psicología comunitaria en América Latina, por lo que no se consideraba como una rama académica de la psicología. Esta área se vio influenciada por la psicología social, la sociología y la antropología. La psicología comunitaria comenzó a definirse en términos de desarrollo social y resolución de problemas sociales, entendiendo que la calidad de vida se mejora a través de procesos colaborativos y mutuamente influyentes. Se busca establecer una metodología participativa donde investigadores y sujetos trabajen juntos, “del mismo lado”, en un enfoque de acción- transformación. Se puede entender la psicología comunitaria como una rama de la psicología que estudia y se ocupa de factores psicosociales que permiten desarrollar, transformar a una comunidad a su vez proporcionando de control y poder que los individuos pueden ejercer tanto en la individual como lo social; se utiliza una práctica multidisciplinaria, integrando conocimientos de áreas como la sociología, las ciencias políticas, la salud pública y la psicología social. Esta práctica se realiza desde dentro de la comunidad buscando el desarrollo comunal, con la participación activa de sus miembros los cuales se hacen cargo de sus problemas y se organiza en búsqueda de resolverlos, reconociendo que los problemas comunitarios afectan la salud y el bienestar de los individuos. En una comunidad, hay dos tipos de actores que colaboran como generadores de conocimiento: el sujeto externo, que son los psicólogos, y el sujeto interno, que son los miembros de la comunidad. Los psicólogos utilizan su formación para actuar como agentes de cambio, identificando las potencialidades y recursos existentes y desarrollando

estrategias para implementarlos. Por otro lado, los integrantes de la comunidad aportan su comprensión sobre su entorno y los problemas que enfrentan. Es importante resaltar que este enfoque no es paternalista; se basa en una práctica colaborativa y autogestionada. Muchos autores definen esta disciplina a partir de sus características, enfocándose en el sentido de comunidad y su fortalecimiento, además de buscar mejorar la relación entre los individuos y su entorno. Rappaport (1977) destaca que los factores ecológicos y culturales son cruciales en los problemas de salud mental. Este enfoque genera una relación dialéctica de transformaciones mutuas, donde el individuo provoca cambios en su grupo y, a su vez, el grupo transforma a la comunidad, transformando así en las personas.

  • Comunidad : Una comunidad puede definirse como un grupo social, construido cultural e históricamente, el cual se desarrolla de manera dinámica teniendo en cuenta el contexto, implicando que no se puede considerar a la comunidad como algo estático, ya que las comunidades son entes en movimiento y transformación, de manera que refleja los constantes cambios en las personas que las componen. La misma consta de límites borrosos debido a que está en continua transformación, no puede terminar o comenzar en límites precisos y definidos de en donde comienza o termina la comunidad. La identidad y el sentido de comunidad se construyen y reconstruyen a lo largo del tiempo, ya que comparten un momento histórico y una cultura. Donde los miembros de esta comunidad pueden compartir intereses, objetivos, necesidades, relaciones y vínculos, se fomenta un sentido de pertenencia y de identidad colectiva y a su vez los hacen diferentes a otras comunidades. Generalmente las personas en una comunidad se conocen entre sí y tienen un trato frecuente o se han visto, pero por lo general se conocen entre sí y tienen una noción de quién es quién. Según Sarason (1974) el sentido de comunidad consiste en la percepción de similitud con otros, es el sentimiento de que se es parte de una estructura estable de la que se depende.
  • Actor/agente interno de la Comunidad : El actor o agente interno de la comunidad son aquellos sujetos emergidos e integrantes de la misma comunidad. Son los agentes activos, que participan en todo el estudio y trabajo a abordar para su propia transformación social, convirtiéndose así en actores con su participación activa, contribuyendo de manera eficiente, produciendo sus saberes acerca de la comunidad, colaborando y ejecutando decisiones para la solución de sus problemas presentes y de su cultura, intercambiando saberes y aprendiendo conjuntamente con el Psicólogo Comunitario para su propia co-construcción.
  • Rol del Psicólogo Comunitario: Así, como se mencionó previamente sobre los agentes internos, esta práctica va a estar compuesta por un trabajo en conjunto, los agentes internos para resolver sus problemáticas, van a necesitar de un mediador/facilitador para actuar. Este mediador, se lo va a llamar agente externo (por no pertenecer a la comunidad pero sí contribuir) a los Psicólogos comunitarios.

La IAP es un método que ayuda a los grupos a desarrollar sus capacidades para identificar problemas y oportunidades, y a su vez generar soluciones propias para mejorar su situación. Es importante fomentar el diálogo entre el conocimiento científico y los saberes de las comunidades. Los conocimientos de estas comunidades son valiosos tanto para ellas mismas como para otras sociedades. La IAP se basa en tres momentos: primero, la investigación, que valora el conocimiento y respeta sus diversas formas de producción; segundo, la participación, que resalta la importancia de la igualdad en la relación entre investigadores y miembros de la comunidad; y tercero, la acción, orientada a generar un cambio positivo en la comunidad. La IAP abarca diferentes enfoques de investigación orientados al cambio social con la participación activa de las personas. Lo esencial es que todas estas corrientes comparten un enfoque en la acción y están fundamentadas en el conocimiento y la experiencia. IAP es una estrategia que genera espacios para el aprendizaje colaborativo, el diseño, ejecución y evaluación de acciones transformadoras.

2. Describan, expliquen y relacionen el surgimiento en Latinoamérica de la Psicología Comunitaria, de la Epidemiología Crítica, de la Educación Popular y de la Nueva Canción. La Psicología Comunitaria surge en Latinoamérica por la crisis de legitimidad y de significación en el campo psicosocial. Se buscó producir un modelo alternativo al modelo médico. La propuesta que se hizo era a partir de los aspectos positivos y de los recursos de esas comunidades buscando su desarrollo y su fortalecimiento, y centrada el origen de la acción. Los miembros de dichas comunidades, dejaban de ser considerados pasivos, para ser vistos como actores sociales, constructores de su realidad. El énfasis de la Psicología comunitaria, estará en la comunidad y no en el fortalecimiento de las instituciones. Es planteada como una psicología de la acción para la transformación, en la cual, los investigadores y los sujetos, están del mismo lado en la relación de estudio; ambos forman parte de la misma situación. La epidemiología crítica: Esta se concentra en el análisis de los determinantes sociales de la salud, y las desigualdades en la distribución de enfermedades. Está orientada a comprender cómo los factores sociales, económicos y políticos afectan la salud de las poblaciones. En América latina, la epidemiología crítica, surgió como respuesta a las condiciones desiguales de salud en la región. La educación popular: Es un enfoque educativo que promueve la participación activa de las comunidades en su propio proceso de aprendizaje, como también en la toma de decisiones.

De prioridad al diálogo, y a la construcción colectiva de conocimiento. En América latina, la educación popular (su mayor representante Paulo Freire), ha sido esencial para empoderar a comunidades marginales y fomentar la conciencia social y política con la educación, la alfabetización. “El saber se construye”. La nueva canción : Es un movimiento musical y artístico que surgió en América Latina en la década de 1960. Sus canciones frecuentemente abordan temas políticos, sociales y de justicia con el objetivo de concientizar y movilizar a la población. Esta se convirtió en una poderosa herramienta de protesta, expresión y resistencia, contra las dictaduras y las injusticias en la región. El folklore es un claro ejemplo de este movimiento, que permite la expresión con contenido social. Estos movimientos emergieron en contextos de cambios políticos y sociales en América Latina, caracterizados por luchas, por la justicia social, los derechos humanos, y la participación activa de los ciudadanos. Reflejando un compromiso con la transformación social, y el empoderamiento de las comunidades en la región. 2b. Describan y expliquen el surgimiento del Nuevo Paradigma de la Psicología Comunitaria y sus 5 dimensiones. Comenzaremos haciendo una breve descripción del significado de paradigma dentro de las ciencias sociales. Se entiende por paradigma a un modelo o modo de conocer, que incluye tanto una concepción del individuo o sujeto cognoscente como una concepción del mundo en que éste vive y de las relaciones entre ambos. Un paradigma supone un conjunto sistemático de ideas y de prácticas que rigen las interpretaciones acerca de la actividad humana y de sus productores (Munné, en 1989, habla de un modelo del hombre), de su génesis y de sus efectos sobre las personas y sobre la sociedad, y que señalan modos preferentes de hacer para conocerlos (Montero, 1993, 1996b). La psicología comunitaria surge casi al mismo tiempo que el llamado "nuevo paradigma", poco tiempo después conocido en las ciencias (naturales y sociales) como “paradigma relativista cuántico”, (cuando nos referimos al pensamiento cuántico decimos que introduce una forma de pensar distinta del saber sobre la naturaleza del universo y de sí mismo y que las ideas cuánticas reestructuran la mente en todos sus esquemas conceptuales.) La psicología comunitaria es una manifestación de ese paradigma que se venía gestando desde fines del siglo XIX y que socialmente se destaca a partir de los años ochenta del siglo XX. El Nuevo Paradigma de la Psicología Comunitaria surge como una manifestación del paradigma relativista cuántico, marcado por la complejidad, el holismo y la ambigüedad. Este paradigma se enfoca en la intervención en problemas psicosociales, buscando

  • La comunidad posee recursos para realizar sus propias intervenciones-investigaciones sin necesidad de que vengan extraños a realizar dicha tarea.
  • El rol del profesional en este trabajo debe ser de facilitador y no de experto. ● Dimensión Epistemológica Aquí el conocimiento se produce en una relación con carácter monista, lo cual significa que entre sujeto y objeto no hay distancia, son parte de una misma dimensión. Pero, además, esa construcción es social y por lo tanto relativa, pues responde a un momento y a un espacio determinados, ya que es producida históricamente. La realidad, para esta concepción del saber, es inherente a los sujetos que la construyen, el sujeto está en la realidad, es parte de ella, y no es posible separarlos. ● Dimensión Metodológica la investigación-acción en su expresión participativa (IAP, es un método de investigación que se caracteriza por ser democrático, transparente, cooperativo y eficaz.), tomada del campo de la sociología y de la educación popular (aunque su origen está en la psicología: Lewin, 1948/1973), enriqueciéndose con aspectos provenientes de aquellos métodos ligados a la psicología tradicional, de carácter dinámico y colectivo. La dimensión metodológica comunitaria tiene el desafío y la necesidad de generar métodos cambiantes transformadores y con un ritmo acorde a las necesidades según los cambios que presente el problema de estudio. Se busca entonces construir una metodología dialógica, dinámica y transformadora que incorpore a la comunidad "a su autoestudio" (Santiago, Serrano- García y Perfecto, 1992: 285). Se amplía la dialéctica convirtiéndola en analéctica, logrando así una forma de intervención y de estudio que responda a los intereses de la gente a la cual se suponen destinados sus beneficios. ● Dimensión Ética La definición del Otro y su inclusión en la relación de producción de conocimiento conforman el eje de esta dimensión. Tiene como objetivo principal la relación con el Otro en términos de igualdad y respeto, incluyendo la responsabilidad que cada uno tiene respecto del Otro, entendiendo por responsabilidad no el responder a, sino el responder por el Otro ( Dussel, 1998). Se trata de reconocer la existencia independiente de la comunidad como forma de grupo y de sus miembros en su singularidad, en su carácter de dueños de una historia construida por ellos, anteriores a la intervención comunitaria y posteriores a ella. La concepción ética pasa

por el carácter incluyente del trabajo comunitario, en el cual se busca integrar, respetando las diferencias individuales, en lugar de excluir o de apartar. La comunidad como grupo o conjunto de grupos organizados tiene voz propia, y sus miembros activos cuentan con capacidad para tomar y ejecutar sus propias decisiones, tienen la capacidad y el derecho de participar. Como comunidad es un sustantivo colectivo, aun cuando se trabaje con grupos organizados de la comunidad relativamente pequeños, es necesario orientar ese trabajo hacia la participación de aquellas personas que aunque no formen parte de esos grupos, tienen participación en los procesos que afectan y hacen a la comunidad. ● Dimensión Política Refiere a la implementación, del carácter y la finalidad del conocimiento producido, así como su ámbito de aplicación y sus efectos sociales, configuran el carácter político de la acción comunitaria. La política se refiere a la esfera de lo público, al ámbito de la ciudadanía y a cómo nos relacionamos con otras personas en ella. Asimismo, se refiere al poder y a sus líneas de acción, lo cual constituye su núcleo central. Esto se ejemplifica en ver en la sociedad en la que vivimos los espacios generados por minorías relegadas o silenciadas, que generan nuevos espacios de pertenencia e inclusión, en un diálogo democrático. La psicología comunitaria propone una participación que moviliza a una función desalienante con un carácter de conciencia movilizadora y socializadora. Esta participación no busca sólo remediar algún mal, cumplir algún deseo, sino además generar conductas que respondan a una proyección activa del individuo en su medio ambiente social. Asimismo, la generación de conocimiento y el respeto a la diversidad tienen consecuencias políticas y pueden ser el producto de políticas públicas específicas. Y si la ética reside en el reconocimiento y la aceptación del Otro en su diferencia, en su aceptación como sujeto cognoscente con igualdad de derechos, la relación que se dé en tales circunstancias será liberadora porque la libertad no reside en el aislamiento y la separación entre Unos y Otros, sino en la intersubjetividad que al reconocer la humanidad del Otro permite que, por ese acto, el Uno también sea humano. De tal manera que el carácter ético está íntimamente ligado al político. Estas cinco dimensiones de un paradigma (ontología, epistemología, metodología, ética y política) deben entenderse como una unidad integrada. En la psicología comunitaria, estas dimensiones son partes esenciales del proceso de creación del conocimiento, siempre presentes y que influyen en cómo se conoce, ya sea de manera consciente o inconsciente. Los límites entre estas dimensiones no son rígidos; no son esferas separadas, sino que forman una totalidad. No siguen un orden específico, ninguna dimensión es más importante que otra, ya

emancipador. Asimismo, la intervención no solo se orientaba a la atención de las necesidades psicosociales de las personas, sino a la transformación de las estructuras de poder que perpetúan la desigualdad y se está centrada en la prevención de problemas psicosociales, más que en la intervención después de su aparición. También se destaca el enfoque participativo y colectivo, a partir del cual, las comunidades no eran vistas como receptoras pasivas de ayuda, sino como protagonistas de sus propios procesos de cambio. Tiene un enfoque ecológico, que considera a los individuos en relación con su entorno y la forma en que el mismo influye en su bienestar En función de su surgimiento y establecimiento en la sociedad y en las comunidades que la componen, la Psicología Comunitaria empieza a ser definida como una rama de la psicología que tiene el objetivo de estudiar y abordar las relaciones entre los individuos y sus contextos sociales, enfocándose en mejorar la calidad de vida por medio de la intervención en los entornos comunitarios. Busca el empoderamiento de las personas y comunidades, promoviendo la equidad y la justicia social. Ahora bien, en lo que respecta los diferentes paradigmas de la presente rama, se encuentran diversos modelos que responden a las diferentes formas de abordar los problemas psicosociales y la intervención. Un paradigma implica un conjunto de creencias y prácticas que guían el trabajo en un campo de conocimiento determinado. En relación con la Psicología Comunitaria, los paradigmas van a definir cómo se conciben los problemas sociales y las estrategias para abordarlos y van a funcionar como construcciones que organizan la realidad y orientan la acción. Puntualmente el paradigma de la construcción y de la transformación crítica sostiene que las realidades sociales son construcciones que pueden ser transformadas a través de la acción consciente y crítica de los sujetos. En este sentido, la Psicología Comunitaria asume un rol transformador, buscando no solo comprender los problemas sociales, sino también modificarlos. La relación entre el surgimiento de la Psicología Comunitaria en Latinoamérica que emergió en un contexto de lucha contra la opresión y la injusticia, con un enfoque emancipador. Esta perspectiva crítica sigue presente en el nuevo paradigma, que asume que la realidad es construida socialmente y que puede ser transformada a través de la acción consciente y colectiva. El nuevo paradigma, al centrarse en la construcción y transformación crítica, recoge las bases planteadas por los primeros psicólogos comunitarios latinoamericanos, como Martín-Baró, quienes defendían la idea de que la psicología no debía ser neutral, sino que debía posicionarse activamente en favor de las comunidades oprimidas. La dimensión ontológica de

este paradigma refleja la misma visión de la realidad como algo dinámico y transformable, lo que coincide con la perspectiva crítica y transformadora que caracterizó el surgimiento de la Psicología Comunitaria en Latinoamérica. De esta manera, ambos procesos —el surgimiento en América Latina y el desarrollo del nuevo paradigma— están conectados por una visión de la psicología como una herramienta de transformación social orientada a la justicia y el empoderamiento. En función de profundizar sobre dicha relación consideramos útil analizar autores relevantes en el campo de la Psicología Comunitaria como Ignacio Martín-Baró, Paulo Freire y Bronfenbrenner. Baró, como pionero de dicha rama, desarrolló la Psicología de la Liberación como una respuesta a las condiciones de injusticia y opresión en la región, destacando la importancia de una psicología que no solo entienda la realidad de las personas oprimidas, sino que también actúe como un motor de cambio social. Este enfoque comunitario emergente fue pionero en considerar a las comunidades no solo como pacientes, sino como actores capaces de organizarse para luchar por su propia liberación. A su vez, el nuevo paradigma de la construcción y transformación crítica está alineado con la propuesta de Baró, ya que ambos reconocen que la realidad social es construida por relaciones de poder, y que estas relaciones pueden ser modificadas a través de la acción comunitaria consciente. La idea central de Martín-Baró sobre la conciencia crítica como herramienta para empoderar a las comunidades oprimidas se integra en el nuevo paradigma, que promueve no solo la comprensión, sino la transformación activa de las realidades sociales. Desde la propuesta de Paulo Freire en “Pedagogía del Oprimido” se plantea un modelo educativo basado en la conciencia crítica y el diálogo, donde los oprimidos puedan desarrollar su capacidad para interpretar y transformar su realidad. Su enfoque fue crucial para el desarrollo de la Psicología Comunitaria en América Latina, ya que proporcionó las bases teóricas para un proceso educativo que no es jerárquico, sino que fomenta la participación activa y la emancipación. Asimismo, el nuevo paradigma de la Psicología Comunitaria se encuentra influenciado por las ideas del autor, coincidiendo en la importancia de un diálogo horizontal en el que el profesional no es quien posee un conocimiento absoluto, sino que trabaja junto a la comunidad para construir soluciones a los problemas que enfrentan. El paradigma contemporáneo se basa en un modelo colaborativo que reconoce la capacidad de las comunidades para redefinir su realidad y transformarla. Considerando el enfoque ecológico que plantea Bronfenbrenner se busca entender de forma integral al individuo en función de su contexto, ya que para el autor los sujetos están inmersos en un conjunto de sistemas interrelacionados (micro, meso, exo, macrosistema) que influyen en su desarrollo y bienestar. Dicho modelo fue adoptado por psicólogos comunitarios en la