INTRODUCCION
El cáncer es la segunda causa de mortalidad más común en el mundo, después de las enfermedades cardiovasculares
Esa enfermedad puede conllevar un largo tiempo de sufrimiento para los que están afectados por ella y sus familias, y tiene importantes repercusiones EN LO sociales y
económica. Además, a medida que aumenta la longevidad de las personas, se prevé que crezca la carga del cáncer.
Se estima la incidencia mundial que, entre 2000 el cáncer se aproximadamente en 2030 se triplicará, lo que supondrá una considerable carga adicional para los sistemas de
salud y los costos de la atención sanitaria.
Hasta hace poco, el cáncer se consideraba una enfermedad de los países occidentales industrializados. No obstante, en 2008 el 63% de todas las defunciones por cáncer
correspondió a países de ingresos bajos y medianos, y es previsible que esta cifra vaya en aumento. El crecimiento estimado de la incidencia del cáncer tendrá una mayor
repercusión en esos países, que a menudo cuentan con unos sistemas de salud frágiles o carecen de ellos. (Conferencia O.2011.).
El informe “Cáncer de las Américas 2013”, que fue presentando el 6 de noviembre en Lima, Perú, indica que la tasa de decesos por cáncer bajó entre 2000 y 2010 en 9 de los
22 países de la región: Brasil, Chile, Paraguay, Argentina, Canadá, Estados Unidos, México, Nicaragua y Venezuela. Respecto a Bolivia, el documento especifica que las
principales causas de muerte son el cáncer de cuello uterino, estómago y pulmones.
Las mujeres bolivianas, junto a las de Honduras y Nicaragua, tienen como causa principal de muerte el cáncer cérvico uterino (21%). En cuanto al de estómago, la incidencia
se da más en los varones (19%). El cáncer de pulmón es la tercera causa de decesos en los varones (9%) y en las mujeres está en cuarto lugar (6%). Bolivia, Chile y
Uruguay registran el consumo más alto de tabaco entre adultos y, por ende, de muertes por cáncer de pulmón. (Ecancer, A.2013).
<
Los pacientes con cáncer son especialmente vulnerables al desarrollo de desnutrición. Sin embargo, son escasos los estudios que abordan de manera específica la
incidencia o prevalencia de la desnutrición. De estos estudios se obtuvieron datos como que la pérdida de peso puede oscilar entre el 31% para los pacientes con neoplasias
hematológicas y el 87% de los pacientes con neoplasias gástrica. También, que la pérdida de peso es el síntoma más frecuente en los pacientes oncológicos.
<
En el estudio PREDyCES, un estudio multicéntrico, observó una prevalencia de desnutrición en el marco hospitalario del 23.7% al ingreso. El cáncer fue uno de los
principales factores asociados a la presencia de desnutrición. El sub análisis centrado en el paciente oncológico mostró una mayor prevalencia de desnutrición en este
colectivo, en concreto del 33,9% al ingreso y del 36.4% tras el alta hospitalaria.
<
La desnutrición aparece tanto en fases terminales, como en los primeros estadios del crecimiento tumoral e incluso puede ser a forma inicial de debut de estos procesos. El
tipo y el estadio tumoral determinan en parte la presencia de malnutrición . los cánceres de páncreas, esófago, y estómago avanzados tienen la máxima prevalencia (80-85%).
En estadios avanzados más de un 50% de los pacientes LLEGAN a estar malnutridos.
Por lo expuesto, el propósito de la presente investigación es evaluar el estado nutricional y la calidad de la dieta de las personas que padecen cáncer y están recibiendo el
tratamiento antineoplásico recomendado (quimioterapia), para realizar una intervención nutricional adecuada y a tiempo, prevenir complicaciones ocasionadas por la
enfermedad, con el fin de aumentar la tolerancia al tratamiento antineoplásico y disminuir los efectos secundarios del mismo