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Tipo: Monografías, Ensayos
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Motín del 2 de agosto de 1810 Commons-emblem-question book orange.svg Este artículo o sección tiene referencias, pero necesita más para complementar su verificabilidad. Este aviso fue puesto el 2 de agosto de 2018. El motín del 2 de agosto de 1810, también llamada masacre del 2 de agosto de 1810,1 fue una revuelta ciudadana y una rebelión de prisioneros ocurrida en Quito. capital de la entonces Audiencia y Cancillería Real de Quito, en la que un grupo de patriotas asaltó el Real Cuartel de Lima con la intención de liberar a los prisioneros que habían participado el año anterior en la Primera Junta de Gobierno Autónoma de Qui to y que habían sido acusados de crímenes de lesa majestad para los cuales el fiscal pedía pena de mue rte o prisión permanente.
El pueblo quiteño sublevado asaltó dos cuarteles y una cárcel y las autoridades realistas respondieron ej ecutando a los presos que no habían huido y ordenando la salida de las tropas. Luego, la lucha se exten dió a las calles de la ciudad. Hubo tumultos y muerte de los españoles más odiados,2 Entre 200 y 300 p ersonas (1% de la población de entonces), perdió la vida en la refriega. El saqueo de las tropas realistas produjo pérdidas valoradas entre 200 y 500 mil pesos de la época. La matanza como represalia, ordenad a por el gobernador realista, Manuel Ruiz Urriés de Castilla, I conde de Ruiz de Castilla, tuvo amplia repe rcusión en toda la América hispana, como un acto de barbarie y justificación de la "Guerra a Muerte" decr etada por el libertador Simón Bolívar.
Índice 1 Antecedentes 1.1 El Primer Grito de Libertad 2 El 10 de agosto 2.1 Intento de expansión 2.1.1 Cuenca 2.2 Represión española y caída de la Junta de Quito 3 Persecución de los miembros de la Junta 4 El 2 de agosto de 1810 4.1 Intento de liberación de los reclusos 4.2 La matanza en las calles de Quito 4.3 Repercusión de la masacre en las filas revolucionarias 5 Véase también 6 Referencias Antecedentes El Primer Grito de Libertad Artículo principal: Primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito La primera Junta de Gobierno Autónoma fue un gobierno ejecutivo que se creó en el territorio de la Presi dencia de Quito a raíz de la invasión napoleónica a España, y que dio inicio al proceso revolucionario que se extendería hasta 1812. Esta revolución, tuvo lugar en la ciudad de Quito el 10 de agosto de 1809, des pués del derrocamiento de Manuel Ruiz Urriés de Castilla y Pujadas, I conde de Ruiz de Castilla, preside nte de la Real Audiencia de Quito, por un grupo de sublevados que formaron una junta de gobierno provi sional. A este evento se lo conoce en el Ecuador y otros países de la región como Primer Grito de Indepe ndencia Hispanoamericano, debido a que constituyó el inicio del proceso de emancipación de Latinoamér ica. Además, a los gestores de este hecho se los conoce como los patriotas del 10 de agosto de 1809. D e los participantes en la sonada, 32 acabaron siendo encarcelados y luego asesinados por órdenes de R uiz de Castilla en el Motín del 2 de agosto de 1810.
El pueblo de Quito vio afectados sus intereses por las medidas tomadas por el Gobierno colonial, al mis mo tiempo que los ideales de la Ilustración y la Revolución francesa, fueron propagados por intelectuales como Eugenio Espejo y José Mejía Lequerica, que los extendieron entre todas las clases sociales de la población. La decadencia del régimen colonial español que era evidente en todo el continente, fue un det onante para intentar una sublevación contra el régimen, disfrazada bajo las llamadas máscaras de Ferna ndo VII, en las que se fingía lealtad al rey español para evitar represiones, pero que tenían como fin logra
r un gobierno autónomo.
El 6 de octubre de 1808 el cabildo de Quito recibe las noticias de la invasión napoleónica a España y las Capitulaciones de Bayona, por las que Fernando VII abdicó la corona en el emperador francés Napoleón Bonaparte.4 Este tema se discutía con frecuencia en varias reuniones a las que asistían tanto los nobles locales, como intelectuales liberales influidos por la Ilustración.
El más conocido entre estos capítulos es el llamado Complot de Navidad, que tuvo lugar el 25 de diciemb re de 1808 durante una reunión efectuada en la Hacienda Chillo-Compañía, propiedad de Juan Pío Mont úfar, II marqués de Selva Alegre. En ella los invitados discutieron los acontecimientos que estaban sucedi endo en España con motivo de la invasión napoleónica, así como la crisis socioeconómica que vivía gran parte de la Audiencia a causa de las reformas borbónicas, todo ello con planes autonomistas para Quito.
El 22 de febrero de 1809, Pedro de Montúfar, que ejercía como alcalde de Quito, recibió varias cartas de la Junta Central Suprema en las que se solicitaba que el Cabildo demostrase la fidelidad de la ciudad al d epuesto rey Fernando VII, enviando cartas al virrey de Nueva Granada y a los Infantes de España; por ell o el 17 de marzo se acordó el reconocimiento a la Junta Central como representante de la autoridad del Rey hasta que se consiga su restablecimiento en el trono, así como una ceremonia religiosa en la Catedr al donde el Cabildo, el tribunal de la Real Audiencia y el cuerpo militar, jurasen dicha lealtad.
Sin embargo, el Complot de Navidad con planes autonomistas para Quito, salió a la luz pública los última s días de febrero, cuando fue denunciado a los españoles por unos sacerdotes mercedarios a los que el coronel Salinas había hecho partícipes del plan buscando apoyo de esa congregación religiosa.6 El pres idente Manuel Ruiz Urriés de Castilla ordenó apresar a Juan de Dios Morales, Nicolás de la Peña, el cura José Riofrío, el mismo Salinas, y otros asistentes a la reunión decembrina; aunque luego tuvo que liberar los por falta de pruebas, ya que los expedientes del proceso fueron extraídos de la oficina del secretario que lo llevaba.
Ante lo que las autoridades españolas de la Presidencia consideraban ya una tentativa innegable de subl evación de los quiteños, éstas enviaron un comunicado al Cabildo que fue leído el 25 de abril, en el que s e refiere a la reunión de diciembre en la hacienda del Marqués de Selva Alegre como «una Junta que se ha supuesto iba a entablarse contra el Gobierno actual» y se solicitaba que se detuviese, denunciase, e i nvestigase estos movimientos que manchaban la imagen de lealtad de la ciudad.
Durante la noche del 9 a la madrugada del 10 de agosto de 1809 en casa de Manuela Cañizares, dama q uiteña comprometida con la causa independentista. Decidieron reunirse un grupo conformado por nobles criollos, doctores, marqueses con el objetivo de organizar una junta suprema de gobierno. En esta junta s e designó a Juan Pío Montúfar Marqués de Selva Alegre como Presidente, el obispo Cuero y Caicedo co mo vicepresidente, en el despacho del Interior a Juan de Dios Morales, en el de Gracia y Justicia a Manu el Rodríguez de Quiroga y en el de Hacienda a Juan Larrea.
El 10 de agosto
Reunión de los próceres en la casa de Manuela Cañizares. Óleo sobre lienzo, autor desconocido (inicios del siglo XX). En la mañana del 10 de agosto de 1809 los patriotas sorprendieron a los comandantes españoles de la g uarnición de Quito y sitiaron el Palacio Real, actual Palacio de Carondelet, con el fin de entregar al conde Ruiz de Castilla, quien era el presidente de la Real Audiencia, el oficio mediante el cual se lo había cesa do de sus funciones. El apoyo de los 177 soldados de la guarnición colonial fue clave para el triunfo de la revuelta, ya que plegaron a ella sin que se produjesen enfrentamientos armados. La tropa se formó en la Plaza de la Independencia, al mando de Salinas, cerca de las cinco de la mañana.
El doctor Antonio Ante se presentó, según relata el historiador Pedro Fermín Cevallos, en el Real Palacio antes de las seis de la mañana y exigió que despertaran al presidente de la Real Audiencia, para entreg
La noticia de los hechos sucedidos en Quito la madrugada del 10 de agosto, fueron conocidos en Cuenc a varios días después debido a que Blas Santos, encargado del servicio postal, llevó la nueva al intervent or de la Renta de Correos Joaquín Tovar.12 En esos mismos días, una carta enviada a Mariano Pozo de sde Quito fue requisada por José Neyra y Vélez, que la entregó al gobernador Melchor de Aymerich, quie n a su vez pidió a Francisco García-Calderón que le cediese los dineros públicos que tenía a su cargo, co n el pretexto de levantar tropas e iniciar la marcha sobre la provincia rebelada, pero como no presentó las respectivas libranzas legales, éste se negó.
Mientras tanto, Aymerich había mandado a desarmar la escolta disponiendo la prisión del sargento Pozo y de otros vecinos, a quienes acusó de revolucionarios por simples chismes y delaciones.12 El 24 de ag osto, mientras el alcalde Fernando Guerrero de Salazar y el capitán García-Calderón almorzaban juntos en casa de este último, fueron detenidos por el teniente Manuel Rodríguez y Villagómez, que los condujo a un cuartel hasta el 5 de septiembre, fecha en que fueron remitidos a Guayaquil.
Represión española y caída de la Junta de Quito Las autoridades coloniales cercanas a Quito, desde el primer momento, consideraron que la Junta Sober ana era una rebelión contra el orden colonial y se apresuraron a reprimirla. A ningún funcionario español de la época le convencieron las declaraciones de fidelidad al rey Fernando VII.
Poco ayudaron circulares como ésta, que envió Quito a los cabildos de las ciudades más cercanas, habla ndo de conceptos inaceptables para los españoles, como patria, libertad e independencia: "Quito, Agosto 13 de 1809.- A los Señores Alféreses, Corregidores y Cabildos que existen en los asiento s, villas y ciudades.- S. E. El Presidente de Estado, de acuerdo con la Honorable Junta y los Oidores de a udiencia en pública convención, me han instruido que dirija a US. una circular en la que acredite y haga s aber a todas las autoridades comarcanas que, facultados por un consentimiento general de todos los pue blos, e inspirados; de un sistema patrio, se ha procedido al instalamiento de un Consejo central, en dond e con la circunspección que exigen las circunstancias se ha decretado que nuestro Gobierno gire bajo los dos ejes de independencia y libertad; para lo que han convenido la Honorable Junta y la Audiencia nacio nal en nombrar para Presidente a S. E. el señor marqués de Selva Alegre, caballero condecorado con la cruz del orden de Santiago. Lo comunico a US. para que en su reconocimiento se dirijan por el conducto ordinario letras y oficios satisfactorios de obediencia, después de haber practicado las reuniones y juntas, en las capitales de provincia y pueblos que sean convenientes; y fechas que sean se remitan las actas."