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Metodos, conceptos y estrategias de negocios y persuasión
Tipo: Apuntes
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¡No te pierdas las partes importantes!
Anexo 4 Persuasión y Negociación
Persuasión y negociación, la mejor forma de alinear esfuerzos y resolver conflictos.
Para empezar a ser persuasivo y negociador.
La persuasión es una acción que se ejerce para modificar un comportamiento, una actitud, o una preferencia de otra persona, y forma parte de la vida cotidiana.
Tú persuades todos los días:
La negociación es el complemento de la persuasión.
Negociar es establecer una relación entre dos o más personas, para lograr un acuerdo basado en el intercambio de posiciones, bienes, servicios o dinero; con el fin de obtener beneficios mutuos.
Existen algunos conceptos relacionados con el tema, que es importante definir:
La Persuasión tiene que ver con aspectos emocionales, el momento de persuadir es indicado para:
Negociación trata los aspectos duros de la interacción cuando se habla de compromisos, obligaciones, lo que hay que dar y lo que se espera recibir,
Como persuadir.
Existen puntos básicos que debes atender, al empezar el trato con tu interlocutor, y que tienen que ver con los cuatro aspectos que intervienen en un proceso de persuasión.
Tu persona:
Tu mensaje (lo que dices para persuadir)
Tu interlocutor:
momento y el lugar:
Lo que no debes hacer
Lo que si debes hacer
La persuasión consiste en proponer una línea de acción a una persona y convencerla de modificar su conducta para ejecutarla. El final del proceso de persuasión termina cuando la otra persona acepta de manera voluntaria la nueva línea de acción y se decide a ejecutarla.
Un proceso esquemático de la persuasión incluye tres momentos:
Es la mejor estrategia, se debe usar si las relaciones entre las partes tienen perspectivas de duración, requiere que ambas partes estén dispuestos a confrontar sus intereses y ceder algunos a cambio de recibir otros. Sus cualidades son:
GANAR-PERDER. Es una estrategia desgastante y recomendable sólo para situaciones de crisis o cuando no son indispensables las relaciones entre ambas partes.
Los cuatro tiempos de la negociación inteligente.
El momento de la verdad en la negociación, es cuando los representantes de las partes en litigio, se encuentran frente a frente, dispuestos a esgrimir argumentos y razones para obtener los máximos beneficios posibles.
Para este momento, el negociador que mejor haya aprovechado la etapa de preparación, cuenta con una ventaja significativa.
El momento de la negociación presenta cuatro tiempos:
En una situación ideal, los cuatro tiempos se marcan detalladamente y los negociadores pueden avanzar sincronizadamente hacia el final de la interacción.
En otros casos, los cuatro tiempos pueden traslaparse, debido a la dinámica que tome la negociación y que obligue a insistir sobre situaciones pasadas.
En un caso extremo, la negociación puede desviarse totalmente de los cuatro pasos y esto puede ser un síntoma de dos posibles situaciones:
En ambos casos, la negociación tiene pocas posibilidades de llegar a un término satisfactorio para ambas partes, y su desenlace seguramente tendrá como efecto colateral disgusto por el resultado obtenido y frustración por el tiempo y esfuerzo invertidos; por parte de uno o ambos participantes.
Primer Tiempo: El rapport.
El ambiente que priva entre los negociadores durante la interacción es determinante para su desempeño:
El rapport es la etapa más breve, pues su duración es apenas de unos minutos, durante los cuales:
Cuando hay interés en establecer una relación duradera con el interlocutor, o existe la intención de negociaciones futuras, el rapport cobra especial importancia ya que un buen grado de sintonía facilita enormemente la interacción y deja a los participantes predispuestos a posteriores contactos.
Hay negociadores, especialmente los que pretenden una fama de “ duros ”, que desdeñan esta etapa y entran directamente a la negociación.
Independientemente de que puede formar parte de una táctica de presión, es importante recordar que la negociación es un proceso entre personas donde se trata de enfrentar problemas y no confrontar a la gente.
La negociación tiene lugar entre personas y en sus decisiones influyen, además de los argumentos y razones que se aporten, sus emociones y sentimientos, que muchas veces resultan predominantes.
Segundo Tiempo: La presentación de argumentos.
La siguiente etapa de la negociación consiste en el intercambio de información.
De la misma manera que un médico no diagnostica hasta haber auscultado ampliamente a su paciente, el buen negociador no se precipita en llegar a conclusiones antes de asimilar toda la información posible.
Objetivos e intereses.
Ambas partes deben tener bien planteadas cuales son sus propósitos en la negociación. No es concebible un negociador que llega “ a ver que pasa ”.
En una negociación madura, los participantes comparten sus objetivos desde el primer momento, con el fin de que ambos sepan lo que pretende ganar la otra parte.
Una vez reconocidos los objetivos de los participantes, es más fácil confrontar los intereses que los animan, y en este orden de ideas se pueden descubrir cuatro niveles.
El propósito de confrontar intereses es:
De tal manera, que desde el inicio de la discusión es posible predecir el desenvolvimiento de la misma, en base a las combinaciones de intereses de ambas partes.
Argumentación.
Los argumentos son los elementos que usa el negociador para defender sus intereses y buscar ganar posiciones.
El negociador inteligente durante la discusión es:
No tengas miedo de lanzar una exigencia desmedida, para "calar" a tu interlocutor. Nunca sabes lo que esta dispuesto a ceder.
Cuarto Tiempo: La objeciones y las concesiones.
Al momento de empezar la negociación, las posiciones de ambas partes se encuentran distanciadas y el propósito es aproximarlas hasta el punto de máxima coincidencia. Para ello, es necesario que cada parte haga concesiones, que permitan disminuir la distancia entre ambas.
Un negociador improvisado, que no sabe cuales son sus capacidades de concesión, puede caer en cualquiera de dos situaciones:
Existen siete reglas para manejar las concesiones. Y todas exigen tener la información completa y adecuada para aplicarlas.
Es muy útil cuando se trata de una objeción con un enfoque directo por parte del interlocutor y que exige una respuesta inmediata e igual de rotunda.
Esta táctica se recomienda sólo cuando la objeción merece una respuesta inmediata y contundente. Si las objeciones son de poca importancia, la réplica directa suele parecer agresiva.
Si... pero…. Es una táctica de alta efectividad, puesto que tiene los elementos para desarmar al interlocutor y consiste en demostrar acuerdo con la objeción, para refutarla después con información adicional.
La ventaja de ésta táctica es que se asienta un punto de acuerdo con el oponente, que puede servir como base para estructurar nuevos argumentos.
¿Por qué?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿cómo? Cuando se usa una pregunta como réplica a una objeción, obliga al interlocutor a reflexionar en voz alta sobre sus propios argumentos, y las respuestas sirven para profundizar en sus intereses y expectativas.
La paráfrasis. Consiste en repetir una frase del interlocutor, enfatizando los detalles más importantes. En el caso del manejo de objeciones sirve para:
Lo más importante de afrontar una objeción, no es demostrarle al interlocutor que está equivocado, sino demostrarle que si acepta los términos de la negociación, va a estar en lo correcto.
Tres consejos para no perder la negociación en las objeciones.
No interrumpir, escuchar.
No perder el hilo de la negociación.
corre el riesgo de que pierda la concentración sobre la negociación y se involucre en otros temas.
No dar respuestas demasiado largas a las objeciones.