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Una síntesis de las teorías de la motivación de descartes, darwin y freud. Descartes creía que la voluntad era la fuerza motivacional última, darwin propuso el instinto y freud introdujo la pulsión. Comprenda cómo cada uno de estos pensadores ha contribuido a nuestra comprensión de cómo funciona la motivación humana.
Tipo: Resúmenes
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En esta una síntesis de lo más relevante en las teorías de grandes pensadores que nos dejan un conocimiento acerca de cómo el ser humano puede actuar de forma determinada en circunstancias adversas. Daremos los nombres de quienes fueron los grandes pensadores y sus aportaciones, dándoles a entender de una forma breve y concreta sus ideas. Dejándoles claro los razonamientos de sus teorías.
Al repasar mis estudios del cuatrimestre, para Descartes, la fuerza motivacional última era la voluntad, razonó que, si podía comprender la voluntad, entonces sería capaz de comprender la motivación. La voluntad iniciaba y dirigía la acción, elegía si actuaba y qué hacer cuando actuaba. Las necesidades corporales, las pasiones, placeres y los dolores ciertamente creaban impulsos a la acción, pero tales impulsos sólo excitaban la voluntad. La voluntad consistía en una facultad (una fuerza) de la mente que controlaba los apetitos y pasiones corporales en aras de la virtud y la salvación mediante el ejercicio de sus poderes de elección y de lucha. Es así que comprendo que la voluntad motiva toda acción. Descartes esperaba que, una vez comprendida la voluntad, de forma automática se daría una comprensión de la motivación. Entender la motivación se reducía y era sinónimo de entender la voluntad. La voluntad resulto ser una facultad de la mente mal comprendida que surgió de algún modo, de un conglomerado de capacidades innatas, sensaciones ambientales, experiencias de vida y reflexiones sobre sí mismas y sus ideas. TEORIA DEL INSTINTO Darwin dice que el comportamiento animal parecía ser principalmente no aprendido, automático y mecanicista. Para explicar el comportamiento adaptativo preestablecido, Darwin propuso el instinto. El logro de Darwin consistió en que su concepto motivacional explicaba lo que la voluntad de los filósofos no podía hacer, en primer lugar, de dónde viene la fuerza motivacional. Los instintos surgen de una sustancia física, a partir de una herencia genética. Los instintos estaban en los genes y por lo tanto existían como una tendencia innata para actuar en una forma específica. Dada la presencia de los estímulos apropiados, los instintos se expresaban a sí mismos a través de reflejos corporales innatos: el ave construye un nido, la gallina pone un huevo y el perro caza, todo porque cada uno de ellos posee un impulso que surge en forma biológica y esta genéticamente heredado para hacerlo así. William James (1890) fue el primer psicólogo en promover una teoría del instinto de la motivación. James dotó a los seres humanos con un generoso número de instintos físicos (succión, locomoción) tanto como los mentales (imitación, juego, sociabilidad). Todo lo que se requería para traducir un instinto en un curso específico de comportamiento dirigido hacia una meta era la presencia de un estímulo apropiado.