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El presente texto es de la profesora talak, nos comenta como la psicología se fue institucionalizando
Tipo: Monografías, Ensayos
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pluralidad y la historicidad de la psicología ( 6 ª ed. revisada)
Ana María Talak Psicología I Facultad de Psicología Universidad Nacional de La Plata Abril de 20 23 (6° edición revisada) Quien no se mueve, no siente las cadenas. Rosa Luxemburgo La psicología surgió como disciplina académica en el último cuarto del siglo XIX. Desde entonces y hasta la actualidad, siempre ha abarcado una diversidad de posiciones teóricas, de prácticas de investigación y de prácticas profesionales. El objetivo de este módulo es brindar a los y las estudiantes de primer año de la carrera de psicología herramientas conceptuales para entender esta pluralidad de la psicología, desde una perspectiva histórica y epistemológica. La perspectiva histórica es fundamental para entender cómo llegan a plantearse ciertos “problemas psicológicos” y cómo se intentan responder, apelando a concepciones y a prácticas sociales de diferentes épocas y grupos humanos. La perspectiva epistemológica nos aporta una reflexión sobre cómo se construye el conocimiento sobre la psicología humana, sobre sus relaciones con el orden social y sobre las comparaciones que se establecen con la psicología de los animales. Para comprender esta diversidad de la psicología, vamos a tener en cuenta los aportes de la historia, de la filosofía y de los estudios sociales de la ciencia.
pluralidad y la historicidad de la psicología ( 6 ª ed. revisada)
1. La psicología como disciplina científica. Cuando hablamos de la psicología como una disciplina científica , no nos referimos al conjunto de las ideas que se han escrito sobre el alma, la mente o la conducta humanas, desde la Antigüedad hasta el presente. Nos referimos, en cambio, a una disciplina de conocimientos que incluye también prácticas (prácticas de investigación y publicación de los resultados, prácticas de transmisión académica y difusión social, prácticas de intervención profesional en distintas áreas, etc.) que se han abocado a resolver problemas que se fueron definiendo como propios de su campo. Esta disciplina se organizó institucionalmente a fines del siglo XIX: logró en esos años cierto grado de institucionalización de sus prácticas de investigación y de producción de conocimiento en la universidad (por ejemplo, por medio del uso de ciertas técnicas de medición, de experimentación y de observación, a través de las publicaciones en revistas especializadas, etc.), y, poco a poco, fue definiendo también un perfil profesional, con la delimitación de un conjunto de prácticas y campos de intervención propios (por ejemplo, la psicoterapia; los tests mentales para realizar psicodiagnósticos en la escuela, en el trabajo, en la clínica o en la orientación profesional; peritajes psicológicos en el ámbito forense; etc.). Es importante destacar que hoy en día no puede considerarse la psicología, ni ninguna ciencia, solo como un conjunto de teorías y enunciados. Los estudios sociales de la ciencia han mostrado durante la segunda mitad del siglo XX, que las ciencias son también empresas sociales , colectivas, y en tanto tales, están organizadas según normas de intercambio social, tienen sus propios códigos e instituciones, y crean los límites que definen su interior y su exterior (Martin, 2003). Por lo tanto, para comprender una ciencia, no bastaría con estudiar sus teorías, realizar un análisis lógico de las mismas y mostrar su relación con las pruebas empíricas. El proceso de institucionalización académica de la psicología como disciplina de conocimiento a fines del siglo XIX incluyó, por ejemplo, la creación de cátedras y cargos de profesores universitarios dedicados exclusivamente a esta área, la organización de laboratorios de investigación en psicología, la publicación de revistas y libros especializados, y la organización de congresos y sociedades de psicología. Ese proceso de institucionalización no fue homogéneo (es decir, no se dio de la misma manera en todas partes). Siguió las pautas que las diferentes comunidades académicas tenían establecidas para la institucionalización de sus saberes y respondió a los problemas que en esos ámbitos se
pluralidad y la historicidad de la psicología ( 6 ª ed. revisada) propone alcanzar, objetivos de conocimiento que también se relacionan con exigencias sociales, económicas y políticas (que Danziger llama factores extradisciplinarios ) que hacen que ciertos objetivos sean reconocidos como valiosos en un contexto académico y social determinado. Una ciencia busca resolver un conjunto de problemas de conocimiento , con un lenguaje específico y desde ciertos enfoques. Esos problemas forman parte de la definición de la propia disciplina; sin embargo, a lo largo de la historia de una ciencia, los problemas pueden ir cambiando, pueden surgir otros nuevos, o bien, otros pueden ser abandonados como problemas a investigar. Los problemas que motivaron la búsqueda de conocimiento psicológico se plantearon en determinados contextos, que incluían tanto conocimientos de otras ciencias como problemas sociales y proyectos políticos más amplios, en los cuales el conocimiento psicológico podía cumplir un rol. Los problemas abordados por la psicología han sido de diferentes tipos. Por un lado, se han planteado problemas sobre cómo entender y explicar el funcionamiento psíquico, las conductas y las relaciones humanas, sus relaciones con otros procesos físicos, biológicos o culturales. Para eso se han elaborado explicaciones y teorías sumamente detalladas. Por ejemplo, el estudio de la percepción comenzó siendo el estudio de un fenómeno fisiológico. Antes de mediados del siglo XIX (décadas de 1830 y de 1840) se estudiaba la fisiología de los distintos sentidos (especialmente el tacto, la visión y el oído) con métodos experimentales, que provenían de la fisiología experimental y de la física. Sin embargo, al abordar esos problemas se comenzaron a plantear algunas cuestiones que ponían en relación los procesos fisiológicos o físicos de los distintos sentidos con cuestiones psicológicas, que tenían en cuenta la experiencia perceptiva de los sujetos: qué percibían y cómo lo percibían. Algunos investigadores comenzaron a formular problemas sobre las relaciones entre lo físico y lo psíquico, o directamente, sobre lo psíquico, utilizando los mismos métodos de las ciencias en las cuales esos problemas se habían comenzado a investigar. Así, se comenzaron a plantear preguntas sobre cómo eran los procesos psíquicos, sus relaciones con los procesos corporales, e incluso el estatus de estos fenómenos psíquicos en relación con otros fenómenos de la naturaleza (se preguntaban si lo psíquico se podía explicar totalmente apelando a procesos fisiológicos o físico-químicos, o bien, si era necesario otro tipo de explicación, y en ese caso,
pluralidad y la historicidad de la psicología ( 6 ª ed. revisada) en qué consistía una “explicación psicológica”). Esos problemas entonces incluían cuestiones cuyas respuestas aportaban un área de conocimiento que se iba definiendo como una disciplina empírica nueva, la psicología. Esta formaba parte de la filosofía ya desde varios siglos antes, pero en el siglo XIX se comenzaron a plantear en términos de una ciencia empírica , según los modelos científicos de la época. Requerían de una formulación clara (con términos psicológicos), de métodos estandarizados, de la publicación de los resultados para que estuvieran disponibles a otros investigadores. Todo esto era fundamental para que los resultados pudieran considerarse “conocimientos” por parte de una comunidad de científicos o investigadores. Estos “conocimientos” una vez aceptados, podían usarse para formular nuevas preguntas y realizar nuevas explicaciones tomando como base lo ya investigado y aceptado (proceso acumulativo de la ciencia). Los conocimientos aceptados eran provisorios: podían refutarse con nuevas investigaciones y ser modificados. Es importante destacar que esa producción de conocimiento disciplinar tiene un carácter público y colectivo. La experiencia individual, privada, de un investigador o de un profesional, si no llega a la instancia pública de su difusión en revistas especializadas, que pueden ser examinados, discutidos, refutados o aceptados por otros colegas del campo, no puede ser considerada “conocimiento” de la disciplina, aun cuando a nivel personal el investigador o el profesional hayan aprendido cosas nuevas. Dentro este primer tipo de problemas, cuyas respuestas van formando parte del campo de conocimientos de la disciplina, se fueron formulando problemas de carácter general (como el caso de las relaciones entre la experiencia subjetiva de la percepción y los proceso físicos o fisiológicos involucrados) y otros más específicos. Por ejemplo, para el caso de la percepción, a fines del siglo XIX y a principios del siglo XX comenzó a estudiarse cómo la fatiga podía afectar la percepción, qué tipo de fatiga, cuánto la podía afectar, etc. O bien cómo el consumo de ciertas drogas podía transformar ciertas percepciones o capacidades para distinguir distintos estímulos. Los resultados de estas investigaciones han servido de base muchas veces para tomar decisiones en políticas públicas, por ejemplo, que no se puede conducir un automóvil habiendo consumido previamente bebidas alcohólicas. Este tipo de problemas conduce a lo que en la ciencia se llama conocimiento aplicado. Estos problemas se formularon en contextos específicos (por ejemplo, la educación, el trabajo, la clínica, la
pluralidad y la historicidad de la psicología ( 6 ª ed. revisada) del tema desde una perspectiva psicológica se vinculaban a diferentes tradiciones filosóficas. En el último tercio del siglo XIX, en cambio, la memoria comenzó a considerarse en la neurofisiología y luego en la psicología como una transformación estructural de la materia de carácter más permanente, no relacionada con la vivencia consciente. Esta memoria podía ser inconsciente; se podía manifestar en hábitos, en automatismos psicológicos y en costumbres sociales muy arraigadas que se consideraban heredadas de los antepasados. La concepción de la memoria como recuerdo consciente en la psicología estuvo más ligada a los desarrollos filosóficos primero y luego a las ciencias humanas o sociales, de tradición interpretativa (o “hermenéutica”). La concepción de la memoria como transformación estructural de la materia, de carácter inconsciente, se formuló en psicologías que se vincularon más a los desarrollos de la biología evolucionista y de la neurofisiología de la segunda mitad del siglo XIX. Esas dos formas de concebir la memoria se relacionan con formas actuales de concebir y estudiar la memoria en la psicología. La memoria también se estudió en relación con otros tipos de problemas que se buscaban resolver. Entre ellos podemos citar las patologías de la memoria (diferentes tipos de amnesia, ya sea por lesiones cerebrales o por enfermedades de la vejez) o los olvidos cotidianos menores, que, sin llegar a ser patologías, también necesitaban ser explicados. La memoria también resultó fundamental para la comprensión y el tratamiento de síntomas neuróticos, cuyo origen o causa eran desconocidos para el sujeto que los padecía. Algunas psicoterapias buscaban acceder a una memoria psicológica latente, no consciente, que, no obstante, seguía actuando en la conducta y se manifestaba en los síntomas. Se abordaron también patologías que parecían haberse producido por traumas (por ejemplo, el llamado estrés postraumático ), relacionados con situaciones de guerra u otras formas de situaciones límites, a las que las personas habían sobrevivido pero luego sufrían ciertos trastornos psicológicos asociados a esos eventos traumáticos. Estos problemas abordados por la psicología se vinculan al campo de la clínica y la psicopatología. El problema de la memoria llegó también a relacionarse con las preguntas acerca de si era posible postular una memoria social, colectiva, consciente o inconsciente, para dar cuenta de traumas colectivos, o bien, de conductas colectivas que solo encontraban una explicación
pluralidad y la historicidad de la psicología ( 6 ª ed. revisada) en la acción de un pasado común. En esta área la psicología se vincula especialmente con los estudios históricos, sociales, antropológicos y políticos. Todos estos desarrollos dieron lugar a diferentes tradiciones de interpretación y de indagación sobre los problemas de la memoria, que a veces se entrecruzaban produciendo articulaciones teóricas nuevas, y otras veces se desenvolvían sin dialogar entre sí. A la vez, estas diferentes perspectivas formulaban y estudiaban aspectos diferentes de lo que globalmente podría llamarse la memoria, al punto que podría decirse que abordaban diferentes objetos de estudio. Hoy en día también se siguen estudiando distintos aspectos de la memoria, desde diferentes marcos teóricos (la psicología cognitiva, la psicología socio- histórica, las neurociencias), y en relación a distintos problemas relevantes, como por ejemplo, ciertos problemas de aprendizajes escolares, el desarrollo de estrategias didácticas o formas de estudio más eficaces, ejercicios para el mejoramiento de la memoria, los problemas de la memoria en enfermedades que implican un deterioro cerebral (como en la enfermedad de Alzheimer y el síndrome de Korsakoff, por ejemplo), la memoria afectada por un evento traumático, la memoria de testigos de un delito violento, etc. Los problemas que indaga la psicología entonces no existen en la naturaleza. Los plantean los investigadores sobre un horizonte que les da sentido. En este horizonte confluyen saberes académicos, concepciones sociales y lenguajes de la época o del grupo social al que pertenecen esos investigadores. Sobre ese horizonte de sentido, de experiencias sociales compartidas y de tradiciones académicas, es que ciertas cuestiones aparecen formuladas como problemas que requieren ser investigados y solucionados. Las teorías psicológicas son intentos de responder esos problemas dentro de cierto conjunto de debates y tradiciones teóricas, en relación con ciertos contextos sociales. Las teorías psicológicas no buscan explicar todo, si no solo responder los problemas para los que fueron elaboradas. Las teorías psicológicas entonces deben ser comprendidas en relación a los problemas que buscan resolver y al contexto en el cual esos problemas han sido planteados.
pluralidad y la historicidad de la psicología ( 6 ª ed. revisada) la historia de cada comunidad, y entre los grupos al interior de esas comunidades. La cultura instala una forma de ver y de hablar sobre la experiencia y sobre cómo nos vemos a nosotros mismos y a los demás. Los psicólogos y las psicólogas viven y forman parte de comunidades lingüísticas más amplias, que proporcionan una red de categorías (palabras/términos) para nombrar la experiencia psicológica , con muchos supuestos compartidos por la experiencia social común. Esos supuestos compartidos en general no se encuentran explicitados, pero están presentes en las categorías que se usan para describir los fenómenos psicológicos, nuestras experiencias, nuestras identidades, las relaciones humanas. En la psicología científica, al describir nuestra experiencia psicológica, creemos que nos basamos en evidencia empírica (es decir, en información de los sentidos o de aparatos y tests, que se pueden constatar u observar por quienes forman parte del campo científico de la psicología). Creemos también que el lenguaje que usamos para hablar de la experiencia psicológica refleja cómo son los fenómenos psicológicos realmente. Sin embargo, las clasificaciones de los fenómenos psicológicos que establece la psicología (por ejemplo, la diferencia entre una emoción y un pensamiento, o bien, diferentes emociones como el enojo o la tristeza) no se pueden postular como universales rápidamente. Hay que tomar conciencia de los supuestos compartidos con las comunidades lingüísticas, con su cultura y su historia, que no son universales, sino particulares, contextualizadas de múltiples maneras simultáneas. La psicología elabora teorías sumamente técnicas y sofisticadas para explicar (no solo describir) los fenómenos psicológicos a partir de los problemas formulados. Las teorías se ponen a prueba y se mantienen provisoriamente mientras no aparezca evidencia empírica en contra. Ese conocimiento puede ser usado para resolver problemas de carácter aplicado o práctico que se plantean en diferentes contextos sociales. En los contextos de aplicación y prácticos, a su vez, pueden surgir nuevos problemas que requieren ser investigados y resueltos. En este proceso, los y las psicólogas tienen que dialogar con los actores sociales de diferentes grupos o sociedades, en diferentes momentos históricos, con sujetos que no son psicólogos pero que tienen una experiencia y un conocimiento sobre la psicología humana adquirida en la vida cotidiana compartida. Por ejemplo, un psicólogo interviene en un problema escolar y aborda conjuntamente con maestros, directivos y estudiantes las formas de entender el problema y de intervenir. Como se señaló antes, muchos de los problemas
pluralidad y la historicidad de la psicología ( 6 ª ed. revisada) sobre los que la psicología ha tenido que intervenir han sido definidos desde fuera de la disciplina, en términos no técnicos, cargados en general de las valoraciones de diversos grupos sociales. Para que los psicólogos intervengan en esos problemas prácticos, definidos desde afuera, ha sido necesario un trabajo de traducción del lenguaje teórico de la psicología, usado por el profesional, al lenguaje de la vida cotidiana, de sentido común, en el que las personas expresan sus preocupaciones y sus sufrimientos (Rose, 1996). La traducción se da en ambas direcciones. Actividades: 7 ) ¿A qué se refieren los términos categoría y evidencia empírica? Da dos ejemplos de categorías psicológicas y menciona evidencia empírica que podría apoyar sus significados (por ejemplo, tristeza, motivación, etc.). 8 ) Tomando como base el parágrafo anterior, señala dos formas en que la psicología científica se relaciona con la sociedad. 9 ) Señala en uno de los problemas mencionados anteriormente sobre la memoria o sobre la inteligencia, las dos formas en que la psicología se relaciona con la sociedad para plantear e intentar solucionar ese problema.
pluralidad y la historicidad de la psicología ( 6 ª ed. revisada) psychology ) durante algún tiempo. Ejemplos de ello han sido: el conductismo , en Norteamérica, durante las décadas de 1920 a 1940; la reflexología en Rusia, durante las décadas de 1930 a 1950; y el cognitivismo en Norteamérica, desde la década de 1970, y en otros países de influencia, desde las décadas de 1980 y 1990. Aquellos que trabajan dentro de alguna de esas corrientes principales suelen considerar que su perspectiva teórica define la psicología científica y los demás enfoques teóricos no son científicos. En tal sentido, consideran que la unidad de la psicología ha sido alcanzada, ya que las demás corrientes (que se siguen sosteniendo y desarrollando) no serían científicas, y tal vez, lleguen a debilitarse hasta desaparecer (véase, por ejemplo, la posición de Rosenzweig, 1992). Entonces, pareciera que la unidad de la psicología solo podría alcanzarse si los criterios de una de esas perspectivas se convirtieran en los predominantes y definieran el conocimiento psicológico científico, excluyendo a todos los demás. Sin embargo, otras posturas critican la hegemonía de la corriente principal como representante de la unidad de la ciencia psicológica. Los defensores de este tipo de unidad desde la corriente principal estarían cometiendo “tres errores” (nos inspiramos aquí en las ideas de Stephen Kellert, Helen Longino y C. Kenneth Waters, 2006, p. XII):
pluralidad y la historicidad de la psicología ( 6 ª ed. revisada) 14 ) Según tu opinión, ¿en qué se basan esas corrientes para que se consideren como “la corriente principal de la psicología”, cada una en su época y contexto académico? Las psicologías post-positivistas. Investigadores que siguen abordajes diferentes a los de la corriente principal de la psicología (entre otros, la psicología cultural, la psicología macro cultural, la psicología crítica, la psicología discursiva, la narratología, la psicología fenomenológica, la psicología feminista, por ejemplo) suelen señalar que la corriente principal se basa en una epistemología limitada. Señalan que en el cognitivismo subsiste el mismo positivismo lógico, empirismo y mecanicismo que constituyó el núcleo central de la experimentación conductista. Más allá de que se aplique al estudio de la conducta o de la mente, dentro del laboratorio o fuera de él, la investigación sigue siendo construida “en términos de la separación (o reducción) de las entidades en variables dependientes e independientes y la medición de relaciones hipotéticas entre ellas” (Smith, Harré & Langenhove, 1995, p. 2). La consecuencia de esto ha sido la negligencia en la consideración de otros marcos conceptuales alternativos para la investigación psicológica, además de la prescripción de qué tipos de cuestiones psicológicas deben abordarse y la forma legítima en que pueden ser estudiadas. Sostienen además que este particular modelo se ha asociado con la larga aspiración de la psicología académica de afirmarse como una ciencia “natural” respetable. Sin embargo, la ciencia es una actividad no unificada, plural, que adopta bases teóricas y filosóficas diversas y utiliza un rango de métodos diferentes. Lo mismo ocurre en la psicología. Las corrientes alternativas no rechazan la ciencia, sino que proponen otros modelos que irían más allá de la estrechez que impone la homogeneización de la corriente principal. En algunos casos, esos enfoques alternativos se autodenominan “ psicología post- positivista ”. Las corrientes post-positivistas se interesan centralmente en los significados, en la comprensión y la interpretación, en el contexto cultural y en la subjetividad. Lejos de caer en el mismo error que critican, buscan promover el diálogo entre los diferentes enfoques y la corriente principal, a nivel de los conceptos y de los métodos, a fin de incluir nuevas ideas y formas de pensar dentro de la psicología y contribuir así a una psicología pluralista. No rechazan la experimentación ni los análisis cuantitativos, pero consideran que estos no deben
pluralidad y la historicidad de la psicología ( 6 ª ed. revisada) de la ciencia. La nueva posición pluralista es de carácter epistémico , no metafísico. Trata de no asumir de antemano una posición acerca de cómo es la realidad (lo cual sería adoptar una posición metafísica), para abocarse a los estudios de casos de diversas disciplinas, y estar abiertos a lo que estos estudios muestren. Sin embargo, la posición pluralista epistémica no se limita a constatar la pluralidad vigente en las diferentes ciencias, sino que además asume que una perspectiva pluralista (que no busque de antemano una unificación, o que no la ponga como meta a alcanzar) es preferible a una perspectiva monista. Cada modelo teórico o forma de abordaje puede poner de relieve o dar cuenta de ciertos aspectos de la complejidad de los fenómenos. ¿Por qué presuponer que es posible y deseable encontrar un modelo de lenguaje y abordaje que pueda abarcar todos los aspectos de esa complejidad? La posición pluralista entonces considera que la pluralidad de representaciones y abordajes se sostiene por la complejidad de la naturaleza, el empleo de modelos representacionales altamente abstractos y la diversidad de metas investigativas, representacionales y tecnológicas. La posición pluralista, entonces, parte de la documentación del pluralismo en un área dada del conocimiento (comienza con estudios de casos en diversas ciencias) y luego fundamenta por qué el pluralismo epistémico ofrece la mejor forma de interpretar esa pluralidad documentada. En el caso de la psicología, varios trabajos han mostrado cómo un pluralismo teórico para el estudio de la conducta humana, o de la relación mente-cuerpo, por ejemplo, puede iluminar diferentes aspectos de los fenómenos complejos que no se podrían mostrar con un único abordaje, a riesgo de reducir o eliminar ciertos aspectos que se conocen con los diferentes abordajes (Longino, 2006; Savage, 2006). Sin embargo, como ya se señaló en otra publicación (Talak, 2014, pp. 13-14), los autores que destacan el papel de la dimensión política y ética en la producción del conocimiento, desde los enfoques críticos de la psicología, por ejemplo, no estarían de acuerdo con todas las tesis del pluralismo epistémico. La opción por ciertas valoraciones políticas, de género, etc. de algunos abordajes teóricos y metodológicos (sobre todo dentro de la corriente principal de la psicología) que reforzarían el estatus quo y un orden social dominante injusto, invalidarían los conocimientos producidos en relación a ciertos fenómenos y procesos psicológicos. Al analizar el etnocentrismo de la ciencia moderna occidental y la necesidad de considerar “otras ciencias” no occidentales, Sandra Harding (2006, p. 6) señala el peligro de caer en un “pluralismo tolerante” que conduciría a mantener sin cambios el sistema
pluralidad y la historicidad de la psicología ( 6 ª ed. revisada) económico político global hegemónico. De forma análoga, se podría decir aquí que aceptar sin más el pluralismo epistémico en las explicaciones en psicología, sin un análisis y tematización de los valores éticos y políticos presentes, podría conducir a un “pluralismo tolerante” bajo la forma de una convivencia que permita a cada uno trabajar en lo suyo, pero sin promover diálogos, debates y modificaciones significativas en los propios marcos teóricos. Actividades: 17 ) ¿Qué quiere decir que la posición pluralista es epistémica y no ontológica? 18 ) Piensa al menos un argumento a favor del pluralismo epistémico para pensar la psicología, y al menos un argumento en contra. (Puedes coincidir o no con los argumentos presentados en este texto.) 19 ) Discute con tus compañeros el concepto de “pluralismo tolerante” de Sandra Harding. ¿Qué implicancias tiene este concepto? Piensa en este concepto a lo largo de la carrera de psicología, al evaluar la formación académica que recibes. Otras formas de interpretar la diversidad en la psicología: Las tensiones filosóficas de la psicología (Goertzen). Jason Goertzen (2008) aborda el problema de la diversidad de la psicología, analizando la literatura dedicada al tema de la crisis de la psicología , crisis que siempre se ha atribuido a la falta de unidad teórica o metodológica de la disciplina. Goertzen analiza esa literatura centrándose en las tensiones dicotómicas, de carácter filosófico , que han atravesado el desarrollo de la disciplina. Las dos tensiones filosóficas a nivel ontológico más importantes serían en su opinión: subjetivo-objetivo e individuo-colectivo. A nivel epistemológico, dos de las cuestiones más importantes serían el problema de los criterios evaluativos y el problema de las cosmovisiones o sistemas valorativos rivales. También encuentra otras tensiones filosóficas, tales como: nomotético-ideográfico, cualitativismo- cuantitativismo, atomismo- holismo, pragmatismo-comprensión-explicación, agencia-mecanismo, ciencia-práctica, nature-nurture , cuerpo-mente y realismo-contruccionismo. Goertzen considera, todavía con
pluralidad y la historicidad de la psicología ( 6 ª ed. revisada) Otras formas de interpretar la diversidad en la psicología: La psicología como proyecto epistemológico y como proyecto de intervención (Florentino Blanco). La psicología entonces es una disciplina que ha abarcado siempre una pluralidad de marcos teóricos que interpretan al ser humano, en su evolución en la especie (filogénesis), en su desarrollo individual (ontogénesis), y en su relación con los aspectos sociales, culturales e históricos. La doble naturaleza de la psicología, disciplina teórica y profesional , nos muestra algo que ha sido inherente a todo su desarrollo: además de ser un proyecto epistemológico , que busca conocer la subjetividad humana, ha sido siempre un proyecto de intervención. Florentino Blanco señala que “la psicología tiene la vocación de describir y explicar, pero no puede evitar prescribir y legitimar” (Blanco, 2002, p. 176). Dice además el mismo autor español que en el desarrollo histórico (político, moral, cultural y tecnológico) han surgido nuevas formas de subjetividad. La psicología ha ido ocupando los territorios abiertos por las nuevas formas de subjetividad y ha asumido la responsabilidad histórica de administrar las diversas imágenes institucionalizadas de la subjetividad moderna (Blanco, 2002, p. 176). La historia de la psicología y de las categorías psicológicas con que pensamos la subjetividad humana, nos muestra las zonas de acuerdo o de reconocimiento mutuo entre las prácticas académicas y profesionales de los psicólogos y la cultura a la que pertenecen. Actividades: 22 ) A qué se refiere Florentino Blanco cuando dice: “La psicología tiene la vocación de describir y explicar, pero no puede evitar prescribir y legitimar”. Da un ejemplo que ilustre la afirmación. ¿Qué opinas sobre la misma?
pluralidad y la historicidad de la psicología ( 6 ª ed. revisada) 5. Aportes de la epistemología feminista: conocimiento situado, valores epistémicos y no epistémicos, sesgos de preferencia, ignorancias sistemáticas, injusticia epistémica, violencia epistémica. Racismo, clasismo y sexismo en la psicología. Las alternativas críticas. Entre los diversos enfoques epistemológicos para comprender la pluralidad de la psicología nos interesa especialmente la epistemología feminista por sus conceptos potentes para entender el conocimiento científico bien fundado, reconociendo su carácter situado, su pluralidad y sus aspectos éticos y políticos. Las filósofas de la epistemología feminista estudian las formas en que el género influye y debería influir en nuestras concepciones del conocimiento, del sujeto cognoscente y de las prácticas de investigación y justificación (Anderson, 2019). Identifican las formas en que las concepciones y las prácticas dominantes de producción y justificación de conocimiento perjudican sistemáticamente a las mujeres y a otros grupos subordinados y se esfuerzan por modificar esas concepciones y esas prácticas, para que se tengan en cuenta los intereses de esos grupos. Sostienen que las prácticas dominantes de conocimiento perjudican a las mujeres al: