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OrganizaciónMundial de la Salud
La gestión de cadáveres
en situaciones de desastre:
Guía práctica para equipos de respuesta
Biblioteca Sede OPS - Catalogación en la fuente
Morgan, Oliver -- ed
La gestión de cadáveres en situaciones de desastre: Guía práctica para equipos
de respuesta.
Washington, D.C.: OPS, © 2006.
ISBN 92 75 32630 4
I. Título II. Serie
III. Tidball-Binz, Morris - ed IV. Van Alphen, Dana - ed
1. CADÁVER
2. DESASTRES NATURALES
3. EMERGENCIAS EN DESASTRES
4. PLANIFICACIÓN EN DESASTRES
NLM WA 840
© Organización Panamericana de la Salud, 2006, 2009.
Una publicación del Área de Preparativos para Situaciones de Emergencia y Socorro
en Casos de Desastre de la Organización Panamericana de la Salud, desarrollada en
colaboración con la Organización Mundial de la Salud y el Comité Internacional de la
Cruz Roja.
Las opiniones expresadas, recomendaciones formuladas y denominaciones empleadas en
esta publicación no reflejan necesariamente los criterios ni la política de la Organización
Panamericana de la Salud o sus estados miembro.
La Organización Panamericana de la Salud dará consideración favorable a las solicitudes
de autorización para reproducir o traducir, total o parcialmente, esta publicación, siempre
que no sea con fines de lucro. Las solicitudes pueden dirigirse al Área de Preparativos para
Situaciones de Emergencia y Socorro en Casos de Desastre de la Organización Panamericana
de la Salud/Organización Mundial de la Salud, 525 Twenty-third Street, N.W., Washington,
D.C. 20037, EUA. Fax: (202) 775-4578; e-mail: disaster-publications@paho.org.
La realización de esta publicación ha sido posible gracias al apoyo financiero de la
División de Ayuda Humanitaria, Paz y Seguridad de la Agencia Canadiense para el
Desarrollo Internacional (CIDA), la Oficina de Asistencia al Exterior en Casos de Desastre
de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (OFDA/AID), y el
Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido (DFID).
Traducción y edición del texto: Carlos Arturo Hernández.
III
Prefacio � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � V Colaboradores � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � VII 1 � Introducción� � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 1 2 � Coordinación � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 3 3 � Riesgos de enfermedades infectocontagiosas � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 5 4 � Recuperación de los cadáveres � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 7 5 � Almacenamiento de los cadáveres � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 9 6 � Identificación de los cadáveres� � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 13 7 � Gestión de la información � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 19 8 � Almacenamiento a largo plazo y disposición final de los cadáveres � � � � � � � � � � � � � � � � � 21 9 � Comunicaciones y los medios � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 23 10 � Apoyo a las familias y allegados� � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 25 11 � Preguntas frecuentes� � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 27 Anexo 1: Formulario de identificación de cadáveres� � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 32 Anexo 2: Formulario de información de personas desaparecidas � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 36 Anexo 3: Secuencia numérica para la referencia única de cadáveres � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 41 Anexo 4: Hoja de inventario de los cadáveres � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 42 Anexo 5: Publicaciones de apoyo � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 43 Anexo 6: Organizaciones internacionales que participaron en la elaboración de este documento� � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 44 Anexo 7: Lista de verificación para el plan de gestión de víctimas en masa para ministerios de salud y oficinas nacionales de desastres � � � � � � � � � � � � � � � � � � � 48
ÍNDICE
V
La gestión adecuada de los cadáveres es uno de los aspectos más complejos en la respuesta a
las situaciones de desastre, y los de origen natural, pueden causar un número considerable de
muertes. Aunque la comunidad humanitaria ha sido consciente de este reto por más de 20 años,
la pérdida masiva de vidas como consecuencia del tsunami del sur de Asia en el 2004 puso
de relieve las limitaciones de nuestra actual capacidad de respuesta. Otros desastres de origen
natural ocurridos en el 2005, como el huracán Katrina en los Estados Unidos, el huracán Stan en
Centroamérica y el terremoto del norte de Pakistán e India, han evidenciado aún más la necesidad
de contar con una guía práctica.
Los desastres con frecuencia desbordan la capacidad de los sistemas locales que se encargan de
atender a los fallecidos. Son entonces las comunidades y las organizaciones locales las que asumen
la responsabilidad principal de la respuesta. La falta de asistencia o de planificación especializada
para las situaciones con víctimas en masa incrementa todavía más los problemas y, a menudo,
ocasiona un manejo inadecuado de los cadáveres. El trato que reciban las víctimas tiene un efecto
profundo y duradero en la salud mental de los sobrevivientes y de las comunidades, que puede
tener graves implicaciones en el futuro. De igual forma, la correcta identificación de los muertos
tiene importancia legal para los herederos y para las compañías de seguros y puede tener serias
repercusiones en los familiares muchos años después del desastre.
Este manual es un paso importante para impulsar el manejo correcto de las víctimas y el trato
adecuado a los familiares. Además, reconoce el papel vital que desempeñan las comunidades
y las organizaciones locales y la tarea excepcionalmente difícil de manejar los cadáveres en los
desastres.
Nos complace enormemente saber que los principios enunciados en este manual están siendo
implementados y promovidos por varias organizaciones, entre ellas, la Organización Panamericana
de la Salud, la Organización Mundial de la Salud, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la
Federación Internacional de las Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.
Mirta Roses Periago
Directora
Organización Panamericana de la Salud
PREFACIO
VIII
La gestión de cadáveres en situaciones de desastre: Guía práctica para equipos de respuesta
Afiliaciones
Oliver Morgan Investigador honorario, Escuela de Higiene y
Medicina Tropical de Londres, Reino Unido
Morris Tidball-Binz Coordinador forense, División de Asistencia, Comité
Internacional de la Cruz Roja, Ginebra, Suiza
Dana van Alphen Asesora regional, Organización Panamericana de la
Salud/Organización Mundial de la Salud
Boonchai Somboonsook Directorio de Diputados, Departamento de Apoyo a
los Servicios de Salud, Ministerio de Salud Pública,
Tailandia
Pongruk Sribanditmongkol Profesor, Departamento de Medicina Forense,
Universidad de Chiang Mai, Tailandia
Stephen Cordner Director, Instituto Victoria de Medicina Forense,
Australia
Yves Etienne Jefe de la Oficina de Apoyo, Comité Internacional
de la Cruz Roja, Ginebra, Suiza
Boyd Dent Conferencista, Universidad Tecnológica, Sidney,
Australia
Claude de Ville de Goyet Asesor en respuesta a emergencias, Organización
Panamericana de la Salud/Organización Mundial de
la Salud
Ricardo Pérez Asesor regional de publicaciones, Organización
Panamericana de la Salud/Organización Mundial de
la Salud
Ute Hofmeister Asesor forense, División de Apoyo, Comité
Internacional de la Cruz Roja, Ginebra, Suiza
Sharleen DaBreo Directora, Departamento de Gestión de Desastres,
Islas Vírgenes Británicas
1
1. INTRODUCCIÓN
Este manual tiene dos objetivos: en primer lugar, la promoción del manejo apropiado y
digno de los cadáveres y, en segundo lugar, impulsar la necesidad de realizar el máximo
esfuerzo posible para su identificación. La implementación de medidas sencillas en
el proceso de identificación puede aumentar de forma importante las probabilidades
de éxito si se ejecutan con prontitud. Después de la mayoría de desastres, el manejo
inmediato que se les da a los cadáveres lo realizan las comunidades y las organizaciones
locales y no los equipos especializados de expertos nacionales o internacionales. Por
consiguiente, este manual se ha enfocado a la formulación de recomendaciones prácticas
para el personal que no es especialista en este campo.
Se cuenta con muy poco tiempo para la lectura de guías o instrucciones inmediatamente
después de que se presenta el desastre; por esta razón, este manual ha dedicado un
capítulo específico a cada una de las tareas clave y, además, se han incluido listados
precisos para facilitar su consulta rápida y sin ambigüedades. Los coordinadores locales
deben fotocopiar los capítulos relevantes y distribuirlos a las personas responsables de
la ejecución de tareas específicas, por ejemplo, la de recuperación de cadáveres.
Este manual no es un tratado exhaustivo de investigación forense. Sin embargo, si se
observan las recomendaciones que se han formulado, les será de mucha utilidad a los
especialistas forenses que lleguen posteriormente a la escena de la tragedia a realizar
el trabajo que les corresponde. De manera especial, estas recomendaciones les serán
útiles a las comunidades que no cuentan con la presencia de expertos forenses para la
recolección de la información básica que puede ayudar a identificar los cadáveres. Este
manual no reemplaza la necesidad de llevar a cabo la identificación forense especializada
de las víctimas.
3
2. COORDINACIÓN
Generalidades
♦ Por lo general, la respuesta urgente que se genera inmediatamente después de un
desastre es caótica y con pésima coordinación.
♦ Se requiere establecer la coordinación de los diferentes niveles: local, regional/
departamental o provincial y nacional.
♦ Es posible que en los planes de preparación para desastres ya se haya identificado la
estructura que debe tener la coordinación.
♦ La pronta coordinación es vital para la ejecución de las siguientes tareas:
✴ el manejo de la información y la coordinación de las actividades de evaluación;
✴ la identificación de los recursos requeridos (por ejemplo, equipos forenses, morgues,
bolsas para cadáveres, etc.);
✴ la implementación de un plan de acción para el manejo de los cadáveres;
✴ la divulgación de información precisa a las familias y a las comunidades sobre la
identificación de los desaparecidos y el manejo de los cadáveres.
Coordinación local efectiva
♦ Tan pronto como sea posible, y de acuerdo con los planes existentes de preparción
para desastres, se debe identificar la institución apropiada para ejercer la coordinación
y se debe asignar a una persona para que sirva como coordinador local, con
plena autoridad y responsabilidad en el manejo de los cadáveres (por ejemplo, el
gobernador local, el jefe de policía, el comandante militar, el alcalde).
♦ No se debe incentivar el nombramiento de los directores médicos o de los hospitales
como coordinadores locales, pues su principal responsabilidad recae en el cuidado
de los sobrevivientes y de los heridos.
4
La gestión de cadáveres en situaciones de desastre: Guía práctica para equipos de respuesta
♦ Se debe establecer un equipo dentro del Centro de Operaciones de Emergencias
para que coordine el manejo de los cadáveres. Se deben incluir colaboradores
operacionales clave, como las organizaciones militares, las de defensa civil, los
bomberos, las de emergencias locales o de rescate, la Sociedad Nacional de la Cruz
Roja o de la Media Luna Roja, las funerarias locales, los médicos forenses, etc.
✴ Recuperación de los cadáveres (capítulo 4)
✴ Almacenamiento (capítulo 5)
✴ Identificación (capítulo 6)
✴ Información y comunicaciones (capítulos 7, 9 y 11)
✴ Disposición final de los cadáveres (capítulo 8)
✴ Apoyo a las familias (capítulo 10)
✴ Logística (capítulos 4, 5, 6 y 8)
Coordinación regional y nacional efectiva
♦ Tan pronto como sea posible, se debe designar específicamente a la persona que se
va a desempeñar como nacional o regional y otorgarle la autoridad necesaria para el
manejo de los cadáveres (por ejemplo, puede ser el ministro, el gobernador, el jefe
de policía, el comandante militar, el alcalde).
♦ Si existe un plan de respuesta a desastres o un manual de procedimientos en caso de
acontecimientos graves, se debe consultar la sección de víctimas en masa.
♦ Se debe establecer un grupo coordinador que incluya personas clave que puedan
servir de apoyo en el desarrollo de cualquiera de las siguientes tareas:
✴ las comunicaciones con el público y los medios;
✴ los aspectos legales de la identificación y de la expedición de los certificados de
defunción;
✴ el soporte técnico para la identificación y la documentación de las víctimas;
✴ el apoyo logístico (por ejemplo, militar o de policía), y
✴ el establecimiento de las tareas de enlace con las misiones diplomáticas y las
organizaciones intergubernamentales e internacionales (por ejemplo, las Naciones
Unidas, la Organización Mundial de la Salud, el Comité Internacional de la Cruz
Roja, la Federación Internacional de las Sociedades de la Cruz Roja y la Media
Luna Roja e INTERPOL).
6
La gestión de cadáveres en situaciones de desastre: Guía práctica para equipos de respuesta
Riesgo para el público
♦ El riesgo para el público en general es insignificante puesto que generalmente no entra
en contacto con los cadáveres.
♦ Existe el riesgo potencial (aunque hasta ahora no se ha documentado) de que las fuentes
de agua para consumo humano se encuentren contaminadas con materia fecal de los
cadáveres.
Riesgo para quienes manipulan cadáveres
Los individuos que manipulan restos humanos corren un riesgo pequeño de adquirir las
infecciones que se mencionan a continuación puesto que pueden entrar en contacto con sangre
y heces de los cadáveres (con frecuencia, después de la muerte hay salida de materia fecal de
los cuerpos); entre ellas están:
✴ las hepatitis B y C,
✴ el VIH,
✴ la tuberculosis y
✴ las enfermedades diarreicas.
♦ Los equipos de recuperación de cuerpos generalmente trabajan en ambientes peligrosos (por
ejemplo, en edificios derrumbados y entre escombros) y, por lo tanto, pueden correr el riesgo
de sufrir heridas e infectarse con tétanos el cual se transmite a través de la tierra del suelo.
Precauciones de seguridad para quienes manipulan los cuerpos
♦ La higiene básica es la mejor protección con que cuentan los trabajadores para evitar la
exposición a enfermedades que se transmiten por la sangre y por el contacto con ciertos
fluidos corporales. Deben observar las siguientes precauciones:
✴ Usar guantes y botas, si se encuentran disponibles.
✴ Lavarse las manos con agua y jabón después de la manipulación de los cuerpos y
antes de consumir cualquier alimento.
✴ Evitar limpiarse o frotarse la cara o la boca con las manos.
✴ Lavar y desinfectar todos los equipos, vestimentas y vehículos utilizados para el
transporte de los cuerpos.
♦ No es necesario el uso de máscaras faciales, pero se le deben suministrar a quien las
solicite para evitarle la ansiedad.
♦ La recuperación de cadáveres de los espacios cerrados y sin ventilación debe realzarse
con mucha precaución pues después de varios días de descomposición se pueden
encontrar gases tóxicos potencialmente peligrosos. Se debe permitir que transcurra el
tiempo necesario para ventilar con aire fresco los espacios cerrados.
♦ Véase el capítulo 4 (Recuperación de los cadáveres) para las recomendaciones sobre el
uso de bolsas para los cuerpos.
7
4. RECUPERACIÓN
DE LOS CADÁVERES
Generalidades
♦ La recuperación de los cuerpos es el primer paso que se completa en el proceso del
manejo de los muertos y, usualmente, es caótica y desorganizada.
♦ Muchas personas y grupos de diversa índole se encuentran involucrados en la
recuperación de los cuerpos. Con frecuencia, es difícil comunicarse y coordinarse con
ellos.
♦ Esta parte del proceso es esencial para la identificación de los cadáveres; para una
mejor comprensión del tema, se debe leer este capítulo y el capítulo 6 (Identificación
de los cadáveres).
♦ La recuperación de los cuerpos generalmente dura unos pocos días o semanas,
aunque puede ser más prolongada después de terremotos o desastres de grandes
dimensiones.
El objetivo de la recuperación de los cuerpos
♦ Es prioritaria la pronta recuperación de los cuerpos pues ayuda de manera importante
a su identificación y reduce la carga psicológica de los sobrevivientes.
♦ La recuperación de los cuerpos no debe interrumpir la ejecución de otras
intervenciones dirigidas a prestarle ayuda a los sobrevivientes.
El equipo de trabajo
♦ Con mucha frecuencia, la recuperación de los cuerpos la hace espontáneamente un
número considerable de individuos, entre los cuales encontramos:
✴ sobrevivientes que forman parte de la comunidad;
✴ voluntarios (por ejemplo, de la Sociedad Nacional de la Cruz Roja o de la Media
Luna Roja);
✴ equipos de búsqueda y rescate, y
✴ personal militar, de policía o de la defensa civil.
♦ Se requiere la coordinación de estos grupos para impulsar el uso de los procedimientos
y de las precauciones de salubridad y seguridad recomendados en este manual.
9
5. ALMACENAMIENTO
DE LOS CADÁVERES
Generalidades
♦ La descomposición de los cadáveres avanza rápidamente si no se les almacena
refrigerados.
♦ En los climas cálidos, la descomposición está tan avanzada a las 12-48 horas que es
prácticamente imposible el reconocimiento de la cara del cadáver.
♦ El almacenamiento en frío disminuye la velocidad de la descomposición y preserva el
cuerpo para su posterior identificación.
Opciones de almacenamiento
♦ Cada cuerpo o parte corporal debe conservarse en una bolsa o envuelto en una
sábana, sin importar el tipo de almacenamiento que se haya utilizado.
♦ Se deben usar etiquetas resistentes a la humedad (por ejemplo, papel en bolsa plástica
sellada) con el número único de identificación (véase el recuadro 6.1 en el capítulo 6,
Identificación de los cadáveres). Nunca escriba los números de identificación sobre
el cuerpo, las bolsas o las sábanas, pues se borran con mucha facilidad durante su
almacenamiento.
Refrigeración
♦ La mejor opción es la refrigeración entre 2ºC y 4ºC.
♦ Para el almacenamiento hasta de 50 cuerpos se pueden utilizar los contenedores
comerciales para transporte con refrigeración que utilizan las compañías de
transporte.
♦ Son contadas las ocasiones en que se cuenta con un número suficiente de
contenedores refrigerados en el lugar del desastre, por lo cual se deben considerar
otras alternativas de almacenamiento hasta que se pueda disponer de sitios
refrigerados de almacenamiento.
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La gestión de cadáveres en situaciones de desastre: Guía práctica para equipos de respuesta
Sepultura temporal
♦ La sepultura temporal es una buena opción para el almacenamiento inmediato,
cuando no se dispone de ningún otro método o cuando se requiere un almacenamiento
temporal más prolongado.
♦ La temperatura bajo tierra es menor que la de la superficie, razón por lo cual se
considera como una “refrigeración natural”.
♦ Los sitios de entierro temporal deben construirse de la siguiente manera para que se
puedan localizar fácilmente en el futuro y completar la tarea de identificación de los
cadáveres:
✴ si el número de cuerpos es pequeño, se entierran en fosas individuales; para un
número mayor de cuerpos, se utilizan fosas comunes;
✴ el sitio de sepultura debe tener 1,5 m de profundidad y encontrarse, por lo menos,
a 200 m de distancia de las fuentes de agua de consumo (véase capítulo 8,
Almacenamiento a largo plazo y disposición final de los cadáveres);
✴ debe existir una distancia de 0,4 m entre cuerpo y cuerpo;
✴ los cuerpos se colocan en una sola capa y no unos sobre otros;
✴ se debe marcar claramente cada cuerpo (véase el capítulo 6, Identificación de los
cadáveres) y hacer lo mismo sobre la superficie para ubicar su posición.
Entierro temporal de cadáveres en Tailandia, después del maremoto del 26 de diciembre de 2004.
AFP/Getty Images