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Intervención Humanista-Existencialista en Trabajo Social: Enfoque Centrado en la Persona, Monografías, Ensayos de Sociología del Trabajo

Este ensayo explora el método de intervención humanista-existencialista en el trabajo social, destacando su enfoque en la experiencia subjetiva, la libertad individual y la búsqueda de sentido. Se analizan los principios clave, las técnicas y las aplicaciones del método, así como sus limitaciones en contextos complejos. Una visión profunda de este enfoque y su relevancia en el trabajo social contemporáneo.

Tipo: Monografías, Ensayos

2024/2025

Subido el 22/03/2025

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EL MÉTODO DE INTERVENCIÓN HUMANISTA-EXISTENCIALISTA EN
TRABAJO SOCIAL
PRESENTADO POR:
GLEIS CORREA GUERRA
YEISELI DAZA GONZALEZ
MARIA ACOSTA RAMIREZ
SANDRA MONTERO AVILA
UNIVERSIDAD DE LA GUAJIRA-SEDE VILLANUEVA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS
TRABAJO SOCIAL
ECONOMIA SOCIAL
2024-II
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¡Descarga Intervención Humanista-Existencialista en Trabajo Social: Enfoque Centrado en la Persona y más Monografías, Ensayos en PDF de Sociología del Trabajo solo en Docsity!

EL MÉTODO DE INTERVENCIÓN HUMANISTA-EXISTENCIALISTA EN

TRABAJO SOCIAL

PRESENTADO POR:

GLEIS CORREA GUERRA

YEISELI DAZA GONZALEZ

MARIA ACOSTA RAMIREZ

SANDRA MONTERO AVILA

UNIVERSIDAD DE LA GUAJIRA-SEDE VILLANUEVA

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS

TRABAJO SOCIAL

ECONOMIA SOCIAL

2024-II

INTRODUCCIÓN

El método de intervención humanista-existencialista es un enfoque que pone al ser humano y su experiencia subjetiva en el centro del proceso de intervención. En el campo del Trabajo Social, este enfoque tiene un gran valor, ya que se dirige al individuo no solo como objeto de intervención, sino como un agente activo en la construcción de su bienestar, enfatizando la importancia de la libertad personal, la responsabilidad y la búsqueda de sentido en la vida. A lo largo de este trabajo, exploraremos los principios fundamentales del enfoque humanista-existencialista, sus bases filosóficas, los principales exponentes y sus técnicas, así como su aplicación específica en el ámbito del Trabajo Social, y las limitaciones que se pueden encontrar al implementar este modelo en contextos sociales complejos. Los enfoques humanista y existencialista no son teorías recientes. Ambos tienen sus raíces en corrientes filosóficas y psicológicas que surgen en respuesta a modelos más deterministas como el conductismo y el psicoanálisis, las cuales consideraban que el comportamiento humano estaba guiado por factores externos o inconscientes. En contraposición, los enfoques humanista y existencialista destacan el papel del individuo como un ser libre y responsable de sus decisiones, capaz de cambiar su vida y buscar un sentido personal. Este trabajo tiene como objetivo analizar a fondo el método de intervención humanista-existencialista y su relevancia en el Trabajo Social contemporáneo, así como identificar los desafíos que presenta su implementación y las oportunidades que ofrece para trabajar con individuos y grupos en situación de vulnerabilidad.

PRINCIPIOS CLAVE DEL ENFOQUE HUMANISTA-EXISTENCIALISTA

El método humanista-existencialista se fundamenta en varios principios clave que lo diferencian de otros enfoques de intervención:

1. Libertad y responsabilidad individual: Uno de los pilares del existencialismo es la noción de que los seres humanos son libres para tomar decisiones, pero con esa libertad viene la responsabilidad de asumir las consecuencias de esas decisiones. No podemos culpar a factores externos por nuestra situación; en última instancia, somos responsables de nuestras vidas. 2. Autenticidad y autoexploración: El concepto de autenticidad se refiere a la necesidad de vivir de acuerdo con nuestros valores y deseos internos, en lugar de conformarnos a expectativas externas o roles impuestos por la sociedad. A través de la autoexploración, las personas pueden descubrir quiénes son realmente y qué desean en la vida. 3. Experiencia subjetiva y vivencia: Tanto el humanismo como el existencialismo valoran enormemente la experiencia subjetiva de la persona. Desde esta perspectiva, no existe una única "realidad" objetiva, sino que cada individuo construye su propia realidad basada en su percepción y vivencias. 4. Aceptación incondicional positiva: En la Terapia Centrada en la Persona, Carl Rogers aboga por una aceptación incondicional del cliente por parte del terapeuta. Esta aceptación no significa aprobar todas las acciones del cliente, sino respetar su valor como ser humano, independientemente de sus defectos o errores. Esta actitud facilita un entorno seguro donde el individuo se siente libre para expresarse sin temor a ser juzgado. 5. Búsqueda de sentido: El enfoque existencialista, particularmente en la Logoterapia de Frankl, enfatiza la necesidad de encontrar un sentido en la vida. Para Frankl, incluso en las situaciones más adversas, las personas pueden encontrar un propósito que les permita superar el sufrimiento. EL MÉTODO DE INTERVENCIÓN HUMANISTA-EXISTENCIALISTA EN TRABAJO SOCIAL Objetivos del Método El método de intervención humanista-existencialista tiene como objetivo central el empoderamiento del individuo para que pueda tomar control sobre su vida, reconociendo su libertad para elegir y su responsabilidad para actuar en

consecuencia. En el campo del Trabajo Social, este enfoque se traduce en ayudar a las personas a:  Tomar conciencia de sus propios recursos internos para superar las dificultades.  Identificar y clarificar sus valores y metas personales.  Aceptar su responsabilidad en la creación de su propio bienestar.  Reconocer y aceptar las emociones difíciles, como el miedo, la angustia o la tristeza, como parte natural de la vida. El enfoque humanista-existencialista no busca ofrecer soluciones prefabricadas o directivas, sino que parte del principio de que cada individuo posee dentro de sí mismo los recursos necesarios para resolver sus problemas. El rol del trabajador social es acompañar al individuo en ese proceso de descubrimiento y empoderamiento personal. Proceso de Intervención El proceso de intervención humanista-existencialista es profundamente relacional y se basa en la creación de un entorno de confianza y empatía. A diferencia de otros modelos que pueden centrarse en la modificación de conductas específicas o en el análisis de problemas sistémicos, el enfoque humanista-existencialista pone en primer lugar la relación entre el profesional y la persona atendida. El proceso de intervención incluye las siguientes fases:

1. Creación de un espacio seguro: El primer paso es establecer una relación de confianza y respeto mutuo. El trabajador social debe mostrar empatía genuina, congruencia (es decir, ser auténtico en su interacción con la persona) y ofrecer aceptación incondicional. Este entorno facilita que la persona se sienta libre para expresar sus emociones y pensamientos sin temor a ser juzgada. 2. Exploración de la experiencia subjetiva: Una vez establecida la confianza, el trabajador social acompaña a la persona en la exploración de su experiencia interna. A través de preguntas abiertas y la escucha activa, el profesional ayuda a la persona a identificar sus emociones, pensamientos y deseos. Esta exploración puede llevar a que la persona tome conciencia de los conflictos internos que están interfiriendo en su bienestar. 3. Acompañamiento en la toma de decisiones: El trabajador social no toma decisiones por la persona, sino que la acompaña en su proceso de elección. Se fomenta la responsabilidad personal, animando a la persona a que se haga cargo de las decisiones que toma y de las consecuencias que estas pueden tener en su vida.

Por otro lado, en comparación con el modelo sistémico, que analiza a la persona en el contexto de sus relaciones y sistemas (familia, comunidad, etc.), el enfoque humanista-existencialista pone mayor énfasis en la responsabilidad individual y en la capacidad del individuo para elegir su propio camino. APLICACIONES EN EL TRABAJO SOCIAL El enfoque humanista-existencialista tiene una amplia gama de aplicaciones en el Trabajo Social, especialmente en situaciones donde las personas enfrentan crisis existenciales, problemas de identidad o desafíos para encontrar sentido en sus vidas. A continuación, se describen algunas áreas clave donde este enfoque puede ser particularmente útil:

1. Acompañamiento en situaciones de duelo o pérdida: Las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido pueden beneficiarse enormemente del enfoque humanista-existencialista. A través de la autoexploración y el apoyo emocional, las personas pueden encontrar maneras de darle sentido a su pérdida y continuar con sus vidas de manera más plena. 2. Intervención con adolescentes en crisis de identidad: Durante la adolescencia, muchas personas enfrentan crisis existenciales relacionadas con la identidad y los valores. El enfoque humanista-existencialista puede ayudar a los adolescentes a clarificar sus metas y valores, fomentando un sentido de responsabilidad personal y autenticidad en sus decisiones. 3. Trabajo con personas en recuperación de adicciones: En el contexto de las adicciones, el enfoque humanista-existencialista puede ser útil para ayudar a las personas a identificar las raíces existenciales de su adicción y a encontrar un sentido más profundo en sus vidas que les permita superar el consumo. 4. Acompañamiento a personas en situaciones de trauma o abuso: Las personas que han experimentado situaciones traumáticas o de abuso pueden beneficiarse del enfoque humanista-existencialista al explorar sus emociones y experiencias en un entorno seguro y de apoyo. Este enfoque puede ayudarles a recuperar un sentido de agencia y responsabilidad sobre sus vidas.

5. Intervención en casos de angustia existencial: En muchos casos, las personas que acuden al Trabajo Social no solo enfrentan problemas materiales o relacionales, sino que también experimentan una profunda angustia existencial. El enfoque humanista-existencialista ofrece herramientas para trabajar con estos sentimientos, ayudando a las personas a encontrar un propósito y un sentido en sus vidas, incluso en situaciones adversas. LIMITACIONES DEL ENFOQUE HUMANISTA-EXISTENCIALISTA A pesar de sus múltiples fortalezas, el enfoque humanista-existencialista también tiene algunas limitaciones que deben ser consideradas en su aplicación dentro del Trabajo Social. 1. Enfoque en el individuo: Una de las críticas más comunes a este enfoque es su énfasis en la responsabilidad individual. En contextos donde las personas están sujetas a estructuras sociales opresivas o en situaciones de pobreza extrema, puede ser difícil asumir que el individuo tiene el control total sobre su vida. En estos casos, un enfoque más estructural o sistémico podría ser más apropiado. 2. Demanda de autoconciencia: El enfoque humanista-existencialista requiere que la persona esté dispuesta a participar en un proceso profundo de autoexploración y toma de decisiones. No todas las personas están preparadas para este tipo de intervención, especialmente aquellas que buscan soluciones rápidas o que están atravesando crisis graves. 3. Tiempo y recursos: La intervención humanista-existencialista puede ser un proceso largo y demandante, tanto para el trabajador social como para la persona. En contextos institucionales donde el tiempo y los recursos son limitados, puede ser difícil implementar este enfoque de manera efectiva. 4. Aplicación limitada en intervenciones breves: En situaciones donde se requiere una intervención rápida o de crisis, el enfoque humanista-existencialista puede no ser el más adecuado, ya que su naturaleza es más procesual y a largo plazo. En estos casos, enfoques más directivos o conductuales podrían ser más efectivos. CONCLUSIÓN