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Manual para aplicación, baremos y calificación del test PAI-A
Tipo: Apuntes
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Nombre: PAI-A. Inventario de evaluación de la personalidad para adolescentes. Nombre original: PAI-A. Personality Assessment Inventory- Adolescent. Autor: Leslie C. Morey. Procedencia: PAR, Psychological Assessment Resources, 2007. Adaptación a la lengua española: Violeta Cardenal Hernández, Margarita Ortiz-Tallo Alarcón, María del Mar Campos Ríos y Pablo Santamaría (Dpto. de I+D+i de TEA Ediciones), 2018. Aplicación: Individual y colectiva. Ámbito de aplicación: Adolescentes (de 12 a 18 años). Duración: Variable, 45 minutos aproximadamente. Finalidad: Evaluación comprehensiva de la personalidad y de la psicopatología en adolescentes mediante 22 escalas (4 escalas de validez, 11 escalas clínicas, 5 escalas de consideraciones para el tratamiento y 2 escalas de relaciones interpersonales) y 31 subescalas. Baremación: Baremos en puntuaciones T de adolescentes de muestras de población general, clínica, forense y de centros de menores infractores. Material: Manual, cuadernillo, hoja de respuestas y clave de acceso (PIN) para la corrección por internet.
Esquizofrenia (ESQ) Evalúa los síntoma claves del amplio espectro de los trastornos esquizofrénicos. Rasgos límites (LIM) Evalúa los atributos indicativos de la personalidad Límite, entre los que se incluyen las relaciones interpersonales inestables y fluctuantes, la impulsividad, la inestabilidad y la labilidad emocional y la ira incontrolada. Rasgos antisociales (ANT) Evalúa el historial de actos ilegales y de problemas con la autoridad, así como el egocentrismo, la falta de empatía y de lealtad, la inestabilidad y la búsqueda de sensaciones. Problemas con el alcohol (ALC) Evalúa las consecuencias negativas del consumo de alcohol y los rasgos indicativos de su dependencia. Problemas con las drogas (DRG) Evalúa las consecuencias negativas del uso de drogas y los rasgos indicativos de su dependencia. Escalas relacionadas con el tratamiento. Agresión (AGR) Evalúa las características y actitudes relacionadas con la ira, la hostilidad y la agresión. Ideaciones suicidas (SUI) Evalúa la ideación suicida cubriendo un amplio rango que va desde la desesperanza hasta los pensamientos y planes concretos de suicidio. Estrés (EST) Mide el impacto de circunstancias o situaciones estresantes en las principales áreas de la vida de la persona evaluada (p.ej., en su centro educativo, en su casa o lugar de residencia…). Falta de apoyo social (FAS) Evalúa la falta de apoyo social percibido teniendo en cuenta tanto la cantidad como la calidad del apoyo disponible. Rechazo al tratamiento (RTR) Evalúa aquellos atributos y actitudes que indican una falta de interés y motivación para hacer cambios personales psicológicos o emocionales. Escalas de relaciones interpersonales. Dominancia (DOM) Evalúa en qué grado una persona es controladora e independiente en sus relaciones personales. Las puntuaciones altas están asociadas a un estilo dominante mientras que las puntuaciones bajas reflejan un estilo sumiso. Afabilidad (AFA) Evalúa en qué grado una persona se interesa por aquellas relaciones personales empáticas y de apoyo. las puntuaciones altas están asociadas a un estilo afable y sociable y las puntuaciones
bajas, a un estilo frío e indiferente. Tabla 1.2. Descripción de las subescalas del PAI-A Subescala Descripción Quejas somáticas (SOM) Conversión (SOM-C) Evalúa los síntomas asociados a los trastornos de conversión y, especialmente las alteraciones motoras o sensoriales. Somatización (SOM-S) Evalúa la aparición frecuente de diversos problemas físicos comunes y de quejas inespecíficas de cansancio y de mala salud. Hipocondría (SOM-H) Evalúa la preocupación por el estado de salud y los problemas físicos. Ansiedad (ANS) Cognitiva (ANS-C) Evalúa la presencia de inquietudes sobre asuntos cotidianos y preocupaciones rumiativas que afectan y limitan su capacidad de atención y concentración. Emocional (ANS-E) Evalúa la presencia de tensión, cansancio y dificultad para relajarse como resultado del alto nivel de estrés percibido. Fisiológica (ANS-F) Evalúa los signos físicos manifiestos de tensión y estrés (p.ej., palmas sudorosas, temblor de manos, palpitaciones, sensación de ahogo o falta de aire). Trastornos relacionados con la ansiedad (TRA) Obsesivo-compulsivo (TRA-O) Evalúa la presencia de comportamientos o pensamientos intrusivos, rigidez, indecisión, perfeccionismo y restricción afectiva. Fobias (TRA-F) Evalúa la presencia de miedos fóbicos comunes tales como el temor a las situaciones sociales, al transporte público, a las alturas, a los espacios cerrados y a otros objetos específicos. estrés postraumático (TRA-E) Evalúa la existencia de hechos traumáticos que continúan causando malestar y que la persona evaluada percibe como hechos que la han cambiado o alterado en algún aspecto
Experiencias psicóticas (ESQ-P) Evalúa la presencia de sensaciones y percepciones poco comunes, de pensamiento Mágico y de otras ideas inusuales que pueden resultar creencias delirantes. Indiferencia social (ESQ- S) Evalúa el aislamiento social, así como la torpeza y la incomodidad en las relaciones sociales. Alteración del pensamiento (ESQ-A) Evalúa la confusión, los problemas de concentración y la desorganización de los procesos de pensamiento. Rasgos límites (LIM) Inestabilidad emocional (LIM-E) Evalúa la sensibilidad emocional, la presencia de cambios bruscos del estado de ánimo y el escaso control emocional. Alteración de la identidad (LIM-I) Evalúa la presencia destacada de dudas sobre los principales aspectos de la vida, de sensación de vacío, de falta de realización y de ausencia de objetivos. Relaciones interpersonales problemáticas (LIM-P) Evalúa la presencia de un historial de relaciones intensas y ambivalentes en las cuales la persona evaluada se ha sentido traicionada y explotada. Autoagresiones (LIM-A) Evalúa la impulsividad en áreas que tienen un alto potencial de consecuencias negativas. Rasgos antisociales (ANT) Conductas antisociales (ANT-A) Evalúa el historial de actos antisociales e implicación en actividades ilegales. Egocentrismo (ANT-E) Evalúa la falta de empatía o remordimiento y una tendencia general a considerar sus relaciones con los demás en virtud de lo que pueda aprovecharse de ellas utilizarlas. Búsqueda de sensaciones (ANT-B) Evalúa el ansia por nuevas sensaciones y emociones, así como una baja tolerancia al aburrimiento y una tendencia a asumir riesgos y a ser una persona temeraria. Agresión (AGR) Actitud agresiva (AGR-A) Evalúa la hostilidad, el escaso control de la expresión de la ira y la creencia en la utilidad instrumental de la agresión. Agresiones verbales (AGR-V) Evalúa las expresiones verbales de ira, incluyendo desde las asertivas a las ofensivas, así como una tendencia a expresar su ira a los demás. Agresiones físicas (AGR- Evalúa la tendencia a manifestar físicamente su ira, incluyendo
F) los daños a la propiedad, las peleas físicas y las amenazas de violencia.
Como en la mayoría de los tests de personalidad, la corrección del PAI-A es un proceso objetivo. Aunque la respuesta a cada ítem contribuye con un peso diferente a la puntuación en la escala, este peso es determinado por la respuesta dada por el evaluado y no por el autor del test ni por el profesional que lo aplica. Estas respuestas son comparadas con las dadas por una muestra de referencia de adolescentes. A partir de esta transformación se obtiene una puntuación t como resultado, como se ha indicado, de comparar las respuestas de la persona evaluada con las puntuaciones medias de la muestra de referencia de adolescentes. El primer paso para la corrección será examinar la hoja de respuestas y determinar si la persona evaluada ha respondido a todos los ítems de la prueba y, en caso de que no haya sido así, ver el número de ítems que ha dejado sin responder (omisiones) o de ítems en los que ha marcado dos respuestas a un mismo ítem (doble respuesta), sin marcar cuál es la definitiva. En caso de que haya respuestas omitidas o dobles respuestas, se deberá solicitar a la persona evaluada que revise sus contestaciones y que trate de dar una respuesta a esos ítems. Puede darse casos en los que haya respuestas en blanco. La presencia de omisiones o de dobles respuestas reduce artificialmente las contracciones del PAI-A y afecta la interpretación de sus escalas. Por este motivo, se considera que un protocolo es inválido a partir de 14 o más omisiones o dobles respuestas. En estos casos, se considera que su corrección e interpretación no es posible dado su importante defecto en los resultados obtenidos. Incluso un número menor de respuestas en blanco o dobles respuestas pueden afectar a la interpretación de escalas o subescalas específicas. Como regla general, se recomienda que sólo se interpreten aquellas escalas y subescalas en las que se haya respondido al menos al 80% de sus ítems. Como en otras pruebas de autoinforme, la corrección y puntuación de PAI-A ha de realizarse con ayuda de procedimientos informáticos, pues la corrección mediante las antiguas plantillas manuales resulta demasiado lenta y sujeta a errores. Y más en una prueba como el PAI- A, que consta de varias páginas y numerosas escalas, alguna de ellas de compleja puntuación.
puntuación T de 50 indica la puntuación media obtenida en la muestra general; la puntuación T de 70 equivale a un percentil aproximado de 96 (véase la tabla 3.1 del capítulo 3), señalando que sólo un 4% de los adolescentes de la muestra de población general obtienen puntuaciones iguales o superiores. En el capítulo 3 de normas de interpretación se incluye información adicional tanto sobre cómo interpretar las puntuaciones T como sobre cada una de las escalas y subescalas que componen el PAI-A. Aparte de las puntuaciones en cada una de las escalas y subescalas del PAI-A, en la última página del perfil se incluye información sobre los ítems críticos a firmados por la persona evaluada. Estos ítems fueron seleccionados como críticos para alertar al profesional rápidamente de posibles situaciones críticas que requerían atención inmediata, así como tendencias de respuesta que podrían requerir clarificación o preguntas adicionales para precisar su significado e integrar dicha información en la interpretación del perfil. Dado el limitado número de ítems críticos seleccionados, resulta fácil hacer esa indagación en dichas respuestas de modo bastante rápido. La inversión de tiempo que puede requerir su uso en la entrevista que ha justificado por la relevancia y la naturaleza de los asuntos tratados en dichos ítems y por la oportunidad que proporcionan de refinar la interpretación de las puntuaciones del PAI-A. Finalmente, es importante advertir que el sistema de corrección de la versión en lengua española no es intercambiable con el sistema de corrección de la versión en lengua inglesa ya que los ítems de la versión en lengua española publicada por TEA Ediciones fueron ordenados de acuerdo con los resultados psicométricos específicos obtenidos en la adaptación. Por lo tanto, ambos sistemas de corrección (lengua española y lengua inglesa) no son intercambiables. Si se ha utilizado la versión en lengua española del PAI-A debe utilizarse el sistema de corrección específicamente creado por TEA Ediciones. Si se ha utilizado la versión estadounidense del PAI-A deberá utilizarse el sistema de corrección creado por la editorial PAR, Inc. Aplicaciones masivas. En aquellos casos en que se evalúa en grupos muy numerosos de adolescentes, la corrección PAI-A mediante TEAcorrige puede ser algo lenta y laboriosa, ya que requiere la grabación manual de la respuesta de cada adolescente. En estos casos puede ser más conveniente utilizar el servicio de corrección mecanizada de TEA Ediciones, que permite que la corrección
de las hojas de respuesta sea realizada de manera automática por los servicios informáticos de TEA Ediciones (esto requiere que se hayan usado hojas de respuestas especiales para esta finalidad que deberán solicitarse previamente). El profesional sólo debe remitir sus hojas de respuestas a TEA Ediciones, donde se procederá a su lectura informatizada y a su colección para devolver al profesional los resultados completos de cada persona evaluada con su perfil de resultados.
En este capítulo se describen e ilustran los procedimientos de interpretación de las puntuaciones del PAI-A. En primer lugar, se repasa el significado de las puntuaciones T, que son la base del perfil de la prueba. En segundo lugar, se explican los pasos a seguir recomendados para interpretar los resultados obtenidos. A continuación, se describe el uso de las escalas de validez del PAI-A, seguido de una explicación del significado de agnóstico e interpretativo de las puntuaciones en cada escala clínica, en cada escala relacionada con el tratamiento y en cada escala de relaciones interpersonales, así como sus correspondientes subescalas. Posteriormente, se proporciona la descripción de diferentes estrategias para el análisis del perfil del PAI-A. Por último, se ofrece una valoración del uso de los ítems críticos durante la interpretación. Las pautas de interpretación que aparecen a continuación supone una base fundamental para interpretar la prueba, pero es el profesional que ha adapta la interpretación al caso concreto que se esté evaluando, introduciendo los matices y particularidades que resulten necesarios. Toda interpretación debe resultar de la integración de la información disponible tanto sobre la prueba como sobre la propia persona evaluada. Sobre la prueba porque deberán tenerse en cuenta no sólo las puntuaciones en cada una de las escalas aisladas, sino también las relaciones entre ellas y la forma del perfil obtenido; sobre la propia persona evaluada por que deberán atenderse tanto el contexto de la evaluación como a todos los datos procedentes de las distintas fuentes de información consultadas (historial, entrevistas, otros informantes, resultados en otras pruebas…). El PAI-A es un autoinforme cuyo valor diagnóstico, como siempre ocurre en estos casos, Se incrementa cuando se emplea en un marco de una exploración más comprehensiva. Resulta un instrumento de gran ayuda y que proporciona una gran cantidad de información sobre la persona cuando es utilizado por un profesional debidamente cualificado con el contexto de un proceso amplio de evaluación y acompañado de otras técnicas y medidas.
tiene un nivel de sintomatología en esa escala superior al que presenta el 85% de los adolescentes de la muestra de referencia o, lo que es lo mismo, que se encuentra en el 15% de la muestra con mayores puntuaciones en la escala. Una puntuación T de 70 (dos desviaciones típicas por encima de la media, que 50) sangrado de problemas y síntomas que es muy poco frecuente en la muestra de referencia y, probablemente, es indicativo de un problema clínicamente significativo, ya que equivale a un percentil 96 y solamente un 4% de los adolescentes manifiestan ese nivel de sintomatología. Tabla 3.1. Equivalencia aproximada entre algunas puntuaciones T y sus percentiles en la muestra de tipificación de población general del PAI-A (a partir del cálculo empírico de los percentiles en las distribuciones de puntuaciones de las escalas del PAI-A) Puntuación T Percentil 60 85 70 96 80 99 Por lo tanto, las puntuaciones T proporcionan un método útil para determinar si ciertos problemas son clínicamente significativos ya que relativamente pocos adolescentes de la población general obtendrán puntuaciones claramente elevadas. En los siguientes apartados se proporcionan pautas concretas para interpretar cada rango de puntuaciones T en cada una de las escalas. igualmente, en el perfil se utiliza un código de colores para llamar la atención sobre los distintos rangos de interpretación de las puntuaciones T en cada escala y subescala. Es conveniente subrayar que las puntuaciones obtenidas en las distintas escalas del PAI- A son continuas, esto es, a pesar de que a lo largo de este capítulo se sugieran distintos puntos de corte para la interpretación (p.ej., la puntuación T de 70), no hay nada inherentemente diferente entre una puntuación T de 69 y una de 71, ni existe una diferencia cualitativa, ya que la diferencia en la puntuación se contempla dentro del error típico de medida de cualquiera de las escalas del instrumento. De hecho, no es necesario que una puntuación T sea superior a 70 para merecer atención clínica. Dado el importante desarrollo y maduración emocional que se produce durante la adolescencia, incluso las puntuaciones ligeramente elevadas pueden reflejar cierto
grado de desorden emocional. Por lo tanto, una puntuación T de 60 (percentil 85) repetida a lo largo de un perfil debería llamar la atención del profesional. Complementariamente, ha de señalarse que la puntuación de corte óptima o los rangos interpretativos específicos pueden variar en los diferentes contextos de evaluación. En este sentido, aunque han sido múltiples las investigaciones realizadas sobre posibles puntos de corte en cada una de las escalas (en el capítulo de fundamentación psicométrica de este manual se describen varios de estos estudios), siempre serán bienvenidas nuevas investigaciones que ayuden a clarificar los puntos de corte óptimos en contextos específicos. Comparación con muestras clínicas En el caso de la toma de decisiones clínicas, a menudo se hacen evidentes los aspectos significativos en el paciente y aparecen múltiples elevaciones en diversas escalas tras el uso del baremo general. En estos casos, puede resultar útil comparar posteriormente los resultados con una muestra de referencia clínica para dilucidar los problemas que, en concreto, afectan al adolescente cuando se le compara específicamente con una muestra de adolescentes que están en consulta clínica. Las puntuaciones esperadas en los casos clínicos en las diferentes escalas difieren en muchos aspectos de los resultados esperados en la población general. Por ejemplo, la mayoría de los adolescentes de la muestra clínica informado en su evaluación inicial de niveles notables de depresión o de ansiedad y, probablemente, su perfil en el PAI-A, utilizando el baremo general, refleje elevaciones perceptibles en dichas escalas. Ahora bien, la cuestión a la que se enfrenta el clínico a la hora de realizar un diagnóstico es analizar la gravedad relativa de las distintas sintomatologías presentes. En estos casos, tener una referencia de muestras clínicas para resultar complementaria y delimitar qué niveles son normales dada la situación clínica. Con este objetivo se incluye en el perfil del PAI-A un área del perfil marcada con un color más claro en el extremo derecho del perfil y que indica que el rango de puntuaciones resulta altamente en frecuentes incluso en muestras clínicas. Cuando se utiliza el baremo general, esta área del perfil, marcada en color muy claro y en el extremo derecho del perfil en las escalas clínicas, informa de que el rango de puntuación es que están dos desviaciones típicas por encima de la media de la muestra clínica recogida en la pasión a la lengua española del PAI-A, esto es, aproximadamente el 98% de los individuos clínicos obtendrán puntuaciones por debajo de esa área. El uso de esa área como referencia nos permite dilucidar en qué medida la puntuación
Al igual que se señalaba en el apartado anterior, en los casos en que se evalúa una persona adolescente en un contexto forense o procedente de un centro de menores infractores resulta recomendable comenzar siempre la interpretación tomando como referencia inicial el baremo general del PAI-A. Los puntos de corte y las pautas de interpretación de cada una de las escalas contenidos en este manual se refieren precisamente a los resultados obtenidos tras la aplicación del baremo general y que indican en qué medida la persona evaluada tiene más o menos síntomas que la mayoría de los adolescentes de la población general.Posteriormente, aquellos profesionales más experimentados que deseen profundizar en la interpretación pueden considere interesante emplear adicionalmente el baremo de menores infractores o el de contextos forenses. En estos casos en la plataforma de conversión se podrá solicitar su conexión con el baremo de menores infractores o con el de contextos forenses para observar a modo de comparación su perfil cuando se referencia a muestras de menores infractores o de adolescentes evaluados en contextos forense (este cambio de baremo es gratuito y no consumen ningún uso adicional en su corrección). Al analizar un perfil resultante de haber usado un baremo de menores infractores o de forense hay que tener en cuenta que aquí se está comparando con una muestra de adolescentes menores infractores o de adolescentes evaluados en un contexto forense. Por lo tanto, una puntuación de 50 significará que tiene el mismo nivel de problemas que la mayoría de docentes menores infractores o evaluados en contexto forense (según si se ha utilizado el baremo de menores infractores volveremos forense), mientras que una puntuación T de 60 podrá señalar que está una desviación típica por encima del nivel de problemas habitual se informan los adolescentes en esos contextos. Véase el capítulo de fundamentación psicométrica para una descripción de cada una de estas muestras. 3.2. Etapas de interpretación del PAI-A La interpretación de las puntuaciones obtenidas en el PAI-A requiere de una buena comprensión de los trastornos de la personalidad y de los trastornos psicológicos, además de un buen conocimiento de los fundamentos psicométricos de los test y de cierta familiaridad con el significado de las escalas clínicas y de las subescalas del PAI-A. La estrategia óptima para la interpretación a menudo difiere en función del contexto de evaluación. Por ejemplo, la interpretación del perfil de un adolescente evolutiva consulta clínica por sus padres posiblemente implique un enfoque diferente al que precisa la interpretación del perfil de un adolescente
evaluado en el contexto de un centro de menores o de un adolescente ingresado en una unidad de Psiquiatría. Como indicaba Meehl y Rosen en su clásico artículo de 1955, el contexto de la evaluación puede llevar el profesional a extraer conclusiones diferentes a partir de dos perfiles idénticos. Una forma de llevar a cabo la interpretación del PAI-A puede ser el empleo de decisiones secuenciales, donde cada decisión crea un contexto para la decisión siguiente. Por ejemplo, una de las primeras decisiones que se deben tomar durante la interpretación es si el perfil evaluado parece reflejar alguna distorsión en las respuestas; en el caso de que el profesional observe que un perfil se ha completado de una forma aleatoria o extrema, la interpretación posterior de los ítems que identifican ideación suicida será diferente. Dicha secuencia de interpretación puede dividirse en cuatro pasos. En el primero de ellos se toma una decisión respecto a las potenciales distorsiones en las respuestas, lo cual a menudo determinar la validez de un perfil. En segundo lugar, se valora aisladamente la puntuación en cada escala y subescalas. En tercer lugar, se valora el efecto de ciertas combinaciones de las escalas y se considera conjuntamente la forma específica del perfil. Finalmente, se pueden considerar los ítems críticos como una vía para profundizar en determinados aspectos relevantes de las respuestas. Los siguientes apartados ofrecen un breve resumen de cómo llevar a cabo esta secuencia de pasos.
Ítems omitidos El primer paso para decidir si un perfil de PAI-A puede ser interpretado tiene que ver con el número de ítems que se han omitido o a los que no se han dado una respuesta válida (p.ej., cuando se han marcado dos contestaciones simultáneamente). Como regla general para PAI-A, debe haberse respondido el 95% de los ítems para poder proceder a su corrección. Cuando la persona evaluada haya dejado en blanco 14 ítems o más, el sistema informático no permitirá la obtención de perfil al considerarlo inválido. Adicionalmente, se recomienda no interpretar una escala o subescalas y se ha dejado en blanco más del 20% de sus ítems. En el caso de que haya respuestas omitidas, pero su número sea inferior a los umbrales indicados, el sistema de corrección de PAI-A asignará a las preguntas omitidas el valor promedio de las respuestas del
reflexionar o que tienen problemas de comprensión lectora pueden obtener resultados que no reflejan de forma precisa sus experiencias. Para intentar subsanar dichas cuestiones, el PAI-A cuenta con 4 escalas de validez diseñadas para la valoración de aquellos factores que podrían distorsionar los resultados del cuestionario. Los siguientes apartados proporcionan descripciones de las escalas, así como pautas para su interpretación. Como pauta general, puede considerarse una puntuación alta en cualquiera de estas escalas indica que el perfil puede estar distorsionado debido a alguna tendencia anómala de respuesta y, por lo tanto, la información derivada del perfil deberá interpretarse con especial precaución. Así mismo, puntuaciones muy altas en estas escalas deberían provocar serias dudas sobre la validez de la información derivada del test; en estos casos será imprescindible que la interpretación del PAI-A se lleve a cabo teniendo en cuenta información procedente de otras fuentes. Para una correcta interpretación de validez de los resultados es conveniente analizar en primer lugar las escalas Inconsistencias e Infrecuencia, que nos informa sobre el grado en que la persona ha respondido prestando atención a la prueba, de manera consistente y coherente o, por el contrario, sus respuestas parecen ser inconsistentes e incoherentes como idiosincrásicas. A continuación, podrá procederse al análisis de las escalas Impresión negativa e Impresión positiva. Los siguientes apartados describen cada una de estas escalas de validez. Inconsistencia (INC) La escala Inconsistencia refleja la coherencia con la cual las personas evaluadas responden ahí tengo de contenidos similares situados en diferentes posiciones del inventario. La escala se compone de doce pares de ítems con un contenido relacionado que deben contestarse de forma similar (p.ej., el ipem 69 “ tengo buena salud” y el ítem 70 “ mi salud es muy buena” o el ítem 15 “ a veces pienso que soy inútil” y el ítem 135 “ Por más que lo intente, Nada me sale bien”). Los pares de ítems que componen la escala son aquellos que obtuvieron los mayores valores de intercorrelación en la adaptación a la lengua española de PAI- A. Debido a que lo que se persigue es valorar la inconsistencia de las respuestas, cada par de ítem refleja un contenido similar, pero en su conjunto los diferentes pares de ítem no comparten ninguna otra característica, por lo que no reflejan ningún constructo concreto.
La distribución de las puntuaciones en la escala Inconsistencia es bastante parecida en las muestras de población general y de población clínica y forense, si bien en estas últimas muestras (clínica, forense, menores infractores) las personas evaluadas tienden a obtener puntuaciones ligeramente más altas, lo que quiere decir que contestan de forma algo más consistente. Además, también se analizó si la escala Inconsistencia era capaz de identificar un patrón anómalo cuando se introducían deliberadamente respuestas aleatorias a un conjunto variable de ítems. Se observó que la distribución de las puntuaciones de la escala Inconsistencia obtenida mediante esta condición era notablemente diferente a las distribuciones reales obtenidas en muestras de población general, de población clínica o de población forense, apoyando la capacidad discriminativa de esta escala de patrones aleatorios o descuidados de respuesta. En el apartado 5.3 del capítulo de fundamentación psicométrica se incluye información más detallada a este respecto (Figura 5.5). Puntuaciones T muy altas en esta escala, iguales o superiores a 78, sugieren que la persona no ha prestado atención al contenido de los ítems mientras respondía. Sólo un 0,9% de la muestra de población general y un 0,8%de la muestra clínica obtuvo puntuaciones T en ese rango en Inconsistencia. Entre las razones que podrían explicar unas puntuaciones tan elevada en Inconsistencia puede incluirse el descuido, la confusión, la existencia de problemas de comprensión lectora, los errores al anotar sus respuestas o al teclearlas en la plataforma de corrección, la falta de comprensión por parte de la persona evaluada de las instrucciones o de la forma en la que debía responder a la prueba. Independientemente de la causa, cuando las puntuaciones en la escala Inconsistencia se sitúan en este rango los resultados del test se consideran inválidos y no se recomienda proceder a la interpretación clínica del PAI-A. Tabla 3.2. Pautas de interpretación de las puntuaciones T en Inconsistencia. Inconsistencia Indica si la persona evaluada ha respondido de forma inconsistente a lo largo de la prueba. para ello tiene en cuenta su respuesta a pares de ítems altamente relacionados entre sí que deben contestarse de forma similar (p.ej., el ipem 69 “ tengo buena salud” y el ítem 70 “ mi salud es muy buena” o el ítem 15 “ a veces pienso que soy inútil” y el ítem 135 “ Por más que lo intente, nada me sale bien”). Puntuación T Percentil