1. ¿Cómo relacionarías la obra de Maquiavelo con el liderazgo y lo visto en la unidad?
Si bien el enfoque de Maquiavelo en la adquisición y mantenimiento del poder puede parecer
distante de la función pública, nos recuerda la importancia de un liderazgo pragmático y
consciente de las realidades políticas y sociales. Un líder en la administración pública debe
comprender las dinámicas de poder dentro de la institución, con otras entidades
gubernamentales y con la ciudadanía. Esto implica tomar decisiones difíciles, a veces
impopulares, en aras del bien común y la estabilidad de los servicios públicos.
En la negociación, “El príncipe” subraya la importancia de la firmeza y la credibilidad. Un
líder en la administración pública debe ser capaz de defender el interés público con
determinación, aunque también con la flexibilidad necesaria para alcanzar acuerdos
mutuamente beneficiosos con diversas partes interesadas. La astucia maquiavélica puede
interpretarse como la habilidad para navegar intereses contrapuestos y encontrar soluciones
creativas.
Respeto a la mediación, la obra destaca la necesidad de evitar el odio y el desprecio del
pueblo. En la administración pública, esto se traduce en la importancia de resolver conflictos
y tensiones sociales a través del dialogo y la búsqueda de puntos en común. Un líder efectivo
debe ser capaz de escuchar a las diferentes partes, comprender sus necesidades y facilitar
acuerdos que promuevan la cohesión social y la gobernabilidad pacífica.
El príncipe ofrece un contrapunto realista a las visiones idealizadas del liderazgo en la
administración pública. Nos desafía a considerar las complejidades del poder, la necesidad de
estrategias efectivas en la negociación y la importancia de la mediación para mantener la
estabilidad social, siempre bajo la guía de principios éticos y el compromiso con el servicio
público.
