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PPT SOBRE LEUCEMIA MIELOIDEA AGUDA
Tipo: Esquemas y mapas conceptuales
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¡No te pierdas las partes importantes!
La Leucemia Mieloide Aguda (LMA) es un tipo de cáncer hematológico agresivo que tiene su origen en la médula ósea. Esta enfermedad representa aproximadamente el 80% de todas las leucemias agudas en adultos, lo que la convierte en una preocupación significativa en la oncología. Su incidencia global anual se sitúa entre 3 y 5 casos por cada 100,000 personas. Dada su rápida progresión, la LMA exige un diagnóstico y un tratamiento inmediatos para mejorar el pronóstico del paciente.
La LMA se define como una neoplasia maligna caracterizada por la proliferación descontrolada de células mieloides inmaduras, conocidas como blastos mieloides. Según los criterios diagnósticos, la presencia de un 20% o más de blastos mieloides en la médula ósea o en la sangre periférica es indicativa de la enfermedad. Esta condición afecta a los precursores de diversas líneas celulares, incluyendo granulocitos, monocitos, eritrocitos y megacariocitos, y su expansión suprime de manera drástica la hematopoyesis normal, comprometiendo la producción de células sanguíneas sanas.
También conocidos como blastos, son el sello distintivo de la LMA. Su presencia es crucial para el diagnóstico.
Se confirma con ≥20% de blastos mieloides en médula ósea o sangre. Este umbral es vital para diferenciarla de otras condiciones.
Impacta granulocitos, monocitos, eritrocitos y megacariocitos, alterando la producción normal de células sanguíneas.
La etiología de la LMA es multifactorial, implicando tanto predisposiciones genéticas como exposiciones ambientales. Las mutaciones genéticas adquiridas juegan un papel crucial, con más de 50 genes implicados, entre los que destacan FLT3, NPM1, CEBPA y RUNX1. La exposición a tóxicos ambientales, como el benceno presente en solventes industriales y el humo del tabaco, aumenta significativamente el riesgo. Además, tratamientos oncológicos previos con quimioterapia y radioterapia pueden incrementar el riesgo de LMA entre 5 y 10 veces. Síndromes genéticos hereditarios, como el Síndrome de Down o la Anemia de Fanconi, y la exposición a altas dosis de radiación ionizante, también son factores de riesgo conocidos.
Genes como FLT3, NPM1, CEBPA, RUNX1 son clave en el desarrollo de LMA.
El benceno y el humo del tabaco son factores de riesgo importantes.
Quimioterapia y radioterapia aumentan significativamente el riesgo.
Condiciones como el Síndrome de Down elevan la susceptibilidad.
La fisiopatología de la LMA se inicia con la transformación maligna de una célula madre o progenitora mieloide en la médula ósea, dando lugar a un origen clonal. Este proceso resulta en un bloqueo de la maduración celular, lo que provoca la acumulación de blastos inmaduros que son incapaces de diferenciarse funcionalmente. Consecuentemente, se produce una proliferación descontrolada de estas células inmaduras, llevando a un aumento exponencial de blastos en la médula ósea. Esta invasión medular desplaza y reemplaza el tejido hematopoyético normal, afectando gravemente la producción de células sanguíneas maduras y funcionales.
Varios factores incrementan el riesgo de desarrollar Leucemia Mieloide Aguda. La edad avanzada es el factor más significativo, con un riesgo que aumenta exponencialmente después de los 60 años, siendo la edad media de diagnóstico de 68 años. Los tratamientos oncológicos previos, como la quimioterapia con agentes alquilantes (ej. ciclofosfamida) o inhibidores de la topoisomerasa II (ej. etopósido), así como la radioterapia, son bien conocidos por su asociación con la LMA secundaria. Trastornos hematológicos preexistentes, como los síndromes mielodisplásicos (SMD) y los trastornos mieloproliferativos crónicos, también son precursores. La exposición a químicos específicos como el benceno, algunos pesticidas y herbicidas, junto con el tabaquismo (que aumenta el riesgo en un 20-30% por carcinógenos como el benceno), contribuyen al perfil de riesgo. Edad Avanzada Riesgo exponencial a partir de los 60 años. Tratamientos Oncológicos Previos Quimioterapia y radioterapia aumentan el riesgo. Trastornos Hematológicos Preexistentes Síndromes mielodisplásicos y mieloproliferativos. Exposición Química Benceno, pesticidas y herbicidas. Tabaquismo Aumento del riesgo en un 20-30%.
Conclusión: Un Desafío Médico en Constante Evolución La Leucemia Mieloide Aguda sigue siendo un desafío médico significativo debido a su agresividad y la urgencia de su diagnóstico y tratamiento. Su patogénesis es compleja, involucrando una intrincada red de interacciones genéticas y ambientales que conducen a la transformación y proliferación de células mieloides inmaduras. El conocimiento detallado de su etiología y fisiopatología es crucial, ya que sirve como base para el desarrollo de terapias más efectivas y dirigidas. Afortunadamente, los avances continuos en la biología molecular y las nuevas estrategias de tratamiento ofrecen esperanzas renovadas para mejorar el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes afectados por esta compleja enfermedad.
Clave para el pronóstico de la LMA.
Interacciones genéticas y ambientales.
Nuevas esperanzas para los pacientes.