








































Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Prepara tus exámenes con los documentos que comparten otros estudiantes como tú en Docsity
Los mejores documentos en venta realizados por estudiantes que han terminado sus estudios
Estudia con lecciones y exámenes resueltos basados en los programas académicos de las mejores universidades
Responde a preguntas de exámenes reales y pon a prueba tu preparación
Consigue puntos base para descargar
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Comunidad
Pide ayuda a la comunidad y resuelve tus dudas de estudio
Descubre las mejores universidades de tu país según los usuarios de Docsity
Ebooks gratuitos
Descarga nuestras guías gratuitas sobre técnicas de estudio, métodos para controlar la ansiedad y consejos para la tesis preparadas por los tutores de Docsity
Lesiones en niños pediatria dolor intencionales y no intencionales OMS salud publica prevencion
Tipo: Apuntes
1 / 48
Esta página no es visible en la vista previa
¡No te pierdas las partes importantes!
N NDI OROSALUT PSNOV NDEAHOIP IMU
P
Organización Mundial de la Salud OFICINA REGIONAL PARA LAS Américas
N NDI OPORSALUT SNPOVIMUNDIEAHOP
RESUMEN III
Agradecimientos
La Organización Mundial de la Salud y el UNICEF quieren mostrar su agradecimiento a Joanne Vincenten y Mo- rag Mackay, de la Alianza Europea para la Seguridad de los Niños, que redactaron este resumen y una serie de notas descriptivas basadas en el Informe mundial sobre prevención de las lesiones en los niños, elaborado por más de 180 colaboradores (redactores, autores, miembros de los grupos de trabajo, participantes en las reuniones regionales de consulta y revisores expertos) de 56 países de todo el mundo. También quiere reconocer el apoyo y la orientación de los asesores de este informe, los asesores regionales de la OMS y el personal del UNICEF. Sin su dedicación, apoyo y pericia este informe no habría sido posible. En el Informe mundial sobre prevención de las lesiones en los niños el resumen y las notas descriptivas también participaron otras personas, en particular Tony Kahane, que editó el texto definitivo del informe principal, y Angela Burton, que editó la versión resumida. Cabe agradecer también la colaboración de: Kidist Bartolomeos e Ian Scott por la coordinación diaria del proyecto; Mike Linnan por el análisis de datos del UNICEF/TASC; Kidist Bartolomeos, Colin Mathers y Karen Oldenziel por el análisis y la interpretación de los datos de la OMS; Adnan Hyder y Prasanthi Puvanachandra por el análisis de datos del estudio multinacional; Laura Sminkey y Steven Lauwers por la comuni- cación y la promoción de la causa; Susan Kaplan por la corrección y Liza Furnival por la indexación de la versión en inglés; Susan Hobbs, L’IV Com Sàrl y Aaron Andrade por el diseño gráfico; Pascale Broisin y Frederique Robin-Wahlin por la coordinación de la impresión; y, por último, Pascale Lanvers-Casasola por su ayuda administrativa y por la coordinación de la traducción de las diferentes versiones de este informe. La Organización Mundial de la Salud y el UNICEF también quieren agradecer el generoso apoyo financiero para la redacción, traducción y publicación del informe que han brindado: el Programa del Golfo Árabe para las Organi- zaciones de Desarrollo de las Naciones Unidas (AGFUND); la Agencia de Salud Pública del Canadá, los gobiernos de Bélgica, México, Noruega, Países Bajos, el Reino Unido y Suecia; el Foro Mundial sobre Investigaciones Sanitarias; los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos y el Centro Nacional para la Preven- ción y el Control de Lesiones.
IV INFORME MUNDIAL SOBRE PREVENCIÓN DE LAS LESIONES EN LOS NIÑOS
Prefacio a la edición en español
El dolor por la muerte de un niño es inconmensurable, más aún cuando se presenta súbitamente, a consecuencia de una lesión. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, cada día se podrían evitar mil defunciones de niños en el mundo mediante acciones de probada eficacia para la prevención de lesiones. Además, por cada niño que muere a causa de una lesión, muchos más quedan con discapacidades para toda la vida.
En la Región de las Américas, cada hora mueren seis niños o adolescentes menores de 20 años, principalmente por lesiones no intencionales causadas por el tránsito, ahogamientos y sofocaciones. Esta situación es más grave en los menores de edad del sexo masculino, ya que su riesgo de morir es de 1,5 a 2,7 veces mayor que el de las niñas.
Los traumatismos causados por el tránsito son la primera causa de mortalidad en las Américas entre personas de 5 a 14 años, y la segunda entre aquellos de 15 a 44 años. Por esta razón, en los países de la Región se han llevado a cabo varias reuniones sobre el tema de la seguridad vial, tales como el II Congreso Ibero-Americano de Seguri- dad Vial en Buenos Aires, Argentina, en octubre del 2010, y el Segundo Encuentro Ibero-Americano y del Caribe de Seguridad Vial en la Ciudad de México, en mayo del 2011. Además, el Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud aprobó recientemente un Plan de Acción de Seguridad Vial, mediante el cual se busca reducir la incidencia de los factores de riesgo (velocidad y consumo de alcohol) en los traumatismos causados por el tránsito y aumentar la tasa de uso de los equipos de protección (cascos, cinturones de seguridad y sistemas de sujeción para niños en los automóviles), entre otras medidas. Hay otras dimensiones de las lesiones en los niños que tenemos que cubrir con igual efectividad.
La tarea hacia adelante es fortalecer los recursos individuales y comunitarios, así como los entornos seguros y las políticas de protección, con el fin de lograr la reducción de las lesiones infantiles en la Región. La aspiración debe ser detener el aumento en la incidencia de lesiones, hacer efectiva la protección a la niñez y reducir la morbi- lidad y la mortalidad por esta causa. Esto se puede lograr mediante el liderazgo de los ministerios de salud, basado en evidencias sobre las medidas de probada eficacia y con un compromiso integral de efectuar un cambio de cul- tura para la prevención de las lesiones infantiles. Esta labor de liderazgo debe resultar en una mayor colaboración entre los diferentes sectores, con el fin de aplicar las estrategias e intervenciones eficaces para prevenir las lesiones y mejorar la salud y el bienestar de los niños de nuestra Región.
Esta edición en español del Informe mundial sobre prevención de las lesiones en los niños pone al alcance de los hispanohablantes la información necesaria para impulsar la formulación de políticas y promover la investigación sobre la materia. Debemos contribuir a que las lesiones infantiles se conviertan en un tema central de acción para continuar protegiendo la vida y la calidad del desarrollo infantil.
La Organización Panamericana de la Salud agradece al Secretariado Técnico del Consejo Nacional para la Pre- vención de Accidentes de la Secretaría de Salud de México por el apoyo financiero para la traducción de este libro al español.
Mirta Roses Peragio Directora Organización Panamericana de la Salud
VI INFORME MUNDIAL SOBRE PREVENCIÓN DE LAS LESIONES EN LOS NIÑOS
RESUMEN 1
En la Convención sobre los Derechos del Niño, que ha marcado un hito y ha sido ratificada por casi todos los países del mundo, se afirma que todos los niños tienen derecho a disfrutar de un ambiente sin riesgos, al abrigo de las lesiones y de la violencia. Se declara además que las instituciones, los servicios y los establecimientos responsables de la atención o la protección de los niños deben ajustarse a las normas establecidas, en particular en los ámbitos de la seguridad y la salud. No resulta fácil proteger estos derechos en todas partes, pero esto puede lograrse mediante medidas concertadas. Los niños están expuestos a peligros y riesgos en el día a día, y en todas partes son vulnerables a los mismos tipos de lesiones. Sin embargo, los entornos físicos, sociales, culturales, políticos y económicos en los que viven difieren enormemente, por lo que el entorno particular de cada niño es muy importante. Este informe, destinado a las instancias normativas, es un resumen del Informe mundial sobre prevención de las lesiones en los niños,^1 que proporciona un examen integral de los conocimientos actuales acerca de los diversos tipos de lesiones no intencionales en la niñez (accidentes de tránsito, ahogamientos, quemaduras, caídas e intoxicaciones) y la manera de prevenirlos. Los objetivos generales del informe principal y de este resumen son:
■ concientizar acerca de la magnitud, los factores de riesgo y la repercusión de las lesiones en los niños a escala mun- dial; ■ llamar la atención respecto al carácter prevenible de las lesiones en los niños y exponer lo que se sabe acerca de la eficacia de las estrategias de intervención; ■ formular recomendaciones que todos los países puedan aplicar para reducir eficazmente las lesiones en la niñez.
En este informe se utiliza la definición de niño de la Con- vención sobre los Derechos del Niño y, por tanto, se centra en las lesiones que afectan a los “menores de 18 años”. Sin embargo, algunos datos de la OMS no pueden desglosarse en una categoría de menores de 18 años y, en su lugar, se utiliza la categoría de los menores de 20 años. En aras de la claridad, en los cuadros y las figuras siempre se indican los intervalos de edad.
Las lesiones en los niños y su contexto
En el Estudio sobre la violencia contra los niños del Secretario General de las Naciones Unidas (2006) y el correspondiente Informe mundial sobre la violencia contra los niños se hace un análisis pormenorizado de las lesiones intencionales que los afectan. Además, el Informe mundial sobre la violencia y la salud incluye capítulos acerca del maltrato a los menores, la violencia juvenil y la violencia sexual. En consecuencia, este informe se centra únicamente en las lesiones no intencionales o “accidentales”.
LA HISTORIA DE JUAN
Juan vive con su madre, su padre, cuatro hermanos y dos hermanas menores en un pueblo pequeño a las afueras de Mérida, en México. A sus 14 años, Juan ya no va a la escuela, ya que debe ayudar a su padre a vender fruta junto a la carretera. Ya no va a la escuela porque su hermana Martha, la menor de la familia, sufrió un accidente terrible hace 18 meses. Martha, que entonces tenía seis años, se cayó al pozo de agua que había en el patio trasero de la casa familiar cuando intentaba recuperar un juguete que se le había caído dentro. Juan fue el primero en llegar al lugar del accidente y llamó a su padre, que estaba vendiendo fruta en la carretera, a cierta distancia de allí. Los dos corrieron al consultorio más cercano llevando a Martha, que estaba inmóvil y no lloraba. Los médicos lograron reanimarla, pero se encontraba en una situación crítica, por lo que fue preciso trasladarla a un hospital mejor equipado, en Mérida, donde estuvo ingresada muchas semanas. Juan todavía está muy afectado por este accidente. Se siente responsable de que Martha cayera al pozo, y está convencido de que no habría pasado nada si él hubiera estado allí. Por otra parte, está orgulloso de mostrar a los visitantes la estructura de madera que él y su padre han fabricado y colocado sobre el pozo para impedir que vuelva a producirse un accidente similar.
(^1) Peden M, Oyegbite K, Ozanne-Smith J, et al., eds. World report on child injury prevention. Ginebra, Organización Mundial de la Salud y UNICEF, 2008.
RESUMEN 3
La carga de las lesiones en los niños no se reparte uniformemente. Los niños de los países más pobres y de las familias más pobres de los países en mejor situación son los más vulnerables (figura 1). Más de 95% de todas las defunciones infantiles por lesiones tienen lugar en países de ingresos bajos y medianos. Aunque la tasa de mortalidad por lesiones en la niñez es mucho menor en los niños de los países desarrollados, las lesiones son todavía una de las causas principales de muerte, dado que representan cerca del 40% de todas las defunciones infantiles.
FIGURA 1: Tasas de lesiones no intencionales por 100 000 niños, a^ por región de la OMS y nivel de ingresos del país, 2004
África Las Américas Asia Sudoriental Europa Mediterráneo Oriental Pacífico Occidental PIBM PIA PIBM PIBM PIA PIBM PIA PIBM PIA PIBM 53,1 14,4 21,8 49,0 7,9 25,4 41,6 45,7 7,8 33,
≥ 45 30-44, 15-29, < Sin datos
a (^) Estos datos se refieren a los menores de 20 años. PIA = países de ingresos altos; PIBM = países de ingresos bajos y medianos. Fuente: OMS (2008), Carga Mundial de Morbilidad: actualización del 2004.
4 INFORME MUNDIAL SOBRE PREVENCIÓN DE LAS LESIONES EN LOS NIÑOS
Dado que las lesiones son una de las principales causas de muerte y discapacidad en los niños de todo el mundo, su pre- vención se relaciona estrechamente con otros problemas relacionados con la salud del niño. Afrontar el problema de las lesiones en los niños debe constituir una parte fundamental de todas las iniciativas para reducir la mortalidad y la mor- bilidad en la infancia, así como para mejorar el bienestar general de los niños. La supervivencia en la niñez se ha descrito como “el dilema moral más ur- gente del nuevo milenio” y la Convención sobre los Derechos del Niño, adop- tada en noviembre de 1989, afirma que todos los niños tienen derecho al nivel más alto posible de salud y a un entorno sin riesgos. La mayoría de los países del mundo han ratificado esta convención, que exige que los países tomen todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas necesarias para proteger al niño de cualquier tipo de traumatismo. Aunque es una afirmación firme de los criterios colectivos acerca de las responsabilidades hacia los niños, no basta con una mera declaración: es necesario pasar a la acción. En muchos países la proporción de defunciones debidas a lesiones en los niños de 1 a 4 años es tan importante que el hecho de no abordar las lesiones al mismo tiempo que las enfermedades infecciosas supondrá un obstáculo para lograr el cuarto Objetivo de Desarrollo del Milenio: reducir la mortalidad de los niños.
Gracias a los avances en otros ámbitos de la salud infantil y a los mejores métodos de recopilación de datos, hoy en día resulta evidente que las lesiones son una de las principales causas de defunción y de mala salud en la mayoría de los países. Este hecho ha sido reconocido de manera reciente y, a su vez, trae aparejado el problema de que en muchos países todavía no se conoce por completo la magnitud de este tema. Por ejemplo, en fechas recientes se han realizado encuestas en gran escala sobre la mortalidad global en la infancia en cinco países de Asia Sudoriental, encontrándose tasas de defunción por lesiones mucho mayores de lo previsto en niños de todas las edades. Otros temas, como la globalización, la urbanización, la motorización y los cambios ambientales, pueden empeorar este problema.
Las lesiones en los niños varían según su causa, su grave- dad, la edad del niño y el lugar donde vive; factores todos que deben tenerse en cuenta cuando se planifiquen las me- didas a tomar.
Lesiones mortales en los niños
La mayoría de las lesiones mortales en menores de 18 años se debieron a colisiones por accidentes de tránsito, ahoga- mientos, quemaduras por fuego, caídas o intoxicaciones. Estas cinco categorías constituyen el 60% de todas las de- funciones de niños debidas a lesiones (figura 2). La tasa de mortalidad por lesiones de los niños es más de tres veces mayor en los países de ingresos bajos y medianos que en los países de ingresos altos, existiendo grandes va- riaciones según las categorías de defunción por lesiones. En el caso de las muertes debidas a lesiones por fuego o llamas, la tasa en los países de ingresos bajos es cerca de 11 veces mayor que en los países de ingresos altos, siendo 6 veces mayor en el caso del ahogamiento, unas 5 veces mayor en lo que respecta a las caídas y 4 veces mayor en el caso de las intoxicaciones (cuadro 2).
“Para alcanzar finalmente el Objetivo de Desarrollo del Milenio de reducir la mortalidad de los niños, es indispensable que adoptemos medidas para abordar las causas de las lesiones en los niños.” Anupomo Roo Singh. Director regional del UNICEF, Asia Oriental y el Pacífico.
FIGURA 2: Distribución de las defunciones debidas a lesiones en todo el mundo en niños de 0 a 17 años, según la causa, 2004
a (^) En el apartado de “otras lesiones no intencionales” se incluye el ahogamiento, la asfixia, el atragantamiento, las mordeduras de serpientes u otros animales, la hipotermia y la hipertermia. Fuente: OMS (2008), Carga Mundial de Morbilidad: actualización del 2004.
Homicidio 5,8%
Guerra 2,3%
Traumatismos causados por el tránsito 22,3%
Lesiones autoinfligidas 4,4%
Intoxicaciones 3,9% Caídas 4,2%
Quemaduras por fuego 9,1%
Ahogamiento 16,8%
Otras lesiones no intencionales a 31,1%
6 INFORME MUNDIAL SOBRE PREVENCIÓN DE LAS LESIONES EN LOS NIÑOS
capacidades físicas, mentales o psicológicas permanentes, con una importante repercusión en su vida y la de sus familias. Además, los niños no solo se ven afectados por las lesiones que sufren, sino también por los que afectan a otros. Esto es particularmente cierto cuando el padre, la madre o la persona a cuyo cargo está el niño sufre un traumatismo que ocasiona la muerte o discapacidad, con la consiguiente pérdida de ingresos familiares. A pesar de la magnitud de las lesiones, es un problema que se puede abordar. La experiencia y las investigaciones en los países de ingresos altos indican que pueden prevenirse la mayoría de las lesiones en los niños y de las defunciones por lesiones, y gran parte de estos conocimientos pueden aplicarse en todos los países.
Los niños no son adultos pequeños. Sus capacidades y comportamiento son distintos a los de los adultos. Las capacidades físicas y mentales de los niños, su grado de dependencia, el tipo de actividades que realizan y sus comportamientos arries- gados cambian sustancialmente a medida que crecen. Pero cuando los niños se desarrollan, su curiosidad y su necesidad de experimentar no siempre van parejas con su capacidad de comprender o de responder al peligro, con el consiguiente riesgo de padecer lesiones. Por lo tanto, las lesiones de los niños están muy relacionadas con el tipo de actividades que realizan, lo que, a su vez, se relaciona con la edad y la etapa del desarrollo.
Cuestiones relacionadas con la edad y el desarrollo Las lesiones mortales y no mortales en la niñez varían sustancialmente según la edad. Es importante que las estrategias de prevención de las lesiones tengan en cuenta la edad de los niños y las fases de desarrollo, así como la realidad de nuestro mundo en continuo cambio. Por ejemplo, la situación en zonas del África subsahariana —donde la infección por el VIH está dando lugar a hogares sin padres y está forzando a los niños pequeños a adoptar responsabilidades de adultos— de- muestra que la naturaleza de la niñez ha cambiado radicalmente. Diversas características físicas hacen que los niños sean vulnerables a las lesiones. Su pequeño tamaño aumenta su riesgo en la vía pública. Son menos visibles que los adultos y, cuando un vehículo los golpea, la probabilidad de sufrir un traumatismo craneoencefálico o cervical es mayor que en los adultos. Además, los niños pequeños tienen dificultad para ver más allá de un vehículo, calcular la velocidad de los que vienen en dirección contraria y discernir a qué distancia se encuentra un vehículo según el sonido de su motor. La piel de los lactantes se quema más profunda y rápidamente y a tem- peraturas inferiores que la de los adultos, que es más gruesa. Además, ciertas características físicas de los niños pequeños pueden afectar al desenlace de las lesiones. Por ejemplo, una cantidad dada de una sustancia tóxica probablemente será más tóxica en un niño que en un adulto, debido a que los niños tienen una masa corporal más baja. Su menor tamaño plantea también el riesgo de atrapamiento de diversas partes de cuerpo, situación que resulta especialmente peligrosa en el caso de la cabeza. Muchos productos y entornos no tienen suficientemente en cuenta estos riesgos. Los estudios sobre los niños en relación al tránsito vial han revelado que los niños pequeños carecen de los conocimien- tos, las aptitudes y el grado de concentración necesarios para hacer frente al entorno vial, por poco peligrosas que sean las condiciones de la vía pública. Sus capacidades físicas no van necesariamente a la par de sus capacidades cognoscitivas. Por ejemplo, los niños pequeños, en el proceso de exploración de su mundo, pueden caer desde lo alto porque su capacidad de trepar no se corresponde con su sentido del equilibro o con su capacidad de analizar la situación.
Los niños tienden a sufrir más lesiones, y de mayor gravedad, que las niñas. Para explicar la diferencia en las tasas de le- siones entre los niños y las niñas se han propuesto diversas teorías. Una de ellas es que los niños corren más riesgos que las niñas, tienen mayor grado de actividad y se comportan de manera más impulsiva. También se ha sugerido que los niños se socializan de diferente manera que las niñas, ya que es menos probable que los padres limiten su tendencia a explorar y debido a que con mayor frecuencia se les permite alejarse más y jugar solos.
Los niños de los países más pobres y los de las familias con menos recursos económicos de los países más ricos son especial- mente vulnerables a las lesiones. Toda una serie de factores socioeconómicos se asocian al riesgo de sufrir lesiones. Entre ellos se encuentran los ingresos familiares, la educación materna, la crianza monoparental, la edad materna, el número de niños, el número de personas que hay en el hogar, el tipo de vivienda y el grado de ocupación. Los niños que viven en la pobreza pueden estar expuestos a entornos peligrosos, como el tránsito denso y rápido, la falta de espacio y de instalaciones
RESUMEN 7
para jugar de forma segura, las condiciones de vida con escaso espacio, sin una cocina adecuada y con necesidad de hacer fuego para cocinar al aire libre, las ventanas y los tejados sin protección y las escaleras sin barandillas. Además, las lesiones también pueden ocasionar pobreza, iniciándose así un círculo vicioso. Las poblaciones pobres son especialmente vulnerables a las crisis producidas por un accidente de tránsito o una inundación, que pueden desencadenar una disminución mayor de los recursos familiares. Los niños son un grupo especialmente vulnerable, ya sea directamente, porque ellos mismos resultan lesionados, o indirectamente al perder a alguno de los padres. En Bangladesh, por ejemplo, un estudio descubrió que las lesiones eran la principal causa de que los niños perdieran a alguno de sus padres y que cada año morían cerca de 7 900 padres y 4 300 madres.
Las etapas del desarrollo físico y mental, la edad y el sexo son importantes, pero si los niños son especialmente vulnerables a las lesiones es porque viven en un mundo que no dominan o que no controlan bien. La vulnerabilidad de los niños se acentúa por su incapacidad para cambiar el medio que los rodea. Viven en entornos urbanos y rurales construidos por y para los adultos. Sus voces rara vez se escuchan y es extraño encontrar lugares que se hayan diseñado consultándolos. Con frecuencia, los urbanistas y las instancias normativas dan por sentado que los cambios beneficiarán a todos, sin tener en cuenta los intereses de los niños. Los productos nuevos a menudo se diseñan sin considerar que los niños pueden usarlos y dañarse con ellos. Es preciso que las necesidades de los niños se incorporen al entorno en el que viven.
Las lesiones pueden prevenirse o controlarse. Varios países de ingresos al- tos han logrado reducir notablemente sus tasas de mortalidad por lesiones de los niños, en algunos casos en más de 50% (figura 5). Sin embargo, tal éxito no ha sido el resultado de reproducir sencillamente las estrategias de seguridad que son pertinentes para los adultos. Las necesidades únicas y reales de los niños pueden atenderse mediante los principios básicos que constituyen la base de la mayoría de los programas de prevención de lesio- nes que se han aplicado satisfactoriamente en todo el mundo.
¿Qué estrategias funcionan?
Los mayores avances en la reducción de la carga de lesiones de los niños han tenido lugar en los países que usan una amplia combinación de estrategias, además de promover una cultura de la seguridad y de mostrar un compromiso político firme. Cada una de estas estrategias de amplias miras se ha aplicado en diferentes áreas relacionadas con las lesiones en los niños, y se han creado estrategias de prevención específicas, muchas de las cuales han resultado ser eficaces en la reducción de las lesiones o son muy prometedoras.
La legislación es un método excelente para prevenir las lesiones. Puede considerarse una “prueba del compromiso con la causa de la seguridad infantil”. Hay indicios de que la legislación ha aumentado la incorporación de las medidas preventivas y ha reducido las lesiones en los niños en diversas áreas. Muchos países tienen normas o reglamentos específicos relativos a una amplia gama de bienes y servicios, como los productos para el cuidado infantil y los cascos para niños y, por lo ge- neral, existen también normas y reglamentos relacionados con la construcción de los edificios, así como con la salud y la seguridad en el lugar de trabajo en general. Por ejemplo, las medidas legislativas que establecen un menor límite de alcoholemia para los conductores jóvenes se han asociado a una reducción de los accidentes de tránsito de 4%, y se ha logrado una disminución importante de las intoxicaciones en los países de ingresos altos con la aplicación de leyes que exigen que los envases de los productos tóxicos dispongan de cierres de seguridad a prueba de niños. No obstante, no solo es importante elaborar nuevas leyes, sino velar por su cumplimiento sistemática y rigurosamente.
FIGURA 5: Tendencias de las lesiones en los niños, Suecia, 2004
Niños Niñas
Tasa por 100 000 niños 0
5
10
15
20
25
30
1969 1974 1979 1984 1989 1994 1999
Estrategias de prevención de las lesiones en los niños
t Legislación y su cumplimiento t Modificación de los productos t Modificación del entorno t Visitas domiciliarias de apoyo y promoción de los dispositivos de seguridad t Educación, desarrollo de aptitudes y cambio de comportamientos t Proyectos comunitarios t Atención prehospitalaria y urgente, rehabilitación
RESUMEN 9
pacitados puede suponer un enorme gasto económico para los padres y causar grandes dificultades a las familias o a las personas encargadas de cuidar a los niños afectados. Además de todo lo que deben soportar los padres, los hermanos, las familias y las comunidades, las lesiones en los niños también suponen una tensión importante para los sistemas sanitarios, que a menudo funcionan al máximo de su capa- cidad. El costo de los programas de prevención primaria es mucho menor que el tratamiento de un niño, a veces durante meses, debido a un traumatismo prevenible. Muchos países ricos ya han ejecutado programas rentables de prevención primaria que han conllevado una reducción del costo de la atención de salud. En los Estados Unidos, por ejemplo, se ha calculado que cada US$1 gastado en un sistema de retención infantil se asocia a un ahorro de US$29 en los costos direc- tos e indirectos de atención de salud y en otros costos para la sociedad. Como puede observarse en el cuadro 3, muchas estrategias rentables para la prevención de las lesiones no intencionales no solo pueden salvar vidas, sino también ahorrar costos a la sociedad. Si se aplicaran en todo el mundo intervenciones igualmente eficaces para prevenir las lesiones en los niños, cada día podría salvarse la vida de más de 1000 niños.
El costo económico que deben afrontar los gobiernos debido a las lesiones es enorme. En los países en desarrollo, solo los traumatismos causados por el tránsito representan de 1 a 2% del producto interior bruto anual (cerca de US$ 100 000 millones), es decir, dos veces la ayuda total para el desarrollo que reciben en todo el mundo los países en desa- rrollo. Todavía no hay datos mundiales sobre el costo de las lesiones no intencionales en los niños, pero una evaluación reciente realizada en los Estados Unidos ha mostrado que los costos médicos y las pérdidas de productividad como resultado de todas las lesiones de los niños de 0 a 14 años son aproximadamente de US$ 50 000 millones al año. Por lo tanto, hay una necesidad manifiesta de intervenciones rentables y bien orientadas.
Existen diversas estrategias de prevención eficaces a la par que rentables. Sin embargo, es preciso contar con dispositivos eficaces y de costo módico de manera que sean accesibles a las familias, en especial en los países de ingresos bajos y me- dianos. Se han comparado los datos de 18 países de diferentes niveles económicos en lo que respecta a cuatro dispositivos eficaces: asientos de seguridad para niños, cojines o asientos elevadores, cascos de ciclista para niños y detectores de humo. Los precios de estos dispositivos variaron en gran medida y en muchos países eran muy caros. Para comprar un casco de ciclista, un trabajador de una fábrica en un país de bajos ingresos tenía que tra- bajar 11 veces más que un trabajador de similares características de un país de ingresos altos, y 16 veces más en el caso de un asiento de seguridad para niños. Es preciso realizar urgentemente análisis de los costos y de la rentabilidad de las estrategias de prevención para reducir o atenuar las lesiones en los niños. Los datos probatorios obtenidos pueden tener gran repercusión en las instancias normativas y persuadirlas para que inviertan en las intervenciones de preven- ción primaria apropiadas.
“La existencia de datos probatorios no constituye en sí una garantía de éxito ni un estímulo suficiente para la acción”. Los resultados de las investigaciones deben traducirse en medidas concretas para que sea posible la adaptación a los contextos y a las circunstancias locales. En las zonas del mundo donde ya se han logrado avances considerables, es preciso esforzarse por aplicar en mayor medida intervenciones que sean eficaces. Por ejemplo, un análisis reciente realizado en los Estados Unidos demostró que las defunciones debidas a lesiones de los niños podrían reducirse en un tercio si las prácticas que habían resultado eficaces en ciertos estados se hubieran adoptado en otros similares. En las zonas donde la actividad apenas está empezando, las intervenciones deben priorizarse después de considerar la magnitud del problema, así como la eficacia y la rentabilidad o el costo de cada intervención (cuando se disponga de ellas) en el contexto del país. Lamentablemente, la prevención de las lesiones en los niños se ve complicada por diversas falacias, limitaciones y otros obstáculos, aunque ninguno de ellos es insuperable.
CUADRO 3: Ahorro económico de ciertas intervenciones de prevención de las lesiones
Gasto de US$ 1 cada una en: Ahorro (US$ ) Detectores de humo 65 Sistemas de retención para niños 29 Cascos de seguridad para ciclistas 29 Consejos sobre la prevención dados por los pediatras 10 Servicios de atención de las intoxicaciones 7 Mejoras de la seguridad vial 3
Fuente: Referencia 186.
“No podemos aceptar las lesiones como meros accidentes que sucederán. Si alguna enfermedad se cobrara la vida de nuestros niños en la medida en que lo hacen las lesiones no intencionales, la socie- dad estaría enormemente indignada y exigiría que se detuviera a este asesino.” C. Everett Koop. Ex director general de Sani- dad de los Estados Unidos, 2001
10 INFORME MUNDIAL SOBRE PREVENCIÓN DE LAS LESIONES EN LOS NIÑOS
A pesar de los muchos y complejos obstáculos que deben afrontarse, existen medios para prevenir las lesiones en la infan- cia. En los últimos años se está reconociendo cada vez más la importancia de las lesiones por accidentes de tránsito y de la violencia para la salud pública. Han aumentado en gran medida la experiencia y los conocimientos en lo relativo a todos los aspectos de la prevención de las lesiones. Estos avances pueden crear una base sólida para reducir en todo el mundo la mortalidad y la mala salud en la infancia de manera significativa y duradera. Las iniciativas en pro de la supervivencia infantil han dado resultados sumamente satisfactorios. Al comienzo de la denominada “revolución a favor de la supervivencia infantil”, más del 75% de los niños del mundo vivían en países donde la mortalidad infantil era elevada, mientras que ahora, solo treinta años después, esta proporción ha bajado a menos del 20%. Para mejorar aun más la salud infantil será preciso aplicar programas amplios de reducción y control de las lesiones en los niños y jóvenes menores de 18 años. Ahora es el momento propicio para encarar este problema evitable que azota a los niños y a la sociedad. Cada niño que fallece o sufre una discapacidad grave a causa de un traumatismo supondrá un costo para la futura economía de su país. Poner en práctica lo que actualmente se sabe acerca de la reducción de las lesiones en los niños ayudará a alcanzar los Ob- jetivos de Desarrollo del Milenio, disminuirá los costos del sistema de atención de salud, mejorará la capacidad de reducir aún más las tasas de lesiones y protegerá a los niños.
Retos en la prevención de las lesiones en los niños
t Todavía se mantiene la creencia de que las lesiones se deben al destino. t Pocos países cuentan con datos descriptivos adecuados sobre las lesiones en los niños. t En los países de ingresos bajos y medianos, la evaluación de qué es lo que funciona es insuficiente. t La capacidad humana de abordar este tema es limitada. t La colaboración entre diversos organismos para tratar el problema de las lesiones en los niños de manera coherente es deficiente. t Falta financiamiento para brindar apoyo a las medidas de prevención. t No hay entendimiento ni compromiso políticos.
El Programa de Prevención y Potificación de las Lesiones en los Hospitales Canadienses (CHIRPP, por su sigla en inglés) es un ejemplo de vigilancia de las lesiones traumáticas con base en los servicios de urgencias. La iniciativa comenzó en 1990 y se encarga de recabar información sobre las circun- stancias en las cuales ocurren las lesiones, así como sobre sobre su tipo y gravedad. En los últimos 18 años, el programa ha elaborado informes sobre una diversidad de aspectos relacionados con las lesiones, tales como la reper- cusión de la legislación sobre el uso de los cascos en las bicicletas; el efecto de las nuevas reglamentaciones que autorizan el bloqueo con el cuerpo (body-checking) a los jugadores más jóvenes de hockey sobre hielo; y la repercusión de las nuevas normas canadienses sobre los equipos de los patios de juegos. Resalta el informe del programa con los datos detallados sobre todos los aspectos de los lesiones asociados con los andadores de bebés indujeron a la Oficina de Seguridad de los Productos de Salud Canadá a considerar que los andadores de bebés entrañan riesgos considerables e innecesarios para los niños pequeños. Esto a su vez, llevó al ministro de salud del Canadá en junio del 2007 a confirmar una prohibición anterior de los andadores de bebés, incluida su publicidad, venta e importación. El Canadá sigue siendo hasta la fecha el único país que prohíbe todos los tipos de andadores de bebés.
© P. Lanvers/OMS
12 INFORME MUNDIAL SOBRE PREVENCIÓN DE LAS LESIONES EN LOS NIÑOS
En la mayoría de las regiones del mundo, el número de niños que mueren en accidentes de tránsito es al menos dos veces superior al de niñas, y el mayor riesgo corresponde a la franja de edad de 15 a 19 años (cuadro 5). Los niños fallecen o sufren lesiones en su condición de peatones, ciclistas, ocupantes de vehículos, conductores o pasajeros de motocicletas, o usuarios del transporte pú- blico o de autobuses escolares (figura 6). Además de esto, en muchos países los niños se ven obligados a trabajar en la calle.
Los niños corren el riesgo de sufrir traumatismos causados por el tránsito por diversas razones. La identificación y el conocimiento de dichos factores ayudarán enormemente a prevenirlos.
Edad y etapa del desarrollo
A nivel mundial, el riesgo de que los niños padezcan trau- matismos causados por el tránsito aumenta con la edad, lo que refleja tanto el aumento de la exposición como la dife- rente manera en que los niños de diversas edades utilizan la vía pública. Por ejemplo, es más probable que los niños más pequeños vayan acompañados de los padres cuando se desplazan, mientras que los niños de mayor edad tienden a desplazarse con más autonomía, inicialmente como peato- nes, después como ciclistas y motociclistas y, con el tiempo, como conductores de otro tipo de vehículos. Los riesgos se relacionan con el desarrollo físico y cognoscitivo, el com- portamiento arriesgado y la presión de los compañeros.
Desde el punto de vista físico, los niños son más vulnera- bles que los adultos al impacto de un traumatismo, dado que su menor tamaño puede limitar su capacidad de ver o de ser visto en el entorno vial; por otra parte, al estar me-
CUADRO 4: Tasas de mortalidad debidas a traumatismos causados por el tráfico, por 100 000 niños, a^ por sexo, nivel de ingresos del país y región de la OMS, 2004
África Américas Asia Sudoriental Europa Mediterráneo Oriental Pacífico Occidental PIBM PIA PIBM PIBM PIA PIBM PIA PIBM PIA PIBM NIños 23,9 10,8 10,5 9,6 7,4 11,2 27,8 22,3 5,8 12, Niñas 15,9 6,5 4,8 5,1 2,8 5,3 8,6 12,2 2,5 4, Ambos sexos 19,9 8,7 7,7 7,4 5,2 8,3 18,3 17,4 4,2 8,
a (^) Estos datos se refieren a menores de 20 años. PIA = países de ingresos altos; PIBM = países de ingresos bajos y medianos.
Fuente: OMS (2008), Carga Mundial de Morbilidad: actualización del 2004. CUADRO 5: Tasas mundiales de traumatismos mortales causados por el tránsito por 100 000 niños, por edad y sexo, 2004 Intervalos de edad (en años) < 1 1–4 5–9 10–14 15–19 < 20 Niños 11,5 9,7 13,3 8,7 23,4 13, Niñas 7,4 8,3 9,3 4,5 7,9 7, Ambos sexos
9,5 9,0 11,4 6,6 15,9 10,
Fuente: OMS (2008), Carga Mundial de Morbilidad: actualización del 2004.
FIGURA 6: Proporción de traumatismos mortales en la niñez a^ cau- sados por el tránsito, por tipo de usuario de la vía pública, en países seleccionados de la OCDE
a (^) Estos datos se refieren a niños menores de 15 años. OCDE = Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Fuente: Referencia 25, reproducida con autorización.
Ciclistas Pasajeros deautomóviles Peatones
Estados Unidos
Reino Unido
Turquía
Suiza
Suecia
España
República de Corea
Polonia
Noruega
Nueva Zelandia
Países Bajos
Islandia
Alemania
Francia
Finlandia
Dinamarca
República Checa
Canadá
Australia
0 20 40 60 80 100 Proporción de los traumatismos causados por el tránsito (%)
RESUMEN 13
nos desarrolladas sus capacidades sensoriales, pasan por alto señales importantes de peligro, con el consiguiente aumento del riesgo.
El nivel de desarrollo cognoscitivo de los niños también repercute en su capacidad de tomar decisiones seguras en la vía pública. Muchos de los conceptos necesarios para moverse con seguridad en el tránsito —como la velocidad y la distan- cia— no se dominan hasta alcanzar los 5-7 años de edad; hasta los 11 años, los niños no pueden identificar de manera fiable situaciones peligrosas en el entorno vial. La capacidad de los adolescentes de razonar, hacer juicios o tomar decisiones, y el control de los impulsos no están completamente maduros hasta alcanzar los 20 años, lo que hace que tengan un riesgo elevado en su condición de conductores jóvenes.
Los niños mayores y los adolescentes pueden buscar activamente el riesgo para tener la sensación de control o, en ocasiones, para oponerse a la autoridad. Se ha demostrado que la búsqueda de sensaciones intensas aumenta entre los 9 y los 14 años, alcanzando un grado máximo al final de la adolescencia; esta búsqueda de sensaciones intensas es un importante factor predictivo de los traumatismos causados por el tránsito de los peatones y de los conductores jóvenes.
Los conductores jóvenes sufren mayor presión de sus compañeros para cometer infracciones de las normas de tráfico, como el exceso de velocidad, la conducción bajo los efectos del alcohol o la realización de adelantamientos peligrosos, sobre todo si los pasajeros son de edad similar al conductor.
Sexo
Los niños corren mayor riesgo de padecer traumatismos causados por el tránsito que las niñas; esto se relaciona con las diferencias en la exposición, el comportamiento arriesgado y la búsqueda de sensaciones intensas.
Usuarios de la vía pública
Los niños, en su condición de peatones, corren riesgo porque su desarrollo cognoscitivo y físico y su menor tamaño redu- cen su capacidad de tomar decisiones seguras en la vía pública. En muchos países de ingresos bajos y medianos, los niños tienen también mayor exposición porque utilizan la vía pública para jugar y trabajar.
Como ocupantes de automóviles, los niños corren riesgo cuando no utilizan los sistemas de seguridad o cuando los usan incorrectamente. La tasa de utilización de sistemas de retención apropiados oscila entre casi el 90% en los Estados Unidos y el uso prácticamente nulo en muchos países de ingresos bajos y medianos. Las menores tasas de utilización del cinturón de seguridad en todo el mundo se registran en los adolescentes y los adultos jóvenes.
El riesgo de los niños en su condición de ciclistas se relaciona directamente con la exposición. En la mayoría de los países de ingresos altos, donde se monta en bicicleta por diversión, las tasas son bajas; sin embargo, en muchos países de ingresos bajos y medianos son considerablemente mayores (hasta un tercio superiores). Otros riesgos son el uso incorrecto de los cascos, la utilización de la bicicleta en vías de circulación mixta, la circulación en bicicleta por la acera y por vías peatonales, y la escasa visibilidad de los ciclistas. El riesgo para los niños como conductores o pasajeros de motocicletas también se relaciona directamente con la ex- posición: muchos niños viajan en bicicleta o motocicleta como pasajeros y en muchos países se permite la conducción de motocicletas a partir de los 15 años. El uso correcto del casco por parte de los motociclistas y los pasajeros es escaso en muchos países, y el consiguiente riesgo de traumatismos craneoencefálicos en caso de accidente es importante.
Los conductores adolescentes son un grupo de riesgo especial. Para una misma distancia conducida, la probabilidad de ver- se involucrados en un accidente mortal es más de dos veces superior en los conductores de 16 años que en los conductores