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Lección de escuela sabática del mes de agosto
Tipo: Ejercicios
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¡No te pierdas las partes importantes!
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Efesios 4:17–32; Colosenses 3:1–17; Zacarías 3:3–5; 8:16; Isaías 63:10; Romanos 8:16, 26, 27. PARA MEMORIZAR: “Acerca de la pasada manera de vivir, despójense del hombre viejo, viciado por sus deseos engañosos. Renueven la actitud de su mente, y vístanse del nuevo hombre, creado para ser semejante a Dios en justicia y en santidad de la verdad” (Efe. 4:22-24).
urante años José Antonio vivió en las calles de Palma, España, como vagabundo. Con cabello y barba canosos y desordenados, José parecía mayor que sus 57 años. Un día, Salva García, el dueño de una peluquería, se acercó a José y le propuso un cambio total de imagen. Ya con José en el sillón del salón, un equipo de trabajo cortó, tiñó y peinó los mechones enredados de cabello y barba. A continuación, José consiguió ropa nueva y elegante. ¡Entonces vino la revelación! Cuando José se sentó frente a un espejo, le brotaron lágrimas. “¿Este soy yo? ¡Soy tan diferente que nadie me va a reconocer!” Luego agregó: “No fue solo un cambio de look. Me cambió la vida”. En Efesios 4:17 al 32, Pablo afirma que los creyentes han experimentado una transformación completa. Se despojaron de su antiguo yo y abrazaron una nueva identidad. Es algo parecido al cambio de José, aunque no es una mera transformación externa. Incluye “ren[ovar] la actitud de [la] mente” (Efe. 4:23).
Domingo 13 de agosto | Lección 8 LA ESPIRAL DESCENDENTE DEL PECADO Compara Efesios 4:17 al 32 con Colosenses 3:1 al 17. ¿Cómo aboga Pablo para que los creyentes vivan de una manera que fomente la unidad de la iglesia? En la sección anterior, Efesios 4:1 al 16, el tema de Pablo fue la unidad de la iglesia. Cuando comparamos Efesios 4:1 con Efesios 4:17, notamos cuán simi- lares son estas dos exhortaciones sobre cómo andar, o vivir. Esta semejanza sugiere que Pablo aborda el mismo tema (la unidad y el estilo de vida que la respalda), pero desde un punto de vista nuevo e inicialmente más negativo. En Efesios 4:17 al 24, Pablo contrasta el estilo de vida de los gentiles, que él considera que socava la unidad (Efe. 4:17–19), con patrones de vida verdade- ramente cristianos, que la fomentan (Efe. 4:20–24). Mientras leemos la aguda crítica de Pablo al estilo de vida depravado de los gentiles, debemos recordar su convicción de que Dios los redime por medio de Cristo y les ofrece plena participación en el pueblo de Dios (Efe. 2:11–22; 3:1–13). En Efesios 4:17 al 19, entonces, ofrece una descripción limitada y negativa de “los gentiles en la carne” (Efe. 2:11). Pablo no solo está preocupado por los pecados o los comportamientos específicos exhibidos por los gentiles. Está preocupado por un patrón de comportamiento que exhiben, una trayectoria descendente de vivir en las garras del pecado. En el corazón de Efesios 4:17 al 19 se encuentra un retrato de una espiritualidad embotada: “en la vanidad de sus mentes, teniendo el entendimiento entenebrecido” (Efe. 4:17, 18, RVA 2015). Esta espiritualidad insensibilizada es la fuente del entendimiento entenebrecido que se destaca al comienzo del pasaje (“por su ignorancia, debida a la dureza de su corazón. Después de perder toda sensibilidad”, Efe. 4:18, 19) y la práctica sexual depra- vada resaltada al final (“se entregaron a la desvergüenza para cometer con avidez toda clase de impurezas”, Efe. 4:19). Alejados de Dios, no saben cómo vivir y, separados de su gracia salvadora, continúan en una espiral descen- dente de pecado y depravación. ¿Cuál ha sido tu experiencia con el poder del pecado, que sigue arrastrando a una persona a más pecado?
Martes 15 de agosto | Lección 8 PALABRAS LLENAS DE GRACIA QUE UNIFICAN ¿Qué consejos de Pablo con respecto al uso de la palabra entre los creyentes son los más importantes para ti en este momento? ¿Por qué? (Efe. 4:25–29). Repetidamente, Pablo utiliza una estructura interesante en Efesios 4: al 32, que se ilustra en Efesios 4:25: un mandato negativo (“desechen la men- tira”); a continuación un mandato positivo (“hablen la verdad cada uno con su prójimo”); y luego una justificación (“porque somos miembros los unos de los otros”, lo que parece indicar “porque somos miembros de un cuerpo y, por lo tanto, estamos relacionados entre nosotros como partes de ese único cuerpo”). La exhortación de Pablo, “hablen la verdad”, no es una invitación a confrontar a otros miembros de la iglesia recitándoles los hechos con tor- peza. Pablo alude a Zacarías 8:16, que exhorta a hablar la verdad como forma de fomentar la paz. Dado que en Efesios 4:31 Pablo destierra la ira y las expresiones de enojo, sus palabras en Efesios 4:26 no permiten ejercer la ira dentro de la congrega- ción, sino más bien, Pablo admite la posibilidad de la ira, al tiempo que limita su expresión con el sentido: “Si te enfadas, no permitas que esto produzca pecado como fruto”. Pablo parece interrumpir la temática de su discurso con un mandato negativo sobre los ladrones: “El que robaba, no robe más” (Efe. 4:28). Positi- vamente, que el ladrón “trabaje y haga algo útil con sus propias manos” (Efe. 4:28; ver también 1 Cor. 4:12; 1 Tes. 4:11), que se fundamenta en lo siguiente: “para tener con qué ayudar al necesitado” (Efe. 4:28). Quizá Pablo incluya aquí esta palabra acerca de los ladrones debido a la conexión entre el robo y el discurso engañoso, como lo ilustra la historia de Ananías y Safira en Hechos 5:1 al 11. ¡La fe de Pablo en el poder transformador de Cristo es tan fuerte que imagina a los ladrones convirtiéndose en benefactores! Luego, Pablo ordena: “Ninguna palabra mala salga de su boca” (Efe. 4:29), que describe la palabra destructiva que irrefrenablemente se abre paso hasta los labios para hacer su obra dañina. De manera positiva, Pablo imagina que cualquier expresión negativa no solo se detiene, sino además se reemplaza por una declaración que muestra tres criterios: (1) “es buena para edificar a otros”; (2) “oportun[a]” (BLP); y (3) da “gracia a los oyentes” (Efe. 4:29). ¡Ojalá todas nuestras palabras pudieran ser así!
Lección 8 | Miércoles 16 de agosto EL ESPÍRITU SANTO EN LA VIDA DEL CREYENTE Al analizar los pecados de la expresión verbal dentro de la comunidad cristiana, ¿qué exhortación comparte Pablo acerca de la presencia del Espíritu Santo con los creyentes? Efesios 4:30. Pablo ofrece una advertencia desalentadora y a la vez una promesa con- movedora. Los pecados que cometemos unos contra otros en la iglesia no son faltas menores, sin mucha importancia: lo que entristece al Espíritu Santo es nuestro mal uso del don divino del habla para destrozar a otros (Efe. 4:25–27, 29, 31, 32). El hecho de que Pablo replique Isaías 63:10 acentúa la seria adver- tencia: “Sin embargo, [los israelitas] fueron rebeldes y entristecieron a su Espíritu Santo; por eso se les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos”. En una promesa reconfortante, Pablo afirma que el Espíritu Santo sella a los creyentes desde el día en que aceptaron a Cristo (Efe. 1:13, 14) hasta “el día de la redención” (Efe. 4:30). La relación del Espíritu con el creyente no es frágil sino duradera. Cuando los creyentes menospreciamos la presencia del Espíritu, que mora en nosotros, al usar como arma el don divino del habla, no se dice que el Espíritu se va , sino que se entristece. El Espíritu tiene la intención de permanecer en los creyentes, marcándolos como propiedad divina y como protegidos de Dios, hasta la venida de Cristo. Pablo resalta la plena divinidad del Espíritu como el “Espíritu Santo de Dios”, y destaca la personalidad del Espíritu al reflejar que el Espíritu Santo se entristece. (Ver también Rom. 8:16, 26, 27; 1 Cor. 2:10, 13; 12:11; Gál. 5:17, 18). Debemos andar con cuidado al analizar el misterio de la Deidad. El Espíritu es uno con el Padre y con el Hijo, y a la vez distinto del Padre y del Hijo. “El Espíritu tiene su propia voluntad, y por lo tanto toma decisiones. Podemos en- tristecerlo y blasfemar contra él. Esas expresiones no son propias de un mero poder o influencia, sino que son características de una persona. ¿Es entonces el Espíritu una persona como tú y como yo? No, usamos terminología humana limitada para describir lo divino, y el Espíritu es lo que los seres humanos nunca pueden ser” (Paul Petersen, God in 3 Persons—In the New Testament [Silver Spring, MD: Instituto de Investigación Bíblica, 2015], p. 20). El “Espíritu Santo de Dios” vive en un contacto tan íntimo con nosotros que se dice que nuestros actos lo afectan. Compartimos la vida con un miembro de la Deidad comprometido con nosotros en una relación duradera que nos sella hasta el tiempo del fin. ¿Cuál debería ser nuestra respuesta de fe a esta asombrosa verdad?
Lección 8 | Viernes 18 de agosto PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: “Que la conversación sea de tal naturaleza que no necesiten arrepentirse. ‘Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención’. [...] Si tienen el amor de Dios en el corazón y aman la verdad, buscarán cimentar y edificar a sus hermanos en la santísima fe. Si oyen algún comentario que perjudique a un amigo o hermano, no lo fomenten; es obra del enemigo. Al que lo exprese, bondadosamente recuérdenle que la Palabra de Dios prohíbe esa clase de conversación” (Elena de White, Advent Review and Sabbath Herald , 5/6/1888). ¿Cómo cambiaría tu congregación los demás miembros y tú hicieran una promesa que incluyera declaraciones como las siguientes?:
1. Repasa las once veces que en Efesios Pablo describe a los tres miem- bros de la Deidad trabajando juntos para la salvación de la humani- dad. ¿Cómo informa este énfasis reiterado nuestra comprensión de la Deidad? Efesios 1:3–14; 1:15–23; 2:11–18; 2:19–22; 3:1–13; 3:14–19; 4:4–6; 4:17–24; 4:25–32; 5:15–20; 6:10–20 (donde “el Señor”, Efesios 6:10, se re- fiere a Cristo). 2. ¿Cómo se aplica el consejo de Pablo acerca del modo de expresarse de los cristianos (Efe. 4:25–32) en la era de la “comunicación mediada por computadora”, que se usa con demasiada frecuencia para el acoso ci- bernético y la difamación anónima en línea?