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Las marcas de la oralidad en el texto teatral son: FRAGMENTACIÓN: en la lengua oral aparecen oraciones como “fragmentos”, ya que el hablante omite algunas palabras que ha mencionado antes para evitar su repetición. El interlocutor repone automáticamente esas palabras. (Diez días, quince o veinte, ya perdieron la cuenta) PAUSAS: el hablante suele producir pausas que le permiten organizar mentalmente su enunciado. (Hay… tantas cosas… que nunca tuve…) MULETILLAS: son expresiones que ocupan las pausas para mantener vigente el canal.( eh… bueno…. Este….) INTERRUPCIONES: el hablante comienza una expresión con una estructura sintáctica determinada, y la interrumpe para iniciar otra con una diferente. (Para mí sería un compromiso… Supongo que la Asistencia Pública… Yo no…) APELACIONES DIRECTAS AL INTERLOCUTOR: el hablante puede interpelar directamente a su oyente. (Señores, quién los entiende.)
Tipo: Apuntes
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La creatividad es un tema complejo, amplio y no se agota en una reunión. De todas formas, creo que podemos establecer algunas bases, que sirvan para posteriores progresos y avances. Creo que la creatividad es un tema fundante de la Psicología Social, si alguien se aventura en ella, entre los elementos que debiera subir al barco de su aventura, estaría el de la creatividad. Por distintas razones, una de ellas, tal vez afectiva en su origen, en cuanto a lo que desencadena en mí, es que el maestro mayor de esta ciencia, Enrique Pichón Riviere, fue un ser esencialmente creativo, que trabajó específicamente el tema de la creatividad. Concibió la Psicología Social como una vía del conocimiento, en la que, su base fundamental, está en motivar, promover, auspiciar, incidir en los sujetos que buscan el conocimiento y que luego se convertirán en agentes de cambio. Tratar que estén dotados esencialmente de una actitud creativa. ¿Qué podríamos definir como actitud creativa, como acción creativa? No soy propenso a dar definiciones, pienso que es como reducir el campo de conocimiento a una especie de fórmula, que muchas veces no tiene más asidero que la propia subjetividad de quien la expresa. Pero de todas formas, si bien no es una definición, quiero nombrar el elemento, que creo tiene que estar presente en toda aproximación al entendimiento de la creatividad, es el tema de la libertad. Me atrevería a decir que en contraposición a libertad, como otra manera de mirar la realidad, si hablamos de creatividad y de libertad, tendríamos que hablar de subversión. Aquí entro en una disputa con mi propio maestro, que es Enrique Pichón Riviere, el entendía que todos los actos creativos, que en definitiva conducen a un ser en salud y no en enfermedad, estaban ligados a una actitud personal que él calificaba como “adaptación dinámica a la realidad”. Esto ha sido un campo de discusión que he tenido con el propio Pichón y con otros docentes e investigadores en el campo de la Psicología Social, que han seguido considerando válida esta determinación o definición de Pichón. La adaptación dinámica, que sería la marca pichoneana de diferenciación de la adaptación pasiva a la realidad. Es decir, la adaptación pasiva, dentro de la visión de Pichón de la realidad y de los sujetos, marcaría a alguien que realmente, podríamos decir como metáfora, se está muriendo en vida, no es capaz de enfrentar la realidad a fondo, de cuestionarla, de ordenarse como sujeto de la realidad. La adaptación dinámica implicaría una acción social, en tanto se adapta al conjunto social, es histórica, porque tiene que ver con un momento concreto del mundo y es dinámica, en tanto no es repetitiva, sino que es alguien que tiene conciencia crítica. No repite la cotidianidad de una forma naturalista, sino que trata de ver qué es lo que está haciendo, qué es lo que está pasando. Se pregunta cuáles son las conductas que él está teniendo en relación al resto de la sociedad, a los grupos en los cuales está más directamente inserto, o incluso en relación a
su propia conducta. Y ésto, de alguna forma, esta concepción de Pichón, remite un poco a lo que establece la Organización Mundial de la Salud, cuando habla, precisamente, de lo que se entiende por salud, también se refiere a una adaptación del sujeto a la realidad, en búsqueda de su plenitud física y mental. La OMS es una institución que está en el campo más progresista de la Humanidad. Es un intento de organizar el mundo de una forma más civilizada. Aunque ha mostrado contradicciones a lo largo de la historia. Es cierto que más allá de lo que declara, en definitiva, se acomoda bastante a las potencias mundiales, a lo que éstas deciden y piensan. Es difícil que las Naciones Unidas, en momentos de violación clara a los derechos humanos de una población, de un país, de una sociedad, se ponga en contra del agresor, lo condene, si por razones políticas, económicas, militares, la agresión está hecha por una gran potencia. De todas formas, es una Institución que en algunos campos, como el de la salud, la educación, trata de tener una visión progresista del mundo. La Organización Mundial de la Salud, también ha hablado de adaptación. Pichón es más explícito. Ataca, cuestiona la adaptación pasiva y se relaciona más con la adaptación dinámica. Por lo tanto, si nosotros relacionamos el hecho de la creación, con un sujeto sano, o sea, un sujeto capaz de relacionarse con el mundo, que es capaz de ser movido por lo que pasa y que tiene el deseo de modificarlo, de ser un agente dinámico de cambio, es obvio, que se le demande una actitud dinámica. Yo cuestiono la parte que es sustancial de la definición, más allá que lo adjetive con la palabra “dinámica”, la acción concreta es de adaptarse. Habla de adaptación dinámica y la contrapone a adaptación pasiva. Quien está en adaptación pasiva, evidentemente nunca va a ser un sujeto creador. Pero me pregunto yo ¿Es tan cierto que el que está en una adaptación dinámica es un sujeto creador? ¿Es libre de tratar realmente de dejar su señal de paso por el mundo, con sus discursos, con sus actos, con el arte que practique? ¿Es libre con todas las exteriorizaciones de su conducta, de sus relaciones sociales? ¿Apunta realmente a una marca propia, no a lo repetitivo, retórico, no a lo sacralizado? ¿Tiene conductas y modalidades sociales, que de una forma u otra forma nos está marcando el poder? Pichón habla de adaptación. La base de su definición es adaptación. Mi cuestionamiento, mi disputa ha sido que yo pienso, que más allá que se le agregue la palabra dinámico, el eje del concepto está en la palabra adaptación. Yo creo que toda adaptación a un orden social, si previamente no lo cuestiona, si mínimamente no toma conciencia que ese orden puede ser nefasto, la adaptación pasiva o dinámica, va a ser sinónimo de enfermedad. Me pregunto: ¿en la época nazi, (para no meternos con nuestro país), elegiríamos adaptación pasiva o dinámica? Adaptarme pasivamente o dinámicamente a los nazis, creo que no estaría hablando muy bien de mi salud mental, en cuanto a ser creativo o tener conciencia crítica, de libertad, vivir en relaciones libres y humanísticas. Entonces, ahí yo no veo muy claro lo de adaptación dinámica ¿Cuál sería la adaptación dinámica con el tema de la Dictadura Militar que vivió nuestro país? ¿Adaptación pasiva o adaptación dinámica? ¿Se refiere a nunca cuestionarlo, nunca tratando de destruir algo que iba contra la propia naturaleza de la condición humana? Yo creo que un ser muy sano, no sería el que se adapta
habla mapuche o toba. La mayor parte de la gente que nace en la Argentina, ya está determinada desde el lenguaje. No puede decir: “quiero otro”. Va a estar marcado por el ambiente en que se desempeña. Marcado por las normas concretas, que esa familia entiende como las relaciones con el mundo. En el orden de amor, también de sumisión, de afecto, pero también de castigo, que establece la familia. Dependerá de un orden social, irá a una escuela, a los seis años o siete, ya la maestra le pondrá, una línea de horizonte y de tierra. Si a él se le ocurre que el caballo vuela, la señorita maestra, si persiste en esa idea, si va a una escuela más o menos grande, lo van a mandar al gabinete psicopedagógico. Si es una escuela más humilde, llamarán a la madre, para decirle: “el chico no anda bien, está poniendo caballos en el aire”. Porque la realidad enseña que los caballos galopan y andan sobre la tierra. Aquí se establece cómo es la realidad, dos más dos, son cuatro, San Martín cruzó los Andes, en el verano hace calor, en el invierno frío. Le dicen que papá manda, los chicos están más abajo, les tienen que hacer caso, sino cuando viene el papá, viene el castigo. Todas las relaciones se van estableciendo. ¿Dónde queda la libertad? Si vamos a la Universidad, se repite el esquema, quienquiera recibirse, sabe que le conviene entrar en ese ritmo. No le conviene sospechar, ni cuestionar, sino repetir lo que el docente dice. Por lo menos, congraciarse con el docente, aunque más no fuera, leer lo que él dice que hay que leer y no nombrar lo que él no quiere que se nombre. Va cercenando su cabeza, su personalidad, su afecto, su espíritu, su cuerpo, su alma, se adapta al Sistema. Algunos más pasivamente, otros con un poco más de dinamismo, pero se adaptan. Esta es una sociedad de adaptados, creo yo, que cada vez hay una mayor adaptación a la sociedad. Por eso, he escrito varios temas, que varias veces han atraído mucha polémica, porque digo que la sociedad argentina está loca. No crean que tengo el respaldo de los que trabajan en este tema, trabajo sobre uno de los puntos de partida mía, hace ya 15, 20 años. La sociedad argentina está loca, las categorías que uno aplica para el sujeto, yo las aplico también a la sociedad. Parto de la idea que ésta sociedad estuvo sufriendo el malestar en la cultura, que habla Freud. Pasó de la neurosis a la psicosis. Con rasgos que algunos ya conocemos. La gente vota a quien sabe que le va a hacer mal, pero igual lo hace. Le pega a otro más desgraciado que él, sabiendo que el otro no es el causante de su real situación. Las actitudes de doble discurso y todas las cosas que podríamos detallar, si éste fuera el momento específico. Lo que quiero es que quede claro, que ésta es mi postura. Estamos viviendo en una sociedad enferma. Es muy difícil que un sujeto sea sano, en un medio enfermo, pero puede haber por lo menos, un intento de búsqueda de la salud. Considero que nadie puede estar sano en una sociedad enferma, repito, pero sí puede estar buscando su salud. La conseguirá cuando intente la transformación de la sociedad, como diría Pichón, donde está inserto, para que deje de producir enfermedad. Por más que uno tenga conciencia de la enfermedad, también está tomado por ella. Y es imposible vivir fuera de las relaciones sociales y si la mayor parte de esas relaciones están enfermas, es muy difícil que el sujeto se sienta sano. Enferma aunque más no fuera, por el esfuerzo que demanda el tratar de estar sano. Va a ser excluido continuamente. Cuando hay una conciencia de enfermedad, eso ya es el principio de la salud. Esa salud no es completa, si el conjunto social no cambia también, hacia la búsqueda de la salud. En una revista que se llama “El Explorador” he hecho un análisis del verdugo,
tomando como modelo a Rico, explicando porqué es un verdugo, quiénes lo ponen en esa situación, porqué responde socialmente, ¿porqué una sociedad pone modelos de verdugos? ¿Qué pasa en una sociedad con miedo, que se refugia en un verdugo para que la cuide?. ¿Qué pasa que nombra a un gobernador como Ruckauf? Es un ser de ideología nazi, de prácticas aberrantes, que tiene una propuesta para la sociedad de destrucción de todo valor humanístico y la gente lo elige. ¿Cómo eligió a un señor como Bussi, en Tucumán, que se jacta de todos sus asesinatos? ¿Qué pasa en una sociedad que hace éstas cosas? ¿Porqué pone su propia soga en el cuello?. Eso está desnudando una sociedad psicótica. y ¿cómo nace esa enfermedad mental? En mi tesis, nace a partir del miedo, es el componente mayor, hoy por hoy en el Argentina. Son varios: hay un miedo normal de toda sociedad, históricamente el sujeto social tiene miedo y la sociedad en su conjunto tiene miedo al cambio. Si nosotros pensamos en la Historia de la Humanidad, en sus largos miles de años y observamos qué poco ha cambiado, cómo le cuesta hacer un cambio, tendríamos que darle la razón a Freud. Evidentemente, el sujeto está movido por su miedo al cambio y las sociedades en su conjunto también. Esto después fue tomado por Pichón, el miedo al cambio, que es la base de la enfermedad, ya es parte de la cultura argentina. Sobre ese miedo básico hay que ver luego en cada momento histórico qué otro acude. Nosotros somos una sociedad que tiene - de alguna forma- el derecho a estar enferma, el derecho a tener miedo, a partir de la figura especialmente del desaparecido, que se creó en este país. Es la figura máxima del terror que conoce la historia de la Humanidad. Un desaparecido es una figura más terrorífica, siniestra, en el sentido freudiano, que la propia muerte. Se convierte en un fantasma. Alguien que no está ni vivo, ni muerto, que está "desaparecido". Todos sabemos que está, pero no sabemos dónde. Pasan los años, no sabemos si viven o están muertos, por más que uno se refugie en la muerte, sabe que de todas formas es eso. Esa persona puede ser que no esté muerta. Estamos buscando que lo esté. Toda la gente quiere que estén los desaparecidos muertos. Por eso cada vez se entregan más huesos y la gente, hasta los familiares y la sociedad, se aferra a eso, hasta los militares, todo el mundo quiere que aparezcan huesos. No culpables. Nadie responde por esos huesos. Es muy macabro, terrorífico. Si uno se pone a pensar en serio, se asusta del país donde uno está viviendo. Aparecen huesos, como cosas mágicas. Alguien dice: "hemos encontrado estos cadáveres, pueden ser de desaparecidos”. Un nieto aparece por ahí ... ¿Cómo? Aparece un nieto vivo o un cadáver destruido. Pero ...¿ y la relación anterior? ¿Donde ésta la madre que parió ese hijo? ¿Quién es el médico, la partera que ayudó a que ese chico naciera?. No ... dicen: “Hay un chico”. Como una cosa mágica. “Hay un cadáver allá”. Cuando se rompen los lazos de las relaciones causales, uno entra realmente en la enfermedad. Se que si esta silla está acá, me imagino que tengo que pensar: ¿quién la habrá diseñado, quién la habrá fabricado ?, ¿quién la habrá comprado?, ¿quién la trajo aquí? Etc. No. Acá ponen una silla y dicen: “he ahí la silla”. No hay relación de parentesco, de afinidad, de lógica, de producción, de vida, con nada. Una silla. Apareció un nieto. ¿Dónde está la madre? ¿Dónde están las circunstancias del nacimiento? No, nada. Hay un cadáver ¿Quién lo hizo cadáver? ¿Quién mató al ser? “Ah, no, eso no, acá le damos un hueso”. Una sociedad que se funda en estas cosas y la gente las toma con naturalidad, esa sociedad está como dicen los judíos: “loco de toda la cabeza”, no de una parte, de toda. Esta es la sociedad argentina. Loca de toda la cabeza. Me estaban
humano, de golpe si busco un símbolo, son unas botas que pintó Van Gogh, que para mí, fue un símbolo estricto de la pobreza. Esas botas destrozadas de un caminante. Puedo sacar la historia de las botas... Que ese hombre peleó, deseó, trabajó, se la sacaron la bota, quizás porque lo mataron, puedo construir todo eso. No tengo ese cuadro, está en el museo. Lo concreto es que podemos extender el concepto de arte, a gran parte de la actividad humana. Lo podemos hacer en cuanto esté ligado a la búsqueda de la verdad, de la belleza, que produzca placer, que promueva la exaltación nuestra, que sirva como un aliciente a los sentidos. Si es todo esto y no es sólo lo que se entiende por arte, por las categorías sacralizadas del arte, la pintura, la cultura, la música, la poesía. Si es mucho más amplio, entonces podríamos ver casi una especie de unidad entre arte y acto creador. Podríamos hablar de acto creador en general y cuando hablamos de arte, no con extensión absoluta, con algunos límites. No toda conducta humana es arte, podemos trabajar sobre el concepto, más amplio de lo que se entiende en general, de lo que está codificado por la estética, pero tampoco yo identifico arte, con todo acto creativo. Además considero, que no todo arte es creativo, ya estamos empezando a hilar más fino. Está el tema de las matrices, ¿Qué quiero decir con esto? Un gran artista , de golpe hace una matriz creativa, pero esa matriz que le sirve para su primera obra, después quizás por miedo al cambio o por miedo a la pérdida, se aferre a lo que ya hizo y empiece a hacer la retórica de su propia obra. Son esos actores que de golpe encuentran un personaje y por largo tiempo siguen haciendo el mismo. Acá se dan dos cosas, los productores tienen miedo al cambio y a la pérdida. Miedo al cambio porque si ese actor cambia en su rol, su manera de plantarse frente a una cámara, en un teatro, después el público puede ser que no lo siga, en la nueva postura. ¿Está claro?. También eso pasa con el actor, con el artista en general, me incluyo, somos seres con mucho miedo, tenemos miedo a cambiar, pero también miedo a la pérdida. Cuando uno habla de miedo a la pérdida, lo ligamos a pérdida de afecto, pérdida de amor. Es decir, hago una obra por amor, casi cualquier obra creativa responde al amor. Freud decía: "Dejé de apreciar a los artistas, he llegado al convencimiento que hacen arte para que las mujeres los amen” A mí me parece fantástico, ¿qué busca un ser humano más que el amor del otro? Por eso no voy a despreciarlo, lo voy a aplaudir, hacemos las cosas para ser amados. El tema del miedo a la pérdida, es que uno pueda hacer algo por amor, pero tiene miedo a que eso en lugar de convertirse en el estímulo para ser amados, para que nos den un beso, para que digan: "qué bien has estado", nos traiga la pérdida del otro. Que nos critique y no lo reciba bien, ese es el miedo a la pérdida. Uno tiene miedo de hacer las cosas. Volvamos al tema de la tortilla, la mujer se la hizo a su marido siempre de la misma forma, sabe que a él le gusta, ese día dice "voy a cambiar", en lugar de seis huevos, le voy a poner diez. Supongamos que la mujer le agrega tres chorizos que le quedaron del asado, ¿si le agrego de queso Roquefort? Se deja guiar por su imaginación, juega, juega, juega ... y la cocina. Esa noche, la tortilla voló por el aire. Pérdida, la mujer esa, no se si la próxima vez, se anima a un acto creativo. Lo mismo pasa en un artista. En el caso de García Márquez, cuando él funda, entre otros, el realismo mágico, con “Cien años de soledad". Perfecto, pero luego, ¿le va a ser tan fácil romper esa matriz y animarse con otro tipo de escritura?. Los dueños de la editorial no van a querer saber nada. Con ese próximo libro, tienen asegurada una ganancia de arriba de millones de
dólares. Él mismo tendrá miedo. Lo conozco, es un hombre muy decente, pero su miedo puede estar ligado a no lograr el afecto, el amor, el reconocimiento que tuvo con su otra obra. No es sólo plata, su miedo no está ligado a que le vaya mal económicamente. Eso es más bien problema del productor o dueño de la Editorial. Un artista tiene miedo a perder el afecto, el reconocimiento, la estima, que se había ganado con su obra. Eso actúa como un obstáculo de tipo epistemofílico, ligado con el sentimiento. En el creador, más que epistemológico, (ligado al conocimiento), el obstáculo es epistemofílico. Se liga a que no se anima a no seguir siendo amado, por su público, por su familia, que se puso feliz con su éxito, por su país, en el caso de García Márquez que se convierte en el rostro de Colombia. Un país desdichado en sus rostros públicos, que sin embargo tiene ese costado poderoso que es el rostro de García Márquez, que le pesa a él. No sé si se anima. Es una obra que con todo el gran valor que tiene, no es una obra de un artista audaz, que hizo algo y rompió. Hubo otros, a mi criterio, mucho más audaces. Por ejemplo, Picasso, fue muy audaz, le fue bien con un estilo, en un momento dijo: “A otra cosa”. Genera otra matriz, le va bien con ese estilo, pero se anima a otra matriz. De nuestros escritores, un hombre de mucho coraje es Cortázar. Muchísimo más que Borges, pero que por razones ideológicas, no tiene el reconocimiento que merecería. Tiene un montón de registros que Borges nunca tuvo. Borges tiene un registro clásico, muy puro, académico, muy perfecto, desde ese espacio. Las distintas aventuras que llevó a cabo Cortázar, son de un valor creativo, mucho más pronunciadas. Si uno sigue la obra de Cortázar, ve que hay una diferencia notable entre sus distintos momentos. En Borges hay una continuidad, una sola manera de ver el mundo, de contarlo, de reflejar o de gozar el mundo. Uno es mucho más creativo que el otro. No es casualidad que uno tenga más reconocimiento que el otro, el poder, prefiere el mundo de Borges, porque es un mundo adaptativo. No el de Cortázar que es un mundo absolutamente transgresor y subversivo. En “Cronopios”, “Fama” o “Rayuela”, es subversivo en el lenguaje, es una subversión lingüística. Borges nunca, todo perfecto, clásico, ahí no hay equivocaciones, la lengua es perfecta, el punto donde tiene que ir, la coma, el adverbio, el verbo, todo a la perfección de la lengua. ¿Pero porqué se olvida que Cortázar tiene momentos de esa perfección, pero también se arriesga a la destrucción del lenguaje?. Como nunca lo hizo Borges y casi nadie en este país. Pero claro, uno fue condecorado por Pinochet, estuvo muy bien con el terrorismo de Estado. El otro fue un exiliado. Hay diferencia. Tiene que pasar mucho tiempo en este país, para que las cosas se pongan en claro. Por eso Menem puede hablar de Borges y hacerle un homenaje, que yo sepa el poder no le hizo ningún homenaje a Cortázar, la gente ni se preocupa por este escritor. Como no se preocupa por Rodolfo Wolf, ni por Aroldo Conti, ni por ningún artista que ponga creativamente en cuestión el modelo, que no se haya adaptado pasivamente, muy pasivamente, casi en complicidad al modelo. El tema viene que para ser creador, no hay adaptación posible. En el caso de un artista, de un intelectual, su situación es más complicada. Porque él tiene un privilegio, el rol social que ocupa, la demanda y la responsabilidad social. Por ejemplo, yo que hace más de treinta años, que vivo únicamente como intelectual, de lo que pienso y de lo que escribo, me doy ese lujo, de vivir de lo que pienso y de lo que escribo, en un país donde la gente no tiene trabajo, que no puede comprarse libros, ni ir al teatro, ni al cine, ni a la Universidad. Yo vivo, pensando, me siento y
que la única manera de superar esa forma cotidiana de infelicidad, es animarse a ser libres y tener actos de creación. Cuando uno crea, se convierte en un dios y los dioses, no mueren. (aplausos) FIN