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Este documento explora la violencia en colombia a través de un análisis literario y sociológico. Se examinan las obras de autores como mario mendoza y fernando vallejo, quienes retratan la realidad colombiana marcada por la violencia, la desigualdad y la corrupción. El documento también reflexiona sobre la responsabilidad de las instituciones en la perpetuación de la violencia y la necesidad de un cambio social profundo para superar esta problemática.
Tipo: Ejercicios
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La Violencia, Es Una Brújula De Cicatrices De La Vida Humana. Seamos humanos, humanos desde el sentir físico y emocional , tantas y miles de cicatrices que cada ser humano va recolectando como si fuera un álbum, todo para al final dejarnos guiar por una brújula que dirige el camino de cada individuo, evocamos desde la literatura la raíz violenta de ese inquietante pero incierto desarrollo de la vida humana, somos vagabundos en nombre de Dioses, hundidos en nuestros propios egos como bien lo hace sentir ¨Los Vagabundos de Dios¨ de Mario Mendoza pero que también nos hace tener el sufrimiento y dolor que llena cada rincón de nuestras almas en el libro ¨Satanás¨ del mismo autor, que convierten al ser humano en un ser despreciable por una sociedad ciega ante los milagros de la vida , una sociedad prejuiciosa que nos muestra Mario Mendoza en ¨La Melancolía de los feos¨, sin dejar atrás a esa puta, la Puta de Babilonia representante fiel de la vulnerabilidad humana que evitamos a toda costa para conocer nuestra verdadera libertad, líneas que deja el señor Fernando Vallejo donde finalmente en otra de sus obras literarias ¨Memorias de un hijueputa¨ mezcla todo lo anterior para cuestionarnos si ese color amarillo de nuestra bandera lo debemos eliminar y dejar solo el color rojo, el color de la sangre, de la violencia y ser tan solo víctimas de nuestro ego insulso, desorientado, para pasar por encima de otros, olvidándonos de nuestra libertad y del dolor que todo esto desataría en nuestro ser para llevarnos a ser tan sólo títeres de una corte penal. ¿Es entonces esto una crítica hacia Colombia? ¿Alguna vez nos hemos detenido a reflexionar sobre como las instituciones, religiosas, políticas, e incluso podemos atrevernos a decir que también las educativas, han explotado ínfimamente nuestra vulnerabilidad humana?, persiguiéndonos y evitando a toda costa el real conocimiento de nuestra libertad, vivimos en persecuciones, guerras santas y abusos de poder que nos dejan cicatrices, cicatrices que hemos
su libro Memorias de un Hijueputa llevamos una obediencia desde la sumisión sin cuestionarnos lo que estamos haciendo, dejándonos llevar por la opresión de cada hijueputa que ha gobernado nuestro país. Hablemos de lo correcto en esa misma sincronía de la demagogia de nuestra amada Colombia con D, no tenemos una fecha exacta estipulada para acabar con esta política moldeable, damos largas y largas y al final nos acercamos al árbol que más sombra nos dé, porque finalmente somos así, convenientes, aunque también sobrevivientes, dementes si es necesario, fingimos demencia de situaciones que nos causaron daño ya sea personal o colectivo y tratamos de llevar " la fiesta en paz" ¿paz? ¿dónde? Si venimos desde la alcahuetería del fútbol, fiesta, falsos festivos, curas y políticos que han liderado está historia proveniente de una escuela de malas costumbres, es casi imposible enderezar a una sociedad ultrajada de costumbres falsas y de explosiones aberrantes de comercio, es extremadamente complejo, somos la pseudopaz (la falsa paz) colombiana, es que somos dantescos, vamos al infierno, al purgatorio y luego subimos al pedestal de la religión, haciéndonos los cristianos más santos y puros o ciegos porque "ojos que no ven, corazón que no siente", algo que claramente sacaba a Dibiasky (uno de los personajes de la película No mires arriba), de sus cabales con esa impotencia de no poder salvar a su gente de un cometa que cada vez está más cerca y que acabará con la humanidad. Tanto lo hemos hablado en nuestras reuniones académicas día a día, no es fácil pertenecer a este contexto, sin embargo ha sido todo lo que nos han ofrecido, tenemos un reto y es nuestro deber dejarlo un poco más apto para las generaciones que vienen, para eso debemos empezar por evitar la premisa de que "la política es una mierda" porque lo realmente triste es ser un apolítico de mierda, por ello y en esa misma línea sería adecuado permitirnos ese “Sapere Aude” que literalmente significa atrévete a saber, del que tanto nos habla Emmanuel Kant, para poder llegar
a esa ilustración y dejar de lado esa minoría de edad donde ya no dependemos de lo que nos ordenan los demás y pasamos a pensar y actuar por nosotros mismos, emanciparnos de las instituciones y elites de las que aquí hemos interlocutado, pues nos mencionaba Fernando Vallejo en su libro La Puta de Babilonia cómo las instituciones religiosas moldean a los individuos desde una edad temprana, perpetuando la sumisión y la imitación ciega, mencionando que “el niño cristiano de ayer y de hoy es un simio imitador: hace lo que les ve hacer a sus mayores”, pero ese niño, no es solamente cristiano, es político, social, familiar, es un niño en busca de libertad, nos mienten con ideas de orientación en una constante búsqueda del sentido de la vida, haciéndonos creer que la respuesta solo la podemos encontrar en sus catedrales y recintos sagrados, distorsionando nuestra realidad, ajena al real amparo que como seres sintientes requerimos, es una salvación individual por un bienestar ilusorio. Siendo así, somos seres vagabundeando en el ego, estamos estáticos en el sufrimiento del espejo, la vanidad y lo superfluo, manteniéndonos en una estética y una burbuja que no insulte a la sociedad y sus instituciones, que nos permita pertenecer a algo. Nos estamos posicionando desde la creación de un "yo" existente, reconocible y encajable, pero ¿acaso existes tú? Somos vagabundos en nombre de Dioses; cirugías, verduras, masajes moldeadores, gimnasios, grupos y corrientes de pensamiento que muchas veces ni entendemos, con presidentes como Belisario Betancur que aunque intentó hacer cambios profundos en el país, su gestión estuvo marcada por tragedias que limitaron sus esfuerzos como la toma del Palacio de Justicia, especialmente por la respuesta del Gobierno ante el asalto del grupo armado, dejando en entre dichos sus ideas de paz y progresismo como "la paz no es solo el fin de la guerra, sino la presencia de condiciones de vida digna para todos". O Rafael Núñez, con su representativa frase "la regeneración es el único camino para salvar la República", con la que se escudó para imponer a la iglesia como guía
masacre de los Uruaos en el 88, en la que gracias a el olvido de nuestros gobernantes el ELN asesinó brutalmente a los miembros indígenas de esa comunidad, y es que la política es así las comunidades y los ciudadanos son relevantes cuando se necesitan, de lo contrario pasan situaciones como en la operación Orión de 2002, este ataque dirigido a la guerrilla de las FARC dejo no solo varios guerrilleros muertos sino también gran cantidad de denuncias por parte de civiles que fueron desplazados por el ejército forzadamente, abusando de sus derechos humanos, asimismo, las ansias de figurar como los salvadores de la patria, actúan sin medir las consecuencias, como en la masacre de Bojayá que se llevó la vida de más de 100 personas gracias a un cilindro bomba implantado por las FARC, pero que también dejo entrever la falta de distinción por parte de las autoridades entre combatientes y civiles dejando una alta tasa de víctimas de este último grupo, y así Colombia sigue enfrentando desafíos. Todo esto se normalizó, tenemos la conciencia dormida, como en la cinta “La sociedad de los poetas muertos” donde simplemente al igual que los estudiantes seguimos las normas y expectativas que nos obligaron a tener, sin cuestionarlas, nos acostumbramos a conformarnos y mantenernos pasivos ante tanto horror y sufrimiento, tenemos miedo de alcanzar la ilustración que debería ser tan anhelada ¿será acaso un error buscar una mejor versión de sí mismo? Esta película es un poderoso ejemplo y una invitación necesaria para entender que debemos escapar de patrones de educación, crianza, juicio y creencias que son ortodoxos, desafiarnos a ver el mundo con otros ojos, unos más lúcidos, más despiertos, el Sr. Keating, profesor que en la trama actúa como ese catalizador para guiar a sus pupilos a un pensamiento más libre, nos lo menciona repetidamente "carpe diem" (aprovecha el día), veamos la importancia de estar plena y verdaderamente conscientes de lo que nos muestran como la única realidad y atrevernos a vivir una vida autentica. Tal vez lo ideal será basarnos en caminos “incorrectos” claramente ante los ojos de
quienes no les conviene, basarnos en la lectura, el arte, el conocimiento, hacer introspección, cuestionarnos sobre la religión, tal vez todo esto nos lleve a hacer catarsis y la respuesta sea el despertar de todo aquello que hemos ignorado, esa será nuestra guía, nuestra brújula como ente individual y social. Nos permitimos citar una frase célebre de nuestro autor Mario Mendoza, esta nos dice “Somos ángeles y demonios al mismo tiempo. No somos una sola persona, sino una contradicción, una complejidad de fuerzas que luchan dentro de nosotros” lo que nos recuerda que no somos ángeles ni demonios, somos en lo que las circunstancias y oportunidades nos convierten, sin importan lo que queramos ser. Es una lucha contra nosotros mismos entre lo que queremos hacer, lo que debemos hacer y lo que realmente hacemos, aquí se genera gran conexión con la película perfectos desconocidos donde se desborda la pasión, lujuria, deslealtad y prejuicios, en esta historia se percibe la manera de aparentar, ocultar y manipular. En relación con el libro Memorias de un hijueputa y esta película nos muestra cómo la exposición de verdades ocultas puede tener un profundo impacto en la vida de las personas y en la sociedad en general, revelando facetas ocultas y provocando una reflexión sobre la naturaleza de nuestras realidades y comportamientos, la cantidad de caretas que formamos para pertenecer a algo. Mario Mendoza logra transmitir esa intolerancia, oscuridad e injusticia que vive nuestra sociedad, más específicamente nos lleva a nuestra Colombia Degradada, como resultado de la falta de oportunidades que en sus historias nos plasma, dirigida a aquellos lectores que no reconocen algunos contextos por sus posiciones privilegiadas o por ignorancia. En su libro Satanás nos remite a la juventud de Bogotá y las circunstancias por la toma de malas decisiones, por amor al arte que tanto estamos dispuestos a desencadenar, una gran ola de desamor y maldad, situaciones demoniacas donde involucra amor a su sociedad y el gran dilema del amor a la mujer o el servicio a Dios, finalmente prima hacer lo que dicta el corazón.