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LA RECUPERACION ECONOMICA DE SANTO DOMINGO (1697-1731)LA RECUPERACION ECONOMICA DE SANTO DOMINGO (1697-1731)LA RECUPERACION ECONOMICA DE SANTO DOMINGO (1697-1731)LA RECUPERACION ECONOMICA DE SANTO DOMINGO (1697-1731)
Tipo: Esquemas y mapas conceptuales
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Nombre: Rubén Tejada
Matricula: 2018-
Tema: Reporte 3
Asignatura: Historia Dominicana
Maestro:
Carlos Augusto Lora Acevedo
El proceso de recuperación económica de Santo Domingo entre los años 1697 y 1731. En ese período, el Gobernador Jean Ducasse inició la construcción de ingenios de azúcar en la llanura del Guarico, utilizando la mano de obra esclava arrebatada a los ingleses en Jamaica durante las incursiones militares de ese año. Esta construcción de ingenios produjo importantes cambios en el uso de la tierra en el norte de Haití, y a medida que crecían los campos de caña, los franceses extinguían o mudaban los hatos que habían fundado allí a partir de 1685.
Para satisfacer la demanda de carne en la colonia francesa, los franceses necesitaban ganado, y aunque se dedicaron a la ganadería, la producción de sus propios hatos no fue suficiente. Los franceses no querían dedicar sus tierras a la ganadería, prefiriendo aprovecharlas en plantaciones, por lo que la demanda de ganado no podía ser satisfecha con la producción de sus propios hatos.
La Ordenanza de 1711 estableció que todos los hatos y demás terrenos comprendidos entre la Limonade y el río Rebouc debían ser dedicadas a la agricultura. Los hatos fundados por los franceses para sustituir las importaciones de la parte española fueron dejando paso a una agricultura de plantaciones.
En 1716 existían mucho más de un centenar de grandes molinos de azúcar en la colonia francesa que a la vez que demandaban ganado de carne para sus trabajadores exigían caballos y mulos para ayudarlos a mover sus máquinas. A medida que el número de habitantes de la colonia crecía, la demanda de ganado español iba haciéndose mayor y el negocio entre ambas colonias aumentaba.
En Santo Domingo hubo oposición oficial a estas relaciones, tanto por mero legalismo y apego a la legislación monopolista española por parte de algunas autoridades, oidores y fiscales de la Real Audiencia, como por simple venalidad de las autoridades, tanto locales como de la capital, que no querían permitir el comercio de ganado sin sacar alguna ventaja del mismo.
española del mismo nombre con grupos de familias canarias importadas; y el segundo fue Hincha, en 1704, con gente también de las Canarias.
Santo Domingo volvió a ser la ciudad ocupada en asuntos de guerra, con movimiento continuo de tropas y soldados y con la participación de extranjeros con experiencia en los asuntos de guerra del Caribe. Gracias a estos extranjeros fue que el Gobernador Severino de Manzaneda pudo armar varios corsarios que persiguieron durante un tiempo las embarcaciones inglesas en el Caribe. No es sorpresa, pues, que entre 1702 y 1704, período en el cual no hubo Gobernador nombrado formalmente por la Corona, ejerciera el Gobierno en forma interina, pero absoluta, el Sargento Mayor don Juan de Barranco, quien entre otras cosas se dedicó a hacer de Santo Domingo una fortaleza inexpugnable. Con Correoso y Catalán a finales del siglo XVII, se inicia nuevamente el militarismo en la Española, tendencia ésta que permanecería hasta el fin de la Colonia.
Los años de la Guerra de Sucesión fueron un período de gran inestabilidad política en Santo Domingo debido a la rápida sucesión de gobernadores interinos. En 1706 fue repuesto en su cargo el Almirante Ignacio Pérez Caro, que había sido depuesto por Correoso y Catalán en 1698 tras haber sido acusado de proteger el contrabando. Meses después Pérez Caro murió dejando vacante la Gobernación de Santo Domingo en un momento en que existía un grave enfrentamiento entre los militares y los regidores de Santo Domingo. Fue necesario que pasaran varias semanas de disturbios, chismes, discusiones y tensiones para que todos se dieran cuenta de que el gobierno colonial estaba deteriorándose y decidieran, después de una extensa envestigación en los archivos de leyes, llegar a un acuerdo por medio del cual se especificaran nuevamente las funciones de cada cual dentro de la administración de la Colonia. Este acuerdo fue firmado por todos y se le llamó "Papel de Concordia".
Así, la guerra europea de 1717-1719 no afectó las relaciones entre los habitantes de ambas colonias, quienes siguieron viviendo normalmente ocupados en sus labores habituales. Un solo incidente serio parece haber habido en aquellos años y éste fue la muerte de cuatro franceses sorprendidos en tierras españolas del sur de la Isla a principios de 1721.
La frontera entre las colonias francesas y española de Santo Domingo no fue una línea muerta trazada en gabinetes oficiales, sino un elemento vivo en la formación social del Pueblo Dominicano. La lucha por las tierras del oeste fue una lucha de intereses encontrados entre dos sociedades y entre dos economías. Fue una pugna entre la plantación y el hato, entre el capitalismo colonial francés y el sistema tradicional de explotación de las tierras españolas. Pero en sentido más particular, la formación de la frontera fue un proceso lento y conflictivo durante el cual los franceses quisieron redondear el borde de sus posesiones pretendiendo unas veces ocupar la Isla entera, y otras conservar lo ya ocupado.