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la educacion elemental en el porfiriato, Resúmenes de Historia de la Educación

resumen sobre el tema de la educacion en el porfiriato

Tipo: Resúmenes

2019/2020

Subido el 10/02/2020

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NOMBRE DEL ALUMNO (A): Perla Karime Piña Sánchez
CARRERA: Licenciatura en Pedagogía
NOMBRE DEL CATEDRÁTICO (A): Mtro. Ricardo Moreno Parra
NOMBRE DE LA ASIGNATURA: Historia de la educación
NOMBRE DE LA ACTIVIDAD: Actividad No. 2 La educación elemental en el porfiriato
FECHA DE PRESENTACIÓN: 12 de Noviembre de 2018.
LA EDUCACIÓN ELEMENTAL EN EL PORFIRIATO
Al iniciarse la vida independiente existían en el país una gran cantidad de población
analfabeta, ilustrando la precaria situación cultural en el que el país inicio su vida
independiente, reflejando el carácter exclusivamente increíblemente exclusivista y desigual
de la educación que predominó durante la colonia.
La independencia por primera vez hizo reconocer la necesidad de instruir a la población con
la participación del estado.
José María Luis Mora, fue uno de los que alcanzo a percibir la importancia y urgencia de un
plan educativo de amplias perspectivas, considerando que para alcanzar la salvación de la
nación podría lograrse construyendo un estado democrático en su forma de gobierno
republicano, que implicaba el conocimiento claro de sus deberes y obligaciones hacia sus
ciudadanos y hacia la patria.
Un hecho que pudo ser trascendental por su objetivo de proporcionar educación a las masas
fue el establecimiento de las escuelas lancasterianas en 1822, siendo la base de su
funcionamiento la enseñanza impartida por alumnos destacados de cada grado asesorados
por un profesor, dicho método duro casi 50 años hasta que las escuelas oficiales lo
desplazaron.
En 1870 había ya una gran cantidad de escuelas primarias, incrementándose
aceleradamente con los años posteriores.
Durante la época de Juárez el municipio pudo mantener su vitalidad y ser el principal
propulsor de las instituciones educativas.
La posición prevaleciente proclamo sin más la libertad educacional e, implícitamente, el
laicismo quedo estatuido en el sentido de neutralidad.
A pesar de todo, la experiencia reciente obligaba a los liberales a reparar en la educación
como un asunto de primera importancia.
La experiencia reciente obligaba a los liberales a reparar en la educación como un asunto de
primera importancia, siendo el aporte inicial de positivismo a la reforma educativa
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NOMBRE DEL ALUMNO (A): Perla Karime Piña Sánchez CARRERA: Licenciatura en Pedagogía NOMBRE DEL CATEDRÁTICO (A): Mtro. Ricardo Moreno Parra NOMBRE DE LA ASIGNATURA: Historia de la educación NOMBRE DE LA ACTIVIDAD: Actividad No. 2 La educación elemental en el porfiriato FECHA DE PRESENTACIÓN: 12 de Noviembre de 2018. LA EDUCACIÓN ELEMENTAL EN EL PORFIRIATO Al iniciarse la vida independiente existían en el país una gran cantidad de población analfabeta, ilustrando la precaria situación cultural en el que el país inicio su vida independiente, reflejando el carácter exclusivamente increíblemente exclusivista y desigual de la educación que predominó durante la colonia. La independencia por primera vez hizo reconocer la necesidad de instruir a la población con la participación del estado. José María Luis Mora, fue uno de los que alcanzo a percibir la importancia y urgencia de un plan educativo de amplias perspectivas, considerando que para alcanzar la salvación de la nación podría lograrse construyendo un estado democrático en su forma de gobierno republicano, que implicaba el conocimiento claro de sus deberes y obligaciones hacia sus ciudadanos y hacia la patria. Un hecho que pudo ser trascendental por su objetivo de proporcionar educación a las masas fue el establecimiento de las escuelas lancasterianas en 1822, siendo la base de su funcionamiento la enseñanza impartida por alumnos destacados de cada grado asesorados por un profesor, dicho método duro casi 50 años hasta que las escuelas oficiales lo desplazaron. En 1870 había ya una gran cantidad de escuelas primarias, incrementándose aceleradamente con los años posteriores. Durante la época de Juárez el municipio pudo mantener su vitalidad y ser el principal propulsor de las instituciones educativas. La posición prevaleciente proclamo sin más la libertad educacional e, implícitamente, el laicismo quedo estatuido en el sentido de neutralidad. A pesar de todo, la experiencia reciente obligaba a los liberales a reparar en la educación como un asunto de primera importancia. La experiencia reciente obligaba a los liberales a reparar en la educación como un asunto de primera importancia, siendo el aporte inicial de positivismo a la reforma educativa

emprendida por Juárez, vino a sintetizar los ideales liberales cuya pretensión consistía en acabar ideológicamente con el clero, suprimiendo la enseñanza que éste auspiciaba. Según Barreda la victoria definitiva solo se lograría por la emancipación mental de la población basada en la enseñanza de ciertas verdades científicas comunes. Con el éxito de esta reforma el ciclo preparatorio alcanzó su máximo desarrollo, al grado que Justo Sierra la califico como la mejor de Latinoamérica. Bajo los gobiernos de Juárez y Lerdo, las leyes y reglamentos de instrucción pública fueron derivados de la constitución de 1857. Los principales preceptos de estas leyes establecían la obligatoriedad de la enseñanza, encargando a los ayuntamientos la fundación de escuelas en lugares más poblados y se les exhorto a despertar la Filantropía de los hacendados para que fundaran otras. Siendo presidente Lerdo de Tejada, incorporó las Leyes de Reforma a la constitución, completando esta con la expedición de la Ley de adiciones y reformas en la educación de 1873 prohibiendo la existencia de todas las órdenes religiosas. La reforma educativa emprendida por Juárez y continuada por Lerdo, constituye el punto de partida del proceso educativo en el porfiriato, estableciendo la gratuidad de la enseñanza, especialmente para los niños pobres, impuso la obligatoriedad de la instrucción inclinándose por un laicismo positivista. Para 1880 el positivismo fue obstruido por la vieja guardia liberal. Hacia 1881 dio inicio a una ofensiva en el orden práctico, mediante una nueva reforma educacional que suprimió los cursos de rendimiento de física y de artes, en el nivel primario, y los fundamentos de química y mecánica, impidiendo que el plan positivista inicial pudiera imponerse al consolidarse el Régimen de Porfirio Díaz, conforme fue reafirmándose, las críticas de la vieja guardia liberal fueron recibiendo una ratificación evidente. Las leyes de reforma se aplicaron con rigor a los pueblos que poseían tierras, Díaz en cambio, declaró que todas las tierras de los pueblos debían dividirse. Con las discusiones en torno al problema educativo se lograría avanzar en una idea de la educación mexicana, que deseaba la expansión de la educación del sector rural, sin embargo la falta de recursos materiales imposibilito dicho proyecto, pero despertaron al menos la conciencia del problema. Barrada, logró diseñar un verdadero sistema nacional de educación, aunque pequeño para el Distrito Federal, principiando la formación del profesorado. El punto de partida fue la creación de la escuela normal para profesores de enseñanza primaria, aunque esa idea no era nueva pues ya funcionaban cuatro en distintos estados de la república y se fundaron otras tres en 1882, fecha en que Baranda encargo el proyecto de creación de la Normal Nacional a Ignacio Altamirano.

Como conocemos, se le llama Porfiriato al periodo, de más de treinta años en que México tuvo como presidente al General Porfirio Díaz. Durante su candidatura Porfirio Díaz dio a conocer sus propuestas, entre ellas deslumbraba una que parecía una luz para el progreso de México, era la de la alfabetización de todo México. Esta fue sin duda alguna una esperanza para la población, sin embargo al llegar a la presidencia el general Díaz, empezó con actividades para comenzar a alfabetizar a la población, pero no de manera equitativa. Durante el Porfiriato los planes y propuestas que se tenían en relación con la Educación beneficiaron solo a partes privilegiadas de México. Situación que, claramente no concordaba con las promesas de Díaz. La república restaurada quiso avanzar por el camino de la modernidad, a la vez que conservar la constitución de 1857. El primer paso era terminar con las gavillas de delincuentes que pululaban después de la partida de los franceses. El segundo era restablecer y crear organizaciones acordes con un estado laico, representativo y republicano. La tarea no era fácil, pues faltaba la base económica que permitiera financiar las obras públicas —edificios y comunicaciones— y elevar las condiciones de vida de pueblos enteros. La decena de años transcurridos entre la muerte de Maximiliano y el fin del primer periodo de Porfirio Díaz vio la pacificación del país: la creación de fuentes de riqueza, el restablecimiento de la agricultura y del comercio, la introducción paulatina de cierta racionalidad y estabilidad en el gobierno. Se incorporaron las Leyes de Reforma a la constitución, constituyendo el punto de partida de la educación en el porfiriato. La educación se fue innovando, expandiéndose a diferentes sectores sociales incluso a los más marginados. Con el primer paso en el plano de la realización, de la democracia y libertad, se creó la secretaria de instrucción pública y bella Artes. El Porfiriato dejo entre sus legados la búsqueda de métodos liberadores, educación laica, gratuita y obligatoria que sirvió de punto de partida a los gobiernos. Sin embargo, después de los años de lucha armada y reacomodos durante la revolución se pudieron sentar las bases que hicieron posible la construcción de un sistema de educación nacional.

Bibliografía Este artículo es parte de una investigación más amplia sobre la expansión de la educación elemental (1872-1970), que se está rea- lizando en el Instituto de Investigaciones Sociales de la U N A M donde el autor labora como investigador. 1 UNESCO, Estudio acerca de la educación fundamental en México. (Trabajo que presentó el Comité de México.) México, Secretaría de Educación Pública, 1947. 2 Secretaría de Educación Pública, La educación pública a través de los mensajes presidenciales desde la consumación de la Independen- cia hasta nuestros días. Prólogo de José María Puig Casauranc. México, Secretaría de Educación Pública, 1962; p. XIII. 5 JOSÉ CARRILLO, Sociología de la educación. México, El Caballito, 1972; pp. 138-141. JOSÉ DÍAZ COVARRUBIAS, La Instrucción pública en México. México, Imprenta de el Partido Liberal, 1889. Dirección Gene- ral de Estadística, Estadísticas sociales del porfiriato. México, Secretaría de Economía, 1956. Véase el apéndice estadístico. DANIEL COSÍO VILLEGAS, ed. Historia Moderna de México. El Por- firiato. La Vida Social. México, Editorial Hermes, 1957. Véase la cuarta llamada particular. 7 Guillermo Prieto confesó que "por algún tiempo lo alucinó la idea de la vigilancia del estado como necesaria para arrancar al clero el monopolio de la institución pública... (pero pensándolo bien eso equivalía a) querer luz y tinieblas". Cf. JOSÉ CARRILLO, op. cit., p. 46. 8 MARTÍN LUIS GUZMÁN, comp. Escuelas laicas. México, Empresas Editoriales, S. A.,

  1. (El Liberalismo Mexicano en Pensamiento y en Acción, 7.) 9 JORGE L. TAMAYO. Introducción a la Ley Orgánica de Instrucción Pública en el Distrito Federal, 1867. Reglamento. Oración cívica. Méxi- co, Universidad Nacional Autónoma de México, 1967. 10 GABINO BARREDA, "Oración cívica", en íbid. Barreda pronunció esta "oración" en Guanajuato, el 16 de septiembre de 1867. 11 Véase MARTÍN LUIS GUZMÁN, op. cit. La reforma es la empren- dida por el ministro Ezequiel Montes en 1880. 12 JORGE L. TAMAYO, op. cit. 13 Ibid., p. 26. 14 ibid. 15 LEOPOLDO ZEA, Del liberalismo a la revolución en la educación mexicana. México, Biblioteca del Instituto Nacional de Estudios Histó- ricos de la Revolución Mexicana, 1956; p p. 113-122. 16 íbid., p p. 118-122. 17 JOSÉ MARÍA VIGIL, citado en Ibid. 18 Diario Oficial, del 21 al 25 de abril de 1881. Se publica en este diario con el propósito de someter las medidas a la crítica pública, especialmente de la prensa. 19 NATHAN L. WETTEN. "México rural", en Problemas Agrícolas e Industrialesde México;

so LEOPOLDO ZEA, op. cit. 51 FRANCISCO LARROYO, op. cit., p. 373. 52 JUSTO SIERRA, "La educación nacional", en Obras completas. Mé- xico, Universidad Nacional Autónoma de México, vol. VIII, 1948. 53 JUSTO SIERRA, "Homenaje al Dr. Gabino Barreda", en íbid. 54 íbid. 55 íbid. 56 ibid., artículo " L a enseñanza en la historia". 57 ibid., p. 141. 58 ibid., p. 115. so íbid., p. 108 60 JUSTO SIERRA, Discurso pronunciado en la Inauguración de la Universidad Nacional, el año de 1910, en Prosas. México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1963; pp. 163-

61 tbid., pp. 165 y ss. 62 ibid., pp. 163 y ss. 63 FRANCISCO LARROYO, op. cit., p. 372. 64 JUSTO SIERRA, Ley de Educación primaria para el Distrito y Te- rritorios Federales, de 15 de agosto de 1908, en Obras. 65 íbid. 66 FRANCISCO LARROYO, op. cit., p. 378. 67 íbid. 68 JUSTO SIERRA, "Discurso... en la Inauguración de la Universi- dad..."; Prosas, pp. 163-190. 69 LEOPOLDO Z E A , op. cit. L a cita textual de Larroyo viene en la misma obra. 72 FERNANDO GONZÁLEZ ROA, " E l aspecto agrario de la Revolución Mexicana", en Problemas Agrícolas e Industriales de México, Vol. V5 1953, apunta: "Los municipios... tenían el incentivo económico dei manejo de la propiedad comunal y del cobro de algunos impuestos para los Santos. (Pero) cuando desapareció la propiedad comunal faltó uno de los factores más importantes para mantener vivo el deseo de inter- venir en la administración municipal." 73 FERNANDO ROSENZWEIG, " E l desarrollo económico de México de 1877 a 1911". El Trimestre Económico. México, Fondo de Cultura Eco- nómica, vol. X X X I I , núm. 127, 1965, hace referencia al crecimiento inusi- tado de las ciudades capitales. 74 "El mayor grado de capacitación que se exigía a los operarios mineros y la necesidad de atraer a éstos a los centros mineros en des- arrollo, se tradujeron en un firme aumento de los salarios", tbid., p. 446.