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insuficiencia cardiaca congestiva, Apuntes de Morfología y Sintaxis

insuficiencia cardiaca congestiva

Tipo: Apuntes

2024/2025

Subido el 21/06/2025

Vargassahori05
Vargassahori05 🇻🇪

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República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria
Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda
Área Ciencias de la Salud Programa de Medicina.
INSUFICIENCIA
CARDIACA
CONGESTIVA
Barinas, Junio 2025
Bachiller: C.I:
José Albornoz. 29.926.384
Oscary Vargas. 29.995.900
Doctor:
Dr. Carlos Herrera
Sección: 6
Semestre:5
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¡Descarga insuficiencia cardiaca congestiva y más Apuntes en PDF de Morfología y Sintaxis solo en Docsity!

República Bolivariana de Venezuela Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda Área Ciencias de la Salud Programa de Medicina.

INSUFICIENCIA

CARDIACA

CONGESTIVA

Barinas, Junio 2025 Bachiller: C.I : José Albornoz. 29.926. Oscary Vargas. 29.995. Doctor: Dr. Carlos Herrera Sección: 6 Semestre:

INSUFICIENCIA CARDIACA CONGESTIVA:

La insuficiencia cardíaca se suele denominar insuficiencia cardíaca congestiva (ICC). Este es el criterio de valoración común de muchas formas decardiopatía y, típicamente, es un trastorno progresivo con un pronóstico muy malo. La ICC aparece cuando el corazón no consigue generar un gasto suficiente para satisfacer las demandas metabólicas de los tejidos -o cuando solo consigue satisfacerlas con unas presiones de llenado superiores a las normales-; en una minoría de casos la insuficiencia cardíaca es consecuencia de un incremento importante de las demandas de los tejidos, como sucede en el hipertiroidismo, o de una capacidad reducida de transportar oxígeno, como se observa en la anemia (insuficiencia cardíaca de nito gasto). A veces la aparición de la ICC es abrupta, como ocurre en un infarto de miocardio extenso o en una disfunción aguda de la válvula. ETIOPATOGENIA: 1- Insuficiencia cardíaca por disfunción ventricular sistólica Cuando la IC se debe a la disminución de la función de bomba del corazón, se dice que es secundaria a disfunción sistólica. En este caso existe un déficit de la contractilidad del miocardio. Este déficit es el resultado de la afección directa del músculo cardíaco, como sucede en la miocardiopatía dilatada o después de un infarto de miocardio, o puede ser secundario a una sobrecarga impuesta al corazón como consecuencia de una lesión valvular o de una hipertensión arterial de larga evolución. La FE estará reducida a < 40% (ICFEr). La asociación de disfunción ventricular sistólica y síntomas y signos clínicos sugerentes de IC será suficiente para establecer el diagnóstico de IC. 2- Insuficiencia cardíaca por disfunción ventricular diastolica La causa más frecuente de IC con fracción de eyección preservada es la disfunción diastólica. En este caso existe una alteración de la distensibilidad y relajación ventricular que dificulta el llenado ventricular, es decir, el corazón tiene la incapacidad de relajarse y llenarse de forma adecuada. Debido a la rigidez de la pared ventricular se produce un aumento precoz de la presión intraventricular con acortamiento de la fase de llenado rápido. En esta situación, la contracción auricular es básica para completar el llenado ventricular. En la disfunción diastólica la función contráctil está conservada. Las causas más frecuentes de disfunción diastólica son la hipertensión arterial, la miocardiopatía hipertrófica y la miocardiopatía restrictiva. La FE estará conservada ≥ 50% (ICFEc). Para su diagnóstico, además de los síntomas y signos clínicos será necesario demostrar elevación de los péptidos natriuréticos o al menos un criterio adicional, como enfermedad estructural cardíaca relevante (hipertrofia ventricular izquierda o dilatación auricular izquierda) o

3 - Insuficiencia cardíaca con función ventricular reducida en rango intermedio En este grupo la FE se halla medianamente reducida, entre el 40% y el 49% (ICFEm), e incluye pacientes con disfunción ventricular ligera, así como pacientes con disfunción ventricular más grave, pero que han recuperado parcialmente la función ventricular con el tratamiento o tras la desaparición del agente causal. Algunos pacientes tienen también características de disfunción diastólica. Para su diagnóstico se exigen los mismos criterios que para la ICFEc La insuficiencia cardiaca se puede deber también a disfunción valvular (p. ej., en relación con endocarditis) o puede producirse por un aumento rápido del volumen o la presión arterial, aunque el corazón sea normal. Cuando el corazón que está fallando no puede bombear de forma eficiente sangre, se produce un aumento del volumen telediastólico ventricular, de las presiones telediastólicas y de las presiones venosas. Por tanto, un gasto cardiaco inadecuado lo que se denomina insuficiencia anterógrada siempre se asocia a un aumento de la congestión de la circulación venosa es decir, una insuficiencia retrógrada. Aunque la raíz del problema de la ICC típicamente es una deficiencia de la función cardiaca, al final prácticamente todos los órganos resultan afectados por una combinación, variable, de insuficiencia anterógrada y retrógrada. FISIOPATOLOGÍA En la insuficiencia cardíaca, el corazón puede no proporcionarles a los tejidos la cantidad adecuada de sangre para cubrir sus necesidades metabólicas, y la elevación de la presión venosa pulmonar o sistémica relacionada con esta enfermedad puede promover la congestión de los órganos. Este cuadro puede deberse a trastornos de la función cardíaca sistólica o diastólica o, con mayor frecuencia, de ambas. Si bien la anomalía primaria puede ser un trastorno de la función de los miocardiocitos, también se producen modificaciones en el recambio del colágeno de la matriz extracelular. Los defectos cardíacos estructurales (p. ej., defectos congénitos, valvulopatías), los trastornos del ritmo cardíaco (incluso la taquicardia persistente) y el aumento de las demandas metabólicas (p. ej., debido a tirotoxicosis) también producen insuficiencia cardíaca. Aunque, en casos especiales, el gasto cardíaco puede estar aumentado (anemia, beriberi, hipertiroidismo o fístulas arteriovenosas), en la mayoría de los pacientes con IC el gasto cardíaco está disminuido. Con el descenso del gasto cardíaco se activa una serie de mecanismos de compensación, de manera que, aun con una afectación importante de la capacidad contráctil, el corazón puede mantener un gasto cardíaco adecuado, al menos en reposo.

El primer mecanismo de compensación consiste en un aumento de la precarga —de acuerdo con la ley de Frank-Starling—, de manera que el mayor volumen residual y el aumento de la presión telediastólica incrementan la fuerza de la contracción y el volumen de eyección del latido siguiente, aunque ello se consigue a expensas de una congestión retrógrada. En esta se relaciona el gasto cardíaco (eje de ordenadas ) con la presión telediastólica del ventrículo izquierdo como expresión de la precarga (eje de abscisas ). La curva superior representa la situación normal y la inferior corresponde a una depresión del estado contráctil del corazón. Cuando esto ocurre, para una determinada presión de llenado ventricular (P1), el gasto disminuye; en la gráfica se ha pasado del punto 1 al punto 1’. En esta nueva situación el gasto sería demasiado bajo para satisfacer las necesidades metabólicas del organismo y aparecerían signos de mala perfusión tisular. El aumento del volumen residual, producto de la disminución de la fracción de eyección y la retención de líquidos, eleva el volumen telediastólico del ventrículo y, en consecuencia, la precarga (P2). El resultado será un incremento del gasto (punto 2) a un nivel próximo al de partida (punto 1). El precio que hay que pagar por ello es la aparición de signos congestivos, disnea e incluso edema pulmonar. La hipertrofia, o aumento de la masa ventricular, es una forma de compensación frente a una sobrecarga mantenida. Cuando el corazón es incapaz de garantizar un gasto cardíaco adecuado en reposo, los vasos de resistencia mantienen la presión sistémica y distribuyen preferentemente el flujo sanguíneo a las áreas vitales como el cerebro y el propio corazón. Para ello se ponen en marcha mecanismos neurohormonales de compensación como son el aumento del tono simpático y la activación del sistema renina-angiotensina. En la IC se ha comprobado, en efecto, un aumento de la actividad simpática, que tiende a aumentar la contractilidad y la frecuencia cardíaca y favorece la vasoconstricción periférica. Este aumento de activación adrenérgica, a la larga, es la causa de la reducción del número de receptores b-adrenérgicos del miocardio, de manera que existe una respuesta simpática atenuada, sobre todo durante el ejercicio. Por otro lado, la disminución de la presión de perfusión renal, el mismo aumento de la actividad simpática y la reducción del aporte de sodio a la mácula densa estimulan la secreción de renina. Esta enzima activa el paso del angiotensinógeno, liberado por el hígado, a angiotensina I, que por acción de la enzima convertidora de la angiotensina pasa a angiotensina II, un potente vasoconstrictor. Entre otras acciones, la angiotensina II activa la liberación de aldosterona responsable de la retención de Na y agua e interacciona con el sistema simpático para aumentar el tono vascular. Este mecanismo puede causar un excesivo aumento de la poscarga, retención de sal y líquidos, alteraciones electrolíticas y arritmias. La vasopresina es una hormona hipofisaria que también se halla activada en la IC y que, al tener un papel importante en la regulación del aclaramiento de

3.3. Cambios estructurales del miocardio, incluido incremento de la masa muscular Los miocardiocitos se adaptan al aumento del esfuerzo mediante el ensamblaje de nuevos sarcómeros, un cambio que se asocia a un aumento del tamaño del miocito (hipertrofia)

  • En los estados de sobrecarga de presión (p. ej, hipertensión o estenosis valvular), se suelen añadir nuevos sarcómeros en paralelo al eje mayor de los miocitos, adyacentes a los sarcómeros ya existentes. El consiguiente incremento del diámetro de la fibra muscular provoca una hipertrofia concéntrica -de forma que el grosor de la pared ventricular aumenta sin hacerlo el tamaño de la cavidad
  • En los estados de sobrecarga de volumen (p. ej, insuficiencia valvular o cortocircuitos), los nuevos sarcómeros se añaden en serie con los que ya existían, de forma que aumenta la longitud de la e la fibra muscular. En consecuencia, el ventrículo tiende a dilatarse y el grosor de la pared podrá ser normal, mayor o menor, por tanto, la mejor medida de la hipertrofia en los corazones con sobrecarga de volumen es el peso, no el grosor de la pared. CUADRO CLÍNICO Las manifestaciones clínicas de la IC, como consecuencia del fallo de la función de bomba del corazón, resultan del trastorno ocasionado en la función de otros órganos. Síntomas:
  • Disnea : Traduce el aumento del esfuerzo requerido para la respiración y es el síntoma más frecuente del fallo ventricular izquierdo. Al principio se observa sólo durante el ejercicio importante. A medida que la IC progresa, esfuerzos cada vez menores ocasionan disnea que, en fases más avanzadas, puede darse incluso en reposo. La disnea es secundaria, como se ha indicado, a la elevación de la presión de llenado ventricular izquierdo, que determina un aumento de la presión media de la aurícula y de las presiones venosa y capilar pulmonares. Al elevarse la presión venosa pulmonar por encima del límite máximo de la normalidad (12 mm Hg), las venas pulmonares se distienden y, cuando se alcanza la presión oncótica del plasma (25-30 mm Hg), hay trasudación del líquido capilar al espacio intersticial. En estas condiciones puede producirse edema intersticial que reduce la distensibilidad del pulmón. El oxígeno consumido en el acto de respirar aumenta a causa del mayor trabajo realizado durante la inspiración; ello, unido a la reducción del aporte de oxígeno, contribuye a la sensación de falta de aire.
  • Ortopnea : El paciente que refiere ortopnea, es decir, disnea de decúbito, utiliza con frecuencia varias almohadas para dormir, y la sensación subjetiva de ahogo disminuye al incorporarse. En los casos de IC avanzada el paciente no puede descansar acostado y debe permanecer semisentado toda la noche.
  • Disnea paroxística nocturna : El término disnea paroxística nocturna se refiere a los episodios de disnea aguda que despiertan al paciente. Suele aliviarse cuando el paciente se incorpora y deja las piernas colgando fuera de

la cama para disminuir el retorno venoso. Algunos pacientes encuentran alivio al sentarse frente a una ventana abierta.

  • Tos: pueden ser una expresión de IC izquierda, en particular cuando se presenta con el primo-decúbito; en general, esta tos no es productiva.
  • Nicturia: Con frecuencia, el sueño es interrumpido por la necesidad de orinar. Hay que tener en cuenta que en la IC la cantidad de orina emitida por la noche es relativamente mayor que la diurna (nicturia).
  • Fatiga o cansancio: La sensación de fatiga o debilidad muscular es inespecífica, pero son síntomas comunes de IC que dependen de la reducción del gasto cardíaco y de la disfunción endotelial que limita el flujo a las extremidades durante el ejercicio. La fatiga extrema puede confundirse en ocasiones con cuadros de depresión.
  • Hepatalgia: La hepatomegalia congestiva puede producir dolor en el hipocondrio derecho o en el epigastrio, descrito por el enfermo como sensación de pesadez. Esta molestia, atribuida a la distensión de la cápsula hepática, puede ser muy acusada si el hígado aumenta de tamaño con rapidez, como en la insuficiencia ventricular derecha aguda. FACTORES DESENCADENANTES: Tan importante como el reconocimiento de la cardiopatía de base es la identificación de las causas desencadenantes de la IC. Una cardiopatía cualquiera, congénita o adquirida, puede existir durante muchos años y acompañarse de escasas o nulas manifestaciones clínicas. Estas pueden presentarse por primera vez en coincidencia con algún proceso agudo intercurrente que sobrecarga un miocardio lesionado de forma crónica. Seguidamente se analizan las causas desencadenantes más habituales.
  • Arritmias : Los mecanismos que explican el papel determinante de las arritmias en la IC incluyen: la reducción del tiempo de llenado ventricular y la hipocontractilidad secundaria a taquicardia incesante (taquicardiomiopatía) o fibrilación auricular con frecuencia ventricular rápida, que es una de las causas más frecuentes de descompensación. La disociación de la contracción auricular y ventricular, la pérdida del sincronismo de la contracción ventricular (bloqueos de rama) y los ritmos lentos como en el bloqueo auriculoventricular (AV) también pueden desencadenar IC.
  • Infecciones: La congestión pulmonar puede facilitar el desarrollo de infecciones respiratorias, si bien cualquier infección puede desencadenar IC. La asociación de fiebre, taquicardia, hipoxemia y aumento de las demandas metabólicas es determinante de la sobrecarga. En la endocarditis bacteriana la destrucción valvular puede provocar IC aguda.
  • Hipertensión arterial : La elevación brusca y excesiva de las cifras tensionales, como sucede en algunos casos de hipertensión arterial de causa renal o por

a las arterias pulmonares, lo que provoca edema y congestión, además de derrame pleural, debido al incremento de la presión hidrostática en las vénulas y la pleura visceral. Los pulmones están aumentados de peso y tienen un aspecto «pastoso» y, microscópicamente, se reconocen trasudados perivasculares e intersticiales, edema en los tabiques alveolares y acumulación del líquido de edema en los espacios alveolares.

  • Características clínicas: La disnea (falta de aire) de esfuerzo suele ser el síntoma más precoz y significativo de la insuficiencia cardiaca izquierda la tos también es frecuente como consecuencia de la trasudación de líquido hacia los espacios aéreos. Conforme progresa la insuficiencia, los pacientes desarrollan disnea cuando están tumbados ( ortopnea ); esto se debe a que en posición supina se incrementa el retorno venoso desde las extremidades inferiores y se eleva el diafragma. Típicamente, la ortopnea se alivia al sentarse o ponerse de pie, de forma que los pacientes acostumbran a dormir semisentados. La disnea paroxística nocturna es una forma especialmente grave de disnea, que despierta al paciente del sueño con una sensación extrema de falta de aire, que recuerda casi a un ahogamiento. Otras manifestaciones de la insuficiencia ventricular izquierda son el aumento de tamaño del corazón ( cardiomegalia ), la taquicardia, el tercer tono cardíaco (s3) y la presencia de estertores finos en las bases pulmonares, que se producen por la apertura de los alvéolos pulmonares edematosos. Conforme se va dilatando el ventrículo de forma progresiva, los músculos papilares quedan desplazados hacia fuera, lo que ocasiona insuficiencia mitral y un soplo sistólico. La dilatación crónica consiguiente de la aurícula izquierda puede provocar una fibrilación auricular que se manifiesta como un latido cardíaco «irregularmente irregular·». Estas contracciones auriculares caóticas no coordinadas reducen la contribución auricular al llenado ventricular, reduciendo de este modo el volumen sistólico ventricular. La fibrilación auricular también produce estasis de la sangre (sobre todo en la orejuela auricular), lo que con frecuencia determina la formación de trombos que pueden soltar émbolos y causar accidentes cerebrovasculares y manifestaciones de infarto en otros órganos. Insuficiencia cardíaca crónica La insuficiencia cardiaca crónica o derecha suele ser consecuencia de la insuficiencia cardíaca izquierda, dado que cualquier incremento de la presión en la circulación pulmonar acaba sobrecargando de forma inevitable el lado derecho del corazón. En consecuencia, las causas de insuficiencia cardíaca derecha incluyen todas las que producen insuficiencia cardíaca izquierda. La insuficiencia derecha exclusiva es poco frecuente y afecta típicamente a los pacientes con alguno de los procesos que afectan a los pulmones, motivo por el cual se suele denominar cor pulmonale.

Además de las enfermedades parenquimatosas pulmonares, el cor pulmonale puede producirse también en relación con trastornos que afectan a los vasos pulmonares, como la hipertensión pulmonar primaria, la tromboembolia pulmonar repetida o los cuadros que producen vasoconstricción pulmonar (apnea obstructiva del sueño). La característica común de estos trastornos es Ia hipertensión pulmonar, que ocasiona una hipertrofia y dilatación del lado derecho del corazón. En el cor pulmonale, la hipertrofia y la dilatación del miocardio se suelen limitar a la aurícula y el ventrículo derecho, aunque la protrusión del tabique ventricular hacia la izquierda puede reducir el gasto cardíaco por obstruir el tracto de salida. Es importante destacar que cuando un enfermo con IC por disfunción izquierda desarrolla una insuficiencia ventricular derecha, las formas más graves de disnea tienden a disminuir en intensidad y frecuencia, puesto que la incapacidad del ventrículo derecho para aumentar el volumen minuto evita la sobrecarga de líquido en el pulmón.

  • Características clínicas: A diferencia de lo que sucede en la insuficiencia cardíaca izquierda, la derecha no suele asociarse a síntomas respiratorios. Las manifestaciones clínicas guardan relación, más bien, con la congestión venosa portal y sistémica y entre ellas se encuentran la hipertrofia hepática y esplénica, el edema periférico, el derrame pleural y la ascitis. La congestión venosa y la hipoxia renal y cerebral secundaria a la insuficiencia cardíaca derecha pueden ocasionar deficiencias comparables a las producidas por la hipoperfusión de la insuficiencia cardíaca izquierda. Es importante recordar que la descompensación cardíaca suele caracterizarse por la aparición de una ICC biventricular que cursa con rasgos de insuficiencia cardíaca derecha e izquierda. Conforme progresa la ICC, los pacientes pueden desarrollar cianosis y acidosis francas, como consecuencia de la reducción de la perfusión tisular asociada a la disminución del gasto cardíaco y al aumento de la congestión. CLASIFICACIÓN FUNCIONAL DE LA INSUFICIENCIA CARDÍACA La New York Heart Association (NYHA) estableció una clasificación funcional de los pacientes atendiendo al nivel de esfuerzo físico requerido para la producción de síntomas. A pesar de sus limitaciones, esta clasificación es útil, pues permite comparar grupos de pacientes, así como un determinado paciente consigo mismo a lo largo del tiempo:
  • Clase I. No hay limitaciones. La actividad física habitual no produce fatiga excesiva, disnea ni palpitaciones.
  • Clase II. Limitación ligera de la actividad física. El enfermo no presenta síntomas en reposo. La actividad física habitual produce fatiga, disnea, palpitaciones o angina.
  • Clase III. Limitación notable de la actividad física. Aunque en reposo no hay síntomas, estos se manifiestan con niveles bajos de actividad física.
  • Supresión del hábito tabáquico: Suprimir el hábito tabáquico debe ser una de las primeras recomendaciones, ya que la nicotina aumenta la vasoconstricción periférica y el consumo de oxígeno miocárdico, y puede agravar la disnea.
  • Dieta: La reducción de peso del paciente obeso forma parte del tratamiento de la IC, puesto que el sobrepeso aumenta el trabajo del corazón. Por la misma razón, debe reducirse el consumo de alcohol que, además, es un tóxico miocárdico. La disminución de la ingesta de sal en los pacientes con IC ligera puede aliviar los síntomas. En los casos de IC grave, el control de la ingesta de sodio ha de ser estricto, aun cuando se empleen de forma concomitante diuréticos.