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HORA SANTA JUVENIL: CONCIERTO AL SANTÍSIMO
Nota del equipo redactor: Esta Hora Santa se compone de reflexiones intercaladas con canciones. Para mayor facilidad las letras de las canciones se insertan después de cada reflexión. Introducción. LECTOR: Queridos jóvenes, hermanos, amigos. Estamos aquí reunidos para encontrarnos con el Amor, para tener un momento de oración con Él, para platicar con Él, para cantarle a Él, pero sobre todo, para escuchar lo que Él qué nos quiere decir. Dispongamos nuestro corazón, nuestros oídos, todo nuestro ser, para disfrutar de su presencia, permite que Él confronte tu vida. Evita platicar con otras personas, respetando el espacio y ambiente de oración. Siéntate de manera adecuada, con actitud de disposición y docilidad. Iniciaremos con el siguiente canto para recibir a Jesús Eucaristía. CANTO: BENDITO Bendito, bendito, bendito sea Dios los ángeles cantan y alaban a Dios los ángeles cantan y alaban a Dios Yo creo Jesús mío que estás en el altar oculto en la hostia te vengo a adorar oculto en la hostia te vengo a adorar Momento 1. Intenciones. LECTOR: Amigo Jesús, gracias por quedarte entre nosotros de la forma más humilde y accesible, un pedazo de pan. En este momento queremos entregarte éste tiempo de adoración por las siguientes intenciones. Responderemos: “Te lo pedimos, Señor”.
- Te pedimos por todos los jóvenes que estamos aquí presentes, por todo lo que guardamos en nuestro corazón, nuestras angustias, preocupaciones, debilidades, anhelos, sueños y metas. Oremos. R: “Te lo pedimos, Señor”.
- Por los jóvenes que alguna vez te conocieron, estuvieron cerca de Ti pero ahora están apartados. Oremos. R: “Te lo pedimos, Señor”.
- Por los jóvenes que no te han conocido, que han tenido malas experiencias con miembros de la Iglesia y que por este motivo no creen. Oremos. R: “Te lo pedimos, Señor”.
- Por los jóvenes que participarán en la Jornada Provincial Juvenil en Villahermosa, Tabasco, que vayan disponiendo su corazón para
vivir de la mejor manera esa jornada; los cuides y los protejas en todo momento. Oremos. R: “Te lo pedimos, Señor”.
- Por las familias de todos los jóvenes, presentes y no presentes, para que sean un refugio de amor y un espacio seguro. Oremos. R: “Te lo pedimos, Señor”.
- Por las vocaciones, para que los jóvenes se atrevan a preguntar en dónde pueden amar más. Oremos. R: “Te lo pedimos, Señor”.
- Por todos los apostolados y movimientos aquí presentes, para que los reanimes y avives en ellos la llama de tu Espíritu y que recuerden que todo se hace por obra y gracia de Dios y nada por nuestros méritos. Oremos. R: “Te lo pedimos, Señor”.
- Por la futura canonización del Beato Carlo Acutis, que su ejemplo nos permita ser más cercanos a Cristo Eucaristía y mirarlo como nuestra autopista al cielo. Oremos. R: “Te lo pedimos, Señor”. CANTO: GLORIA Gloria Gloria (x 4 ) A Jesús el Señor Al Cordero de Dios Al Nombre sobre todo nombre CANTO: SENCILLAMENTE Creo, sencillamente Quiero disfrutar de la serenidad del creer Desligar el creer del sentir Creo, mi Dios, y basta Te creo en tus misterios Sin entenderlos Te creo en mí (te creo en mí) y en el pan blanco En el prójimo y en la creación Sin verte en ningún lado Creo, Señor, sencillamente Porque creer es confiar Y cómo me gusta creerte sintiendo dudas Sintiendo dudas Sintiendo dudas Digo que eres amor Escucho que soy tu amado No siento y qué más da Te quiero y eso basta Amor, Señor, sencillamente Porque amar es entregarse Y cómo me gusta amarte estando frío Estando frío
No creo que aguante más contenerme aquí detrás Quiero entrar, hacerte mío, curar tu herida si me la das Si por un segundo vieras cómo te miro No querrías ver nada más Si por un segundo vieras cuánto te amo Yo solo sé entregarme, aunque sea en vano Y tiemblo al imaginar cuando llegues al cielo Costará respirar en el abrazo que nos daremos Si por un segundo vieras lo que hay por llegar Lo que aguarda escondido, casualidades sin azar Lo sueño tantas veces, en cada don, ¿qué puedo hacer? Tú recibes mi regalo, al cielo miras, agradece Reviento de amor, estoy temblando de gozo Te como con la mirada, estás aquí y no estás solo Cada lágrima, cada risa, en mi memoria se han grabado Cada detalle de tu cuerpo y de tu alma fueron pensados No creo que aguante más contenerme aquí detrás Quiero entrar, hacerte mío, curar tu herida si me la das Si por un segundo vieras como te miro No querrías ver nada más Reviento de amor y estoy temblando de gozo Hay tanta locura en este amor que no controlo Pierde tu vida, recibirás la eternidad La alegría de ser esclavo, esclavo de mi libertad Si por un segundo vieras cómo te miro No querrías ver nada más Momento 2. Reflexión. LECTOR: Señor, aquí ante tu presencia, no salen, mejor dicho, no se encuentran las palabras para agradecerte lo mucho que nos amas. Y es qué ciertamente, nos los demuestras en cada acto de existencia, desde el momento que nos permites abrir los ojos y contemplar tu creación, en el abrazo o el beso de nuestros padres. Ahí nos dices que nos amas. Sin embargo, no sabemos o logramos darnos cuenta de que eres Tú, y el amor que Tú nos das tratamos de sustituirlo por cosas pasajeras que el mundo nos presenta, muchas veces con objetos materiales, amigos falsos, fiestas en exceso, o incluso hasta sustancias, que nos llevan a un momento escaso y efímero de felicidad.
Solemos llenar nuestros vacíos emocionales con cosas, donde pensamos que con tener todo el dinero del mundo podremos ser felices, o que al tener el mejor carro, más personas nos apreciarán, o que tener un cuerpo fit hará que encontraremos a la pareja indicada. No es un secreto que necesitamos amor para ser felices. Pero, ¿por qué no lo buscamos en Ti, cuando Tú a nosotros estás buscando? Tú mismo nos dices: “Si conocieras cómo te amo, dejarías de mendigar el amor y la felicidad efímera que el mundo te da”. Se nos olvida que nos amas demasiado, que incluso siendo un hombre, te humillaste a ti mismo, haciéndote obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz (filipenses 2,8). ¿Para qué? La respuesta es fácil: para salvarnos; y así nosotros tener el mayor gesto de amor visible. Y es que a pesar de todo nos amas aunque lo olvidemos, nos amas a pesar de nuestros errores, de todo nuestro pasado, nos amas sin importar qué estemos haciendo. Un ejemplo es aquello que dijiste a la mujer a la que iban a apedrear “Ustedes juzgan con criterios humanos; yo no juzgo a nadie. Y si yo tuviera que juzgar, mi juicio sería válido, porque yo no estoy solo; el Padre que me envió está conmigo” (Juan 8, 15 - 16). No nos juzgas ni nos recriminas porque nos amas y quieres que nos demos cuenta. Y nos repites, si conocieras cómo te amo, serías más feliz. CANTO: SI CONOCIERAS Si conocieras cómo te amo Si conocieras cómo te amo Dejarías de vivir sin amor Si conocieras cómo te amo Si conocieras cómo te amo Dejarías de mendigar cualquier amor Si conocieras cómo te amo, cómo te amo Serías más feliz Si conocieras cómo te busco Si conocieras cómo te busco Dejarías que te alcanzara mi voz Si conocieras cómo te busco Si conocieras cómo te busco Dejarías que te hablara al corazón
Señor te pido en este momento para que así como yo siento tu amor, todos los que se encuentran aquí sientan amor, libertad y misericordia en cada uno de sus corazones. CANTO: PASIÓN DE DIOS ¿Por qué tengo miedo de mí mismo? ¿Por qué no disfruto hoy de cada minuto? ¿Por qué querría ser de un modo distinto? ¿Por qué vivo siempre en lo que haré? Tanta cosa para motivarme Basta ya de maltratarme ¿Dime, Padre, por qué no me quiero? Solo tu aprecio mata mi desprecio Hazme oír lo que te gusto Que vea que me miras con pasión Que a nadie quieres tanto como a mí ¡Soy pasión de Dios! Me dicen que huya de mi debilidad Tú me dices que permanezca en ella Me valoran por éxitos y perfección Tú disfrutas conmigo tal y como soy Débil, enfermo y en pecado Impuro, impotente y quebradizo Solo así descubro cómo me amas Solo así descubro cómo me quieres Hazme oír lo que te gusto Que vea que me miras con pasión Que te recreas en mi belleza Que soy la niña de tus ojos Que a nadie quieres tanto como a mí Eres mi padre y enloqueces Que a nadie quieres tanto como a mí ¡Soy pasión de Dios! Con la furia del mar Y la solidez de la roca Con el ímpetu de la tormenta
La fuerza del vendaval Con esa misma contundencia tú me dices "Tú eres mío, tú eres mío" Hazme oír lo que te gusto Que vea que me miras con pasión Que te recreas en mi belleza Que soy la niña de tus ojos Que a nadie quieres tanto como a mí Eres mi padre y enloqueces Que a nadie quieres tanto como a mí ¡Soy pasión de Dios! CANTO: ME RINDO ANTE TI Cuántas virtudes han de adornar Mi corazón al consagrarse en el altar Al Dios indefenso que ha nacido en un portal Y ha muerto en la cruz para las almas salvar ¿Será posible tanto amor para mí? ¿Tendré yo el valor para amarte solo a ti? Me rindo ante ti, Jesús Me rindo ante ti Me rindo ante ti, Jesús Me rindo ante ti Con todo mi ser Y mi amor Te consagro el corazón Me rindo ante ti Mi dulce Jesús, me rindo ante ti ¿Será posible tanto amor para mí? ¿Tendré yo el valor para amarte solo a ti? Me rindo ante ti, Jesús Me rindo ante ti Me rindo ante ti, Jesús Me rindo ante ti Con todo mi ser Y mi amor Te consagro el corazón Me rindo ante ti Mi dulce Jesús, me rindo ante ti
Quebrántame, toma lo que soy Y renuévame, hazme como Tú Señor, transfórmame a tu imagen Quiero renacer en ti Oh, Señor, mi Dios Me abandono en tus manos pues de barro soy Y Tú eres el alfarero, vuelve hacerme, oh, Dios Reconstrúyeme, Señor, y mi ser proclamará tu salvación Quebrántame, toma lo que soy Y renuévame, hazme como Tú Señor, transfórmame a tu imagen Quiero renacer en ti Quebrántame, toma lo que soy Y renuévame, hazme como Tú Señor, transfórmame a tu imagen Quiero renacer en ti Toma lo que soy Quiero renacer en ti Toma lo que soy Quiero renacer en... Toma lo que soy Quiero renacer en ti Toma lo que soy Quiero renacer en... Toma lo que soy Quiero renacer en ti Toma lo que soy Quiero renacer en... Toma lo que soy Quiero renacer en ti Toma lo que soy, lo que soy… Quebrántame, toma lo que soy Y renuévame, hazme como tú Señor, transfórmame a tu imagen Quiero renacer en ti Quebrántame, toma lo que soy Y renuévame, hazme como tú Señor, transfórmame a tu imagen Quiero renacer en ti
CANTO: TEMBLANDO DE AMOR
En tu cuerpo encuentro mi paz, Señor En ti descansa mi alma Y es tal mi emoción, Amado mío, que tiemblo por ti Estoy temblando de amor por ti, Señor Temblando al sentirte en mi interior Estoy temblando de amor y el corazón Se me derrite por ti Se me derrite por ti Se me derrite por ti, Señor Van tu cuerpo y sangre directo al corazón, te refugias en mí Y te siento tan vivo en mi interior, que tiemblo por ti Estoy temblando de amor por ti, Señor Temblando al sentirte en mi interior Estoy temblando de amor y el corazón Se me derrite por ti Se me derrite por ti Se me derrite por ti, Señor Momento 5. Reflexión. LECTOR: Señor, tú has querido que nosotros te amáramos, y nosotros no podíamos amarte a menos que este Amor viniera de ti, pues Tú nos amaste primero. Pero nosotros te amamos por la caridad y el amor que tú mismo has puesto en nosotros. Señor, tú eres demasiado grande, mereces demasiado de nosotros, y no pequeñeces, como a un pobre Lázaro, que apenas te damos unas pocas migajas de nuestro tiempo y de nuestro corazón, tú mereces lo mejor Señor. Eres un bien infinito y serás nuestra felicidad eterna. El dinero, los placeres, las fortunas de este mundo, en comparación, son apenas fragmentos de bien y momentos fugaces de felicidad. No sería sabio dar tanto de nosotros a estas cosas y poco de nosotros a ti Señor Jesús. Permítenos seguir amándote con todo nuestro corazón y seguir amando a nuestros hermanos como tú mismo no los pediste, que nos amaramos los unos a los otros como Tú nos amas Señor Jesús. Me muero de amor por ti, Señor, esto que siento por ti no se compara con lo que siento por los demás. Te amo con locura.
Extiendes tu mano A mi corazón Me das el universo En un acto de amor. Y ya no necesito nada Cuando tengo de tu amor Puedo verme en tu mirada Estas en mi Señor Momento 6. Reflexión y conclusión. LECTOR: Señor, no nos dejaste solos, te quedaste en este pan, te quedaste para que te recibamos, para que te contemplemos, para que te visitemos. Te quedaste accesible a nosotros, siempre estás ahí, esperando a que te visitemos, a que te recibamos en comunión con mis hermanos. No nos dejaste solos, Señor, nos dejaste a tu Iglesia, nos dejaste a esta hermosa comunidad en la cual podemos apoyarnos, porque estamos en el mismo camino y esfuerzo de una vida de santidad. Nos dejaste a tu madre, María, que nos acompaña en cada paso que damos y vela por nosotros como esa madre que nos protege. Nos dejaste a tu Espíritu, para que todo lo que vivamos, y todas estas experiencias de amor que tenemos contigo, podamos salir y comunicarlo al mundo, con palabras pero sobre todo con el ejemplo. Ser un cristo en la tierra para los demás. Ser uno solo contigo y con mis hermanos. Dejar las rivalidades entre apostolados, movimientos, o pastorales, y recordar que todo lo hacemos por ti y para ti, que seamos solo uno. CANTO: SIEMPRE IMAGINÉ Siempre imaginé la felicidad ligada al poder y a la comodidad Siempre imaginé la felicidad ligada a mis sueños cumplidos No sabía que la felicidad era así Miembro de un pueblo, tengo familia Ciudadano del cielo y de estirpe elegida De nación, piedra de iglesia, que habita en Jerusalén Oveja del divino redil A quien el pastor señala y susurra Estos son mi madre y mis hermanos, soy de tu familia
Que bonita es tú Iglesia Siempre imaginé la felicidad ligada al poder y a la comodidad Siempre imaginé la felicidad ligada a mis sueños cumplidos No sabía que la felicidad está aquí Aquí y no allí, ahora y no mañana En lo que hago y no en lo que queda por hacer Dentro de mí, el saber que me amas Serte fiel y no, entender o poseer Aquí la noche es clara como el día Lugar del que me miras y me susurras Cuanto te he esperado, soy de tu familia Que bonita es tu Iglesia Riéndome de mi autosuficiencia Contigo pan blanco que me susurras “Se uno como el Padre y yo Porque soy de tu familia” Que bonita es Estos son mi madre y mis hermanos, soy de tu familia Que bonita es, tu Iglesia Momento final: Resguardo de la Eucaristía CANTO: BENDITO HAKUNA Bendito sea Dios, su santo nombre Bendito Jesucristo, Dios de carne Bendita creación que enamoró a su Creador Bendito deseado y deseante Bendito sea Dios su ardiente corazón Su preciosa sangre, su presencia apasionada en el altar Bendito el Espíritu libre y amante Bendita la Madre de Dios, José, los ángeles, los santos Bendito Cristo entre nosotros: ¡¡su familia!! Uuuuuuuuuuuuu Que da la vida ¡¡Bendito sea Dios que da la Vida!!
