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este documento trata sobre todo lo que contiene la materia de dactiloscopia, las caracteristicas de los dibujos que se pueden encontrar en los pulpejos de los dedos
Tipo: Apuntes
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¡No te pierdas las partes importantes!
Departamento de Justicia de los Estados Unidos
Oficina de Programas de Justicia
810 Seventh Street N. W.
Washington, DC 20531
ii
8–1 Capítulo 8: La Preservación de las Crestas de Fricción
9–1 Capítulo 9: Proceso de Examinación
Capítulo 10: Documentación de Impresiones de Crestas de Fricción: De 10-1 (^) la Escena a la Conclusión
11-1 Capítulo 11: Equipo
12-1 Capítulo 12: Garantia de Calidad
13-1 Capítulo 13: Huellas Dactilares y la Ley
Capítulo 14: Investigación Científica que Sustenta los Fundamentos de 14–1 (^) la Examinación de Crestas de Fricción
15–1 (^) Capítulo 15: Habilidades Especiales y Debilidades en la Habilidad Forense
A–1 Apéndice A: Biografía del Autor y del Revisor
Apéndice B: El Origen del Grupo de Trabajo Científico sobre el Analisis, B–1 (^) Estudio y Tecnología de las Crestas de Fricción (SWGFAST)
C–1 Apéndice C: Miembros de SWGFAST
Apéndice D: Terminología Estándar de SWGFAST sobre la Examinación D–1 (^) de Huellas Dactilares, ver. 3.
La idea de El Libro de Referencia de las Huellas Dactilares se originó durante una reunión en abril de 2002. Los individuos quienes representaban a las comunidades académicas y científicas de huel- las dactilares se reunieron en Chicago, Illinois, du- rante día y medio para discutir el estado de la iden- tificación de huellas dactilares con miras hacia los desafíos planteados por cuestiones de Daubert. La reunión fue un proyecto conjunto entre la Aso- ciación Internacional para la Identificación (IAI) y la Universidad de West Virginia (WVU). Una recomen- dación que salió de esa reunión fue la sugerencia de crear un libro de referencia para los revisores de crestas de fricción, es decir, una única fuente de información documentada con respecto al tema. Este libro de referencia proporcionaría información educativa, de capacitación, e investigación para la comunidad científica internacional.
El Grupo de Trabajo Científico sobre el Análisis, Estudio y Tecnología de las Crestas de Fricción (SWGFAST) preparó un resumen de los temas que debían ser incluidos en el libro de referencia. Charles Illsley, miembro del SWGFAST, preparó una propuesta de subsidios para entregarla al Insti- tuto Nacional de Justicia (NIJ) y solicitar la finan- ciación del proyecto, con Frank Fitzpatrick como el director del proyecto y Alan y Debbie McRoberts
PREFACIO
como los editores de libro de referencia. Aunque muchos participantes del proyecto eran, y algunos siguen siendo, miembros activos del SWGFAST, la participación en el proyecto no estaba restringida a miembros del SWGFAST.
El NIJ proporcionó financiamiento a la Iniciativa de Ciencias Forenses de WVU para apoyar el proyecto, y extendió un llamado a los autores y revisores de toda la comunidad forense. Se pidió a los posibles autores que prepararan un esquema detallado y una introducción (aproximadamente de 250 a 750 palabras) para cada capítulo que espera- ban escribir. También se les pidió proporcionar un currículum vitae. Dos o más individuos eligieron ser voluntarios para la mayoría de los capítulos y al- gunos capítulos tenían hasta siete voluntarios. Los revisores criticaron las introducciones y bosquejos para los distintos capítulos, y Frank Fitzpatrick y yo hicimos la selección final de los autores de los capítulos. Múltiples revisores para cada capítulo participaron, quienes se encuentran listados al final de cada capítulo. Los currículos de todos los autores y la mayoría de los revisores se incluyen en el apéndice.
Después se hizo la selección de los autores y, los capítulos fueron asignados a los distintos autores y
iii
3 1.1 Introducción
3 1.2 Historia Antigua
4 1.3 221 AC a 1637 DC
5 1.4 Siglos 17 y 18
6 1.5 Siglo 19
12 1.6 Siglo 20
18 1.7 Conclusión
18 1.8 Revisores
18 1.9 Referencias
19 1.10 Información Adicional
los primeros constructores dejaron impresiones en la arcilla utilizada para fabricar ladrillos (Berry y Stoney, 2001, pág. 8-9).
Se han encontrado otros artefactos antiguos que tienen modelos de crestas sobre los que habían sido claramente talladas en lugar de ser impresiones accidentales. Ejemplos de artefactos antiguos que muestran lo que podría consider- arse como diseños de crestas de fricción incluyen obras de arte megalítico en la tumba de Gavr’inis en una isla frente a la costa oeste de Francia y en la tumba de Newgrange, en la costa de Irlanda (Figura 1-1).
1.3 221 AC a 1637 DC
Los chinos son la primera cultura que se conoce por haber utilizado impresiones de crestas de fricción como medio de identificación. El primer ejemplo proviene de un documento chino que se titula “The Volume of Crime Scene Investigation – Burglary”, de la Dinastía Qin (221-206 AC). El documento contiene una descripción de cómo se utilizaron las huellas de las manos como un tipo de evidencia (Xiang-Xin y Chun-Ge, 1988, pág. 283).
Durante los Qin a través de Dinastías Han del Este (221 AC a 220 DC), el ejemplo más frecuente de la individualización me- diante crestas de fricción fue el sello de arcilla. Documentos que consisten en trozos o páginas de bambú que se enrollaron
con fijaciones de cuerda, y las cuerdas fueron selladas con ar- cilla (Xiang-Xin y Chun-Ge, 1988, pág. 277-278). A un lado de la junta estaría impresionado el nombre del autor, por lo general en la forma de sello, y por otro lado la impresión de la huella dactilar del autor. El sello se utilizó para mostrar la autoría y evi- tar la manipulación previa a que el documento llegara al lector destinado. Generalmente se reconoce que era tanto la huella dactilar como el nombre lo que dio autenticidad al documento.
La impresión de la huella dactilar en el sello de la arcilla es un ejemplo definitivo de la reproducción intencional de crestas de fricción en piel como un medio de individualización. Está claro que los chinos entendieron el valor de las crestas de fric- ción en piel antes de la era cristiana (Laufer, 1912, pág. 649).
Tras la invención china del papel en el año 105 DC, se hizo común firmar documentos utilizando las crestas de fricción dactilares. Era una práctica habitual en China para colocar una impresión – ya sea las marcas de las palmas o falanges (conjuntas menores del dedo), o las huellas dactilares – en todos los documentos de tipo contrato (Xiang-Xin y Chun-Ge, 1988, pág. 282-284). En el año 650 DC, el historiador chino Kia Kung-Yen describe un medio de identificación o escritura utilizado previamente. “Tablas de madera eran inscritas con los términos del contrato y las muescas se cortaban por los lados en los mismos lugares, de tal forma que las tabletas podían emparejarse después, demostrando su genuinidad; la
FIGURA 1– Una de las piedras de Newgrange (cortesía de http://www.ancient-wisdom.co.uk)
C A P Í T U L O 1 Historia
importancia de las muescas era la misma que la de las huellas dactilares actualmente” (Ashbaugh, 1999, pág. 17).
Esta declaración se inclina a confirmar que en China las huel las dactilares se utilizaron para individualizar.
El uso de impresiones de piel con crestas de fricción en China continuó en la Dinastía Tang (617-907 DC), como se aprecia en los contratos inmobiliarios, testamentos y listados del ejér- cito. Se puede postular que con los chinos usando las crestas de fricción de la piel para la individualización y el comercio con otras naciones de Asia, estos otros países pudieron haber adoptado la práctica. Por ejemplo, en Japón, una “Ley In terna” promulgada en 702 DC requiere lo siguiente: “En caso de que un esposo no pudiera escribir, le permitían contratar a otro hombre para que escribiera el documento y después del nombre del esposo, firmara con su propio dedo índice” (Ashbaugh, 1999, pág. 17-18; Lambourne, 1984, pág. 24). Esto demuestra al menos la posibilidad de que los japoneses tenían cierta comprensión del valor de las crestas de fricción en la piel para la individualización.
Además, en India hay referencias en cuanto a la nobleza utili zando las crestas de fricción de la piel como firmas:
En el año 1637 DC, las fuerzas conjuntas de Shah Jahan y Adil Khan, bajo el mando de Khan Zaman Bahadur, invadieron el campamento de Shahuji Bhosle, gober- nante de Pona (Maharashtra en la actualidad). El ejército conjunto derrotó a Shahuji, quien fue obligado a aceptar los términos de paz:
Ya que la guarnición (de Shahuji) se había reducido a medidas extremas... [,] Shahuji escribía con frecuen cia para Khan Bahadur en el más humilde esfuerzo, jurando lealtad a la corona; y al mismo tiempo solicitó un tratado por escrito... estampado con la impresión de la mano. (Sodhi y Kaur, 2003a, pág. 126-136).
El texto anterior es un ejemplo del uso de impresiones de la palma de la mano por parte de la nobleza en India para dem ostrar la autenticidad de la autoría al escribir un documento importante. Se cree que el uso de impresiones en docu mentos importantes fue adoptado de los chinos, donde se utilizaba normalmente mientras que en India era prin cipalmente reservado para la realeza (Sodhi y Kaur, 2003a, pág. 129-131). El uso de crestas de fricción en piel como firma en China, Japón, India, y posiblemente otras naciones antes de descubrimiento europeo está bien documentado.
FIGURA 1– Dr. Nehemiah Grew (1641-1712). (Cortesía de las Bibliotecas de las Instituciones Smithsonian).
FIGURA 1– Dr. Marcello Malpighi (1628-1694). (Reimpresión de Locy (1908). Imagen obtenida de Google Books).
1.4 Siglos 17 y 18
A finales del siglo 17, los científicos europeos empezaron a publicar sus observaciones acerca de la piel humana. Las crestas de fricción de la piel fueron descritas por primera vez en detalle por el Dr. Nehemiah Grew (Figura 1-2) en 1684 con el documento Philosophical Transactions of the Royal Society of London. La descripción del Dr. Grew marcó el inicio en el Hemisferio Occidental en las observaciones y caracterizaciones de crestas de fricción en piel (Ashbaugh, 1999, pág. 38; Lambourne, 1984, pág. 25). En 1685, Govard Bidloo, anatomista holandés, publicó Anatomy of the Human Body, que incluía detalles de la piel y las crestas papilares del pulgar, pero no abordó la individualización o permanencia (Ashbaugh, 1999, pág. 39; Felsher, 1962, pág. 6-12). En 1687, el fisiólogo italiano Marcello Malpighi (Figura 1-3) publicó Concerning the External Tactile Organs, en los que la función, forma y estructura de las crestas de fricción en piel fueron abordadas. A Malpighi se le atribuye ser el primero en utilizar el microscopio recién inventado para estudios médicos. En su tratado, Malpighi señaló que la piel surcada aumenta la fricción entre un objeto y la superficie de la piel;
Historia C A P Í T U L O 1
comenzó imprimiendo su mano derecha en 1856 y nue vamente en 1897, por lo tanto obtuvo el crédito como la primera persona en iniciar un estudio de permanencia. Sin embargo, en el artículo que Welcker publicó en 1898, no buscó crédito alguno, más bien parecía que sólo ofrecía asistencia a las reclamaciones previas en relación con la permanencia de las crestas de fricción en la piel (Wilder y Wentworth, 1918, pág. 339-340). Welcker no es citado a menudo. En general, el crédito por ser la primera persona en estudiar la persistencia de las crestas de fricción de la piel se le otorga a Sir William James Herschel.
Herschel (Figura 1-6) nació en Inglaterra y se mudó en 1853, a los 20 años, a Bengala, India, para servir como administrador británico para la East India Company. En 1858, experimentó con la idea de utilizar una huella de mano como firma al tener a un hombre llamado Rajyadhar Konai, a quien le pidió poner el sello de su mano derecha en la parte posterior de un con trato de materiales de construcción de carreteras. El contrato fue recibido y aceptado como válido. Esta impresión espontánea de la mano de Konai dio lugar al primer uso oficial de las crestas de fricción en piel por un europeo. El éxito de este experimento llevó a Herschel a iniciar una larga exploración de las crestas de fricción en piel, y al año siguiente juntó múltiples huellas dactilares de familiares, ami gos, colegas e incluso de él mismo. En 1860, fue ascendido a magistrado y quedó a cargo de Nuddea, una subdivisión rural en Bengala. Una vez allí, reconoció más posibilidades de identificación para el uso de crestas de fricción en piel, especialmente en la lucha y prevención del fraude.
Tras su nombramiento como Magistrado y Colector en Hooghly, cerca de Calcuta, en 1877, Herschel fue capaz de establecer la grabación de la piel con crestas de fricción como método para individualizar de una forma generalizada. Her- schel estaba a cargo de los tribunales penales, las prisiones, el registro de hechos, y el pago de pensiones del gobierno, todos los cuales controlaba con la identificación por medio de huellas dactilares. El 15 de agosto de 1877, Herschel escribió lo que se conoce como la “Carta Hooghly” dirigida al Inspector de Cárceles de Bengala y del Registro General, describiendo sus ideas y sugiriendo que el sistema de huella dactilar se ampliara a otras zonas geográficas. Incluso al proponer usos adicionales de este medio de individualización, la Carta Hooghly también explica tanto la permanencia como la singularidad de las crestas de fricción en la piel (Herschel, 1916, pág. 22-23).
Herschel continuó su estudio sobre la permanencia de las crestas de fricción en piel a lo largo de su vida. Publicó huellas
de sí mismo tomadas en 1859, 1877, y 1916 para demostrar dicha permanencia (Herschel, 1916, pág. 22-31).
En 1877, Thomas Taylor (1820-1910), un microscopista del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, dio una conferencia en relación con impresiones y sus posibles aplicaciones en relación con la delincuencia. Taylor propuso la idea de utilizar huellas de sangre encontradas en escenas del crimen como un medio para identificar a los sospechosos. La conferencia fue publicada en la edición de julio de 1877 de The American Journal of Microscopy and Popular Science (Ashbaugh, 1999, pág. 26).
Henry Faulds (Figura 1-7) se interesó en las crestas de fricción en la piel después de ver a detalle la cresta en cerámica, la cual fue encontrada en una playa japonesa (Faulds, 1880). Él nació en Beith, en Ayrshire, en 1843, y entró en la Universidad de Anderson en Glasgow, donde se graduó como Licenciado de la Facultad Real de Médicos y Cirujanos en 1871. Faulds, como misionero médico, abrió un hospital de Tsukiji, Japón, y trabajó allí de 1873 a 1885 (Lambourne, 1984, pág. 33). Durante ese tiempo, Faulds dirigió una investigación indepen diente mediante la recopilación de las impresiones tanto de
FIGURA 1– Sir William James Herschel (1833-1917). (Reimpreso de colección privada (1913). Cortesía de las Bibliotecas de la Universidad de West Virginia).
FIGURA 1– Henry Faulds (1843-1930). (Reimpreso de Faulds (1922). Cortesía de las Bibliotecas de la Universidad de West Virginia).
Historia C A P Í T U L O 1
monos como de personas. En una carta con fecha del 16 de febrero de 1880, dirigida al famoso naturalista Charles Darwin, Faulds escribió que las crestas de fricción eran únicas y clasifi- cables y aludió a su permanencia (Lambourne, 1984, pág. 34-35). En octubre de 1880, Faulds presentó un artículo para su publicación en la revista Nature con el fin de informar a los demás investigadores acerca de sus hallazgos (Faulds, 1880, pág. 605). En ese artículo, Faulds propuso utilizar la individual- ización de crestas de fricción en las escenas del crimen y dio dos ejemplos prácticos. En un ejemplo, una impresión de gra- sa en un vaso reveló quién había estado tomando licores des- tilados. En el otro, las huellas dactilares de hollín en una pared blanca exoneraron a una persona acusada (Faulds, 1880, pág. 605). Faulds fue el primero en publicar en un periódico el valor de la individualización de las crestas de fricción en la piel, especialmente en su uso como evidencia. (Para más información sobre Faulds, consulte el Capítulo 5).
Aunque Herschel y Faulds estudiaban las crestas de fricción de la piel, otro científico ideaba un método de identificación alterno. Alphonse Bertillon (Figura 1-8) era un empleado de la Prefectura de Policía de París, Francia. En 1879, Bertillon comenzó a estudiar las medidas corporales de varios indi- viduos y trazó la antropometría, la cual se empezó a utilizar por primera vez en 1882. La antropometría es el estudio de las medidas del cuerpo con fines de identificación. El método antropométrico de Bertillon medía la altura, alcance (dedo me- dio a dedo medio con los brazos extendidos), tronco, longitud de la cabeza, ancho de la cabeza, longitud de la oreja derecha,
ancho de la oreja derecha, longitud del pie izquierdo, longitud del dedo medio izquierdo, longitud del meñique izquierdo, y la longitud del antebrazo izquierdo. Con el éxito de la antrop- ometría, Bertillon fue promovido a Jefe del Departamento de Identidad Judicial in 1888 (Rhodes, 1956, pág. 103). (Para más información sobre Bertillon, consulte el Capítulo 5).
La antropometría es una manera científica y biométrica de in- dividualizar, y fue utilizada en los delincuentes en casi todo el mundo desde su introducción en 1882 y hasta 1914. Mientras la identificación con crestas de fricción dactilares se hizo más prevalente tras la experimentación que mostraba su utilidad, se añadieron las huellas dactilares a los registros antropo- métricos. Por lo tanto, un registro antropométrico completo incluiría 11 medidas del cuerpo, 2 fotografías (cara de frente y lateral derecho), y un conjunto de las 10 huellas dactilares. A pesar de que no se había adoptado oficialmente como único medio de identificación en Francia o en otros lugares de Eu- ropa, el concepto de utilizar las crestas de fricción en piel para la individualización fue ganando fuerza.
En los Estados Unidos, el geólogo Gilbert Thompson protegía sus cheques contra la falsificación usando la huella de su dedo como firma. Thompson hizo esto mientras trabaja en un proyecto en Nuevo México en 1882 (Galton, 1892, pág. 27).
En 1883, otro estadounidense, Samuel Langhorne Clemens (1835-1910), mejor conocido como Mark Twain, escribió la historia de su vida en el libro Life on the Mississippi e incluyó un pasaje sobre la permanencia y singularidad de la impre- sión de la bola del pulgar (Twain, 1883, pág. 160-161). En 1884, Clemens escribió la novela The Tragedy of Pudd’nhead Wilson. En ella cuenta la historia de un abogado que pasa su tiempo coleccionando impresiones de la gente del pueblo local para luego usarlas al resolver un asesinato. Clemens no sólo explica la permanencia y singularidad de las cres- tas de fricción en la piel, el libro también cuenta con varias demostraciones en tribunales: la primera muestra cómo las impresiones de cada persona son diferentes en cada dedo, la segunda muestra que incluso los gemelos idénticos tienen huellas diferentes el uno del otro, la tercera muestra cómo las impresiones de los dedos pueden ser individualizadas, y la última atrapa al asesino. La historia se cuenta con cono- cimiento crítico de las crestas de fricción en piel (Twain, 1884, pág. 128-137). Aunque la antropometría fue el método actual de identificación en la década de 1880, los escritos de Clemens muestran que el valor de las crestas de fricción en la piel para identificar de forma única a un individuo se estaba convirtiendo en algo cada vez más conocido.
FIGURA 1– Alphonse Bertillon (1853-1913). (Reimpreso de McClaughry (1922). Cortesía de las Bibliotecas de la Universidad de West Virginia).
C A P Í T U L O 1 Historia
de delincuentes y diseñó su propio sistema de clasificación (Lambourne, 1984, pág. 58-59. El sistema de clasificación e individualización de Vucetich para los internos a través del uso de huellas dactilares fueron los primeros usos prácticos de la ciencia de huellas dactilares por parte de oficiales de la ley. Otros países pronto miraron hacia el uso de un sistema de huellas dactilares para identificar a los internos. (Para mayor información sobre Vucetich, consulte el Capítulo 5).
En 1892, en Buenos Aires, Argentina, un asesinato se resolvió mediante pruebas de huellas dactilares encontradas en la es- cena del crimen. Los dos hijos de Francisca Rojas habían sido asesinados y la misma Rojas tenía una herida en la garganta. Ella acusó a un hombre llamado Velásquez del asesinato, diciendo que él estaba celoso porque ella se negó a casarse con él porque ella estaba enamorada de otro hombre. Las autoridades locales golpearon brutalmente a Velásquez con la esperanza de una confesión. Cuando Velásquez no confiesa, traen al Inspector Eduardo Álvarez de La Plata para llevar a cabo una investigación a fondo. El Inspector Álvarez comenzó examinando la escena del crimen y encontró una huella dacti- lar ensangrentada en la puerta. Después de haber sido entre- nado por Juan Vucetich para comparar las huellas dactilares, Álvarez retira la sección de la puerta con la impresión y com- para la huella dactilar ensangrentada con las huellas dactilares de Francisca Rojas. Cuando fue confrontada y se le mostró que su propia huella dactilar correspondía a la huella en la puerta, confesó los asesinatos (New Scotland Yard, 1990, pág. 8-9; Beavan, 2001, pág. 114-116). El caso del asesinato de Rojas se considera como el primer homicidio resuelto por evidencia de huellas dactilares y Argentina se convirtió en el primer país en depender únicamente de las huellas dactilares como método de individualización (Lambourne, 1984, pág. 58-59).
El Troup Committee, nombrado así por su presidente, Charles Edward Troup, se formó en 1893 para investigar los métodos de identificación actuales y posibles futuros de delincuentes habituales en Inglaterra. Después de una amplia investig- ación sobre los métodos anteriores de identificación (como fotografías y recuerdos de agentes de policía), así como los nuevos métodos de antropometría y huellas dactilares, el Troup Committee llegó a un compromiso. Dicho Comité, como Sir Francis Galton, reconoció la debilidad inherente en la presentación y recuperación de huellas dactilares. Ambas, la antropometría y las huellas dactilares fueron consideradas métodos eficaces de identificación, pero en aquel momento, las huellas dactilares no tenían un sistema de clasificación adecuado; por lo tanto, el comité se sintió obligado a utilizar ambos sistemas y recomendó que se tomaran y se utilizaran las cinco medidas antropométricas importantes para la cla- sificación primaria, y que las huellas dactilares se adjuntaran como un componente adicional al sistema de clasificación. Las recomendaciones del comité estuvieron seguidas por In- glaterra y Bengala. En 1894, se midieron y tomaron las huellas dactilares de todos los criminales recién detenidos en esas dos jurisdicciones (Lambourne, 1984, pág. 46-51).
En 1894, Sir Edward Richard Henry (Figura 1-11), Inspector General de Policía de las Provincias Bajas, Bengala, colaboró con Galton en un método de clasificación de las huellas dacti- lares. Con la ayuda de los agentes de policía de la India Khan Bahadur Azizul Haque y Rai Bahaden Hem Chandra Bose, se desarrolló el sistema de clasificación Henry. Una vez que el sistema de clasificación fue desarrollado y mostró ser eficaz, Henry escribió al gobierno de India pidiendo una revisión comparativa de la antropometría y las huellas dactilares. Charles Strahan, Topógrafo General de la India, y el químico Alexander Pedler fueron enviados a Bengala para reunirse con Henry e investigar los dos métodos de identificación. Hacia finales de marzo de 1897, enviaron un informe al Gobierno de India que declaraba: “En conclusión, somos de la opinión de que el método de identificación mediante huellas dactilares, como funcionó en el sistema de grabación de impresiones y de clasificación utilizados en Bengala, puede ser adoptado de manera segura como superior al método de antropometría - (1) en la sencillez del trabajo; (2) en el costo del aparato; (3) en el hecho de que todo el trabajo calificado se desplaza a una oficina central o de clasificación; (4) en la rapidez con que el proceso puede ser trabajado; y (5) en la certeza de los resul- tados. “(Henry, 1934, pág. 79). Aunque en 1897, el gobierno de India sancionó el uso exclusivo de huellas dactilares como medio de identificación para internos. (Para más información sobre Henry, consulte el Capítulo 5.).
FIGURA 1– Sir Edward Richard Henry (1850-1931). (Reimpresión de la Finger Print Publishing Association (1919). Cortesía de las Bibliotecas de la Universidad de West Virginia).
C A P Í T U L O 1 Historia
Así como el uso de la piel con crestas de fricción para la individualización fue cada vez más frecuente, la investigación para comprender mejor su evolución y propósito también se estaba desarrollando. A David Hepburn de la Universidad de Edimburgo, Escocia, se le atribuye ser el primero en reconocer que las crestas de fricción ayudan a sujetar al aumentar el nivel de fricción entre las crestas y el objeto captado. El documento de Hepburn, “The Papillary Ridges on the Hands and Feet of Monkeys and Men”, publicado en 1895 (Hepburn, 1895, pág. 525-537), abordó la evolución de las almohadillas en la palma de la mano y nombró a dos almohadillas de la palma: hipotenar y tenar. Como la inves tigación sobre la forma y función de las crestas de fricción en piel aumentaba, también lo hizo el estudio sobre el uso de las huellas dactilares de manera efectiva como medio de individualización.
Harris Hawthorne Wilder, Profesor de Zoología en la Universi dad Smith, estaba estudiando a los primates cuando se sor- prendió por el parecido de sus crestas de fricción palmares a las de los humanos. Wilder publicó su primer trabajo en 1897, titulado “On the Disposition of the Epidermic Folds upon the Palms and Soles of Primates”. Durante las siguientes tres décadas, Wilder continuó investigando sobre la morfología (el estudio biológico de la forma y estructura de los organismos vivos), la metodología de la dermatoglifia plantar y palmar (el estudio de las crestas de fricción) (Cummins y Midlo, 1943, pág. 22), la genética y las diferencias raciales Wilder fue el primero en sugerir que los centros de perturbación de formaciones de crestas de fricción en primates realmente representan las ubicaciones de las almohadillas palmares. También desarrolló la hipótesis de una relación entre los patrones de crestas de fricción en primates y las almohadillas palmares.
Un caso penal en Bengala en 1898 es considerado como el primer caso en el que se utilizó la evidencia de huellas dactilares para asegurar una condena (Sodhi y Kaur, 2003b, pág. 1-3):
El gerente de un jardín de té situado en el distrito de Julpaiguri en la frontera de Bután se encontraba acostado en su cama con la garganta cortada, su caja de envíos y caja de seguridad habían sido saqueados, llevándose varios cientos de rupias. Se sugirió que uno de los peones que trabajaban en el jardín había cometido el hecho, ya que el fallecido tenía la reputación de ser muy exigente; o que su cocinero, sobre cuyas ropas había algunas manchas de sangre, podría ser el culpable. Hubo sospechas también
de los familiares de una mujer con la que el hombre asesi nado tenía una relación, también de una banda errante de los habitantes de Kabul con tendencias criminales que habían acampado últimamente en el barrio. También se hizo una representación de que el fallecido tenía un enemigo en un exempleado, a quien le había causado estar encarcelado por robo. Su mensaje, sin embargo, era satisfactorio para la policía y que no había pruebas para incriminar al peón, o a los familiares de la mujer o a los habitantes de Kabul, y se determinó que el exempleado había sido liberado de la cárcel unas semanas antes, y nadie podía decir que se le había visto en el distrito desde entonces. La declaración del cocinero era que las marcas en su ropa eran manchas de sangre de la paloma que había matado para la cena de su patrón y fue apoyada por el informe del Analista Químico. Afortunadamente, entre los papeles en la caja de envío se encontró un calendario en forma de libro, impreso en caracteres bengalíes, con una cubierta exterior de papel azul claro en donde se nota- ban dos ligeras manchas marrón. Bajo la lupa, una mancha era descifrable como parte de la impresión de uno de los dedos de la mano derecha de una persona. En la Oficina Central de la Policía de Bengala, las impresiones dactilares de todas las personas condenadas por ciertos delitos las clasifican y registran, y cuando se comparó la impresión en el calendario se encontró que correspondía exacta mente con la impresión del pulgar derecho de Kangali Charan, el exempleado a quien se hace referencia previa mente. Él, en consecuencia, fue detenido en Birbhum, un distrito a algunos cientos de kilómetros de distancia, se le trajo a Calcuta, donde se tomó de nuevo la impresión de su pulgar derecho, y la policía, mientras tanto, se dedicó a la recopilación de evidencias de corroboración. El Exami nador Químico del Gobierno certificó que las marcas color marrón en el calendario eran sangre de mamíferos, prueba de que el asesino real o algún socio había marcado su pulgar manchado con sangre contra el calendario cuando revolvía los papeles de la caja buscando la llave de la caja fuerte. El acusado fue sentenciado a enfrentar su juicio ante un juez y asesores, acusado de asesinato y robo, y finalmente fue declarado culpable de haber robado la propiedad faltante del difunto, los asesores consideraban que no sería seguro condenarlo por asesinato ya que nadie lo había visto cometer el hecho, pero declararon que el cargo por robo era concluyente en su contra. Esta condena fue confirmada por los jueces de la Suprema Corte, a la cual el caso fue tomado en apelación (Henry, 1934, pág. 57-60).
Historia C A P Í T U L O 1
lo tanto estaban probablemente relacionados. Los registros de la prisión también citan que George Frijol, recluso en Leavenworth, informó que conoció a William y Will West en el territorio cerca de su casa antes de entrar a prisión, y que eran hermanos gemelos (Nickell, 1980, pág. 3-9). Su relación exacta aún se desconoce. Lo que es un hecho es que los dos hombres West no eran inusuales; muchas personas tienen mediciones antropométricas similares. Es generalmente aceptado que los gemelos idénticos tendrán las mismas o casi las mismas medidas antropométricas, pero son fácilmente diferenciados por las huellas dactilares. De este modo, la superioridad de las huellas dactilares sobre la antropometría es clara.
En la Feria Mundial de 1904 en Saint Louis, había tres puestos que demostraban los métodos de identificación. Uno de ellos mostraba el método antropométrico y estaba dirigido por Emerson E. Davis, de Nueva York. El Capitán James J. Parke, de Nueva York, y el Inspector John Kenneth Ferrier, de Scotland Yard, cada uno estableció un stand que mostraba el método de identificación por huellas dactilares. El Inspector Ferrier discutía el método de la huella dactilar con muchas personas en la feria, varios de los cuales estaban a cargo de sus propios departamentos de policía en todo los Estados Unidos. También mostró a los visitantes una instancia donde las mediciones antropométricas de dos hombres variaban sólo por un milímetro, y cómo las huellas dactilares eran diferentes (Myers, 1938, pág. 19). Después de la feria, Ferrier permaneció en los Estados Unidos para enseñar sobre huellas dactilares, incluyendo el uso de polvo para desarrollar huellas latentes (Myers, 1938, pág. 19-21). Los estudiantes de Ferrier se dedic aron a enseñar sobre huellas dactilares a las comunidades de policía y militares en todo el resto de los Estados Unidos.
El 19 de octubre de 1904, el inspector Ferrier y el Mayor MW McClaughry comenzaron a tomar las huellas dactilares de to dos los internos en Leavenworth, Kansas, una prisión federal. Estos registros de huellas dactilares se convirtieron en el inicio de la recolección de huellas dactilares por parte del Gobierno de los Estados Unidos (Myers 1938, pág. 19-20).
En 1904, Inez Whipple publicó el documento “The Ventral Sur- face of the Mammalian Chiridium”. El estudio de Whipple de la palma de mamíferos y las configuraciones únicas formó una parte importante del conocimiento científico moderno sobre el tema y se considera un hito en el campo de la genética y el estudio de las crestas (Ashbaugh, 1999, pág. 43). Su tratado fue sobre la evolución de las crestas de fricción en la piel y
su desarrollo a la par de la evolución humana. Whipple teorizó que los mamíferos perdían el pelo en la superficie de las palmas, las cuales evolucionarón en crestas de acuerdo con la necesidad de fricción para facilitar la locomoción y sujetar objetos. Ella dio la ubicación de las almohadillas palmares y explicó las posibles fuerzas que afectan el crecimiento de la cresta. (Whipple, 1904, pág. 261-368). Whipple, quien se convirtió en Inez Wilder después del matrimonio, fue sin duda influenciada por su colega y esposo, Harris Hawthorne Wilder (ver pág. 16).
En 1905, el inspector Charles S. Collins, de Scotland Yard, declaró acerca de la individualización de huellas dactilares de un sospechoso en una caja registradora. El caso implicaba el asesinato de un hombre y su esposa. Dos hermanos, Alfred y Albert Stratton, fueron los acusados. Collins explicó al jurado la clasificación de las huellas dactilares y cómo llevar a cabo una individualización. Entonces, mostró las características que había marcado en una gráfica como ejemplo, encajaban con el pulgar derecho de Alfred Stratton. Collins afirmó que en todos sus años de experiencia, nunca había encontrado dos grabados que tuvieran más de tres características en común. En este caso, había 11 características en común. Complementando las declaraciones de testigos presenciales, la individualización de la impresión del pulgar derecho de Alfred Stratton fue la pieza más fuerte de evidencia en el caso. Se encontró a ambos hermanos culpables de los asesinatos y fueron condenados a muerte. Este caso se conoce como el Juicio por Asesinato Deptford, en referencia a la dirección del crimen, y fue el primer juicio por asesinato en Inglaterra en el que se utilizaron las huellas dactilares como prueba.
También en 1905, en el caso del Emperador v Abdul Hamid, un tribunal en India decidió que ningún experto estaba obligado a dar testimonio de la individualización de huellas, y una corte de apelaciones estuvo de acuerdo. Ellos creían que los participantes en el tribunal podrían fácilmente hacer una comparación como cualquier otra persona, y que un experto no era necesario (Cole, 2001, pág. 170). Otros tri bunales después estarían en desacuerdo con la posición de que no se requería de expertos para individualizar las huellas dactilares.
El sospechoso de asesinato Thomas Jennings fue con denado en 1910 tras el testimonio de cuatro expertos que individualizaron las huellas dactilares de Jennings de un barandal en un cobertizo de la escena del crimen. Los expertos eran Michael P. Evans, Jefe de la Oficina de Identi
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ficación del Departamento de Policía de Chicago; William M. Evans, previamente de la Dirección General de Identificación del Departamento de Policía de Chicago; Edward Foster, un Inspector de Policía del Dominio en Ottawa, Canadá; Mary Holland, capacitadora del personal de la Marina y la primera mujer instructora estadounidense sobre huellas dactilares.* Los cuatro testigos declararon que las huellas dactilares en el barandal fueron hechas por Jennings. Otra evidencia también incriminaba al acusado, como la proximi dad de Jennings a la escena del crimen, 13 minutos después del asesinato mientras llevaba una pistola recientemente disparada que contenía cartuchos similares a los encontrados
en la escena del crimen.
La defensa apeló el caso, alegando que las pruebas de huellas dactilares habían sido admitidas indebidamente y que no era necesario el uso de un examinador de huellas dactilares como testigo experto. El dictamen emitido por el Tribunal de Apelación de Illinois confirmaba la convicción de incluir lo siguiente:
Estamos dispuestos a sostenernos de la evidencia de los cuatro testigos que declararon y de los escritos a los que nos hemos referido en este tema, acerca de que hay una base científica para el sistema de identificación de huellas
*In 1907, the Navy adopted the practice of fingerprinting of applicants (Myers, 1938, p 15).
UNA CRONOLOGÍA DE PRIMEROS LOGROS EN DACTILOSCOPIA