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Un documento con un resumen sobre mis anotaciones en una clase de gestion de transporte turistico empresarial.
Tipo: Resúmenes
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Las primeras embarcaciones que fueron capaces de recorrer mares fueron los barcos a vela creados por los romanos. Con el paso de los siglos, evolucionaron dando paso a otros modelos de embarcaciones también impulsadas por el viento, pero con otros elementos añadidos que mejoran su capacidad de desplazamiento. Las galeras poseían una o más velas grandes, pero se movían más que nada por la fuerza de los remos, que empujaban esclavos o prisioneros. Más adelante, llegaron las carabelas. Estas embarcaciones dejaron de lado los remos y se centraron en mejorar las velas para conseguir una mejor propulsión del viento. Poseían distintos mástiles para poder optimizar mejor sus velas, que eran cuadradas y triangulares para conseguir más velocidad y capacidad de maniobra. Ya en el siglo XVIII, las fragatas se convirtieron en las embarcaciones más emblemáticas, por su capacidad ofensiva y por su rapidez y agilidad. Pese a ello, en el siglo XIX los barcos a vapor cambiaron por completo la navegación. El motor permitió la llegada de los barcos modernos, capaces de transportar más carga con un menor consumo de combustible. Pero esto no es todo, en los últimos 50 años los buques se han convertido en medios de transporte especializados que trabajan especialmente las rutas intercontinentales y que han dado lugar a puertos e instalaciones off-shore realmente sofisticadas para conseguir su explotación. El uso del transporte fluvial tuvo sus inicios en el Neolítico ya que el cultivo de plantas y el desarrollo de la ganadería, dio lugar a la producción de alimentos e incluso a excedentes agrícolas. El desarrollo de la ganadería produjo nuevos tejidos e hilados; además de los alimentos, tejidos y ganado comenzaron a desarrollar la alfarería. Por eso con los excedentes, se iniciaron los intercambios de productos que pusieron en relación las diferentes culturas existentes, surgiendo el trueque. El trueque favoreció el transporte, apareciendo nuevas formas como el fluvial, que comunicaba unos poblados con otros a través de los ríos. Para este tipo de transporte utilizaban en principio barcas hechas con pieles de animales aunque más tarde estos materiales fueron perfeccionándose. Cuando llegaron a América los europeos, sobre todo portugueses y españoles, se produjeron grandes cambios y progresos en los transportes. Para el transporte fluvial y marítimo se construyeron numerosos puertos en ríos caudalosos y en los mares, utilizando además, los que ya existían naturales. Así se mejoró la comunicación tanto marítima como fluvial. En España durante la edad Moderna, la ventaja que tenía el transporte fluvial frente al terrestre, era que resultaba más barato. Así, dos mulas podían tirar de una carreta con 500 kg. de carga, mientras que si tiraban de una barca eran capaces de arrastrar 5000 kg. Una importante y apropiada vía fluvial era el río Guadalquivir desde el Atlántico hasta Sevilla e incluso Córdoba. Además, Sevilla era un importante puerto entre América y España, y en general con toda Europa. Felipe II, después de convertirse en rey de Portugal en 1580, quiso transformar el río Tajo en una ruta de transporte fluvial entre Lisboa y Toledo, pero este proyecto no llegó a desarrollarse. En el siglo XVII se realizaron numerosas obras hidráulicas y en el siglo XVIII se construyeron el Canal de Castilla y el Canal Imperial. Actualmente los dos canales se utilizan para el regadío y el
abastecimiento de agua de las poblaciones cercanas. El Canal de Castilla se utilizaba para transportar el cereal que se producía en Castilla hasta Alar del Rey (Palencia) donde era desembarcado y llevado por carro al puerto de Santander y desde allí era embarcado hacia las colonias de ultramar. El Canal Imperial, que va paralelo al río Ebro, era un importante servicio para el tráfico comercial y de viajeros entre las poblaciones de Tudela y Zaragoza. La Revolución industrial provoca que se produzca una gran división entre dos grandes etapas de la historia del transporte fluvial. El comercio que más utilizaba la vía marítima era el comercio internacional, básicamente mediante barcos de vela. Se transportaban productos de gran valor, y el transporte de pasajeros era escaso. La Revolución industrial produjo un gran cambio en el transporte fluvial. La nueva industria necesitaba grandes cantidades de productos que tenían que ser importadas. Los productos que se vendían eran artículos de poco valor que la gente compraba en grandes cantidades. También cambiaron los sistemas de transporte tradicionales, por otros más complejos. Del mismo modo, la demanda de mano de obra para las fábricas aumentó, y se produjo un éxodo rural masivo. A principios del siglo XX, aparecieron el automóvil y el avión; el uso del barco de vapor fue disminuyendo. A partir de la II Guerra Mundial, el transporte por carretera es más utilizado que el ferrocarril, debido a tener mayor versatilidad de los trayectos, tanto en el transporte de mercancías, como en el de pasajeros. Aun así, el transporte fluvial sigue siendo un gran modo de transporte para grandes mercancías. Hasta mediados del siglo XIX, los sistemas de comunicación más avanzados fueron la prensa escrita y el servicio postal regular, pero después, también aparecieron el teléfono y el telégrafo; y más adelante la radio, la televisión, etc. Los barcos más grandes y elegantes eran los famosos transatlánticos que, a mediados del siglo XIX, cruzaban regularmente el Atlántico Norte para comunicar América y Europa. Los actuales buques de pasajeros se dedican fundamentalmente a viajes de recreo, como los cruceros.