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EN LOS LÍMITES DE LA ARQUITECTURA Y EL URBANISMO MARÍA JOSÉ RODRÍGUEZ-TARDUCHY 2” EDICIÓN Scanned with CamScanner Capítulo 16 PAISAJE URBANO Scanned with CamScanner FORMA Y CIUDAD 338 UNA MANERA DE MIRAR La noción de paisaje surge en la relación del hombre con la naturaleza cuando Petrarca la observa por primera vez no como Un bien utilitario sino como un valor estético. La consideración de un lugar como paisaje exige, por tanto, un objeto observado y Un observador y tiene una componente subjetiva esencial. Por ello no es fácil trasladar al articulado de unas or- denanzas los criterios estéticos de una ordenación, porque no es fácil de- terminarlos, no son generalizables y ni siquiera perviven en el tiempo más allá de unos cuantos años. Ha transcurrido apenas una generación desde que se extendió la regla que exigía hacer coincidir los ejes de los huecos de las plantas bajas con los del resto de la edificación para regular el caos compositivo de las fachadas, cuando el aparente desorden de la arquitec- tura de los ritmos musicales, la explotación estética del caos, los efectos de la alternancia de huecos o la deconstrucción han puesto de manifiesto la transitoriedad de las leyes compositivas más aparentemente ortodoxas y la necesidad de dar cabida a un orden más complejo, más ecléctico y, en definitiva, más abierto que establezca un marco, que es necesario para la arquitectura sin pretensiones, pero que debe admitir su trasgresión. La explosión creativa de las últimas décadas reclama un planeamiento que recupere las posibilidades plásticas de la ciudad funcional, y el ur- banismo aún no ha dado satisfacción a esta necesidad. Dicho esto, el paisaje urbano -que en los últimos cincuenta años ha su- frido mutaciones aproximadamente cada generación- tiene que rein- ventarse básicamente en la configuración de unas nuevas calles y en la consideración de un nuevo marco de referencia general. La nueva configuración de las calles es precisa para superar la imagen ho- mogénea de las tramas de los nuevos ensanches y dar cabida a una esce- nografía más diversa sin perder la referencia de continuidad en los recorri- dos edificados, es decir, en un sentido amplio, sin perder la alineación; un alineación que puede coincidir en ocasiones con la propia línea de fachada, pero en otras diluirse en soluciones mucho más sutiles o romperse ocasio- nalmente: una línea de arbolado que permita el retranqueo y una composi- ción más libre de la edificación, un zócalo continuo para soportar un edifi- cio retranqueado, o un vacío salpicado de piezas alineadas, determinados giros, un tratamiento potente e intencionado de los pavimentos, etc. El marco de referencia general es imprescindible, en primer lugar, para integrar en un entorno más amplio a las nuevas unidades de crecimien- to, que van a ser notablemente menores que las del acelerado proce- so de producción de los últimos veinte años y, en segundo lugar, para neutralizar algunas tendencias profesionales egotistas sin interés algu- no por la ciudad que podrían convertirla en una sucesión de episodios arquitectónicos sin contenido urbano y sin control, La singularidad exige por su propio significado excepcionalidad, no puede ser generalizable y tiene su ámbito de expresión más adecuado en parcelas con localizacio- nes específicas y en edificios destinados a usos de equipamiento. [Fig.1] Scanned with CamScanner [Fig. 1] Viviendas en el entorno del Mercado de Santa Caterina, Barcelona EMBT estudio PAISAJE URBANO dicón ef ue el edificio dela imera de los ayor parte de de los ejes En otro orden de cosas, las infraestructuras, que han sido tratadas hasta ahora como elementos estrictamente funcionales, deben ser algo más que la respuesta a un conjunto de requerimientos técnicos para conver- tirse en materia de proyecto e incorporarse al lenguaje de la moderni- dad. Se deberían integrar en el paisaje los paneles solares, las centrales eléctricas, los centros de transformación, los aljibes, las plataformas de aparcamiento, las estaciones depuradoras o las de reciclado, los pasillos eléctricos o las turbinas eólicas, de la misma forma que lo hacen ya los puentes, los nudos o las autopistas. Obviamente, la imagen como expresión identitaria de un territorio hace re- ferencia no sólo a las construcciones, -sus volúmenes, texturas y acabados-, sino a la relación entre ellas, al diálogo entre los objetos arquitectónicos o entre las formas de agrupación y a la consideración de todas las posibilida- des que ofrecen los juegos de la percepción: la búsqueda de analogías y con- trastes, de continuidades y rupturas, aperturas y cierres, equilibrios, réplicas, secuencias, ritmos, perspectivas, focos, ángulos, esquinas, cruces y todo el repertorio actualizado de la visión lynchiana de la ciudad, Y, para terminar, hay que recordar precisamente en este capítulo el obligado compromiso social de la arquitectura que ha presidido los mejores momen- tos de su historia. Entender que el paisaje no puede ser un juego frívolo, que Scanned with CamScanner [Fig. 2] 339 PAISAJE URBANO PAISAJE URBANO El paisaje urbano es un objetivo de ordenación armoniosa y funcional y, en ese sentido, una expresión doblemente artificial, porque es una acción antrópica y porque es una superestructura deliberadamente perseguida para dotar a lo urbano de una significación estética, Los enfoques desde los que se puede evaluar el paisaje son de cuatro tipos: el enfoque técnico del profesional, la visión subjetiva del observador, la ópti- ca perceptiva lynchiana y la evocación simbólica que del lugar tienen sus ha- bitantes, Del arquitecto se espera que ordene el espacio e implante las fun- ciones demandadas atendiendo a las condiciones del suelo, viento, lluvia y clima del lugar. El observador aporta la componente valorativa del paseante, la del conductor, la del turista. La visión perceptiva requiere el análisis de las perspectivas, los puntos de vista, las secuencias visuales, la identificación de los puntos más vulnerables y los de mayor valor potencial o las vistas desde y hacia el exterior. Por último, la visión simbólica pretende reconocer la histo- ria del lugar y conservar la huella de su pasado, ubicando una fuente donde hubo un manantial o una clínica donde hubo un puesto de la Cruz Roja. Este capítulo atiende a la vertiente estética y compositiva de la ordenación urbana, LO PÚBLICO Y LO PRIVADO El proyecto debe definir las parcelas, clarificar el régimen de tenencia y uso de todos los ámbitos ordenados y fijar las competencias sobre su mantenimiento y conservación; pero debe además controlar los aspectos morfológicos de los espacios de transición. Se pueden reconocer básicamente tres formas de relación de la edifica- ción con el espacio público: 1.- Directa. Es el caso de la edificación en manzana cerrada sin retranqueos. No existe ningún elemento de intermediación entre lo público y lo priva- do y la única posibilidad de intervención entre el interior y el exterior es el tratamiento del portal y el de las fachadas. 2.- Con banda intermedia. Entre la edificación y el espacio público existe una franja de espacio libre privado separada de la calle por un valla- do de cerramiento cuyas características condicionan la relación entre el interior y el exterior. Un adecuado control de las características del vallado, de la vegetación y el arbolado permite incorporar visualmente esa banda al espacio público. Es un caso muy frecuente en parcelas de vivienda unifamiliar y algo menos en ordenaciones de bloque abierto. los. Entre la edificación y el espacio públi- 3.- Con espacios libres integrad : ados que se relacionan directamente con co existen espacios libres priv: 341 Scanned with CamScanner FORMA Y CIUDAD 342 el espacio público y se confunden con él. Es el caso de 1 era presentan retranqueos de las fachadas en relación con a ón oficial pero no disponen de cerramiento de parcela, circunstanc Eo está muy generalizada en ordenaciones de bloque abierto, pero que produce a veces también en manzanas de ensanche. dios debe realizarse teniendo en cuenta la naturaleza de las plantacio- siderar: El diseño de estos espacios interme: la edificación, el cerramiento de las parcelas y nes. Estos son algunos de los aspectos que se deben cont eación oficial y la edificación. Am- 1.- La distancia que media entre la alin > los posibles usos de la plía la anchura visual de la calle y condiciona franja de retranqueo. 2.- El carácter continuo o discontinuo de lo construido. Define las relacio- nes lleno-vacío que pueden influir en la densidad de la vegetación, su ubicación y sus volúmenes. 3.- La ocupación bajo rasante de la totalidad o parte de la franja interme- día. Condiciona el tipo de vegetación y encarece la construcción de los sótanos, que deben suplementarse con un tratamiento de imper- meabilización y una capa de tierra vegetal que permitan la plantación sobre ellos. 4.- La ubicación de los portales de las edificaciones. El acceso desde el espacio exterior o desde el patio define la posición y amplitud de las conexiones entre el edificio y la calle. 5.- La apertura de los patios interiores de manzana y su incorporación al sistema de caminos peatonales en los nuevos ensanches. Enriquece la imagen de la ciudad y proporciona a los paseantes experiencias y visio- nes muy ricas, pero es mal aceptada por los propietarios de la edifica- ción perimetral cuando esa apertura supone la pérdida de un espacio central comunitario 6.- La definición de los limites de parcela y las características de sus cerra- mientos. Determinan la percepción de los espacios privados desde la vía pública. En el caso de algunos equipamientos la eliminación de las vallas genera continuidades muy convenientes para su mayor integra- ción en la ciudad y aproximación al ciudadano. 7.- La regulación del tratamiento de los espacios libres privados en co- nexión con la vía pública. Si en las ordenanzas se define la densidad. porte y especie de los ejemplares de la vegetación y la plantación se realiza en los límites de la parcela, este espacio puede incorporarse visualmente a la calle, aun cuando | dispon: allado de j a parcela disp cami ga de valla [Fig. 3] Scanned with CamScanner FORMA Y CIUDAD lígono de bloque en altura o un tejido de vivienda unifamiliar. Otras veces la identificación/oposición se produce por factores más sutiles, como la simple ubicación paralela o perpendicular de unos bloques lineales en re- lación con la alineación de la calle o la configuración del grano edificatorio. Las posibilidades de combinación de los tejidos, la composición de estos con otros volúmenes o vacíos y las formas de hacerlo son múltiples: 1.- La continuidad indefinida de sectores homogéneos genera monotonía, 2.- Un espacio vacío o poco denso se puede contrastar con otros de alta densidad. [Fig. 4] 3.- Las áreas homogéneas pueden delimitarse por vías o por bandas de se- paración. 4.- Eltratamiento de la vegetación en bloque puede conformar una unidad verde equivalente a un volumen de edificación. 5.- La asimetría de los tejidos a los dos lados de una calle contrasta las volumetrías y determina la propia disimetria de la calle. EDIFICIOS Los edificios intervienen en la construcción de la ciudad de dos maneras: formando los tejidos y configurando piezas de edificación singular. Hay edificios que se inscriben en la trama urbana y se integran en ella, Los facto- res que pueden dictar las decisiones de un proyecto son múltiples: la respuesta alas perspectivas desde las que se divisa, la exploración de su posición relativa con respecto a los edificios colindantes o con respecto al espacio público, los requerimientos intrínsecos del programa previsto o su funcionalidad, etc. Es- tos edificios-trama intervienen doblemente en la producción del paisaje; por un lado, colaboran en la formación de los tejidos simplemente por la observación de los parámetros urbanísticos de las ordenanzas zonales correspondientes, por otro, incorporan el valor añadido de su aportación singular y única. [Fig. 5] Otros edificios construyen ciudad en los lugares urbanos y tienen una compo- nente morfológica, simbólica y estructural. Son volumetrías ajenas al tejido en el que se integran y frecuentemente exentas; se asocian a los lugares cívicos urbanos, las plazas y las calles más representativas y a veces a las esquinas y los cruces, dando lugar a una muy rica variedad de escenarios. Cuando por su volumetría, su altura, la topografía del lugar o su posición dominante en rela- ción con el entorno pueden alterar la percepción de la silueta de la ciudad debe analizarse la oportunidad de su emplazamiento y contextualizar su lenguaje formal que puede validarse, en todo caso, por integración o por contraste. [Fig.6] 344 Scanned with CamScanner [Fig. 4] Pruitt Igoe. Saint Louis, Missouri Una do las estrategias de composición y equil- brio urbanos más acertadamente utilizadas en la ordenación de la ciudad es el contraste de tramas, de grano edificatono, de alturas, de den- sidades o de estilos. Revaloriza por oposición las dos situaciones controntadas y evita excosos de homogeneidad enel paisaje urbano. [Fig. 5a] Maqueta de la ordenación de la nueva Diagonal. Barcelona E. Miralles y B. Tagliabue Las maquetas de Miralles-Tagliabue para la Avenida Cambó y Santa Caterina ponen de manifiesta el empeño integrador de los mejores profesionales para contextualizar la arquitectura en las tramas urbanas. El edificio de viviendas de . Llinás, en el entorno de la Plaza de Sant Agustí Vell, es un buen ejemplo de que el res- peto de los edificios a las ordenanzas municipales no está reñido ni con la calidad de la edificación ni con su singularidad, [Fig. 5b] Viviendas en Barcelona. [Fig. 6] Biblioteca Nacional. Paris D. Perrault Los edificios de los grandes equi- pamientos son iconos en el pai- saje urbano ajenos a los tejidos en los que se implantan. Habitual» mente son piezas exentas con una importante carga simbólica y gran capacidad de representación. PAISAJE URBANO J. Llinás Scanned with CamScanner PAISAJE URBANO ALT [Fig. 8a] Cruce del Carrer Aragó y Enric Granados. Barcelona [Fig. 8b] Bibliioteca Nacional en la calle de Serrano. Madrid Elcrucs de lascallesde Aragó y Enric Granados en Barcelona se resuelve porsimetría nas dos direcciones, Suele ser una solución común en elcaso de encuentros de calles del mismo rango jerárquico. El edificio del Museo Arqueológico, en a trasera de la Biblioteca Nacional en Madrid, tiene su entrada principal y genera unos ¡jardines a lo largo dela calle jerano, que es de mayor rango que las de Jorge Juan y Villanueva que rodean lateralmente el edificio circulación atendiendo a los usos establecidos en las manzanas que la limitan lateralmente y a su intensidad. Pero es preciso considerar otros elementos de análisis, como los tipos edificatorios implantados en esas manzanas, las alturas, los volúmenes de la edificación, el juego de las ali- neaciones, los zócalos comerciales, el tratamiento de la vegetación en las bandas de la acera, la utilización intencionada del mobiliario y las lumina- rias o el diseño del pavimento. NUDOS Las esquinas, los encuentros, las encrucijadas o los cruces son puntos estra- tégicos en la ciudad. En ellos se instalan edificios singulares, plazas y monu- mentos, se ubican estaciones y paradas del transporte público y son lugares de encuentro y cita para los ciudadanos, pero además son elementos de prueba para el reconocimiento del acierto compositivo de una ordenación. Los volú- menes, los vacíos y los objetos instalados en ellos deben dar respuesta a la forma en que se perciben desde todos los ángulos posibles de aproximación. Las situaciones que se presentan producen soluciones de diseño muy abiertas: 1.- Cuando los nodos son puntos de confluencia de calles del mismo ran- go la composición de los volúmenes y los espacios libres puede ser equivalente en las cuatro esquinas y en las dos direcciones, pero puede ocupar también solo uno, dos o tres de los cuatro ángulos. Scanned with CamScanner FORMA Y CIUDAD [Fig. 9] Plaza de Dali. Madrid F. Mangado La imagen de un lugar se conforma con to- dos los elementos de la urbanización, desde el mobiliario urbano y el arbolado hasta los báculos de la Iluminación La plaza de Felipe Il en Madrid, remodelade según proyecto deF. Mangado, se identifica en una primera lectura porlas jardineras que emergen sobre un pavi- mento tratado con una sutil neutralidad 348 2.- Cuando el cruce se produce entre vías de distinta categoría la longitud dela plaza suele ser mayor en la dirección de la vía de mayor relevancia. 3.- Hay que analizar la visión desde todos los itinerarios de aproximación in- cluidos los transversales y las distintas formas de acceder al ámbito por callejones, puertas, corredores, etc. 4.- La disposición de las edificaciones puede realizarse en esquinas cóncavas O convexas, en formas rectas o curvas. 5.- La consideración de un edificio o un objeto como un hito puede variar el centro de gravedad de una plaza. 6.- El diseño de los pavimentos puede extenderse en continuidad a uno y otro lado de una calle en una composición integrada... LUGARES Las plazas, los jardines y los parques se ¡ der a ellos, por su imagen propia domésticos predomina la funcion dentifican por la forma de acce- y por su contorno, En los lugares más alidad, el acceso debe ser fácil y con- nte desde un Punto de vista simbólico. Os el emplazamiento y la edificación a la [Fig. 8] Scanned with CamScanner FORMA Y CIUDAD 350 3.- El contorno edificado es en ocasiones la representación del lugar más que el propio sitio cuando la plaza O el jardín deben su existencia a un edificio o un uso, pero pierde importancia en entornos de escasa call- dad o en espacios de gran tamaño. Aunque habitualmente los lugares son recintos delimitados por perímetros edificados, también pueden estar rodeados por calles o por edificaciones discontinuas o conformar plataformas en espacios abiertos O cornisas topográficas. LÍMITES Son los bordes de las unidades de planeamiento, con frecuencia inacabados, mal conservados o mal resueltos. Están situados en el perímetro de zonas, sectores o polígonos y se convierten muchas veces en espacios residuales porque nunca llegan a ser urbanizados, por falta de definición en los proyec- tos, por problemas de mantenimiento o por falta de USO. La conversión de estos enclaves abandonados en espacios de calidad, cualquiera que sea su tamaño, repercute muy favorablemente en la imagen urbana y revaloriza la edificación en su entorno. Cuando las dimensiones del área afectada son re- ducidas puede actuarse simplemente con un proyecto de obras, cuando la superficie es mayor es necesario redactar un proyecto de urbanización. Estas son algunas de las situaciones que se presentan más habitualmente: 1.- Espacios residuales de pequeño tamaño situados en los límites de las unidades de ejecución y a menudo informes, que solo aportan con su construcción una mejora estética. 2.- Cursos de agua secos o estacionales que se pueden reconvertir en parques lineales. 3.- Antiguos caminos cuya urbanización restablece las conexiones con el centro urbano o con el medio rural. 4.- Frentes marítimos o fluviales degradados que han sido objeto de ope- raciones de gran envergadura con la implantación de nuevos usos. Revitalizan la zona en la que se inscriben y difunden sus efectos en ámbitos muy alejados de la propia zona de ordenación. 5.- Vacíos intersticiales resultantes de reservas para la construcción de gran- des infraestructuras que no han sido finalmente ejecutadas y que son ob- jeto de operaciones similares a las descritas en el apartado anterior. 6.- Franjas de separación entre sectores o áreas homogéneas de distinta condición cuya urbanización facilita las conexiones transversales entre ellas. Cuando estas conexiones no existen se convierten en barreras de separación entre distintas zonas de la ciudad Scanned with CamScanner [Fig. 11] Plaza Mayor de Paret del Vallés E. Miralles y C. Pinós Las pérgolas de E. Miralles y C, Pnós en la Plaza Mayor de Paret del Vallés, como ocurre habitualmente con los elemen- los de urbanización «e alta calidad con una mayor presencia sobre la rasante, han terminado por erigirse en las piezas más representativas del lugar. PAISAJE URBANO 7.- Espacios inciertos en la frontera entre lo urbano y lo rural que exigen la regularización de los bordes y la transición paisajística en los límites de la ciudad. Muy rara vez son objeto de atención pues el crecimiento Urbano se entiende como un proceso siempre inacabado. [Fig. 10] OBJETOS Las esculturas, los monumentos y todos los componentes de la urbaniza- ción que tienen presencia por encima de la rasante adquieren la condición de objetos y son susceptibles de ser incorporados como elementos de composición en el proceso de ordenación de un ámbito. [Fig. 11] En esta cultura del gesto los elementos infraestructurales y técnicos como los centros de transformación, las columnas de ventilación, las plataformas de aparcamiento, los puntos limpios, al igual que los parques pórcos oso lares en el territorio deben ser objeto de una atención específica y enten- derse como una oportunidad para el proyecto. El paisaje urbano. Tratado de estética urbanística Gordon Cullen Ed. Blume-Labor, Barcelona. 1974 Bibliografía operativa La imagen de la ciudad Kevin Lynch Gustavo Gili Barcelona. 1984 Presente y fuluros. Arquitectura en las ciudades 4 el uñ . 1996 pl gio de arquit ctos de Cataluña. Barcelona. 19 ole: 351 Scanned with CamScanner