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es un archivo de resumen acerca del bautismo de jesus, Apuntes de Teología

es un material de estudio acerca del bautismo jesus y los hechos que acontecieron dicho evento

Tipo: Apuntes

2021/2022

Subido el 14/08/2023

gabriela-ortiz-28
gabriela-ortiz-28 🇦🇷

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Del Catecismo de la Iglesia Católica:
http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p122a3p3_sp.html
III. Los misterios de la vida pública de Jesús
El Bautismo de Jesús
535El comienzo (cf.Lc3, 23) de la vida pública de Jesús es su bautismo por Juan
en el Jordán (cf.Hch1, 22).
- Juan proclamaba "un bautismo de conversión para el perdón de los pecados"
(Lc3, 3).
- Una multitud de pecadores, publicanos y soldados (cf.Lc3, 10-14), fariseos y
saduceos (cf.Mt3, 7) y prostitutas (cf.Mt21, 32) viene a hacerse bautizar
por él. "Entonces aparece Jesús".
- El Bautista duda. Jesús insiste y recibe el bautismo.
- Entonces el Espíritu Santo, en forma de paloma, viene sobre Jesús, y la voz del
cielo proclama que él es "mi Hijo amado" (Mt3, 13-17).
- Es la manifestación ("Epifanía") de Jesús como Mesías de Israel e Hijo de
Dios.
536El bautismo de Jesús:
- es, por su parte, la aceptación y la inauguración de su misión de Siervo
doliente.
- Se deja contar entre los pecadores (cf.Is53, 12);
- es ya "el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" (Jn1, 29);
- anticipa ya el "bautismo" de su muerte sangrienta (cfMc10, 38;Lc12, 50).
- Viene ya a "cumplir toda justicia" (Mt3, 15), es decir, se somete enteramente
a la voluntad de su Padre: por amor acepta el bautismo de muerte para la
remisión de nuestros pecados (cf.Mt26, 39).
- A esta aceptación responde la voz del Padre que pone toda su complacencia en
su Hijo (cf.Lc3, 22;Is42, 1).
- El Espíritu que Jesús posee en plenitud desde su concepción viene a "posarse"
sobre él (Jn1, 32-33; cf.Is11, 2).
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¡Descarga es un archivo de resumen acerca del bautismo de jesus y más Apuntes en PDF de Teología solo en Docsity!

Del Catecismo de la Iglesia Católica:

http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p122a3p3_sp.html

III. Los misterios de la vida pública de Jesús

El Bautismo de Jesús

535 El comienzo (cf. Lc 3, 23) de la vida pública de Jesús es su bautismo por Juan

en el Jordán (cf. Hch 1, 22).

- Juan proclamaba "un bautismo de conversión para el perdón de los pecados"

(Lc 3, 3).

- Una multitud de pecadores, publicanos y soldados (cf. Lc 3, 10-14), fariseos y

saduceos (cf. Mt 3, 7) y prostitutas (cf. Mt 21, 32) viene a hacerse bautizar

por él. "Entonces aparece Jesús".

_- El Bautista duda. Jesús insiste y recibe el bautismo.

  • Entonces el Espíritu Santo, en forma de paloma, viene sobre Jesús, y la voz del_

cielo proclama que él es "mi Hijo amado" (Mt 3, 13-17).

- Es la manifestación ("Epifanía") de Jesús como Mesías de Israel e Hijo de

Dios.

536 El bautismo de Jesús:

- es, por su parte, la aceptación y la inauguración de su misión de Siervo

doliente.

_- Se deja contar entre los pecadores (cf. Is 53, 12);

  • es ya "el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" (Jn 1, 29);
  • anticipa ya el "bautismo" de su muerte sangrienta (cf Mc 10, 38; Lc 12, 50).
  • Viene ya a "cumplir toda justicia" (Mt 3, 15), es decir, se somete enteramente_

a la voluntad de su Padre: por amor acepta el bautismo de muerte para la

remisión de nuestros pecados (cf. Mt 26, 39).

- A esta aceptación responde la voz del Padre que pone toda su complacencia en

su Hijo (cf. Lc 3, 22; Is 42, 1).

- El Espíritu que Jesús posee en plenitud desde su concepción viene a "posarse"

sobre él (Jn 1, 32-33; cf. Is 11, 2).

- De él manará este Espíritu para toda la humanidad.

- En su bautismo, "se abrieron los cielos" (Mt 3, 16) que el pecado de Adán

había cerrado; y las aguas fueron santificadas por el descenso de Jesús y del

Espíritu como preludio de la nueva creación.

537 Por el Bautismo, el cristiano se asimila sacramentalmente a Jesús que anticipa

en su bautismo su muerte y su resurrección: debe entrar en este misterio de

rebajamiento humilde y de arrepentimiento, descender al agua con Jesús, para subir

con él, renacer del agua y del Espíritu para convertirse, en el Hijo, en hijo amado del

Padre y "vivir una vida nueva" (Rm 6, 4):

«Enterrémonos con Cristo por el Bautismo, para resucitar con él; descendamos con

él para ser ascendidos con él; ascendamos con él para ser glorificados con él» (San

Gregorio Nacianceno, Oratio 40, 9: PG 36, 369).

«Todo lo que aconteció en Cristo nos enseña que después del baño de agua, el

Espíritu Santo desciende sobre nosotros desde lo alto del cielo y que, adoptados por

la Voz del Padre, llegamos a ser hijos de Dios. (San Hilario de Poitiers, In

evangelium Matthaei, 2, 6: PL 9, 927). “

El bautismo de Jesús

Vida Pública de Jesús. Jesús ha llegado al Jordán para ser bautizado por Juan.

Por: P. Enrique Cases | Fuente: Catholic.net

y he aquí que se le abrieron los Cielos, y vio al Espíritu de Dios que

descendía en forma de paloma y venía sobre él. Y una voz del Cielo que

decía: Este es mi Hijo, el amado, en quien me he complacido" (Mt).

La voz es la del Padre, eterno Amante, el que engendra al Hijo en un acto de

amor eterno, dándole toda su vida. El Hijo es el Amado, igual al Padre según

su divinidad. Es tan Hijo que es consustancial con el Padre, los dos son uno

en unión de amor. El Padre le dio toda su vida, y el Hijo ama al Padre con ese

amor obediente que vemos en Jesús cuando desciende a las aguas como

hombre que se sabe Dios, desde una libertad humana con la que se entrega

por los hombres y ama al Padre. Y el Padre se complace en ese hombre que

le ama con amor total y mira a los demás hombres saliendo del pecado, y les

ama en el Hijo.

El Espíritu

La paloma simboliza el Espíritu. Anunció la nueva tierra y la paz de Dios a los

hombres después del diluvio, que habían sido castigados por sus pecados.

Anuncia el amor a los que quieren vivir de amor. Anuncia junto a Jesús la

nueva Alianza, en que, de nuevo, el Espíritu de Dios volará sobre las aguas

del mundo. Limpiará los corazones con el fuego de su amor, purificará las

intenciones, llenará de Dios a todos los que crean y esperen, inflamará de

amor a los amantes que desean el amor total, tan lejano al amor propio.

Jesús es ungido por el Espíritu. Jesús es así el Cristo, el nuevo rey del reino

del Padre. Antes los reyes eran ungidos con aceite, y la gracia de Dios les

daba fuerzas. Ahora el Espíritu mismo invade a Jesús. Podrá actuar con plena

libertad en su alma dócil, le impulsará, le encenderá en fuego divino. Por

eso "Jesús lleno del Espíritu Santo, regresó del Jordán, y fue conducido por el

Espíritu al desierto". Comienza su vida de Ungido por el Espíritu que le lleva

a lo más alejado del paraíso, al desierto, donde se mortifica, reza y sufre la

tentación de Satanás.

“Dentro de este contexto de misión debe de entenderse la voz celestial (Me 1, 11). El cielo se rasga, el Espíritu viene, Dios se comunica con el hombre, Jesús es su Hijo, el amado en quien tanto se complace (Me 1, 11). Se trata de una declaración mesiánica. Se refiere, al parecer, a un texto del antiguo testamento: Is 42, 1.” Ch. Ducuoq, CRISTOLOGIA. Pag. 48 El bautismo de Jesús y nuestro bautismo

Homilía en la Fiesta del Bautismo del Señor. Iglesia Catedral, 11 de enero de 2009. El Evangelio según San Marcos -el que se lee este año en la liturgia- comienza presentando a Juan el Bautista, que proclamaba un bautismo de conversión para el perdón de los pecados y a la vez el anuncio de otro bautismo que alguien más poderoso que él vendría a administrar. En ese contexto se sitúa el relato del bautismo de Jesús; integra, por lo tanto, la introducción, o mejor dicho, el principio del Evangelio. El texto de Marcos se abre, en efecto, con esta frase: principio de la Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios (Mc. 1, 1). Según la primitiva predicación cristiana, tal como aparece en los discursos de Pedro y de Pablo registrados en el libro de los Hechos de los Apóstoles, el acontecimiento salvífico de Cristo y su misión comienzan en el bautismo que recibió en el Jordán. Al considerar como principio el misterioso sumergirse de Jesús en las aguas del río, el Nuevo Testamento parece evocar el principio absoluto, el momento inicial de la creación. En la primera página de la Biblia leemos: al principio creó Dios el cielo y la tierra... el Espíritu de Dios se cernía sobre las aguas; entonces Dios dijo: que exista la luz (Gén. 1, 1-3). En el bautismo de Jesús, que puede ser considerado como un principio de la nueva creación, el Espíritu Santo y la voz del Padre se manifestaron para señalar al Hijo eterno hecho hombre como el Redentor de la humanidad. Ese acontecimiento inicial fue una epifanía luminosa, radiante, de la verdad de Jesús, de su identidad como Dios encarnado, fuente eterna de vida que se hace presente en el tiempo. Continuamos leyendo el texto de San Marcos: Y sucedió que en aquellos días Jesús vino de Nazaret de Galilea, y se hizo bautizar por Juan en el Jordán (Mc. 1, 9). Esta traducción: se hizo bautizar expresa muy bien que no había ninguna necesidad de que lo hiciera, que no es preciso, en consecuencia, buscar razones que justifiquen el hecho. En el acontecimiento del bautismo se verifica la absoluta libertad, la voluntad de entrega del Señor. Porque quiso, se sumó a la fila de los pecadores y descendió como ellos a las aguas del río. Su bautismo es un principio que contiene como un núcleo toda la vida temporal del Redentor, toda su acción salvífica, que culminará en la muerte y la resurrección. El acontecimiento salvífico del bautismo está religado con el misterio pascual. En el Jordán, Jesús comenzó a lavar los pecados del mundo; fue como un prólogo, un ensayo de lo que acabaría en la cruz. En realidad, la acción bautismal comprende un doble movimiento: una inmersión y una emersión; el hundirse primero para surgir después representan la muerte y la resurrección. De hecho, los relatos evangélicos del bautismo describen, al salir Jesús del agua, una escena de reconocimiento y glorificación; en el descenso del Espíritu y en la voz del Padre el cielo se precipitó sobre la tierra, la tierra se conectó con el cielo. Al identificarse con los pecadores, Jesús asumió desde el origen, desde el primer Adán, las generaciones humanas con su carga de pecado; en las aguas barrosas sepultó nuestros pecados y surgió como el nuevo, definitivo y verdadero Adán, cabeza de una humanidad regenerada por el amor de Dios. San Justino imagina que brotó fuego de las aguas del río. La tradición cristiana contempló incansablemente el acontecimiento del bautismo de Jesús, y habló de él empleando las imágenes más bellas, intentando acercarnos a este misterio de fe. Se insistió sobre todo en afirmar que Jesús introdujo en el agua la pureza de su santísima humanidad. San Melitón lo dijo poéticamente: aun siendo totalmente puros ¿no se bañan en el océano el sol, la luna y las estrellas? El Inocente ha querido comunicarnos su inocencia, su filiación, su espíritu de infancia. Como escribió Giovanni Papini: es la limpidez de quien sólo una vez ha nacido y ha permanecido niño aun en la madurez; la limpidez de la transparencia... infancia intacta que nunca se empañará. Él se bautizó por nosotros, en lugar nuestro, para hacer posible nuestro bautismo y el milagro de purificación, de iluminación y de divinización que se realiza en el sacramento. Los Padres de la Iglesia comentan siempre el bautismo de Cristo en relación con el bautismo cristiano, que se administra en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Al celebrar la fiesta que hoy nos congrega también a nosotros, San Gregorio de Nacianzo se exhortaba a sí mismo y exhortaba a sus fieles: Cristo es bautizado -decía- bajemos con él al agua, para luego subir también

Será preciso también desarrollar una catequesis sobre el nombre que al crear opinión resulte una especie de acción preventiva y logre superar el inconveniente señalado, que es un signo más de la descristianización de nuestra cultura. Todos podemos hacer algo al respecto. Podemos hacer mucho más viviendo con alegría la condición de cristianos que hemos adquirido, como el mejor regalo, en la fuente del bautismo, en nuestro paso nativo por el Jordán.

  • HÉCTOR AGUER Arzobispo de La Plata