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ergonomos, que son y a que se dedican?, Apuntes de Ergonomía

la ergonomia “El trabajo es a la vez una actividad forzada, una acción organizada y continua, un efecto productor, una actividad creadora de objetos y valores, que tiene una utilidad en el grupo, una conducta cuyo motivo puede ser personal – ganancia, ambición, gusto, placer, deber- pero cuyo efecto concierne a los otros hombres”.

Tipo: Apuntes

2020/2021

Subido el 26/02/2021

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¿A QUÉ SE DEDICAN LOS ERGÓNOMOS?
A partir de la definición de la disciplina queda claro que los ergónomos se dedican al trabajo desde
sus múltiples facetas (social, personal, productividad, salud, etc.) y con varios objetivos
(prevención, planificación, concepción, diseño, etc.). Resulta necesario en este punto aclarar qué
entendemos por trabajo desde la Ergonomía y cuál es el foco de interés de los profesionales
ergónomos.
Entre una variedad amplísima de definiciones sobre el trabajo, podemos destacar la definición que
aporta el psicólogo socio-histórico francés Ignace Meyerson que recoge su carácter
multidimensional:
“El trabajo es a la vez una actividad forzada, una acción organizada y continua, un efecto
productor, una actividad creadora de objetos y valores, que tiene una utilidad en el grupo, una
conducta cuyo motivo puede ser personal ganancia, ambición, gusto, placer, deber- pero cuyo
efecto concierne a los otros hombres”. “Es una acción llevada a cabo, cada vez más, no por
individuos aislados sino por grupos de hombres, unidos, seleccionados desde el principio por
razones técnicas, pero asociados pronto a una realidad de relaciones humanas diversas y
complejas, donde juegan toda variedad de estructuras y sentimientos sociales: el equipo, la
empresa y sus jerarquías, el sindicato, la profesión, la pertenencia (y el sentimiento de
pertenencia) a una región, a una nación, raza (y sus contrapuntos eventuales), las opiniones
sociales, políticas, las creencias religiosas, la conciencia de clase, las amistades y enemistades
personales” (Meyerson 1948 y 1955, citado por Leplat 1993).
Siguiendo las ideas de Meyerson, “el trabajo es una de las principales actividades de las sociedades
humanas. Es una actividad que fabrica artificios, que crea mundos mediados de objetos humanos,
que formarán pantallas sucesivas entre el hombre y la naturaleza. A través de sus múltiples y
diversas modalidades, es sentido y comprendido como una única actividad. El trabajo aparece
como una función psicológica en la que se articulan, a varios niveles, actos parciales subordinados.
Engloba a todos los oficios, ya sean manuales, intelectuales o prácticos. Aunque tiene
componentes múltiples, está circunscrito de forma precisa” (Pizarroso, 2008).
Dentro de esta diversidad de dimensiones co-implicadas, cada disciplina científica desplegará su
primacía analítica sobre determinados factores. Así Psicólogos del trabajo, Antropólogos,
Sociólogos o Médicos del trabajo, entre otras profesiones analizarán y explicarán una variedad de
fenómenos dentro del ámbito laboral en términos de cultura organizacional, enfermedades
profesionales, distribución del empleo, percepciones de los trabajadores, etc.
Para la Ergonomía, el trabajo consiste en cualquier actividad humana con un propósito, y va más
allá del concepto, más limitado, de trabajo como actividad para obtener un beneficio económico.
Por este motivo, la Ergonomía no se ciñe exclusivamente al campo preventivo laboral sino a todo
el marco de actividad humana mediada por artefactos, pudiendo aplicarse al estudio de cualquier
actividad orientada a metas, tenga ésta carácter laboral o no: “El operador humano puede ser un
profesional cualificado que maneje una máquina compleja en un entorno artificial, un cliente que
haya comprado casualmente un aparato nuevo para su uso personal, un niño dentro del aula o
una persona con una discapacidad” (William T. Singleton, Enciclopedia de la OIT).
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¿A QUÉ SE DEDICAN LOS ERGÓNOMOS?

A partir de la definición de la disciplina queda claro que los ergónomos se dedican al trabajo desde sus múltiples facetas (social, personal, productividad, salud, etc.) y con varios objetivos (prevención, planificación, concepción, diseño, etc.). Resulta necesario en este punto aclarar qué entendemos por trabajo desde la Ergonomía y cuál es el foco de interés de los profesionales ergónomos. Entre una variedad amplísima de definiciones sobre el trabajo, podemos destacar la definición que aporta el psicólogo socio-histórico francés Ignace Meyerson que recoge su carácter multidimensional: “El trabajo es a la vez una actividad forzada, una acción organizada y continua, un efecto productor, una actividad creadora de objetos y valores, que tiene una utilidad en el grupo, una conducta cuyo motivo puede ser personal – ganancia, ambición, gusto, placer, deber- pero cuyo efecto concierne a los otros hombres”. “Es una acción llevada a cabo, cada vez más, no por individuos aislados sino por grupos de hombres, unidos, seleccionados desde el principio por razones técnicas, pero asociados pronto a una realidad de relaciones humanas diversas y complejas, donde juegan toda variedad de estructuras y sentimientos sociales: el equipo, la empresa y sus jerarquías, el sindicato, la profesión, la pertenencia (y el sentimiento de pertenencia) a una región, a una nación, raza (y sus contrapuntos eventuales), las opiniones sociales, políticas, las creencias religiosas, la conciencia de clase, las amistades y enemistades personales” (Meyerson 1948 y 1955, citado por Leplat 1993). Siguiendo las ideas de Meyerson, “el trabajo es una de las principales actividades de las sociedades humanas. Es una actividad que fabrica artificios, que crea mundos mediados de objetos humanos, que formarán pantallas sucesivas entre el hombre y la naturaleza. A través de sus múltiples y diversas modalidades, es sentido y comprendido como una única actividad. El trabajo aparece como una función psicológica en la que se articulan, a varios niveles, actos parciales subordinados. Engloba a todos los oficios, ya sean manuales, intelectuales o prácticos. Aunque tiene componentes múltiples, está circunscrito de forma precisa” (Pizarroso, 2008). Dentro de esta diversidad de dimensiones co-implicadas, cada disciplina científica desplegará su primacía analítica sobre determinados factores. Así Psicólogos del trabajo, Antropólogos, Sociólogos o Médicos del trabajo, entre otras profesiones analizarán y explicarán una variedad de fenómenos dentro del ámbito laboral en términos de cultura organizacional, enfermedades profesionales, distribución del empleo, percepciones de los trabajadores, etc. Para la Ergonomía, el trabajo consiste en cualquier actividad humana con un propósito, y va más allá del concepto, más limitado, de trabajo como actividad para obtener un beneficio económico. Por este motivo, la Ergonomía no se ciñe exclusivamente al campo preventivo laboral sino a todo el marco de actividad humana mediada por artefactos, pudiendo aplicarse al estudio de cualquier actividad orientada a metas, tenga ésta carácter laboral o no: “El operador humano puede ser un profesional cualificado que maneje una máquina compleja en un entorno artificial, un cliente que haya comprado casualmente un aparato nuevo para su uso personal, un niño dentro del aula o una persona con una discapacidad” (William T. Singleton, Enciclopedia de la OIT).

En el marco de la Prevención de Riesgos Laborales cada disciplina preventiva se ocupa de distintas parcelas de la seguridad y la salud sin perder de vista que todas se encuentran relacionadas entre sí. La “Seguridad en el Trabajo” es el conjunto de técnicas y procedimientos que tienen por objeto eliminar o disminuir el riesgo de que se produzcan los accidentes de trabajo. Se ocupa de la detección y control de la presencia de determinadas condiciones de trabajo peligrosas para el trabajador. La “Higiene Industrial” es una técnica no médica de prevención de las enfermedades profesionales, mediante la identificación, evaluación y control en el medio ambiente de trabajo de los contaminantes que las producen. Se ocupa de las relaciones y efectos que produce sobre el trabajador la exposición a los contaminantes existentes en el lugar de trabajo. La “Medicina del Trabajo” es la especialidad médica que se dedica al estudio de las enfermedades y los accidentes que se producen por causa o consecuencia del trabajo, así como las medidas de prevención que deben ser adoptadas para evitarlas o aminorar sus consecuencias. Se ocupa de la vigilancia y prevención de los efectos del trabajo sobre el hombre. Resumiendo, la Seguridad se ocupa de la “presencia”, la Higiene de la “exposición” y la Medicina de la “vigilancia”. De forma diferenciada, la Ergonomía se ocupa de la comprensión de la “actividad humana en situación de trabajo”. Dicho de otro modo, la Ergonomía se dedica a la comprensión (método) de la situación de trabajo (objeto) para transformarlo (objetivo). ¿Por qué es tan importante la comprensión de la actividad humana en el trabajo para la prevención de los riesgos? Aunque volveremos después a tratar este asunto con mayor profundidad, podemos adelantar que sin una comprensión adecuada de la actividad humana, de lo que los trabajadores y trabajadoras ponen en juego en el trabajo y de cómo interpretan las exigencias y reaccionan ante ellas, la prevención de riesgos o el diseño de «artefactos» estarán incompletos. Un ejemplo ilustrativo de que tenemos que comprender la actividad antes de evaluar los riesgos lo encontramos en la observación de Yves Clot (2009) sobre unas operadoras que utilizaban un destornillador para acceder a un cuadro eléctrico y realizar reparaciones elementales que no entraban en sus funciones (“la catacresis del destornillador”). Las operadoras no sufrían pasivamente las disfunciones de la tecnología, por el contrario, modificaban su actividad para mantener su nivel de eficacia. Si entendemos que el acceso a ese cuadro eléctrico utilizando un destornillador puede conllevar un riesgo eléctrico y queremos prevenirlo sin sacrificar el ritmo de producción, sólo caben algunas soluciones: realizar cambios organizativos para aumentar las labores de mantenimiento, impedir el acceso no autorizado con un nuevo diseño o incorporar esa actividad de las operadoras mediante una formación adecuada. En cualquier caso, estas soluciones (cambios organizativos, diseño, prevención, formación…) sólo pueden llevarse a cabo una vez se comprende la actividad de las operadoras y no tras la lectura de sus funciones o tareas. El objetivo principal de la ergonomía es estudiar el trabajo humano, en interacción con máquinas, personas y organizaciones, y proporcionarle las facilidades que sean necesarias. El papel del ergónomo consistirá, por lo tanto, en identificar los distintos patrones puestos en práctica por los

fabricación de productos y, por analogía, la generación de servicios suele nombrarse como servucción). La Ergonomía, en cambio, promueve socialmente los valores del trabajo artesano: autorregulación, operatividad y creatividad. En este sentido, para Javier Llaneza (2009), la Ergonomía no tendría que intervenir en el caso de un trabajo autónomo, libremente organizado y regulado por el operador, dado que aquí el nexo natural entre organización y ejecución permite la autorregulación y obtener así una adaptación casi espontánea del trabajo al hombre. Por este motivo la Ergonomía (al menos la Ergonomía aplicada a la Prevención de Riesgos) se aplica principalmente al trabajo colectivo, dividido y jerarquizado, con sus variantes tecnológicas, sociológicas o culturales. Por otro lado, la Ergonomía facilita el diseño de productos que minimicen el esfuerzo (físico y mental) para su uso por parte de las personas. De este modo, la incorporación de criterios de usabilidad y accesibilidad a los nuevos diseños permite el uso sin restricciones de artefactos (herramientas, instrumentos, mandos, displays, señales…) por parte de gran cantidad de colectivos y cumple con el derecho de acceso de las personas con diversidad funcional.