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Este articulo presenta una discusión sobre el papel de la responsabilidad social de la empresa (RSE) en países en vías de desarrollo en contraste con el papel de esa responsabilidad en países más desarrollados. La pregunta que se trata de responder es, expresada en forma muy sucinta, ¿Debe ser la estrategia de responsabilidad empresarial la misma cuando la empresa opera en mercados desarrollados que cuando opera en países en desarrollo? O, puesto de otra manera, ¿Es diferente el nivel de responsabilidad de la empresa dependiendo del grado de desarrollo del país?
Tipo: Guías, Proyectos, Investigaciones
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El papel de la RSE en América Latina: ¿Diferente al de Europa?
Antonio Vives Gerente, Departamento de Desarrollo Sostenible Banco Interamericano de Desarrollo
Introducción
Este articulo presenta una discusión sobre el papel de la responsabilidad social de la empresa (RSE) en países en vías de desarrollo en contraste con el papel de esa responsabilidad en países más desarrollados. La pregunta que se trata de responder es, expresada en forma muy sucinta, ¿Debe ser la estrategia de responsabilidad empresarial la misma cuando la empresa opera en mercados desarrollados que cuando opera en países en desarrollo? O, puesto de otra manera, ¿Es diferente el nivel de responsabilidad de la empresa dependiendo del grado de desarrollo del país?
Parte del contenido de este artículo ya ha sido cubierto en los artículos que lo preceden en este volumen. Sin embargo no debe verse como repetición sino como una perspectiva de la problemática desde el punto de vista de América Latina, vista desde el otro lado del Atlántico. Esto es como el caso del profesor veterano y el profesor novato. Cuando el profesor novato llega a la universidad, le pregunta al profesor veterano, «Profesor, he notado que usted siempre hace las mismas preguntas en el examen final. ¿Cómo se las arregla para hacer siempre las mismas preguntas?» Y el profesor veterano, responde: «Muy sencillo, ¡cambio las respuestas!». Verán que mis respuestas pueden ser diferentes porque la perspectiva es diferente y creo que esta perspectiva, desde América Latina, puede aportar mucho a guiar el comportamiento de la empresa española cuando opera fuera de casa.
Antes de analizar el papel que la RSE tiene en América Latina, haremos un breve repaso sobre la evolución de la responsabilidad en esa región y de cuáles son las características del entorno que condicionan el comportamiento de la empresa y que dan lugar a las diferencias entre la responsabilidad empresarial en América Latina y en Europa. Cubriremos cuales son los impulsores de la responsabilidad social en países en vías de desarrollo o sea ¿A qué estímulos reacciona la empresa?, para luego llegar al punto central que es el papel que tiene la responsabilidad social en América Latina, concluyendo con algunas breves implicaciones para la empresa española.
La RSE en América Latina
La situación en América Latina viene de una tradición donde domina la filantrópica. La empresa en América Latina se caracteriza por una tradición de pequeña y mediana empresa familiar, con influencia de inmigrantes europeos, en particular italianos, españoles y portugueses. Estos nuevos empresarios trajeron una conciencia social relativamente natural, por el hecho de haber tenido que emigrar de su país, y son capaces de apreciar mucho más las oportunidades que da el tener empleo, o la oportunidad de participar en la vida económica. El énfasis se centra principalmente en contribuciones a la comunidad, al sentirse identificados, y mantener buenas
condiciones laborales con los empleados, algunos de los cuales son parte de la familia.
A pesar de la evolución del tejido empresarial, nos encontramos con que el mercado de la responsabilidad social corporativa está todavía poco desarrollado en América Latina (más adelante nos referiremos a lo que queremos decir por «mercado» y quienes son los participantes de ese «mercado»). No nos referimos al mercado en el cual operan las empresas, que sí es un mercado eficiente, competitivo y relativamente desarrollado. Nos referimos a las condiciones que se dan para incentivar (o desincentivar) a los actores o partes interesadas en la responsabilidad empresarial. Ese mercado poco desarrollado limita la generalización de comportamientos responsables.
A efectos de entender el desarrollo de la responsabilidad empresarial debemos recordar que en América Latina el 99,8 de las empresas son micro, pequeñas y medianas empresas. Solamente el 0,2% de las empresas son grandes. Cuando queremos hablar bien de la empresa de América Latina encontramos 10, 15 o 20 casos muy paradigmáticos y los tratamos como si fueran la norma. Lamentablemente no es así, estos casos son la excepción, no la norma. Son muy pocas las empresas de las que podríamos decir que la responsabilidad social empresarial está inmersa en sus estrategias. Y en las que si lo está, muy probablemente sean grandes empresas, en particular las multinacionales que están sujetas a los impactos de la globalización. La filantropía, que no es responsabilidad corporativa, continúa siendo la modalidad dominante. En algunos casos se acercan un poco a la RSE a través de una filantropía más estratégica.
Sin embargo, en los últimos 15 años ha habido muchísimo progreso. El Banco Interamericano de Desarrollo, junto con IKEI, una firma consultora vasca, realizó una encuesta en mil trescientas pequeñas y medianas empresas en América Latina^1 y encontramos un elevado numero de actividades que pueden catalogarse como de responsabilidad empresarial, aunque muchas veces las empresas ni siquiera conozcan el concepto. Es una extensión de la filantropía y una reacción natural a las presiones del entorno (actuaciones sobre la comunidad y el medio ambiente) o como resultado de prácticas gerenciales eficientes (con los recursos humanos, el consumo de recursos, reciclaje, etc.).
En términos de promedios ponderados del nivel de actividad de responsabilidad social en cada una de las dimensiones (interna, externa y medio ambiente) el país con mayor nivel de responsabilidad empresarial en las PyMEs es Chile, seguido de Argentina y México. Sorprendentemente Brasil aparece como un país de menor actividad responsable en la pequeña y mediana empresa, a pesar de que la evidencia demuestra que Brasil es el país con mayor actividad de responsabilidad social empresarial en grandes empresas.
A pesar del retraso relativo, la actividad de América Latina es febril. En cada uno de los países de América Latina hay una asociación empresarial que promueve la responsabilidad social y hay asociaciones continentales, como es el caso de Foro Empresa, que agrupa a todas asociaciones empresariales que se dedican a la
(^1) Disponible en www.csramericas.org
hay menos necesidad de conservar. En Europa se tienen políticas supranacionales, a nivel europeo y bastante bien establecidas, en los campos de salud, bienestar, medio ambiente, prácticas laborales, etc. Se puede hablar de directrices de medio ambiente y de directrices laborales europeas. En América Latina hay políticas inestables y en el caso de políticas de sostenibilidad, son pobres o limitadas.
Condicionantes de la RSE en Europa
z Economías maduras z Intensivas en consumo, necesidad de ahorro, reciclaje z Poco territorio, dependencia de materias primas de otros z Políticas regionales (salud, bienestar, medio ambiente, laboral, etc.) z Presión al buen gobierno z Influencia de las partes interesadas z “Competencia” entre países z Buena infraestructura, no es un limitante z Presión a gobiernos para demostrar y forzar sostenibilidad z Globalización natural z Altos ingresos z Sector privado creíble z Recursos humanos capacitados z Promoción RSE en el ámbito de Europa z Países en Anexo I firmantes del Protocolo de Kyoto z Servicios públicos relativamente amplios y eficientes z Larga historia de estabilidad política y económica z Empresa cerca del gobierno
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Condicionantes de la RSE en América Latina
z Economías emergentes z Tratando de sobrevivir z Amplio territorio, menos necesidad de conservar z Políticas inestables, y en sostenibilidad, pobres o limitadas z Ineficiencia es tolerada, corrupción existe z Subdesarrollo de partes interesadas (stakeholders) en la RSE z Cada uno por su cuenta z Bastante preocupación hay con resolver problemas cotidianos z Sostenibilidad no es un lujo, pero no es prioridad z Aislamiento de algunos sectores, mirando hacia adentro z Desigualdad en la población es un problema (condiciona tipo de consumo) z Desconfianza de casi todos
En todos los países de Europa tienen presión hacia el buen gobierno corporativo. En América Latina lamentablemente la ineficiencia es tolerada, se ha aprendido a vivir con ella, a coexistir con esa ineficiencia y aun cuando Europa no está exenta de corrupción, en América Latina, lamentablemente, está más generalizada.
En Europa se percibe una gran influencia de las partes interesadas (stakeholders), en contraste, en América Latina hay un gran subdesarrollo de esas partes interesadas. En Europa se compite entre países para subir el listón, en América Latina cada uno va por su cuenta.
En Europa tienen una buena infraestructura, no es un factor limitante, en América Latina hay ya bastante con la preocupación de resolver problemas. En Europa se presiona a los gobiernos para demostrar y forzar la sostenibilidad. En América Latina la sostenibilidad no es un lujo, pero tampoco es una prioridad.
En Europa se ve la globalización más o menos de manera natural, en América Latina hay muchos sectores que todavía miran sólo hacia dentro. En Europa hay altos ingresos, en América Latina la desigualdad es un gran problema. Y aquí hay un condicionante muy claro sobre la diferencia en el papel que debe jugar la responsabilidad social. La desigualdad es un problema, y resolverlo, aun cuando no le competa a la empresa, sí debe ser su preocupación y debe condicionar sus actuaciones.
En Europa tienen recursos humanos capacitados, en América Latina todavía es una asignatura pendiente y hay que arar con los bueyes que se tienen. En Europa hay promoción de la responsabilidad social a nivel paneuropeo. En América Latina la institucionalidad es todavía muy incipiente. Europa ratificó en Protocolo de Kyoto y tiene la obligación de reducir la emisión de gases de efecto invernadero, preocupándose de la contaminación ambiental. En América Latina no hay restricciones...por ahora! Preocupa el hecho de poder vender a los países europeos créditos a través del mecanismo de desarrollo limpio del Protocolo de Kyoto. En general, la contaminación en América Latina no tiene tantas restricciones como en Europa, aunque es motivo de preocupación, especialmente en grandes ciudades.
Los servicios públicos en Europa son relativamente amplios y eficientes, pero en América Latina hay un fallo del Estado en la provisión de los servicios, que en algunos casos es también sumamente crítico y que también condiciona la actuación de la empresa. En algunos casos se piensa que la empresa tiene la responsabilidad
éticos y también para llegar a cumplir la ley. En Europa se hace más por motivos de mayor eficiencia y mejora de imagen. Con esto no quiere decir que en Europa no se hace para cumplir con la legislación vigente, sino que en América Latina se hace porque la ley lo pide, y menos por convencimiento. En América Latina hay que forzar la actividad medioambiental, a través de legislación. Eso también nos da algún indicador para el diseño de política pública. En algunos casos no hace falta tener una política pública, porque el comportamiento es espontáneo, pero en otras hay que forzar ese comportamiento.
Las principales razones por las cuales no se realizan prácticas de responsabilidad social en la PyME de Europa es por falta de tiempo, en América Latina por falta de recursos y por falta de conocimiento de los beneficios que la responsabilidad puede traer.
El mercado de la RSE
Para poder apreciar la intensidad de las actividades de responsabilidad corporativa un país o una región, es conveniente estudiar como opera el “mercado” de la RSE, como operan los impulsores de esa responsabilidad. El análisis de los condicionantes descritos anteriormente y del mercado de la RSE en el país respectivo permitirá determinar el papel que debe jugar la RSE y la posibilidad de que lo juegue así como su intensidad.
En la tabla siguiente postulamos los diez componentes de ese mercado, los diez impulsores de la responsabilidad social corporativa.
En la medida que estos impulsores estén desarrollados en el país, la responsabilidad de la empresa tenderá a ser mayor. Por ejemplo, si las leyes ambientales y laborales son deficientes o no se aplican; si la sociedad civil no presiona a los sectores públicos y privados; si los mercados financieros no exigen responsabilidad antes y después de
10 impulsores del mercado de la RSE
prestar o invertir; si los compradores y consumidores no son educados en estos temas o no tienen información sobre la responsabilidad de las empresas o, aún sabiendo, no actúan sobre esa información; si los medios de comunicación no diseminan información sobre el comportamiento de las empresas; si no hay o están poco desarrolladas las instituciones que supervisan y verifican el comportamiento de las empresas; si los empleados son indiferentes al comportamiento de su empresa (especialmente ante las pocas opciones de empleo alternativo); si el sector privado es tan poderoso que puede controlar al Estado y puede evitar controles; si la empresa no está expuesta a las presiones de la competencia y a los mercados que exigen responsabilidad; si los ejecutivos no están comprometidos, entonces es muy poco probable que haya empresas responsables.
Si comparamos Europa con América Latina, vemos que, en general, el mercado de la RSE y sus impulsores están mucho más desarrollados en Europa. Esto tiene importantes implicaciones para el comportamiento de una empresa que opera en ambos mercados y sobre el papel que la RSE puede jugar. Como los impulsores ejercerán diferentes niveles de presión en las dos regiones, la empresa reaccionará de una forma diferente y sus actividades de RSE están, en mayor o menor grado, determinadas por estas presiones. Si bien la RSE en una empresa en América Latina debería jugar un papel específico, este papel se puede ver modificado por la presencia o ausencia de estos impulsores. Por ejemplo, si bien la empresa considera de importancia apoyar el desarrollo comunitario, puede llegar a ignorarlo ante la ausencia de una comunidad organizada.
Papel de la responsabilidad social corporativa en América Latina.
¿Se puede hablar de que la RSE tiene un papel que jugar en América Latina? ¿Será que la responsabilidad social solo juega un papel en el ámbito de la empresa? ¿O será que la responsabilidad social de una empresa debe enfocarse de acuerdo a la idiosincrasia de cada país? ¿Será que lo que es «responsabilidad» de la empresa en un contexto, no lo es en otro? ¿Es posible «colectivizar» el enfoque empresarial en cada país?
No hay, o no debería haber, mucha discusión en torno a que las actividades de la RSE pueden ser usadas por cada empresa para apoyar los objetivos de su estrategia. Lo que sí es objeto de discusión es sobre si se puede generalizar el concepto de responsabilidad. De lo dicho hasta ahora debe quedar claro que la responsabilidad depende de los condicionantes, mencionados al principio, en cada uno de los países y que es imposible generalizar el concepto de responsabilidad social corporativa.
Podemos preguntarnos ahora si el enfoque asistencialista que se observa en muchas empresas de América Latina es el resultado de la tradición filantrópica o es más bien el resultado de una necesidad. En países desarrollados, este enfoque asistencialista no es una necesidad, si existe es posiblemente un vestigio de épocas pasadas cuando el país estaba en niveles más bajos de desarrollo. Sin embargo, en países en vías de desarrollo ese enfoque asistencialista puede ser una necesidad para cubrir un fallo, una deficiencia del entorno o una deficiencia del Estado.
Por ejemplo, ¿Debe la empresa construir infraestructura en la comunidad? ¿Es eso parte de su responsabilidad? La respuesta en un país desarrollado, es casi con
es mucho más tenue y difícilmente sostenible en el largo plazo. Es mas, podría acusársele de tratar de influenciar la justicia a su favor.
Estos dos ejemplos muestran de una manera muy simplificada el papel de la responsabilidad de la empresa en países en vías de desarrollo. También ilustran los potenciales peligros de excederse en sus responsabilidades ya sea inmiscuyéndose en actividades que no le competen ya sea creando dependencia de sus actividades de apoyo al desarrollo. Esto podría ser el caso de la empresa, relativamente poderosa en la comunidad local, que se ve forzada a tomar la decisión de suministrar servicios que el gobierno local no puede, o no quiere proveer, como por ejemplo agua potable y electricidad. Esto tiene el riesgo de crear dependencia por parte de la comunidad de la sociedad de la empresa, dándole incentivos incorrectos al gobierno, facilitando la evasión de sus responsabilidades. Además, de ahí a la acusación de controlar el gobierno local, hay un pequeño paso.
Lo que es responsabilidad de la empresa depende del contexto en el que se opera. No hay unas respuestas inequívocas. Por ejemplo ¿Es responsabilidad de la empresa la seguridad en la comunidad? En principio, no. Pero, ¿y si trata de un grupo de hoteles en una comunidad que vive del turismo extranjero? Si el gobierno local falla, puede no quedarle mas remedio a las empresas que asumir al menos parte de esa responsabilidad, situación demasiado común en países en vías de desarrollo.
Donde no hay discusión es, independientemente del grado de desarrollo del país en el que opera, en la responsabilidad sobre los impactos que las actividades empresariales causan en la sociedad y el medio ambiente. La empresa no puede evadir su responsabilidad por las consecuencias de sus acciones, ya sean en el corto o en el largo plazo, ya sean medibles o no. No podemos adoptar la posición miope y extrema de que si no es medible, o no se vé, no existe!
El papel de la responsabilidad social en América Latina pasa por entender que en esa región hay un mayor aprecio de la sociedad por mejoras básicas en el nivel de vida, cosas que a primera vista podrían no parecer responsabilidad de la empresa. Son de alta prioridad temas de salud, educación, infraestructuras básicas. Obviamente, para ser considerado como responsabilidad debe establecerse un nexo tangible o intangible con las actividades de la empresa, a corto o a largo plazo.
Del mismo modo en América Latina se aprecian mucho más la estabilidad y los beneficios laborales. Se aprecian mucho más que en Europa el voluntariado corporativo, sobre todo, el voluntariado ejecutivo. Hay que mojarse. No solamente hay que gestionar la empresa sino que también se aprecia mucho cuando el ejecutivo se involucra en la comunidad, aprovechando los conocimientos y el acceso a tecnología que pueda aportar a la mejora de las condiciones de vida.
Se aprecian mucho mas que el Europa los esfuerzos por la inclusión social, porque como se señalaba al principio en los condicionantes de la responsabilidad social, hay un problema de cohesión social, hay un problema de discriminación de ciertos grupos vulnerables, que se aprecia mucho menos en Europa. Se está empezando a apreciar un poco en España en virtud del gran flujo de inmigración que se ha producido en los últimos años y empieza a ser un factor de preocupación. Como ejemplo de este cambio en la sociedad, algunas instituciones financieras, creando programas
especiales para inmigrantes, sabiendo que tienen cierta dificultad de acceso a servicios financieros: Una responsabilidad y un buen negocio.
Y en América Latina, no sorprendentemente, hay menos preocupación por el medio ambiente. En el caso del buen gobierno corporativo es un tema apreciado, pero a un nivel mucho menor que los demás problemas mencionados anteriormente y definitivamente menos que en Europa. También hay menos preocupación por los reportes empresariales, en gran medida porque hay pocas empresas cuyas operaciones se ven afectadas por los mercados internacionales, que demandan ese tipo de responsabilidad.
En resumen, si bien el concepto de responsabilidad empresarial varia según el contexto y es de esperar una ampliación del ámbito de actuación de la empresa en países en vías de desarrollo, hay que diferenciar entre responsabilidad y asistencialismo. Hay que tener mucho cuidado de no crear dependencia de la empresa, porque cuando la empresa se vea obligada a dejar de “prestar esos servicios adicionales” dejará un gran vacío. Deje ejercerse la responsabilidad “responsablemente”. Hay que evitar la impresión de que se está substituyendo al Estado. Y por último hay que tener mucho cuidado y escuchar a la sociedad y al gobierno, que sientan que son tenidos en cuenta. No se debe ejercer la responsabilidad con arrogancia, que a veces es la imagen que algunas empresas multinacionales proyectan, con o sin razón, porque ya se sabe el valor del conocimiento local: nadie conoce mejor un país, sus problemas y el mejor modo de solucionarlo que el propio país, otra cosa es que pueda por sí sólo.
Implicaciones para la empresa española operando en países en vías de desarrollo
Para concluir, comentaremos sobre las implicaciones de esta responsabilidad diferencial para la empresa española. De la discusión precedente se puede concluir que el comportamiento de la empresa en países en vías de desarrollo no puede ser el mismo que el comportamiento que se tiene en España. Pero ello no quiere decir, como lamentablemente algunos lo interpretan, que se deban bajar los estándares y que dado que el “mercado de la RSE” que mencionábamos anteriormente, esta menos desarrollado, la empresa puede ser menos responsable que en el país de origen. Todo lo contrario! La empresa puede tener responsabilidades ampliadas en función de la falta de impulsores y de un “mercado de la RSE”, en particular del sector público.
Lo que se ha discutido hasta ahora es aun más crucial para la empresa española operando en América Latina que para la misma empresa local y que para las de otros países, por varias razones:
manera desigual, hay elementos comunes que deben ser contrarrestados con una estrategia de comunicación. En este caso el Gobierno de España tiene un importante papel que jugar en el desarrollo de una visión y estrategia colectivas en actividades por el bien común de la empresa española.
En resumen
La empresa tiene una responsabilidad independientemente de donde opere, que es la de asumir la responsabilidad por los efectos que sus actividades causan sobre la sociedad y sobre el medio ambiente, en el corto y en el largo plazo, tangibles e intangibles y tomar las medidas compensatorias o mitigatorias necesarias. Pero tiene además una responsabilidad que depende del contexto en que opera, una responsabilidad de contribuir al desarrollo económico de los países menos desarrollados, mas allá del simple resultado de sus actividades cotidianas, como pagar impuestos, crear empleos y producir bienes y servicios que demanda la sociedad. Esa responsabilidad es función del grado de desarrollo de la comunidad o país en el que opera y del grado de desarrollo de los actores que afectan la responsabilidad empresarial. En el caso de la empresa española y hablando de su presencia en Latinoamérica además de unirse los factores que tienen que ver con el nivel de desarrollo del país que acoge la inversión hay que tener en cuenta los factores históricos y culturales que, dependiendo de cómo se utilicen y se perciban unen o separan. Entendamos esto y hagamos de la RSE de la empresa española en Latinoamérica un buen negocio para todos!
Articulo completado el 12 de octubre de 2006, Día de la Hispanidad.