El dragón que no sabía volar, Tesis de Matemáticas

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PRESENADO POR:

nicol Romero.

administración financiera

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Un Cuento de

Aventuras

Draky intentaba todos los días, batía sus alas con todas sus fuerzas, pero simplemente no lograba volar. Se sentía muy triste y a menudo se apartaba del resto de los dragones para que no vieran su tristeza. Los otros dragones no se burlaban de él, pero Draky sentía que no pertenecía a su mundo. Había una vez, en un reino muy lejano, un pequeño dragón llamado Draky. Draky era diferente a todos los otros dragones de su edad. Mientras todos los dragones jóvenes volaban por el cielo, lanzando fuego y divirtiéndose, Draky no podía despegar del suelo. EL DRAGÓN QUE NO SABIA VOLAR.

Draky escuchaba atentamente, intrigado por la

historia.

—Este joven dragón —continuó Saphiron—,

descubrió que cada dragón tiene su propio

tiempo y su propio camino. Al final, aprendió a

volar, pero también se dio cuenta de que lo más

importante no era volar como los demás, sino

ser él mismo y hacer lo mejor que pudiera con

lo que tenía.

Draky miró a Saphiron con ojos brillantes.

—¿Crees que algún día podré volar? —preguntó

Draky.

El despertar del dragón

—Estoy seguro de que lo harás —respondió

Saphiron—. Pero recuerda, Draky, que volar no

es lo único que te hace especial. Tienes un

corazón fuerte y un espíritu valiente. Eso es lo

que realmente importa.

A partir de ese día, Draky siguió practicando,

pero también empezó a descubrir otras cosas en

las que era bueno. Ayudaba a sus amigos,

aprendía nuevas habilidades y, sobre todo,

empezó a creer en sí mismo.

...

EL VIAJE DE DRAKI Draky emprendió su viaje con entusiasmo. Viajó a través de bosques frondosos, cruzó ríos caudalosos y subió montañas escarpadas. En su camino, conoció a muchos seres fantásticos y vivió aventuras increíbles. En un pequeño pueblo, Draky conoció a una familia de duendes que necesitaban ayuda. Su hogar estaba siendo amenazado por un gran oso que había perdido su camino y estaba muy asustado. Draky, con su corazón valiente, decidió ayudar.

EL VIAJE DE DRAKI Con paciencia y amabilidad, Draky se acercó al oso y descubrió que solo estaba perdido y tenía hambre. Con la ayuda de los duendes, le dieron comida y lo guiaron de regreso a su hogar en el bosque. Los duendes estaban agradecidos y le ofrecieron a Draky un pequeño amuleto de la suerte como símbolo de su gratitud. Draky continuó su viaje, llevando consigo el amuleto y las lecciones que había aprendido. Cada encuentro y cada desafío lo hacían más fuerte y sabio. Descubrió que tenía una gran habilidad para resolver problemas y ayudar a los demás, lo que lo llenaba de orgullo y satisfacción.

Después de muchas aventuras y aprendizajes, Draky decidió regresar a su hogar. Había descubierto mucho sobre el mundo y sobre sí mismo. Se dio cuenta de que, aunque todavía no podía volar, tenía muchas otras habilidades que lo hacían especial. Al regresar al claro del bosque, fue recibido con alegría por sus amigos y por Saphiron. Todos escucharon con atención las historias de sus aventuras y los desafíos que había superado. Draky se sintió amado y aceptado por quienes era, y comprendió que no necesitaba volar para ser un gran dragón. Un día, mientras compartía sus historias con un grupo de dragones jóvenes, Draky sintió una brisa suave y levantó sus alas instintivamente. Sin darse cuenta, comenzó a elevarse lentamente del suelo. Los dragones jóvenes miraron con asombro mientras Draky, con una sonrisa en su rostro, volaba por primera vez. Draky se dio cuenta de que había aprendido a volar no solo porque lo había intentado una y otra vez, sino porque había aprendido a amarse y aceptarse tal como era. Había descubierto que su verdadero valor no estaba en sus habilidades físicas, sino en su corazón y su espíritu. EL REGRESO A CASA.

Enseñanza del cuento

Cada uno de nosotros tiene

un camino diferente y

tiempos distintos para

alcanzar nuestras metas.

Lo importante no es

compararse con los demás,

sino valorar nuestras

propias cualidades y creer

en nosotros mismos. A veces,

las cosas que más deseamos

tardan en llegar, pero con

perseverancia y

autoaceptación, podemos

lograr grandes cosas y

descubrir lo especiales que

somos en realidad.