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Este documento proporciona información sobre diferentes factores que pueden causar diabetes tipo 1 y cáncer de huesos, así como sobre el tratamiento y la prevención de ambas enfermedades. Además, se detalla el tratamiento de la hipertensión y sus causas, tanto modificables como no modificables.
Tipo: Apuntes
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pueden causar síntomas como: micción frecuente sentir mucha sed y beber mucho sentir mucha hambre sentirse muy fatigado bajar de peso sin intención Sentirse irritable o tener cambios en el estado de ánimo. Sentirse cansado y débil. En el caso de los niños, mojar la cama de noche cuando nunca les sucedió antes. tener visión borrosa tener cortes o llagas que no sanan adecuadamente Las personas con diabetes tipo 1 también pueden experimentar irritabilidad, cambios de humor y pérdida de peso involuntaria. También pueden tener entumecimiento y hormigueo en sus manos o pies. El buen control de la glucosa reduce significativamente el riesgo de desarrollar entumecimiento y hormigueo en algunas personas con diabetes tipo 1, según la Sociedad de Diabetes de Estados Unidos (ADA, por sus siglas en inglés). Los síntomas de la diabetes tipo 1 se desarrollan rápidamente, usualmente en el transcurso de varias semanas. Alguna vez conocida como la diabetes juvenil, este tipo usualmente se desarrolla en la infancia o adolescencia. Sin embargo, es posible desarrollar diabetes tipo 1 posteriormente en la vida.
Se desconoce la causa exacta de la diabetes tipo 1. Por lo general, el propio sistema inmunitario del cuerpo, que normalmente combate bacterias y virus dañinos, destruye las células del páncreas que producen la insulina. Genética Exposición a virus y a otros factores ambientales El sistema inmunitario del cuerpo es responsable de contrarrestar a los invasores extraños, como los virus y las bacterias dañinas. En las personas con diabetes tipo 1, el sistema inmunitario confunde las células sanas del propio cuerpo con invasores extraños. El sistema inmunitario ataca y destruye las células beta que producen insulina en el páncreas. Después de que estas células beta son destruidas, el cuerpo no puede producir insulina. Los investigadores no saben por qué el sistema inmunitario algunas veces ataca las propias células del cuerpo. Puede ser que se relacione con factores genéticos y ambientales, como exposición a virus. La investigación sobre las enfermedades autoinmunes está en curso.
No hay cura para la diabetes tipo 1. Las personas con diabetes tipo 1 no producen insulina, así que se la deben inyectar regularmente en el cuerpo. Algunas personas se inyectan en el tejido blando como el estómago, el brazo, los glúteos, varias veces al día. Otras personas usan bombas de insulina. Las bombas de insulina proveen una cantidad regular de insulina al cuerpo a través de un pequeño tubo. La prueba de azúcar en sangre es una parte esencial para controlar la diabetes tipo 1, debido a que los niveles pueden subir y bajar rápidamente. Prevención de la diabetes La diabetes tipo 1 no se puede prevenir. Sin embargo, es posible bajar tu riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 a través de estos cambios en el estilo de vida: mantener un peso moderado trabajar con tu médico para desarrollar un plan sano para perder peso, si tienes sobrepeso aumentar tus niveles de actividad comer una dieta balanceada y reducir tu ingesta de alimentos dulces o alimentos extremadamente procesados Incluso si no puedes evitar la diabetes en sí, controlarla cuidadosamente puede regresar tus niveles de azúcar en sangre a la normalidad y evitar que se desarrollen complicaciones graves.
Dolor El signo más común de cáncer de hueso es dolor en el hueso afectado. Al principio, el dolor no es constante. Puede llegar a ser peor por la noche o cuando se usa el hueso (por ejemplo, dolor en la pierna al caminar). A medida que crece el cáncer, el dolor será constante, y puede empeorar con la actividad. Hinchazón Es posible que la hinchazón en el área de dolor no se produzca hasta varias semanas después. A veces, se puede sentir un bulto o una masa, según el lugar donde se encuentre el tumor. Los cánceres en los huesos del cuello pueden causar una protuberancia o masa en la parte trasera de la garganta que puede ocasionar problemas al tragar o dificultar la respiración. Fracturas El cáncer de hueso puede debilitar el hueso en el que se forma, pero la mayoría de las veces los huesos no se fracturan (rompen). La persona que sufre una fractura junto al sitio del tumor óseo o a través de este, describe, por lo general, un dolor repentino intenso en un hueso que había sentido dolorido durante unos meses. Otros síntomas El cáncer en los huesos de la columna vertebral puede presionar los nervios, ocasionando entumecimiento y hormigueo o incluso debilidad. El cáncer puede ocasionar pérdida de peso y agotamiento. Si el cáncer se propaga a los órganos internos, también puede causar otros síntomas. Por ejemplo, si el cáncer se propaga a los pulmones, puede causar problemas para respirar. Con más frecuencia, estos síntomas son causados por afecciones distintas al cáncer, como lesiones o artritis. Aun así, si estos problemas perduran un tiempo prolongado sin un motivo aparente, debe consultar con su médico.
Se desconoce la causa de la mayoría de los casos de cáncer de hueso. Un pequeño porcentaje de los casos de cáncer de hueso se ha relacionado con factores hereditarios, mientras que otros se relacionan con una exposición anterior a la radiación. Tipos de cáncer óseo Osteosarcoma Osteosarcoma Agrandar la imagen Existen diferentes tipos de cáncer óseo, según el tipo de célula donde comenzó el cáncer. Los tipos más comunes de cáncer óseo son los siguientes: Osteosarcoma. El osteosarcoma es el tipo más común de cáncer óseo. En este tumor, las células cancerosas producen hueso. Esta variedad de cáncer óseo se produce con mayor frecuencia en niños y adultos jóvenes, en los huesos de la pierna o el brazo. En circunstancias excepcionales, los osteosarcomas pueden surgir fuera de los huesos (osteosarcomas extraesqueléticos). Condrosarcoma. El condrosarcoma es el segundo tipo más común de cáncer óseo. En este tumor, las células cancerosas producen cartílago. El condrosarcoma por lo general se produce en la pelvis, las piernas o los brazos, en adultos de mediana edad y adultos mayores. Sarcoma de Ewing. Los sarcomas de Ewing aparecen con mayor frecuencia en la pelvis, las piernas o los brazos de niños y adultos jóvenes.
Dependiendo de sus opciones de tratamiento, entre los médicos en su equipo de atención contra el cáncer se puede incluir: Cirujano ortopédico: médico que emplea la cirugía para tratar problemas con los huesos y las articulaciones Oncólogo ortopédico: cirujano ortopédico que se especializa en tratar el cáncer de hueso y las articulaciones Oncólogo especialista en radiación: médico que usa radiación para tratar el cáncer Oncólogo médico: doctor que usa quimioterapia y otras medicinas para tratar el cáncer Puede que muchos otros especialistas también participen en su atención, incluyendo enfermeras con licencia para ejercer la medicina, enfermeras, sicólogos, trabajadores sociales, especialistas en rehabilitación y otros profesionales de la salud.
Según Julián Segura, de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (Seh-Lelha), “la mayor limitación a la hora de detectar la hipertensión es que la mayoría de los casos transcurren sin que haya ningún síntoma y, por lo tanto, la enfermedad pasa desapercibida, con el riesgo que eso conlleva”. Segura indica que hay síntomas inespecíficos, como las cefaleas , que ayudan a detectarla porque ponen en alerta al paciente que decide ir al médico o acudir a la farmacia a que les tomen la tensión. Sin embargo, señala que esos síntomas no se pueden atribuir a la hipertensión porque coinciden en el tiempo como respuesta al dolor. En el caso de los hipertensos que han estado sin diagnóstico durante mucho tiempo, el presidente señala que estos pueden sufrir en un momento dado una complicación, como una angina de pecho , que es un síntoma derivado de esa complicación.
Aunque todavía no se conocen las causas específi cas que provocan la hipertensión arterial, sí se ha relacionado con una serie de factores que suelen estar presentes en la mayoría de las personas que la sufren. Conviene separar aquellos relacionados con la herencia genéti ca, el sexo, la edad y la raza, y por tanto poco modifi cables, de aquellos otros que se podrían cambiar al variar los hábitos y el ambiente en el que viven las personas, como la obesidad, la sensibilidad al sodio, el consumo excesivo de alcohol, el uso de ciertos fármacos y un esti lo de vida muy sedentario. Causas no modifi cables Factores genéti cos: La predisposición a desarrollar hipertensión arterial está vinculada a que un familiar de primer grado tenga esta patología. Aunque se desconoce el mecanismo exacto, la evidencia cientí fi ca ha demostrado que cuando una persona ti ene un progenitor (o ambos) hipertensos, las posibilidades de desarrollar hipertensión son el doble que las de otras personas con ambos padres sin problemas de hipertensión. Sexo: Los hombres ti enen más predisposición a desarrollar hipertensión arterial que las mujeres hasta que estas llegan a la edad de la menopausia. A parti r de esta etapa la frecuencia en ambos sexos se iguala. Esto se debe a las hormonas femeninas que protegen a la mujer durante la edad férti l, que reducen su riesgo de padecer en fermedades cardiovasculares. Edad y raza: La edad es otro factor que infl uye sobre las cifras de presión arterial, de manera que tanto la presión arterial sistólica o máxima como la diastólica o mínima aumentan con los años. En cuanto a la raza, los individuos de raza negra ti enen el doble de posibilidades de desarrollar hipertensión que los de raza blanca, además de tener un peor pronósti co.
esteroideos también inhiben los efectos vasodilatadores de las prostaglandinas y la producción de factores vasoconstrictores, es decir, la endotelina-1. Estos efectos pueden contribuir a la inducción de la hipertensión en un paciente con hipertensión controlada o normotenso. Las causas hormonales endógenas incluyen: Hiperaldosteronismo primario. El síndrome de Cushing. Feocromocitoma. Hiperplasia suprarrenal congénita. Las causas neurogénicas incluyen: Tumores cerebrales. Poliomieliti s bulbar. Hipertensión intracraneal. Además existen drogas y tóxicos que pueden propiciar la aparición de la hipertensión Alcohol. Cocaína. Ciclosporina, tacrolimus. Fármacos anti infl amatorios no esteroides. Eritropoyeti na. Medicaciones adrenérgicas. Descongesti onantes que conti enen efedrina. Remedios a base de hierbas que conti enen regaliz. Nicoti na. Por últi mo, existen algunas enfermedades que se relacionan con la hipertensión como son el hiperti roidismo e hipoti roidismo, la hipercalcemia, el hiperparati roidismo, la acromegalia, la apnea obstructi va del sueño y la hipertensión inducida por el embarazo.
Tener hábitos de vida saludable y, sobre todo, evitar el sobrepeso y la obesidad, son los principales factores para prevenir la aparición de la hipertensión. Los especialistas señalan que llevar una dieta sana y practicar ejercicio puede ayudar a que la población general esté exenta de sufrir esta patología. Dejar de fumar también previene esta patología, ya que el tabaco eleva la presión arterial. En los casos en los que en la familia haya antecedentes de hipertensión y por tanto haya una predisposición a ser hipertenso a lo largo del tiempo, este factor genético supone una llamada de atención adicional a que el paciente cuide esos hábitos de vida y vigile sus cifras de tensión arterial.