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Desarrollo del infante, Monografías, Ensayos de Psicología

El contenido explica la evolución del infante en los primeros años de vida

Tipo: Monografías, Ensayos

2020/2021

Subido el 23/04/2025

maria-susana-altamirano
maria-susana-altamirano 🇦🇷

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DEPARTAMENTO DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
Profesorado y Licenciatura en Ciencias de la Educación
Psicología Evolutiva I
Año 2021
EL DESARROLLO DEL INFANTE ENTRE EL AÑO Y MEDIO
Y LOS TRES AÑOS DE VIDA
Introducción
Por muchos siglos, la infancia no existía como hoy día se la conoce, un periodo;
es más, los niños eran considerados adultos pequeños, frágiles y con menor
inteligencia. Quienes ejercían las funciones parentales, tenían la costumbre de
realizar diferentes prácticas espantosas hacia sus hijos/hijas, entre otras
consideraciones; por ende, todo ello comienza a traer aparejado diferentes
dificultades en el desarrollo de los mismos como la inamovilidad, inexpresión,
infanticidio, etc.
Es por ello que, gracias a los movimientos culturales y religiosos como la
Ilustración y el Protestantismo, en los siglos XVI y XVII, se da lugar al descubrimiento
de la infancia como una etapa diferenciada a la de la adultez, pero puntualmente en
el cambio sobre el trato hacia los niños y niñas, otorgando un papel importante a la
educación para los mismos y, en conjunto a esta, el acompañamiento y presencia de
los padres o quienes ejerzan las funciones parentales.
Principalmente, la primera relación, que se establece en los primero meses de
vida del niño o de la niña, es la relación “diada” (medre e hijo) pero, esta ya
desarrollada mucho antes, relación maternofetal, que no resulta meramente física,
sino que también es perceptiva-psicológica; dándose así la posibilidad que el niño
uterino logre tener una comunicación con su madre, recibiendo los estados
emocionales y la actitud vivenciada hacia él, por parte de la misma.
De esta manera, con esta breve explicación, me centraré en el periodo que sigue
después, abarca desde el año y medio hasta los tres años del sujeto, siendo que es
aquí donde las funciones parentales tienen la gran responsabilidad de ejercer ese rol
por medio de la guía, el acompañamiento, la presencia, entre otros puntos para el
desarrollo de aspectos tanto fisiológicos como psicológicos, resultando este ser eficaz
y positivo en los niños y niñas, que se encuentran en pleno crecimiento y madurez
de sus vidas.
El desarrollo tanto biológico como psicológico del infante, que hemos ido
estudiando a lo largo de todo el cuatrimestre, por medio de las diferentes teorías
desarrolladas en la catedra de Psicología Evolutiva I, nos ha mostrado lo tan
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Profesorado y Licenciatura en Ciencias de la Educación Psicología Evolutiva I Año 2021 EL DESARROLLO DEL INFANTE ENTRE EL AÑO Y MEDIO Y LOS TRES AÑOS DE VIDA Introducción Por muchos siglos, la infancia no existía como hoy día se la conoce, un periodo; es más, los niños eran considerados adultos pequeños, frágiles y con menor inteligencia. Quienes ejercían las funciones parentales, tenían la costumbre de realizar diferentes prácticas espantosas hacia sus hijos/hijas, entre otras consideraciones; por ende, todo ello comienza a traer aparejado diferentes dificultades en el desarrollo de los mismos como la inamovilidad, inexpresión, infanticidio, etc. Es por ello que, gracias a los movimientos culturales y religiosos como la Ilustración y el Protestantismo, en los siglos XVI y XVII, se da lugar al descubrimiento de la infancia como una etapa diferenciada a la de la adultez, pero puntualmente en el cambio sobre el trato hacia los niños y niñas, otorgando un papel importante a la educación para los mismos y, en conjunto a esta, el acompañamiento y presencia de los padres o quienes ejerzan las funciones parentales. Principalmente, la primera relación, que se establece en los primero meses de vida del niño o de la niña, es la relación “diada” (medre e hijo) pero, esta ya desarrollada mucho antes, relación maternofetal, que no resulta meramente física, sino que también es perceptiva-psicológica; dándose así la posibilidad que el niño uterino logre tener una comunicación con su madre, recibiendo los estados emocionales y la actitud vivenciada hacia él, por parte de la misma. De esta manera, con esta breve explicación, me centraré en el periodo que sigue después, abarca desde el año y medio hasta los tres años del sujeto, siendo que es aquí donde las funciones parentales tienen la gran responsabilidad de ejercer ese rol por medio de la guía, el acompañamiento, la presencia, entre otros puntos para el desarrollo de aspectos tanto fisiológicos como psicológicos, resultando este ser eficaz y positivo en los niños y niñas, que se encuentran en pleno crecimiento y madurez de sus vidas. El desarrollo tanto biológico como psicológico del infante, que hemos ido estudiando a lo largo de todo el cuatrimestre, por medio de las diferentes teorías desarrolladas en la catedra de Psicología Evolutiva I, nos ha mostrado lo tan

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Profesorado y Licenciatura en Ciencias de la Educación Psicología Evolutiva I Año 2021 enriquecedor, significativo e importante que le es al niño y a la niña la relación y presencia de quienes ejercen las funciones parentales. Desarrollo Si retomamos lo anteriormente dicho, sobre las prácticas que se ejercían en los niños y las niñas pertenecientes al tiempo de la Modernidad, los padres utilizaban el enema o la purga como medios para entrar en contacto y conocer cómo se encontraba el interior del cuerpo de sus hijos o hijas y, de esa manera, además, producir un cierto control en la evacuación de los mismos. Esto último mencionado refiere a que, los niños y niñas ensucian los rincones (sus ropas o la cama) porque eran sus padres quienes tenían el deber de enseñarles, acompañarlos y darles el espacio correspondiente para que los pequeños y pequeñas puedan aprender a controlar sus esfínteres por sí solos. A medida que se iban afianzando las relaciones entre padres e hijos/hijas a través del tiempo, estos últimos podían empezar a controlar su orina y heces por sí solos. Es por ello que, aquí se observa cómo, comienza a haber un avance positivo de las relaciones paternofiliales a consecuencia de la reducción al fajamiento de los niños (práctica de esa época) y a la utilización del enema; que para ese momento resultaba una importancia emocional antes desconocida. Además de esto último, los padres comenzaban a desarrollar una educación higiénica, los niños/niñas eran amamantados por sus madres, entre otras nuevas prácticas que se empezaban a incursionar o que mejoraban las ya existentes; produciendo así, una mejora general de los cuidados por parte de los padres reduciendo la mortalidad infantil. En cuanto al avance de las relaciones, en el último tiempo hay un desarrollo efectivo en los niños y niñas por el cambio de las prácticas que se ejercen sobre ello; por ejemplo, se observan criaturas más amables, sinceras, con voluntad y una menor cantidad de estos con un comportamiento imitativo o depresivo. Por otro parte, a partir de los dos años el sujeto se caracteriza por comenzar a desarrollar el lenguaje y el pensamiento, pudiendo lograrlo por medio de la socialización y el intercambio que realiza con los demás. Este intercambio, principalmente se da en su círculo más cerca como la relación parental. De esta manera, comienza a desarrollar la función semiótica que consiste en poder representar algo por medio de un significante, otorgándole un significado; pero que, para ello, son los padres (en esta primera instancia de vida) quienes deben

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Profesorado y Licenciatura en Ciencias de la Educación Psicología Evolutiva I Año 2021 propio cuerpo. Siendo así que, el sujeto puede ir hasta un cierto objeto, pudiéndolo tomar y soltar cuando él/ella lo desea. Este dominio de la movilidad, resulta tener un vínculo, además, con el manejo, dominio y control de sus esfínteres. La zona erógena sobre la que se sienta la libido, que mencionaba anteriormente, es el ano – recto y el intestino. El niño o la niña descubren un placer en conseguir, lograr, expulsar o retener, en este caso, las heces o la orina, logrando así poder tener dominio y control sobre su propio cuerpo. Pero lo que ocurre ahora es que, esta función fisiológica orgánica se separa para luego hacerse psíquica; hay una satisfacción de orden psíquico que tiene que ver con el ser dueño de su propio cuerpo y en demostrándoselo a sus padres como un logro personal. Lo importante en las operaciones subjetivas es el poder producir algo propio y a la vez cederlo al otro como un “regalo” que va acompañando el crecimiento. Siendo así que, este acompañamiento puede avanzar o entorpecer el desarrollo y que, por tanto, la relación paternal debe poder alentar y organizar a los sujetos para que sean sujetos. Por último, en relación a esto también podemos observar cómo a partir de estas relaciones paternales el niño o la niña pueden, en este momento del desarrollo, producir una cierta autonomía de sí mismo o, todo lo contrario, como la producción de la vergüenza/duda. El sujeto a medida que va creciendo va pasando por ocho diferentes crisis que se caracterizan por tener dos vertientes: la fuerza sintónica, que produce la integración yoica y la fuerza diatónica, que produce la desintegración yoica; siendo estas necesarias en el sujeto y llevando a prevalecer una u otra dependiendo el espacio, el tiempo, etc. La crisis que coincide y, además, donde se observan los vínculos o las relaciones parentales, es la segunda “autonomía vs. la vergüenza/duda”, desarrollándose en el estadio de la niñez temprana y también, en vínculo con la etapa anal psicosexual de Freud. En vínculo con lo que mencionábamos en los párrafos anteriores, la maduración muscular prepara al cuerpo para poder aferrar y soltar, que en cierto punto son las modalidades sociales importantes para el desarrollo de la personalidad individual y las actividades colectivas. Siendo así que, el niño o la niña tienen cierta autonomía y eso los lleva a saber que lo pueden hacer o lograr; pero, son los otros, las relaciones parentales, quienes deben tener un control tranquilizador y no exigente hacia ellos, es decir, lo deben alentar, acompañar y, además, otorgarle cierta confianza y autonomía intentando así, de que no lo lleven a la duda o vergüenza. Ahora bien, si esto último llegase a ocurrir, se produce un sentimiento como de indignidad, haciendo sentir a los mismos que no valen, de que

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Profesorado y Licenciatura en Ciencias de la Educación Psicología Evolutiva I Año 2021 no lo pueden lograr; de esta manera pueda aparecer la patología que es la compulsión, es decir, el sujeto no tiene control de su cuerpo, su voluntad está descontrolada. Pero, de lo contrario, si ese autocontrol que el niño o la niña desarrollan porque su crisis se resolvió por la fuerza sintónica, aparece la fuerza básica que es, en este caso, la voluntad, el tener un cierto control de sí. Entonces así, se observa cómo la relación entre padres e hijos/hijas debe darse de manera tranquila, no rígida ni apresurada, para que de esa manera ellos puedan confiar en sí mismos y en el mundo en el cual están insertos. Conclusión Lo que hemos podido ver y comprender es el carácter importante que implica tener ciertas relaciones, dadas entre los padres o quienes ejerzan esas funciones y sus hijos o hijas, principalmente en la infancia porque es un periodo de construcción, subjetivación, entre otras del individuo. Pero, de igual manera, estas relaciones deben poder estar presentes luego, aunque ya el sujeto haya crecido o “no lo necesite”, siempre el acompañamiento de nuestros padres en cada momento de nuestras vidas es muy importante. Desde muy pequeña, tuve el privilegio de que mis padres me acompañen, guíen y críen, creo yo de buena manera, hoy día soy lo que soy gracias a ellos y a mí también, como veíamos más arriba. Cuando comenzamos a desarrollar todos estos temas en clase, mamá me contaba cómo fue mi “fase anal”, ellos me acompañaban al baño, me hablaban, sostenían y ya luego era, avísame cuando terminas, inténtalo, vos podes solita; así, no sé si está bien o mal esto, pero a mí me significó mucho el escucharlo y ahora entender lo valioso que eso le es al niño o la niña. De esta manera, vemos cómo el sujeto se va construyendo, lleva todo un trabajo o un esfuerzo que se realiza entre todos. Por un lado, construido por componentes biológicos y, por otro con componentes psicológicos, que se agregan al primero, pero que resultan ser el contacto o las relaciones con su madre, padres, familia, escuela, vecindad, etc. Es por ello que, mi recomendación es que acompañen, estén presentes en la vida de esos niños y niñas porque uno, en muchas ocasiones, no tiene mucha idea de lo tan valioso e importante que le es para ellos la presencia de los padres o quien esté al cuidado de los mismos. Los niños y niñas, se encuentran en un periodo donde deben estar acompañados, tener la guía de esas relaciones parentales para el construir de sus vidas y llevarlos por buen camino, empatizando con ellos,