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depresion en los niños lectura informativa
Tipo: Monografías, Ensayos
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Topic No 3 Depression in Children (Spanish)
La depresión es algo más que sentirse triste o infeliz. La depresión también produce ira, descorazonamiento, resentimiento, culpa y bajos niveles de auto estima. Al crecer, particularmente en la etapa de la adolescencia, puede presentarse una época de confusión y de cambios en el estado anímico y extrema sensibilidad. Frecuentemente es vista como una etapa de rebelión. Como padres, es nuestra responsabilidad notar cuando los sentimientos de tristeza, ira, resentimiento, culpa o baja autoestima en nuestros hijos, son señales de que se están sintiendo muy tristes. Cuando los adolescentes beben alcohol o consumen drogas para sentirse mejor, esto puede ser una señal de que ellos se están sintiendo deprimidos.
Nuestros hijos que podrían haberse relacionado con otros niños, jugado con amigos y disfrutado de sus compañías, pueden ahora haber perdido amigos, pasar la mayor parte del tiempo solos, aislados en sus casas y en sus cuartos. Las actividades e intereses que una vez disfrutaron pueden haber dejado de atraerlos. Les podría estar yendo bien en la escuela, pero su buen nivel de rendimiento puede haber disminuido debido a la pérdida de concentración. Nuestros hijos, habitualmente llenos de energía, pueden ahora no tenerla. Pueden haberse sentido bien con ellos mismos antes, pero ahora les disgusta su persona a tal extremo, que regularmente empiezan a correr riesgos. Estos cambios pueden ser graduales de unas pocas semanas a meses. Esto indica que la depresión se está desarrollando.
Algunas veces, los niños y adolescentes que tienen problemas en casa o en la escuela pueden estar deprimidos sin saberlo. Debido a que nuestros hijos pueden no siempre mostrar que están tristes, nosotros como padres tenemos que saber y comprender de que la conducta mala puede ser una señal de depresión. Cuando se les pregunta directamente, nuestros hijos pueden algunas veces decir que son infelices o están tristes. Pero los niños y adolescentes con depresión pueden tener dificultades para expresar o describir sus emociones y estados de ánimo.
Frecuentemente nuestros hijos no sabrán que están deprimidos, entonces no piden ni obtienen la ayuda apropiada. Como padres, depende de nosotros notar los cambios en la vida de nuestros hijos y la forma cómo ellos están enfrentándose con sus diferentes emociones. Cuando los jovencitos no comparten con nosotros como van sus cosas, es una señal de que algo está mal.
Los padres están frecuentemente preocupados cuando los niños y adolescentes que están deprimidos, expresan sentimientos y pensamientos de que “la vida ya no vale la pena vivirla”, o que “la vida es demasiado mala para seguir luchando”. Como padres, escuchar a nuestros hijos hablar de suicidio o decir que ellos desean estar muertos, frecuentemente es agobiante. Las cosas dichas en un momento emotivo pueden no significar demasiado, pero puede ser causa de gran temor para el hijo y los padres. Si estos pensamientos o sentimientos son más que temporales, necesitan ser tomados seriamente en cuenta.
Si nuestros hijos están deprimidos, pueden estar pensando en el suicidio. El no hablar acerca de ello no resolverá nada. Suavemente, con comprensión, apoyo y de una manera abierta, pregúnteles si ellos sienten como que desearían dormir y no despertar más. Si les preguntamos a nuestros hijos acerca de sus temores, sin asustarnos y sin críticas, esto frecuentemente ofrece la oportunidad de disminuir sus sentimientos de aislamiento. Ello no pone “esa idea” en sus mentes. Si nuestro hijo está diciendo que él o ella desea morir, no podemos ignorar esto. Quizás pensemos que nuestros hijos realmente no quieren decir eso cuando hablan sobre suicidio, pero es importante como padres permitirles a nuestros hijos hablar acerca de sus pensamientos de dañarse a si mismos y responderles tomando su dolor seriamente sin mostrar demasiada preocupación.
Si nuestros hijos tienen idea de dañarse o intentar lastimarse a si mismos, nosotros como padres necesitamos asegurarnos de que ellos no estén solos. Necesitaran ser cuidados hasta que puedan ver a un doctor, pediatra o profesional de la salud mental. Si nuestros hijos dicen que sienten como que quieren hacerse daño, nosotros sabemos que ellos necesitarán ayuda regularmente. Si como padre se siente incapaz de mantener a su hijo fuera de peligro, usted debe llevarlo a su doctor de familia o al hospital.
Generalmente los sentimientos normales de tristeza y decaimiento no duran mucho. Si los sentimientos de tristeza y depresión de nuestros hijos continúan por más de dos semanas, debemos empezar a ocuparnos seriamente de ello. Si continúan por tres meses es importante solicitar ayuda de inmediato.
Las señales más importantes de depresión en niños son la infelicidad persistente e incapacidad de hacer las cosas normales; ser capaces de tener control sobre sus sentimientos, mantener el nivel de los resultados usuales en la escuela y mantener sus amistades. Otras señales, pueden incluir el preocuparse más de lo habitual, sentirse mal físicamente, llorar, estar irritable, sentirse sin esperanza, desamparado y muy culpable por cosas acerca de las que no debería sentirse mal.
nuestras familias puede dar a nuestros hijos el mensaje de que estamos cuidando de ellos y demuestra nuestro amor y apoyo para ellos. Compartir ideas, sentimientos y solucionar problemas como familia, facilitará el que nuestros hijos nos hablen cuando se estén sintiendo tristes. Puede también ayudar el demostrarles aprobación y aprecio en lugar de críticas.
4. Estimulemos a que nuestros hijos:
1. Podemos empezar con solucionar problemas prácticos: podemos ofrecernos para hacer una cita para ver a un profesional que apoye a nuestros hijos y también para ser la persona que puede empezar a ayudar a solucionar las cosas. 2. Podemos hacer cosas especiales que hagan sentir bien a nuestros hijos y a nosotros mismos: un ejemplo sería el planificar juntos y activamente algún evento futuro. 3. Podemos esforzarnos en sentirnos bien: ellos necesitan saber que cuidamos de ellos y que tenemos confianza de que las cosas mejorarán. 4. Podemos eficazmente prepararnos para recaídas y malestar: podemos aceptar de que para que las cosas mejoren tomará tiempo, mucho esfuerzo y energía. La depresión es generalmente una condición temporal en los niños, si se le reconoce y se recibe ayuda a tiempo. Aun cuando se trate de un problema mayor, casi siempre responderá a un tratamiento profesional. La parte más importante al reconocer la depresión, es comprender que ésta puede ocurrirle a nuestros hijos y que debemos mantenernos en comunicación con ellos.
Tel: (02) 9840 3899 (during business hours) Freecall for rural and remote areas of NSW 1800 64 8911
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Printed August 2002