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Cuento CORTO DE lEANDRO, Apuntes de Literatura

eN ESTA HISTORIA CONOCEREMOS COMO LEANDRO INICIA UNA NUEVA VENTUA

Tipo: Apuntes

2024/2025

Subido el 13/05/2025

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annielises-mercedes 🇩🇴

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Un cuento por Leandro de la Cruz
El Carnaval Dominicano: Un torbellino de colores, música
y tradición
El despertar de la alegría
En el corazón del Caribe, donde el sol besa las olas del mar y el cielo se pinta
de azul infinito, se encuentra la República Dominicana, una tierra vibrante y
llena de vida. Cada año, al llegar la primavera, un torbellino de colores,
música y tradición se apodera del país: el Carnaval Dominicano.
En un pequeño pueblo llamado San Miguel, ubicado en las exuberantes
montañas del Cibao, la emoción por el carnaval se respiraba en el aire.
Desde las primeras horas del día, el pueblo se transformaba en un escenario
de fiesta y preparación.
El carnaval es un lienzo de creatividad donde en las calles de San Miguel se
convertían en un taller de artesanos, donde la creatividad y el ingenio
tomaban forma. Familias enteras se reunían para diseñar y confeccionar sus
disfraces, utilizando materiales coloridos, plumas, lentejuelas y máscaras
elaboradas a mano. Cada disfraz representaba una historia, una leyenda o un
personaje popular de la rica cultura dominicana.
Los niños, con la inocencia y la alegría que los caracteriza, daban vida a
diablos cojuelos traviesos, indios taínos orgullosos o piratas aventureros. Los
adultos, por su parte, se transformaban en personajes históricos, figuras
mitológicas o en representaciones de la flora y fauna del país.
A medida que el sol ascendía en el cielo, el sonido de los tambores y las
trompetas comenzaba a inundar las calles de San Miguel. La música, el
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El Carnaval Dominicano: Un torbellino de colores, música

y tradición

El despertar de la alegría En el corazón del Caribe, donde el sol besa las olas del mar y el cielo se pinta de azul infinito, se encuentra la República Dominicana, una tierra vibrante y llena de vida. Cada año, al llegar la primavera, un torbellino de colores, música y tradición se apodera del país: el Carnaval Dominicano. En un pequeño pueblo llamado San Miguel, ubicado en las exuberantes montañas del Cibao, la emoción por el carnaval se respiraba en el aire. Desde las primeras horas del día, el pueblo se transformaba en un escenario de fiesta y preparación. El carnaval es un lienzo de creatividad donde en las calles de San Miguel se convertían en un taller de artesanos, donde la creatividad y el ingenio tomaban forma. Familias enteras se reunían para diseñar y confeccionar sus disfraces, utilizando materiales coloridos, plumas, lentejuelas y máscaras elaboradas a mano. Cada disfraz representaba una historia, una leyenda o un personaje popular de la rica cultura dominicana. Los niños, con la inocencia y la alegría que los caracteriza, daban vida a diablos cojuelos traviesos, indios taínos orgullosos o piratas aventureros. Los adultos, por su parte, se transformaban en personajes históricos, figuras mitológicas o en representaciones de la flora y fauna del país. A medida que el sol ascendía en el cielo, el sonido de los tambores y las trompetas comenzaba a inundar las calles de San Miguel. La música, el

corazón palpitante del carnaval, se apoderaba del pueblo, contagiando a todos con su ritmo contagioso. El merengue, ritmo nacional por excelencia, llenaba el aire con su cadencia alegre y sensual. La bachata, con su melancolía y romanticismo, invitaba a parejas a bailar al son de sus guitarras. Y el son, con su contagiosa energía y sabor caribeño, hacía que los pies se movieran sin parar. Al mediodía, el pueblo se volcaba a las calles para presenciar el gran desfile de carnaval. Las comparsas, encabezadas por sus vibrantes estandartes, recorrían las calles, llenándolas de un torbellino de colores, música y alegría. Los diablos cojuelos, con sus máscaras diabólicas y trajes rojos, saltaban y brincaban al son de los tambores, asustando a los niños y llenando el aire de picardía. Las comparsas de indios taínos, con sus trajes de plumas y sus rostros pintados, representaban la herencia indígena del país, honrando a sus ancestros y su legado. Las reinas del carnaval, con sus vestidos opulentos y coronas brillantes, eran el centro de atención, símbolo de la belleza y la exuberancia dominicana. Sus sonrisas radiantes y sus movimientos elegantes cautivaban a todos los presentes. La música y el baile no se limitaban al desfile. En cada esquina, plazas y parques, se improvisaban pistas de baile donde la gente se unía a la fiesta. Jóvenes y adultos, sin importar la edad o el origen, se movían al ritmo contagioso del carnaval, expresando su alegría y olvidando las preocupaciones por un momento.

su música y talento. El merengue, la bachata, la salsa y otros ritmos latinos llenaban el aire, invitando a todos a bailar y a disfrutar de la noche. Los vendedores ambulantes ofrecían una gran variedad de comida típica dominicana: chicharrón, pastelón, moro de guandules, sancocho... Los aromas deliciosos inundaban las calles, abriendo el apetito de los asistentes. En medio de la multitud, Miguel, un joven de 17 años, se encontraba disfrutando del carnaval con sus amigos. De repente, sus ojos se encontraron con los de una chica hermosa que vestía un traje de reina del carnaval. Era como si el tiempo se hubiera detenido, y solo ellos dos existieran en ese momento. Miguel, sin pensarlo dos veces, se acercó a ella y la invitó a bailar. La chica, con una sonrisa radiante, aceptó la invitación. Ambos se movían al ritmo de la música, como si hubieran bailado juntos toda la vida. Al final de la canción, Miguel y la chica conversaron durante un largo rato. Descubrieron que tenían mucho en común: ambos amaban la música, el baile y las tradiciones dominicanas. Sentían una conexión especial, como si el destino los hubiera unido en esa noche mágica. Tenían la esperanza de verse pronto, para que su conexión especial se convirtiera en algo más. Sin embargo, la alegría del momento se vio empañada por la inesperada aparición de Gabriela, la exnovia de Miguel. Gabriela, al ver a Miguel con otra chica, se sintió celosa y rencorosa. Se acercó a ellos con una mirada de desdén y le dijo a Miguel:

"¡Qué sorpresa! ¿No me digas que ya olvidaste a tu antigua novia? Parece que te has encontrado una nueva reina del carnaval en un abrir y cerrar de ojos." Miguel, sorprendido por la actitud de Gabriela, trató de calmarla y explicarle que solo estaba bailando con una amiga. Sin embargo, Gabriela no quería escuchar razones. Se dirigió a María con arrogancia y le dijo: "Aléjate de él, chica. Este chico ya tiene dueña. No te metas en lo que no te importa." María, al presenciar la escena, se sintió humillada y ofendida. No podía creer que Gabriela la tratara de esa manera, solo por estar bailando con Miguel. Le respondió con firmeza: "Disculpe, señora, pero no tengo que pedirle permiso a nadie para bailar con quien quiera. Y si usted tiene algún problema con Miguel, eso es asunto de ustedes dos." La tensión entre las dos mujeres era palpable. Miguel, incómodo por la situación, trató de intervenir para evitar que la cosa se pusiera peor. Sin embargo, Gabriela, llena de ira, se dirigió a él y le dijo: "¡No me defiendas! Si te has cansado de mí, solo tienes que decirlo. No tienes que andar con otras chicas para demostrarlo." Miguel, harto de la actitud de Gabriela, le respondió con determinación: "Gabriela, ya te he dicho que no estoy interesado en ti. Hemos terminado. Por favor, deja de armar escándalos y disfruta del carnaval."

momentos alegres. ¿No creen que sería mejor resolver esto de forma amistosa?" Miguel, María y Gabriela, conscientes de que Carlos tenía razón, se miraron entre sí y asintieron con la cabeza. Estaban dispuestos a encontrar una solución pacífica a la situación. Carlos, entonces, sugirió: "Propongo que cada uno de ustedes tenga la oportunidad de hablar y expresar su punto de vista. Escuchemos con atención lo que cada uno tiene que decir, sin interrupciones ni juicios." Miguel, el primero en hablar, se disculpó con Gabriela por su comportamiento anterior. Le explicó que no había sido su intención lastimarla y que solo estaba tratando de disfrutar del carnaval con una amiga. Gabriela, por su parte, reconoció que había reaccionado de forma exagerada por los celos. Admitió que no debía haber juzgado a María sin conocerla y que se sentía arrepentida por su actitud. María, con una sonrisa comprensiva, le dijo a Gabriela: "No te preocupes, Gabriela. Entiendo tu reacción. Todos hemos pasado por momentos de celos en algún momento de nuestras vidas. Lo importante es que podamos hablarlo y solucionarlo." Finalmente, los tres se dieron un abrazo sincero, demostrando que habían superado el conflicto y que estaban dispuestos a seguir adelante como amigos.

La noche del carnaval continuó, llena de música, baile y alegría. Miguel y María disfrutaron de la fiesta junto a sus amigos, dejando atrás el malentendido que había surgido entre ellos. Gabriela, por su parte, se disculpó con María por su comportamiento anterior y le ofreció su amistad. Ambas chicas conversaron largo rato, descubriendo que tenían mucho en común y que podían ser buenas amigas. Ese carnaval, además de ser una noche llena de alegría y diversión, se convirtió en una lección valiosa para Miguel, María y Gabriela. Aprendieron que la comunicación, la comprensión y el perdón son claves para resolver conflictos y mantener relaciones amistosas. El carnaval dominicano, con su magia y su colorido, había sido el escenario perfecto para una noche memorable, donde no solo se celebraron las tradiciones del país, sino también se fortalecieron los lazos de amistad y se aprendieron valiosas lecciones de vida. Años después, Miguel y María se casaron y tuvieron una hermosa familia. Cada año, durante el carnaval, disfrutaban juntos de la fiesta, recordando con cariño el momento en que se conocieron. Para ellos, el carnaval no solo era una celebración de la cultura dominicana, sino también un símbolo de su amor y de la alegría que había llenado sus vidas. Enseñaron a sus hijos las tradiciones del carnaval, y juntos transmitieron el legado de esta fiesta tan especial a las nuevas generaciones.