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Este ensayo reflexivo analiza el consumo cultural en colombia desde la perspectiva de garcía canclini, explorando cómo este proceso influye en la construcción de sentidos y dinámicas sociales. Se exponen seis modelos teóricos que permiten comprender el consumo como un fenómeno complejo que abarca desde la reproducción de la fuerza de trabajo hasta la construcción de rituales colectivos. El ensayo destaca la importancia del contexto sociohistórico colombiano en la configuración del consumo cultural y analiza datos sobre el acceso a escenarios culturales, la competencia de lectura y el promedio de libros leídos por año. Se concluye que el consumo cultural en colombia, a pesar de las brechas de desigualdad social, también representa una posibilidad de construir sentidos y significados que transforman las dinámicas sociales.
Tipo: Monografías, Ensayos
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Consumo Cultural en Colombia, un Diálogo entre la Exclusión y la Construcción Colectiva de Sentidos Nohora Mayerly Moncaleano Bonilla Maestría en Derechos Humanos, Gestión de la Transición y Posconflicto Escuela Superior de Administración Pública Dr. William Ricardo Gómez Sierra 09 de septiembre de 2023
Consumo Cultural en Colombia, un Diálogo entre la Exclusión y la Construcción Colectiva de Sentidos Resumen El presente es un ensayo reflexivo que busca analizar el consumo cultural en Colombia en el marco de la perspectiva de García Canclini (1999), quien expone desde seis modelos teóricos el concepto de consumo y las distintas construcciones sociales que emergen alrededor de él. En este sentido, a través de este escrito se dialoga entre la perspectiva que posiciona la cultura como una mercancía que profundiza la brecha social, excluye el acceso de los grupos sociales más vulnerables y sumerge a la sociedad en una lucha por el valor simbólico que representa; y la perspectiva que permite entender el consumo cultural como una posibilidad para construir sentidos en colectivo y transformar significados y dinámicas sociales. Se trata entonces de una reflexión sobre el consumo cultural en un país tan diverso como Colombia en el que el contexto sociohistórico ha sido fundamental en la manera de entender y asumir la cultura. Palabras clave: consumo, cultura, diversidad social, identidad. Abstrack This is a reflective essay that seeks to analyze cultural consumption in Colombia within the framework of the perspective of García Canclini (1999), who presents the concept of consumption and the different social constructions that emerge around it from six theoretical models. In this sense, this paper dialogues between the perspective that positions culture as a commodity that deepens the social gap, excludes the access of the most vulnerable social groups and submerges society in a struggle for the symbolic value it
Consumo Cultural en Colombia, un Diálogo entre la Exclusión y la Construcción Colectiva de Sentidos Entender la manera en que las personas consumen bienes y servicios y el impacto que este consumo tiene sobre los sentidos que determinan las relaciones intra e interpersonales, es fundamental para comprender los cambios y movimientos que van surgiendo en la sociedad actual. Es por ello, que el consumo es un concepto que va tomando cada vez mayor relevancia en los estudios sociales en el marco de un proceso de globalización y expansión de dinámicas de mercado cambiantes y condicionantes en las maneras de entender, asumir y relacionarse con el mundo. Ahora bien, el consumo cultural particularmente es fundamental en la medida en que la cultura es transversal y determinante en la construcción de sentidos, comprensiones, relaciones y representaciones de las sociedades. Por lo anterior y teniendo en cuenta las transiciones que ha vivido Colombia en los últimos años, se hace necesario realizar un breve análisis sobre ¿cuáles son los consumos culturales presentes en Colombia y qué sentidos se han construido socialmente desde allí? Para dar respuesta al cuestionamiento anterior, es necesario partir definiendo lo que se comprende como consumo, el cual es un concepto que algunos autores han analizado desde diversas perspectivas, ofreciendo ideas sobre cómo este proceso influye en la cultura, la economía y en general en la vida cotidiana. Según García Canclini (1999) “el consumo es el conjunto de procesos socioculturales en que se realiza la apropiación y el uso de los productos” (p. 34). Por otra parte, Jean Baudrillard (1970) argumenta que el consumo en la sociedad contemporánea no está basado únicamente en satisfacer las necesidades materiales, sino en crear y mantener una identidad social, reflejando no sólo la cultura, sino la cultura como una mercancía misma. Se entiende entonces desde esta perspectiva el
consumo como una construcción social que determina el uso y apropiación de bienes y servicios, no solo para la satisfacción de necesidades básicas sino desde la generación de necesidades secundarias y deseos desde las que se configuran símbolos y sentidos específicos para la identidad de las sociedades. El consumo se va transformando de acuerdo con los cambios sociales que van surgiendo e inciden en la generación de necesidades y deseos basadas en la relación entre compra y consumo. Para García Canclini (1999) existen seis modelos teóricos que permiten comprender de manera amplia el consumo y la manera en que influye en la sociedad. El primero de estos modelos refiere el consumo como un lugar de reproducción de la fuerza de trabajo y de expansión del capital a través de la generación de necesidades a partir de estrategias mercantiles diseñadas por los grupos hegemónicos que llevan a que se requiera mayor fuerza de trabajo y al mismo tiempo los trabajadores requieran consumir más; un segundo modelo define el consumo como el lugar en el que las clases y los grupos compiten por la apropiación del producto social, es decir, allí se profundizan los conflictos entre clases sociales de manera desigual por la búsqueda de un lucro representado en la adquisición de bienes, productos o servicios; el tercer modelo refiere el consumo como lugar de diferenciación social y de distinción simbólica entre los grupos, relacionado con la distinción social que representa el acceso y uso a ciertos bienes o servicios; un cuarto modelo expresa el consumo como sistema de integración y comunicación, en la medida en que en ciertos espacios construidos alrededor del consumo, se configuran significados que permiten a las personas comunicarse, agruparse, representarse e integrarse de una manera específica; el quinto modelo permite entender el consumo como proceso de objetivación de deseos, lo cual pone de relieve los deseos intrínsecos que llevan a que las personas
Asimismo, para comprender lo que es el consumo cultural, es pertinente tener en cuenta lo que Pierre Bourdieu (1987) define como capital cultural, conceptualizado como un conjunto de bienes que pueden ser tangibles o intangibles, pero de los que su valor radica en el peso simbólico que cargan. Es decir, una serie de activos sociales a las que las personas pueden acceder o adquirir con relación a la estratificación social a la que pertenezcan y que genera un valor simbólico determinante con relación a las demás clases sociales. Se divide en tres tipos: incorporado, objetivado e institucionalizado, estas convergen de manera fundamental para la conformación de las condiciones y pertenencia a una u otra clase social. Se evidencia entonces, por un lado, la manera en que el consumo incide trascendentalmente en la configuración de los grupos sociales; y por otro, el acceso al capital cultural que se encuentra determinado por las condiciones socieconómicas de las personas. Es así como se hace importante revisar en los datos correspondientes al consumo cultural en Colombia y desde allí intentar interpretar los sentidos y relación con la estratificación social y las transformaciones que en los últimos años han estado surgiendo. En este sentido, el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas - DANE (2020) demuestra que el consumo cultural en Colombia se ha venido convirtiendo en un fenómeno que refleja no sólo la diversidad cultural de este país, sino también la emergencia de cambios sociales y tecnológicos que también inciden en la manera en que se configura la sociedad actualmente. Estas estadísticas logran demostrar que dentro del consumo cultural en el territorio colombiano están consideradas las actividades convencionales, expresiones audiovisuales y hábitos de lectura, encontrando que el 43.5% de la población colombiana no asiste a
eventos culturales y que, de los asistentes, el 20.6% de la población asiste a conciertos, recitales o eventos musicales. La principal razón de la falta de asistencia se debe al desinterés de la población frente a las diversas programaciones, y posteriormente, se debe a la falta de tiempo y falta de dinero para asistir a estos espacios. Por otro lado, se encuentra en estos datos que, dentro de los lugares frecuentados para el acceso a actividades culturales, se destacan con un 13, 7 % los monumentos históricos y sitios arqueológicos, con un 12,6% las bibliotecas, los museos con un 9,4%, los centros culturales con el 8,1%, las casas de la cultura 7,8% y el 6,6% las salas de exposición (DANE, 2020). Es necesario aclarar que los porcentajes referidos no suman el 100% debido a que son datos tomados de las personas que sí asistieron a eventos y espectáculos culturales según lo planteado por el DANE. En este sentido se evidencia que solo el 58,2% de las personas encuestadas asisten a espacios culturales. Asimismo, se encuentra otro dato a destacar y es el hábito de la lectura. De acuerdo con los últimos resultados derivados del estudio TALIS-PISA (MEN, 2018), en la competencia de lectura que evalúa “la comprensión, el uso, la evaluación, la reflexión y el compromiso con los textos con el fin de lograr objetivos propios, desarrollar el conocimiento y el potencial personal y participar en la sociedad” (MEN, 2018, p. 30), Colombia se ubica en el penúltimo lugar con un puntaje promedio de 413 puntos. Adicional a esta información, según un análisis estadístico realizado por Lectupedia (2022) con recursos del Fondo Monetario Internacional FMI, que relaciona el promedio de libros leídos por año con el PIB (Producto Interno Bruto) de los países, encuentra que el promedio de lectura en Colombia es de 1, 9 libros por año, ubicándose en el antepenúltimo lugar entre 14 países analizados.
significados y sentidos que posicionan discursos de resistencia y transformación social. En esta dirección, se hacen evidentes los diversos significados y valor simbólico que el consumo cultural genera en Colombia y que a su vez permite la agrupación, comunicación, construcción de rituales y competencia alrededor de factores como las clases sociales, las generaciones, territorio, contexto político, etc. Por consiguiente, es posible concluir que si bien, por un lado, se hacen evidentes los modelos de consumo que excluyen y afianzan las brechas de desigualdad social, el consumo cultural en un país tan diversificado como Colombia, también se convierte en una posibilidad de construir diversos sentidos y significados que transforman las dinámicas sociales y posicionan puntos de encuentro, agrupación y construcción colectiva. Es necesario continuar pensando en la expansión de estos escenarios para reafirmar la cultura desde la colectividad y diversidad, extrayéndola de la perspectiva que la posiciona como una mercancía que segrega y excluye.
Referencias Baudrillard, J. (2009). La sociedad de consumo, sus mitos, sus estructuras. Madrid: Siglo XXI de España Editores, S.A. Bourdieu. P (1987). Los tres estados del capital cultural. Sociologiac.net N°5 pp.11- https://bit.ly/3azafJU Bigott Suzzarini, B. V. (2007). Consumo cultural y educación. Revista de Investigación, 31(61). https://bit.ly/3RyCmJS Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (2020) Encuesta de consumo cultural. Nota estadística 2020. https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas- por-tema/cultura/consumo-cultural Fenollar, P. (2003). Estilos de vida: Paradigmas del mercado. (Tesis doctoral). Universidad complutense de Madrid. Recuperado de: http://www.ucm.es/BUCM/tesis/cps/ ucm- t27084.pdf Torres, J. ( 2001) Educación en Tiempos de Neoliberalismo. Madrid: Morata. García Canclini, N. (1999). “El consumo cultural: una propuesta teórica”. En: Guillermo Sunkel (coord.): El Consumo Cultural en América Latina. Colombia: Convenio