



Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Prepara tus exámenes con los documentos que comparten otros estudiantes como tú en Docsity
Los mejores documentos en venta realizados por estudiantes que han terminado sus estudios
Estudia con lecciones y exámenes resueltos basados en los programas académicos de las mejores universidades
Responde a preguntas de exámenes reales y pon a prueba tu preparación
Consigue puntos base para descargar
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Comunidad
Pide ayuda a la comunidad y resuelve tus dudas de estudio
Descubre las mejores universidades de tu país según los usuarios de Docsity
Ebooks gratuitos
Descarga nuestras guías gratuitas sobre técnicas de estudio, métodos para controlar la ansiedad y consejos para la tesis preparadas por los tutores de Docsity
sobre el tema de constelaciones familiares basados en Hellinger y Hammer. (Chapetier)
Tipo: Apuntes
1 / 6
Esta página no es visible en la vista previa
¡No te pierdas las partes importantes!
Tips “Constelar la Enfermedad”.
La enfermedad es el camino de vuelta a la salud. Es un movimiento del espíritu que abre un reencuentro profundo con la vida y con el amor. Es el final de un movimiento circular de reconciliación, que puede atravesar varias generaciones.
La enfermedad una vez descifrada, es una guía irremplazable para sacarnos del laberinto de la falta de amor y de los sufrimientos donde nuestro desconocimiento, nuestras fidelidades y nuestra conciencia moral nos han sumido. Su misión es llevarnos al reencuentro, a la alegría, a la vida, a la plenitud.
LA ENFERMEDAD NOS LLEVA A LA VIDA.
El amor del espíritu es amor a los opuestos como son. Es la fusión de los opuestos. Es reconciliación.
La enfermedad es el resultado de nuestro rechazo a la vida y, a la vez, una propuesta de solución tanto de nuestro sistema familiar como de nuestro sistema corporal.
La misión de la enfermedad es llevarnos a la curación; pero no nos dejamos guiar.
La enfermedad nos muestra siempre a alguien o algo que fue excluido.
El espíritu que te lo ha dado todo, te pide que reincluyas a alguien que fue excluido por ti y por un ancestro, para poder seguir adelante con plenitud.
La conciencia familiar busca mantener su equilibrio y utiliza mecanismos “ciegos” de compensación cuando el equilibrio está en peligro.
La buena conciencia, Raíz de la enfermedad.
La raíz de la enfermedad es nuestra buena conciencia, nuestra conciencia moral, que nos permite decir que alguien es malo y excluirlo tranquilamente. Cada vez que juzgamos, creamos un síntoma o una enfermedad.
La otra faceta de nuestra buena conciencia es ese amor ciego que hace que un hijo diga inconscientemente a su padre o a su madre: “Yo me hago cargo de tu enfermedad”. Amor ciego responsable de las mal llamadas enfermedades “hereditarias” o de “transmisión genética”.
El cuerpo, interfaz entre persona y conciencia familiar.
El cuerpo es la interfaz entre el individuo y su sistema. Es donde nos habla nuestro inconsciente, que no es más que el movimiento del espíritu individualizado.
Cualquier desorden del sistema familiar tiene su reflejo en el cuerpo de algún o algunos descendientes. Cualquier desorden afectivo del vivo, emociones o actos no asumidos, traumas no integrados, se manifestarán en lugares precisos del cuerpo hasta su resolución.
LAS CONSTELACIONES FAMILIARES Y LA NUEVA MEDICINA.
Cuando dicho conflicto es resuelto, una segunda “enfermedad” repone el cuerpo, gracias a la activación de hongos, virus, bacterias, microbios, etc. Cuando el proceso termina, la salud vuelve; la persona ha resuelto definitivamente el conflicto y se adapta de nuevo a la vida.
La enfermedad es un movimiento del espíritu.
La enfermedad es un proceso completo de reconciliación. Todo proceso de reconciliación es sagrado. La enfermedad es por tanto un proceso sagrado, es la vivencia de ser abarcado por el movimiento creador del espíritu que desemboca sobre una vida renovada, con mayor vibración y un sistema familiar saneado.
EL CONFLICTO.
Por amor ciego a este antepasado, tendremos la misma debilidad que él, reproduciremos su rechazo a la vida y al amor. Y reproduciremos este rechazo fundamentalmente con nuestra madre y/o nuestro padre.
La enfermedad va a presentar entonces una solución en general metafórica a ese desencuentro.
El conflicto es la oportunidad de la conciencia familiar para que el vivo se dé cuenta, diga sí, entre en el amor del espíritu y así resuelva un desorden anterior, o permita una reconciliación y que él mismo crezca.
El constelador está allí para ayudar a la persona a despertar del sueño de que la terapia nos devolverá a una vida sin carencias. Ayudar a que el cliente renuncie a sus expectativas o ilusiones emocionales y acepte la vida como viene.
LAS EMOCIONES.
Sólo las emociones primarias son saludables, nos hacen crecer. Son un canto a la vida, son creativas, son fuertes y contribuyen a la mejora de la vida y del ser humano.
Las emociones que no han sido expresadas se acumulan en los órganos a los que corresponden, modificando su química, restándoles energía hasta acabar en una somatización, síntoma o enfermedad.
CONSTELAR ENFERMEDADES.
El papel de la enfermedad es hacer que terapeuta y cliente se conecten con Algo Más Grande y pongan al servicio la vida.
Nuevas Constelaciones: se entiende que el constelador confía plenamente en el campo: una vez haya planteado la constelación, el facilitador se retira para no interferir más en su desarrollo. Cada constelación estará constituida por los elementos que este campo necesita para que se cree una nueva realidad gracias a esta nueva mirada, pues acepta todo como es. Esa nueva realidad, imprevisible, conlleva siempre un plus de vida y de conciencia con respecto a la realidad de origen. Para el que ha recorrido este camino, siempre es un regalo inesperado.
Constelación Espejo: cuando el constelador se queda en blanco frente a un cliente, o se siente confuso o son fuerza, o aburrido por el tema, muy probablemente haya entrado en una contratransferencia con su cliente. La constelación espejo consiste en trabajar “a distancia” con el cliente, a través de representantes que van a ser espejo de los representantes del cliente. Va a ser la constelación del constelador, desmontando así la contratransferencia y devolviendo a ambos, cliente y constelador, la distancia necesaria para la sanación del cliente. Este procedimiento protege al cliente de cualquier proyección del terapeuta. La constelación del cliente se desarrolla únicamente por resonancia, como si el movimiento de sanación presente en el camp eligiera los movimientos significativos de la constelación espejo para producir saltos cualitativos en la constelación del cliente.
Resolver un conflicto.
Cuando alguien nos presenta una enfermedad, sería interesante saber a qué fase pertenece esta enfermedad.
Si la enfermedad presentada es de fase activa, se atenderá a los conflictos que la desencadenaron. Uno es inmediatamente anterior al inicio de la enfermedad, otro suele haberse producido en la infancia, pueden existir varios conflictos más que se fueron sumando.
En caso de ser una enfermedad de fase de resolución, se buscará, para potenciarla, la conflictolisis: ese conflicto que pone fin a la fase activa porque éste si ha sido asumido y resuelto. La fase de resolución es a menudo las más dolorosa y peligrosa, así que conviene dinamizar de nuevo la energía de la conflictolisis, liberarla totalmente para que en cuestión de días el enfermo llegue al punto epileptoide y con él a la convalecencia.
Existen varias posibilidades para asumir y resolver un conflicto. Una primera manera de trabajar sería tratar el conflicto como un trauma: realizando una constelación del “trauma” o utilizando herramientas de integración de los traumas como la Programación Neuro-Lingüística o terapias energéticas.
La constelación del trauma más sintética y eficaz a mi criterio es la siguiente:
Tres representantes: uno para la persona, otro para el trauma, sin necesidad de saber de qué se trata ni con quién ocurrió, y un último representante para un ancestro al que este trauma está vinculado. Es una constelación del espíritu, en la que el constelador cataliza las fuerzas de sanación sin interferir.
Otra opción es una terapia individual sobre el conflicto. El terapeuta buscará primero cuándo, con quién y dónde se produjo el conflicto. A menudo, el conflicto ha desaparecido del consciente del cliente. Es importante no dejarse llevar por el dramatismo, que son más que emociones secundarias y nos alejarían del dolor primario bloqueado. Se evita todo comentario mental posterior.
CONSTELAR.
No hay protocolo
En primer lugar debemos saber cuál es el elemento clave cuya resonancia modificará todo lo demás. No podemos racionalmente tener acceso a ello. No podemos saberlo por deducción y deberemos acudir humildemente al sexto sentido, a la sintonía con la información del campo, a la percepción