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Introducción a la Criminología: Conceptos, Objeto de Estudio y Evolución, Monografías, Ensayos de Criminología

Una introducción a la criminología, explorando su objeto de estudio, evolución histórica y principales enfoques. Se analiza la definición de la criminología, su campo de investigación, y se destaca la importancia del estudio del delito, el delincuente, la víctima y el control social. El texto también aborda la función de la criminología como ciencia práctica y su papel en la lucha contra la criminalidad.

Tipo: Monografías, Ensayos

2024/2025

Subido el 25/02/2025

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA RELACIONES INTERIORES,
JUSTICIA Y PAZ
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD
CEFO UNES - PUERTO ORDAZ
PNF LIC SERVICIO POLICIAL
AMBIENTE U
TEMA 1. CONCEPTOS Y FUNDAMENTACION DE LA CRIMINOLOGÍA
DOCENTE:
EMERSON PUERTA
INTEGRANTES:
FELIX ZACARÍAS
C.I. V-16.009.275
RUEDA JUAN
C.I. V-17.887.254
DELMI FUENTES
C.I. V-18.666.714
FRAIN CARABALLO
C.I. V-20.504.381
ELIANNYS ARAY
C.I. V-25.933.655
LOREISY MORFFI
C.I. V-27.186.056
CIUDAD GUAYANA, FEBRERO DEL 2025
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¡Descarga Introducción a la Criminología: Conceptos, Objeto de Estudio y Evolución y más Monografías, Ensayos en PDF de Criminología solo en Docsity!

REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA RELACIONES INTERIORES,

JUSTICIA Y PAZ

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD

CEFO UNES - PUERTO ORDAZ

PNF LIC SERVICIO POLICIAL

AMBIENTE U

TEMA 1. CONCEPTOS Y FUNDAMENTACION DE LA CRIMINOLOGÍA

DOCENTE:

EMERSON PUERTA

INTEGRANTES:

FELIX ZACARÍAS

C.I. V-16.009.

RUEDA JUAN

C.I. V-17.887.

DELMI FUENTES

C.I. V-18.666.

FRAIN CARABALLO

C.I. V-20.504.

ELIANNYS ARAY

C.I. V-25.933.

LOREISY MORFFI

C.I. V-27.186.

CIUDAD GUAYANA, FEBRERO DEL 2025

INTRODUCCIÓN

La criminología es una disciplina científica que se ha consolidado como un pilar fundamental en el estudio del delito, el delincuente y la respuesta social frente a la criminalidad. Su carácter interdisciplinario le permite integrar conocimientos provenientes de la sociología, la psicología, el derecho, la antropología y otras ciencias sociales, con el objetivo de comprender las causas y manifestaciones del comportamiento delictivo, así como las estrategias más efectivas para su prevención y control. Se abordarán los conceptos básicos de la criminología, explorando, su objeto de estudio y su relación con otras disciplinas. Asimismo, se analizará la fundamentación teórica que sustenta esta ciencia, destacando las principales corrientes de pensamiento que han influido en su desarrollo. A través de este análisis, se busca ofrecer una visión integral de la criminología, resaltando su importancia en la comprensión y abordaje de los fenómenos criminales en la sociedad contemporánea.

dinámica y variables del crimen – contemplado éste como fenómeno individual y como problema social, comunitario -; así como sobre su prevención eficaz, las formas y estrategias de reacción al mismo y las técnicas de intervención positiva en el infractor”. Es importante manifestar que existen variadas y heterogéneas definiciones de la CRIMINOLOGÍA por diferentes autores, en consonancia con los diversos enfoques o perspectivas desde los que puede examinarse el crimen: biológicos, sociológicos, etc. Suele admitirse por opinión mayoritaria que ésta es una ciencia empírica; y que se debe ocupar, al menos, del crimen y de la persona del delincuente, así como de la ejecución de las sanciones penales, de prognosis (conocimiento anticipado de algún suceso) y del tratamiento del infractor: pero se polemiza respecto a todo lo restante. Los contornos y extensión del llamado “campo previo” de la criminalidad, la relevancia de los análisis de la “personalidad” del infractor, el significado mismo de la “reacción social” y del comportamiento de sus agentes, el rol y emplazamiento de la victimología o de la criminalística, son, entre otros muchos temas objeto de una viva polémica. La acepción restrictiva circunscribe la Criminología a la investigación del delito, de la persona del delincuente y de la ejecución de la pena. Queda, pues, fuera de su objeto buena parte de los que denominamos “control social”. Exponentes de este modo de enfocar el quehacer criminológico serían EXNER, SAUER, MEZGER, MANNHEIM, KAUFMANN, etc. Por el contrario, una acepción amplia o extensiva de la Criminología, como la que se propone, considera que el análisis de la reacción social: de los mecanismos, estrategias y procesos del control social, forma parte integrante del objeto de una disciplina que debe concebirse dinámicamente. A esta definición amplia, dinámica y totalizadora de la Criminología se unen autores como WOLFGANG, BLOCH-GEIS, GLASER, JEFFERY, NAGEL, SUTHERLAND, SCHNEIDER, entre otros. En cuanto a la referencia al control y prevención del delito de la definición provisional de Criminología, implica una opción concreta sobre las polémicas funciones de esta disciplina. Se rechaza la tesis minimalista, partidaria de atribuir a

la Criminología como ciencia empírica, la mera explicación del fenómeno delictivo, evitando todo compromiso con objetivos político-criminales. Pero tampoco corresponde a ella (a la Criminología) la lucha contra el delito. Corresponde por tanto a la Criminología, el control y prevención del problema criminal, no sólo la explicación del mismo. El saber científico criminológico presupone una imagen concreta del hombre delincuente y un diagnóstico determinado sobre el delito, de incuestionable vocación práctica, que desembocan inexorablemente en su control y prevención. La definición propuesta, implica una rigurosa delimitación metodológica (empirismo, que descarta como no científico, cualquier proceder investigador no basado en el análisis y la observación); significa también, una amplia selección del objeto de esta disciplina, al incluir junto al delito y a la persona del delincuente, el estudio de la víctima del crimen y el del control social; propugna una determinada concepción del delito, que se examina no sólo como hecho individual, sino como fenómeno social, como problema comunitario; e incorpora a las funciones tradicionalmente asignadas a esta ciencia (la explicación del crimen y el tratamiento del infractor) otras de creciente interés (su prevención y el examen de los diversos modelos de intervención y respuesta al problema del crimen). Campo y objeto de estudio “En la ciencia, el objeto de investigación no es la naturaleza ni la sociedad en sí misma, sino la naturaleza o sociedad sometida a la interrogación de los hombres…”. Es decir, las teorías y modelos científicos no son más que creaciones humanas, hechas a nuestra imagen y semejanza, para tratar de explicarnos la naturaleza o sociedad a nosotros mismos”. Heisenberg. La anterior cita, sirve para comprender que toda ciencia tiene su objeto de estudio, el cual es explorado por el criminólogo a través de cuestionantes del por qué ocurre determinado fenómeno o problema y así llegar a explicarlo y claro realizar pronósticos de los mismos, en este sentido, el objeto de estudio de la Criminología, en sentido restrictivo o Criminología etiológica, está integrado por:

supuesta diversidad del mismo, patológica, la explicación científica del comportamiento criminal. Por el contrario, en la moderna Criminología, de corte prioritariamente sociológico, el examen y significado de la persona del delincuente pasa a un segundo plano, desplazándose el centro de interés de las investigaciones sobre la persona del infractor hacia la conducta delictiva misma, la víctima y el control social. En todo caso, el delincuente se contempla “en sus interdependencias sociales”, como unidad “biopsicosocial”, y no desde una perspectiva biopsicopatológica, como sucediera con tantas biografías criminales clásicas, orientadas por el espíritu “correccionalista” e “individualista” de la Criminología tradicional. b) EL DELITO: El delito – delito, crimen, conducta desviada – según imprecisas terminologías que requerirán oportunas matizaciones sigue siendo objeto básico de la investigación criminológica. Pero el concepto de delito implica una referencia obligada a “normas”, cambia con la evolución de la sociedad y de la cultura. Es, temporal y espacialmente histórico, relativo, circunstancial. Del mismo modo que el contenido y volumen de las conductas que se criminalizan ha variado ostensiblemente en los últimos cien años. La Criminología tradicional, conservadora y respetuosa de las definiciones legales, consideró siempre embarazosa la circunstancialidad y relatividad de su objeto, así como la coincidencia inicial y aparente del mismo con el del Derecho Penal, pues admitir que una ciencia “empírica” y otra “normativa” tienen el mismo objeto (el delito), diferenciándose sólo por el método de examinarlo, significaría confesar la incapacidad de la Criminología para autodefinir su campo de investigación, negar su autonomía científica. En la actual discusión criminológica el problema ha perdido ya interés. De una parte, porque no parece contradictorio que una disciplina empírica opere en un marco normativo. Que el concepto “criminológico” de “delito” contenga una referencia mediata a pautas valorativas (culturales, jurídico-penales) no significa que la Criminología carezca de objeto propio, de autonomía científica. De otra,

porque lejos de esa obsesión academicista, a la moderna Criminología le interesan diversas facetas más llamativas del “crimen” que su delimitación formal, conceptual; preocupa por ejemplo, su problematización, las funciones positivas que pueda cumplir como instrumento e indicador del control social, el volumen, estructura y movimiento de la criminalidad, las estrategias criminalizadoras y descriminilizadoras, el efectivo reparto de la criminalidad entre los distintos estratos sociales, etc. Finalmente, porque se reconoce hoy la conveniencia de operar con diferentes conceptos de “delito” según las respectivas finalidades de la investigación criminológica: si se abordan problemas de política jurídica en torno a la criminalización o a la descriminalización – se argumenta -, resulta indicado un concepto lato, material del delito; mientras que si aquella versa sobre la extensión, estructura y movimiento de la criminalidad, las definiciones jurídico-penales cobran prioridad lógica. Podemos entender al delito como el quebrantamiento de la ley. Carrara lo definía como: “El delito es la infracción de la ley del Estado, promulgada para proteger la seguridad de los ciudadanos, resultante de un acto externo del hombre, positivo o negativo, moralmente imputable y políticamente dañoso”. El Dr. José Ingenieros en su libro titulado “Criminología”, publicado en el año 1913, define al delito como “la violación del Derecho”, pero este concepto hace imposible aplicar al Derecho Penal los nuevos métodos científicos. Es necesario, por consiguiente, que el delito dejara de ser una abstracción jurídica y se lo considere como hecho concreto determinado por causas. c) LA VÍCTIMA: El interés por la víctima es un fenómeno reciente, que tiene lugar a partir de la segunda contienda mundial. Aunque parezca paradójico, tanto la Criminología como el sistema penal han volcado sus esfuerzos de forma exclusiva en el delincuente, abandonando el estudio de la víctima, que sólo ha merecido de la sociedad su compasión. El dispositivo penal – el sustantivo y el procesal – surge históricamente, de hecho, para “neutralizar” a la víctima, disociándola y segregándola de su posición

describen el objetivo final que persigue el grupo, la sociedad, para asegurar su continuidad frente al comportamiento individual irregular o desviado. Por control social se entiende, el conjunto de “formas organizadas en que la sociedad responde a comportamientos y personas que contempla como desviados, problemáticos, preocupantes, amenazantes, molestos o indeseables de una u otra manera”. “Esta respuesta aparece de diversas formas: castigo, disuasión, tratamiento, prevención, segregación, justicia, resocialización, reforma o defensa social. Está acompañada de muchas ideas y emociones: odio, venganza, desquite, disgusto, compasión, salvación, benevolencia o admiración. El comportamiento en cuestión es clasificado bajo diversas denominaciones: crimen, delincuencia, desviación, inmoralidad, perversidad, maldad, deficiencia o enfermedad. La gente a la que se dirige esta respuesta es vista como monstruos, bobos, villanos, enfermos, rebeldes o víctimas. Y aquellos que responden (haciendo algo o estudiando la materia) son conocidos como jueces, fiscales, asistentes sociales, psiquiatras, psicólogos, criminólogos o sociólogos de la desviación”. Se encuentra el control social activo y el reactivo. El “activo” viene integrado por aquellos mecanismos que intentan prevenir un comportamiento socialmente no deseado. Se trata, pues, de controles “internos” que operan preventivamente mediante una sutil pero eficaz labor socializadora y legitimadora. Y el control social “reactivo” entra como respuesta a la conducta desviada. Esas respuestas o controles “reactivos” suelen clasificarse en control social “informal” y “formal”. El “control social informal” opera a través de grupos primarios (por ejemplo: la familia, vecindad, etc.) o secundarios (ej.: escuela, puestos de trabajo, partido político, iglesia, etc.), que tienen como objetivo básico dicha función de control. Se sirven de medios de muy diversa naturaleza: psíquica (desaprobación, pérdida del status o de la estima social, aislamiento, reproche, ridiculización, rechazo, etc.) física (violencia) o incluso económica (pérdida del puesto de trabajo, del salario). El llamado “control social formal” se ejercita a través de instancias específicamente concebidas y disciplinadas para tal cometido: la policía, los tribunales de justicia, la cárcel, etc. Sus medios de actuación son muy variados, pero siempre coercitivos,

constituyendo la violencia, en todos ellos, el instrumento esencial. El Derecho Positivo contempla de modo preciso y exhaustivo los presupuestos, contenido y forma de actuar de estos mecanismos del control social. Finalidad y función La criminología tiene varias finalidades fundamentales que buscan abordar y comprender el fenómeno del crimen en la sociedad. A continuación, se detallan las principales finalidades de esta disciplina:  Comprensión de las Causas del Crimen: La criminología se centra en investigar las causas que llevan a un individuo a cometer un acto delictivo. Esto incluye el análisis de factores sociales, económicos, psicológicos y culturales que pueden influir en la conducta antisocial. Al entender por qué ocurren los delitos, se pueden desarrollar estrategias más efectivas para prevenirlos.  Prevención del Delito: Una de las finalidades más importantes de la criminología es la prevención del delito. Esto implica no solo identificar las causas del crimen, sino también implementar políticas y programas que reduzcan la criminalidad. La criminología busca generar conocimientos que informen las políticas criminales y ayuden a diseñar intervenciones efectivas.  Estudio del Delincuente y la Víctima: La criminología no solo se ocupa del delito en sí, sino también del delincuente y la víctima. Esto significa que se estudian las características y motivaciones de los delincuentes, así como el impacto del crimen en las víctimas. Este enfoque integral permite una comprensión más completa del fenómeno criminal.  Control Social y Sanciones: Otra finalidad de la criminología es analizar el control social y las respuestas institucionales al crimen, incluyendo la ejecución de sanciones y el tratamiento de los delincuentes. Esto implica estudiar cómo las sociedades responden a la criminalidad y cómo se pueden mejorar los sistemas de justicia para ser más efectivos y justos.

limitaciones de la informática decisional en su aplicación al examen de la realidad criminológica. La obtención de datos no es un fin sino un medio, ya que son un material neutro y bruto que debe ser interpretado con arreglo a una teoría para poder llegar a extraer alguna conclusión.

3. LA CRIMINOLOGÍA, CIENCIA PRÁCTICA La Criminología también es una ciencia práctica que puede ofrecer criterios y pautas para la solución de problemas concretos; por ello, cada día cobra más auge la investigación criminológica orientada a las necesidades prácticas. Es el planteamiento más útil y rentable, a corto plazo, para los fines de la policía, del proceso penal, de la legislación y de la propia ciencia penitenciaria. Para cumplir con estos objetivos es necesario que el criminólogo teórico se esfuerce por aportar no sólo conocimientos útiles, sino también practicables. La temática escogida, el método de investigación, la formulación de resultados y el propio lenguaje han de orientarse a ese fin. De todas formas, esta orientación de la Criminología a las exigencias de la realidad no debe mediatizar su campo de investigación. La sociedad es particularmente sensible a ciertas manifestaciones criminales y a determinadas personalidades criminales (por ejemplo: robos, asesinatos, etc.). Si la Criminología se preocupa exclusivamente de satisfacer las expectativas sociales, sólo se interesaría por los delitos convencionales, los que llenan las páginas de sucesos, desatendiendo la investigación de otras modalidades criminales menos llamativas, que no suscitan tanta alarma en la opinión pública, pero que no dejan de ser nocivas. 4. LA LUCHA CONTRA LA CRIMINALIDAD: OBJETIVO POLÉMICO DE LA CRIMINOLOGÍA Puede parecer obvio que el destino final de la Criminología es la lucha contra el crimen –o incluso, de forma menos radical– facilitar un núcleo de conocimientos empíricos que posibiliten el control y prevención del delito; sin embargo, algunos sectores de la doctrina dudan de que dicho cometido pertenezca al objeto específico

de nuestra disciplina. Tradicionalmente se ha tendido a mantener la tesis negativa. Desde esta postura se afirma que a la Criminología le corresponde la explicación del fenómeno delictivo, el análisis y descripción de sus causas, pero no las estrategias para combatirlo; éstas serían competencia de los poderes públicos. Muchos teóricos, sin embargo, han concebido la “lucha contra el delito” como objeto específico de la Criminología. De esta forma, la teoría de la lucha preventivo-represiva contra el delito, la teoría de la profilaxis del delito y la Criminalística integrarían uno de los dos grandes ejes en que se puede dividir el sistema de la Criminología. Los seguidores de esta tesis amplia, acuden a la conexión lógica que existe entre la teoría de las formas reales de comisión del delito y la teoría de las formas reales de control del delito; existe una conexión e interdependencia que impide separar artificialmente una de otra. Este es el punto de vista mayormente asumido por la Criminología moderna.

5. LA CRIMINOLOGÍA, FACTOR DE LEGITIMACIÓN O INSTANCIA CRÍTICA DEL ORDEN SOCIAL La Criminología, en sí, es una ciencia imparcial pero la actividad criminológica –la praxis– no es totalmente neutra para el sistema social. Así, las diversas actitudes de los criminólogos oscilan, en un amplio espectro desde la legitimación del sistema establecido (conservadurismo) hasta la crítica directa de los fundamentos del orden social (criticismo). De alguna forma, la politización que existe actualmente en las ciencias sociales alcanza también a la Criminología y llega a polarizar incluso la labor empírica. Desde esta perspectiva se pueden distinguir dos modelos opuestos y radicales:  Por un lado, la llamada Criminología “positivista”, legitimadora del orden social constituido, no cuestiona sus fundamentos ni el funcionamiento del sistema. Lo asume como un dogma, aduciendo la supuesta neutralidad del empirismo, de los datos y de la estadística. El aporte empí rico criminológico refuerza las definiciones legales y los dogmas del sistema, proporcionando a éste un fundamento más sólido y racional.

Ideólogo: Argumenta en favor o en contra del estado de cosas y hace propuestas sobre cómo deberían ser.  Teórico: Explica las relaciones existentes en el campo criminológico.  Práctico: Colabora para conseguir que las cosas sean como deberían ser y  Metodológico: Sigue las pautas de la metodología científica. Hay que tener en cuenta que, además, el investigador criminológico sólo está legitimado en su actividad a través de un compromiso por la búsqueda de la verdad. TÉCNICAS METODOLÓGICAS EN CRIMINOLOGÍA Etimológicamente, “método” significa camino hacia un fin. Es la utilización de unos medios que nos llevarán a alcanzar los fines perseguidos. La Criminología, como ciencia, debe usar el método científico, pero dentro de éste se pueden emplear diversas técnicas metodológicas. Las que utilizan los criminólogos se pueden dividir en dos tipos distintos: Métodos sociológicos y métodos antropológicos. Métodos sociológicos:Encuesta: Consiste en un interrogatorio directo a un grupo social determinado. Pone de manifiesto la estructura del grupo, pero no revela las motivaciones particulares. Es una técnica poco fiable ya que se presta al efecto de las “opiniones preconcebidas”, donde el investigador demuestra lo que quería demostrar. Para conseguir unos resultados suficientemente representativos se necesita acudir a un muestreo muy amplio.  Análisis de casos particulares: Se trata de una encuesta de naturaleza intensiva. Se indaga en un número restringido de casos tipo. La unidad objeto de estudio puede ser una persona, una comunidad o un período de tiempo determinado. Prácticamente no se pueden hacer generalizaciones. Como sistema de estudio se utiliza la “aproximación diferencial”. Se parte de dos grupos, el experimental (tipo), que se somete a estudio, y uno de control (testigo). Los dos grupos tienen varias características en común, menos una,

que es la que se pretende estudiar. Ésta la posee el grupo experimental pero no el de control. De esta forma, si se producen diferencias en el comportamiento de los grupos después de aplicar un “tratamiento”, se puede achacar el motivo de las diferencias a la característica (variable) que sólo tiene el grupo experimental.  Microsociología: Es un método experimental que consiste en el estudio de los problemas y de las tensiones que se producen dentro de un grupo. Se empezó a utilizar en los años 60. Se basa en la “sociometría”, técnica ideada por Moreno y que consiste en averiguar los sentimientos de atracción y repulsión que existen en el grupo. Desde un punto de vista criminológico hay que estudiar grupos muy reducidos. Se suele emplear para los grupos en formación (por ejemplo: en la prisión).  Estadística: Es el método rey, ya que en mayor o menor medida se utiliza en todas las técnicas anteriores. Aunque también se puede emplear como técnica independiente. Consiste en una traducción numérica, dentro de un plan determinado, de datos relacionados con el fenómeno de la criminalidad; por ejemplo: personas condenadas clasificadas por grupos profesionales, edad y sexo, número y tipo de delitos cometidos en una determinada población durante un año, etc. Hay que tener en cuenta que la estadística nos proporciona conclusiones de probabilidad pero no de causalidad; o sea, no nos dice cuál es la causa de un fenómeno, pero sí nos da unas orientaciones bastante claras. Métodos antropológicos Consisten en el tratamiento o estudio de los problemas del delincuente en particular. Existen varias corrientes:  Somática o biológica: Estos estudios tratan de buscar en los factores somáticos la causa principal de la criminalidad. Desde esta perspectiva se han realizado muchos estudios. Entre los más importantes destacamos:  Antropométricos.

tratamiento físico y mental. La psiquiatría tiene un campo de aplicación amplio, se ocupa del fenómeno criminal de una forma marginal, será un aspecto de los muchos que estudia la psiquiatría. Los criminales representan un pequeño porcentaje. La aportación de la psiquiatría es importante sobretodo en psiquiatría forense, donde la aportación de estos en un proceso penal determinará la imputabilidad criminal.  PSICOLOGÍA: No puede hablarse de psicología criminal independiente, debido a la rivalidad entre psicología y psiquiatría, estos han dejado la Criminología en un segundo plano. La psicología trata de la vida psíquica y llamada normal, también abarca una multitud de campos siendo el campo criminal uno de los muchos que trata. La psicología forense tendrá una aportación importante no sólo en materia penal sino también en materia civil.  PSICOANÁLISIS: Se centra en el inconsciente humano, ha aportado información sobre la personalidad y el comportamiento del delincuente. Para Freud y sus seguidores el crimen es el resultado de conflictos psíquicos del individuo. Hay un instinto primario de agresión, las causas criminales son daños precoces en el desarrollo de la personalidad debido al alejamiento de la madre por relaciones familiares deficientes y por perturbaciones emocionales del niño, falta de cariño, crueldad, ausencia de orientación emocional, frialdad afectiva. Todo esto producirá que el “yo” acuda a unas complejas formas de protección. Dentro de las aportaciones del psicoanálisis una de las más interesantes es aquella que entiende que la sociedad necesita del delincuente, el delincuente no ese más que un chivo expiatorio de las frustraciones y agresividad colectiva. Sociedad agresiva, sancionadora, que necesita el castigo, cuya finalidad es retribucionista.  SOCIOLOGÍA: El delito es una vulneración de las normas sociales, la sociología es importante, desplaza las tradicionales teorías biopsicológicas y biológicas. A partir de la II Guerra Mundial las teorías sociológicas cobran importancia. Se centrará en todos aquellos aspectos que van a tener repercusión en el hecho criminal, se mantendrá por algunos sociólogos

(Durkheim) que criminalidad y delincuencia forman parte de toda sociedad sana.  ETOLOGÍA: Ciencia que estudia comparando el comportamiento animal y el comportamiento humano. El error en que los etólogos caen es el tratar de extrapolar, todos los conocimientos obtenidos de los animales al hombre. No obstante es interesante cuando explica fenómenos como el miedo o la agresión, elección de pareja, comportamiento sexual de las especies. Clases de criminología Teóricamente se pueden distinguir cuatro: Científica, aplicada, académica y analítica. Hacer una separación entre ellas es una tarea difícil, ya que –aunque tienen fines diferentes– a veces emplean métodos distintos y pueden dar lugar a diversos tipos de profesionales, todas ellas forman parte del mismo todo criminológico. Criminología científica: Es la constituida por todo el conjunto de conceptos, teorías, resultados y métodos referidos al objeto de estudio de la Criminología. Tiene la finalidad de ofrecer un conocimiento científico del fenómeno de la criminalidad; por ello está organizada con fines de investigación y no didácticos o prácticos. La investigación criminológica se sirve de conceptos métodos y técnicas que se toman de otras disciplinas. Así, el contenido de la Criminología científica no es científicamente homogéneo sino que refleja las diversas influencias de la Sociología, la Psicología, etc. Criminología aplicada: Se constituye por las aportaciones de la Criminología científica y de la empírica – creada por jueces, funcionarios, profesionales etc.– que forman parte del sistema penal. La aplicación se puede dar en la formulación de nuevas leyes, en la práctica de la política criminal, en el tratamiento penitenciario, etc. Consideraciones políticas y prácticas de varios tipos influyen en esta Criminología, lo que puede dar lugar a