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CONCEPTOS DE DIDACTICA, Apuntes de Didáctica General

La Didáctica General, su definición por diversos autores

Tipo: Apuntes

2021/2022

Subido el 11/10/2022

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2. Didáctica IL Introducción El estudio de la didáctica es necesario para que la enseñanza sea más eficiente, más ajustada a la naturaleza y a las posibilidades del educando y de la sociedad. Puede decirse, además, que es el conjunto de técnicas destinado a dirigir la enseñanza mediante principios y procedimientos aplicables a todas las disciplinas, para que el aprendizaje de las mismas se lleve a cabo con mayor eficiencia. La didáctica se interesa no tanto por lo que va a ser enseñado, sino cómo va a ser enseñado. _ Las preocupaciones de los educadores acerca de los estudios referidos a la didáctica son recientes. Se está produciendo, igualmente, una toma de con- ciencia en lo que concierne a la necesidad de la didáctica en la formación del educando. Adviértese, asimismo, un acentuado interés respecto de la forma- ción didáctica del profesor de cualquier nivel de enseñanza. Hasta no hace mucho tiempo era creencia generalizada que, para ser buen profesor, bastaba conocer bien la disciplina para enseñarla bien. Pero es preciso más; sobre todo una conveniente formación didáctica. No es única- mente la materia lo valioso; es preciso considerar también al alumno y su medio físico, afectivo, cultural y social. Claro está que, para enseñar bien, corresponde tener en cuenta las técnicas de enseñanza adecuadas al nivel evolutivo, intereses, posibilidades y peculiaridades del alumno. A pesar de ser la didáctica una sola, indica procedimientos que resultan más eficientes según se trate de la escuela primaria, la secundaria o la superior. La didáctica de la escuela primaria fue la que se desarrolló en primer término, debido a que los estudios objetivos y científicos de la psicología del niño son anteriores a los del adolescente y del adulto. En este nivel, alcanzó prioridad también en el plano específicamente didáctico, pues las escuelas destinadas a la formación de maestros primarios son anteriores a las de formación del profesor de enseñanza media. El reconocimiento de que el niño tiene exigencias propias en el campo del aprendizaje influyó bastante en los procedimientos adoptados por el maestro primario en lo que atañe a la orientación de la enseñanza y en el sentido de adaptación a las realidades biopsicosociales del escolar. Todavía el adolescente y el adulto son tratados como “máquinas lógicas”, razón por la cual en la escuela secundaria y en la superior sigue predominando el más inconsecuente “intelectualismo” basado en una pura memorización de temas. No obstante, se advierte ya un cambio de actitud didáctico-pedagógica 56 con relación a estos dos niveles de enseñanza, con reales beneficios para ambos. En mérito a los factores señalados, las didácticas de la escuela media y superior permanecieron a la zaga de los avances de la correspondiente a la escuela primaria. Está fuera de duda la necesidad de preparación didáctica del profesorado de nivel primario, medio y superior, de manera que se lleguen a superar los desencuentros entre escuela y alumno, que, lamentablemente, se han generali- zado en nuestros días. La didáctica contribuye a hacer más consciente y eficiente la acción del profesor, y, al mismo tiempo, hace más interesantes y provechosos los estu- dios del alumno. II. Concepto de didáctica “Didáctica viene del griego didaktiké, que quiere decir arte de enseñar. La palabra didáctica fue empleada por primera vez, con el sentido de enseñar, en 1629, por Ratke, en su libro Aphorisma Didactici Precipui, o sea, Principales Aforismos Didácticos. El término, sin embargo, fue consagrado por Juan Amós Comenio, en su obra Didáctica Magna, publicada en 1657. Así, pues, didáctica significó, primeramente, arte de enseñar. Y como arte, la didáctica dependía mucho de la habilidad para enseñar, de la intuición del maestro, ya que había muy poco que aprender para enseñar... Más tarde, la didáctica pasó a ser conceptuada como ciencia y arte de enseñar, prestándose, por consiguiente, a investigaciones referentes a cómo enseñar mejor. La didáctica puede entenderse en dos sentidos: amplio y pedagógico. En el sentido amplio, la didáctica sólo se preocupa por los procedimientos que llevan al educando a cambiar de conducta o a aprender algo, sin connota- ciones socio-morales. En esta acepción, la didáctica no se preocupa por los valores, sino solamente por la forma de hacer que el educando aprenda algo. Lo mismo para producir hábiles delincuentes que para formar auténticos ciudadanos. Sin embargo, en el sentido pedagógico, la didáctica aparece comprometida con el sentido socio-moral del aprendizaje del educando, que es el de tender a formar ciudadanos conscientes, eficientes y responsables. . Se puede, más explícitamente, vincular el concepto de didáctica al de educación y se tendrá entonces el siguiente concepto: “La didáctica es el estudio del conjunto de recursos técnicos que tienen por finalidad dirigir el aprendizaje del alumno, con el objeto de llevarlo a alcanzar un estado de madurez que le permita encarar la realidad, de manera consciente, eficiente y responsable, para actuar en ella como ciudadano participante y responsable”. La acción didáctica puede enfocarse, desde el punto de vista del maestro o del alumno, en la siguiente forma: 57 aprendizaje resulta del hecho de que el alumno se empeñe en una situación o tarea, espontánea o prevista. La situación puede preverse y enfrentarse median- te procedimientos sugeridos por el alumno mismo (autoenseñanza) o sugeridos por el maestro (enseñanza). Todo aprendizaje puede ser predominantemente intelectual, emotivo o motor. En cuanto a la manera de aprender, se observa que no hay una única forma, y que ésta puede variar según los objetivos deseados y lo que hay que aprender. De ahí que la enseñanza no pueda encerrarse en una sola teoría del aprendizaje y que las aproveche todas, según la fase evolutiva del educando, el fenómeno a aprender y los objetivos deseados. El aprendizaje puede realizarse desde el punto de vista de la enseñanza (el docente dirige el aprendizaje), de tres maneras diferentes: a) el alumno estudia solo, en función de sus reales posibilidades personales: enseñanza individualizada; b) el alumno estudia junto con otros compañeros, en una tarea de cooperación: estudio en grupo; c) el alumno estudia junto con otros compañeros y además por sí mismo, realizan- do las mismas tareas indicadas para toda la clase y avanzando junto con los compañeros: enseñanza colectiva. III. Objetivos de la didáctica Los objetivos de la didáctica, en términos educacionales, convergen para posibilitar una realización más eficiente del concepto de educación y de sus objetivos generales o particulares, mediatos o inmediatos, los que pueden expresarse en la siguiente forma: 1. Llevar a cabo los propósitos de lo que se conceptúe como educación. 2. Hacer la enseñanza y, por consiguiente, el aprendizaje, más eficaces. 3. Aplicar los nuevos conocimientos provenientes de la biología, la psicología, la sociología y la filosofía que puedan hacer la enseñanza más consecuente y coherente. 4. Orientar la enseñanza de acuerdo con la edad evolutiva del alumno, de modo de ayudarlo a desarrollarse y a realizarse plenamente, en función de sus esfuerzos de aprendizaje. 5. Adecuar la enseñanza a las posibilidades y a las necesidades del alumno. 6. Inspirar las actividades escolares en la realidad y ayudar al alumno a percibir el fenómeno del aprendizaje como un todo, y no como algo artificialmente dividi- do en fragmentos. 7. Orientar el planeamiento de las actividades de aprendizaje de manera que haya progreso, continuidad y unidad, para que los objetivos de la educación sean sufic entemente logrados. 8. Guiar la organización de las tareas escolares para evitar pérdidas de tiempo y esfuerzos inútiles. 9. Hacer que la enseñanza se adecue a la realidad y a las necesidades del alumno y de la sociedad. 10. Llevar a cabo un apropiado acompañamiento y un control consciente del aprendizaje, con el fin de que pueda haber oportunas rectificaciones o recupera- ciones del aprendizaje. 59 IV. Bases de la didáctica Para hacerse más consecuente, la didáctica tiene que recurrir a conocimientos de diversas ciencias, principalmente de la biología, la psicología, la sociología y la metodología científica, coordinados por la visión filosófica que se tenga de la educación. Esa visión filosófica de la educación hará el papel de integradora de todos los elementos, para coordinarlos con el objetivo principal, que es la realización de los propósitos de la educación en el comportamiento del alumno y en la sociedad. Hacer al hombre libre y responsable; hacer que la sociedad sea abierta, cooperadora y solidaria. La biología instruirá sobre la fatiga y las fases evolutivas del alumno, con sus diversos intereses y necesidades. La psicología enseñará lo referente a los procesos que más favorecen el desarrollo de la personalidad y que contribuyen con mayor eficacia a la realización del aprendizaje. . La sociología instruirá sobre las formas de trabajo escolar que desarrollan la cooperatividad, el respeto mutuo, el liderazgo y el clima comunitario. Corresponde aquí hacer un llamado de alerta contra el peligro de los exclúsivismos, tanto en lo que respecta a la orientación psicológica que se adoptará, como en cuanto a los métodos y técnicas de enseñanza. La didáctica tiene que hacer un esfuerzo muy grande para mostrar claramen- te en qué, cómo y cuándo es útil aplicar la orientación de una escuela o una concepción psicológica, relacionada con la reflexología, el conductismo, la teoría gestáltica, el psicoanálisis, el existencialismo, el funcionalismo o el geneticismo. Cada escuela o cada concepción psicológica da una visión parcial del comportamiento humano y sería deformar la realidad psicológica o proponer- se no alcanzar los objetivos de la educación si, en la orientación del aprendi- zaje o en la estructuración de los métodos y técnicas de enseñanza, se adopta- se una única posición psicológica. El estudio y la perspicacia son necesarios para aplicar una u otra concep- ción en la realización de la enseñanza, según el tipo de aprendizaje a que se tiende y los objetivos deseados. Cabe decir aquí que el eclecticismo psicológico es el que más interesa a la didáctica, no para evitar una definición psicológica, sino porque ninguna de ellas abarca o explica, en forma convincente y en su totalidad, el comporta- miento y el aprendizaje humanos. ho. Elementos didácticos La didáctica tiene que considerar seis elementos fundamentales que son, con referencia a su campo de actividades: el alumno, los objetivos, el profesor, la 6U educando a participar en los trabajos de la clase, sustrayéndolo a la clásica posición del mero oír, escribir y repetir. Por el contrario, sean cuales fueren los métodos o técnicas aplicados, el profesor debe lograr que el educando viva lo que está siendo objeto de enseñanza. MEDIO GEOGRÁFICO, ECONÓMICO, CULTURAL Y SOCIAL. Es indispensable, para que la acción didáctica se lleve a cabo en forma ajustada y eficiente, tomar en consideración el medio donde funciona la escuela, pues solamente así podrá ella orientarse hacia las verdaderas exigencias económicas, culturales y sociales, La escuela cumplirá cabal- mente su función social solamente si considera como corresponde el medio al cual tiene que servir, de manera que habilite al educando para tomar conciencia de la realidad ambiental que lo rodea y en la que debe participar. VI. División de la didáctica Según Comenio, en su Didáctica Magna, la didáctica se divide en matética, sistemática y metódica. 1. Matética: se refiere a quién aprende, esto es, al alumno. Es fundamental saber quién aprende, hacia quién va a ser orientado el aprendizaje, a fin de que se logre la adecuación de la enseñanza, ya que —contra lo que expresa el mismo Comenio- no es posible enseñar todo a todos... Para que la enseñanza resulte eficiente, es preciso tener en cuenta la madurez y las posibilidades del que aprende, además de sus intereses, su capacidad intelectual y sus aptitudes. En consecuencia, es imprescindible que el profesor conozca a quién va orientar en el aprendizaje, a los efectos de establecer las adecuaciones que requiera la enseñanza. _2. Sistemática: se refiere alos objetivos y alas materias de enseñanza. Así, la didáctica confiere mucha importancia a las metas a alcanzar y al vehículo utilizado para alcanzarlas, es decir, a las materias del plan de estudios. 3. Metódica: se refiere a la ejecución del trabajo didáctico, al arte de enseñar propiamente dicho. Acerca de este punto, Comenio dejó recomendaciones valiosas, algunas de las cuales todavía están hoy muy lejos de considerarse superadas. La didáctica puede ser considerada en sus aspectos generales y particulares, esto es, con relación a la enseñanza de todas las materias, o con relación a una sola disciplina. Esto da lugar a una didáctica general y a diversas didácticas especiales. 1. DIDÁCTICA GENERAL. Está destinada al estudio de todos los principios y técnicas válidos para la enseñanza de cualquier materia o disciplina. Estudia el problema de la enseñanza de un modo general, sin descender a minucias específicas que varían de una disciplina a otra. Procura ver la enseñanza como un todo, estudiándola en sus condicio- nes más generales, a fin de indicar procedimientos aplicables en todas las disciplinas y que den mayor eficiencia a lo que se enseña. La didáctica general, para ser válida, debe estar vinculada a las circunstancias reales de la enseñanza y a los objetivos que la educación procura concretar en el educando. 62 Fuera de eso, será una didáctica de “recetario”, de “reglitas”, sin la vitalidad necesa- ria para suscitar actitudes e ideales en el alumno. La didáctica general, en el intento de dirigir correctamente el aprendizaje, abarca, por su parte: DIDÁCTICA —El planeamiento (de la escuela, de las disciplinas —del curso, de la unidad y de la clase—, de la orientación educacional y pedagógica, y de las actividades extraclase). —La ejecución (motivación; dirección del aprendizaje, o sea, presentación de la materia, elaboración, fijación e integración del aprendizaje; elemen- tos de ejecución como el lenguaje, los métodos y técnicas de enseñanza, y material didáctico). — La evaluación (sondeo, evaluación propiamente dicha, rectificación y ampliación del aprendizaje). Estos aspectos pueden ser representados en la siguiente sinopsis: r de la escuela del curso de las disciplinas de la unidad de la clase Planeamiento de las actividades extraclase de la orientación educacional de la orientación pedagógica ( ea motivación dirección del presentación de la materia 5 peras elaboración, fijación e integración aprendizaje a: del aprendizaje Ejecución —% lenguaje elementos de métodos y técnicas ejecución de enseñanza AS material didáctico r sondeo Evaluación + evaluación propiamente dicha rectificación | ampliación del aprendizaje K 63 5. Análisis e interpretación de los programas vigentes de geografía. Los programas mínimos y su desenvolvimiento regional; su articulación con el medio, con las demás disciplinas y con actividades profesionales. 6. Planeamiento de la enseñanza de la geografía: plan del curso, de la unidad, de la clase y de las actividades extraclase. 7. La motivación en la enseñanza de la geografía. 8. Técnicas para la enseñanza de la geografía. 9. Dificultades en la enseñanza de la geografía. 10. Material didáctico en la enseñanza de la geografía. 11. Fijación e integración del aprendizaje en la enseñanza de la geografía. 12. Verificación del aprendizaje en la enseñanza de la geografía. Pruebas mensuales y exámenes. 13. Material bibliográfico para la enseñanza de la geografía (compendios didácticos, tratados, revistas, obras de consulta para enriquecer el contenido y la didáctica). VIL La educación y la didáctica La escuela es una exigencia de la complejidad de la vida social, que no permite a la familia, por carecer ésta de tiempo y de preparación, habilitar a los hijos para que se integren satisfactoriamente a las actividades normales de la sociedad. La escuela está destinada, pues, a realizar o ayudar a realizar la tarea de la familia, que consiste en la integración profesional, cultural y social de sus hijos. Para eso, la escuela debe instruir, suministrando conocimientos y técnicas que permitan la acción individual en el mundo contemporáneo. Pero la obligación de la escuela no es solamente instruir; es también —y fundamentalmente— educar, esto es, dar sentido moral al uso de la geografía en la escuela primaria o media, a los conocimientos y técnicas y, en suma, dar sentido de responsabi- lidad a los actos individuales. La acción de la escuela es, por lo tanto, mucho más que instruir. Es guiar al educando por entre las aprensiones, dudas y aspiraciones, a fin de que pueda ser más útil a los demás y a sí mismo. Educar es mostrar que la vida no es una competición en la cual uno tiene que vencer al otro; que el otro no es un enemigo; que la vida es, por encima de todo, un acto de cooperación por medio del cual ayudamos para ser, a la vez, ayudados. Educar es convencer al educando de que él es siempre capaz de realizar algo útil para sí y para sus semejantes. Es mostrar que el egoísmo no tiene sentido en una vida que nos toca vivir junto con los otros, ayudando y siendo ayudados. Es demostrar que el educando es capaz, que puede superarse a través de esfuerzos que tienden cada vez a mayores realizaciones. Instruir y educar: he aquí las finalidades de la escuela, que son, al mismo tiempo, las aspiraciones de la familia. Si, en efecto, éstas son las finalidades de la escuela, ¿cómo realizarlas? Ésta es la pregunta que debemos formularnos: ¿cómo instruir y educar? d Esta pregunta sólo puede ser respondida por la didáctica. La didáctica es la que dice cómo debe proceder la escuela para que sus alumnos aprendan con mayor eficiencia y de manera más integrada. La didáctica no es, entonces, como muchos afirman, un simple depósito de reglitas. La didáctica es la orientación segura del aprendizaje; la que nos dice cómo debemos proceder a fin de hacer la enseñanza más provechosa para el educando; cómo debemos proceder para que éste quiera educarse; de qué modo actuar para que la escuela no se transforme en una camisa de fuerza, sino que sea una indicadora de caminos que den libertad a la personalidad. La didáctica es el instrumento y el camino que la escuela debe recorrer en su forma de acción, junto a los educandos, para que éstos se eduquen y quieran realmente educarse. La didáctica debe conducir a la realización plena, a través de una orientación ajustada a la manera y ala capacidad de aprender de cada uno, acompañada de comprensión, de seguridad y de estímulo. La didáctica está destinada a dirigir el aprendizaje de cada alumno, para que éste se eduque y se convierta en un buen ciudadano. Los objetivos de la educación tienen que ser alcanzados, y la didáctica nos dirá cómo debemos proceder para que esto ocurra. Es forzoso reconocer que dos tendencias se enfrentan en el campo de la didáctica: Una, intentando reducir la acción educativa a una pura técnica, fría y calculada, transformando la enseñanza en un amontonamiento de reglas, normas y esquemas. Así, los procedimientos, excesivamente tecnificados, pasan a ser un fin y no un medio. Otra, repudiando todo tecnicismo didáctico, procurando tan sólo la vivencia de los hechos, en la cual pasa a tener preponderante importancia la figura del profesor que, con su actuación personal, atrae al educando hacia los estudios. Las dos posiciones han sido exageradas. Ni toda la educación se efectúa a través de procedimientos puramente técnicos, ni se concreta solamente ape- lando a la personalidad del educador. Es necesaria la fusión de las dos posiciones: la actuación del profesor, con su personalidad capaz de impresio- nar al educando, aliada a las técnicas que orienten, estimulen y hagan más eficientes los estudios. VII El profesor y la didáctica Sin didáctica, como hemos venido señalando, la enseñanza se torna difícil si no contraproducente. Es la didáctica la que debe ayudar al profesor en su acción docente. Es muy común oír a los alumnos elogiar a ciertos profesores en cuanto a sus conocimientos, pero criticándolos como docentes: “Él es un cráneo, pero no sabe enseñar”; “La clase del profesor X también es buena, pero el desorden en el aula no deja a la gente aprender nada”; “Yo necesito de esa materia, pero el profesor hace cada confusión en la cabeza de la gente, que no se gana nada con 66 pasar”, porque el profesor es “bonísimo”... Puede ocurrir lo contrario. La pregunta acerca de por qué el alumno no estudia, tiene a veces la siguiente respuesta: —De nada vale estudiar. El profesor plantea cada pregunta que la senta no entiende. Es todo pura suerte. Pareciera que él goza viendo cómo padece la gente. Con él, vamos derechos a examen... Otras veces sucede que el alumno no estudia porque el profesor no capta, no atiende, esto es, no le interesa saber si el alumno está aprendiendo o no. Él da sus clases, y quien aprende, aprende. Con eso da por cumplido su deber. Este tipo de profesor, por lo general, no da tareas, y si las da, no se ocupa de corregirlas. Es de los que las recibe y jamás las devuelve. Es por eso que los alumnos dicen que no capta, no se interesa. De hecho, no se interesa en nada, en relación con las actividades del alumno. Dicta tan sólo sus clases, sin importarle saber para quién las dicta. Otra observación que puede hacerse es la siguiente. Repárese en el diálogo: —Tú no le preguntaste al profesor cómo es esto, ¿no es cierto...? Señor, ¿piensa usted que es fácil hablar con él? Cada vez que un alumno abre la boca para formular una pregunta, él grita para hacerlo callar, para que preste más atención, o bien para pedirle que no moleste... Otra circunstancia que se cierne sobre el alumno, para desorientar su aprendizaje, es la prisa de algunos profesores; prisa que transmite verdadera inestabilidad al alumno. Todo se hace de prisa. No puede responderse a las preguntas de los alumnos por falta de tiempo, “si no, perjudica a la clase”. Tampoco se puede conversar con ellos después de clase, porque no hay tiempo, porque otra clase aguarda... En fin, hay tiempo contado para dar clases, pero no lo hay para escuchar a los alumnos y orientarlos debidamente en su aprendizaje. “Lo que expusimos no es fruto de la imaginación. Cualquier persona puede verificar con relativa facilidad estas anomalías derivadas de la falta de un poco de didáctica. Ellas surgen de la conversación con los alumnos cuando se auscultan sus dificultades escolares. Las fallas apuntadas no son más que fallas didácticas que llevan al fracaso a un sinnúmero de alumnos. Solamente hace falta un mínimo de preparación didáctica para superarlas. Se desprende de lo expuesto, pues, que es necesario, fundamental para el profesor, una adecuada preparación didáctica a fin de poder dirigir de manera satisfactoria el aprendizaje de sus alumnos. La didáctica muestra al profesor cómo ver la materia de enseñanza y también cómo ver al alumno. Aquélla, no como un fin en sí misma, sino como un medio educativo; éste, no como un adulto ya realizado, sino como un ser en formación, lleno de dificultades y de dudas. 68 IX. La renovación de la enseñanza y la didáctica Los propósitos de renovar la enseñanza pueden tener dos motivaciones princi- pales; éstas son: por un lado, un nuevo tipo de comportamiento deseado para el hombre, tendiente a superar deficiencias o atender a las aspiraciones surgidas como consecuencia de la creciente problemática social que deriva de las incesantes transformaciones sociales; por el otro, la consideración de los nuevos conocimientos que se han alcanzado acerca del proceso del aprendi- zaje. Pero, en última instancia, la enseñanza renovada es la que procura corres- ponder a las exigencias de una época, en función de los nuevos objetivos del hombre en la sociedad y, asimismo, de los nuevos conocimientos que se tengan del propio hombre. De hecho, pues, la enseñanza renovada de cada época tiende a formar en el hombre un determinado tipo de comportamiento, y se basa en los criterios más avanzados acerca de las formas y posibilidades de aprendizaje. Enla actualidad, la enseñanza renovada pretende crear las condiciones para que el ser humano se sitúe satisfactoriamente en un mundo impregnado de procesos de comunicación masiva y de acelerados cambios tecnológicos que influyen, en uno y otro caso, en las no menos aceleradas transformaciones sociales y también en el actuar eficiente, consciente y responsable. Todo indica que la enseñanza renovada se orienta hacia las siguientes direcciones: a) Colocar al educando en contacto con la realidad, para motivarse en ella, a fin de conocerla mejor, puesto que será en ella donde tendrá que vivir y actuar. La enseñanza no debe alejarse ni permanecer ajena a la realidad; antes bien, debe articularse con el medio físico y social en que está comprometido el educando. b) Para que la enseñanza adquiera mayor significación y la realidad surja con mayor autenticidad, debe incrementarse la enseñanza integrada, esto es, la que relaciona a todas las disciplinas y al conjunto de éstas con el medio. La integración se da, así, en un doble sentido: a través de la articulación de las diversas asignaturas entre sí, y en lo que atañe a la fuente de motivación de los trabajos escolares, que debe ser la realidad que vive el educando. €) Orientar el aprendizaje por medio de la propia experiencia del educando, a fin de que él aprenda a aprender por sí mismo, puesto que deberá enfrentar continuamente y de manera creciente nuevas situaciones de vida. El conocimiento tiene que ser elabora- do por el propio educando, de ahí que los métodos y técnicas de enseñanza deban acentuar su actividad, tomando como base experiencias, comprobaciones, discusiones, debates, compilación de datos, contactos con otras personas, deducciones, clasifica- ciones, concordancias, discordancias, opciones, opiniones, críticas y conclusiones. d) Completando el ítem anterior, hacer que el educando piense y orientarlo hacia la reflexión. Uno de los objetivos de la enseñanza renovada es el de desenvolver el espíritu crítico del educando ya que éste es el único instrumento capaz de protegerlo con relación al volumen e intensidad de la propaganda ideológica y comercial que avasalla a la sociedad. e) Orientar la educación o enseñanza hacia un ambiente socializante, acentuando las técnicas de enseñanza en grupos. Es preciso habituar al alumno a que trabaje grupal- 69