Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

Método de Zonas de Interés en Composición Fotográfica: Un Tutorial Completo, Apuntes de Fotografía

Composición y estructuración de objetos en una imagen

Tipo: Apuntes

2019/2020

Subido el 01/03/2020

martin-sierra-1
martin-sierra-1 🇨🇴

1 documento

1 / 29

Toggle sidebar

Esta página no es visible en la vista previa

¡No te pierdas las partes importantes!

bg1
COMPOSICIÓN FOTOGRÁFICA
carlosdorado.com
por Carlos Dorado
Método de Zonas de Interés
pf3
pf4
pf5
pf8
pf9
pfa
pfd
pfe
pff
pf12
pf13
pf14
pf15
pf16
pf17
pf18
pf19
pf1a
pf1b
pf1c
pf1d

Vista previa parcial del texto

¡Descarga Método de Zonas de Interés en Composición Fotográfica: Un Tutorial Completo y más Apuntes en PDF de Fotografía solo en Docsity!

COMPOSICIÓN FOTOGRÁFICA

carlosdorado.com

por Carlos Dorado Método de Zonas de Interés

Contenido

  • Introducción
  • Precomposición
    • 1.- ¡La sorpresa!
      • Las relaciones
    • 2.- La reflexión
      • El fondo
      • Imaginar la profundidad de campo
      • La luz, el color, las formas
      • La opinión general
    • 3.- La preparación
      • Cuestionar la primera idea
      • La profundidad de campo real
      • La rapidez
  • Composición
    • 1.- División en zonas de interés
      • Primera aproximación
      • Distinguiendo las zonas
      • Colocando las zonas
    • 2.- La perfección de la composición
      • Buscar lo importante, lo ambiguo y lo que sobra
      • Profundidad de campo definitiva
      • Comprobación final
  • Procesado de interés - Elección de la fotografía - Procesado de batalla - Reflexión sobre el carácter - Procesado hacia el interés
  • Conclusión

incluso que sigo las reglas, no lo sé. Desde luego, no pienso que mi fotografía sea original. Considero originales a muy pocos fotógrafos. Es inevitable que me venga a la mente la enorme figura de Chema Madoz, al que pocos se igualan o la persona de José B. Ruiz, al que muchos fotógrafos debemos tanto, pero no, este texto no pretende ser un libro de composición, del que carezco por completo los conocimientos para llevar a cabo, este escrito es sólo una aproximación a mi método personal, esperando que a algún lector le ayude al suyo propio, le inspire o le saque del atolladero de las reglas. Los que hemos nacido a la fotografía en cámaras digitales, no sabemos lo que es la fotografía en general. Aprendemos desde el digital con el método más común, y ese hoy en día, es el de las reglas. Es muy probable que los viejos fotógrafos que aprendieron sin reglas lean este escrito con indiferencia, pues lo que voy a contar ya lo habrán experimentado, pero hoy en día pocos fotógrafos modernos prescinden de reglas que al final les lastran. Ahora creo que se puede aprender a componer sin saber una sola regla de las que nos enseñan, es más, intuyo que el que nunca ha conocido las reglas es más libre para la fotografía. El problema principal es que todos pensamos, en un principio, que las reglas son la base para una buena fotografía, haciendo depender un buen resultado de la aplicación de las reglas. Si esto fuera así, funcionarían siempre, y podríamos encontrar una regla para cada buena fotografía, pero no es así. A veces vemos fotografías desconectadas de cualquier regla y sin embargo conectan con la persona que las ve. Este simple hecho me ha llevado a tratar de comprender por qué una fotografía funciona, qué es lo que hace que la mente la interprete con agrado y llegue a gustar, y poco a poco he ido creando un método de composición que me genera siempre fotografías que me gustan, y en ocasiones, fotografías que me sorprenden. Es un método nada encorsetado, con múltiples caminos para tomar y dejando toda libertad para el ingenio. Es el método que quiero enseñaros y que siendo largo de explicar, en la práctica, se acaba convirtiendo en algo instintivo y natural al propio mirar fotográfico. Es el método de zonas de interés. He querido dividir este escrito en 3 momentos: la precomposición, la composición y el procesado de interés. Pienso que mi manera de componer depende de estas 3 partes y no pueden prescindir ninguna de la otra. Sin más, espero que disfrutes con esta exposición de método.

capítulo 1

Precomposición

Para hacer fotografía, a veces voy con una idea preconcebida, algo que quiero hacer, y otras veces voy a dejarme sorprender. Si llevo una idea, evidentemente buscaré lo necesario para llevarla a cabo, pero si no llevo una idea preconcebida, lo que busco es que la realidad me sorprenda, es decir, el primer paso es dejarse sorprender.

1.- ¡La sorpresa!

Para dejarse sorprender, lo primero que hemos de hacer es poner mucha atención. Cuando hago fotografía siempre voy andando muy lento, como un cochino buscando bellotas… pero más lento. Evidentemente cada tipo de fotografía tendrá sus variaciones. Por ejemplo, si eres fotógrafo deportivo o fotoreportero y vas lento, es muy probable que te despidan pronto. Cada uno tendrá que ver si la lentitud procede o no. Yo voy lento cuando fotografío en el campo o cuando hago fotografía de calle. Si haces fotografía de aves, lo que tiene que ir rápido es la percepción del momento y el dedo en el ‘gatillo’, como los vaqueros en duelo de revolver. Cada disciplina requerirá su correspondiente destreza… por eso aquí las reglas no funcionan mucho.

Las relaciones

Una vez que hemos aprendido a ir lento en los casos en que proceda, viene la observación detenida. ¿Qué debemos buscar? Las relaciones. Las relaciones de contraste y luz. Cómo se relacionan las sombras con las luces. Las relaciones de color, cómo se relacionan los colores. Si alguno llama más la atención, si son colores fuertes o suaves. Las relaciones de las formas, si se puede fotografiar alguna forma en concreto o conseguir imitar algún objeto conocido por todos. Ver qué despiertan en ti las formas, colores, contrastes, de la escena. En el orden que se quiera. Con la experiencia, esto lo hará el cerebro de un sólo vistazo pausado, y no hay que pensar en nada en concreto, pero al principio hay que pensar detenidamente todo.

Imaginar la profundidad de campo

A la vez, he de ir pensando qué profundidad de campo quiero para mi fotografía. Si quiero desenfocar el motivo principal o el fondo, si quiero sacarlo todo a foco o si quiero sacar algo de detalle en el fondo para aprovechar las formas que crea y dar un toque artístico o dar información extra al espectador. Esta decisión es muy importante y la experiencia nos enseñará a intuir aproximadamente cómo afectará la profundidad de campo en las partes de la escena. Pongo 3 ejemplos: En esta foto de una ventana de una terraza de un bar, la información más importante no está en el enfoque, sino en la parte desenfocada, en la que se percibe un hombre caminando por la calle. La fuerza de la foto reside en colores fuera de foco, y la ventana añade diferencia para que toda la fotografía no se base en el desenfoque, aunque como veremos en el siguiente ejemplo, también podemos dejar una fotografía entera desenfocada sin ningún problema.

Las 2 siguientes son, una fotografía de un árbol en otoño y un rosal silvestre. En la primera no hay ninguna necesidad de dejar la fotografía a foco cuando podemos jugar con la luz, el color y las formas, y en la segunda, la única hoja a foco se ha reforzado con la entrada del sol que toca el suelo en el fondo de la foto. El resto es un juego de colores, luces y sombras. Esta profundidad de campo es la que debemos probar en este momento, para decidir por donde queremos que vaya encaminada la fotografía.

La luz, el color, las formas

He de ver si la luz que hay es la mejor, si es una luz pasajera debido a las nubes, si puedo aportar yo luz mediante flash. Esto genera muchas variables. A veces la luz en el sujeto es buena pero hay que aportar luz al fondo. Otras veces sucede lo contrario. La experiencia es sin duda la que nos abrirá nuestro abanico de posibilidades.

Al contrario de lo que se piensa, creo que la fotografía no es nada subjetiva y a la vez no tiene reglas ¿Cómo es posible? Porque hay ciertas pautas que sin ser reglas inamovibles nos aseguran que una fotografía va a funcionar, es decir, son objetivas, pero con un margen de variación tan amplio que da plena libertad a la expresión de manera inagotable. Son pautas que se pueden no hacer cuando otra tiene suficiente fuerza en la foto final, haciendo que todo funcione. La foto puede estar bien, ser perfecta, pero a la vez no tiene por qué gustar, con lo que deja plena libertad. La opinión general nos lastra hasta el punto de no considerar otras opciones compositivas. A esto se añade la dificultad que existe hoy en día para encontrar quién juzgue tu foto y te ayude a progresar. Normalmente los juicios a fotografías suelen ser para reconducirnos al mundo de las reglas, y esto hace que sea tan difícil salir de ellas aún queriendo. Ya os aviso de que aplicando este método compositivo no ganareis adeptos, sino detractores. Pero a la vez veréis que quienes juzgan negativamente una fotografía que objetivamente está perfectamente construida, no sabrán decir porqué, y si lo hacen, será para reconducir vuestra fotografía a las reglas. Eso es porque están experimentando una imagen que se sale de lo habitual, y lo interpretan inconscientemente como un error. El problema es mucho mayor de lo que parece y a mi juicio está afectando a galardones, escuelas de fotografía y concursos, pero este es un tema a parte que no desarrollaré aquí. Miremos ahora esta imagen de la mariposa. Recuerdo haberla comentado con amigos fotógrafos, y me llevé mis buenas críticas. Por supuesto, los que estaban empezando les parecía una maravilla, pero los que ya llevaban tiempo criticaban que el sujeto estuviera centrado y lejos, que hubiera zonas luminosas que podían distraer, etc. Yo no entendía porqué no se daban cuenta de que no era necesario descentrar un sujeto en una fotografía o presentar fondos uniformes, pero más tarde me di cuenta de que estaban totalmente determinados por reglas compositivas o los comentarios de otros. Los iniciados valoraban la foto no por no saber de fotografía, sino porque todavía no estaban supeditados a las reglas, pues no las sabían. Creo que deberíamos repensar la composición.

Esta foto es muy sencilla de hacer. Olvidaros de reglas, porque determinará inconscientemente la manera cómo miráis la foto. Mirad en conjunto, no en concreto. La sensación. Es una foto simple pero efectiva. Cuando la hice pensé en un sujeto y un fondo que mostrara el ambiente donde se mueve. Para aislar el sujeto me valgo de la profundidad de campo, pero de manera comedida, porque se tienen que entender la hierba y las flores. Para que el fondo no fuera un caos, me moví alrededor hasta que di con un conjunto de flores que rodeaba la mariposa y esta quedaba en una zona más clara que la resaltaba sobre lo demás. Finalmente, para que se vea que todo está pensado, he dejado cada flor del exterior a la misma distancia del borde de la foto, con algo de espacio para que no de la sensación de que se me ha colado, es decir, dentro del caos de fondo, he conseguido un orden que nos da la sensación agradable que produce la fotografía. Además, la luz es muy suave y refuerza esa sensación, pero si os dais cuenta, no se buscan reglas, sino sensaciones y relaciones posibles. Ya está, no es más que una mariposa en su ambiente. Retomo así el argumento: no caigas en el error de fotografiar para los demás. Este momento determinará lo que vayas a hacer. 3.- La preparación

Cuestionar la primera idea

Es importante cuestionar la primera idea de fotografía que se nos venga a la cabeza, porque será siempre lo que hemos visto más en libros o por Internet. Hay que plantearse segundas opciones. Si habías pensado en un tratamiento macro, plantéate un objetivo medio o un angular con un primer plano, es decir, tantea otras posibilidades y posibles ángulos que conserven el fondo que habías pensado o bien que lo modifiquen si con ello mejora el conjunto. Esto determinará la focal que vas a elegir.

La profundidad de campo real

Una vez elegida la focal he de volver a mirar la profundidad de campo y decidir si sigue siendo válida la primera idea o hay que replantearla. Unas fotos de prueba, sin necesidad de componer, nos ayudarán a ver el resultado final del primer plano respecto al fondo o del conjunto en general. Tendremos que probar con distintas profundidades de campo y decidir.

capítulo 2

Composición

En mi experiencia he visto que una buena composición tiene ciertas características que se suelen repetir y que incrementan las posibilidades de que una fotografía sea una gran fotografía. No se puede dar una definición de ‘buena composición’, porque suele haber siempre excepciones que contradicen la definición, así que no esperéis que a modo de catedrático dé respuesta concreta a algo con tantas variables. Lo que sí haré es mencionar las variables, de las que sacaremos en combinación, muchas buenas composiciones. Ahora llega el momento del acto fotográfico en el que hay que poner una atención especial, pues de aquí surge la maestría del fotógrafo. Ni se debe hacer muy rápido ni muy lento. Ha de ser un proceso sobretodo inteligente.

1.- División en zonas de interés

Primera aproximación

Colocamos la cámara con o sin trípode, viendo por el visor externo o por el ocular, como nos guste más, y nos metemos de lleno en la imagen. Colocamos una primera composición de la fotografía que vamos a hacer y aplicamos el método.

Distinguiendo las zonas

Mi método consiste en dividir la fotografía en zonas, no como Ansel Adams, no, que ya os estoy viendo venir. Él se refería a otra cosa. Las zonas a las que yo me refiero son las distintas zonas diferenciables de tu fotografía que tienen interés, ya sea por el color, por el contraste, por lo que muestran, por la forma, etc. Son la clave del éxito de una fotografía. Si una fotografía no suscita el interés en el espectador, se acabó la comunicación. Por ejemplo, si has fotografiado una flor, tendrás la zona de la flor, y lo que lo rodea se dividirá a su vez en distintas zonas que dependerán de la fotografía. Pongo un ejemplo gráfico en la siguiente página.

En esta fotografía no tenemos un sujeto principal, es una toma de conjunto. Yo dividiría la fotografía en las siguientes zonas de interés:

  • La parte de la maleza en primer plano.
  • El agua.
  • La arena del primer plano.
  • Las rocas iluminadas.
  • Las rocas en sombra.
  • La arena del fondo.
  • La isla.
  • Las nubes.
  • El cielo sin nubes.

Como veis, el método de zonas de interés es simplemente un método, pero no funciona como reglas, ni se sirve de ellas. Habrá momentos en que se produzca un resultado que siga una de las llamadas reglas, pero simplemente por coincidencia, pues la libertad que ofrece el método de zonas de interés es inmensamente más amplio y abierto a la imaginación.

Colocando las zonas

Ahora hay que colocar las zonas en la fotografía. Volvemos al paisaje ejemplo. Decido dejar la isla a la izquierda, porque parece mirar hacia la derecha y quiero que se vea la costa. Hago un primer examen de zonas y veo que la zona de agua del primer plano es excesiva en la foto y no es tan interesante como para dejar que ocupe tanto espacio, con lo que decido incluir la porción de pasto que veis. Si quisiéramos reducir a lo alto la zona del primer plano, podemos bajar en altura la cámara y los planos se comprimirán, por supuesto, elevando la cámara sucederá el efecto contrario. Ya tengo la isla, el pasto y el agua en una proporción que me gusta, ahora hay que ver cómo incluyo la curva que forma la costa en relación con las rocas. La curva decido en un primer momento incluirla entera, de forma que aparecen numerosas rocas en sombra del acantilado. Esas zonas de sombra, afean la foto y son muy antagónicas al efecto de color y luz de toda la fotografía, con lo que decido incluir la menor porción posible de rocas. Aquí viene algo muy interesante. ¿Dónde cortar por esa zona? Si saco las rocas del encuadre, esa zona de agua ofrecerá mucha monotonía en la zona derecha de la foto, con lo que algo de rocas incluiré. Debo romper esa sensación. Vemos que hay una escalera tallada que no desentona y se puede dejar en el encuadre. Incluyo así esa parte, pero además, descubro que si dejo entrar un poco más, se ven también rocas en el fondo que por ser más pequeñas ayudan a destacar la profundidad de la fotografía y también dejo entrar esa zona de rocas. Ahora se

ven las rocas, y aunque no se ve la curva en su totalidad, no molesta para nada. Por supuesto la zona de corte no es exactamente ahí, sino que cortaremos cerca de esa zona dónde nos parezca. Lo que hemos conseguido es que aunque se ve la zona algo fea de sombra, no molesta. Hemos dejado entrar las rocas con generosidad. Esto es muy importante y explicaré por qué. Siempre que hagamos algo en la fotografía, debe quedar claro que es la intención del fotógrafo. Si tuerces el horizonte, hazlo bien. Si dejas entrar una roca, que se note. Si haces una foto en movimiento, que se vea que es movimiento intencionado y no una foto trepidada. Hay que dejar un margen nulo a que alguien pueda interpretar algo como un error si no es lo que buscamos. Esto, repito, es muy importante. Las zonas de arena que se ven, añaden variedad a la foto, con lo que en esta fotografía es un valor, ya que hay mucho azul entre el mar y el cielo, aunque sean de diferente tonalidad y diferenciables. Lo bueno es que al no ser una regla, ahora puedo querer que la tonalidad de la arena rompa el azul, pero en otra foto puedo querer que sólo se vea azul y dar otra impresión final, abriendo nuestro abanico artístico a infinitas posibilidades personales. Nos quedan las zonas del cielo. La zona de nubes es muy interesante, y unida al cielo sin nubes se hace más interesante todavía, pues nos muestra así otra capa o zona de diferenciación que añade más variedad a la foto. Sin embargo, para mi gusto, la franja de cielo sin nubes es excesiva, y a la hora de hacer la fotografía no lo advertí convenientemente. Para solucionarlo no vale con recortar. Habría que haber hecho la fotografía con una focal algo más larga y recomponer un poco todo, de manera que consiguiéramos disminuir un poco esa franja. ¿Cuánto? Aquí la geometría suele ser buena opción. Yo dejaría una franja de cielo limpio de igual tamaño que la de cielo con nubes. Al ser paralelas y geométricas, la mente lo ve con agrado, y la percepción es mucho más positiva. Como veis, esta foto no es perfecta. Yo la puntuaría con un 7 u 8 entre mi puntuación de valoración personal. Descubriréis que no es difícil componer fotos perfectas y haréis muchas.

La zona de interés del hombre bastaría para una buena fotografía, sin embargo, me di cuenta de que con paciencia podía aumentar las zonas de interés, relacionarlas, potenciar el mensaje y crear una fotografía mucho más interesante. Recordad que podemos aumentar el interés de la foto si conseguimos tener más zonas de interés relacionadas que creen una armonía. Esto es crucial y diferencia a las buenas fotos de las fotos memorables. Si por el contrario, en la fotografía hay una zona grande sin interés, la fotografía pierde mucha fuerza, hasta el punto de dejar de ser interesante, aunque haya otras zonas más atractivas. Veamos qué más zonas de interés hay en la foto. En primer lugar incluí la lata de cerveza en la bolsa de plástico, que ya nos habla de que esta persona sufre además la adicción del alcoholismo y que eso hará que le sea casi imposible salir de su situación de pobreza sin un grupo o una familia detrás que le apoye. Para añadir otra zona de interés quería hacer la foto a velocidad lenta, para sacar a los viandantes pasando de largo, pero no estaba usando trípode, con lo que no podría ser una foto muy lenta y debía contener la respiración y mantener el pulso en el momento adecuado. A esto se añade que no quería hacer la fotografía de frente para que no advirtiese la toma y pudiera cambiar de posición, con lo que tenía la cámara de lado, apoyada en el antebrazo, y debía componer para que apareciera lo más recta posible y

tener el dedo muy pegado al botón, porque el buen momento podía llegar y apenas había tiempo de reacción. Así surgió esta foto, en la que pasó una señora elegantemente vestida de colores y otro viandante pasó en la otra dirección. La clave aquí no está sólo en fotografíar el momento, sino en hacerlo en el momento en el que ninguna de las 3 personas se cruza entre si, para que todas parezcan perfectamente separadas en zonas de interés. Como veis, la fotografía tiene tanta fuerza que no importa que detrás de la señora haya 2 personas. A esto hay que sumar la suerte de que esas personas no llevan colores llamativos, sino, hubiera afeado esa zona. Es una foto de trabajo, paciencia y suerte, pero la suerte sonríe más cuando prevés qué es lo que puede pasar y te preparas oportunamente. Es una foto con muy pocos errores, y los que hay no molestan al conjunto. Si lo que estamos haciendo es fotografía de estudio, tendremos más fácil el control de la luz, de los errores, brillos y defectos y no tendremos ningún problema en crear fotos perfectas. Ahora bien, hay que ser muy riguroso y minucioso para no dejar pasar ni una a nuestras fotos de estudio. Ver si queremos volumen, impacto, mensaje… el campo es infinito. Yo recomiendo no dejar errores en la fotografía que luego se tengan que quitar con el software. Eso es un mal indicativo.