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Una introducción a los materiales y equipos utilizados en laboratorios de farmacéutica a pequeña escala. Se abordan los tipos de materiales, como vidrio y plástico, y sus ventajas, así como los equipos, como pipetas y balanzas. Se detalla el uso de materiales volumétricos y no volumétricos, y se presentan diferentes tipos de pipetas, como las aforadas y mecánicas. Se incluyen descripciones y funciones de otros utensilios comunes en el laboratorio.
Tipo: Esquemas y mapas conceptuales
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El material volumétrico es específico para medir, contener y transferir volúmenes. Así, un instrumento preparado para verter, por ejemplo, una pipeta de 1 ml, está calibrado para dispensar un volumen de 1 ml a una determinada temperatura, que vendrá marcada junto con su capacidad (1 ml) en la pipeta. Material volumétrico
— Aforadas: sólo miden un único volumen y su parte central suele llevar una dilatación. En ellas, una línea marcada en el vidrio, en su parte superior, indica hasta dónde debe llenarse para incorporar el volumen que se indica en la pipeta. Un caso especial son las pipetas de doble aforo, que presentan dos marcas, una superior y otra inferior. El volumen que recogen estas pipetas es el que queda situado entre las dos líneas de aforo. — Graduadas: la pipeta dispone de una gradación que indica los distintos volúmenes que se pueden recoger. Están adecuadamente calibradas para el volumen total que en la pipeta se afirma recoger, por lo que se habrá de intentar utilizar la pipeta hasta su capacidad total. Es decir, si queremos transferir un volumen de 1 ml, será más apropiado usar una pipeta de 1 ml, que llenar una pipeta de 2 ml hasta su marca de 1 ml.
con un émbolo, que es manipulado por el dedo pulgar del operario. El émbolo se mueve para recoger el líquido y, después, para expulsarlo. En la parte inferior de la pipeta mecánica se pondrá una punta de plástico desechable, que es la que se introducirá en el líquido. Pueden tener opcionalmente un dispositivo para expulsar la punta. Existen pipetas automáticas para diferentes volúmenes; no obstante, sirven, sobre todo, para transferir volúmenes muy pequeños, razón por la cual a veces se las conoce como «micropipetas». Otra modalidad de pipeta mecánica es la «repetidora»; en ella puede recogerse un determinado volumen y, después, dispensarse fracciones iguales de ese primer volumen en diversos recipientes. Hay, así mismo, pipetas mecánicas que trabajan con un único volumen y otras en las cuales se puede regular el volumen que se quiere recoger; estas últimas se denominan «de volumen variable».
Las probetas se definen como recipientes tubulares graduados, utilizados para medir un volumen y Calibrados para dispensarlo después a otro recipiente. Tienen una base, para poder apoyarlos, y un pico en el extremo superior que facilita el vertido. Existen probetas con tapón que se utilizan habitualmente para contener.
Las buretas son unos recipientes alargados, tubulares graduados que disponen de una llave de paso en su extremo inferior para regular el líquido que dejan salir. Se utilizan mucho en las volumetrías, que se realizan para valorar disoluciones de carácter ácido o básico. La bureta permite saber, con gran exactitud, la cantidad de base que se ha necesitado para neutralizar un ácido, lo que permite calcular la concentración del mismo. La operación contraria, neutralizar y
Los hay de numerosas formas (esféricos con fondo plano, de balón, de pera, de corazón...) y variadas funciones, aunque generalmente sirven para preparar disoluciones y reactivos. Son muy conocidos los matraces Erlenmeyer (de fondo plano y cuello corto, con el cuerpo más ancho que el cuello, que permiten diluir reactivos de forma que su cuello recoja parte de los vapores producidos en las reacciones entre, por ejemplo, ácidos y agua, y preserve, en parte, de salpicaduras) y los matraces Kitasato (caracterizados por tener una salida en la parte superior del cuerpo, aparte de la abertura principal normal).
4. Copas graduadas Tienen forma de cono invertido y llevan una escala graduada. Se usan de forma similar a los matraces.
Son de vidrio o de plástico. Se utilizan para transferir pequeños volúmenes que no requieren ser medidos. Las pipetas de vidrio pueden tener más o menos pico en el extremo inferior y, para su uso, se conectan a un chupón de goma. Las de plástico llevan una ampolla de este material, lo que permite cargarlas y descargarlas. Estas pipetas son muy prácticas y se utilizan con frecuencia.
Este tipo de material no volumétrico es, por ejemplo, el que enumeramos a continuación:
Morteros. Con una mano o pistilo, son específicos para pulverizar y mezclar. Cristalizadores. Recipientes de vidrio grueso con tapa, para tinciones y decoloraciones. Frascos lavadores. Frecuentemente de plástico, tienen un sistema que les permite expulsar el agua por su parte superior. Conservan agua, por ejemplo, destilada o desionizada, y son muy habituales en las operaciones de laboratorio. Desecadores. Utilizados para secar o mantener secas algunas sustancias. En ellos, una sustancia desecante impide que en el interior haya humedad. Son recipientes de vidrio con tapa. En su interior se encuentra una rejilla con orificios que soporta las sustancias que se quieren desecar. Por debajo de esta rejilla se sitúa la sustancia desecante.
Vidrios de relo j. Por ejemplo, para pesar sólidos. Soportes, pinzas, gradillas y espátulas. Los primeros se usan para sostener, por ejemplo, buretas; las segundas, para sujetar crisoles en el horno o tubos expuestos al calor o al fuego. Las gradillas permiten sostener varios tubos a la vez mediante un enrejado, mientras que las espátulas sirven para separar fracciones de sólidos. Cápsulas y crisoles. Recipientes de vidrio, cuarzo o porcelana. Pueden aplicarse para mezclar e introducir sustancias en los hornos. Un tipo de cápsula son las placas de Petri , que se utilizan para hacer cultivos de bacterias en los medios de cultivo apropiados.
las formulaciones elaboradas). Duquesas. Son recipientes, generalmente de plástico, con tapa, de pequeño tamaño y boca ancha, que contienen cremas, pastas, etc. Ampollas. Compuestas de vidrio, pueden ser transparentes o de color ámbar, con objeto de preservar su contenido de la luz, y las hay de diferentes tamaños y formas. Frascos. De vidrio o plástico de diversas medidas y coloración, generalmente ámbar. Específicos para albergar en su interior soluciones o suspensiones. Tubos. De estaño o plástico, contienen pomadas. Tapones de caucho. Principalmente mantienen cerrados los recipientes. Viales. Son frascos de vidrio, de capacidad variable (2, 5, 10 o 20 ml). Están destinados a conservar un medicamento inyectable.
Moldes de supositorios. Pueden ser de metal o plástico, de diferentes formas y tamaños. Se utilizan para la elaboración de supositorios y se producen lisos o con ranura, lo que permite la dosificación de la forma farmacéutica elaborada. Cápsulas de aluminio para viales. Es decir, aquellas que mantienen cerrado el vial y rodean el tapón de caucho. Envases utilizados en el reenvasado. Bolsas, sobres o papelillos para polvos, blisters unitarios para grageas, comprimidos o cápsulas y viales, vasitos y jeringas de plástico o vidrio para líquidos. Los medicamentos tópicos se reenvasan en duquesas, frascos de vidrio de boca ancha o jeringas especiales con tubo adaptador (para aplicaciones vaginales).