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El Caso Clínico de 'El Pequeño Hans': Angustia y Fobia en Freud, Resúmenes de Psicopatología

Un análisis detallado del caso clínico de 'el pequeño hans', un niño que desarrolló una fobia a los caballos. El caso, estudiado por sigmund freud, se convirtió en un punto de referencia para la comprensión de la angustia y la fobia en la teoría psicoanalítica. El documento explora las diferentes etapas de la fobia de hans, desde su origen hasta su resolución, y analiza las interpretaciones de freud sobre la dinámica inconsciente que subyace a la fobia. Se destaca la importancia del complejo de edipo y la angustia de castración en la formación de la fobia, así como el papel del juego simbólico en la elaboración de la angustia.

Tipo: Resúmenes

2023/2024

A la venta desde 24/02/2025

psicomatices
psicomatices 🇦🇷

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Nehemias Schreiner
Psicomatices_
1
Caso del pequeño Hans/Juanito: Análisis de la fobia de un niño de cinco años ~ 1909
Año
Edad de Hans
1903
Nacimiento de Hans
1906
3 años
3 años y medio
Primeros informes del padre.
Primera estadía en Gmuden.
Amenaza de castración.
Nacimiento de Hanna.
1907
Casi 4 años
4 años
4 años y medio
Primer sueño.
Mudanza a primera vivienda.
Segunda estadía en Gmunden. Episodio del caballo que muerde.
1908
Casi 5 años
5 años
Episodio del caballo que se tumba. Comienzo de la fobia.
Fin del análisis en mayo.
Introducción
Se menciona que el historial clínico y terapéutico no provienen de Freud, sino que fue llevado a cabo por el
padre de Hans. Fue el padre quien le iba enviando comunicaciones a Freud sobre su hijo. El vínculo de los
padres de Hans con Freud nace a partir de un conflicto de la madre en su juventud donde contrajo neurosis, y
fue Freud quien la atendió. Esto se ve posibilitado por el hecho de que ninguna otra persona habría conseguido
del niño las confesiones que hace; imposible de sustituir el conocimiento de causa en virtud del cual el padre
supo interpretar las exteriorizaciones de su hijo de 5 años. Sólo la reunión en una sola persona de la autoridad
paterna con la médica, la conjunción del interés tierno con el científico, posibilitaron en este único caso obtener del
método una aplicación para la cual de ordinario habría sido apropiado.
Las primeras comunicaciones sobre Hans datan del tiempo en que
aún no había cumplido 3 años. A través de diversos dichos y
preguntas, ya exteriorizaba entonces un interés particularmente vivo
por la parte de su cuerpo que tenía la costumbre de designar como
“hace-pipí”. En una ocasión le pregunta a su mamá si ella tiene un
hace-pipí y ella responde que ; a la misma edad ve una vaca y se
fija en su hace-pipí. Su interés por el hace pipí lo estimula a tocarse
el miembro.
3 años y medio: su madre lo encuentra con la mano en el pene. Ella lo amenaza “Si haces eso, llamaré al doctor
para que te corte el hace-pipí. Y entonces, ¿con qué harías pipí? Hans responde “con la cola”. En esta respuesta
se observa la ausencia de consciencia de culpa, pero es la ocasión en que adquiere el “complejo de castración”.
Se da el gran acontecimiento que es el nacimiento de su hermanita Hanna. El trabajo de parto inició a las 5 a.m.;
Hans despierta a las 7 a.m. y escucha gemir a su madre, él pregunta ¿por qué tose mamá? Y después añade “es
seguro que hoy viene la cigüeña”. Tanto la tos de su madre, la maleta del doctor que está en la puerta y u n
recipiente lleno de sangre en la habitación de la madre son situaciones extrañas que Hans asocia a la llegada
de la cigüeña: se afianza en él la primera desconfianza hacia la cigüeña. Hans se muestra muy celoso con la recién
nacida, y en esos primeros días dice “pero si yo no quiero tener ninguna hermanita”. Pasado medio año, quedaron
superados los celos y él se vuelve un hermano tan tierno como consciente de su superioridad. Al verla mientras
la bañaban señala que él hace-pipi de Hanna es pequeño, pero a modo de consuelo dice que ya crecerá. Hans
El pequeño Hans
El pequeño Hans
El padre ocupa el rol paterno como también
médico. Tiene un interés tierno porque
trata sobre su hijo, pero también un
interés científico, con el objetivo de
ayudarlo a Freud a recompilar datos
para sustentar las teorías que se
estaban desarrollando en aquel
entonces.
Papel de Freud:
orientador en el
tratamiento de Hans.
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¡Descarga El Caso Clínico de 'El Pequeño Hans': Angustia y Fobia en Freud y más Resúmenes en PDF de Psicopatología solo en Docsity!

Psicomatices_

Caso del pequeño Hans/Juanito: Análisis de la fobia de un niño de cinco años ~ 1909

Año Edad de Hans

1903 Nacimiento de Hans 1906 3 años 3 años y medio Primeros informes del padre. Primera estadía en Gmuden. Amenaza de castración. Nacimiento de Hanna. 1907 Casi 4 años 4 años 4 años y medio Primer sueño. Mudanza a primera vivienda. Segunda estadía en Gmunden. Episodio del caballo que muerde. 1908 Casi 5 años 5 años Episodio del caballo que se tumba. Comienzo de la fobia. Fin del análisis en mayo.

Introducción

Se menciona que el historial clínico y terapéutico no provienen de Freud, sino que fue llevado a cabo por el padre de Hans. Fue el padre quien le iba enviando comunicaciones a Freud sobre su hijo. El vínculo de los padres de Hans con Freud nace a partir de un conflicto de la madre en su juventud donde contrajo neurosis, y fue Freud quien la atendió. Esto se ve posibilitado por el hecho de que ninguna otra persona habría conseguido del niño las confesiones que hace; imposible de sustituir el conocimiento de causa en virtud del cual el padre

supo interpretar las exteriorizaciones de su hijo de 5 años. Sólo la reunión en una sola persona de la autoridad

paterna con la médica, la conjunción del interés tierno con el científico, posibilitaron en este único caso obtener del

método una aplicación para la cual de ordinario habría sido apropiado.

Las primeras comunicaciones sobre Hans datan del tiempo en que aún no había cumplido 3 años. A través de diversos dichos y

preguntas, ya exteriorizaba entonces un interés particularmente vivo

por la parte de su cuerpo que tenía la costumbre de designar como

“hace-pipí”. En una ocasión le pregunta a su mamá si ella tiene un

hace-pipí y ella responde que sí; a la misma edad ve una vaca y se

fija en su hace-pipí. Su interés por el hace pipí lo estimula a tocarse el miembro.

3 años y medio: su madre lo encuentra con la mano en el pene. Ella lo amenaza “Si haces eso, llamaré al doctor

para que te corte el hace-pipí. Y entonces, ¿con qué harías pipí? Hans responde “con la cola”. En esta respuesta

se observa la ausencia de consciencia de culpa, pero es la ocasión en que adquiere el “complejo de castración”.

Se da el gran acontecimiento que es el nacimiento de su hermanita Hanna. El trabajo de parto inició a las 5 a.m.;

Hans despierta a las 7 a.m. y escucha gemir a su madre, él pregunta ¿por qué tose mamá? Y después añade “es seguro que hoy viene la cigüeña”. Tanto la tos de su madre, la maleta del doctor que está en la puerta y un recipiente lleno de sangre en la habitación de la madre son situaciones extrañas que Hans asocia a la llegada

de la cigüeña: se afianza en él la primera desconfianza hacia la cigüeña. Hans se muestra muy celoso con la recién

nacida, y en esos primeros días dice “pero si yo no quiero tener ninguna hermanita”. Pasado medio año, quedaron

superados los celos y él se vuelve un hermano tan tierno como consciente de su superioridad. Al verla mientras la bañaban señala que él hace-pipi de Hanna es pequeño, pero a modo de consuelo dice que ya crecerá. Hans

El pequeño Hans El pequeño Hans

El padre ocupa el rol paterno como también médico. Tiene un interés tierno porque trata sobre su hijo, pero también un interés científico, con el objetivo de ayudarlo a Freud a recompilar datos para sustentar las teorías que se estaban desarrollando en aquel entonces. Papel de Freud: orientador en el tratamiento de Hans.

Psicomatices_ no entiende que su hermana no tiene pene debido a que su madre le confirmo que ella si tenía, por lo que asume que todas las niñas tienen.

3 años y 9 meses: ve cómo de una locomotora largan agua creyendo que hace pipí y pregunta “¿dónde tiene el

hace-pipí?” Luego piensa que los animales tienen hace-pipi y los objetos no, así diferencia a los seres vivos de las cosas inanimadas. También le pregunta al padre si él tiene hace-pipi, a lo que él responde que sí. Sin embargo, Hans le dice que nunca se lo vio mientras se desvestía, mientras se queda mirando a su madre mientras se desviste para ver si ella también tiene hace-pipi. Su madre vuelve a confirmarle que si tiene y Hans piensa que como ella es grande lo tendrá del tamaño de un caballo.

A esta edad, Hans relata un sueño en el que creía está en Gmunden con Mariedl, una niña de 13 años hija del

dueño de la propiedad, y le aclara a sus padre que en su sueño él estaba completamente solo con ella, sin ningún adulto. Un verano Hans estuvo en Gmunden, se alegró al irse y no hablaba de ello. Luego comenzó a tener recuerdos que serán procesados como fantasías. Fantasea que juega con los niños como si estuvieran presentes y llama a Berta y a Olga “sus hijas” y que a ellas la trajo la cigüeña. Aquí se interpreta que el sueño de Hans

con Mariedl se entiende como una expresión de añoranza de Gmunden.

Luego el padre dibuja para Hans una jirafa y el niño le pide que le dibuje él hace-pipi. El padre le dice que lo dibuje él mismo, a lo que Hans hace una raya corta y a continuación otra más larga diciendo que él hace-pipi es más largo. Primero dice que el caballo tiene el hace-pipí abajo como él, luego que su hermana tiene un hace-pipí muy pequeño, al igual que una muñeca que le

dan para jugar. De esta manera sustenta su descubrimiento de la diferencia

entre lo vivo y lo inanimado.

En su interés por el pene se desarrolla un juego: juega a que su baño está en el cuarto de la leña. Cuando el padre se acerca a observar lo que hace el niño dice que hace pipi “juega al inodoro”. A la misma edad conoce a dos niñas de 10 años en la pista de patinaje. Estas lo miran a Hans con desprecio por su edad, sin embargo, él se refiere a ellas como “mis niñitas”. También se da una situación en la cual abraza continuamente a su primo y le dice “te quiero mucho” apareciendo el primer rasgo de homosexualidad, pero aún no hay identidad sexual: la investidura tierna y erótica es igual para niños y niñas.

4 años y 3 meses: Hans es bañado x su mama. Cuando ésta le pone talco al pene con cuidado para no tocarlo,

el niño le dice porque no pasa el dedo por ahí (pene), a lo que su madre responde que es una porquería porque es indecente, pero Hans riendo dice que le gusta. En esta época Hans tiene un sueño irreconocible por la desfiguración, sin embargo, el padre logra resolverlo. Cuenta por la mañana que en su sueño se da un juego (erótico) en el cual alguien tiene que hacerlo hacer pipi a otro. Hans desde hacía días jugaba con los hijos del propietario de la casa y con Olga y Berta a juegos de prendas. El sueño imita a ese juego: Hans desea q la prenda sea que alguien tiene que hacerlo hacer pipi: esta situación representa que le abran su ropa interior y le saquen el pene, lo cual es placentero para él. El padre le cuenta a Freud que unos días después cuando Hans necesitó ir al baño, le pidió que lo lleve detrás de la casa para que nadie pudiera verlo y le contó que Berta y Olga lo habían mirado. El padre cree que para Hans era

grato que las niñas lo miraran, pero ya no más. El placer de exhibición cae ahora bajo represión. El deseo de que

Berta y Olga lo miren es reprimido.

4 años y medio: Hans vuelve a Gmunden donde tiene varios compañeros de juego. Asegura su amor tanto a los

niños como a las niñas. Una noche insiste en que Mariedl duerma con él, ante la negativa de sus padres pide q Mariedl duerma con ellos. Como esto es imposible su madre le pregunta si está dispuesto a separarse de ella para ir con la niña, Hans contesta que si pero que volverá en la mañana. Sus padres lo detienen ya que el niño se disponía a irse con Mariedl. Su intención es que la niña fuera integrada a su familia. Debido a que los padres del niño suelen tenerlo en su cama, se han despertado en él sentimientos eróticos, por lo que su deseo de dormir

Psicomatices_

→ Función de la fobia: La fobia consistía en la represión de la moción tierna hacia la madre, definiendo a

la angustia como una añoranza erótica reprimida. Recordamos que en “Obsesiones y fobias” se plantea

que la fobia tiene la particularidad de transformar la angustia en miedo. Es decir, se pasa de un estado

angustioso que carece de objeto donde no hay nada que represente a la angustia; a un estado de miedo donde ya hay un objeto real que lo produce, se le tiene miedo a algo. Al anochecer, Hans se angustia mucho, lo asalta la libido cuyo objeto es la madre y su meta es dormir con ella. En Gmunden a veces estaba solo con ella ya que su padre no podía estar allí todos los días, así distribuía su ternura entre sus amigos y al faltarle estos aquí, la libido regresa entera a la madre. La angustia corresponde a una añoranza reprimida y la libido es retenida en la represión por algo. En el segundo paseo de Hans, al estar con la madre, la angustia es menor, y es en ese paseo donde expresa por primera vez que le tema a ser mordido por un caballo.

Freud le propone al padre comunicarle a Hans que las mujeres no tienen hace-pipi (esclarecimiento sexual), ya

que cree que la libido del niño adhería al deseo de ver el hace-pipi de su madre, aclarando esto se le sustraería esa meta. Luego de este esclarecimiento se da un periodo más tranquilo en el que Hans va de paseo sin gran

dificultad todos los días. Su miedo en los caballos se muda más y más en la compulsión de mirarlos, Hans dice que

tiene q ver a los caballos, y que entonces le da miedo. (el objeto temido es el objeto deseado).

Después de estar enfermo por dos semanas, la fobia se refuerza tanto que no puede salir de la casa. En una

ocasión se niega a salir a pasear al jardín del frente ya que allí está estacionado un carruaje. Otro día camino a

la estación, el padre intenta explicarle a Hans que los caballos no muerden, pero él dice que los caballos blancos

muerden si uno le acerca los dedos. En una ocasión el padre de Lizzi (una niña que vivía en una casa vecina) le

dijo que no le pasara los dedos al caballo blanco porque la mordería. El padre le dice a Hans que lo que él tenía en mente no era el caballo sino un hace-pipi al que no se le debe pasar la mano. Hans pensaba que su “tontería” (como él llamaba a su fobia) era intensa porque se seguía pasando la mano por él hace-pipi todas las noches. En el siguiente informe semanal del padre, éste saca la conclusión de que Hans temía a los animales grandes por el tamaño de su pene, y le dice a Hans q no debe temer, que los animales grandes tienen hace-pipi grande y los pequeños hace-pipi pequeño, a lo que el niño agrega que todos los hombres tienen hace-pipi y que el hace-pipi crece con él cuando se hace grande, que “ya está crecido”. → Freud concluye que, si bien tiene miedo a los animales grandes, no le teme al hace-pipi grande. Plantea que ha quedado insatisfecho con el tamaño de su propio hace-pipí. Los animales grandes le recuerdan ese déficit, y por eso le resultan desagradables. El dicho “ya está crecido” le recuerda a Freud a la amenaza de castración a sus 3 años y medio, amenaza que no produjo efecto alguno. Esto se ajustaría

al comportamiento típico que la amenaza de castración adquiriera vigencia ahora, con efecto retardado

(obediencia de efecto retardado). El esclarecimiento que Hans ha recibido hace poco, de que las mujeres efectivamente no poseen hace- pipí, no pudo tener otro resultado que el de conmoverle su confianza en sí mismo y despertarle el

complejo de castración.

Una noche Hans se pasa a la cama de sus padres, cuando le preguntan por qué lo hace él dice que lo dirá en la mañana, y se duerme. Al día siguiente cuenta que en la noche en su

habitación había una jirafa grande y una arrugada, y que la grande gritaba porque él le había

quitado la jirafa arrugada. Luego la jirafa grande deja de gritar y entonces él niño se sienta encima de la jirafa arrugada. Primero el padre interpreta que él es la jirafa grande (el pene grande) y la jirafa arrugada es su esposa (el padre cuenta que por las mañanas la madre tiene a Hans un momento sentado sobre ella), y cree que el niño sintió añoranza de la mama por la noche y por eso fue al dormitorio. El sentarse encima sería para Hans tomar posesión, una fantasía de confianza en sí mismo, anudada con una satisfacción por el triunfo sobre la resistencia paterna “grita todo lo q quieras, mi mami me toma en la cama, me pertenece”. Tras ello colige, pues, lo que el padre conjetura: la angustia de no gustarle a la mamá porque Relación de la fantasía de las jirafas con las fantasías delictivas

Psicomatices_ su hace-pipí no puede medirse con el del padre. Al día siguiente Hans le confirma al padre que la jirafa grande es la madre, y la arrugada es su hermana Hanna. Al otro día Hans cuenta que pensó dos cosas: la primera que estaba con su padre en el zoológico y que accedieron a un lugar donde no debía ir y que el guardia los atrapo. La segunda la olvidó. Luego Hans dice que pensó otra cosa: que viajaba con su padre en el tren, q rompen un vidrio y que el guardia los lleva.

→ La correcta continuación de la fantasía de las jirafas: él vislumbra que está prohibido ponerse en posesión

de la madre; ha chocado con la barrera del incesto. Pero lo considera prohibido por sí mismo. En todas las picardías prohibidas que él realiza en su fantasía está presente el padre, quien es encerrado con él. Es que, según él opina, el padre a pesar de todo hace eso prohibido enigmático con la madre, que él se sustituye por algo violento, como romper el vidrio de una ventanilla, penetrar en un recinto clausurado.

El padre y Hans hacen una visita a Freud, éste se entera de que al niño le molesta lo que los caballos llevan en

los ojos y lo negro alrededor de la boca. Le pregunto (Freud) si sus caballos llevaban gafas, a lo que Hans responde que no y luego le pregunto si su padre las llevaba, lo cual también negó, aunque en realidad si las tenía. También le pregunto si lo negro alrededor de la boca significaba un bigote y le revelo que tenía miedo a su padre por querer tanto a su madre. Freud inserta a Hans en el Edipo masculino, el padre como un obstáculo. Le explica que él podía creer que el padre le tenía rabia pero que eso no era cierto, que el padre le tenía cariño. Pero Hans cree que el padre le tiene rabia porque esa mañana él lo golpeo en el estómago con la cabeza y su padre por reflejo le pego con la mano. Había una predisposición hostil del pequeño hacia él y la necesidad de

recibir un castigo, hay amor y odio hacia el padre, una relación ambivalente.

Días después se observa la primer mejoría sustancial, podía permanecer un tiempo largo en

la puerta de la casa, a veces corría adentro si veía venir un carruaje, pero al pensarlo mejor

volvía a la puerta, solo subsiste un resto de angustia, pero la mejora se da a partir del

esclarecimiento y hasta él mismo propone salir a la calle. Al día siguiente por la mañana se

pasa a la cama de sus padres (hacia días que no lo hacía), al preguntarle por qué, él contesta: “hasta que no tenga miedo, no vendré más”. Dice que cuando no está con su padre tiene miedo, y también tiene miedo cuando no está con él en la cama (porque eso significa que

su padre está en la cama con su madre). Da a entender que en el niño luchan el amor al padre

con la hostilidad hacia él por su papel competidor ante madre: el padre interpreta que Hans

tiene cariño a su madre, por lo que quiere quitarlo del medio para ocupar su lugar. El deseo

hostil, sofocado se convierte en angustia por el padre y va a buscarlo por la mañana para ver

si se ha ido. Hans teme q su padre se vaya y no vuelva (alguna vez la madre lo amenazo con irse al él portarse mal), y en esa ocasión le dice a su padre: “papi no te trotes de mi”

(trotes en lugar de marches). La angustia del niño es de doble articulación: por un lado, angustia

ante el padre (proviene de la hostilidad hacia el padre: el padre es castrador por el principio

de Edipo) y por otro angustia por el padre (se da por el conflicto entre la ternura y la

hostilidad: también hay angustia si la función de padre no está). El padre continúa y dice que el hecho de que Hans se atreva a quedarse un tiempo en la puerta y no alejarse más implica el miedo de alejarse de los padres. Cuando en el verano el padre se fue de Gmunden, Hans era el padre (ocupo su lugar), el deseo reprimido de q su padre viaje a la estación para así quedarse solo con su madre se transforma en angustia ante el partir de los caballos que es lo que más angustia le produce. Hans expresa

que a lo que más le teme es que los caballos se tumben cuando el carruaje da la vuelta, otro tanto cuando están

estacionados y de repente se ponen en movimiento. Tiene aún más miedo a los caballos grandes que a los pequeños,

a los rústicos, también teme más cuando un carruaje va más rápido que cuando va más lento. Tanto la fobia como

el paciente comienzan a mostrarse. Conflicto de ambivalencia. Angustia ante el padre y por el padre Ambivalencia amor-odio. Ama al padre siempre y cuando no entra la madre en cuestión. Ver anexo en las consignas

Psicomatices_ → Se intenta construir una fantasía de castración donde el padre es el castrador. En otra conversación el padre da cuenta de que Hans deseó que, mientras su madre bañaba a Hanna, ella soltara la mano y cayera dentro de la bañera. Hubo un deseo reprimido de muerte hacia su hermana debido a que esta le robaba una parte del amor de los padre, una gran aversión compensada por una ternura hipertrófica. Hans habla de que Hanna ha viajado en una cesta a Gmunden. Cesta=seno materno. Él daba cuenta de manera inconsciente que Hanna estaba dentro de la panza de su madre. Y por eso toma venganza de su padre ya que él le contó el cuento de la cigüeña. “¿Cómo puedes invitarme a creer que la cigüeña trajo a Hanna en octubre, si yo he notado el vientre grande de la madre ya en el verano cuando viajamos a Gmunden? Lo mismo puedo yo pedirte que creas mis mentiras”. Conscientemente dice que Hanna llegó en la “cesta de la cigüeña roja” (sangre). → Freud le anticipó al padre que la fobia de Hans se reconduciría a los pensamientos y deseos ocasionados por el nacimiento de la hermana, pero había omitido alertarlo sobre que un hijo es un “Lumpf” para la teoría sexual infantil, de suerte que Hans habría de pasar por el complejo excremental.

Teoría de la cloaca.

Hans manifestó que diligencias, carros mudanceros y carros carboneros eran carruajes de cesta de cigüeña. Otro día en una charla dice “como los caballos son tan arrogantes, tuve miedo de que se tumbaran”. El padre le pregunta quién es arrogante y él responde “tú, cuando yo voy a la cama de mami”. El padre replica “¿deseas

entonces que yo me tumbe?” y Hans responde “Sí, que tropieces con una piedra y te salga sangre y por lo menos

yo pueda estar un poquito solo con mami”. Cuando Fritzl se cayó pensó: “ojalá volaras por el aire tú (su padre)

con la piedra”.

Hans tenía el deseo de embromar caballos. Este deseo de embromar al caballo es de articulación doble: compuesto

por una concupiscencia oscura, sádica, sobre la madre, y un claro esfuerzo de venganza contra el padre. Hans jugó con una muñeca y a raíz de una conversación con su padre, da cuenta de que él quería tener una nena. Con ello, Hans es esclarecido por su madre y por él; le dicen que los hijos crecen en la mami y luego son traídos al mundo por medio de una presión, como un “lumpf”, lo cual depara grandes dolores. A la tarde de ese día le ha sobrevenido un gran alivio. La angustia ha desaparecido casi por completo, Hans solo permanece cerca de la casa por si se atemorizara, pero se queda siempre en la calle. El niño vuelve a jugar con sus hijos, pero dice que antes era la mami y ahora es el papi, que la mami de los niños es su propia madre y que el abuelo de ellos es su propio padre. Hans se da cuenta de que su padre no desea a su esposa y construye un Edipo: en lugar de eliminar a su padre lo designa abuelo y lo casa con su madre (la abuela de Hans). El padre está más ligado a su propia madre q a su esposa. Luego Hans se identifica con su madre, se hace cargo de sus hijos: cuenta q fue con ellos al inodoro y les limpio el trasero con papel, dice que le gusta hacerse cargo de sus hijos. Esta fantasía se anuda a las funciones excrementicias.

Segunda fantasía: fantasía del instalador: cuenta que viene el instalador y con unas tenazas le quita primero el

trasero y luego él hace-pipi para darle un trasero y un hace-pipi más grandes. También señala q le gustaría tener un bigote y el pelo del pecho como su padre. Hans desea tener un pene igual al de su padre, y también sus caracteres sexuales secundarios. (Debe salir de su lugar de falo para hacer uso del pene, la salida del Edipo

q se da a partir del padre). Esta segunda fantasía marca la superación de la angustia proveniente del complejo de

castración, la expectativa penosa daba la vuelta hacia una de dicha. El médico/instalador viene, le quita el pene,

pero sólo para dar a cambio uno más grande. → Ambas fantasías, la del instalador y la del mecánico son similares: la bañera grande significa el trasero, el taladro o el destornillador es el hace-pipi.

Psicomatices_

Epicrisis

Freud toma 3 direcciones para examinar la observación del desarrollo y solución de la fobia de Hans:

1) Para saber si refrenda la tesis formulada en Tres ensayos de teoría sexual.

2) Por su eventual contribución al entendimiento de esta forma tan frecuente de enfermedad.

3) Por ver si se puede extraer algo para el esclarecimiento de la vida anímica infantil.

La imagen de la vida sexual infantil de Hans armoniza muy bien con lo esbozado en Tres ensayos. Pero antes de ver aquella armonía, objeta dos cuestiones:

a) El pequeño Hans no es un niño normal, sino un niño predispuesto a la neurosis, un pequeño “hereditario”.

b) Carece de todo valor objetivo este análisis realizado por un padre prisionero de mis opiniones teóricas y

aquejado de mis prejuicios. Hans, como todos los niños, aplica su material a sus teorías sexuales infantiles, por loque Freud le omitió el aviso al padre del hecho de que, para Hans, el tema del nacimiento de niños pasa a través del complejo de

excreción. Hans mostraba un interés particular por su “Lumpf”, pensaba de hecho que su hermana Hanna había

sido parida a través del ano de su madre, de igual manera que se expulsan las heces.

El primer rasgo imputable a la vida sexual en el pequeño Hans es un interés particularmente vivo por su hace-

pipí. Este interés lo convierte en investigador; así descubre que basándose en la presencia o falta del hace-pipí

uno puede distinguir lo vivo de lo inanimado. Presupone esta parte del cuerpo en todo ser semejante a sí mismo:

animales grandes, ambos progenitores, su hermanita, etc. La amenaza de castración de la madre intervino porque

él sentía placentero tocándose el miembro (onanismo), sin embargo, esta solo tuvo su efecto a raíz de una ocasión posterior.

El placer en el miembro sexual propio se enlaza con el placer de ver, en sus aspectos activos-pasivos. El pequeño

quiere ver el hace-pipí de otros, desarrolla una curiosidad sexual, y gusta de mostrar el propio. Observa que los animales grandes poseen un hace-pipí más grande que el suyo, por lo que piensa, y quiere comprobar, que sus padres poseen uno más grande que el suyo. Para Hans, su madre tiene un hace-pipí del tamaño de un

caballo. Dentro de la constitución sexual de Hans, la zona genital es la teñida con el placer más intenso. A este

placer lo adquirió con asistencia de la persona que lo cuidaba, su madre, y eso conduce a la elección de objeto,

pero es posible que ese placer haya existido en épocas anteriores por vía del autoerotismo.

Freud postula que en el curso de la fobia del pequeño es inequívoca la represión de estos dos componentes de su vida sexual. Le da vergüenza orinar delante de otros, se acusa de pasarse el dedo por el hace-pipi, se empeña en resignar su onanismo y le produce asco el lumpf y el pipi.

Con respecto al lazo entre su madre y su padre, Freud ubica que Hans el pequeño Edipo: Quiere que su padre

esté lejos, vale decir muerto, para poder quedarse cerca de su madre y tener un encuentro cercano con ella. Sin embargo, Hans es un niño que a muy temprana edad ha emprendido una mudanza de la inclinación agresiva

en compasión por su padre. Hans ama a ese mismo padre por quien alimenta deseos de muerte: le pega y enseguida

besa la zona donde le pego. Con respecto a su pequeña hermanita, su nacimiento exacerbó el vínculo de Hans con sus padres: su condición de espectador de los cuidados de Hanna reanimó las huellas mnémicas de sus

propias vivencias de placer más tempranas. Esto despierta celos contra su hermana, pero como en la neurosis la

hostilidad es sofocada o subrogada por una angustia particular, Hans presentaba la angustia a la bañera que en el

curso del análisis se reveló como el deseo de muerte contra su hermana. Tanto Hannah como el padre, son las personas que le “quitan a su mami” y le perturban el estar sólo con ella. 1

Psicomatices_ concebidos los niños, deja afuera la participación del padre que él cree puede ser necesaria. El supone que el hace-pipi debe tener un valor importante en esto, pero como el padre no le revela si es esto cierto, queda ese misterio sin descubrir.

Por lo tanto, el odio de Hans por su padre tiene una contrapartida doble:

↳ Por ser el perturbador del comercio amoroso con su madre ↳ Por ocultarle este misterio.

Además de este miedo por los caballos, Hans también presenta una fantasía que parece separada de

toda mediación: El mecánico instalador ha destornillado la bañera dentro de la cual Hans se encuentra, y luego le ha metido en su panza un taladro. Hans presenta un miedo a ser bañado en la bañera grande, que luego se esclarece ya que el admite que desea que su madre deje caer a la pequeña en la bañera para que muera. Esta fobia no es otra cosa que una reprimenda frente a esos deseos. Por último, Freud ubica la resolución de la fobia en Hans mediante dos fantasías conclusivas:

↳ Fantasía del instalador: El instalador le coloca un hace pipi nuevo, y como colige el padre, más

grande, no es la mera repetición de la anterior que se ocupaba del instalador y la bañera; es una fantasía de deseo triunfante y contiene la superación de la angustia de castración.

↳ Fantasía de la familia: Hans confiesa el deseo de estar casado con su madre y tener con ella

muchos hijos, la angustia al caballo desaparece ya que ahora el padre no es puesto en el lugar de competidor, sino que ubica que el padre puede casarse con su abuela y tener hijos con esta, lo que lo vuelve inofensivo. La fobia a los caballos, es el retorno de las mociones pulsionales incestuosas reprimidas. Las únicas consecuencias del análisis son, que Hans ha sanado, ya no teme a los caballos, y mantiene un trato más familiar con su padre. El análisis no deshace el resultado de la represión: las pulsiones que fueron entonces sofocadas siguen siendo las sofocadas; pero alcanza ese resultado por otro camino: sustituye el proceso de la represión, que es automático y excesivo, por el dominio, mesurado y dirigido a una meta, con auxilio de las instancias anímicas superiores; en una palabra: sustituye la represión por el juicio adverso. Se descubrieron tras la fobia de Hans, un significado típico y paradigmático, como si la multiplicidad de los fenómenos de la represión neurótica y la riqueza del material patógeno no obstaran para derivarlos de muy pocos procesos relativos a idénticos complejos de representación.

Apéndice

Muchos años después, Freud se encontró con Hans. El pequeño Hans lucía su brillante juventud de 19 años. Aseveró hallarse totalmente bien y no padecer de males ni inhibiciones. No sólo había pasado sin daño la pubertad, sino que había superado una de las más difíciles pruebas para su vida afectiva. Sus padres se habían divorciado, y cada uno de ellos concertó un nuevo matrimonio. En consecuencia, él vivía solo, pero se mantenía en buenos términos con ambos progenitores, lamentando únicamente que la disolución de la familia lo hubiera separado de su querida hermanita. Cuando leyó su historial clínico todo le pareció ajeno, no se reconoció, no se acordaba de nada, sólo una chispa de recuerdo de uno de sus viajes a Gmuden. Mismo el análisis había caído bajo amnesia. Texto complementario Inhibición, síntoma y angustia ~ 1926

1. Inhibición

Tiene un nexo particular con la función y no necesariamente designa algo patológico: se puede dar ese nombre a una limitación normal de una función. Síntoma: Equivale a indicio de un proceso patológico. También una inhibición puede ser un síntoma. 3

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Se habla de inhibición donde está presente una simple rebaja de la función, y de síntoma, donde se trata de una

desacostumbrada variación de ella o de una nueva operación. Freud elige estas funciones del yo con el fin de averiguar las formas en que se exterioriza su perturbación:

a) La función sexual: sufre diversas perturbaciones, la mayoría tienen carácter de inhibiciones simples. Son

resumidas como impotencia psíquica. Existe un nexo entre la inhibición y la angustia; muchas inhibiciones son una renuncia a cierta función porque a raíz de su ejercicio se desarrollaría angustia.

b) La función nutricia: displacer frente al alimento por quite de la libido. Tampoco es raro un incremento

del placer de comer. Como defensa histérica frente al acto de comer está el síntoma del vómito. El rehusamiento de la comida a consecuencia de angustia es propio de algunos estados psicóticos.

c) La locomoción: es inhibida en muchos estados neuróticos por un displacer y una flojera en la marcha.

Particularmente característicos son los obstáculos puestos a la locomoción interpolando determinadas condiciones, cuyo incumplimiento provoca angustia (fobia).

d) La inhibición del trabajo: muestra un placer disminuido, torpeza en la ejecución o fatiga cuando se es

compelido a proseguir el trabajo. La histeria fuerza a la interrupción del trabajo produciendo parálisis de órgano y funcionales. La neurosis obsesiva lo perturba mediante una distracción continua y la pérdida de tiempo que suponen las demoras y repeticiones interpoladas.

La inhibición expresa una limitación funcional del yo, ya sea por precaución o a consecuencia de un

empobrecimiento de energía. El síntoma ya no puede describirse como un proceso que suceda dentro del yo o que le suceda al yo. En el caso de las inhibiciones especializadas, esa tendencia es más fácil de discernir. La razón de ello es una erotización hiperintensa de los órganos requeridos para esas funciones. La función yoica de un órgano se deteriora cuando aumenta su erogeneidad, su significación sexual. Algunas acciones se omitirán porque sería como si de hecho se ejecutase la acción sexual prohibida. El yo renuncia a estas funciones que le competen a fin de no verse precisado a emprender una nueva represión, a fin de evitar un conflicto con el ello. Otras inhibiciones se producen manifiestamente al servicio de la autopunición. El yo no tiene permitido hacer esas cosas porque le proporcionarían provecho y éxito, que el severo superyó le ha denegado. entonces el yo renuncia a esas operaciones a fin de no entrar en conflicto con el superyó.

2. Síntoma

Síntoma: es indicio y sustituto de una satisfacción pulsional interceptada, es un resultado del proceso represivo. La

represión parte del yo, quien, eventualmente por encargo del superyó, no quiere acatar una investidura pulsional

incitada en el ello. Mediante la represión, el yo consigue coartar el devenir conciente de la representación que era

la portadora de la moción desagradable. Esta se ha conservado como formación inconsciente. Freud se pregunta

¿Cómo una satisfacción pulsional tendría por resultado un displacer? A consecuencia de la represión, el decurso excitatorio intentado en el ello no se produce; el yo consigue inhibirlo o desviarlo. Con esto se disipa el enigma de la “mudanza de afecto” a raíz de la represión. Surge la interrogación por la vía que le permite alcanzar este poder del yo sobre el ello. El yo adquiere este influjo a consecuencia de sus íntimos vínculos con el sistema percepción. La función de este sistema Prcc, se conecta con la conciencia; recibe excitaciones de afuera y de adentro, y, por medio de sensaciones de placer y displacer, que le llegan desde ahí, intenta guiar todos los decursos del acontecer anímico en el sentido del principio de placer. ¿De dónde proviene la energía empleada para producir la señal de displacer? A raíz de un peligro externo, se inicia un intento de huida. La represión equivale a un intento de huida. El yo quita la investidura (prcc) de la agencia representante de pulsión que es preciso reprimir (desalojar), y la emplea para el desprendimiento de displacer (angustia).

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Se trata de una determinada expectativa angustiada: el caballo lo morderá.

Hans se encuentra en un conflicto de ambivalencia de amor y odio, dirigidos hacia su padre.

¿De dónde saca Freud que el caballo es sustituto del padre?

Hans ha visto un caballo tumbado. También vio a un compañerito de juegos con quien había jugado al “caballito” caerse y lastimarse (Fritzl).

Así nos dio derecho a construir en Hans una moción de deseo, la de

que ojalá el padre se cayese y se hiciera daño de la misma forma. Un

deseo así tiene el mismo valor que el propósito de eliminarlo él mismo: equivale a la moción asesina del CDE.

Si el pequeño mostrara angustia hacia su padre, no tendríamos derecho a atribuirle una neurosis, una fobia. Lo

que la convierte en neurosis es, única y exclusivamente, otro rasgo: la sustitución del padre por el caballo. Es, pues,

este desplazamiento lo que se hace acreedor al nombre de síntoma.

El conflicto de ambivalencia no se tramita en la persona misma; se lo esquiva, por así decir, deslizando una de sus

mociones hacia otra persona como objeto sustitutivo.

La representación de ser devorado por el padre es un patrimonio infantil arcaico y típico. Dicha representación es la expresión, degradada en sentido regresivo, de una moción tierna pasiva: es la que apetece ser amado por el padre, como objeto, en el sentido del erotismo genital. La moción hostil hacia el padre es reprimida por el proceso de mudanza hacia la parte contraria; en lugar de la

agresión hacia el padre se presenta la agresión (la venganza) hacia la persona propia.

Las dos mociones pulsionales afectadas, la agresión sádica hacia el padre y la actitud pasiva tierna frente a él,

forman un par de opuestos; mediante la formación de su fobia se cancela también la investidura de objeto-madre

tierna. En Hans se trata de un proceso represivo que afecta a casi todos los componentes del CDE, tanto a la

moción hostil como a la tierna hacia el padre, y a la moción tierna respecto de la madre.

En ambos casos, el motor de la represión es la angustia frente a la castración; los contenidos angustiantes (ser

mordido por el caballo), son sustitutos desfigurados del contenido “ser castrado por el padre”. Este último

contenido es el que realmente experimentó la represión. El efecto-angustia de la fobia, que constituye la esencia de ésta, no proviene del proceso represivo sino de lo represor mismo; la angustia de la zoofobia es la angustia de castración inmutada, una angustia realista, angustia

frente a un peligro que amenaza efectivamente o es considerado real. Aquí la angustia crea a la represión y no,

como se creía antes, la represión a la angustia.

Los síntomas de la neurosis obsesiva son en general de dos clases, y de contrapuesta tendencia.

1) Prohibiciones, medidas precautorias, penitencias, de naturaleza negativa

2) Satisfacciones sustitutivas, con disfraz simbólico.

La situación inicial de la neurosis obsesiva consiste en la necesaria defensa contra las exigencias libidinosas del CDE.

Toda neurosis obsesiva parece tener un estrato inferior de síntomas histéricos, formados muy temprano. La configuración ulterior es alterada decisivamente por un factor constitucional. Cuando el yo da comienzo a sus intentos defensivos, el primer éxito que se propone como meta es rechazar la organización genital de la fase

La fobia es el intento de solucionar ese

conflicto, el resultado de una formación

de compromiso.

Moción pulsional reprimida: impulso

hostil hacia su padre. Para mantener comercio con la madre sin un tercero visto como rival.

Abandona la primer teoría de la angustia

y postula la segunda

El triunfo de la formación del síntoma sería enlazar ambos.

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fálica hacia el estado anterior, sádico-anal. Este hecho de la regresión es determinante. El forzamiento de la

regresión significa el primer éxito del yo en la lucha defensiva contra la exigencia de la libido.

En la neurosis obsesiva se discierne con más claridad que el CDC es el motor de la defensa, y que la defensa

recae sobre las aspiraciones del CDE. En la neurosis obsesiva, los procesos del período de latencia rebasan la

medida normal; a la destrucción del CDE se agrega la degradación regresiva de la libido, el superyó se vuelve particularmente severo y desamorado, el yo desarrolla, en obediencia al superyó, elevadas formaciones reactivas de la cc moral, la compasión, la limpieza. Se proscribe la tentación a continuar con el onanismo de la primera infancia, que ahora se apuntala en representaciones agresivas (sádico-anales), a pesar de lo cual sigue representando, la participación no sujetada de la organización fálica. El onanismo sofocado fuerza, en la forma de las acciones sucesivas, una aproximación cada vez mayor a su satisfacción. Puede aceptarse como un hecho que en la neurosis obsesiva se forme un superyó hipersevero o puede pensarse que el rasgo fundamental de esta afección es la regresión libidinal e intentarse enlazar con ella también el carácter del superyó.

En el curso del período de latencia, la defensa contra la tentación onanista es la tarea principal. Esta lucha

produce síntomas que se repiten de manera típica y presentan carácter de un ceremonial. Estos desempeños, en caso de una enfermedad grave, se ejecutarán automáticamente. La sublimación de componentes del erotismo anal desempeña un papel nítido.

La pubertad introduce un corte tajante en el desarrollo de la neurosis obsesiva. La organización genital,

interrumpida en la infancia, se reinstala con gran fuerza. Por una parte, vuelven a despertar las mociones agresivas iniciales, y por la otra, un sector más o menos grande de las nuevas mociones libidinosas se ve precisado a marchar por las vías que prefiguró la regresión, y a emerger en condición de propósitos agresivos y destructivos. El yo se revuelve contra invitaciones crueles y violentas que le son enviadas desde el ello a la conciencia, y ni sospecha que en verdad está luchando contra unos deseos eróticos, algunos de los cuales se habrían sustraído en otro caso de su veto. En la neurosis obsesiva el conflicto se refuerza en dos direcciones: lo que defiende ha devenido más intolerante; y aquello de lo cual se defiende, más insoportable; y ambas cosas por influjo de la regresión libidinal.

La tendencia general de la formación de síntoma en la neurosis obsesiva consiste en procurar más espacio para la

satisfacción sustitutivas a expensas de la denegación (frustración). Los síntomas que significaban limitaciones del yo

cobran más tarde, por síntesis yoica, el carácter de satisfacciones. El resultado es un yo extremadamente limitado que

se ve obligado a buscar sus satisfacciones en los síntomas.

En el curso de estas luchas pueden observarse dos actividades del yo en la formación del síntoma; son

claramente subrogados de la represión.

Las dos técnicas a las que se refiere son el anular lo acontecido y el aislar:

→ Anular lo acontecido: Es, por así decir, magia negativa; mediante un simbolismo motor quiere “hacer

desaparecer” no las consecuencias de un sujeto, sino a este mismo. En la neurosis obsesiva, nos encontramos con la anulación de lo acontecido sobre todo en los síntomas de dos tiempos, donde el segundo acto cancela el primero como si nada hubiera acontecido, cuando en la realidad efectiva

ocurrieron ambos. En la neurosis se cancela el pasado mismo, se procura reprimirlo por vía motriz.

Esta misma tendencia puede explicar también la compulsión de repetición, tan frecuente en la neurosis,

en cuya ejecución concurren luego muchas clases de propósitos que se contrarían unos a otros. Lo que

no ha acontecido de la manera en que habría debido de acuerdo con el deseo es anulado repitiéndolo de

un modo diverso de aquel en que aconteció.

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2) Identificación de componentes de la angustia: Se identifican tres componentes principales de la angustia: el

carácter displacentero específico, las acciones de descarga y las percepciones asociadas a estas acciones.

3) Relación entre la angustia y la experiencia del nacimiento: Se sugiere que la angustia puede ser una reproducción

de la vivencia del nacimiento, lo cual incluye un aumento del estímulo y la descarga por vías específicas.

4) Emergencia de la angustia como respuesta a situaciones de peligro: La angustia surge como respuesta a

situaciones de peligro, ya sea en una situación nueva o como señal de advertencia para evitar peligros futuros.

5) Desplazamiento del peligro del nacimiento a la pérdida del objeto como condición de angustia: El peligro inicial del

nacimiento se desplaza hacia la pérdida del objeto, lo que se convierte en una condición para experimentar angustia.

6) Función de la angustia como señal para evitar situaciones de peligro: La angustia actúa como una señal para evitar

situaciones peligrosas, alertando al individuo sobre la presencia de peligro y motivándolo a tomar medidas

para protegerse.

7) Desarrollo de la angustia de castración y su relación con la separación de la madre y la pérdida de amor: La

angustia de castración se desarrolla en relación con la separación de los genitales y simbólicamente representa una nueva separación de la madre, así como la pérdida de amor por parte del objeto.

8) Evolución del concepto de angustia en Freud: Freud pasó de considerar la angustia como un proceso automático a

entenderla como una señal deliberada del yo, con el propósito de influir sobre la instancia placer-displacer.

9) El yo como origen y receptor de la angustia: El yo es tanto el origen como el receptor de la angustia, ya que es

responsable de percibir las señales de peligro y responder a ellas.

10) Relación entre diferentes tipos de peligro y condiciones de angustia en diferentes etapas del desarrollo psíquico:

Diferentes etapas del desarrollo psíquico están asociadas con diferentes tipos de peligro y condiciones de angustia, aunque estas condiciones pueden persistir y generar angustia en etapas posteriores.

11) Importancia de la angustia de castración en los procesos defensivos que conducen a la neurosis: La angustia de

castración juega un papel fundamental en los procesos defensivos que conducen a la neurosis, especialmente en el caso de las mujeres, donde se relaciona con la pérdida de amor por parte del objeto.

Guía de ayuda para este texto y anexo a partir de video de Asociación libre

o Ubicar concepto de inhibición o Concepto de síntoma: formación de compromiso, satisfacción sustitutiva. o Concepto de angustia como afecto ligado al displacer. o Cambio de la primer teoría de la angustia a la segunda. o Primer peligro: trauma del nacimiento. o Dos tipos de angustia: realista y neurótica. o Represión y defensa. o Dar cuenta de todo esto en el caso Hans (cap 4 y 7 principalmente) Antes Freud creía que la angustia provenía de la libido no descargada: cuando una excitación pulsional proveniente del ello era sofocada y no llegaba a su satisfacción, la libido encontraba su descarga convirtiéndose en angustia. Ahora plantea que la angustia es ante el peligro. Él pensaba que la angustia era el resultado del proceso represivo: la represión inhibía la satisfacción pulsional y esta encontraba su descarga convirtiéndose en angustia. Ahora considera que la señal-angustia que da el yo es lo que pone en marcha la represión. La angustia causa la represión y de esta manera inhibe la incitación pulsional del ello porque es amenazante para el yo. Primera La sofocación de excitaciones pulsionales del ello insatisfechas se descargan convirtiéndose en angustia. Segunda La señal-angustia dada por el yo pone en marcha el mecanismo represivo.

Psicomatices_ El primer peligro es el nacimiento (trauma del nacimiento): El niño hasta ese momento dentro de la panza de la madre, sus necesidades eran satisfechas de manera instantánea. Cuando nace se encuentra con el peligro de quedar en estado de desvalimiento con respecto a las necesidades ya no satisfechas de manera inmediata. Esto es un momento traumático. Esta manera de entenderlo concuerda con ciertas angustias infantiles, rasgo común: la añoranza de la madre ausente. Este trauma sería el arquetipo a todas las angustia que siguen a lo largo de la vida.

Distingue dos angustias:

o Realista: frente a un peligro notorio externo. Prepararnos frente a un peligro para huida. Es involuntaria.

o Neurótica: es ante un peligro no notorio, no es notorio para las demás personas. Es un peligro escondido

pulsional. La angustia no es involuntaria, sino generada por el yo. El yo da la señal-angustia para poner en marcha el mecanismo de placer-displacer. Acercarse al placer y alejarse del displacer. Frente a estas puede haber formaciones mixtas donde haya un peligro real notorio pero la persona reaccione de manera desmedida. Dentro de la realista hay algo de la neurótica.

Represión y defensa: Los mecanismos de defensa son las técnicas del yo para defenderse de las exigencias

pulsionales. La represión es una forma de defensa relacionada a la histeria por ej. La neurosis obsesiva tiene otros mecanismos como regresión o aislamiento. Estos dependen del nivel de organización del yo. Ciertos mecanismos aparecen en la medida que el yo se vaya organizando.